Título: Todo gracias a una elección (lo mío no es poner títulos a los fic, lo siento)

Parejas: De momento será un Naruhina, más adelante veré si incluyo alguna otra pareja.

Resumen: Después de acabar con la 2º prueba de los exámenes chunnin, Naruto busca a su sensei para que le ayude a entrenar solo para ser rechazado por éste. Desanimado, tampoco acepta la oferta de Ebisu y decide renunciar, hasta que alguien se cruza en su camino y le hace una proposición.

Los personajes no me pertenecen, son propiedad de Kishimoto-sempai (excepto Keiko que es mía)

Pensamientos

Conversaciones

Kyuubi


CAPÍTULO 1

Naruto, tengo cosas que hacer así que no puedo entrenarte este mes.

Naruto se quedó mirando a su sensei en el pasillo del hospital mientras le pedía que le entrenara para la final del examen chunnin. ¿Qué significaba que no podía entrenarle ese mes? Él tenía que entrenarle, iba a combatir contra Neji Hyuuga, el genio, el prodigio, ¡el hombre que casi mató a Hinata! Estaba seguro de que si fuera Sasuke el que le pidiera que le entrenara estaría de acuerdo sin pensarlo dos veces. Bueno, Kakashi era en realidad más propenso a pedir a Sasuke si le gustaría entrenar, como hacía siempre durante las sesiones de práctica. En ese momento fue cuando cayó en la cuenta de algo y señalando acusadoramente le gritó.

- ¡Aaah! ¡Lo tengo! Vas a entrenar a Sasuke ¿verdad?

Naruto ignoró las miradas de desaprobación que le enviaron dos enfermeras al oírle gritar. Probablemente esas miradas estuvieran dirigidas al hecho de que él estuviera en el hospital y no a que gritara en voz alta. Estaba seguro que aunque lo hubiese dicho en voz baja, también habría notado esas miradas de toda la gente estúpida. Sin embargo, el destello de desaprobación en el ojo visible de su sensei era mucho más doloroso que cualquier reprimenda de extraños.

¿Por qué no podía hacer orgulloso a Kakashi-sensei al igual que Sasuke-teme o Sakura-chan? No, no, Kakashi-sensei estaba orgulloso de él, era simplemente que no se lo decía con mucha frecuencia ¿no?... ¡Bah! No podía pensar cosas así, Kakashi-sensei no era como los demás profesores de la Academia, estaba orgulloso de Naruto y le importaba que se convirtiera en un buen ninja. Por supuesto que le importaba ¿no?

Pero aún así no pudo dejar de pensar que él lo estaba abandonando cuando le había pedido su ayuda para entrenar, le acababa de decir que iba a entrenar a Sasuke-teme e iba a dejar que él fuera vencido por Neji durante su combate… ¡Eso debía ser! ¡Kakashi-sensei probablemente ya había apostado a que el genio Hyuuga ganaría su pelea! Después de todo, no esperaría que él, el último de la Academia, el bocazas y sin talento derrotara al gran Neji Hyuuga.

- Vamos, no te enojes. He encontrado un profesor mucho mejor para ti que yo.

¿Un mejor maestro? ¿Quién podría ser mejor que Kakashi-sensei? Él era el ninja copia, el portador del sharingan, el hombre que sabía más de mil jutsus. No había nadie mejor que él. Pero podría preguntarle quien era aquel sensei del que estaba hablando y después tratar de convencer a su sensei que él era mejor y que debía entrenarle.

O tal vez… ¿Y si hacía caso de su sensei y aceptaba entrenar con aquel que le había elegido? Tal vez si fuera más obediente lo escucharía como a sus compañeros y estaría más orgulloso de él, a pesar de que ya estaba orgulloso de él. Pero aún así… ¿de quién estaría hablando?

- ¿Quién? –preguntó vacilante el rubio-.

- ¡Ese sería yo! –dijo una voz detrás de él-.

Naruto volvió la cabeza al escuchar una voz familiar que no podía ubicar en aquel momento. Vio a un hombre bastante alto con el pelo marrón oscuro que llevaba una camisa azul jounnin y unos pantalones también azules con vendas alrededor de sus pantorrillas. Su postura era rígida y en su rostro llevaba unas gafas de sol de montura circular. Su pelo corto estaba casi completamente cubierto por un pañuelo del mismo tono que el de su ropa y tenía su protector de frente cosido a él.

