Pues nada este es el final de Psicofonía espero que os guste buybuy y dejadme reviews con vuestra opinión sobre él please.

Gracias por leer.

Dos errores

Hermione despertó sola en la sala con una manta que la cubría por completo, y a su mente llegaron los recuerdos de la noche pasada los cuales le arrebataron una sonrisa de su rostro.

-James, ¿James?- Hermione comenzó a llamarlo por todas partes pero este no apareció por ningún lado.

Al ver que no lo encontraba prefirió dejarlo pasar y esperar hasta que él regresase porque sabía que regresaría, era algo de lo que no dudaba.

Pero el día fue pasando y por allí no apareció nadie y eso la hizo sentirse cada vez más y más inquieta.

Un pensamiento la asaltó y prefirió aferrarse a este, cuando James le había dicho que si quería casarse con él, una sonrisa volvió a adornar su rostro y se acordó de que ella misma había dicho que si.

Bueno la verdad es que no sabía como lo iban a hacer por que no creía que fuese posible decirle a alguien que se quería casar, pero lo más raro de todo es que se quisiera casar con un fantasma.

Aunque la verdad es que también James podría hacer lo mismo de la noche anterior solo para su boda.

Si se lo propondría a James a ver que pensaba de ello.

Estaba tan absorta pensando en como decirles a su familia y amigos que se casaba y que no podían conocer al novio hasta el día de la boda, que el resto del día se le pasó volando, por ello cuando llegó la noche esta le sorprendió.

Hermione se dirigió a la biblioteca y se sentó en su sillón habitual mientras se abrazaba así misma y susurró:

-¿Dónde estas James?, necesito verte, contarte todo lo que he estado pensando.-

De la nada una luz blanca la cegó y Hermione se incorporó de donde estaba sentada para encontrarse que cuando la luz desapareció Luna se encontraba allí tirada en el suelo aparentemente completamente destrozada.

Hermione corrió hacía ella aunque sabía que no podía hacer absolutamente nada por ella, encendió la luz grande la biblioteca y así pudo ver bien el estado de Luna, para su sorpresa se encontró con que Luna comenzaba a moverse mientras se quejaba de dolores.

-¿Luna?, ¿qué te ha sucedido?-

Cuando Luna se giró a mirarla Hermione ahogó un grito al percatarse de algo, con cierta duda y temor alargó su mano hacía esta y se asustó al rozar la cara de esta.

Hermione abrió los ojos al máximo sorprendida:

-Luna, ¿por qué ahora tienes cuerpo?-

La pregunta de Hermione hizo a Luna comenzó a llorar desconsoladamente y a decir:

-Lo siento, lo siento yo no pensé, yo no sabía, lo siento de verdad.-

Hermione no entendía nada de nada de lo que esta le estaba diciendo pero fue aun peor cuando se percató de un detalle en especial que Luna no solo tenía cuerpo sino que sus ropas eran las mismas que vestía cuando era un fantasma eso quería decir que tal vez James...

-¿Dónde esta James?, ¿él también tiene ya un cuerpo?, ¿cómo lo habéis conseguido?-

Luna la miró con el rostro cargado de lágrimas y dijo:

-Lo siento Hermione, de verdad que lo siento yo, no podía saber que, o Hermione perdoname.-

Luna se lanzó a ella para que la abrazara y Hermione así lo hizo, solo que se extrañó al abrazarla pues sentía algo raro en la espalda de la chica y se percató que esa parte de su ropa estaba ennegrecida además de que tenía un color rojizo.

-¿Qué pasa Luna?, ¿por qué me pides perdón?-

Luna la miró con sus hermosos ojos azules llenos de tristeza y lágrimas y comenzó a hablar.

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-Claramente tenemos que internarla en San Mungo, a perdido el juicio.-

Remus Lupin junto con Sirius Black y Draco Malfoy se encontraban ante la ventana de la biblioteca viendo como una Hermione voleaba todo absolutamente todo por los aires, los tres llevaban un buen rato ahí observando el comportamiento de la chica.

Primero parecía estar muy feliz a la luz de una lamparita y totalmente tranquila, después, todo cambió, hizo amago de taparse los ojos ante algo que no existía y se incorporó realmente asustada.

Después comenzó a caminar y a hablar, Draco abrió la ventana como solo él sabía abrirla y así pasaron a poder escuchar todo y ver mejor lo que pasaba dentro ya que Hermione prendió la luz de la biblioteca:

-¿Luna?, ¿qué te ha sucedido?-

Draco, y los otros tres se miraron entre si y Remus dijo:

-¿Quién es Luna?-

Los otros dos pusieron cara de no tener ni la más mínima idea de quien podía ser esa Luna sin saber de quien estaba hablando Hermione, los tres volvieron a prestar atención a las palabras de esta:

-Luna, ¿por qué ahora tienes cuerpo?-

La pregunta de Hermione hizo a los otros tres fruncir el ceño y a Remus prestar aun más atención a lo que estaba pasando ahí dentro.

Los tres notaron como la sorpresa del rostro de Hermione pasó a ser una de tremenda esperanza y fue cuando ella dijo con suma alegría y ansía:

-¿Dónde esta James?, ¿él también tiene ya un cuerpo?, ¿cómo lo habéis conseguido?-

Draco gruñó ante la mención de ese nombre y dijo:

-¿Ves?, ahí esta el invisible, el que ella no deja de nombrar.-

-Es cierto, yo también la escuché decirlo cuando vine a verla ayer, justo al marcharme me quedé escuchando tras la puerta y ella lo llamo.-

Aportó Sirius recordando lo que había escuchado, Remus por su parte no decía nada solo observaba necesitaba hacerse una idea de todo para saber con qué trabajar si llegara el caso de tener que hacerlo.

Para sorpresa de los tres Hermione se tiró de rodillas al suelo y simuló estar abrazando a alguien más y los tres escucharon como ella susurraba:

-¿Qué pasa Luna?, ¿por qué me pides perdón?-

Después de eso, la vieron quedarse quieta aparentemente estaba escuchando algo, y todos notaron como ella comenzaba a negar y dijo:

-¿Qué estas diciendo?-

De repente la vieron levantarse y apartarse del sitio donde estaba con cara de asco:

-No me toques apartate de mí.-

Hermione comenzó a mirar hacía abajo terriblemente dolida y de repente la vieron apretar con fuerza sus puños y decir entre dientes.

-¿Dónde esta James?-

En ese momento ella pareció perder la furia que había estado acumulando por ese tiempo para de repente empezar a negar con más ímpetu y terriblemente angustiada para decir:

-No, no, me estas mintiendo, no eso no es cierto.- de repente Hermione cayó de rodillas al suelo y ellos vieron como empezaba a llorar y se sorprendieron al ver el terrible dolor que parecía sentir.

-Devuélvemelo, devuélveme a James...- Hermione comenzó a decir eso una y otra vez cada vez más y más alto hasta que pareció estallar y grito: -NO QUIERO SABER NADA MÁS LOVEGOOD QUIERO QUE ME LO DEVUELVAS, QUIERO A JAMES, QUIERO QUE ME LO DES, ¿NO LO VES? YO LO AMO, QUIERO CASARME CON ÉL, QUIERO A JAMES.-

Hermione comenzó a llorar desconsolada y sin parar mientras golpeaba algo que no existía ante ella y de repente Sirius dijo:

-¿Ha dicho Lovegood?-

Los otros dos asintieron y Sirius dijo:

-Luna Lovegood, era una chica compañera de Harry en el orfanato que este creció, además de ser la novia de Ron durante muchos años.-

-¿Cómo sabe ella de esa chica?- quiso saber Remus.

-Tal ve eso se deba a Ron el otro día le habló de ella, al parecer le afectó bastante enterarse que Ron nunca la amó en realidad y a sido el colmo de todo lo que le ha pasado.- dijo Draco ahora.

-Ya veo.- fue lo único que dijo Remus hasta que después añadió: -Claramente tenemos que internarla en San Mungo, a perdido el juicio.- después de esa declaración cogió su teléfono móvil y comenzó a marcar.

También había algo que necesitaba averiguar, pues si bien existían los fantasmas él no sabía de ninguno que pudiera aparecerse solo a quien él quisiera.

Tendría que averiguar de quien era esa casa antes de ser de Hermione, debía intentar averiguar algo de los antiguos dueños por si fuese posible que allí si que hubiese vivido un James anteriormente.

-¿Sirius?-

-Dime.-

-¿Sabes algo de Luna Lovegood?-

-Hasta donde yo se esa chica se marchó sin avisar a nadie si esta viva o muerta no lo se.-

-Por si acaso sería conveniente localizarla y averiguar algo de ella, y quiero que me averigüéis algo de esta casa y sus dueños.-

Sin más se alejó y se integró en un callejón Sirius y Draco supusieron que para desaparecerse y arreglar todo para el próximo ingreso de Hermione.

Draco miró una vez más a trabes de la ventana a la par que Sirius murmuraba unas cosas sin sentido para él y desaparecía de allí sin más.

Draco no podía apartar la mirada de Hermione que lloraba desconsolada llamando a ese tal James y no pudo evitar apretar los puños con furia pues si por algún casual ese James era un fantasma existente en realidad buscaría la forma de encargarse de él por todo lo que Hermione estaba e iba a tener que pasar por culpa de él.

