WARNING: Este fic es OOC y cualquier parecido con alguna creación de manga shoujo previo no es pura coincidencia, pero adaptado con los personajes del universo Bleach del gran Kubo Tite, y obviamente las situaciones vertidas aquí son 99% improbables e irreales pero a que les van a gustar mucho jijijiji XD por cierto, habrá muchos flashback, tal vez demasiados lol

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Otoño, seis años atrás…

Había ruido y voces en todo el salón de clase. Los exámenes semestrales habían concluido el día anterior y todos volvían a su vida cotidiana, dejando esos días estresantes y cargados de tensión. De pronto la puerta se abrió y entró el maestro. Todos se quedaron en absoluto silencio, volvieron a sus asientos, saludaron al maestro y esperaron a que les indicara que podían tomar asiento.

– "Muy bien" – El maestro colocó unas hojas sobre su escritorio – "Aquí tengo los resultados de los exámenes semestrales, no solo de la preparatoria, también a nivel nacional".

– "Seguramente Kuchiki se llevó los primeros lugares de nuevo" – Susurró una niña a la niña sentada a su lado.

– "Es muy lindo y muy listo" – Contestó la otra niña. El profesor se aclaró la garganta.

– "Cómo decía, este año nuestra primaria ha ocupado el primer lugar" – Todos los estudiantes empezaron a cuchichear y a celebrar entre ellos. El maestro tuvo que aclararse la garganta no una, sino dos veces – "Orden, por favor. Si bien es cierto logramos el primer lugar como primaria, la calificación global más alta a nivel individual fue obtenida por una estudiante de la primaria Hokubei" – Todas las miradas se centraron en Kuchiki Byakuya, él continuaba en su pupitre tranquilo e indiferente – "Y debido a un empate, dos estudiantes de ésta clase representarán a Hakusenkan en las olimpiadas nacionales de matemáticas, felicitaciones, Kuchiki Byakuya–kun" – El salón se llenó de aplausos, las niñas empezaron a halagar a Byakuya – "Y el otro estudiante es, Hirako Shinji–kun" – Apenas pronunció el nombre, el aula se quedó el silencio, un muchacho sentado casi al final de la clase que había levantado las manos de felicidad al recibir la noticia se sintió intimidado por las miradas que le lanzaban los demás estudiantes y se encogió en su pupitre, deseando desaparecer. Los demás estudiantes empezaron a rumorear:

– "¿Por qué ése perdedor nos va a representar? Kuchiki–kun está bien, pero él, cualquiera es mejor que ése".

– "Shhhh, no tan alto, te puede escuchar".

– "Déjalo, sólo está diciendo la verdad, Hirako–san es un inútil, seguramente hizo trampa".

– "Debería darle vergüenza, basta con verlo, nos va hacer quedar mal".

– "Alguien debe ponerlo en su sitio".

– "No se preocupen, después le daremos su merecido".

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UNDER A SKY OF CHERRY BLOSSOMS

By Maryeli

14th Cherry Blossom: Broken (IV parte)

Con cariño para Frany H.Q, PekeLunaNegra; Escarlata10; Haibara20, Mizu Fontenier, black angel n :)

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Preparatoria Fujisawa, tiempo actual

Todas las delegaciones abordaban sus autobuses a toda prisa, para aprovechar el tiempo del almuerzo.

– "¡Cómo es posible que sólo ganaran 78 a 72!" – Hiyori regañó al equipo masculino – "¡Qué pasaría si hubieran jugado contra Konsen o Fujisawa!".

– "O Nishiki" – Shinji se atrevió a interrumpir a Hiyori, todos los miraron con expresión de terror – "Aunque ahora que recuerdo, creo que ganaron a Kindam por apenas dos puntos de diferencia".

– "Nishiki también es un oponente fuerte" – Hiyori lo miró con el ceño más fruncido de lo habitual – "¡Si continúan así no llegaremos a las finales!".

– "Ni siquiera viste nuestro partido ¿Cómo te atreves a decirnos eso?" – Shinji esquivó por las justas un balón que acababa de lanzarle Hiyori, estaba a punto de responder cuando Sentarou le dio unas palmadas en el hombro.

– "Déjalo ya, todos queremos algo de calma, ir a almorzar, recuerda que tenemos un partido más por la tarde" – Sentarou trató de calmar a Shinji, Kiyone hacía lo mismo con Hiyori.

– "Estúpido calvo" – Gruñó Hiyori, antes de sentarse cruzada de brazos y muy malhumorada.

Llegaron a un restaurante de comida típica a 20 minutos de la preparatoria Fujisawa. Se sentaron en una gran mesa acondicionada para la ocasión, al parecer Urahara–san conocía a la dueña del lugar.

– "¿Qué rayos fue lo de hace un rato?" – Sentarou abordó a Kiyone mientras se acomodaba en la mesa.

– "No lo sé" – Respondió ella contrariada, había mucha tensión en el ambiente – "Nunca imaginé que Hirako–san pudiera molestarse por algo así, parecía un tipo tan amable".

