Finalmente el día en que se conocería el veredicto del juicio había llegado… Toda la ciudad, y la mayoría de los involucrados en el asunto se encontraban allí…

Gerald observó a Arnold más tenso que nunca… Un recuerdo se le vino a la mente, mientras el rubio observaba a Helga, quien solo dirigía su mirada profunda a Arthur…

Flashbaack…

A unas pocas cuadras del desarmadero de la ciudad, un auto del FBI estacionó cerca de un callejón que iba a parar a un basurero… Del auto bajó un hombre de piel oscura, cabello negro, y ojos cafés intensos. Caminó por el callejón deteniéndose y bajándose las gafas oscuras, para asegurarse si ese era el lugar que le habían indicado. Se tensó en el acto, al sentir un ruido como si se tratase del golpeteo casi hueco de unos pasos. Enarcó una ceja, caminando silenciosamente, y rosando su arma con los dedos. Esperó a que la figura saliera a la luz… Fue entonces cuando golpeó con su puño izquierdo al hombre en harapos que intentaba acercársele… El sujeto intentó tomarlo de los brazos, y el agente tuvo que implementar otra maniobra para quitárselo de encima…

-Gerald!...- Lo llamó el hombre, intentando detenerlo, y aplicando presión en sus movimientos… El pelinegro se sorprendió… El hombre en harapos parecía conocerlo, y su forma de pelear se lo hizo muy familiar…

-Gerald, soy yo!...- Gritó el hombre, mientras el moreno lo acorralaba contra la pared, y solo entonces, notaba unos ojos verdes intensos… Lo soltó en el acto, mientras el harapiento se tomaba el rostro.

-Arnold?...- Preguntó el moreno incrédulo, casi sin reconocer al que era su amigo…- Eres tú?...- Le preguntó notando el corte de cabello distinto, el tono bronceado más dorado aún, y su atuendo…- Por qué no me advertiste antes de que te diera semejante golpiza?...- Cuestionó bajo la mirada pesada de Arnold, quién rodó los ojos…

-Hacía años que no probaba tu izquierda, Gerald!...- Dijo recordando algunas peleas tontas de la adolescencia con su mejor amigo. Sonrió un poco, tocándose el labio y haciendo un gesto de ardor…- Si… Soy yo. Creo…

El pelinegro lo observó de arriba abajo, tomándose la frente…-Qué haces aquí en la ciudad?... Viejo, habíamos quedado en que me dejarías investigar a este tipo antes de aparecerte!... Te das cuenta el peligro que corres, disfrazado de vagabundo así?...- Preguntó observando a su amigo, y sin poder evitar reír…- Lo siento, no puedo evitarlo!...- Mencionó bajo la mirada irónica de Arnold, quien hizo un gesto y detrás de los escombros y demás, aparecieron varias personas armadas que al parecer, venían con él…

-Sí, si… Lo sé. No vine solo, estoy escoltado.- Explicó bajo la mirada petrificada de Gerald quien solo le sonrió a los hombres que lo observaban, e hizo un gesto con la mano de saludo…- No quería asustarte, aunque saliera al revés. No podía permanecer ni un día más lejos!... Estoy harto de estar escondido en las sombras mientras Arthur engatusa a todos!- Exclamó el rubio, en lo que Gerald suspiraba por la necedad de Arnold…

-Por eso te pedí que confiaras en mí y en el departamento del FBI!- Mencionó tomando aire y mirando al rubio con una pose distraída… Gerald era un agente del FBI, y así también, el único conocedor de qué había sucedido en San Lorenzo el tiempo que Arnold estuvo lejos, marchándose repentinamente. Nadie podía enterarse de nada. Arthur había logrado salir despegado de todo ese asunto, y tenían que encontrar la manera de lograr llevarlo a juicio, con la intención de que el juzgado se convenciera de que se trataba de un criminal peligroso, y así aceptaran llevar el caso a California.

-Dices que quieres participar en la investigación?...- Indagó el pelinegro, bajo el asentimiento de Arnold…- De acuerdo, te enterarás de lo que hemos estado averiguando: el sujeto propone unir a Kindom con Hillwood en un puente mal diagramado. Al parecer, hay negocios detrás, pero… Aún no pudimos dar con el hallazgo de nada que pueda incriminarlo…- Finalizó Gerald bajo la mirada algo perdida del rubio…

-Tengo que admitir que tenías razón. No va a detenerse…- Mencionó Arnold, notando la sonrisa algo presumida y astuta del pelinegro.

-Es cuestión de meterse en la mente de sujetos como Arthur.- Explicó asintiendo bajo la mirada indignada del rubio…- Una vez que le toman el gusto al dinero, es difícil que cambien de actitud. No logró saquear todo en San Lorenzo, pero va a intentarlo donde sea!… Y más si tiene aliados que lo apoyan.- Finalizó Gerald, suspirando un poco… Arnold asintió con prisa, aproximándose a él…

-Escucha, no he estado buscándote para saber de Arthur. Tengo que ver a Helga! Tú sabes dónde está?... Fui a su casa, la señora Pataki me recibió y no pareció reconocerme…- Explicó bajo el silencio del pelinegro que lo miraba algo inquieto… Había tanto que Arnold todavía no se esperaba!...