Maldiciendo y sintiéndose impotente Draco caminó unos pasos y desapareció de allí para buscar todo lo referente a esa casa.

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Luna no paraba de llorar y así comenzó a hablar:

-Yo lo siento tanto Hermione, nunca imagine que pasaría todo esto, todo por lo que has tenido que pasar es solo y exclusivamente por mí culpa si hubiese sido sincera desde el principio tal vez todo hubiese sido diferente.

Hermione, mi nombre completo es Luna Lovegood, yo soy la pequeña que vivía con Harry en un orfanato, yo era la chica que amaba a Ronald Billius Weasley con toda mi alma, hasta tal punto de enloquecer por él y matar si fuese necesario, lo quería más que a mi vida misma pero descubrí algo sobre mí que me obligó a alejarme de él y de Harry, yo no podía o mejor dicho no quería enfrentar una despedida de las dos únicas personas que me importaban en esta vida y mucho menos tener que ver como sufrían a mi costa.

Me detectaron una grave enfermedad imposible de cura y huí de ellos no podía permitir que Ron muriera conmigo.

Preferí que me odiase y así él nunca me recordaría como nada más que a alguien que lo había herido e incluso llegaría a olvidarme con más facilidad que si me hubiese visto en mis últimos momentos.

Después no se exactamente que pasó, pero bueno pasé mi tiempo recuperando almas de aquellos que morían y llevándolos a donde les correspondía.

Pero llegó el día de la explosión del avión, tenía a dos seres queridos ante mí, y uno debía de acompañarme Harry era el elegido para ello, no debería de haberme acercado a Ron, pero tenerlo tan cerca después de tanto tiempo fue algo que no pude controlar y por ello rocé sus labios un leve roce pero que a mi me devolvió mucho.

Después no se como perdí mi memoria sobre ese detalle y pasé a estar al pendiente de un fantasma que se rehusaba a venir conmigo, cuando vi a Ron aquí el otro día sentí una pequeña punzada en la cabeza y después lo recordé vagamente todo, decidí venir a buscarte ayer en la noche para que me ayudases a descifrarlo todo pero os encontré a él y a ti y yo me volví loca he hice algo terrible, lo hice pensando que era lo mejor que era así como tenía que ser, que él había cometido el peor tabu y yo debía castigarle y obligarlo a marchar pero no, me equivoqué y hice algo imperdonable.-

-¿Qué estas diciendo?-

La voz de Hermione sonaba como perdida sin ser capaz a dar crédito a todo lo que ella le acababa de decir, pero Luna sabía que debía de seguir debía de contarle lo peor:

-James ya no va a volver, por mi culpa él...-

De repente Hermione se levantó y se separó de ella mirándola con cara de asco y le dijo:

-No me toques apartate de mí.-

-Hermione no lo entiendes yo no sabía que esto podía pasar Albus y Minerva nunca me hablaron de esto y yo...- sabía que estaba llorando y que sus palabras y explicaciones no servían de nada intentó acercarse una vez más a ella pero Hermione comenzó a mirar hacía abajo terriblemente dolida y de repente apretó con fuerza sus puños y dijo entre dientes.

-¿Dónde esta James?-

-Hermione él no puede regresar nunca podrá regresar, Voldemort lo tiene con él ese ser despreciable quería venganza y la a conseguido a conseguido el alma del. Hijo de los que acabaron con él, él estuvo dispuesto a venderse con la condición de estar a tu lado una vez más y sin embargo lo engañó y el odio a corrompido el alma de James él ya no es el que conociste nunca lo será y todo por mi culpa por mis errores creí estar actuando correctamente pero al parecer un alma no puede ser obligada a cruzar sin ella desearlo, yo desconocía ese echo y ahora...-

En ese momento Hermione pareció perder la furia que había estado acumulando por ese tiempo para de repente empezar a negar con más ímpetu y terriblemente angustiada para decir:

-No, no, me estas mintiendo, no eso no es cierto.- de repente Hermione cayó de rodillas al suelo y Luna vio como empezaba a llorar y sintió como ella misma comenzaba a llorar de nuevo al ver el terrible dolor que parecía sentir.

-Devuélvemelo, devuélveme a James...- Hermione comenzó a decir eso una y otra vez cada vez más y más alto hasta que pareció estallar y grito: -NO QUIERO SABER NADA MÁS LOVEGOOD QUIERO QUE ME LO DEVUELVAS, QUIERO A JAMES, QUIERO QUE ME LO DES, ¿NO LO VES? YO LO AMO, QUIERO CASARME CON ÉL, QUIERO A JAMES.-

Luna llena de remordimiento comenzó a decirle a su vez:

-No puedo, perdoname pero no puedo hacer nada, James se ha ido yo ya no puedo hacer na...- de repente se cayó al escuchar los gritos de Hermione declarando amar a Harry más de lo que ella suponía.

Y sintiéndose una vez más miserable se dejó caer al lado de esta para llorar ella también.

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-Esto no es justo Albus.-

-Lo se, pero es como tiene que ser, al parecer Luna aun no ha entendido que su culpa es mayor de lo que ella supone.-

-¿De qué estas hablando Albus?-

-El joven que debía morir aquel día no era Harry sino Ron.-

Minerva lo miró sin poder creérselo:

-¿Qué estas diciendo?, un ángel de la muerte no puede elegir a quien se lleva.-

-Me temo que nuestra pequeña Luna se dejó llevar por su gran amor por Ronald Weasley y escogió al otro muchacho.-

-Eso no es posible Albus tienes que estar equivocado.-

-Mira el libro Mine.-

-¿Qué tiene que ver con esto el libro?- dijo esta acercándose a un gran libro que se encontraba iluminado por dos velas.

En este rezaba una fecha la fecha de dentro de dos días y eso le extrañó se supone que nadie podía mirar el libro antes de tiempo y miró a Albus unos momentos para después decir:

-¿Qué quieres que mire está en blanco.-

-O es cierto tú Mine no puedes leer lo que yo si veo con antelación, pero lo que ya a pasado si puedes verlo, así que ve a la fecha donde la pequeña Luna fue al accidente.-

Minerva buscó el día indicado de hacía dos años y lo leyó para quedarse blanca al darse cuanta de que el nombre de Ronald Weasley aparecía nebuloso mientras que el nombre de Harry aparecía con fuerza en este, lo más extraño es que ambos estaban uno encima del otro como si fueran el mismo individuo.

Minerva miró a Albus que sonreía de manera triste y este le dijo:

-Ve pasando las hojas mi querida Mine.-

Minerva mecánicamente así lo hizo y se sorprendió al descubrir en todas y cada una de las hojas traía esos dos nombres cosa imposible pues solo debería de aparecer en la pagina en la que esos individuos habían muerto.

-¿Qué significa esto Albus?-

-Mi querida Mine esos nombres están entrelazados por que uno está viviendo la vida que le corresponde vivir al otro, la señorita Granger debía de conocer a su esposo el día en que Ronald Weasley muriese y se reencontrase con su amada Luna Lovegood liberando a esta a su vez de ser un ángel de la muerte.

Pero Luna sin ser consciente de que al salvar la vida de su amado estaba condenando el futuro de cuatro almas añadiendo la suya en estas lo dejó vivir sin más.

La pequeña Luna cometió un terrible error que nadie sabe en qué desembocará y mucho menos ahora que ella a sido despojada de sus alas y es ahora algo que ni yo entiendo, ya que ni es fantasma ni es humana en su totalidad.

Harry estaba en cierta forma vivo, es un fantasma si, pero no uno normal ni completo por esto es que él puede escoger a quien se muestra y a quien no, al fin encontró su cosa pendiente aunque la verdad es que no era pendiente solo era su única cosa por la que seguir adelante, ella iba a suponer para él su salvación después de perder a su mejor amigo, casi hermano, ambos estaban destinados pero la pequeña Luna no podía saber de esto.-

Minerva lo miraba sorprendida por todo lo que había dicho sin poder aun articular palabra y seguidamente miró el libro palideciendo y dijo:

-Hasta que Luna no se de cuenta de lo que sucede...-

-Esos dos nombres estarán unidos uno al otro hasta que el que esta vivo muera, Harry será prisionero de la vida aunque no quiera seguir ahí y Ron sera más un muerto que un viviente por que sus ganas de vivir son las que mantienen a Harry así.-

-Potter se alimenta de Weasley para existir.-

-No Mine Weasley se alimenta de Harry para subsistir, y Harry está atrapado hasta que este muera porque será cuando ambos mueran.-

Minerva sin llegar a entenderlo todo en realidad se quedó mirando tristemente a Albus y dijo:

-O pequeña Luna date cuenta rápido.-

-Si porque hasta que ella no lo entienda el alma de Harry será atormentada entre otras porque solo cuando ella haga lo que debía de haber echo el alma de Harry volverá a donde debería de estar y todo será como debería de ser.-

Sin comprender esto último Minerva se quedó callada y extrañada mientras Albus miraba a trabes del gran ventanal una vez más.

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Hermione se pasó toda la noche en la biblioteca llorando desconsoladamente hasta que al final se quedó completamente dormida.

Luna no podía dejar de abrazarse a si misma mirándola a ella y deseando poder hacer algo para ayudarla para poder darle algo.