– "Tal vez tiene algún problema" – Sentarou bajó la voz y se acercó a Kiyone – "Shinji–kun ayer llegó tarde al cuarto y casi no durmió nada".

Kiyone estaba a punto de contestar cuando las chicas empezaron a armar alboroto. En una mesa contigua se estaban acomodando los estudiantes de la preparatoria Hobuku.

– "¿Por qué están armando tanto jaleo?" – los chicos de Hokubei se sintieron ofendidos.

– "Tranquilos, chicos, mejor apresúrense que debemos volver a Fujisawa" – El entrenador, Urahara, trató de calmar las cosas.

Kiyone fue la primera en terminar. Se puso de pie y aprovechó a ir al baño para lavarse los dientes. Y no, no estaba evitando deleitar su mirada con su príncipe, y no, los latidos de su corazón no se aceleraron por verlo allí, que no, solo estaba nerviosa por el partido de la tarde. Una vez concluida su labor guardó sus cosas en su mochila y salió para alcanzar a sus compañeros.

– "Hola gatita" – Una voz… no cualquier voz… allí, a unos pasos, se encontraba su príncipe – "¿Está bien?" – Acercándose para verla más de cerca.

– "Ehmmm… si… si estoy bien" – Kiyone sintió sus mejillas arder como nunca antes en su vida. "Es más guapo de cerca" pensó.

– "Quería felicitarte, fue un excelente partido" – El príncipe se enderezó y le guiñó un ojo – "No podremos ir a verlas esta tarde, jugamos contra la preparatoria Shikimori, pero estoy seguro que ganarán de nuevo".

– "¡Kiyone!" – Se oyó la voz de Hiyori.

– "Y–ya tengo que irme, g–gracias por los buenos deseos" – Kiyone hizo un rápida venia y empezó a correr.

– "Nos vemos, gatita" – El príncipe sonrió mientras la veía alejarse.

Los partidos de la tarde fueron favorables, las chicas obtuvieron otro triunfo con amplio margen de ventaja y los chicos mejoraron el score en relación a la mañana, pero no había tiempo para celebraciones, aun cuando no tenían partidos hasta el día siguiente por la tarde acordaron ir en la mañana para ver los partidos de Konsen y Fujisawa, sus mayores rivales, así que se cenaron temprano y se retiraron a sus habitaciones a descansar.

– "¿Hay algún problema en tu casa o con alguien de tu familia?" – Sentarou intentó iniciarle conversación a Shinji, ambos se estaban preparando para ir a ver el partido de Konsen.

– "Todo está bien, ¿Por qué preguntas?" – Shinji dibujó una de sus acostumbradas sonrisas.

– "Ayer, cuando discutiste con Hiyori, todos temimos por tu vida" – Sentarou terminó de guardar sus cosas en su bolso deportivo – "Hiyori nos regaña siempre, es normal para nosotros, sólo no te lo tomes tan en serio, ¿Si?".

– "Esta bien" – Shinji sintió que algo se revolvía en su interior de solo recordar lo que pasó el día anterior, y tal vez por desquite, o solo para expulsar algo del veneno que sentía que le recorría, añadió – "Por cierto, deberías poner más atención en lo que pasa alrededor, no vaya a ser que te lleves una gran sorpresa, Sentarou".

Sentarou quiso preguntarle a qué se refería pero la voz del entrenador llamándolos les hizo salir para unirse al resto del grupo. Intentó saludar y molestar un rato a Kiyone pero ésta lo ignoró olímpicamente, de nuevo, incluso casi podía afirmar que la chica se veía más feliz de lo habitual. Y no era para menos, aquella mañana, al abrir la puerta Kiyone encontró un gracioso llavero con el adorno de una gatita porrista colgado en el cerrojo de la puerta de su habitación, agradeció que Hiyori estuviera en el baño en esos momentos y que no hubiera nadie en los pasillos, no le diría a nadie de su príncipe y ese llavero sería su secreto.

Las chicas fueron a ver al equipo femenino de Fujisawa, y los chicos el partido del equipo masculino de Konsen. Todos sabían que el equipo de Fujisawa era el favorito, no por nada era la preparatoria campeona del año pasado, además era la dueña de casa así que el campo estaba lleno de espectadores, pero que terminara el partido con una diferencia de 50 puntos fue demasiado.

– "Tal vez deberíamos ir a ver cómo va el partido de los chicos de Konsen" – Kiyone intentó levantar los ánimos de sus compañeras de equipo.

– "Adelántense" – Hiyori tomó el camino opuesto – "Las alcanzo a la hora del almuerzo".

– "¡Hiyori a dónde… " – Kiyone no pudo agregar nada más pues Hiyori se perdía en la multitud. Resignada reunió a las demás chicas de Hokubei y cuando salían para ir a buscar a los chicos se cruzaron con el equipo femenino de Hobuku, ésas chicas no solo las miraron por encima del hombro, sino que rieron a carcajadas y prácticamente casi las arrollan.