-Y no la culpo…- Dijo observando al rubio de arriba abajo… Gerald se pasó una mano por el rostro, buscando las palabras, sin embargo, optó por dilatar la verdad…- Arnold acompáñame, tenemos mucho de qué hablar…

En el departamento de la pareja Johanssen…

Dirigiéndose a la sala del departamento que compartía con su novio… Una sonriente Phoebe, caminaba quitándose el abrigo y la bufanda…

-Mi amor… Estoy en casa!...- Dijo dejando las llaves, sobre una mesa pequeña junto al sofá- Fue un día agotador!... Pero no creerás lo que le ocurrió a Francis!... Cuando ingresó a la sala de operaciones, ella…- Relató con un tono animado, hasta llegar al comedor… Se quedó en silencio, mientras un rubio de ojos verdes se ponía de pie, junto al pelinegro que observaba la reacción de Phoebe…

-Hola Phoebe… Cómo has estado?...- La saludó Arnold, sonriéndole en un gesto de saludo. Se aproximó a ella… Phoebe solo colocó un gesto de cordialidad, por más que la situación le molestara mucho…

-Hola Arnold.- Saludó con la cabeza y luego observó a Gerald…- Yo… Iré a caminar a un rato, comeré afuera esta noche. No me esperes despierto…- Se despidió intentando simular que no le había provocado desagrado tener visitas ese día… Y sobre todo, porque se trataba de nada más ni nada menos que del sujeto que había lastimado a su mejor amiga, de la peor manera...

Gerald se mordió los labios, esperándose esa reacción y por su parte Arnold solo bajó la vista-Espera Phoebe!…- Llamó el moreno a su novia, deteniéndola en la puerta -Sé que te marchas porque no quieres ver a Arnold, pero…- Gerald se quedó callado, al ver el gesto colérico que dibujaba Phoebe, por lo que él había dicho…- Creo que deberías quedarte y escuchar su versión de lo que sucedió en verdad- Completó, bajó la mirada dudosa de la mujer de rasgos asiáticos…

-Por favor…- Pidió Arnold mirándola, y Phoebe soltó aire aproximándose sin quitar la expresión dura del rostro.

Después de unos minutos…

En la sala del comedor todo era silencio… Las tres personas sentadas en la mesa, tenían expresiones muy diferentes en el rostro… Y lo único que se escuchaba, era el sonar de un reloj de madera, que indicaba los segundos que pasaban…

-No sé qué decir… - Mencionó Phoebe, levantando su mirada y posándola en Arnold… El rubio se encogió de hombros, apoyando los brazos sobre la mesa.

-Por eso necesito hablar con Helga! Si no volví antes fue por el nombramiento y demás… No esperaba que me eligieran embajador de los intereses de la gente de Ojos Verdes! El representarlos y todo lo que implica, ha sido increíble, pero muy exhaustivo. Y los mercenarios que envió Arthur, provocaron innumerables destrozos! Más de la mitad de la población cayó enferma….- Contó con un tono cansado y ansioso…- Se consideran seres libres. Prefieren la muerte a estar encerrados en una celda. Y el hecho de aprisionarlos, provocó que la mayoría se deprimiera y… se dejara vencer- Finalizó bajo otro silencio que demostraba lo acongojados que estaban Gerald y Phoebe… La pelinegra se revolvió los cabellos, con un gesto estático…

-Y tus padres? Miles y Stella… Qué fue lo que…?

Arnold solo asintió con calma.-Descuida, ellos tan bien. Están en las misiones encargándose de todo, mientras estoy aquí. Escapamos Fernando, mis padres y yo… Karl intentó huir el primer día que nos aprisionaron. Nadie supo más nada con respecto a él y a su esposa….- Dijo jugando con sus manos, mientras Gerald y Phoebe se miraban, y ninguno se atrevía a decir nada…

-Las autoridades de San Lorenzo, estuvieron de acuerdo con que volviera a Hillwood y lograra atrapar a Arthur en su propio juego. Solo quieren que pague por lo que hizo, piden un juicio justo.- Prosiguió el rubio, mientras Gerald se aclaraba un poco la garganta y Phoebe se levantaba a buscar una copa, y tomar un poco de agua del grifo…

-Fui a buscar a Helga a su casa, y me enteré que ya no vive más allí…- Dijo el rubio, notando las actitudes y el silencio de la pareja…- Les suplico que me digan dónde está! No me importa lo que encuentre, solo quiero hablar con ella…- les pidió mientras Phoebe y Gerald se miraban…- Necesito hablar con ella.

Fue entonces cuando Phoebe se atrevió a hablar:

-No sé si Helga quiera verte… Entiendo lo que sucedió, pero aún si, no se justifica lo que hiciste!... Ha sufrido mucho y finalmente ahora que estaba logrando salir adelante…- Murmuró lo último, tomándose la frente. Realmente la entristecía que en todo ese tiempo, Helga hubiera estado al lado de un patán!

