James se dispuso a andar, y Sirius fue tras él. No cruzaron ninguna palabra hasta después de unos diez minutos de recorrido. Sirius rompió el silencio, cuando empezó a deducir a donde iban:

—¿Se puede saber a dónde me llevas?

—A la enfermería

—¡¿Qué! ¿De verdad piensas que estoy loco?

—No amigo para nada —James luchó para contener una risa—, lo que pasa es que pienso que no estás bien de la cabecita hoy

—¡¿Cómo voy a estarlo! —James paró en seco, justo frente a la puerta de la enfermería y se volteo para quedar frente a frente con Sirius, quien empezó a gritar—: HOY ME LEVANTE Y ¿SABES DÓNDE ME ENCONTRABA? ¡EN EL ÚLTIMO LUGAR AL QUE ESPERABA IR POR VOLUNTAD PROPIA! ¡ESTABA EN SLYTHERIN! ¡LUEGO ABRO MI BAÚL Y SOLO HAY UNIFORMES DE SLYTHERIN! ¡DESPUÉS VOY CON MIS AMIGOS Y ELLOS TAMBIEN ESTAN ES SLYTHERIN Y NI SIQUIERA SE ACUERDAN QUE TENÍAMOS APODOS SÚPER COOLS! ¡LA CHICA QUE TE ODIA DESQUICIADAMENTE EMPIEZA A COQUETEARTE!

Vio a James con toda la cólera que había guardado en la mañana, pero este lo miraba con total interés y ¿diversión? Continuó:

—¡LA PROFESORA MCGONAGALL CREE QUE TENGO PROBLEMAS DEPRESIVOS! ¡NO DESAYUNE Y LOS MALDITOS ELFOS DE LA COCINA NO ME QUISIERON DAR DE COMER! ¡VOY A HABLAR CON DUMBLEDORE Y EL VIEJO ESE NO SABE QUÉ ME PASA!—tomo aire y añadió—: ¡Y PARA COLMO SNAPE TRATA DE MATARME! ¡AUNQUE ESO FUE LO MÁS NORMAL DE TODO!

—Te olvidas de algo —dijo James cantarinamente.

—¿EL QUÉ? —gritó obstinado.

—¡FELIZ CUMPLEAÑOS SIRIUS! —dijo James mientras lo abrazaba efusivamente.

—¿Qué? —dijo Sirius totalmente confundido mientras empujaba a James

—¡Vamos! se supone que tenemos que entrar a la enfermería

—¡Espérate un momento!

—¿Ahora qué sucede?

—Tu…AAAAHHH… —se podía oír como las neuronas de Sirius hacían sus conexiones—. ¡Sabían de mi cumpleaños!

—Eh… claro ¿Cómo puedo olvidar el cumpleaños de mi mejor amigo?

—Y ustedes planearon todo esto ¿cierto?

—Si me dejaras llevarte a la enfermería, te podría explicar todo

—¡PRIMERO TE MATO Y DESPUES VAMOS A LA ENFERMERIA!

—¡QUE…! ¡No Sirius! ¡AAAAHHHH! ¡Remus! ¡Peter! ¡AYUDA!

Pero cuando los otros merodeadores salieron de la enfermería Sirius ya estaba encima de James y estaba tratando de hacerle una llave de lucha. Remus sujetó los brazos de Sirius, y Peter las piernas, y así entre los dos separaron a sus amigos. Sirius seguía pataleando en los brazos de los merodeadores, quienes lo llevaron a la enfermería y lo colocaron sobre una de las camillas, y en un casi imperceptible movimiento de la varita de Remus, Sirius estaba totalmente quieto. Bueno, ya no pataleaba pero seguía matando a todos los que tenía alrededor con la mirada.

—Sabía que esto podía pasar —comentó Remus—. Eres más terco que una mula, James

—Ya, yo conozco a Sirius… No, nos hará nada

—¡CLARO QUE SI! —dijo el aludido desde la cama—. ¡¿CREEN QUE DISFRUTE ESTE DIA! ¡SON UNOS MAL… — La varita de Remus volvió a actuar dejando a Sirius sin voz, pero este seguía moviendo la boca diciendo Merlín sabe qué en contra de sus amigos.