– "¿A ésas que les pasa?" – Comentó molesta una de las chicas de Hokubei – "Kiyone, ¿A dónde fue Hiyori–san? Necesitamos que las ponga en su sitio".

– "Lo siento, dijo que tenía algo que hacer" – Se excusó Kiyone – "Olvidemos esto y busquemos a los chicos ¿Si?".

Algo molestas las chicas caminaron hasta el campo C, donde el equipo masculino de Konsen se encontraba jugando. Los chicos se sorprendieron al oír los resultados del partido de Fujisawa, era obvio que ganarían pero no se imaginaron que tan grande podría ser el margen. No le tomó ni diez segundos a Shinji darse cuenta de la ausencia de Hiyori. Discretamente abandonó el campo, que por cierto también estaba repleto, y se dirigió al campo D… el equipo masculino de Nishiki empezaba un partido en esos momentos. Por unos segundos deseó no encontrarla allí, que se hubiera ido a observar el otro partido de equipos femeninos, pero no fue así: allí estaba ella, conversando otra vez con ese rubio, por el lado de la banca de Nishiki. Sintió como si sus pies se hubieran convertido en concreto, era incapaz de dar un paso, y aunque no quería estar allí, sus ojos no podían dejar de observarlos, susurrándose al oído, riendo, intercambiando miradas… a cada segundo sentía como si alguien estrujara su corazón con las manos, como intentando hacerlo estallar… "¿Por qué?"

A la hora del almuerzo todos estaban más silenciosos de lo habitual, hasta los entrenadores se preocuparon:

– "Animo chicos" – Urahara habló – "Ustedes son un excelente equipo, así que no se desalienten por los partidos que vieron hoy".

– "Ojalá fuera tan sencillo, Urahara–sensei" – El capitán del equipo masculino se puso de pie – "Fujisawa ganó por una diferencia de 50 puntos y Konsen por 40, eso puede asustar a cualquiera".

Al poco rato todos volvían a abordar el autobús, de rato en rato Shinji lanzaba miradas furtivas a cierta rubia tratando de entender lo que pasaba, sin éxito, por otro lado Sentarou no entendía porque Kiyone parecía tan feliz, fue la única que terminó todo su almuerzo, y Kiyone se sentía como si estuviera flotando en una nube.

Apenas llegaron se dirigieron al campo B, donde las chicas jugarían el primer partido de la tarde. Mientras los chicos tomaban asiento detrás de la banca para animarlas, las chicas se dirigieron a los vestidores, fue ahí cuando un joven rubio se acercó a Hiyori, Shinji sintió como si su corazón estuviera a punto de detenerse, hubiera dado lo que fuera por saber de qué hablaban.

– "Sarugaki–san" – Le llamó Tesla – "Hay algo que debes saber".

– "¿Qué ocurre? Tengo que cambiarme para el partido" – Hiyori tenía prisa – "¿No puedes decirme después?".

– "El equipo femenino de Hobuku perdió el partido de la mañana, están dispuestas a todo, ¿Entiendes?" – Tesla parecía preocupado. A Hiyori no le tomó mucho entender de qué hablaba. Ellas jugarían contra Hobuku al día siguiente, si el equipo femenino de Hobuku perdía otra vez quedaría fuera del torneo.

– "Entiendo, ya debo irme".

– "¡Buena suerte!" – Gritó Tesla mientras Hiyori se alejaba corriendo.

– "¡Gracias!" – Hiyori no tardó en entrar a los cambiadores. Las chicas estabas casi listas, así que tuvo que darse prisa.

– "Hiyori, ¿Qué te entretuvo?" – Kiyone le ayudaba a peinarse una coleta.

– "Las chicas de Hobuku perdieron, mañana vamos a eliminarlas de este torneo" – Hiyori tenía un brillo inusual en la mirada, casi diabólico.

– "¿Ellas no quedaron en tercer lugar el año pasado?" – Kiyone no podía creer lo que Hiyori acababa de decirle.

– "Y se le subieron los humos, se lo tienen bien merecido" – Hiyori terminó de atarse los cordones de las zapatillas – "Creo que hoy ganaremos con un diferencia de 40 puntos".

Ganaron no con diferencia de 40 puntos, sino de 38, por lo que Hiyori estaba algo malhumorada al final del partido. No hubo mucho tiempo para celebrar pues los chicos tendrían un partido en el campo D, aunque el rival fuera Kindam (el equipo que perdió el día anterior contra la preparatoria Nishiki), los chicos dieron su mejor esfuerzo y supieron dar frente al juego sucio del equipo de Kindam, logrando ganar el partido por 94 a 76 y dejando al equipo de Kindam eliminado del torneo. Así que a la hora de la cena todos estaban eufóricos, incluso cantaron el himno de la preparatoria. Según la grilla, al día siguiente tenían doble jornada, pero estaban tan contentos que ni eso parecía preocuparlos, excepto a cierto rubio que se retiró temprano a su habitación, o al menos eso le dijo al resto del grupo, lo cierto es que sintió la necesidad de estar solo para pensar un rato, tomó el balón de entrenamiento del equipo y caminó en busca de un campo deportivo cercano, lo había visto la primera noche, cuando buscaba una parada de autobús para ir a Fujisawa en busca de cierto "mono salvaje", hacía mucho frío, tal vez por eso el lugar estaba prácticamente vacío. Empezó dribleando, y luego procurando encestar desde diferentes distancias.

