Konnichiwa! :D Muchas gracias por sus reviews, son bien lindas.

Disclaimer: KHR! no me pertenece, es de Amano Akira


Amor: La expresión del alma.


― ¡Ahhh! ― se escuchó un grito varonil en la oscuridad de aquel escondite; dos amantes se encontraban con las luces apagadas, únicamente la luz lunar se asomaba a través de las cortinas semitransparentes de aquella base.

― Resiste un poco más, Gokudera… ― dijo otra masculina voz con sutileza y algo de dificultad.

― I-Idiota… ¡Duele! ― la luz se prendió, y permitió ver aquellos rostros varoniles apreciarse, uno de ellos tenía cabellos plata y gemas por ojos; otro cabellos negros y ojos marrón. Ambos en trajes negros con diferencia de sus camisas.

El albino fue quien prendió la luz, pues su amanten le estaba curando una herida del hombro recibida en una misión en China. La razón de estar a oscuras, es porque el albino no quería dejarse ver con el guardián de la lluvia en tan vergonzosa situación, como ayudarle a vendarse su brazo de un balazo.

Él es la mano derecha y no puede darse el lujo de mostrar debilidad frente a cualquiera; aún en contra de su orgullo y por no preocupar a Tsuna, le pidió a Yamamoto que le ayudará, pero este ― debido a la poca luz― le lastimo sin querer― .

― Pero Gokudera… me dijiste que apagara la luz― protestó inocente.

― Che… ― refunfuñó.

Las horas pasaron; las actividades, el papeleo, todo lo referente a la Familia por ese día había terminado; en esos momentos gozaban de una relativa paz; pues los Vongola ahora tenían varias alianzas con diferentes mafias, una de ellas; la mafia china, que sus heridas le costó a Gokudera; motivo por el que su novio se preocupaba por él de sobremanera.

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'Hayato… aún eres tan impulsivo; aún te desvives por Tsuna, pero sobre todo…'― el rostro japonés se entristece, detiene su andar. Al no escuchar los pasos de su pareja, Hayato se para también, ladea un poco su cabeza, esperando ver el motivo de aquel detener, pero no lo encuentra, únicamente observa al moreno con la mirada gacha en la lobreguez de la noche, entre uno de esos callejones sombríos que les llevan al departamento que comparten desde hace años.

― Hayato… ― murmura sin levantar la mirada, observando el inerte pavimento desgastado.

― Tsk, no me llames así fuera de … ― "¿casa?, puedo considerar ese lugar un hogar junto al idiota, no; aún nada es seguro; aún ese miedo de entregarme por completo me persigue". Chasquea mentalmente― ya sabes.

Se va caminando sin mirar atrás, el otro esboza una melancólica sonrisa, y le sigue.

― G-Gokudera… espera…

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Ambos llegan al departamento, Yamamoto saca las llaves con presura mientras el ojiesmeralda le observa extrañado frunciendo las cejas.

El ojimarrón se adentra, enciende las luces, y con una brillante sonrisa recibe a su amado.

― Hayato… Tadaima! ― 'Jeje, seguro eso lo sorprendió, siempre quise recibirlo así'.

El de cabellos plata no contestó, siguió se de filo, pasando de largo al moreno, no sin antes cerrar la puerta de la entrada de un azotó. Luego le miró por el rabillo de su ojo, observando la palpable tristeza de esos ojos almíbar.

"Che~, ¿qué le pasa? Siento como se me subió la sangre hasta la cabeza. Siempre tiene esos detalles para conmigo" el blanco rostro expresó culpa en su mirar― . "Sí continua con esa actitud hacia mi, no creo poder seguir siendo yo…; necesito ser firme… no depender ni confiar de nadie; excepto del Décimo, mi relación con Yamamoto es algo que se dio por circunstancias; nada más.

Es algo que un día acabará, pero que jamás me afectará; no puedo permitirme ese tipo de debilidad, no puedo proteger al Décimo y a ese idiota, así que por eso no puedo corresponder lo que siente, pero…".

― Intento de samurái― llamó la atención de este con esa ofensa en tono suavizado, acercó se a él, y en un susurro le incitó.

― Déjate de tonterías, y vamos a la cama― dicho eso se fue al cuarto designado. La incrédula expresión de su amante no daba lugar a nada más, posterior a ese acto cambió de nuevo al de dolor.

'Hayato, todavía no entiendes lo que siento por ti; es verdad que te deseo, que quiero estar contigo; pero aún estás tan lejos, este anhelo aún me carcome por dentro.