Parecía muy familiar por alguna razón y Naruto sabía que había conocido a aquel hombre en alguna parte. Espera un momento… ¡él fue el maestro de Konohamaru, el pervertido de armario! Abrió los ojos en reconocimiento cuando recordó el último encuentro que había tenido con el hombre. Este hombre tenía los mismos ojos que los demás, aquellos ojos fríos y de odio. No había manera de que le fuera a entrenar sin recibir algo a cambio, él era igual que sus antiguos maestros de Academia, excepto Iruka.

Naruto giró su cuerpo por completo y señaló al hombre indignado, con los ojos abiertos de incredulidad al ver que ese hombre fuera el que su sensei había escogido para que lo entrenara durante aquel mes. Tal vez si ese pervertido de armario se negaba a entrenarlo, Kakashi-sensei no tendría más remedio que entrenarlo.

- ¡Aaaah! ¡Tú eres el pervertido de armario!

La mandíbula del hombre se tensó ligeramente y sus dedos empujaron sus gafas de sol más arriba de la nariz, pero a parte de un simple comentario en cuanto a su educación, no hizo ningún otro comentario de ira o venganza contra Naruto por su arrebato.

¿Qué demonios? La última vez que vio a este tipo, probablemente lo habría regañado o fulminado con la mirada ¿por qué no estaba haciendo eso ahora? De cualquier forma no importaba. Ese tipo era como los demás, él no entrenaría a Naruto en serio o le entrenaría de forma equivocada a propósito. Todos menos Iruka-sensei y Kakashi-sensei lo hicieron. Pero entonces recordó que su sensei tampoco lo había entrenado en nada normalmente y el pervertido de armario parecía que no lo odiaba abiertamente más…

Oh… ahora lo entiendo… está actuando de forma agradable porque Kakashi-sensei está presente.

El pervertido de armario volvería a la normalidad una vez que su sensei se fuera. Así que ese era su juego… Pues no iba a funcionar, Naruto le cabrearía ahora y ese pervertido mostraría su verdadera cara. Después Kakashi-sensei se daría cuenta de que ese hombre no era bueno y no tendría más remedio que entrenarle a él también.

- ¿Por qué? ¿Por qué este tipo va a ser mi entrenador? ¡Es más débil que yo para empezar!

¡No había manera de que ese pervertido de armario no se defendiera ante ese golpe! Naruto fue el último de su clase, y al decir que él era peor que él mismo, se enojaría. Básicamente le estaba diciendo que era un completo inútil. La última vez que Naruto se había reunido con el hombre, se enfureció cuando dijo algo similar.

¿Por qué no estaba furioso ahora? Una vez más, no hubo amonestación ni regaño, solo había una ligera mueca en el rostro del hombre donde antes había una expresión neutra. Kakashi-sensei habló entonces por primera vez desde que llegó el pervertido de armario, sin embargo aquello no era lo que estaba esperando oír.

- ¿Qué?

No había nada más. No hubo interrogatorio en la mirada de su sensei, ninguna sospecha repentina hacia el pervertido de armario, ni nada. Solamente una mirada en blanco que mostraba total indiferencia.

Su aparente indiferencia solo contribuyó a que Naruto estuviera aún más enfadado. El cuerpo del rubio temblaba entre la ira y la tristeza. En primer lugar Kakashi-sensei le dice que no puede entrenarlo, después le deja a cargo de ese pervertido de armario que le odia y ahora que estaba tratando de mostrarlo, Kakashi-sensei ni siquiera le presta atención. Aunque tal vez el hombre ya no lo odiaba más, de todas formas no había hecho nada que apuntara a esa dirección.

Bien, así que solamente tenía que seguir adelante, seguir presionando botones para que el pervertido de armario se enfadara y así mostrar a Kakashi-sensei porque él era el único que podía entrenarle.

Tal vez si lo avergüenzo voy a demostrar lo mucho que me odia

- Porque, ¡porque sí! La última vez, cuando usé mi Harem no jutsu contra él…

Aquella reacción por parte del pervertido hubiera sido la última que esperaba. Ebisu se puso completamente tenso y sus manos temblaban de pánico. Su mandíbula cayó ligeramente y de forma rápida se precipitó hacia él antes de que pudiera acabar su frase. En cuestión de segundos, había cubierto con su mano la boca de Naruto mientras que el otro brazo lo retenía para que no se moviera. Comenzó a agitarse rápidamente para poder escapar de aquél que le retenía.