Arnold la miró, y notó lo nerviosa y extraña que se ponía Phoebe, de repente…

-Hay algo que no están diciéndome…- Dijo dirigiendo su mirada a Gerald también…- Qué sucede?... Phoebe, no tengo esperanzas con Helga. Sé que probablemente debe haber encontrado a alguien más y esa idea ronda por mi cabeza todos los días… Pero la amo!... Y quiero que sepa, que si me fui, no fue porque me olvidé de lo nuestro…- Pidió, mientras Phoebe solo se sentaba otra vez, y Gerald soltaba aire…

-Amigo…- Dijo clavando su mirada en el rubio, como quien va a dar una terrible noticia…- Helga y Arthur están juntos hace un tiempo…

Arnold no tuvo tiempo de procesar lo que le habían dicho… Parecía que Gerald había arrojado una bomba, sin darle posibilidades de nada…

-Qué?...- Preguntó en un gemido, mientras uno de los tantos hombres que lo custodiaban aparecía en la sala, y preguntaba si estaba todo bien. Gerald le hizo un gesto a Phoebe de que luego le explicaría…

El rubio se puso de pie inmediatamente, y a Gerald no le costó descifrar hacia dónde se dirigía… Lo tomó del brazo:

-Arnold!…- Lo llamó, mientras el cegado rubio solo se soltaba y daba zancadas a la puerta… Gerald lo siguió, colocándose delante…- Préstame atención… Tienes que ser frio en esto. Mírame!... Si te apareces ahora, Arthur solo se pondrá en guardia y es lo que menos nos conviene... Si queremos tenerlo en nuestras manos, es mejor que no sepa de dónde vino el golpe!…

Arnold solo se soltó con violencia…

-Gerald, fue lo primero que tendrías que haberme dicho!...- Reclamó empujándolo y pronunciando cada palabra, como si le aberrara…- Sabías que ese tipo era un canalla!... Te pregunté cientos de veces por Helga!... Cómo quieres que me controle?... Eras la única persona en la que confiaba y no dijiste nada!...- Reclamó aumentando la voz… Gerald solo gritó de igual manera:

-Y puedes enfadarte ahora conmigo, pero ambos sabemos que eso no acorralará a este tipo!... Puedes quedarte y luchar por todo lo que Arthur te arrebató o… Irte y perderlo en cuestión de segundos!... Tú decides!

Arnold intentó serenarse y se apoyó contra la pared… Observó a Gerald, quien lo miraba esperando su respuesta…

Phoebe apareció detrás de ellos…

-Hay una forma, en la que puedes oír a Helga.- Mencionó débilmente, intentando conciliar la situación…- Arnold, quédate…- Pidió la morena, observando como el mortificado rubio se colocaba erguido y asentía, siguiéndola hacia el interior del departamento…

Phoebe encendió la radio de la sala, donde los guardaespaldas estaban bajo el pedido del embajador…

-Me agrada en verdad, pero cuando estamos en una cita no puedo opinar. Habla todo el tiempo!… Dice cosas interesantes, pero aún así… No sé cómo pedirle que se calle, sin que me regañe ni se ofenda. Comprenden a lo que me refiero?... - Se oía la voz de un hombre en la radio, que puso a Arnold atento… Una voz femenina que parecía chistar, lo interrumpió:

-Te tocó el clásico pajarraco que vive enjaulado y cada vez que abre la boca, no es para cantar… Solo para quejarse!...- La voz fuerte y animada de Helga, hizo que el rubio se aproximara más a la radio mientras reía con ilusión… Los guardaespaldas que estaban en la sala, también rieron…

-Escucha Darren, cuando hable demasiado, intenta desviar el tema… Si cada vez que tocas otro asunto, solo lo invierte para ver lo malo en ti, en tu lugar, correría despavorido lo más lejos que pudieras de esa mujer!… - Otra voz masculina opinó, mientras Helga reía junto a otra mujer…

-En tu caso, te anotarías para una maratón, no es así Martin?... Jajaja!...- Mencionó la rubia riendo en su programa, junto a las dos personas que conducían con ella…

Arnold sonrió ladeando la cabeza… Desde ese día, todas las tardes a la misma hora, se sentaba a escuchar la voz de Helga, que saludaba a la ciudad en alguna parte…

Fin de Flashbaack…

-De pie…- Pidió el juez y Arthur se puso de pie, junto a su abogado… Los murmullos de las personas que conocían a Arthur, Helga, Arnold y el resto de los que habían dado testimonio, no cesaba…

Arnold desvió unos instantes la mirada, por el llamado de Phoebe… Detrás de él, notó a sus padres, presenciando el juicio y mirándolos con esa sonrisa entre afligida e inquieta al igual que la gran mayoría… El rubio enarcó las cejas, al reconocer a Fernando mirando al estrado con decisión… Y a su lado, a Karl y su esposa esperando la resolución… Hubo un par de miradas que lo decían todo. Arnold sonrió al notar que Karl estaba bien… El moreno le sonrió en respuesta.

-Por el cargo de estafas, coimas, sabotajes a la obra y los empleados de la ciudad que trabajaban con el señor Arthur Steven Roberts, el jurado declara al acusado…- Inició el juez, observando a los jurados de pie… Una mujer de cabello castaño, respondió…

-Inocente…

La ola de comentarios creció, mientras Arnold apretaba los puños a igual que un indignadísimo Gerald… Helga solo bajó los ojos mordiéndose los labios, riéndose irónicamente por la propia corrupción en la justicia!...