Cerró los ojos desesperada y deseando no pensar en Harry, miraba a Hermione y se sentía cada vez peor, no sabía como había sido capaz de mantener la farsa de llamar a Harry James en todo momento, pero este le había pedido que no le dijese su nombre, ella no entendía la razón hasta que escuchó que ella odiaba a Harry James Potter.

Pero él eso no lo sabía él solo creía que odiaba a un Harry y que él prefería decirle otro nombre para que ella no le pillase manía desde el principio.

Hundió su cabeza en sus manos y comenzó otra vez a llorar pero tuvo que detenerse cuando la puerta de la casa se abrió de forma extraña, ella se puso en pié y comenzó a zarandear a Hermione.

-Hermione despierta,. Venga despierta alguien está en la casa.-

-James.- Luna notó que los ojos de la chica estaban aun con lágrimas e iba a decirle algo más cuando entraron en la biblioteca tres hombres de los cuales reconoció a uno como el amigo que iba a visitarla a veces y a otro como un conocido de ella misma.

-Sirius.- los tres hombres se acercaron a la chica y al verla en el suelo Sirius se acercó a ella y la cogió en brazos.

-Está enferma, mirala esta sudando frío y parece tener fiebre, ¿Hermione que demonios te está pasando?-

-Será mejor irnos cuanto antes, su habitación en San Mungo está lista para ella.-

Luna abrió los ojos al máximo ante esas palabras y se acercó a ellos intentando ser escuchada pero como era evidente ellos ni siquiera la veían.

Los tres se llevaron a Hermione de allí y ella no pudo más que seguirlos no pensaba abandonar a Hermione ya le había hecho demasiado daño a la chica como para hacerle más.

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Remus Lupin estaba alucinando y ni que decir de los que estaban escuchando esa conversación.

Hermione llevaba dos días encerrada en San Mungo y Remus después de comprobar que su estado físico era el correcto y que no tenía ninguna enfermedad había decidido hablar con ella.

-¿Hermione, entiendes por qué estas aquí?-

Hermione lo miró furiosamente estaba más que claro que la chica estaba furiosa, cuando se despertó la primera noche y se enteró de donde estaba había armado tal escándalo que tuvieron que lanzarle un hechizo petrificador y darle una poción para el sueño.

-No, no se por qué demonios me han metido en este lugar.-

Remus suspiró una vez más era la tercera vez que le hacía la misma pregunta y la chica era la primera vez que le había respondido.

-Hermione de un tiempo a esta parte has estado actuando muy raro y ni siquiera has salido de casa en la últimas dos semanas.-

-Eso es mi problema no el suyo señor.-

Remus la miró otra vez y la vio estremecerse y le dijo:

-¿Acaso tienes frío?-

-Bien deducido Sherlok.-

Remus la miró unos momentos e hizo un gesto con su mano y minutos después una enfermera entró en la habitación y le dio a Hermione una manta en la que ella se envolvió mientras se sentaba en la silla de forma que se podía abrazar a si misma.

Remus de eso sacó que la chica quería protegerse a si misma y ponía su cuerpo como protección de él.

Le iba a resultar difícil sacarle algo a la chica a no ser que la atacara sin compasión.

-Hermione, últimamente has estado bastante rara, diciendo que ves a una persona que ni si quiera existe su nombre aparentemente es James.-

Ante ese nombre la chica lo miró enfadada y después un brillo de tristeza atravesó sus ojos los cuales apartó de él rápidamente ante eso.

-Ese sujeto del que tú hablas no existe para nada, no es ni siquiera un antiguo propietario de esa casa, de echo mira este registro que tu amigo Draco sacó del ministerio y de los ayuntamientos muggels para que puedas corroborarlo tú misma.-

Remus le acercó los papeles a esta y ella los miró de reojo un momento para después cogerlos con la esperanza de averiguar algo de James aunque fuese una mínima pista.

Pero mirando una y otra hoja ella no encontró nada ni rastro de un James por ninguna de las hojas, repasó uno a uno todos los nombres una y otra vez Remus por su parte esperó pacientemente pues necesitaba que ella asumiera que allí no había existido un James.

-Seguro que no mirasteis bien por que James existe.-

-No Hermione James no existe es un producto de tú imaginaci..-

-No, no lo es, no lo es, aunque ya da igual...- de repente Hermione se abrazó a si misma e hundió su cara en sus piernas para comenzar a llorar.

Remus ante esa actitud de ella suspiró y decidió intentar averiguar algo de la fantasía de la chica:

-¿Por qué dices eso Hermione?-

-Él ya no esta, él se ha ido Lovegood, ella es la culpable, por ella yo ahora estoy sola por su culpa.-

De repente Remus escuchó un golpe y supo enseguida que Ron acababa de decir algo, ese chico no sabía porqué tenía que estar presente así que ahora ya si sería consciente de porque su presencia era necesaria, ya que para él el culpable del estado de Hermione era única y exclusivamente ese muchacho.

-Lovegood lleva mucho tiempo desaparecida Hermione esa chica lleva mucho tiempo fuera de aquí tú no la conoces solo la conoces de haber escuchado a tu prometido hablar de ella.-

-No, no es así, yo no sabía que la amiga de James era Lovegood me enteré ayer, ella siempre a fingido ser mi amiga y lo único que a intentado a sido separarme de mis seres queridos.-

Remus escribió algo en una libreta que llevaba con él y dijo:

-Descríbeme a Luna, si es cierto que la conoces descríbemela, y dime como es posible que una chica que está viva puede ser un fantasma.-

-Ella murió un año después de marcharse de aquí, sin decirles nada a Ron y al odioso ese de Potter, ella estaba muy enferma, no quería que ninguno de ellos sufriera por su culpa y se marchó sin decir nada a nadie.

Según ella me dijo amaba demasiado a Ron para hacerlo sufrir por su culpa, ella es una chica más bajita que yo, de ojos azules muy profundos parece estar soñando, tiene el cabello rubio y lo lleva siempre en una trenza, es largo y viste siempre con un vestido blanco.-

Remus contempló la foto que tenía en sus manos que Sirius le había entregado, la descripción de la chica era exacta, miró a quien acompañaba a Luna en la foto y no pudo reprimir una triste sonrisa en su rostro Harry ahí se veía tan bien.

Se quedó un momento callado pensando, si bien era cierta la descripción también era posible que Ron se la hubiese descrito en alguna ocasión después de esa conversación hablaría con el muchacho sobre eso.

-Hermione hazme el favor de contarme todo lo que te ha pasado desde que empezaste a vivir en esa casa.-

Y ahí estaba él completamente sorprendido y ni que decir de los que lo veían todo desde detrás de uno de los cristales.

-Eso es...-

-Dios Hermione esta peor de lo que creía.-

-¿Quién demonios pudo estar con ella la otra noche?-

-La pregunta Draco sería ¿de verdad alguien estuvo con ella anoche?-

Sirius y el resto miraban a Hermione llorando desconsoladamente ahora le estaba contando a Remus que supuestamente Luna la había separado de James y que por su culpa ahora el chico fantasma estaba viviendo una tortura impresionante, lo peor de todo parecía ser que era Voldemort quien había cogido el alma de James.

Todos estaban terriblemente sorprendidos al darse cuenta de como la mente de Hermione había relacionado tantas y tantas cosas de la vida con una fantasía tan escalofriante.

Cuando Hermione terminó de hablar Remus se quedó con ella para hacerla compañía mientras dejaba varias cosas encima de la mesa.

Después de un rato Remus salió de la sala dejando a Hermione aun llorando allí, cuando entró en la sala de al lado se encontró con que el chico con el quería hablar se había marchado sin dar explicaciones a nadie:

-Pues necesito verlo cuanto antes, es importante hablar con él y hacerlo que hable con Hermione.-

Todos se quedaron ahora mirando a Hermione a trabes del cristal.

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Ron se apoyó en la puerta de la casa de Hermione con la respiración acelerada, se dejó resbalar en esta y se cubrió la cabeza con ambas manos:

-¿Qué se supone vine a hacer aquí?-

De repente toda la historia de Hermione le vino a la cabeza y suspiró abatido, si sabía perfectamente que había ido a hacer allí quería ver si Hermione estaba o no loca como todos creían después de todo él mismo le había dicho que había vito a Luna el día del accidente, ¿acaso todo eso era culpa suya?

Decidido a comprobarlo se levantó de donde estaba sentado y se giró miró sus manos y en la derecha estaba el manojo de llaves, tras coger algo de aire se decidió a entrar.

Ron ingresó en la casa y sin encender ninguna luz comenzó a revisar habitación por habitación de la casa con tanta suerte que no encontró nada aun así no se rindió se metió en la sala y se colocó en el centro para decir con decisión:

-James, si es cierto que existe dejame verte, sino lo haces Hermione podría ser ingresada en San Mungo, todos la creen loca, yo estoy aquí para demostrar que no es así.-

Se quedó quieto girando sobre si mismo mirando a todas partes pero nada pasó:

-James si de verdad alguna vez sentiste algo por ella ven a ayudarla.-

De nuevo no tuvo respuesta.

-Por merlín ella te necesita ella está sufriendo, ¿no lo sientes?, está destroza...-

-Nadie mejor que él lo sabe.-

El corazón de Ron se paró en seco, su respiración comenzó a ser acelerada pero no de miedo sino de ansiedad y nerviosismo.