Había estado en esa posición antes, alguien lo retenía por detrás mientras otros le daban puñetazos en el estómago y en la cara. Aunque sabía que no tenía nada que temer, ya que el Hokage enviaría a sus agresores directamente a Ibiki Morino, la respuesta a esa acción aún estaba arraigada en él. Trece años de ser atacado por matones y borrachos había dado lugar a una fobia al contacto físico, excepto sino era parte de una formación o un combate. Naruto solamente pensaba en como librarse de aquel pervertido, pero recordó que él era un jounnin. Ese hombre podía cortarle el cuello en un santiamén, al igual que el dueño de una de las tiendas de armas que lo había amenazado si volvía allí para comprar algo.

Se obligó a dejar el pánico a un lado y su mente comenzó a pensar conscientemente de nuevo.

¡Allí! ¡Allí estaba! El tipo estaba prácticamente asfixiándolo y Kakashi-sensei podía ver claramente como ese hijo de puta era igual al resto de la aldea y que no se podía contar con él para que le entrenara. Es probable que lo matara en un "accidente" durante su formación, al igual que el maestro de su primer año de Academia le dijo que le ocurriría. Así que… ¿Por qué Kakashi-sensei no estaba haciendo nada? ¿Por qué no paraba al pervertido de armario? Estaba allí, de pie, con las manos en los bolsillos, solo que ahora hubo un pequeño destello de interés en su ojo ¿interés en qué? ¡Por el amor de Kami! ¡Ese pervertido estaba estrangulándolo!

- ¿Harem no jutsu? –preguntó con su acento típico vago-.

¿Eso era en lo que estaba interesado? ¿Me estoy muriendo delante de él y solo quiere saber sobre mi Harem no jutsu?

Con la boca cubierta, Naruto aún no podía expresar sus pensamientos enfurecidos, sin embargo Ebisu rápidamente trató de llevar aquel tema hacia otro lugar.

- Oh no, no es nada, de verdad.

Una vez dicho esto, Ebisu le quitó la mano de la boca y lo soltó, por lo que se alejó rápidamente de él. ¿Por qué Kakashi-sensei no estaba haciendo nada? Naruto entrecerró los ojos y echó una mirada a su maestro.

Lo que vio hizo que se diera cuenta de una gran verdad.

Kakashi aún no se había movido. No había movido su postura, no se había movido para darle un gesto tranquilizador, no se había movido para ayudarle. Su mirada tampoco había cambiado. No hubo brillo de protección, ningún ojo sonriente para hacerle creer que todo estaba bien… nada. Allí estaba, indiferente… completamente indiferente a lo que ocurría…una mirada aburrida…

Eso era todo ¿no? A Kakashi-sensei no le importaba. Le había traicionado al negarse ayudarle.

Sin embargo… no quería renunciar a Kakashi. Quería el respeto del hombre, quería que estuviese orgulloso de él, quería que lo mirara y le dijera a todo el mundo que él era su estudiante. Pero un último vistazo a su ojo, ese ojo indiferente a lo que estaba pasando, hizo que tomara su decisión.

- Está bien.

Kakashi dejó de prestar atención a Ebisu y su mirada se dirigió hacia Naruto. Sus cejas se ampliaron levemente antes de que volviera a su lugar habitual y su cabeza se inclinó ligeramente en un gesto de interrogatorio, pero la misma mirada aburrida aún seguía allí.

- ¿Qué fue eso Naruto? – Kakashi tenía que volver a escuchar aquello que el rubio había dicho. No era posible que su estudiante rubio aceptara algo así como así sin que luchara insistentemente para que las cosas cambiaran-.

Ebisu se encontraba en un estado similar de choque, aunque el suyo era más legible. Sus cejas estaban levantadas, su boca ligeramente abierta y su cabeza inclinada hacia Naruto, como si tratara de averiguar si había escuchado bien. Sus pensamientos eran iguales a los de Kakashi, pero con una razón diferente.

¿Por qué el niño estaba de acuerdo? La última vez que había estado con el buque del zorro, no había hecho otra cosa que burlarse de él. Por supuesto, después de pasar algún tiempo con Konohamaru se dio cuenta de que Naruto era más de lo que parecía, había sido una muy buena influencia para el nieto del Tercer Hokage y le había inculcado su deseo de trabajar duro, pero no había manera de que Naruto supiera que había cambiado su punto de vista hacia él. Lo que quería decir… había algo más que estaba sucediendo y él iba a saber por qué. No había forma de el niño simplemente dejara que fuera entrenado por alguien que creía que lo odiaba, alguien que lo había llamado un fracaso en su último encuentro.