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Siete años atrás

Odio cuando el cielo está nublado, así que despertar temprano por la mañana y contemplar aquellas nubes grises obstruyendo maliciosamente los rayos del sol hacen que sienta deseos de dormir hasta el siguiente verano. Caminar por el sendero de árboles próximos a la escuela es tan tétrico si el cielo está cubierto de nubes… Ajusté la bufanda que abrigaba mi cuello para luego colocar mis manos en los bolsillos intentando calentarlas, por dormir más de la cuenta olvidé mis guantes y ahora mis dedos estaban algo entumecidos por el frío. Un grupo de niños pasó corriendo por mi lado y él último de ellos, bastante torpe chocó conmigo y me hizo perder el equilibrio, afortunadamente logré recuperarlo a tiempo y no caí desparramado en medio de la acera. Levanté la mirada enojado pero el grupo de niños siguió corriendo como si nada hubiera pasado. Lamentablemente para mi suerte, esto ocurre más seguido de lo que quisiera, tanto que a veces creo que soy invisible.

Llegué a la escuela apurando el paso porque pude oír el sonido tan peculiar de la campana… si llego tarde seguramente el maestro de educación física me hará darle vueltas al campo deportivo y en verdad no me apetece hacerlo hoy. Estaba a unos metros de la puerta cuando algo me golpeó en el lado derecho de la cabeza… lo siguiente que mi cerebro recuerda es que estoy en el suelo y mi visión es borrosa, a medias puedo distinguir una forma naranja con líneas negras muy cerca de mí, eso era… ¿Un balón de baloncesto?

– "¿Estás bien?"– una voz me pregunta y siento como una mano se posa en mi hombro. Levanté la mirada y mis ojos se encontraron con otros realmente hermosos… – "¡Oye! ¡Responde, te estoy hablando!"

– "Si, estoy bien, creo" – Acepto la mano que me ofrece para levantarme. Luego la veo alejarse a toda prisa y entonces recuerdo que ya sonó la campana y apuro el paso hacia Hakusenkan, mi primaria. Por un auténtico milagro, ese día el maestro llegó un poco tarde y me salvé del castigo. A la hora del almuerzo me asomé por la reja lateral para observar a la primaria de al lado, Shinto, el campo de baloncesto es lo que estaba buscando y allí estaba ella, corriendo y encestando, solo que, jugaba sola. Estaba tan concentrado observándola que no me percaté del balón que me golpeó en la espalda, emití un grito de dolor y al intentar ponerme de pie siento como alguien me empuja de nuevo al suelo con una patada. Genial, otro bruto deportista malhumorado.

– "Estúpido Hirako, por poco y era gol" – Le oigo decir. Hice un nuevo intento de pararme pero fue imposible, alguien tenía puesto un pie en mi espalda y no me dejaba. Entonces habló de nuevo – "Vamos, levántate, pedazo de g…".

Oí un gran grito, más parecido a un gruñido, y el peso de mi espalda desapareció. Me giré y encontré a la niña rubia de coletas pateando al que hace unos segundos me estaba pisoteando.

– "Vamos, hay que ayudarlo" – Dijo otro integrante el equipo de fútbol.

– "Estás loco"– Respondieron los demás en coro, retrocediendo aterrorizados – "Es Sarugaki gorila salvaje, ¡HUYAMOS!" – Y corrieron lo más rápido que podían.

– "¡Olvidan esto!" – Y ante mis ojos el tipo que la niña pateó voló cual bulto hasta el grupo que huía, haciéndolos caer. Pero eso era imposible… aquella niña no era más alta que yo y además era mucho más delgada… y…

– "¡¿Cómo llegaste aquí?!" – Fue lo único que pude preguntar.

– "Eso fue fácil" – La niña se puso de cuclillas a mi lado, observándome – "Solo salté la barda" – la vi señalar aquella barda, como si fuera lo más normal del mundo.

– "¡P–pero aquello mide al menos seis metros de altura!" – Quedé perplejo, ella se puso de pie y contempló un rato el balón de fútbol que me había golpeado.

– "¿Te gusta el fútbol?" – Me preguntó, de pie frente a la barda, como si estuviera a punto de saltar a ella.

– "N–no… en realidad no soy bueno en los deportes" – me costó un poco pero pude ponerme de pie.

– "Perfecto" – la niña sonrió en forma atemorizante – "Deberías probar con el baloncesto, eres muy observador, te iría bien".

Y antes de que pudiera decir algo, me quede boquiabierto, viéndola escalar con tal agilidad aquella barda, como si en realidad fuera, no un gorila, sino un mono salvaje.

