Ranma ½ no me pertenece, pertenece a Rumiko Takahashi. Cómo dice mucha gente por aquí: ¡si Ranma y Akane fueran míos llevarían años juntos!

La canción tampoco es mía. Se titula "Nada es perfecto" (le he puesto también este título al fic :P ) y es del gran Zpu, que bajo mi punto de vista es uno de los tres mejores raperos que existen en España.

Hace años que leo fics y nunca me había atrevido a hacer nada, pero contra más escuchaba esta canción más me convencía de que tenía que escribir una historia. Este es el resultado. La verdad es que he intentado hacer algo que a mí también me gustara leer y a base de leer tantos fics creo que el resultado no es tan malo ¡Espero que os guste! Aunque como la canción dice: nada es perfecto…

Capítulo 1

Ha pasado el tiempo, demasiado rápido quizá… las cosas a su alrededor han cambiado mucho… A Ranma le queda poquísimo para graduarse en la universidad como maestro de educación física (con buenas calificaciones, ni él mismo se lo esperaba) y Akane a punto de graduarse como una de las mejores enfermeras de su promoción.

Ranma hace casi dos años que vive con sus padres, no vive lejos del Dojo Tendo (cualquier distancia para él es corta, él no corre: ¡VUELA!) y ve a Akane mucho menos de lo que él desearía, pero es obvio que no reconocería esto delante de nadie, todavía…

Tumbado en su cama, ¡sí en su cama! Por fin tiene una de esas… piensa en ELLA, el sábado hará cinco años que se conocieron, ¿Podría considerarse su aniversario? ¡Quizás sí! ¿Debían celebrarlo? ¡Porque no! Y más teniendo en cuenta lo que pasó la última vez que se vieron.

Aprovecharía ese momento, estaba solo en casa sin madres diciendo lo varonil que era su hijo telefoneando a su prometida. Caminó con paso firme hacia el teléfono…

Hizo su llamada en plena tarde,
sí el corazón le arde
en cada toque de las teclas.

La firmeza desapareció en cuanto descolgó el teléfono… ¿Porqué diablos no era capaz de recordar el maldito número de teléfono? Intentó relajarse, tras varias respiraciones largas y sonoras recordó, a cada toque de las teclas su corazón latía más rápido.

Sus palabras suenan huecas
pero son tan importantes.

- Dojo Tendo, ¿En qué le puedo ayudar? – Kasumi tan amable como siempre.

- Esto… hola Kasumi soy Ranma – decía mientras se rascaba la cabeza, "sólo es una llamada, la has llamado cientos de veces, tío: TRANQUILÍZATE" se decía mentalmente – ¿Está Akane?

- Hola Ranma, sí ahora mismo la aviso, un momento.

A lo lejos Ranma escucha un "Akane, Ranma al teléfono" y un "Vooooy". Se escuchan también unos pasos apresurados que se acercan cada vez más y de repente su voz:

- Hola Ranma.

Una voz tranquila, ilusionada, emocionada. En ese momento él se queda mudo. ¿Qué se supone que le tiene que decir? Debía haberse preparado la conversación, no le podía soltar un: "Mira Akane, este sábado hacemos cinco años como prometidos, ¿salimos a celebrarlo?", él NO PODÍA aunque él SÍ QUERÍA… es ese momento se siente un cobarde.

Sí se siente un cobarde,
ha de tratar de
conservar la calma y darle,
rienda suelta a su garganta…

- Hola Akane, sólo te llamaba para saber si tenías el resultado del examen que hiciste ayer – algo es algo… al menos el nudo de su garganta había desaparecido.

- Ah… pues sí lo tengo, me ha ido muy bien – su voz sonó diferente, ¿desilusión quizás? Pero había aprobado, debería estar contenta… Ella esperaba otra pregunta, "¿a caso el baka éste no recuerda lo que pasa el sábado?" se dijo Akane – la mejor calificación de la clase, otra vez. ¿Y tú qué tal? ¿Cómo te van los exámenes?

- No tan bien como a ti pero me he sabido defender. Hoy he presentado ya el último trabajo, se puede decir que por fin soy libre.

Ella no pudo evitar que se le escapara una risilla ante el comentario, Ranma nunca había sido libre, ¡por favor, si lo comprometieron nada más nacer y al largo de su vida ha tenido miles de prometidas!