Arthur observó de reojo a su abogado, con una sonrisa de lado… El hombre se acomodó el traje, dispuesto a marcharse…

-En cuanto al cargo de cuentas ilegales y estafas se declara al acusado…- Mencionó el juez, mirando por encima de sus gafas… La mujer representante del jurado, finalizó…

-Culpable…

Dijo bajo un nuevo murmullo general… Todos levantaron la vista:

-Las cuentas ilegales son un delito que debería ser tomado con otro tipo de jerarquía… Por eso recomendamos que el caso pase a ser internacional y sea juzgado en California. -Finalizó la castaña, mientras Arthur hablaba con su abogado y le hacía gestos a otros hombres más…

-Se realizará un consenso con las autoridades de Guatemala, porque es un ciudadano norteamericano y por petitorio de su abogado, lo juzgaremos en los Estados Unidos. Hasta entonces, Arthur Roberts, estará detenido en Hillwood…-Finalizó, bajo el asentimiento del juez…

Arnold volteó abrazar a su mejor amigo, quien le daba golpes en el hombro, festejando la deliberación del juicio… Phoebe abrazó a Arnold, mientras una pendiente Helga lo miraba desde el otro lado de la sala, sonriendo de par en par… Cuánto amaba a Arnold!... Esa sería otra de las tantas veces, que había hecho algo por el rubio para verlo así de feliz!...

En la salida, y esquivando la llegada de los medios, Arnold se dirigió hacia sus padres y los abrazó emitiendo un suspiro de alguien quien había estado agonizando, y ahora volvía poco a poco, a la vida!...

-Ya pasó hijo… Todo ese infierno se terminó! Haz luchado como un verdadero guerrero que solo busca el bien para los suyos, y estamos muy orgullosos de ti…- Le murmuró su madre, mientras sus amigos se aproximaban a él…

-Arnold…- Mencionó Fernando, mientras el rubio lo miraba esperando la aclaración…- Eres mi amigo… Lamento haberme portado como lo hice, pero Arthur había amenazado a todos los que quiero… Sé que nada de lo que te diga, puede revertir lo que he hecho… Voy a presentarme a ese juicio, y daré mi declaración.- Dijo el hombre, disculpándose por el tiempo en que Gerald y Arnold habían tardado en convencerlo…

-Entiendo…- Dijo Arnold asintiendo con una sonrisa…- No hay rencores… Esto es por la gente, Fernando. Y por nosotros y por nuestras familias… Cuando declares, también lo harás por ti…- Mencionó abrazándose con el hombre, y también con Karl y su esposa…

Arthur era llevado hacia la patrulla que lo esperaba para su pronto traslado… Los medios de la prensa, fotógrafos y demás se acercaron lo más que pudieron para sacar fotografías. Un barullo a todo sonido, se acrecentaba antes los insultos, ante los abucheos y los reclamos de la gente que había seguido a Arthur Roberts y se sentían defraudados, y con un retorcijón en el estómago por tanta corrupción…. Acompañados de un furioso Bob Pataki.

Lo último que sucedió, pareció ocurrir en cámara lenta aunque fuera en un abrir y cerrar de ojos. Al subir a Arthur a la patrulla, el pelinegro divisó a Arnold entre la multitud, riendo y hablando amenamente… Una absorta Helga contempló la escena desde las escaleras… Presenció muerta de miedo como Arthur golpeaba a los policías y tomaba el auto en sus manos… Al ver a Arnold perdido a lo lejos, y la expresión en el rostro de Arthur, sintió el corazón salirse de su pecho y latir desesperado a mil por hora…

Corrió delante de la patrulla…

Los alaridos de la gente, provocaron que todo el mundo volteara a ver qué ocurría…

-Arthur! Es a mí a quien quieres… Aquí estoy!...- Gritó la rubia temblando y levantando las manos…

Todos se quedaron petrificados sin reacción posible… Fue tan rápido que no hubo segundos para comprender qué ocurría…

A Arnold se le aflojaron las piernas, viéndola cerrar los ojos con fuerza, esperando por el pronto impacto…

-No…- Casi gimió el rubio al ver como Arthur pisaba a fondo el acelerador para dar con ella…

Lo próximo que se sintió, fue un zumbido de un choque, con un chillido de dos autos a máxima velocidad…

El auto que había tomado Arthur había sido embestido por un auto blanco que salía del estacionamiento, y su distraído conductor, había enviado a la patrulla de policía a estrellarse contra las columnas del tribunal de Hillwood…

Helga se resbaló del impacto, y la mayoría se aproximó hacia donde había ocurrido el accidente.

Arnold corrió con todo lo que le daban las piernas alcanzando una capacidad que en otras situaciones seguramente no adquiriría. Gerald enarcó una ceja corriendo detrás de él…- Eugene…- Murmuró ladeando la cabeza tan impactado y nervioso como el resto, al notar quién había sido el que por un descuido, los había salvado a todos!

