Hola primera ver que escribo aquí valla es interesante hacerlo, espero y esta historia sea de su agrado.

Nota: Naruto no me pertenece pero la historia es totalmente propiedad privada se reserva los derechos gracias no está permitido copiarla (Dudo mucho que lo hagan pero bueno xD)

Plis un review que me des te lo agradeceré!

Sin más que decir disfruten

Muchas gracias Piffle Priincess que me ayudo con la corrección de los capítulos!

No se hace faltas palabras para darnos a conocer, los sentimientos hablan más que ellas y esa es la verdad.

Esponjita

Capitulo 1:

Chocolate, jazmín y limón.

Homosexual…..El….el…e…..era…HOMOSEXUAL

Todo comenzó, hace una hora cuando Sasuke Uchiha se declaro homosexual, entonces un silencio tenso invadió la habitación, nadie decía nada, su madre Mikoto esa dulce mujer, ella no tenía signos de nada, pero en este momento su cara mostraba una confusión total, su padre estaba tenso y su hermano desmayado, Naruto estaba conmocionado, lo vi mover sus labios pero de ellos no salían ningún sonido procedente

—Eh traído a mi pareja para que la conozcan hmp—. Ahí estaba la grave pero hermosa voz, de aquel sujeto que era mi amigo, mi amor platónico, el era mi vino favorito. Y cuando creí que podría pronunciar algo más que balbuceos, apareció un joven atractivo, lo reconocí era Gaara no Sabaku un hombre alto de metro setenta y cinco, piel pálida, ojos verdes, cintura fina, de unos 22 años, ya no pude más, mi mente reacciono, todo empezó a encajar: las veces que Sasuke iba a la empresa "supuestamente a verme" cuando en realidad lo iba a ver a ÉL. No supe cómo pero mi voz surgió, agradezco a Odín por eso, cuando logre aclarar dolorosamente mi seca garganta.

—Vaya Sasuke, eres un pillín miran que mantenernos esto en secreto, felicitaciones por su relación. —Con voz firme y si era poco creíble, con la brillante sonrisa que pinte en mis labios termine convenciendo a todos, al fin todos parecían despertar de un largo sueño, con mis felicitaciones continuo Naruto diciendo algo como:

—Sasuke-teme ¿Cuando pensabas decirnos? ¿Cuando Gaara tuviera una barriga encima? —terminar de decir eso exploto en una risa contagiosa Itachi que ya había reaccionado lloraba de la risa, Mikoto tosía disimuladamente para acallar su melodiosa risa, Fugaku tenía una mueca algo parecida a una sonrisa, Naruto al ver la mira de Sasuke y Gaara temió seguir hablando, solo grito.

— ¡Sakura-chan sálvame me quieren violar! — y como si las miradas mataran Naruto cayó al piso sobándose la cabeza, no lo pude resistir mas la crisis que por dentro vivia, pero libere algo de estrés al golpearlo, Sasuke me agradeció con la mirada, la noche paso con calma Mikoto y Fugaku por fin pudieron hablar y como todos buenos padres, habían aceptado la relación dando su apoyo y Naruto junto con Itachi bromearon todo la velada, respecto a mi ya no era cristal, rama y limón, ahora era…Pluma, lluvia y hoja. Al finalizar la noche me fui, parecía huir sin aparentemente tener una razón para llegar a mi casa, me volví completamente pluma, lluvia y hoja.

Era, era lluvia por las saladas gotas incoloras que salieron sin dar permiso, pluma por la ligereza que sentía en mis sentimientos, aquellos que esa noche se habían encontrado, y termine siendo hoja por lo frágil que me sentía, por cada espasmo que sufría, temblando, pidiendo un abrazo por la ruptura que había vivido, pero lo más importante es que florecería, algún día recobraría ese color.

Y todo aquello paso en una noche, aquella que marco mi vida como nunca antes había pasado, si antes sentía que dolía perder algo, ahora no había sentimientos para describir esto, hoy ya son nueves días de lo sucedido, había decidido no echarme a morir, después de todo tenía un perro al cual alimentar, no creo que a Grako le hiciera gracia, el necesita comer y yo de cierta manera también así que me vestí "trágicamente" según Ino, en cuanto me vio pego el grito del siglo, me dio risa su cara y por fin en 9 días podía volver a formar una minúscula mueca en mi cara semejando una sonrisa .