-Él no puede ayudarla y eso lo está destruyendo, Harry está hecho polvo.-

-¿Harry?- esa fue la única palabra que salió de los labios de Ron el cual aun no había sido capaz de girarse para encarar la voz que tanto conocía, la voz que tanto añoraba, la que tanto deseaba volver a escuchar.

-Harry James Potter, James para Hermione.-

Ron apretó las manos sin ser capaz de decir nada ante ese descubrimiento y dijo en un susurro:

-¿Por qué?-

-Él ni siquiera es consciente de que Hermione al Harry que odia es a él, pero sabía que odiaba a un Harry y por ello él decidió decirle que se llama...-

-No quiero saber eso, eso me da igual, ¡Por qué Luna?- en esta ocasión Ron se giró a mirar a Luna de frente y esta pudo ver su cara, la cual estaba negada en lágrimas y lo miraba cargado de dolor.

La chica ante él era Luna sin ninguna duda era ella, pero no era un fantasma como Hermione decía él podía verla bien y era evidente que tenía un cuerpo, ¿entonces que significaba todo eso?

-Yo, no quería que sufrieras Ron, pensé que si me odiabas te sería mucho más fácil olvidarte de mí y quería que me recordases como era y no una enferma no quería que me vieses morir lentamente ni tú ni yo lo habríamos soportado.-

-Todo, escuchame bien todo lo habría soportado por estar a tu lado, absolutamente todo hasta la muerte misma, solo te quería a ti, maldita sea me destrozaste, nunca pude olvidarte y mucho menos odiarte, siempre pensé que había hecho algo peor de lo que creía, siempre me eché la culpa de tú huida, y se que Harry también me culpaba a mí, cada vez que me miraba, cada vez que evitaba hablar de ti siempre supe que me culpaba y que siempre lo haría.-

-Lo siento Ron yo lo estropee todo, y ahora he hecho algo atroz, Harry está pasando por un infierno, Harry él ama a Hermione más de lo que nunca creí posible amar a alguien, Ron, Harry hizo algo prohibido y yo creyendo que lo mejor era separarlo de ella hice algo aun peor obligandolo a marcharse y dejar a Hermione, yo...- Luna comenzó a llorar y Ron como siempre en el pasado cuando la veía así tardó unos segundos en estar a su lado y abrazarla con todas sus fuerzas, el volver a tenerla entre sus brazos lo hizo cerrar los ojos y comenzar él también a llorar de alegría.

-Puedo tocarte, te puedo tener entre mis brazos.- hundió su rostro en los brazos de Luna mientras que ella decía:

-Ronald.- y se abrazaba fuertemente a él y decía a su vez: -Soy un ángel de la muerte desterrado por eso puedes tocarme, pero Ron no dudará mucho cuando pasen dos días yo desapareceré para siempre.-

De repente Ron se separó de ella y la miró a los ojos sumamente asustado.

-No, no ahora que te he encontrado no te dejaré marchar no otra vez.-

Luna comenzó a llorar otra vez y dijo:

-Lo siento Ron pero es inevitable yo no...-

De repente Luna no pudo seguir hablando ya que Ron acababa de besarla en los labios impidiendo que ella hablase, Luna sin poder impedirlo correspondió a su beso cerrando los ojos y deseando que eso nunca acabase.

Por el rostro de ambos caían lágrimas pues ambos sabían que tal esa fuese la última vez que eso pasaría.

-Ven conmigo, estate a mi lado hasta que eso pase, no me dejes una vez más.-

Luna sin fuerzas para negarle, ni negarse nada asintió, Ron le regaló una triste sonrisa y dijo:

-Tengo que ir donde Hermione, tengo que decirles a todos que Hermione dice la verdad.-

Luna sintió como este la cogía de la mano y ella lo retuvo unos momentos:

-Ron no puedes hacer eso, yo...-

-Si que puedo y tú también, necesito que todos te vean.-

-No, Ron no lo entiendes, Hermione me puede ver porque yo la dejé que me viera desde un principio y tú porque yo deseaba de corazón verte, Ron dejarte verme me cuesta una energía increíble y solo me puedo hacer visible para ti, sino el tiempo que quieres que te de desaparecerá.

Ron se quedó helado un momento sin saber que hacer, por una parte deseaba estar con Luna un poco más, pero Hermione ella la estaban haciendo pasar por algo que no merecía.

-Luna Hermione esta...-

-Lo se, pero no puedo ayudarla y no sabes lo que me duele no hacerlo.-

-Luna le están diciendo que está loca que todo es fruto de su imaginación, en los registros de la casa no aparece ningún James.-

-Pues claro que no, Ron ya te he dicho que es Harry el último dueño de la casa.-

Ron abrió los ojos al máximo y dijo:

-Harry James Potter, ¿pero entonces?-

De repente Ron abrió los ojos al máximo al comprender algo, Harry nunca usaba su segundo nombre el registro traería Harry J. Potter.

-Al menos ven conmigo.-

Y sin más salió de la casa con Luna a su lado dirigiéndose a un callejón para aparecerse en San Mungo.

Luna no tardó en aparecerse a su lado, pero Ron sabía que ella ya no podía aparecerse o desaparecerse como él lo hacía.

Ambos ingresaron en el hospital y Ron la dirigió a la quinta planta donde se encontraban los demás, cuando llegó se encontró con que Remus estaba hablando con los otros dos y buscándolo.

Estaba escuchando a Remus y todo lo que le decía que no se percató de que Luna iba donde Hermione, hasta que todos allí escucharon a la chica hablar sola una vez más, al menos para los demás.

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-Hermione tienes que fijarte en estos documentos, cógelos míralos bien.-

Hermione al escuchar esa voz una vez más levantó la vista hacía la que le acababa de hablar y dijo con odio.

-¿Qué haces aquí?, ¿es que acaso no estás ya contenta?, déjame en paz, largate.-

Luna la miró enfadada o mejor dicho decidida y se acercó a ella.

-Mira esos documentos cógelos, tienes que leerlos con atención.-

-¿PARA QUE QUIERES QUE LO HAGA?, NO TE VASTÓ YA LO QUE ME HICISTE, DEVUELVEME A JAMES TRAÉLO AQUÍ CONMIGO.-

-TÚ ERES LA QUE PARECE NO ENTENDER MIRA ESOS PAPELES, MIRA ESOS NOMBRES.-

Luna también le grito, y Hermione se levantó y enfadada como estaba cogió todos los papeles que había en la mesa y los voleó lejos para mirarla enfadada y decir.

-¿DE QUÉ ME SIRVE SI EXISTIÓ?, ¿DE QUÉ ME SIRVE SI YA NO ESTÁ?-

La puerta se abrió y por esta entró Remus rápidamente y se acercó a Hermione para abrazarla y decirle.

-Tranquilizate, aquí no hay nadie, Hermione escuchame.-

-VETE, VETE, MARCHATE DÉJAME VE...- De repente Hermione se cayó al ver una fotografía de Luna en el suelo, como pudo se soltó del agarre de Remus y se tiró al suelo para coger la foto que había en el suelo.

Al tenerla en sus manos Hermione sintió que el corazón comenzaba a latirle con fuerza mientras que con una de sus manos comenzaba a repasar la imagen que veía y una sonrisa apareció en sus labios:

-James, o James, ¿dónde estás?, por favor vuelve, ven conmigo James.- de repente Hermione comenzó a abrazar la foto contra ella y Remus se le acercó, Hermione contenta como estaba se la mostró y dijo:

-Es él, él es James, y usted decía que no existía y sin embargo siempre supo quien era él.-

Remus la miró sin entender viendo ante él como Hermione le señalaba a un Harry sonriente que abrazaba a Luna.

-¿De qué estás hablando Hermione?, ese es mi ahijado Harry Potter.- dijo Sirius entrando también en la estancia, Hermione comenzó a negar y la voz de Ron llegó desde atrás diciendo:

-No Sirius, ese no simplemente Harry Potter, sino Harry JAMES Potter.- dijo este recalcando el James al máximo, Hermione abrió los ojos al máximo y miró la foto sorprendida ante las palabras de su ex prometido:

-Harry James Potter.- Hermione se quedó mirando la foto y de repente la dejó caer y comenzó a negar, no, eso era imposible, ella no podía estar enamorada del hombre que le había arruinado la vida, ella no podía... Hermione llevó ambas manos a sus ojos sumamente angustiada mientras decía entre sollozos.

-James, o dios, esto no es justo, no es justo, ¿por qué nunca me dijiste esto?-

-Tenía miedo de que lo odiases por su nombre, te oyó una noche cuando decías odiar a un tan Harry él ni siquiera es consciente de que era a él mismo al que odiabas.- le dijo la voz de Luna en un susurro y Ron fue el siguiente en hablar se le acercó y la abrazó mientras le decía:

-Harry no sabía quien era la chica con la que me iba a casar, él nunca supo ni tu nombre no me dio tiempo a decírselo, él no te haría daño Hermione, él es...-

Hermione lo abrazó con fuerza y se desquitó llorando hasta que al final cayó rendida y se durmió.

Despertando, ¿Juntos al fin?

-Albus dime que puedo hacer.- Luna se encontraba en un descampado llamando al único que sabía que tal vez pudiese ayudarla, necesitaba hacer algo, o Hermione acabaría encerrada, nadie había creído a Ron cuando les habló de ella y todos pensaron que era un bago intento de ayudar a la chica a salir de todo aquello.