Naruto sabía que los dos ninjas le miraban y que él no había contestado a la pregunta de Kakashi-sensei. Bajó su cabeza para que no se viesen sus ojos. No quería que Kakashi le viese así, no quería mostrarle debilidad.

Pero dolía, dolía renunciar a la esperanza de que Kakashi-sensei fuera a verlo como un igual a Sasuke-teme. Por un momento pensó en aceptar la oferta de Ebisu pero recordó que el tipo le odiaba y que seguramente estaba haciendo esto por un favor a Kakashi-sensei. Fue en ese momento en el que se dio cuenta de que estaba solo y que no tenía a nadie… tal vez era lo mejor renunciar.

- He dicho bien. No hace falta que me entrenes este mes, ni tampoco el pervertido de armario. Tengo a alguien en mente que podrá entrenarme así que lo mejor será que me vaya, estaré bien –y sin esperar una respuesta, comenzó a caminar por el pasillo hacia la entrada del hospital-.

Kakashi y Ebisu miraban en silencio como el muchacho se alejaba en silencio. Cada uno de ellos se encontraba inmerso en sus propios pensamientos relacionados con el gritón rubio. Era muy inquietante que no hubiese actuado como un bocazas en la última parte de la conversación, y ninguno de los ninjas estaba muy seguro de qué hacer.

Ebisu observó al muchacho vestido de naranja doblar una esquina del vestíbulo, con una expresión de confusión y curiosidad. Sabía que algo importante había sucedido y él sabía a ciencia cierta que se debía a su sensei Kakashi.

- ¿Qué esta pasando Kakashi?

Kakashi, mientras su rostro seguía mostrando la misma mirada aburrida, estaba experimentando una mezcla de sentimientos, en las cuales giraba la culpa y el arrepentimiento. Sabía por qué el niño estaba molesto, es comprensible. Naruto le había pedido formación y había sido rechazado. Fue penoso… sin embargo, haber visto a Naruto actuando así… nunca lo hubiese imaginado. Normalmente gritaba y se quejaba durante horas, hasta que se daba cuenta de que no iba a conseguir nada. Aquella reacción lo había dejado sin palabras.

Sin embargo, Kakashi realmente quería ayudarle, él sabía que necesitaba ayuda si no quería quedar en ridículo con el genio Hyuuga, es por eso que había acudido al salón jounnin para pedir que alguien entrenara al rubio mientras él ayudaba a Sasuke. Sorprendentemente, Ebisu se ofreció como voluntario. Todos en aquel salón se habían sorprendido, ya fuera porque Kakashi estaba entregando a uno de sus alumnos a otra persona para algo tan importante como el examen chunnin, que no le hacía sentir mejor de lo que estaba haciendo, o porque Ebisu fue el que había accedido a entrenarle. El hombre había dicho durante años que el chico carecía de valor, que era un fracaso y que solo era cuestión de tiempo que el Kyuubi influyera en su mente para terminar su venganza.

Kakashi había esperado a alguna otra persona para entrenar al chico, ya que sospechaba de Ebisu. Sin embargo, nadie más se había ofrecido como voluntario por lo que no había tenido más remedio que aceptarlo. Le había preguntado el por qué quería entrenarle y solamente le había dicho que "He visto algo en él que no muchos tienen". Después de eso se había negado a decir nada más. Al parecer el jounnin parecía sincero en su deseo de formar a Naruto y Kakashi aún se preguntaba qué demonios había querido decir aquel hombre con aquello.

Sin embargo eso no evitó que aquellos pensamientos de culpa y arrepentimiento siguieran en su cabeza.

Sasuke necesitaba su formación por muchas razones. Iba contra Gaara del Desierto, un muchacho que había matado a una docena de personas en el segundo examen y que no dudaría en matar a Sasuke si era necesario. Kakashi se lo debía al chico como su jounnin-sensei o por lo menos entrenarlo para que sobreviviera al partido.

En segundo lugar, si Orochimaru efectivamente le hubiese prometido poder a Sasuke, debía demostrarle que podía ser lo suficientemente poderoso como para matar a su hermano si se quedaba en la hoja. Luego estaba el hecho de que también se lo debía a Obito, debía ayudar a su último pariente vivo. Por último, el Consejo de Ancianos esperaba que el último Uchiha estuviera preparado para convertirse en chunnin en el próximo mes y que llegase a la final. Además, esperaban que el ninja copia le ayudara.