Tiempo actual

– "¡Fallaste el tiro, idiota!" – Hiyori atrapó el balón con un gran salto. Shinji sacudió la cabeza y se limpió los ojos, ¿Cómo era posible que aquellos recuerdos aún fueran capaces de casi hacerlo llorar? Al menos estaba oscuro y ella no lo notó.

– "Estoy a casi diez metros, es normal fa…" – Tuvo que hacer una maniobra rápida para detener el balón que la rubia le lanzó con furia – "¡Oye, estaba tratando de explicarte!".

– "No estoy de humor para tus excusas baratas" – Hiyori cruzó sus brazos por detrás de su cabeza – "Volvamos, Sentarou está muy preocupado porque no te encontró en el hospedaje así que los dos salimos a buscarte, no queríamos preocupar al resto así que no le dijimos nada a los entrenadores".

– "Entiendo" – Shinji caminó hasta alcanzar a Hiyori – "¿Cómo supiste que estaba aquí?".

– "No lo sabía, solo se me ocurrió dar un vistazo por aquí" – Hiyori emprendió el camino de regreso. Shinji no pudo evitar pensar que se sentía tan bien tenerla cerca.

– "Te vez bien con una coleta, hasta luces linda" – Shinji esquivó por poco una patada.

– "Cállate, idiota" – Hiyori desvió la mirada, en un intento de ocultar el sonrojo de sus mejillas.

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A la mañana siguiente todos estaban muy entusiasmados, tenían la posibilidad de dejar a más equipos fuera del torneo. El único partido contra un rival fuerte era el del equipo femenino contra Hobuku, por la tarde. Kiyone no cabía de felicidad porque esta vez, en la puerta de su habitación encontró un gato de felpa con una pequeña nota: "Nos vemos en el campo de vóley, después del almuerzo"… que linda letra tenía su príncipe.

– "Kiyone, ¿Me estás escuchando?" – La aburrida voz de Sentarou la sacó de sus bellos pensamientos.

– "No, tengo que pensar en el partido de más rato" – Respondió malhumorada, estaba tan emocionada que hasta las ganas de comer se le habían quitado.

– "No durarás mucho si vas con el estómago vacío" – Sentarou le dijo a modo de regaño.

– "Claro que podré, si quieres quédate con mi parte" – Empujando su plato al lado de Sentarou – "Iré al autobús a dormir un rato".

Sentarou empezó a preocuparse. Prácticamente desde que empezó el torneo Kiyone se estaba comportando de forma extraña, ella normalmente no perdería oportunidad de discutir con él para luego aplicarle alguna llave de lucha libre y mucho menos dejaría que el tomara su comida… ¿Qué está pasando?

Los chicos abrieron el juego de la tarde. En el otro campo se definía el equipo con él que jugarían al día siguiente. Aquel día estaba más frío que los anteriores, incluso hubo un poco de niebla por la mañana. Emocionada Kiyone se escabulló sin avisar y fue al lugar de la cita, no podía dejar de pensar en su príncipe. El partido terminó 88 a 72, victoria rotunda. Las chicas fueron las mejores porristas, incluso el mono salvaje les gritó amenazas que cumpliría si perdían… "Al menos se quedó y no fue a ver el partido del equipo de Nishiki", pensó Shinji, quien se sentía más feliz de lo usual. Muy animados se dispusieron a ir al campo B donde las chicas debían enfrentarse al equipo de Hobuku, solo entonces notaron que faltaba Kiyone. Intentaron llamarla al móvil solo para notar que su mochila estaba allí… el partido empezaba en casi nada, así que los chicos se dividieron para buscarla, aquella situación era imprevista, Kiyone era alero, una posición difícil de reemplazar. "Que rayos haces Kiyone… cuando te encuentren te las verás con mis puños" pensaba Hiyori mientras decidía la nueva formación del equipo mientras se cambiaban a toda prisa.

El equipo de Hobuku fue el primero en estar listo en el campo, engreídas y confiadas como siempre. Hiyori, como playmaker tuvo que reestructurar el equipo por la repentina desaparición de Kiyone, Urahara envió a calentar a todas las suplentes pues para el tipo de juego que armó Hiyori ninguna de las jugadoras aguantaría mucho tiempo. El partido fue peor de lo que esperaban, las chicas de Hobuku en su desesperación por no ser eliminadas recurrieron al juego sucio y cometieron muchas faltas personales… y Kiyone seguía sin aparecer.

Los chicos recorrieron todos los campos deportivos con la esperanza de que se hubiera quedado en alguno por error, buscaron en las cafeterías, en los alrededores, pero nada, era como si se la hubiera tragado la tierra. Shinji decidió volver al campo B, por si Kiyone ya había hecho de presencia, sabía que el partido sería algo complicado por la ausencia de la pelinaranja, pero no imaginó encontrar el partido con un marcador tan estrecho: 68 a 64. No pasó mucho para darse cuenta del juego sucio de Hobuku, pero Hiyori era una playmaker hábil y… la vio muy pálida.