—Vaya yo pensé que tendría que llamar a la policía, pensé que estarías muerta para estos días— dijo Ino con una sonrisa en sus labios, ella era perfecta: rubia, alta, ojos entre una mezcla de azules y verdes, de piel bronceada y estilizada, en pocas palabras la perfección femenina tiene nombre y ese es Ino Yamanaka.

—Ya Ino, ojala pero pensé en Grako ¿quién lo cuidaría si yo no estoy?, y no me vengas con que tu lo arias, si apenas respiras con Sai, sabes que lo que ustedes tienen es un serio problema, son unos ninfómanos.

—muy chistosita Sakurambo, ahora ve y saca 20 copias de este material, son los nuevos planos y documentos que necesitan para la junta de hoy.

— ¡Pero Ino ese es tu trabajo! —No lo pude evitar, tenía que reprocharle, tenía mucho trabajo acumulado, aunque parte de el ya estaba hecho gracias a Hinata y Tenten.

—Sakura, se que ese es mi trabajo, pero acaso prefieres tu ir a entregarle las planillas a Gaara. —entonces, como si Ino fuera dicho una mala palabra la mire feo, muy feo, mi cabeza se movió negativamente, sin darle tiempo a decir nada más salí de su oficina, directo a la sala de las fotocopiadoras, al tratar de abrir la puerta esta no cedió, tal vez se trabo, rayos como siempre tendría que hacer una hoja con quejas para pedir un cambio, esta puerta del demonio estaba mala, bueno la cerradura, teniendo en cuenta de que ya muchas personas se habían quedado encerradas, de aquella habitación provenían suspiros y lo que parecía ser gemidos, seguramente era alguna secretaria con su jefe de piso, o tal vez mi loca imaginación, sin pensarlo más trate de abrir la puerta cuando esta cedió hubiese deseado no hacerlo.

—SASUKE, TE AMO.

—GAARA.

Ahí frente a mis ojos estaban Sasuke y Gaara desnudos no hace falta decir que hacían, por su estado se saca una conclusión: estaban teniendo sexo, y cuando creía que tenia esperanza veo eso. Sin importarme nada ya carraspee mi ya habitual garganta seca, con una voz monótona pronuncie:

—Si no les importa podrían vestirse, necesito sacar unas copias.

—Sakura, yo… nosotros no es lo que piensas. — dijo Sasuke tratando de aclarar la situación.

—Yo no pienso nada Sasuke, que te haya entrado una calentura de mil demonios y quieras follarte a Gaara en la sala de fotocopiadoras, bien, pero me molesta que lo hagan en horas laborales, tu eres el presidente de esta empresa ¡maldición!, piensa un momento si no hubiera sido yo la que entra, que tal si fuera sido la señora Cooper, ya no eres un joven con las hormonas alborotadas. —Sí, era una mezcla de rabia y celos los que hablaban por mi razón. Al ver que yo tenía la razón en cierta parte, no hubo palabras por parte de Gaara ellos simplemente se vistieron y salieron de la habitación dejándome sola, en ese momento yo pase a ser: muro, clavel y sal.

Mientras sacaba las copias, los recuerdos fueron atormentando a mi pobre cabeza, me convertí en sal, porque las heridas se abrieron, ojala pudiera buscar hilo y aguja para cerrarlas nuevamente, fui clavel por lo sencilla que me sentía y termine volviéndome muro, adsorbiendo fuerzas de donde no había, desde ese entonces construí un muro tan grande como el de Troya, donde luego me escondí.

El resto del día fue tranquilo, no hubo más encuentros fortuitos, Ino hablo de un desfile de moda que se llevaría a cabo en Canadá este mismo fin de semana al cual por supuesto ella iría, Hinata dijo que conoció a un joven tan encantador como una copa de helado: delicioso pero dulzón y la sencillez del ron: rudo pero tranquilo, Tenten acoto que este fin de semana iría a Londres ,pues sus padres visitaban a su hermana y ella quería ir, era la típica reunión familiar, donde todos sonríen y cenan felices de cierto modo envidio ese cuadro, ya todas tenían planes, mientras los míos era quedarme en casa comer comida chatarra y tomar licor hasta perder la razón, así lograría dejar de pensar, entonces me deprimí esa definitivamente no era yo.

— ¡SAKURA! tierra llamando a Sakura.

Cuando logre reaccionar vi a Ino gritando, Hinata haciéndole señas de que baje la voz y Tenten comiéndose el flan de Ino.