Era la tercera vez que lo llamaba y no recibía respuesta:

-Minerva, por favor ya no puedo más, ya no se que hacer, no puedo veros si vosotros no venís a mí y yo ya no puedo más.-

Luna miraba al cielo desesperada y angustiada, de repente ante ella una luz cegadora y apareció la figura de Albus ante ella el cual lo miraba todo a su alrededor con suma curiosidad:

-Albus.- la voz de Luna sonó tan aliviada que atrajo la mirada del anciano hacía ella el cual formó una media sonrisa e hizo una inclinación de cabeza para después decir.

-Pequeña Luna.- fue lo único que le dijo este y después se la quedó mirando:

-Dime que puedo hacer, yo ya no se...-

Albus la miró con una sonrisa de superioridad y dijo con tono despectivo.

-O claro que si lo sabes, lo sabes desde hace mucho tiempo Pequeña Luna, demasiado, pero has querido hacerte la ciega e ignorar lo que pasaba a tu alrededor, y nada más por que tienes miedo y eres egoísta.-

Luna lo miró sorprendida por sus palabras y negó ante tal acusación de él y dijo:

-Yo no...-

-Mi pequeña Luna no puedes mentirme y lo sabes, lo sabes tan bien que siempre has rehuido mi mirada a toda costa para que no lo supiera con certeza, o tal vez para no ver tú culpabilidad reflejada en mis ojos.-

-No se de que...-

-Si lo sabes, y lo sabes desde hace ya mucho, sabías que tú no tendrías que haberte llevado al joven Potter, que tú debías de coger el alma de Ronald Weasley pero claro, ¿cómo ibas a matar a tu amor?, no preferiste ser egoísta y así destrozar a dos personas inocentes.

Este es el resultado de tú egoísmo aquí tienes lo que has conseguido, tres almas llenas de un dolor terrible.-

Luna comenzó a negar desesperada:

-No yo no lo sabía yo creía que era a Harry a quien...-

-Mentirosa, y mil veces mentirosa, dime algo pequeña Luna, si te dijera la forma de arreglar esto ¿lo harías?-

-¿La hay?, ¿hay una forma de arreglarlo?-

Albus la miró a a trabes de sus gafas en forma de media luna y sonrió de forma enigmática para decir.

-Ronald Weasley a de morir, tú debes quitarle el alma que le resta.-

Sin más y con una sonrisa adornando su rostro Albus Dumbledore desapareció dejando a Luna completamente estática.

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¿Cuánto tiempo llevaba él allí?, ¿cuánto hacía que no veía a Hermione?

Una tonta sonrisa se dibujó en sus labios al recordarla a ella.

Hermione ojala estuviese bien, solo podía desear que ella no lo odiase por haber desaparecido de su lado después de haber estado juntos.

Cerró los ojos intentando recrear una vez más la imagen de Hermione en sus brazos, eso era lo que lo había salvado hasta ahora de ese despreciable de Voldemort y esa que lo acompañaba, él solo necesitaba recordarla a ella para que todo el odio que acumulaba estando con ellos desapareciera de su alma tal y como ellos la habían echo aparecer, lo malo es que cada vez estaba más y más agotado y no sabía cuanto podría resistir antes de caer definitivamente en el juego de ese ser despreciable.

Ahora que lo pensaba tal vez y hubiese sido una buena idea el irse una de las tantas veces que Luna se lo dijo, y no haber caído en la trampa de ese desalmado que ahora recordaba de qué le sonaba ese nombre, lo había recordado en el momento en que él se lo relataba todo con el más mínimo detalle.

Ese ser despreciable deseaba vengarse de sus padres ya que este cuando los mató murió con ellos debido a un hechizo de su madre.

Y él deseaba vengarse con él mismo.

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-Remus ya no estoy tan seguro de todo esto ella a reconocido a Harry como James, y él fue el último dueño de la casa así que todo encaja.-

Remus frunció el ceño ante las palabras de ellos y se quedó callado.

Para él eso no era una prueba suficiente de que ella estaba bien, tal vez fuese cierto lo que decía `pero Harry no se había presentado ante ninguno de ellos, y conociendo como conocía a ese muchacho sabía que él lo hubiese ido a ver aunque fuese para avisarle de lo que le había pasado.

Se quedó tanto tiempo callado que todos los que había en su despacho desaparecieron de allí dejándolo solo para que así pensara mejor.

Remus extendió su mano hacía las notas que había tomado de su sesión con Hermione y releyó todo una y otra vez, para después coger la fotografía de Harry y Luna y decir:

-¿Eras tú de verdad?-

Seguidamente una especie de botón lo hizo que una idea descabellara se le asentara en la cabeza pero eso era imposible, Harry estaba muerto según la muchacha era un fantasma, ¿cómo demonios había podido estar con él entonces?

Remus se quedó mirando de nuevo las notas, era imposible, esa chica no estaba bien, y aunque Sirius, Draco y Ron quisieran sacarla de allí él no podía permitirlo, tenía que estar seguro al cien por cien de que esté bien, y no lo estaba así que así se pelease con todos ellos no la dejaría salir, ellos mismos habían conseguido que la madre de Hermione firmara a su favor, por lo que ya nadie más que él podía decidir.

Y su decisión estaba tomada, Hermione se quedaba.

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Hermione comenzó a dar vueltas en la cama, mientras miraba el techo de su habitación la cual era completamente blanca.

Suspiró cansada ya de todo incluso de llorar, y se quedó allí quieta:

-Harry James Potter.- Hermione cerró los ojos al decir ese nombre y la imagen de James le vino a la cabeza tanto en fantasma como en la fotografía que compartía con Luna.

Ahora mismo su cabeza era un completo desastre no sabía si odiar al hombre que tanto daño le había ocasionado o si amar a aquel que tanto le había dado.

Se mordió el labio inferior recordando la noche que habían pasado juntos, aun no sabía como él lo había conseguido pero le había encantado tenerlo a su lado, ¿cómo iba a vivir ahora sin él?, ¿cómo iba a superar otra perdida más?

Una lágrima que al parecer había estado guardada se dejó caer a trabes de su mejilla hasta caer en la almohada que estaba usando, se mordió el labio inferior con cierta amargura para después gritar un poco y volver a dejarse caer en la cama sin más.

¿Cuánto tiempo tendría que estar allí?, ¿cuándo la dejaría libre ese Lupin de las narices?

Cuando la dejara libre sabía lo que tenía que hacer, y si esa era la única forma de estar con James o con Harry como se llamase así lo haría, se reuniría con él después de todo, ¿qué era más importante que estar con él? Ya no había nada, ya estaba cansada de seguir sola un camino que ya no quería recorrer.

Sonrió ante sus pensamientos y cerró los ojos para traer la imagen de Harry a ella una vez más hasta que escuchó un extraño sonido en la puerta se giró a mirar hacía esta y se percató que alguien había metido algo debajo de su puerta.

Se incorporó de la cama y se acercó a lo que había en el suelo cuando lo recogió se encontró con la foto de Luna y Harry juntos, no pudo reprimir una sonrisa cerró los ojos y susurró:

-Pronto James, muy pronto.-

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-No puedes permitirlo Albus no puedes.-

-Y aquí vamos de nuevo.-

Minerva frunció el ceño ante esas palabras y le dijo.

-Pues sí y así seguire hasta que tú...-

-Que yo ya he hecho algo.- dijo este cansado.

-¿Qué se supone has hecho?-

-Mira el libro Mine, ¿que ves?-

Minerva una vez más miró el libro y suspiró cansada después de un rato dijo con extrañeza.

-¿Quién demonios es ahora Lilian Luna Potter?- dijo enfadada.

Como toda respuesta Albus sonrió de manera pícara y dejó a Minerva con más dudas que antes:

-Nunca entenderé a ese viejo enigmático.-

Sin más volvió a repasar el libro y en esta ocasión notó un detalle más:

-Así que a eso te referías, al final ella lo ha entendido.-

Sintiendo que al fin podía tener una pequeña esperanza de que todo terminase bien Minerva dejó asomar una sonrisa en su rostro.

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Luna miró sus manos después de estar completamente toda la tarde sola en el mismo descampado en el que había conseguido hablar con Albus.

Seguía siendo un ángel de la muerte después de todo aunque le habían retirado sus alas.

-Tiene que haber otra salida, tiene...-

Se cayó sabía perfectamente que no había otra salida, que él único camino que podía seguir era el que Albus le había dicho, al final tendría que hacer lo que tanto había evitado hacer.

Siguió mirando sus manos perdida e intentando por todos los medios asimilar lo que tenía que hacer.

Es decir debía asimilar que debía de llevarse el alma de Ron con ella, ¿qué pasaría cuando Ron se enterase?

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Ron miró a su alrededor después de haber deslizado la foto por debajo de la puerta, Remus no sabía de lo que había hecho y esperaba que no se enterase antes de que él hubiese echo lo que tenía que hacer.

Se apoyó en esta y esperó a escuchar los pasos de Hermione en la habitación cuando supuso que ella ya estaba cerca susurró:,

-Hermione, ¿Hermione Puedes oírme?-

-¿Ron?-

Ron sonrió al escuchar la sorpresa en la voz de la chica y asintió a pesar de que Hermione no podía ver ese gesto.