– "¿Qué está pasando?" – Shinji se acercó a la banca y fue directo hacia Urahara.

– "Hiyori–san sufrió una falta antideportiva y muchas personales" – Urahara se veía preocupado – "Desde un principio, quitar a Hiyori–san del medio fue el objetivo de Hobuku, y la ausencia de Kiyone desestabilizó más el juego, le dije que descansara pero ella dijo que aguantaría hasta el final del partido".

– "Aún faltan diez minutos" – Ahora Shinji estaba angustiado – "¿Y Kiyone?".

– "Nadie la ha encontrado todavía" – Kisuke hizo un cambio de alero, el árbitro le advirtió que era el último que podría hacer – "Todas las esperanzas están puestas en los dos tiros libres por la falta antideportiva que Hiyori cobrará al final".

Esos se convirtieron en los 10 minutos más largos de sus vidas. Shinji estaba tan preocupado que incluso pasó por alto al rubio de Nishiki que estaba gritándole cosas para darle ánimos a Hiyori.

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Sentarou recorrió por segunda vez los campos donde se realizaban los juegos. El frío se hizo más intenso. "¿En dónde estás, Kiyone?", caminó por los alrededores, recibió un mensaje, todos se estaban reuniendo en el campo B para darle ánimos a las chicas, al parecer había problemas. Notó un lugar apartado, al parecer un viejo almacén, más alejado del resto, no le extrañaba que nadie se hubiera acercado a aquel lugar, era poco probable que Kiyone estuviera allí, aun así allí estaba, llamándola:

– "¡KIYONEEEE! ¡KIYONEEE! ¡Kiyoneee!" – Golpeó la gastada puerta con frustración. Entonces escuchó algo parecido a un sollozo – "¿¡Kiyone, eres tú!?".

– "Sentarou…" – La voz de la chica sonó apagada, como si estuviera llorando. Sentarou miró alrededor buscando algo para abrir la puerta. Tomó una roca y golpeó la cerradura una y otra vez.

– "¡Aléjate un poco, Kiyone, voy a entrar!" – Dejando la roca a un lado empezó a patear la puerta hasta que ésta se abrió, estaba dispuesto a entrar cuando unos brazos lo rodearon por la cintura y ella escondió su rostro en su pecho, sollozando – "Kiyone…".

– "Soy una tontaaaa… " – Kiyone lloró con tanta fuerza que Sentarou sintió que le dolía el corazón. Algunas gotas de lluvia empezaron a caer.

– "Kiyone, está empezando a llover, debemos volver con los demás o…" – Kiyone se aferró a él con más fuerza, negando con la cabeza, pero incapaz de levantar el rostro para verlo a la cara.

– "L–las chicas… deben odiarme… el partido…" – Kiyone empezó a sollozar nuevamente. La lluvia empezó a caer con más intensidad.

– "Cuando les expliques lo que pasó seguramente ellas…" – Sentarou entonces recordó que no sabía cómo rayos Kiyone terminó encerrada en ese lugar.

– "Fui una tontaaaaa…" – Kiyone aflojó un poco los brazos pero oprimió los puños con fuerza, entre sollozos y lamentos le contó a Sentarou lo sucedido. Sentarou no pudo evitar mostrar una expresión de sorpresa al saber cómo la chica conoció al famoso "príncipe", luego empezó a sentir enojo al enterarse de los regalos que le había enviado a su amiga, porque Kiyone era SU amiga más que de los demás, la conocía desde niños, y luego como aquel bastardo que de príncipe no tenía nada la había llevado con engaños a aquel lugar para dejarla encerrada no sin antes recordarle que era ingenua en pensar que alguien se podría fijar en una marimacho como ella. Cada lágrima de SU Kiyone, él se encargaría de hacérselas pagar al equipo de Hobuku, y a ese bastardo. Por ahora, correspondió el abrazo y acarició los cabellos de su amiga en medio de esa torrencial lluvia.

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Siete años atrás

– "¡Fallaste, no te estás concentrado!" – Una rubia pecosa hizo brillar un colmillo mientras recogía el balón de baloncesto.

– "Te dije que no soy bueno en los deportes" – El niño rubio desvió la mirada, resignado.

– "¡Te estás rindiendo antes de intentarlo!" – La rubia se colocó a su lado y levantó el balón por encima de su cabeza – "Solo debes mirar fijamente tu objetivo e ir por él" – Luego de observar por tres segundos el cuadro del tablero lanzó encestando – "Ahora tú".

Shinji iba a replicar cuando sintió aquellas ásperas pero cálidas manos acomodar el balón entre las suyas y elevarlas por encima de su cabeza. Observó el cuadro en el tablero y apenas ella le soltó las manos él lanzó y encestó.

– "Te lo dije" – la rubia sonrió, ¿Estaba feliz por qué él había encestado? – "Ahora intenta hacer diez de esas para pasar al área de tres puntos".

– "¡Sí!" – el niño pudo encestar 10 veces seguidas, algo nuevo para él. Quedaron en practicar el tiro desde un área de tres puntos al día siguiente – "Gracias" – Le dijo antes de despedirse.