Una de las razones por las que no entrenaba a los dos era, aunque no lo admitiría ante nadie y menos ante Naruto, que él creía que Naruto simplemente no estaba preparado para convertirse en chunnin. Era demasiado imprudente, demasiado bocazas y no tenía talento para sobrevivir si se le mandaba en misiones solitarias. Sabía que si el rubio perdía en los exámenes chunnin sería un golpe bajo para su autoestima, pero si eso servía para mantenerlo con vida y fuera del camino de los demás hasta que estuviera listo para aprender a convertirse en ninja, entonces valdría la pena. Kakashi sabía que eso sería lo mejor. En ese momento recordó que Ebisu le había hecho una pregunta y decidió no prestarle atención. Sabía que aquello había sido una rabieta de Naruto y que pronto buscaría a Ebisu para que le ayudase con su formación.

No te preocupes Ebisu, es solo una pequeña rabieta. Estoy seguro que en cuanto se le pase, irá a buscarte para que le ayudes a entrenar. Solo tienes que esperar a que él venga a ti –y dicho esto, Kakashi se dio la vuelta y echó a andar de nuevo hacia la habitación de Sasuke. Necesitaba encontrar a un medico-nin o una enfermera que despertara a su alumno inconsciente-.

Ebisu permaneció allí durante unos segundos más, hasta que se encogió de hombros y siguió su camino. No se dio cuenta que una sombra que llevaba observándoles durante un tiempo, desapareció por el camino al que se había dirigido anteriormente el rubio.


A Kakashi-sensei no le importaba.

Tan pronto como él estaba fuera del hospital, Naruto empujó chakra en sus piernas y dio un salto a la parte superior de un edificio al otro lado de la calle. Tenía que alejarse de allí, de todos y estar solo. No podía dejar que la gente le viese triste y mucho menos que lo viese llorar. El sentía que los ojos le picaban cuando un pensamiento se repetía en su mente.

A Kakashi-sensei no le importaba.

Corrió y saltó por encima de las muchas casas, tiendas y calles hasta que llegó a los campos de entrenamiento en el otro extremo del pueblo, intentando mantener que las gotas saladas abandonaran sus ojos.

A Kakashi-sensei no le importaba.

Naruto llegó a un gran prado y siguió corriendo, a pesar de que no había nadie cerca. Llegó a una pendiente de aquel prado y empezó a correr hasta la pequeña colina, con ardor en sus ojos y ahora las lágrimas cayendo. Con su visión borrosa, no se dio cuenta de la piedra que sobresalía de la tierra. Lo siguiente que supo era que estaba de bruces en la hierba y la tierra, con todo su cuerpo estirado y temblando.

A Kakashi-sensei no le importaba.

Naruto decidió quedarse allí tumbado, mientras las lágrimas seguían cayendo de sus ojos. Kakashi-sensei no quería enseñarle, fue muy claro hoy. La aprobación de su sensei significaba más para él que cualquier otra cosa, y con desgarradora aceptación, se dio cuenta de que nunca había sido aceptado.

Debido que a Kakashi-sensei no le importaba.

Pero ¿Por qué? ¿Por qué no le importaba a Kakashi-sensei? Siempre intentó esforzarse muy duro, y aunque él no tenía el sharingan, no era un genio y tenía problemas con su control de chakra, tenía cierta habilidad y le sobraba determinación. Eso fue algo que vale la pena ¿no? ¿No lo decía aquel hombre de spandex verde todo el rato? ¿Qué un genio del trabajo duro era mejor a uno natural?

Entonces ¿por qué?

Kakashi-sensei le había dicho que eran un buen equipo. Kakashi había dicho que él siempre se preocupaba por sus compañeros. Eso era en lo que él y Kakashi estaban de acuerdo. Eran compañeros, profesor y estudiantes sí, pero todavía eran compañeros. Así que… ¿por qué Kakashi no le ayudaba? Él era parte del equipo, formó parte del equipo 7…

Así que ¿Por qué Kakashi-sensei siempre le daba esa mirada de orgullo a Sasuke-teme? Eso era todo lo que él quería, podría haber sido una mirada de falso orgullo incluso, pero solo quería pensar que estaba haciendo algo bien por una vez. Solo quería que lo felicitara alguna vez, que le dijera que estaba haciendo las cosas bien por una vez, que solo le dijera "buen trabajo, Naruto".

Estaba tan envuelto en sus pensamientos que no se dio cuenta de unos pasos no muy lejos de él.

De repente, pensamientos de todas las palabras que su sensei había dicho desde que se conocieron saltaron a su mente.