—Si Ino te escucho.

—Te decía que si quieres ir conmigo este fin de semana, a Sai no le importa créeme, la sexóloga lo recomendó, mientras estén con mas personas evitaran el contacto físico, y no recurrirán a lo sexual ¡TENTEN NO TE COMAS MI FLAN! ¡Hinata MÍRALA!—bramo Ino

—Ino gracias, pero no, aun recuerdo a Sashiko traumada repitiendo Ino, Sai más….más fuerte.

—Tenten deja eso, Ino cálmate.-

—Ino déjame tu no necesitas esto, tienes que adelgazar, estas engordando ¿verdad Sakura? — oh que mentira mas piadosa había dicho Tenten, Ino tenia cuerpo de modelo, es que Tenten era adicta al flan.

— ¿eh? sí Tenten—

— ¡HINATA, ME LLAMARON GORDA! — gritaba Ino llorando, Hinata tratando de consolarla diciendo palabras de apoyo.

—Si quieres puedes tomar mi mouse de parchita—dijo ofreciéndole un postre con un apariencia deliciosa.

Ahí estaba ella, sentada con la mirada fija en la escena que se desarrollaba, veía sin ver su trozo de pastel de chocolate, este aun estaba completo, de un momento a otro era atacado por Tenten , en otra ocasión ya ese pastel fue historia, pero no tenia ánimos de nada, cuando probo el pastel no le supo igual, en esta ocasión le supo a nada, ella amaba los pasteles, helados, caramelos, todos aquellos que entren en el termino de dulce pero, estaba lastimada, su alma estaba lastimada, las otras al ver que ella no reaccionaba a algo como eso, se la quedaron mirando fijamente sus miradas se entristecieron, esa no era Sakura, era un copia mal hecha, era: invierno y océano.

Hinata endureció, la mirada de Sakura era océano, por la profundidad de su esta, estaba perdida, en una tristeza que no merecía, de cierta manera quería decirle que todo estaría bien, pero sería engañarla completamente, su blanco mirar se poso en los ojos de Ino, pidiendo ayuda en silencio.

La rubia suspiro sonoramente esto parecía tan absurdo, como cuando iba a la sexóloga, si tan solo ella pudiera ayudar a Sakura, no le gustaba verla así y sabia que era invierno por el frio que su alma acallaba, sus sentimientos estaban congelados, sumergiéndose en una tristeza única. Cuando Sakura le conto lo que vio en la sala de fotocopiadoras, ella deseo haber sido ella y no su frágil invierno la que presenciara todo aquello, sin saber que hacer miro a Hinata no pudo dar una solución a ese problema, era más difícil que los ejercicios de ingles, aquellos que realizaba en preparatoria.

Tenten trago dolorosamente el ultimo pedazo de pastel, no sabía que pensar de todo, parecía un sueño, uno donde no hay un buen final, si tan solo los príncipes azules existieran, ella misma se encargaría de buscar uno para Sakura, después de todo ella lo merece.

—Sakura, tu teléfono está sonando, ¡SAKURA! — dijo Ino al ver que no le prestaba atención la de cabellos rosados termino gritando.

—si Ino, gracias—respondió con un tono de voz bajo, al oprimir la tecla verde, se sorprendió era Sasuke, esa era su voz.

—Sakura, necesito que vengas a mi departamento, es urgente no tardes. —luego de esas cortas palabras, corto no espero una respuesta, de cierto modo lo agradeció mentalmente no podría haber respondido, no después de todo esto, en ese momento tomo sus cosas, despidiéndose de las chicas, si él la llamaba era importante, nunca lo habría dudado.

Como si de una carrera por su vida se tratase corrió, buscando un taxi el tráfico era pesado a esta hora, muy en el fondo él lo sabía, que no importase la hora que fuera, si Sasuke la llamaba ella no lo pensaría dos veces e iría, era su amigo, el era para Sakura: Chocolate, roble, corazón.

A los ojos jade de Sakura, Sasuke Uchiha era eso y más él era chocolate por su fino sabor y aroma, tan seductor e irresistible, roble gracias a la agraciada musculatura levemente marcada, esos cuadritos leves pero a final de cuentas marcados que él poseía, muchas veces lo había visto sin camisa y si Ino era la perfección de las mujeres Sasuke lo era en los hombres, termino siendo corazón por la calidez que su aura reflejaba, cuando estabas a su lado era como si tus problemas desaparecieran, te sedaba sin darte cuenta, eso era único, era atrayente él era un buen vino.