-Hermione escucha tengo algo que decirte, Luna ella, bueno ella desaparecerá de este mundo en cuestión de un día dos máximo.-

-¿Por qué?- preguntó de forma fría y Ron la comprendió.

-Ella a dejado de ser un ángel de la muerte le quitaron sus alas la otra noche cuando pasó lo que pasó con Harry.- dijo este en un susurro.

-Se lo merece.- dijo con rencor Hermione para después escucharla decir: -Bueno no, es decir, o Ron perdóname no puedo odiarla pero tampoco perdonarla, ella me lo ha quitado todo, empezando por tí y terminando por él.-

-No Hermione, se que es difícil que lo entiendas pero a mí nunca me quitó porque por mucho que me duela o te duela nunca me tuviste, ambos sabemos que siempre hubo una brecha en nuestra relación, ahora me pregunto si no hubiese pasado nada de nada, ¿tú y yo estaríamos juntos?, ese día tú habrías conocido a Harry, ¿quién me dice a mí que esto que ahora sientes por él no lo hubieses sentido estando aun vivo?, se que esas preguntas ahora son absurdas, pero algo me dice que eso sería lo correcto, Harry nuca tubo nada suyo a lo que amar, él no tubo la oportunidad que yo disfruté por duplicado, es extraño que yo conociera al amor de mi vida gracias a mi amistad con Harry y que al parecer si ese accidente no hubiese pasado él habría conocido al suyo gracias a mí.

Era lo justo después de todo, ¿me habría dado cuenta en algún momento de todo esto si las cosas hubiesen sido diferente?, no, soy una persona ciega por naturaleza por lo que nunca hubiese admitido todo esto y si hubiese llegado a pasar algo entre ambos dios estoy seguro de que os habría odiado a ambos hasta entrar en razón.- Ron no pudo reprimir una carcajada ante sus propias palabras para después decir: -Pero no es el caso y en parte me alegro, Hermione te juro que nunca quise herirte que de verdad pensé que te amaba, que en realidad quería casarme contigo antes de el incidente, y solo me resta desearte que seas feliz y que no pienses en nadie que no seas tú.

Hermione ha llegado el momento de decirte adiós, es probable que no lo entiendas y hasta puede que no lo recuerdes pero hazme el favor de no estropearlo todo por tú cabezoneria, nadie es culpable de lo que pueda suceder y menos que nadie tú, ahora es tú turno y te deseo lo mejor.

Hazme el favor y eso si no te olvides de mí nunca es lo único que te pido recuerdame como tú mejor amigo y haz feliz a mi hermano.-

-¿De qué estás hablando Ron?, no te entiendo.- escuchó que Hermione le decía a trabes de la puerta y estuvo cien por cien seguro de que ella se había apoyado en la puerta y él hizo lo mismo para decirle por último:

-No hace falta que lo entiendas pequeña tan solo quiero que me prometas una cosa.-

-¿Qué...?- escuchó un susurro por parte de esta:

-Lilian Luna Potter.- susurró él a su vez y sin más se alejó de la puerta no pudo reprimir unas lágrimas traicioneras y agradeció que ella no pudiera verlo, tras secarse el rostro Ron cambió su cara de tristeza por una de suma determinación ya había hecho lo que tenía que hacer ahora solo le quedaba una cosa.

Se alejó de allí a pesar de escuchar unos golpes en la puerta de la habitación de Hermione y no pudo reprimir una sonrisa al fin ella se había percatado de lo que estaba apunto de hacer.

Desapareció de San Mungo y apareció en un descampado buscó un árbol en concreto y descubrió que sentado bajo este estaba la persona que él buscaba.

Camino hasta situarse frente a esta y cuando ella levantó su mirada azulada hacía él y pudo ver las lágrimas que adornaban el rostro de la joven a quien más amaba se maldijo, todo eso era por su culpa y estaba apunto de remediarlo todo, se agachó hasta la altura de ella y atrapó sus labios una vez más.

Cuando ambos se separaron Ron le sonrió de medio lado y le dijo:

-No pienso aceptar que esta será la última vez Luna.-

-Ron yo tengo que decirte que...-

-No calla, hay algo que tengo que decirte, ya he hablado con quien tenía que hablar, ya le he dicho todo lo que tenía que decirle, y ya estoy listo, Luna llevame contigo, no me importa lo que tenga que hacer si lo haces, no me importa a lo que me tenga que enfrentar por ello, pero quiero estar contigo para siempre en la eternidad, Luna si te vas yo moriré de todas formas hazme el favor de hacer que valga la pena para los dos.-

Luna comenzó a llorar y dijo:

-Ron no podremos estar juntos, tú morirás y yo desapareceré y no se a donde iré.-

-Me da igual a donde vayas Luna yo te seguiré,.te buscaré hasta en el fin del mundo, de este y de todos los que pueda existir, pero no me vuelvas a dejar no una vez más.-

Luna negó y se apartó de él para decirle.

-Aunque quisiera no podría hacerlo, Ron he de llevarte contigo es la única manera de que...-

-Harry y Hermione puedan tener una oportunidad.- terminó él por ella, Luna lo miró sin entender y sorprendida por lo que había dicho y el dijo: -Tuve un sueño Luna, de como podría ser todo si tú no hubieses decidido salvarme la vida y bueno digamos que los caracteres de mis dos mejores amigos chocarían bastante en un principio pero al final ellos dos conseguirían la felicidad que se merecen tener.

También es verdad que es sorprendente lo tontos que pueden llegar a ser.- una sonrisa pícara adornó el rostro de Ron recordando una parte de su sueño que en parte hubiese preferido ignorar, pero que gracias a ese pequeño incidente alguien que acababa de comenzar a existir podría llegar antes.

-Ron estás seguro que...?- Se acercó a ella y le tapo la boca con uno de sus dedos para después decir:

-Si, estoy completamente seguro.-

Ron cerró los ojos y se acercó a ella por última vez y rozó sus labios ambos sin poder evitarlo dejaron que unas lágrimas recorrieran sus rostros mientras ambos se despedían quizás para siempre.

Ambos se abrazaron con fuerza uno al otro y se quedaron así un buen rato.

-¿Podríamos disfrutar de esto al menos unas horas?- preguntó Ron en un susurro para nadie en particular, pero para sorpresa de ambos una voz les respondió:

-Hasta el amanecer.-

Luna sintió un escalofrío y se aferró aun más a Ron mientras susurraba el nombre de esa voz:

-Albus.-

Sin más ambos se quedaron tumbados bajo el árbol en el que Ron había encontrado a Luna abrazándose uno al otro disfrutando del poco tiempo que iban a poder disfrutar.

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Remus se apareció en San Mungo completamente despeinado y vestido de la forma más normal que existiera, además de más dormido que despierto:

-¿Qué es lo que pasa?-

-Su paciente la señorita Granger no para de gritar y golpear la puerta con una fiereza increíble, además de gritar su nombre como una loca.-

-¿Por que no le dieron algo para tranquilizarla o le lanzaron algún hechizo?-

-Usted dejó dicho que nadie más que usted podía acercarse a ella y darle algo.-

Remus se maldijo por no acordarse de marcar que en la noche no lo molestasen entre otras porque Nimpadora odiaba que él tuviera que ir al trabajo en la noche, esta vez había accedido al enterarse de que se trataba de la amiga de Sirius, Ron y el resto:

-Bueno puedes irte yo me encargaré de ella.-

Remus caminó por el pasillo que lo llevaba a las escaleras y subió hasta el piso donde se encontraba la habitación de Hermione e incluso antes de llegar pudo escuchar los golpes y gritos de la muchacha:

-LLAMEN A LUPIN, ES URGENTE, LLAMENLO.- Remus notó cierta urgencia en la voz de la chica y caminó más rápido cuando llegó ella volvía a gritar pero ahora el llanto la acompañaba: -NECESITO HABLAR CON ÉL O RON ÉL VA A HACER ALGO TERRIBLE, POR FAVOR AVISEN A LUPIN TIENEN QUE ENCONTRAR A RON, TIENEN QUE...- Hermione dejó de gritar y Remus sacó la varita y apuntó a la puerta de esta, un pequeño clik se oyó y la puerta se abrió revelando a una Hermione desesperada que al verlo pareció aliviada:

-Está aquí, gracias a Merlín, tiene que buscar a Ron, búsquelo él va a hacer una locura.-

-¿De qué estás hablando ahora Hermione?-

-Ron vino a verme no se cuanto hace exactamente pero se despidió de mí, me dijo que me iba a dar otra oportunidad que la aprovechase, por favor, por favor búsquelo, impida que haga una locura.-

-Ron está en su casa Hermione yo mismo lo acompañé hasta allí:-

-No, le digo que no, estoy diciéndole la verdad, Ron él cree que si muere todo se arreglara creame.-

-¿Hermione Ron nunca podría haberte dicho eso por que en este lugar no puede entrar nadie sin mi autorización y yo no se la he dado.-

-¡Entonces como explica que tenga esto en mi poder?- la voz de ella era de enfado y lo que los ojos de Remus vieron fue la fotografía de Harry y Luna que él mismo había dejado en su despacho hacía unas horas.

-¿Cómo...?-

-Ron me la trajo, me la dio y me dijo que por favor no olvidase nunca que él es mi mejor amigo, que me quiso muchísimo, que no me deje llevar por mi cabezoneria y que sea feliz con él.