—¿Ves, Moony? Es incapaz de hacer nada —dijo James muy seguro. Remus le dedico una mirada asesina. — Bueno, creo que es hora de explicarle a Sirius lo que paso— dijo dirigiéndose a su mejor amigo.

—Veras Sirius… —comenzó Remus—. Decidimos hacerte una broma

—Indirectamente a Snivellus —apuntó Peter tratando de calmar a Sirius. Sorprendentemente lo hizo: Sirius dejó de tratar de gritar y los mirara con un extraño brillo en los ojos.

—Te devolveremos la voz cuando permitas explicarnos —dijo James—. Ahora bien, todo fue muy sencillo… pero nos costó lo nuestro para lograrlo… no sabes a cuanta gente tuvimos que convencer para ayudarnos…

—El más fácil fue Dumbledore —intervino Peter de nuevo

—Solo unas cuantas grageas de todos los sabores, ranas de chocolate y la mejor Hidromiel de Rosmerta —apoyó Remus.

—Y una vez que lo tuvimos a él, los demás profesores fueron pan comido —continuó James— McGonagall estaba demasiado dispuesta a molestarte, de hecho… —se encogió de hombros como quitándole importancia— luego con un poco de poción multijugos logramos dispersar la noticia por las demás casas… En Slytherin te odian amigo… bueno a todos, pero a ti más… Remus dijo que en Ravenclaw estuvieron dispuestos casi al instante… y según Peter los de Hufflepuff aceptaron en cuanto dijeron tu nombre… Después fuimos la sala común de Gryffindor y ¡adivina quien estaba allí! ¡Mi pelirroja! —dijo James eufórico—. ¡¿Y sabes que! ¡Nos ayudo sin protestar!

—James se realista —interrumpió Remus—, a ti no te quería ayudar…

—Pero al final lo hizo…

—Cuando le prometiste que no te ibas a meter con Snape… lo cual fue una mentira monumental

—¡Claro que no! El caso es que nos ayudo —concluyó James, obviando los comentarios de Remus—. Aceptó cuando le dijimos que te íbamos a molestar… y después empezó a reír, con una sonrisa en la que se veía muy hermosa, con esos ojos verdes…

—Prongs, te estás desviando… —dijo Remus, pero su amigo parecía no escucharlo. Sirius mientras tanto se reía a carcajadas (mudas) desde la cama de la enfermería—. El caso es que dijo algo como "Cuenten conmigo para molestar a Black" y se fue…

—De eso hace unas dos semanas —dijo Peter, y Sirius "callo sus risas" para mirarlos con verdadera curiosidad y sorpresa—. James ha intentado de todo, hasta le dijo que si trataba de besarlo iba a parecer más real, pero lo único que logro que hiciera fue unos cuantos coqueteos a cinco metros de distancia

—¡Pero me estuvo coqueteando! —dijo James uniéndose a la conversación de nuevo—. Se que pronto va a salir conmigo, así que ese es un buen comienzo…

—Bueno… —continuó explicando Remus—. Después fuimos a las cocinas y tuvimos que convencer a los elfos de que hoy no te dieran nada de comer y no te revelaran nada

—Pobres… con las ganas con las que siempre atienden a Sirius... —dijo James—. Después tuvimos que conseguir uniformes de Slytherin para todos los chicos de Gryffindor de séptimo, tarea fácil si sabes hacer hechizos de duplicación, luego solo tuvimos que idear un plan que fuera a la perfección con tus movimientos diarios… ¡amigo eres demasiado predecible! y finalmente planeamos como llevarte a los dormitorios de Slytherin sin que te dieras cuenta, tarea fácil pues hasta un muerto tendría más vida que tu durmiendo… gracias a Merlín no había ningún asqueroso Slytherin por allí que pudiera arruinar el plan…

—Todo fue demasiado sencillo… —sentenció Remus devolviéndole la voz a Sirius

Para sorpresa de todos cuando le devolvieron la voz a Sirius, este empezó a reír a carcajadas. Los otros tres merodeadores lo miraron extrañados, pues se esperaban casi cualquier reacción de Sirius pero no esa.