-Helga!...- La llamó un perturbado Bob Pataki, llegando junto a la rubia y observándola… Sonrió extendiéndole la mano y abrazándola en el acto…- Mi pequeña… Estás bien?...- Le preguntó, bajo el asentimiento de la rubia, quien abrazó a su padre, soltando aire pausadamente…

Arnold llegó junto a Bob Pataki, observando a la muchacha que tenía entre brazos.

Arnold y Helga se miraron sorpresivamente, mientras la rubia era soltada por su padre… Arnold se aproximó, con el impulso de hacer una mirada profesional… Ella lucía asustada, pero se encontraba sana y salva.

-Qué fue lo que se te cruzó por la mente al pararte frente esa a patrulla?... Podría haberte arrollado! … Por qué lo hiciste, eh?... Por qué?...- Dijo Arnold después de unos instantes en los que recobraba el pulso, otra vez respirando profundamente con un tono de angustia en la voz… Y él que había hecho lo imposible para apartarla de todo aquello, en no involucrarla en sus problemas, en mantenerla resguardada…

-Bueno…- Dijo viéndolo mirarla con un gesto entre preocupación y regaño…- Cielos! Rezaba para que el maldito se quedara sin combustible!…- Dijo llevándose una mano al pecho y otra a la frente, logrando que Arnold medio sonriera… Pero no demasiado, aún sentía el corazón latirle sin cesar…- Y si tenía mala puntería, mejor aún…- Agregó la rubia, mientras él emitía una leve risita y ladeaba la cabeza, por más que no quisiera…- Pensaba en ti. No quería que te hiciera daño…- Confesó sonrojándose un poco y bajando la vista, con algo de timidez…

Pero Arnold no pudo contener el impulso de abrazarla…

-Oh… Helga…- Susurró trayéndola contra sí… La rubia colocó una mueca de ternura… Estaba tan perdida en lo cálido de ese abrazo, que se podía acabar el mundo! Francamente no le importaba!…- Escucha, juega conmigo como quieras, pero nunca más vuelvas a hacer nada como eso… Oíste?... No vuelvas a arriesgarte así otra vez! Si te pasara algo, no sé qué haría…- Dijo mirándola de frente… Volvieron a abrazarse, pero con más tranquilidad.- Eres lo más precioso que tengo…

Helga sonrió… Finalmente estaban juntos!...- Tú también…- Respondió aferrándose más al abrazo.

-Quién hubiera dicho que los infortunios de Eugene servirían de algo, algún día!…- Mencionó Phoebe con su tono sublime, observando al igual que muchas otras personas que habían ido a presenciar el juicio, cómo apresaban a Arthur.

-Llévenselo!…- Exclamó Sid llegando junto Gerald y otros oficiales que lo esposaban… Gerald miró de reojo a Sid, y el hombre aclaró con una sonrisa…- Siempre quise decir eso.

Gerald pasó por al lado de Arnold y Helga y sonrió bajándose las gafas, mientras ambos rubios se abrazaban viendo como Arthie era detenido y llevado por varios hombres…

-Si quieres algo bien hecho, lo tienes que hacer tu mismo… Camina!- Dijo Gerald haciéndole un gesto a Arnold con la mano, quien solo respondió sonriendo…

Mientras tanto, una turba alzaba a Eugene en andas y el colorado reía…

-Hurras para nuestro héroe! Lo condecoraremos como la nueva figura de la ciudad de Hillwood!- Anunció un hombre a toda la gente que lo rodeaba…

-Ehhhh!- Festejaron todos llevándose a Eugene con ellos… Y sin querer tirándolo en el proceso…

-Estoy bien!…- Avisó el hombre pelirrojo, y todos volvieron a levantarlo otra vez, con mucha euforia…

-Y por cierto, no olvidemos a la chica loca que se paró frente a esa patrulla... -Mencionó Helga, captando la atención de Arnold…- Ya escuchaste cabeza de balón, soy una heroína!...- Bromeó tomándolo del cuello… Pero lo que ella había olvidado, es que el contexto era diferente ahora… Y que los medios llegarían alrededor de ambos, en menos de un suspiro…

-Ahora que todo está aclarado embajador… Piensa quedarse en nuestra ciudad?- Preguntó una reportera, y mientras ambos caminaban entre la gente, Arnold observó a Helga, quien rodaba los ojos.

-Por supuesto… Por tiempo indefinido…- Dijo el rubio con una sonrisa, caminando junto a ella.