28 minutos estaba frente a la puerta a punto de tocar, con la mano levantada se quedo la puerta se abrió mostrando, al culpable de su desilusión, estaba tan perfecto con sus pantalones negros y su camisa azul haciendo contraste con los reflejos de su cabello, lo amaba tanto, era sumisa cuando estaba a su lado, su piel tan blanca y perfecta ¿sería tan suave como se veía? quería comprobarlo alguna vez pero sus pensamientos fueron desechados desde esa noche.

—Sakura me alegro de que estés aquí, pasa—dijo el pelinegro, agachándose para abrazarla, dándole un beso en el cachete.

—Sasuke—cuando hizo eso pensé que moriría estar en sus brazos aunque sea una decima de segundo, creí que si me estiraba tocaría el Olimpo con mis manos, pero no era solamente eso, sus labios posados en mi mejilla fueron el detonante perfecto, mi cuerpo se estremeció, si antes podía tocar el Olimpo estaba vez logre entrar, saludar y salir ilesa, por un momento la felicidad me albergo tanto que creí explotar, y cuando todo parecía perfecto mi mente me recordó que él ya tenía dueño o dueña, la verdad no lo sé, poco a poco volví a caer en la realidad, cosa que resulto desagradable para todos mis sentidos.

Nos encontrábamos en el sillón, aun envuelta en sus brazos, resultaba tranquilizador, pero a la vez tal doloroso, si algún día desee que un momento en mí vida nunca acabara seria este, olvida los demás, yo no pedía más, solo estar a su lado, sé que es mucho pedir, en mi mente la idea de luchar por él aun perduraba, entonces porque mi cuerpo estaba adormecido muy a mi pesar, él no quería reaccionar, como si fuera poco sus palabras lograron sacarme de la laguna que era mi mente.

—Sakura se que Gaara no es de tu agrado, pero hazlo por mí, acéptalo, si las cosas no funcionan prometo que terminaremos, sabes que eres importante en mi vida pequeña esponjita tanto o más que mis padres, mi hermano o Naruto, y lo sabes, para mi eres pastel, whisky, jazmín, pero sobre todas las cosas eres la esponjita más hermosa, aquella que pienso cuidar.

.

.

Al oírlo decir esas palabras las lagrimas salieron sin control, sintió su cuerpo mucho más cerca él la abrazaba, su corazón comenzó a dolerle tanto que no pudo callar los gemidos de dolor, su alma se liberaba de un peso que él representaba.

Sasuke conocía cada uno los sentimientos de Sakura, aquellos que eran dirigidos para él. Se sintió como un patán, ella era su esponjita, aquella que con tanto recelo guardaba, Sakura tenía la habilidad y en muchos casos la maldición, de adsorber cada sensación por la cual alguien estuviera pasando, aun si esta no fuera de ella, nunca importaba como se sintieras, si tú estabas feliz ella te adsorbía volviendo la felicidad parte de ella, su esponjita lo entendía todo e incluso si no lo decía con palabras él la adoraba, Zeus sabe que si por eso cuando se entero por boca de Naruto de los cálidos sentimientos de Sakura, tuvo miedo y lloro por ella, por su esponjita, ahora estaba ahí en sus brazos llorando como nunca lo había hecho, porque no la pudo proteger de él mismo, la daño como nunca nadie lo había logrado hacer.

A sus ojos Sakura siempre había sido pastel, por lo dulce y suave que era sus sentimientos, no importase el pastel que fuera, estos eran de contextura perfecta, esponjosos y deliciosos, así es Sakura era eso y más, era whisky por su forma de ser: embriagante y adormecedor, por la forma con la que se levanta a hacerle frente a las cosas, pero sobre todo jazmín: por la feminidad y poder que tenía en tan solo unos meses, se había vuelto tan dependiente de ella que creyó gustarle, si su pequeña esponjita supiera que en cada uno de sus pensamientos de él estaban dirigidos a ella como protagonista , se ilusionaría y eso de cierto modo lo aterraba.

Pido 6 reviews para colocar la continuación cumplan y prometo será más largo, mas explicativo y sobre todo mas explicito xD nad mentira lo ultimo pero en serio 6 Reviews si quieren conti si son mas habrá sorpresa hasta la próxima. (Realmente espero que allá próxima!)

Acepto críticas constructivas, recomendaciones, lo que sea jaja :D