"Eres lento Naruto".

"No esperaba que te congelaras así, Naruto"

"¿No eres un poco raro en comparación con el resto?"

"Naruto, presta atención, tal vez puedas aprender algo"

"Parece que el que tiene mejor control de chakra es Sakura, bien hecho"

"Sus movimientos desperdician demasiada energía"

"Felicidades por despertar el sharingan, Sasuke"

"Naruto, necesitas trabajar tu control de chakra"

"Bueno Naruto, fuiste el que peor lo hizo de los tres, por tanto eres el que esta atado"

"Los más débiles son los primeros que se quejan"

"No caigas en una trampa obvia, idiota"

Cada recuerdo que tenía, cada vez que Kakashi no le ayudaba, cada vez que Sakura-chan le dio un puñetazo, cada vez que Sasuke-teme le eclipsaba… todo aquello se repetía como un disco rayado en su cabeza. Ahora las lágrimas se habían detenido, pero la sensación de tristeza y rabia aún seguía allí.

De pronto se puso en pie y gritó al cielo, dejando salir toda su ira, tristeza y frustración. Cuando acabó de gritar, se arrancó el protector de la frente y la estrelló contra el suelo. También arrancó su bolsa de equipo y la tiró colina abajo.

- ¡Si no querías entrenarme para ser un ninja desde el principio porque no me lo dijiste Kakashi-sensei! ¡Si no querías que estuviese en tu equipo desde el principio por qué coño no me lo dijiste!

Después de aquel arrebato, su voz adquirió un tono más suave, un tono que la mayoría de los que le conocían no hubieran creído ser posible que pudiera tener.

- Hubiera sido más fácil de esa manera. Estoy acostumbrado a ese tipo de cosas. Podría haber manejado eso. Yo habría sabido que pensarían en mí como un fracaso. No era necesario hacerme pensar que algún día podrías estar orgulloso de mí… Hubiera sido mucho más fácil…

- Siempre creí que Naruto Uzumaki deseaba convertirse en Hokage y que nunca se rendía por muchos obstáculos que tuviera delante ¿o acaso me equivoco? –dijo una voz femenina detrás de él-.

Naruto giró su cabeza rápidamente y vio a una chica que tendría la edad de su maestro Iruka, de pelo negro largo y ojos azules cristalinos mirándole con una sonrisa comprensiva. Vestía de una forma un poco extraña. Llevaba una camiseta blanca de tirantes y por encima un chaleco negro abrochado, también de tirantes, que no dejaba mucho a la imaginación. Unos pantalones negros que le llegaban un poco por encima de la rodilla y una especie de falda negra por encima, que por delante era más corta que sus pantalones y por detrás casi llegaba hasta sus pies. También llevaba unos guantes y unas botas negras y su protector de la hoja se encontraba atado a su brazo izquierdo, con una cinta roja. Llevaba la bolsa de equipo atada a su pierna derecha, aunque aquella falda también tenía varios bolsillos en los que seguramente llevaría cosas. Después de mirarle durante unos segundos más, se atrevió a contestar a lo que había dicho aquella chica.

- ¿Quién… quién eres tú y qué haces aquí?

- ¿Yo? –dijo acercándose a él y sentándose a su lado, cosa que le dieron ganas de salir corriendo- puedes llamarme Keiko y voy a ser tu sensei este mes.


He aquí mi nueva historia! Un Naruhina, pero advierto que tardará un poco en desarrollarse, Naruto no se va a enamorar de ella espontáneamente ni porque se da un golpe en la cabeza…

Quiero hacer una historia en la que se vea que Naruto madura poco a poco con una persona que le presta toda su atención y en la que se hace más fuerte cuando realmente alguien le entrena en serio.

Se que muchos pueden odiarme por lo de Kakashi pero en esta historia Kakashi se dará cuenta de que, en realidad, nunca se a preocupado por conocer a sus estudiantes y será de la forma más dura.

El personaje de Keiko es una invención mía que me gusta incluir en mis fic. En el otro que estoy escribiendo actualmente (Dimensión Paralela), Keiko es la hermana de Naruto y su aspecto físico es distinto. En ese fic, Keiko será una de las personas que guíen a Naruto en su camino y su aspecto físico es igual al de Tifa en el Advent Children, excepto sus ojos.

No voy a dejar, en ningún momento, el fic de Dimensión Paralela y espero que a éste también le den una oportunidad.

Me despido hasta la próxima!

Un besazo! ^^