El muy tonto cree que si muere Harry volverá, y eso no es posible, Harry no puede volver, James no puede estar conmigo, y ahora lo voy a perder a él también, no deje que eso pase, estoy dispuesta a renunciar a todo si salva a Ron.- le extendió la foto con los ojos cerrados y una cara llena de desesperación, Remus no sabía que hacer pero no le quitó la foto tan solo se incorporó y le dijo:

-Aceptas que si yo compruebo que Ron está sano y salvo y no vino aquí esta noche yo te deje aquí bajo mi cuidado hasta que te recuperes.-

-Si Ron esta sano y salvo y de verdad no le sucede nada yo accederé a su petición, pero si por el contrario le pasa algo a Ron usted me las pagara por no haberlo salvado y lo culparé de ello toda la eternidad.-

Remus asintió ante esas palabras convencido de que Hermione estaba equivocada, sin más se marchó y se fue hacía su despacho desde allí se acercó a su escritorio escribió una nota y lanzó su patronius.

-Madriguera.-

Sin más el patronius desapareció de su despacho en el acto, solo podía esperar no asustar a los Weasley cuando estos recibieran su nota.

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Albus Dumbledore contemplaba como el sol comenzaba a salir y susurro:

-Ya es la hora.- sin más se separó del gran ventanal que siempre observaba y caminó hasta donde el libro colocó ambas manos sobre este y cerró los ojos esperando la señal adecuada para actuar.

De un momento a otro escuchó un pequeño murmullo a su alrededor y enserió su rostro para concentrarse y comenzar a murmurar.

A la par que él susurraba las hojas del libro parecían haberse vuelto locas ya que comenzaron a moverse de adelante hacía atrás y de atrás hacía adelante, borrándose algunas y volviendo a escribirse otras.

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Hermione se movía de un lado a otro mientras el sueño iba avanzando en su mente:

-Serás siempre lo más importante de mi vida.-

-Y tú de la mía.-

Ante ella había un muchacho de ojos verdes jade de mirada seria pero amable, era un muchacho al que estaba segura no conocía, sus cabellos eran negros azabaches, y en sus finos labios había una sonrisa impresa, una sonrisa dedicada a ella.

Ese muchacho acercó su mano a su mejilla y se la acarició con cariño, mientras se iba acercando poco a poco a sus labios, pero ese contacto nuca llegó a realizarse porque el sueño cambió abruptamente y Hermione se encontró viendo a dos personas bajo un árbol besándose y ambos llorando, de la nada una voz se escuchó en el lugar:

-Ya es la hora.-

Hermione sintió un escalofrío cuando una de las personas susurro:

-Ahora cierra los ojos Ronni, y piensa en el paraíso como tú te lo imaginas.-

-Estando tú a mi lado, ese es todo el paraíso que yo necesito.- escuchó que susurraba la voz de Ron.

La otra figura se acercó más a él y ella pudo notar el miedo que la embargaba y lo mucho que amaba a Ron.

La muchacha cerró ella también los ojos y colocó una de sus manos en el pecho de Ron y la otra en su frente para seguidamente comenzar a murmurar algo que Hermione no podía escuchar, entre otras por lo lejos que se encontraba de ellos.

-Te amo Ron, lo siento.- de repente una luz la cegó y tuvo que llevar ambas manos a su rostro para impedir quedarse ciega para siempre, en ese momento sintió que alguien la zarandeaba y abrió los ojos alterada:

-Hermione, ¿estás bien?-

Se encontró con que Draco la estaba mirando bastante preocupado mientras que ella se sentía extrañamente demasiado triste.

-Debes de estar muy cansada, lo mejor será que vayas a casa, si algo nuevo pasase te avisaríamos en seguida.-

La voz de la señora Weasley le llegó de pleno y esta solo pudo sonreír de medio lado y decir.

-No, estoy bien, no quiero marcharme hasta saber que él está bien.-

-Otra igual, ambos necesitáis descansar sois los únicos que no os habéis marchado de aquí ni siquiera para tomar un café, eso a mi hermano no le haría ninguna gracia.- sentencio la voz autoritaria de Ginny apareciendo ante ella.

-¿Dos?- preguntó Hermione algo perdida.

-Si, Harry y tú, ambos lleváis aquí tres días sin salir, ¿crees que mi hermano desea que esteis así?-

-No quiero separarme de Ron y no me hables de ese.- dijo Hermione furiosa, ella no quería saber nada de el maldito culpable de lo que le había pasado a Ron, si ese imbécil no se hubiese negado a venir cuando Ron se lo pidió él nunca abría ido a buscarlo y mucho menos habrían tenido que subir a ese dichoso avión porque su prometido deseaba saber lo que era volar en uno.

Para ella el único culpable de que Ron estuviese en el estado en el que estaba era él y únicamente él y nuca se lo perdonaría.

-Hermione no voy a aceptar un no por respuesta, así que levanta que te vas a mi casa a descansar al menos dos horas.

Hermione sintió como alguien tiraba de ella y la sacaba de allí se sorprendió al comprobar que era la madre de Ron, y sabiendo que no podía luchar contra ella se dejó llevar, además estaba algo cansada después de todo.

Molly la dejó acostada en uno de los sillones de la sala de la madriguera y no tardó en conciliar el sueño una vez más.

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Maldita sea, ¿por qué no podía simplemente decirle a la señora Weasley que no?, y encima le podía a Draco Malfoy a seguirlo, maldita sea se colocó ante la puerta de la madriguera, si al menos le hubiese dado tiempo a conseguirse un hotel, pero no, después de lo que había pasado con Ron y de aguantar las recriminaciones de su prometida no se había movido del hospital ni una sola vez.

Y ahora debía de quedarse en al madriguera.

-Vamos Potter entra, o te aseguro que Molly lo sabrá.-

-Que si que ya voy.- dijo este frustrado y sin más entró en la casa a la vez que escuchaba una desaparición justo cuando la puerta se cerraba, bien Molly le había advertido que no podía aparecerse por el hospital en las siguientes horas y para encima le había quitado la dichosa capa de la maleta, muy astuta.

Miró a su alrededor la casa no había cambiado nada desde la última vez que había estado allí, sonrió con cierta nostalguia y se acercó a la cocina no quería dormir, buscó entre las cosas que había por allí y encontró una botella de Whisky de fuego, un trago le vendría bien.

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Unos ojos verde jade la miraban con tal intensidad que no pudo hacer más que abandonarse a ellos, no sabía como había empezado todo, pero de lo que si estaba segura era de que no quería que terminase.

Sintió como unos labios apresaban los suyos y siguió el ritmo de los mismos, cerró los ojos y se percató de que era la primera vez que la besaban y ella sentía que era lo correcto.

Recordaba haberse despertado y caminar hasta la cocina donde se encontró con él que estaba bebiendo Whisky de fuego y en lugar de comenzar a pelear con él prefirió beber también.

De repente él había comenzado a hablar de cosas del pasado de Ron, Luna y él mismo.

Luna al parecer era el verdadero amor de Ron hasta que aparecí yo en su vida.

Yo también comencé a compartir con él diferentes anecdotas y así comenzamos a reír intentando ambos olvidarnos del estado en que se encontraba una persona tan importante como lo era Ron para nosotros.

Y de un momento a otro estábamos en el salón enfrente de la chimenea hablando tranquilamente, él hizo un comentario sobre algo que ahora no recordaba y de la risa que me había entrado acabé en los brazos de él al levantar mi vista ahí estaban esos ojos verdes.

No supo en que momento sucedió solo supo que su mente le jugó una mala pasada y le mando una descarga a todo su cuerpo que le decía que era el momento, que ese era el lugar indicado que a pesar de que su novio y su futuro esposo estaba en el hospital su lugar estaba ahí al lado de ese hombre de Su hombre.

Ante este pensamiento a

brí los ojos al máximo asustada, esto no podía pasar, su corazón se aceleró y casi salió de su caja torácica cuando él llevo una de sus manos a la mejilla derecha de ella en una caricia que a ella le pareció siempre haber anhelado, contuvo la respiración unos segundos mirando en todo momento esos ojos, hasta que la mano de él al fin quedó reposada en su cara.

Ambos sin saber por qué suspiraron, era tan solo una caricia, pero parecía ser el mejor regalo que habían recibido nunca.

-¿Qué es esto que me pasa?- escuchó que el susurraba mientras se acercaba lentamente a ella y ella por su parte no podía hablar, estaba sumergida en esos ojos verdes que la miraban con tanta ternura, con tanto anhelo como ella sabía que lo estaba mirando a él, ¿qué le sucedía?, sintió que de sus ojos comenzaban a salir lágrimas y que estas resbalaban por sus mejillas aunque algunas se topaban con la mano de él y él las atrapaba con sus dedos y las hacía fundirse con su piel.