Pero la rubia estaba menos que feliz, porque no pudieran tener un momento de privacidad, solos ella y Arnold! Había que hacer algo al respecto!… Le guiñó un ojo a Phoebe (a la que ya la había perdonado, por omitirle la verdad), quien la acompañaba junto con el embajador, que ahora era ovacionado y reconocido por todos los presentes, por su lucha y por su integridad. Phoebe sonrió intentando imaginarse, qué se le estaría pasando por la mente a Helga…

-Ohhh….- Suspiró la rubia dibujando una mueca de estar atravesando un dolor insoportable!... Arnold volteó a verla en el acto, y Phoebe le hizo un gesto de que después la llamara por la noche… Helga sonrió de lado, asintiendo que lo haría…

-Qué sucede, Helga? Te sientes mal?...- Preguntó el rubio deteniéndose junto a ella, mientras la gente de seguridad los reguardaban…

-No lo sé… Creo que me torcí algo… Auuuch!…- Explicó señalando la pierna izquierda… La gente de la prensa se aproximó para preguntar si la rubia estaba bien y demás cuestiones que al mundo de la farándula le importaban…

Arnold se puso en cuclillas para echar un vistazo… Helga llevaba falda, así que si se había quebrado o algo por el estilo, se notaría con más claridad… Sin embargo al acercarse, no vio absolutamente nada más que lo normal… La rubia seguía quejándose, así que preguntó:

-Dónde te duele?... Crees haberte roto una pierna?...

Helga rodó los ojos:

-Tú eres el médico, tu dime!...- Demando quejándose otra vez…- Me duele esta pantorrilla…- Le indicó señalando el lugar. Arnold se acercó e hizo una leve presión…

-Aquí?...

Helga sonrió con astucia, mirándolo de reojo…

-No… Más arriba!… Te señalé el lugar Arnoldo!... Acaso estás ciego? Seguramente tengo un golpe o quizás podría ser peor! Menos mal que no trabajas para la cruz roja!.- Demandó con un tono molesto, y él subió la mano minuciosamente…

La gente de seguridad pidió algo de espacio a la prensa, que retrocedió un poco, dejando respirar a la pareja:

-Lo siento… Aquí es?...- Mencionó Arnold escuchando que ella suspiraba, el rubio enarcó una ceja… Pero Helga protestó, otra vez...

-No!... Más arriba…- Pidió, bajo el rostro de un extrañado Arnold que no veía ni marcas, ni golpes, ni enrojecimiento o nada parecido…

-No parece una contusión…Puede ser una respuesta a los nervios y al stress que hemos atravesado… Luces muy bien…- Le explicó el rubio deslizando una mano por donde ella había indicado.

Helga rió con una expresión traviesa al sentir la caricia…- Más arriba…- Indicó sonriendo, en lo que el médico que la observaba, se sonrojaba de inmediato, comprendiendo la situación… Arnold ladeó la cabeza, viéndose presa una vez más de una persona que se aprovechaba completamente de su consideración!…

Ella colocó una expresión seria y dijo:

-Bueno… Está bien, si dices que no encuentras nada…- Mencionó cruzándose de brazos…- Ahora quita tus manos de allí, no se emocione señor embajador!… Para mi sigue siendo tan solo un extraño!...- Le ordenó mientras Arnold se tomaba la frente y reía… No podía creer cómo seguía cayendo en ese tipo de trucos! El rubio le devolvió una sonrisa pícara, alzando las manos:

-Mi amada amiga puedes estar tranquila… Estás en buenas manos…- Le respondió notando que ella se sonreía desviando la mirada… Se puso de pie, dispuesto a hacer que se apoyara contra su hombro como soporte, para que ambos salieran de allí. Helga lo miró de reojo, con un dejo de ironía:

-Espera un minuto…- Pidió riendo con sarcasmo…- Pensabas hacerme caminar, después del día agitado que tuve hoy?... Qué tipo de cruel insensible eres? Esto es negligencia médica!...- Dijo, mientras Arnold la observaba sin comprender. Ella solo exhaló aire pesadamente, e hizo que la cargara de un pequeño salto…- Así está mejor…- Agregó notando que uno de los guardaespaldas se aproximaba a hacerle el favor al embajador… Ella negó con la mano:- El embajador tiene dos brazos, y créeme ya ha hecho esto antes…

Arnold sonrió asintiéndole al hombre, mientras ella se prendía de su cuello, y caminaban al auto:

-Qué sucederá con nosotros de ahora en adelante?...- Preguntó Arnold sonriendo y viéndola con la vista perdida en el frente. Helga solo se encogió de hombros, y entonces él puso un tono serio: - Me refiero a que… Podrás confiar en mi otra vez, después de todo lo que sucedió?...

La rubia sonrió de lado, y se acercó a su oído…- El embajador es demasiado estructurado y escrupuloso… Qué hay de John, Arnoldo?... Podrías traerlo de vuelta? Al menos era divertido, e intentaba bailar tango!- Dijo Helga con una sonrisa juguetona… Arnold soltó aire con alivio… Sonrió en respuesta por esa locura que insinuaba ella, de lo que parecían ser múltiples personalidades…

-Solo para que sepas…- Prosiguió la rubia- Para mí siempre serás el cabeza de balón, aunque intentes disfrazarlo… Eso nunca podrás cambiarlo! Y solo espero que seas más listo esta vez, y no arruines todo de nuevo!- Anunció con un tono estricto, enarcando una ceja… Pero sus facciones se suavizaron, al sentir que el hombre que la cargaba, le robaba un pequeño beso… Se quedó estática escuchándolo susurrarle al oído…