Te he tenido incontables veces, pero cada una de ellas desgarra mi corazón al saber que no eres mío.

Sé que aún no te entregas a mi por la desconfianza de tu alma, y porque no puedes abandonar a Tsuna, ¿por qué? ¿es tan importante ser su mano derecha?

¿Por qué aún no me entiendes? ¿de verdad no sientes nada más?

¿Por qué me entregas tu cuerpo, pero no tu corazón?'

Yamamoto Takeshi se oprimía su pecho tras las ropas, como si con eso detuviera aquel dolor inmaterial.

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― ¡¿Q-Qué haces? ― preguntó agitado el ojiverde al sentirse abusado, pues su pareja le aventó contra la cama, le desnudo mediante forcejeos y ahora le tenía como una presa frente a él; el rostro albino dio la vuelta, sin querer mirar a su amante.

― Esto es lo que quieres ¿no? ― la mirada dolida, pero seria del moreno mientras decía esas palabras no fue percibida por el ojiesmeralda ― Siempre tenemos sexo, pero…

Uno de los dedos del japonés entró con brusquedad a la pequeña cavidad pálida de su pareja. El albino gritó en dolor al sentir como otro dedo entraba en ese seco hueco de su ser, unas pequeñas lágrimas contenidas se mostraron.

"¡Maldición!, por qué carajos lloro sí no soy una mujer…" Pensó el medio italiano.

Gotas saladas empezaron a recorrer una de sus mejillas, resbalándose con delicadeza, pero lo más sorprendente es que no eran de él, sino que le pertenecían al guardián de la lluvia; así mismo sintió como aquellos dedos salían delicadamente.

Gokudera ensanchó los ojos al tiempo que su amante los encogía en sufrimiento, la imagen le recordó a la primera vez que le vio llorar en su departamento, pero esta vez era en silencio, era un dolor ahogado y se maldijo a sí mismo por no darse cuenta que hacia sufrir a la persona que se desvivía por él, mientras que él le insultaba o le hacía menos; pues sin darse cuenta había dado por hecho desde hace tiempo que siempre que le entregará su cuerpo al japonés, este le seguiría amando, pero ahora se percató de que no era así; había algo más que tal vez él no le podría dar, y por eso mismo Yamamoto ahora lloraba.

― Tsk, sí no eres feliz; ¡lárgate! ― Gritó intentando sonar molesto, pero fallo; el moreno le contempló por unos instantes en confusión y angustia, ¿lo dejaba ir? ¿por ser débil? ¿por llorar frente a él debido a que le ama?.

― H-Hayato ― las cejas encorvadas en agonía se mostraron, y la voz le temblaba.

"No puedo hacerte feliz, es mejor que te largues", pensó el hombre desnudo sobre las sábanas, se cubrió los ojos llenos de dolor y frustración con su brazo, pero Yamamoto no perdió de vista una pequeña gota que cayó en la blanca tela de aquella cama.

― No, aunque me pidas que me vaya, no lo haré ― dijo firme, con seriedad, como si se enfrentase a un adversario.

Su acompañante se levantó con un rostro sorprendido; Takeshi sonrió, empezó a limpiar las gotas de sal que salían de los ojos esmeralda, con sutileza.

― Hayato, no puedo irme porque te amo ― lo último lo mencionó en un susurro ― te amo tanto que duele saber que no eres mío.

― ¿De que carajos hablas? ― ahora ambos se acomodaban, sentándose en la cama.

― Jaja… bueno, siempre tenemos sexo, pero nunca hemos hecho el amor ― pronunció con torpeza las palabras.

La mirada inquisitiva cual gema se clavaba en su ser.

― Y sabes… yo quisiera tenerte de verdad, que me ames; no espero que sea igual como yo te amo, pero aunque sea un poco, aunque fuera una pequeña parte quiero ocupar un lugar en tu corazón; no que siempre sea Tsuna.

El albino suspiró.

― El Décimo es lo más importante en mi vida, no puedo ponerte en primer lugar.

'Lo sabía…' se dijo a sí mismo el samurái, con los ojos casi cerrados del pesar, no quería escuchar lo demás, pero tenía que. Gokudera no expresa lo que siente y esta era una rara oportunidad.

― El Décimo salvó mi vida y tiene un corazón puro… no puedo corresponder lo que sientes por mi de igual manera ― el flequillo blanco cubrió los ojos verdes― p-pero… pero…

Las palabras no salieron, se quedaron atoradas en la garganta, provocando una punzada, un hueco en el pecho del medio italiano; ahora era él quien sentía ahogarse en las emociones que no era capaz de mostrar, y por eso estaba a punto de perder al ser que ama, aún cuando no acepte ese sentimiento del todo.