—¿Qué es tan gracioso, Padfoot? —se atrevió a preguntar James

—Es que… ustedes… son…brillantes —dijo entre risas

—Si… eh ya lo sabemos…

—Ven —dijo Remus— tenemos que llevarte al Gran Comedor, Sirius, la falta de comida elfica te afecta las neuronas

—Pero… —continuo Sirius tratando de controlar sus risas—. Me hicieron todo eso... ¿y de paso engañaron a Snivellus?

—En verdad Sirius, tu lo engañaste —dijo James con una radiante sonrisa—. Nosotros no hablamos con Snivellus en todo el día. Lo que quiere decir, que no falte a la promesa de Lily —dijo mirando a Remus con una mirada significativa

—Pero sabias que Sirius iba a decir eso… no te ofendas Sirius pero eres más que demasiado predecible

—No me ofendes… en realidad me siento muy pero muy bien. Nunca creí que iba a molestar a Snape sin siquiera saberlo. ¡Ya soy todo un profesional en la broma!

—Eh… —dijo James carraspeando—. Creo que la idea fue nuestra…

—Sí pero yo fui su punto de inspiración… —dijo como si de algo obvio de tratara—. Ahora Remus, amigo, puedes devolverme el movimiento de mi cuerpo… Gracias —dijo cuando su amigo licántropo lo hizo y se paro enérgicamente de la cama—. Pues creo que en el Gran Comedor me esperan, ¿me acompañan? —y salió por la puerta de la enfermería seguido por unos muy confundidos merodeadores.

O.o.o.o.o.o.o.o.o.o.O

Ya en la entrada del Gran comedor los cuatro amigos se detuvieron al ver a un torbellino pelirrojo dirigirse hacia ellos. James sonrió radiante cuando vio a Lily acercarse a ellos. Los otros tres se quedaron atrás, esperando a que el espectáculo empezase.

—¡POTTER! —bramó Lily mientras se detenía justo frente a James—. ¡Me prometiste que si te ayudaba no le iban a hacer nada a Severus! ¡Cual fue mi sorpresa cuando me fue a preguntar cuando me cambie a Slytherin! ¡Me prometieron que no lo iban a meter en esto!

—Cálmate, Lily —dijo James tranquilizador—. Nosotros no incumplimos nuestra palabra, técnicamente Remus, Peter y yo te prometimos que Snape no iba a estar dentro de esto...

—Pero yo nunca prometí nada, Evans —saltó Sirius en pos de su amigo— de hecho deberías tenerme convalecencia porque si mal no recuerdo, TU aprobaste todo esto y de paso ayudaste a engañarme, y si no me hubieran engañado yo no le hubiera dicho nada a Snivellus. En otros términos: es tu culpa —dijo con una carita de perrito abandonado

—¿Ves preciosa? —continuo James, lo que hizo que Lily lo asesinara lentamente con su mirada—. Nosotros no faltamos a nuestra palabra

—¡Además Snape trató de hechizarme!

—Me pregunto porque, Black, me pregunto porque —dijo Lily cortante, se dio la vuelta y entró en el Gran comedor. James se decidió en seguirla animosamente.

—Esos dos nunca van a cambiar —adujó Remus con tranquilidad—. Están hechos para estar juntos

—Si… —aprobó Sirius—. Mientras tanto, ¿quién quiere comer hasta más no poder?

—Y tu tampoco cambiaras nunca —dijo Remus mientras se encaminaba a la mesa de Gryffindor

—¡Bueno chicos! ¡Es mi cumpleaños! —gritó Sirius lo que provoco la risa de los presentes—. Y uno de los mejores que he tenido… —murmuró un poco más bajo con una sonrisa traviesa mientras abrazaba a Peter y Remus y se iban junto a James y su pelirroja.