– "¿Por qué me agradeces?" – Comiendo rápidamente la barra de chocolate que el niño acababa de regalarle.

– "Normalmente las personas no creen en mí" – Shinji la miró complacido de saber que a ella le gustó aquella barra de chocolate.

– "Supuse que podrías hacerlo cuando te encontré espiándome, y no me equivoqué" – Riendo algo macabramente – "Sarugaki Hiyori jamás se equivoca".

Tiempo actual

El partido terminó en un desastroso 72 a 72, debido a las faltas el equipo de Hokubei tenía cuatro tiros libres que lanzar, dos del área de 1 punto y 2 del área de tres puntos. Hiyori estaba demasiado adolorida, recibió un fuerte golpe en el hombro derecho al caer, así que el entrenador Urahara prefirió hacerla descansar, pero no contó con que las demás chicas del equipo estaban demasiado aterrorizadas y fallaran los dos tiros del área de tres puntos.

– "¡Maldición!" – Hiyori se puso de pie, solo necesitaban que acertaran un tiro y las otras habían fallado – "¡Denme el maldito balón!".

– "Espera Hiyori, estás muy lastimada, debemos hacer que un médico te revise el hombro" – Urahara intentó detenerla pero ella avanzó hasta el área de tiro. Los equipos tanto femenino como masculino de Hobuku la apabullaron. Ella se colocó en el área de un punto, lista para el tiro, cuando sintió un mareo… "maldito dolor, ahora no", pensó mientras sacudía la cabeza.

– "¡No te rindas, Sarugaki–san!" – Tesla gritó con todas sus fuerzas desde las graderías. Los demás chicos del equipo de Hokubei empezaron a darle ánimos.

– "¡Concéntrate, tú puedes!" – Finalmente Shinji rompió su silencio. Hiyori dudaba, y ella no era ese tipo de persona – "¡Recuerda SARUGAKI HIYORI JAMÁS SE EQUIVOCA!".

Aquellas palabras eran todo lo que Hiyori necesitaba, el pitido del árbitro anunció el tiro y el triunfo de Hokubei, aunque quedaba otro tiro, nadie lo creía necesario, el equipo femenino de Hobuku había perdido y quedaba eliminado del torneo. La banca de Hokubei se llenó de hurras y vivas, las chicas y los chicos se reunían para celebrar, Hiyori intentó unirse al grupo cuando volvió a sentirse mareada.

– "¿Sarugaki–san?" – Tesla logró sujetarla del brazo, evitando que cayera, la ayudó a ponerse de pie y notó lo pálida que se encontraba – "¿Quieres que te acompañé a la enfermería?".

– "Gra…" – Hiyori no pudo completar su respuesta. Cierto rubio se encontraba a su lado, sujetando a Tesla del brazo.

– "Suéltala" – Shinji miró aTesla con mucha frialdad, hasta daba miedo, Tesla se apartó unos pasos – "Yo la llevaré".

– "Yo puedo ir so–la… ¡Hey! ¿Qué haces? Bájame ahora" – Shinji la había levantada estilo matrimonial y la llevaba fuera del lugar, hacia la enfermería.

– "Tu hombro no está bien, tonta" – La voz de Shinji era fría, como si estuviera enfadado.

– "Le pediré al entrenador un ungüento o algo, así que bájame" – El ruido del campo de baloncesto quedó atrás, ahora estaban por un poco transitado pasillo, rumbo a la ambulancia estacionada a unos 50 metros, unas cuentas gotas de lluvia cayeron sobre ellos, al notar que el chico no tenía intenciones de soltarla, empezó a golpearlo con los puños y con patadas – "¡Suéltame!".

Shinji no quería soltarla. Trató de eludir los golpes de la rubia, y en medio del forcejeo, llevado por un impulso, acercó su rostro al suyo y la besó. No fue el beso romántico de los shoujos ni el beso apasionado de dos amantes, fue un beso torpe, cargado de confusas emociones. Hiyori le mordió el labio para aprovechar el desconcierto de Shinji para liberarse:

– "¿Por qué… por qué hiciste eso?" – Hiyori se alejó un par de pasos de él.

– "Me gustas" – Susurró Shinji, totalmente sorprendido por el reciente descubrimiento.

– "¡QUE!" – Hiyori sintió los latidos de su corazón acelerarse aún más, ¿Había escuchado mal?

– "¡Tú me gustas, Hiyori!" – Shinji lo dijo prácticamente gritando, tratando de asimilarlo y esperando que ella lo entendiera también. La lluvia empezó a caer con fuerza.

– "Olvídalo, ¿Si?" – Hiyori inclinó la cabeza, se sentía extraña, confundida.

– "¡¿Por qué?!" – Shinji intentó acercarse a ella pero ella retrocedió unos pasos más.