― ¿Hayato?

― te… ― musitó.

― ¿Eh?

― Vete…

El corazón del samurái se quebró; observó la mirada ensombrecida de Gokudera y decidió irse por el bien de su pareja, pues eso era lo que deseaba.

― Mm…― el albino sintió se caer en la oscuridad, agachó más la mirada y se tapo con la sábana.

El moreno se levantó, se hincó frente a la persona que tenía delante de él; tomo la blanquecina mano, y sintió el pequeño temblor de aquellos dedos largos, finos, hermosos que le tocaron en varias noches de pasión.

Una melancólica sonrisa se postró en el rostro nippon, y de forma exquisita beso aquella piel de su amado, aquella mano suave que fue suya.

'Gokudera, perdóname… Pero me tengo que jugar nuestro futuro, sino lo hago; jamás estaremos juntos de verdad"

― Sayonara…

Antes de poder levantarse, unos finos labios se encontraban sobre los del ex beisbolista, este abrió los ojos, sonrió internamente y abrazó con fuerza a la persona amada.

"Aunque sea doloroso, aunque jamás digas que me amas, aunque nunca seas mío de verdad, no puedo dejarte…" pensó el japonés profundizando aquel beso.

'Aunque mi orgullo lo pierda, sólo por esta vez te diré lo que siento… pues el temor a perderte así es mayor que el miedo a entregarme a ti…' pensó el medio italiano explorando aquella humeda cavidad de su amante con pasión.

Aquella noche, así como hace una década, ambos hombres durmieron abrazados, sintiendo el calor mutuo, sin ir más allá, que el expresar sus sentimientos en susurros acompañados de la noche.

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Dos meses después…

― Hayato, tadaima

― O-okairi nasai ― dijo sonrojado, levantó la vista y gritó― ¡¿de qué te ríes idiota?

― Jeje, de nada

Takeshi se acercó con lentitud hacia el albino, depositó un suave beso en sus labios, le mordió el lóbulo, y le susurro cerca del oído con voz seductora.

― Esta noche quiero cenar a Hayato…

Se alejó de su novio, miró feliz esas mejillas enrojecidas y alcanzó a escuchar un chasquido y una ofensa en italiano que hizo agrandar su sonrisa.

― Esta noche lograré que digas que me amas― la sedosa voz dijo en desafío, pues hace dos meses creyó escuchar un suave "ti amo", que nunca confirmó, y que no se repitió; pero cada vez que ambos se unían a través de ese ritual pasional le soltaba aquel retó.

― Baka…

Una vez en la habitación, Yamamoto comenzó a besar con ternura a su amante, hasta llegar a los besos de pasión, ambos jóvenes sentados en la cama, uniendo sus labios con desesperación.

"Gokudera es tan sensual… nuestras respiraciones se sincronizan mientras nuestras lenguas juguetean la una con la otra, saboreando cada detalle del contrario, al alejarnos por la falta de respiración, observó un hilillo de esa brillosa saliva salir y posarse cerca de los labios de Hayato; así que me acerco y comienzo a lamer esa parte de su cuerpo, el gime un poco y me suelta un 'idiota'.

Empiezo a sentir un dolor en mi entrepierna, aún es muy pronto, pero verdaderamente Hayato me excita con esos gestos, con esas pequeñeces de las que no se percata, pero que me vuelven loco.

Siento como la ropa nos estorba, así que mientras introduzco el lóbulo de su oreja en mi húmeda boca, empiezo a desabrochar su camisa con lentitud; el percibe mi ansiedad, y hace los mismo con mi camisa azul.

Una vez nuestros pechos están expuestos, lo beso nuevamente, mis manos recorren su espalda, desde la nuca hasta donde comienza ese pantalón oscuro que ahora me estorba, pero todo con calma, me gusta mimar e incitar los gemidos del dueño de mi corazón.

Mi lengua saborea con exquisitez el cuello pálido, lo lamo una y otra vez, mientras una de mis manos juega con uno de sus pezones, lo jalo un poco, y logró escuchar esos sensuales sonidos que salen de su boca, la cual apreso nuevamente con mis labios y mi mano se dirige hacia el otro pezón, excitándolo, jugueteando con el lentamente.