Estaba tan sumamente perdida que a pesar de que no deseaba decir lo que los separaría sin remedio alguno susurró:

-Ron.-

Él solo se acercó un poco más a ella y susurró:

-Aunque sea por una noche quiero tenerte.-

Esa frase junto con el contacto de los labios de él sobre los de ella la hizo sentir que volaba en un mundo alternativo cerró los ojos sintiéndose culpable a la vez que en su mente sonaban frases sueltas:

-Ojala te hubiese podido conocer antes, hace dos años o mejor tres estoy seguro que entonces nada me habría sucedido.-

-James no es justo, no me hagas esto.-

-Desearía poder tocarte, sería algo por lo que estaría dispuesto a darlo todo.-

-Se siente frío, muy frío.-

-¿Me dejas abrazarte?-

-No eres justo James, no lo eres, porque si lo fueras no me harías esto.-

-Hermione si quisieras casarte conmigo.-

-Hermione siempre estaré a tu lado hasta que tú decidas que ya no soy necesario ahí.-

No pudo más que aferrarse a él a la vez que dejaba salir la respuesta a esa frase dicha por él la que sabía debía decir la que ya había dicho en otra vida tal vez, la frase que era la correcta a la que él le acababa de decir, se separó de sus labios para susurrarle:

-Si, James aunque solo sea una vez quiero ser una contigo.-

Acabe con la distancia que nos separaba a la vez que imágenes de alguien muy parecido a él la asaltaban, si era él, era él y al fin estaba con ella como debería de haber sido desde un principio.

Y aquí estaba ahora, en sus brazos, dejándome querer por él, dejando que me besara como nadie me había besado antes, sentí sus manos en mi cabello y como las mías revolvían el suyo.

Solo quería más y más de él, solo deseaba que ambos nos sumergiéramos en un mundo solo nuestro.

Sentía que las caricias de él eran las adecuadas, que conocía su cuerpo y sus deseos como si hubiese destinado a conocerlos desde el primer momento.

Ambos sentían que eso era lo correcto, que a pesar de estar cometiendo traición no eran del todo culpables, que ambos habían vivido solo para llegar a ese momento, para llegar a estar donde estaban, es decir uno con el otro.

Sus cuerpos se amoldaban como si fueran parte de un todo, sus besos y caricias eran tan ansiadas y esperadas a la vez de acertadas y desesperantes.

Ella era consciente inconscientemente de que Ron estaba en medio, pero por alguna razón no podía dejar de sentirse completa, como si Harry Potter fuera lo único que ella necesitaba para seguir adelante, y es que era cierto, se acababa de dar cuenta de que Harry James Potter era enteramente su dueño, ella pertenecía a él de la misma manera que él le pertenecía a ella y eso era tan sumamente cierto como decir que el agua era trasparente.

Ambos se abandonaron a las manos del deseo, sintiendo que su viaje solo acababa de comenzar, un viaje que los llevaba a ambos al paraíso uno que solo estando juntos podían alcanzar.

Un paraíso que estaba echo solo para ellos dos, desde el momento en que había probado sus besos lo supo tanto él como ella, por ello cuando llegaron al lugar tan ansiado no pudieron evitar susurrarse la mayor verdad que nunca habían dicho sellando así una traición que nunca acabaría sino que no había hecho más que comenzar:

-Soy tuyo, solamente y únicamente tuyo.-

Ambos fueron a ese paraíso especial y regresaron para sumirse en el mundo de Morfeo lleno de sueños hermosos.

Cunado desperté estaba sola en el salón con una manta tapando mi cuerpo y una nota a mi lado con una rosa de color rojo al lado.

Yo fruncí algo el ceño al no entender eso y miré la nota y leí.

-Fui al hospital te veo allí. H.J.P.-

Algo en mí se revoluciono y un sonrojo se dibujó en mis mejillas, ¿qué demonios había hecho?, me miré y me sonrojé aun más, mientras me sentía fatal, acababa de ponerle los cuernos a Ron el cual estaba sumamente grave con su mejor amigo, casi su hermano.

Y si al menos solo hubiese sido un beso, pero no, o dios, me había acostado con quien había decidido odiar por toda la eternidad, maldito Whisky de fuego, nunca debería de haber bebido con él, ni con nadie ella no era de beber y sin embargo lo había hecho.

Pero lo peor de todo era que se sentía mal por que le había gustado, por que a pesar de haber bebido recordaba cada caricia de él, cada beso, cada susurro, recordaba hasta el más mínimo detalle de lo que había pasado entre ambos, y lo peor es que le agradaba y deseaba sentirlo otra vez cerca de ella.

Se maldijo a si misma por sentirse así y se dispuso a darse un baño e ir ella también al hospital, pero antes miró la rosa y tras sonreír la hizo desaparecer de allí y tiró la nota.

Cuando llegó al hospital se encontró con que Molly estaba hablando con un medico y vio como Harry comenzaba a caminar detrás de este

De repente Ginny se giro y al verme dijo.

-Espere doctor aquí esta ella.-

Tanto el doctor como Harry se giraron y me vieron, el médico me hizo una seña para que me acercase y Harry no pudo evitar sonreír o eso fue lo que le pareció a Hermione al ver su sonrisa.

Ella misma no pudo evitar corresponderla y sentir un escalofrío al ver de nuevo sus ojos fijos en ella.

-El señor Weasley desea verlos a ambos.-

Yo asentí y comencé a caminar tras hacer una pequeña seña de saludo al resto.

Cuando entremos en la habitación el doctor nos dejó solos con él, este parecía estar fatal y le costaba mucho respirar aun así no tenía ningún aparato que lo ayudase.

Ambos caminamos hasta la cama de este y al llegar él nos sonrió con mucho esfuerzo:

-Al fin.- dijo este.

-Hola compañero.-

-Harry, Luna ella te pide perdón, me ha dicho que te diga que te quiere muchísimo y que no podía dejarte verla morir.-

-¿De que estás hablando Ron?-

-Tú solo entiende eso, y tú Hermione, hazme el favor de no pensar en nada, de no cerrarte en ti y de no engañarte a ti misma.-

-¿por qué dices eso?-

Él alargó su mano y cogió la de Hermione entre la suya con cierta debilidad, para guiarla hasta la mano de Harry que también estaba apoyada en la cama cerca de la de ellos.

La posó en la de este y él no pudo evitar girar su mano para atrapar la de ella y Ron sonrió dejando la suya propia encima de la de ambos:

-Cuidala mucho amigo, no hermano mío, se que tú eres el destinado para ella y tú Hermione no olvides lo que te pedí.-

Hermione sintió como unas lágrimas le resbalaban por las mejillas mientras que Ron con mucho esfuerzo y poca fuerza ya llevó su mano hasta el rostro de ella y dijo:

-No llores Hermione ni te sientas culpable por algo que yo he hecho durante mucho tiempo, ahora es momento de ser felices ambos, tú con él y yo con Luna.-

Harry sin poder aguantar más salió de la habitación en el momento en que Ron acercaba ahora su mano hasta el vientre de Hermione y rozándolo solamente susurró antes de dejar caer su mano pesadamente en la cama:

-Lilian Luna Pott...- Hermione sintió el momento exacto en que Ron la dejó sola en la habitación y a pesar de que sabía que se había marchado no pudo evitar una sonrisa en su rostro a la vez que las lágrimas abandonaban sus ojos.

Lloraba por Ron pero sonreía por Lilian.

Cuando salió de la habitación encontró a Harry tirado en el suelo llorando desesperada mente él también había notado el momento exacto en que su amigo se había marchado.

Hermione se puso a la altura de Harry y lo abrazó con fuerza mientras ambos lloraban por su mejor amigo.

Y así abrazados fue como los encontró la familia Weasley los cuales no necesitaron preguntar para saber que estaba pasando allí e unirse a ellos.

En ese momento apareció Sirius con la noticia de que los responsables de todo aquello habían sido pillados e informando a Draco Malfoy de que su padre había muerto en el altercado, el chico a pesar de que era consciente de que su padre no merecía ni la más mínima de sus lágrimas no pudo evitar perderse en ambas, y así tanto él como Ginny se apoyaron mutuamente en sus respectivos dolores y perdidas.

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-¿Cómo lo hiciste Albus?-

-Eso Mine nunca lo sabrás.- sonrió este mientras miraba a dos muchachos que caminaban juntos de la mano y sus alas blancas brillaban para todos aquellos que pudiesen ver ángeles.

-Se supone que ella debía de ser castigada.-

-No Mine ella debía de recibir lo que tanto había perdido.-

Sin más Albus salió de la sala en la que se encontraban ambos dejando a la mujer sola mirar la escena:

-Al menos ya ninguno sufre.-

Caminó hasta el libro para ver lo que en este estaba escrito y se sorprendió al ver que había dos nombres unidos con uno que aun no estaba nítido del todo:

-Hermione J. Potter-

-Lilian Luna Potter

-Harry James Potter-

Así que la se trataba de la hija de esos dos.

Sin más Minerva y sonriendo de medio lado decidió salir y dar la buena noticia a dos ángeles que caminaban juntos.

FIN

Bueno este fic llega a su fin espero que les haya gustado y que nos veamos pronto, referente al resto de mis historias digamos que he tenido serios problemas con mis dos ordenadores, y ahora tengo que coger y copiar todo lo que tengo en fanfiction y releer todo para poder seguirlos.

Tenía la continuación de todas pero tanto el portátil como el grande se escacharraron por un virus y lo perdí todo.

Lo único bueno de esta catástrofe fue que había sacado mi libro el día antes y gracias a dios no lo perdí sino ya si me hubiese tirado de los pelos y maldecido a todo el que estuviese cerca de mí más de lo que lo hice cuando me paso esto.

Espero poder actualizar lo antes posible todas las historias, mientras tanto no os enfadéis conmigo por favor.

BUYBUY Y HASTA LA PRÓXIMA.