-No sabes cuánto me alegra escuchar eso!...- Admitió alegre y optimista por el futuro que les deparaba juntos…- Puedes estar tranquila, no volveré a cometer un error tan estúpido, como dejarte ir…- Afirmó, notando la cara de impacto, casi boquiabierta de Helga… - Y por cierto… John volverá en nuestra noche de bodas!- Finalizó el rubio y enarcó una ceja, con una sonrisa traviesa para ver si lograba una respuesta… Pero Helga solo dibujó una mueca, mientras parecía sumida en sus pensamientos… Arnold rió:

-Logré lo que muchos se proponen… Dejé a la brillante locutora Helga. G. Pataki, sin palabras!... Eso es más grave de lo que parece!... Lo mejor será pasar por un hospital, de vuelta a casa…- Bromeó abriendo la puerta del auto y bajando a Helga, quien se sentó, estática pensando en lo que él había dicho…

Arnold se inclinó…- Me hubiese gustado hacer esto de manera más formal…- Admitió por la ausencia de un anillo… Helga lo miró ensanchando los ojos:- Pero para ser franco, pienso que lo mejor es ser directos: te casarías conmigo, Geraldine?...

Unos instantes de silencio en los que inclusive, los camarógrafos esperaron la respuesta…

Arnold sonrió, notándola demasiado pasmada por la pregunta…- Qué dices, Pinky?...- Preguntó algo nervioso por el tiempo que comenzaba a demorar la respuesta…

Helga sonrió ampliamente, haciéndole un gesto de que se acercara:

-Que todavía no sabes dar un buen beso Tarzán, pero por suerte me tendrás a tu lado el resto de tu vida para que te explique cómo!...- Exclamó tomándolo de la camisa, y empujándolo al auto con ella, mientras le daba una pequeña lección de cómo debía ser un beso, después de todo lo que habían atravesado.

La multitud celebró captando imágenes, mientras el auto se alejaba, con dos rubios que iban besándose y finalmente cerraban una de sus tantas aventuras, como tenía que ser: a los besos!

Todos asistieron al juicio en California contra Arthur Roberts. Fue condenado por varios años de prisión en un caso internacional… Esa fue la última vez que alguien en Hillwood escucharía decir algo acerca de él.

.

Después de un tiempo, en que la alegría los rondara y todo fueran festejos de los seres queridos… Después de formalizar un amor, que en realidad no necesitaba de la prueba de ningún papel, después de todo lo bueno, llegó el momento de decir adiós… Había pasado un año, en el que Arnold había permanecido en Hillwood viviendo con su esposa, y había dejado temporalmente su función de embajador… Pero ahora, lo necesitaban de vuelta, y había que regresar:

-No hay razón por la que nos enamoramos…- Decía una rubia de ojos azules, sentada en la sala de locución de la radio, mientras completaba lo que sería un último discurso…- En el momento que comenzamos a necesitar a una persona a nuestro lado, seguramente nos hemos preguntado: ¿Para qué?... ¿Qué puede aportar de interesante, a diferencia de todos los demás?...- Mencionó junto a sus compañeros, y manteniendo la vista fija, en el hombre rubio de ojos verdes que la observaba detrás del vidrio, de pie, escuchando la última transmisión del programa…- Bueno, yo he aprendido en este tiempo que cualquiera sea la persona que comparta la vida a nuestro lado, es un compañero, un amigo en el que podemos confiar y que por algo elegimos…- Explicó bajo la sonrisa de su esposo, que la miraba hacer gestos con los ojos, mientras hablaba…- Aunque no deberíamos olvidarnos que es un compañero, y que precisamente está para eso: para que compartamos la vida… Pero no es toda nuestra vida.- Finalizó Helga entendiendo algo muy importante: la vida siempre sigue, a pesar de lo que ocurra… Arnold había tenido que marcharse, y a pesar de la cruel injusticia que habían vivido, ella había sabido salir adelante por sí misma. Había aprendido que necesitaba tener sus propias vivencias, sus propios proyectos y por eso… Había aceptado la conducción en la radio, que ahora abandonada por un tiempo.

-Nos harás muchas falta!... Volverás, cierto?... No puedes decirnos que este será tu discurso final!- Mencionó Annie, su amiga con la que trabaja en la radio hacia prácticamente tres años… Helga sonrió en respuesta, notando que inclusive a Martin se le caían unas lágrimas…

-Oh vamos, par de cursis!... No me iré para siempre!... Será solo por un tiempo!... Ni sueñen que podrán quedarse con la conducción y deshacerse de mí, tan fácil...- Explicó mientras el programa se cerraba y la gente del equipo reía. En ese tiempo Helga había hecho muchos amigos, y conocido a personas extraordinarias… Ahora era momento de partir, pero eso no significaba que nunca más volvería al programa!

-Tenemos un último llamado…- Dijo Martin sonriendo y observando a una sonrojada Annie, de reojo… De ahora en más estarían solos con la locución, podía ser que finalmente se presentara esa oportunidad que tanto quería con ella!…- Hola… Si? Tienes algo que preguntarle a Helga en su última transmisión?