– "Lo siento pero… a mí me gusta otra persona" – Hiyori se alejó corriendo y fue directo hacia la ambulancia. Shinji se quedó inmóvil, de pie en medio de aquella tormentosa lluvia. "¿Por qué está pasando esto? Acaso… ¿A Hiyori le gusta ese rubio de la preparatoria Nishiki?" sintió un fuerte dolor en medio del pecho, y hasta sintió que le costaba respirar.

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5 años atrás

Aquella mañana el cielo estaba nublado, y no tardó en enviar gruesas gotas de lluvia, la mayoría de niños decidieron permanecer en sus aulas, pero él no, había puesto mucho empeño en elegirle un regalo de cumpleaños para mono salvaje y esperaba con ansias el receso para entregárselo, atravesó el patio en medio de aquella lluvia, deseando verla sonreír de nuevo, pero su viaje hacia la barda que colindaba con la primaria femenina de Shinto fue interrumpido, tres chicos más grandes, probablemente de secundaria acompañados del chico del incidente de la pelota de fútbol del otro día, le cerraron el paso.

– "¿A dónde vas, bola de grasa?" – Uno de ellos lo tumbó al suelo de un golpe. Él no tardó en ponerse de pie – "Vaya que sorpresa, así que tienes agallas" – Enviándolo contra una pared cercana con una patada – "Al menos no rebotas como una pelota" – se burló, los demás se echaron a reír.

– "Déjenme, yo no les he hecho nada, ni siquiera los conozco" – Shinji se armó de valor, pero los otros solo empezaron a reír aún más.

– "Apenas te hemos dado dos golpes y ya estás suplicando, eres un cobarde, gordo marica" – Dos de los chicos lo sujetaron de los brazos mientras el más grande le empezó a dar puñetazos en el abdomen. Shinji sintió que le costaba respirar – "Vaya, esto es divertido, al menos sirves como saco de boxeo" – comentó con sorna el joven más grande, hizo una pausa y encendió un cigarrillo mientras maldecía el clima, Shinji miró suplicante al chico de su misma edad, era la primera vez que le golpeaban tanto, pero el niño le ignoró y le habló algo al oído a su maltratador – "Tienes razón" – mostrando una macabra sonrisa – "Siempre quise saber si la piel puede ser un buen cenicero" – Y tomando la colilla del cigarrillo que estaba fumando se acercó a Shinji.

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Tiempo actual

Una lluvia torrencial empezó. Los afortunados que llevaban paraguas se fueron raudamente a sus casas mientras los otros esperaban que alguien viniera a recogerlos o que la lluvia cesara. Sui Feng recorrió los pasillos de la preparatoria, llevaba puesto un abrigo y una bufanda y sostenía un paraguas entre las manos. El salón de clases estaba vacío así que fue hacia el club de caligrafía pues en días lluviosos los clubes deportivos preferían suspender sus actividades. Se topó con un grupo de estudiantes de primer año que la saludaron y bajaron las escaleras, bueno era de esperarse, todos querían volver a la calidez de sus hogares. Llegó frente a una puerta rotulada con un cartel con la más impecable caligrafía, no se tomó la molestia de llamar, simplemente entró:

– "¡Te encontré!" – Sui sonrió triunfante y caminó hasta quedar frente a Byakuya – "Nos dieron libre la última hora por la lluvia".

– "Lo sé" – Byakuya respiró hondo, Sui no era consciente de la forma en que interrumpía su concentración, así que hizo a un lado la pieza de caligrafía en la que estaba trabajando – "No traje paraguas".

– "Lo supuse" – Sui levantó el paraguas que sostenía – "Podemos compartir el mío, ¿Quieres, Byakuya?".

Byakuya sonrió. Una vez más, su novia le sorprendía. Se puso de pie y la besó con ternura en la frente. Sui se puso roja, como un tomate.

– "Vámonos, Shaolin" – susurró mientras le quitaba el paraguas y entrelazaba sus dedos con los de ella para salir al pasillo, caminando tomados de la mano.

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Awwwww, vi el capítulo demasiado tenso y decidí añadir ese párrafo final, ¿Acaso pensaron que todo seguía igual en la preparatoria mientras se realizaba el torneo de baloncesto? Pues no, muhahahaha cof cof… etooo, siento mucho las escenas de bullying, pero eran necesarias para entender a Shinji, Tesla solo es un personaje circunstancial pues si se dan cuenta es inofensivo, claro que Shinji piensa otra cosa, y aquí aproveché para profundizar en los sentimientos de Kiyone y Sentarou, aunque claro que se dieron cuenta jejejeje, espero que pese a todo les agrade el capítulo y les sorprenda aún más, Frany H.Q. , PekeLunaNegra; Escarlata10; Haibara20, Mizu Fontenier, black angel n una vez más gracias por las reviews, por ahora el único auto spoiler es que en el siguiente capítulo se explicará lo que pasó en Hakubei mientras el club de baloncesto estaba fuera, así que cuídense y nos leeremos algún día.

Kisses

Milly–chan / Maryeli

07 de enero 2016… el presente de bajada de reyes un día tarde :3

PD: Fic subido sin revisión, disculpen las faltas ortográficas :P

:P