Dejó esos labios, de los cuales nuevamente sale la saliva de ambos, pero esta vez no me detengo a saborearla, sino que introduzco mis dedos en aquella cavidad, masajeando la lengua de Gokudera, sintiendo esa humedad con mis dedos. Mis labios besan delicadamente esos pequeños bultos semi-cafés, luego introduzco uno de ellos en mi boca, saboreándolo como un manjar para mí, pues así lo es.

Sacó los dedos de su húmeda cavidad, y comienzo a dirigirme hacia su parte baja que se comienza a abultar así como la mía; pero mis tratamientos serán después, lo primero es Hayato.

Nuevamente beso sus labios con deseo, y recorro su cuerpo con pequeños besos hasta llegar a la parte más abultada; aún con ese pantalón oscuro que me impide contemplarlo completamente, le muerdo el bulto con delicadez sobre la tela; él gime y me lanza otro "Idiota…Ahn… ¿qué …carajos haces".

Desato su cinturón de cuero; lo tiró al piso, sacó lentamente su pantalón, y demás tela que me estorba, contemplando así el miembro casi erecto de mí amante, siento como tiembla un poco debido a la excitación y a la sueva brisa que acarició su sexo.

Me deshago de mis prendas con rapidez, no quisiera que Hayato pierda el interés, sé que viene cansado de acompañar a Tsuna a China por una nueva alianza.

Rozo sus labios con mi lengua, y le susurro un "Aishiteru…"; él solo gruñe y me dice "apúrate", jeje, sé que le gusta que le consienta, pero jamás lo dice.

Mis manos tocan su tórax, y en mi boca introduzco su masculinidad como si de un dulce se tratara, lamo la parte de la cabeza con cuidado, me encantan los gemidos que saca, pero intenta detenerme; yo prosigo con mi labor, succionó una y otra vez aquel miembro hasta que siento un líquido pasar a través de mi garganta, saboreó mis labios, pero no beso a Hayato, pues temo que no quiera probar de su delicioso sabor; así que tomo un poco de gel para preparar el área semi-rosada en la que voy a entrar.

Entre gemidos, Gokudera chasquea la lengua, es tan lindo cuando hace eso por timidez; de verdad que esos gestos me encantan, sonrió un poco, para después concentrarme en aquel pequeño hueco de su ser.

Conociendo la personalidad de mi amado, me acercó a él, le susurro con algo de dificultad que necesito abra las piernas, se sonroja, voltea su rostro; no puedo resistir y beso su frente, sé que debería de tomar sus labios, pero no puedo, no aún.

Insertó uno de mis dedos en su cavidad y comienzo a moverlo con lentitud para no lastimarlo, luego otro, hasta llegar a tres; escuchó un "apúrate… maldición".

Le digo que me diga que me ama si quiere que continúe, aprieto un poco su virilidad para no dejar que termine sin mí, pues de verdad se encuentra excitado y apunto de correrse nuevamente.

Mmm― gruñe en un gemido ahogado de disconformidad y placer.

Luego pronuncia unas palabras que he escuchado de sus labios por varias ocasiones desde hace dos meses, pero aún no sé que significan.

Wo…Wo ai ni… ― me dije con esa ronca y sensual voz, observó las lágrimas de placer en sus ojos, y la lujuria en los mismos. Aunque aún sigo sin entender el significado de aquellos vocablos, cada vez que las dice siento algo que brinca de emoción dentro de mi, y una alegría que recorre todo mi ser; es como si aceptará que me ama, pues las pronuncia cada vez que intentó que diga 'Aishiteru o Ti amo'.

Con cuidado acaricio esa pequeña entrada con mi masculinidad, y la inserto suavemente, observo otras lágrimas recorrer el rostro de Hayato, pero aún así me meto en él con calma; una vez dentro me acerco a su boca y le beso; ahogo el gemido a punto de salir de sus labios.

Una de sus piernas se encuentra apoyada sobre mi hombro, él mueve sus caderas en señal de comodidad, así que inició el vaivén de mi ser dentro del suyo, posteriormente empiezo a embestirlo con más fuerza; no sé la razón, y aún cuando me ha dicho una sola vez "Te amo" en aquella noche, el anhelo de mi alma por su corazón no se detiene; aunque ahora es un tipo de anhelo diferente, aunque ya no hay angustia o desesperación; aún así anhelo estar a su lado cada día, hasta el final.