-Soy toda oídos… Por un rato…- Dijo la rubia, riendo…

La voz del otro lado carraspeó:

-Hola Helga… Es un placer conocerte.-La voz del otro lado sonaba caprichosa, e irónica - Soy Mike… El novio de Mary, o su ex novio!… Porque gracias a todas las tonterías que le has estado diciendo, decidió terminar conmigo sin marcha atrás!…- Le reclamó el joven y Helga ensanchó los ojos…- Quién te crees que eres para abrir la boca y opinar sobre la vida de los demás? Por tú culpa, Mary ya no me hace caso, está saliendo con un sujeto más grande, de último año!...

Helga solo recostó pesadamente su cabeza sobre la mesa de la radio, rodando los ojos, mientras Arnold reía a las carcajadas, del otro lado… Bueno, el final no siempre es perfecto, y al parecer un ex novio resentido llamaba para hacerla pagar por su gran bocota!...

Después de un rato que discutieran todos con ese adolescente de dieciséis años que había llamado con el corazón roto, el programa llegó a su fin:

-Bueno… Solo quería decirles a Martin, a Annie y a todo el equipo, que realmente la he pasado muy bien en este ciclo con todos ustedes. Fue una experiencia increíble, que provocó que creciera mucho como persona y me enseñó a luchar por mis propias ambiciones personales! Les deseo toda la suerte del mundo!… Y seguro así será, ahora que no me tienen para poner a la audiencia en llamas!...- Dijo Helga haciendo una reflexión, y mencionando el último llamado… Sus amigos rieron…

-Y con respecto a los oyentes… Gracias por haber seguido el programa todo este tiempo, los llevo conmigo… Y recuerden, no es bueno ensañarse con locutores… Después de todo, en un programa de radio, somos nosotros los que tenemos la última palabra!… - Bromeó riendo, mientras la música empezaba a escucharse… Arnold ladeó la cabeza rodando los ojos, por esa parte peleadora de Helga que siempre iba a estar, y que él amaba profundamente…

-Nos volveremos a oír, muy pronto…- Se despidió la rubia con una sonrisa a sus amigos, y la transmisión se cerró.

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Pasaron los meses, y Arnold retomó su función de embajador en San Lorenzo. Helga por su parte, aprovechó el tiempo para dedicarse a escribir, había estudiado Literatura, y era momento de retomar esa pasión de su vida… Su segundo libro se publicó un tiempo después, con historias de la Civilización de Ojos Verdes… Y fue un éxito! Se conocía poco de ese pueblo… Finalmente se tenía un punto de vista al respecto, y una mirada que buscaba la sensatez de una maravillosa cultura que su marido y ella, amaban.

Mirando el atardecer en la playa, Arnold y Helga lo contemplan desde un faro, con una sonrisa serena en el rostro.

El rubio volteó a observar a la hermosa mujer que tenía a su lado, y le extendió la mano…

Ella lo miró de la misma manera, y extendió la suya, logrando que ambas se encontraran transmitiendo toda la paz y la armonía del lugar.

La maldad que habían tenido que vivir un tiempo atrás, no pasaba de una simple prueba para que ambos sintieran la fuerza de su amor, que había logrado atravesar todos los obstáculos: y gracias a ese triunfo volvían a elegirse, una vez más…

Fin.

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Noooo! Es el Fin! Jajaja! Quiénes leen mis fics, no van a poder creer que terminé uno! Jajaja!

Espero que les haya gustado esta historia, para mí fue muy entretenido escribirla, quizás este fue el fic más loco que he escrito! Se suponía que me llevaría 5 capítulos, pero para darle sentido lo tuve que duplicar y explayarme un poquito más… Fue muy raro lo que sucedió, siempre tenemos una leve idea de qué curso queremos seguir, en este caso, parece que el fic surgió por sí solo.

Tomé en cuenta varios capítulos de la serie Hey Arnold, como cuando hacen el examen de actitud y se muestra la profesión de cada uno; a Arnold le toca embajador, y quise explicar cómo llega a ese cargo… Así como también tomé en cuenta la película de "The Jungle Movie" y The Pataki´s, la película y la serie que supuestamente le seguiría, las cuales aparecen nombradas la noche que Arnold y Helga están juntos. Y el final de la historia… Es el mismo final del episodio "Matrimonio" de la serie.

Gracias a todos los que siguieron el fic de cerca: arwen, Naty, mari3304, rickhunter17, MaryMonte, PaolixFany, Eithilen, teddyetere, To Midnight, Fran, letifiesta, nahima-chan, yamilawww, Pabaji, liliana, Somara, RAKHU, Pao Malfoy Cullen Uchiha, Sams Efron, Nati, lulypunk, Ruby P. Black, mimi-serenety, XIMEN-ALE, DiAnItA LiNdA, Noodle-TK, Kira Girl; y disculpen si me olvido de alguien o coloqué mal alguno de sus nicks… Y gracias también a todos los que lo leyeron y no se hicieron presentes con un review…

Nos leeremos en otras historias de esta pareja…Suerte!

Pdta.: Y mi especial agradecimiento a Sams Efron: me alegra que te hayan gustado los fics anteriores que he escrito. Me encanta esta pareja, y escribir sobre ellos es algo que me ayuda a despejar la mente y a olvidarme del stress. Es bueno saber que quienes lo comparten conmigo, logran distraerse al menos un rato… Es cuando me siento satisfecha! Gracias nuevamente, y nos vemos!...