Mi miembro toca su punto sensible, él grita sin tapujos, una de mis manos limpia las gotas saladas de placer de sus mejillas, la otra me ayuda a sostener la pierna de Gokudera mientras lo penetró con vigorosidad; quiero ser uno con él, así que antes de que los dos nos corramos, empujo mi miembro hasta lo más profundo y consigo otro grito placentero de su parte; caigo sobre él sin separarme de él, pues mi sexo aún se encuentra dentro de esa estrecha cavidad que he profanado varias ocasiones, unas con desesperación, otras con angustia, o como las últimas en estos meses; con tranquilidad, suculencia, pero sobre todo, con amor.

Ambos amantes se encuentran exhaustos, los dos se recuestan y tapan con las sábanas de seda, y las cobijas de satín; ambos aún permanecen unidos; el moreno esta a punto de salir de aquella cavidad, pero antes de que lo haga, el albino le susurra antes de quedarse dormido otra vez la misma frase.

― Wo ai ni, baka…

Los chicos se quedaron dormidos, abrazando el desnudo cuerpo del contrario, sintiendo la rítmica respiración del otro hasta empezar a soñar.

FIN

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Extra desde la perspectiva de Yamamoto (explicación casual que se me ocurrió al final).

Gokudera se levantó antes que yo para irse a la base, no me espero T-T Aunque eso me entristece, no digo nada, así es él.

Me tome mi tiempo, al levantarse aspire la embriagante esencia de Hayato, me bañe, y ahora me dirijo hacia el escondite; escuchó unas voces cerca, así que me acerco con sigilo hacia aquel lugar; observo entre los arbustos a I-pin hablando con Lambo, estoy dispuesto a irme, pues ambos son parte de la Familia, pero escuchó unas palabras que me detienen en seco.

― W-wo ai ni ― le dice I-pin al chico de la Familia Bovino, ella está toda sonrojada.

Lambo por su parte se queda ahí en silencio sin decir nada.

― I-pin ¿qué significa eso? ― pregunta el muchacho.

― Mmm… te amo…

Antes de que Lambo le responda la confesión; atravieso el lugar presuroso, y preguntó lo que el menor.

― I-pin… ¿en serio "wo ai ni" significa "te amo"?

Ella está sorprendida, pero asiente con la cabeza algo sonrojada. Soy el hombre más feliz, pues eso significa que desde hace dos meses Gokudera me ha dicho que me ama, si pudiera brincaría, pero seguramente se vería extraño y si se entera Hayato me regañaría XD

Mí humor es verdaderamente bueno el día de hoy, me siento completo, pero sobre todo feliz y amado.

Al llegar a la base chocó con el portador de gemas por ojos; está a punto de reclamarme, pero antes de eso, lo jalo hacia la pared, lo acorralo, me acerco hacia él, observo hacia varios lados percibiendo la incomodidad de Hayato por ser visto, al no ver a nadie, me acerco hasta sentir su respiración, siento como se estremece al sentirme así, sonrió un poco, y le susurro.

― Yo también te amo

Él abre sus ojos de par en par, expresa un "¡¿Ah?", me alejo un poco, beso sus labios, ambos escuchamos pasos en la lejanía de los pasillos, así que nos separamos, observo las mejillas rosas de Hayato, antes de irme me acerco y le digo secretamente.

― Te demostraré mi amor esta noche.

Me alejo de ahí, observo a Tsuna caminar acompañado de Kyoko, le saludo sonriente, y envío una mirada picara hacia Hayato, este despierta de golpe, como si acabará de procesar las palabras dichas, me grita un "Idiota".

Se aleja después de saludar a Tsuna, dejándolo a él y su compañera con una cara de confusión.

"Esta noche cuando escuche de tus labios susurrar 'wo ai ni' fingiré no saber el significado de esas palabras; aquellas que reflejan lo que sientes, pero que no te atreves a decirme abiertamente.

Porque Gokudera, yo también te amo".


Aclaración: Como se habrán dado cuenta wo ai ni significa "te amo" en chino, así como aishiteiru en japonés; Gokudera le dice a Yama-kun wo ai ni, pues Takeshi sabe hablar italiano debido a los años que ha estado relacionado a la mafia, pero no chino, pues los únicos que conocen el idioma son I-pin, y Hayato, ya que él aprendió el idioma para ser el traductor de Tsuna, pues a este último se le dificultaba, por eso se llevaba a su mano derecha cada vez que iba hacia China.

Gracias por leer esta chibi-historia; espero que les haya gustado este capítulo final

Ya tenía el capítulo, pero no lo había subido, pues me fui de vacaciones, gomen! U_U

Para todas las lindas personas que me dejaron un review *un beso y un abrazo*

Ja ne! ;D