Aunque… desde hace tres años la lista de prometidas se ha reducido bastante, tanto se había reducido que se reducía sólo a ella; no por decisión propia, su relación continua más o menos como siempre, un tira y afloja donde ninguno de los dos es capaz de expresar con palabras lo que sus hechos se empeñaban en demostrar. La lista se había reducido porque "las demás se dieron por vencidas".

Bueno lo de darse por vencidas es un decir. Más bien las venció Akane en un combate organizado por Nabiki (con el dinero que sacó vendiendo entradas se ha podido pagar la carrera de empresariales). Al cumplir los 18 todas las prometidas exigieron a su futuro marido, un combate pareció la mejor solución. Akane sigue sin explicarse como pudo ganar ella… a veces piensa que se dejaron ganar; quizás debería pedirle explicaciones a Nabiki, algo hizo, Akane estaba convencida de ello; pero por ahora no necesitaba ninguna explicación, Ranma y ella seguían comprometidos y eso era lo único que le importaba.

Mientras él le cuenta el día
ella vacía una sonrisa hacia el micrófono y levanta
el tono y le propone que se vean.
Él da gracias mira al cielo y le hace ver que la desea.

- Oye Ranma yo el viernes tengo la última prueba… entonces también seré libre y me preguntaba… que si tú eres libre, esto, eso significa que quizás, sólo si te apetece no te obligo a nada eh - "va Akane venga, no tienes nada que perder, el NO ya lo tienes" se decía para convencerse de la pregunta que quería formular - ¿¡Nos vemos éste sábado! – su autoconvencimiento surgió efecto, más que una pregunta pareció una exigencia, quizás había gritado demasiado.

"sí, sí, síííííííííí" se dice él mientras sonríe y tuerce su brazo con el puño cerrado en señal de felicidad y triunfo. Akane le había facilitado su cometido. Ahora sólo le faltaba comunicar su decisión a la chica que esperaba impaciente al otro lado de la línea.

- ¿Éste sábado? Un momento que mire mi agenda – intenta hacerse el interesante el muchacho que le vamos a hacer.

- ¡Venga yaaa! ¿Pero tú sabes que es una agenda? – contestó la chica con un tono burlón.

- Me conoces demasiado bien ¿Te paso a buscar a las 9 o así? - Ranma no tiene la suerte de ver la sonrisa que se forma en los labios de Akane.

- Un momento que mire mi agenda…

- Akaneeeeeee no te burles de mí.

- Lo siento pero ya sabes que es muy fácil burlarse de ti, es lo que tiene ser una persona simple.

- ¿Me estás llamando tonto, marimacho? – ¿sus peleas no hay quién las cambie? Claro que han cambiado ¡se pican por diversión! Ya no duelen como antes, a Akane no le duelen los insultos porque ya no es la niña insegura de antes y por lo tanto para Ranma tampoco hay un dolor físico provocado por un mazo.

- No, claro que no, oye… ¿Cómo me has llamado? – Akane se hace la ofendida mientras dirige la palma de su mano hacia su pecho. Sabe que sus peleas son un juego desde hace mucho tiempo, las necesitan, sino no son ellos.

- Me has oído perfectamente: MA – RI – MA - CHO – dice él lentamente mientras en sus labios se forma una sonrisilla de medio lado.

- ¿Sabes? Acabo de encontrar mi agenda, el sábado estoy ocupada. Total… ¿Para qué quieres quedar con una marimacho?

"Vaya, vaya, para ser un juego Akane ha sonado demasiado convincente, cambia de estrategia Saotome" se dice el moreno.

- Porque la echo de menos – lo había dicho, muy bajito pero lo había dicho, lo había reconocido delante de alguien y no de alguien cualquiera sino delante de ELLA.

- A las 9 me va bien – contesta ella tras un suspiro.

- Perfecto, a las 9 te recojo. Ponte guapa. – qué mal había sonado eso, ni que ella necesitara ponerse guapa. "Que no se lo tome mal, que no se lo tome mal… a quién intento engañar, se lo tomará mal" se dice él.

- ¿Me estás llamando fea? – "¡mierda! La conozco demasiado bien…"

- Sabes que no… Kane, no me hagas decir que eres linda, sabes que no lo digo porque crea que eres fea – ¿porque le tienen que sudar las manos? A veces odia la capacidad de Akane de ponerlo nervioso - ¿Es que contigo no se puede mantener una conversación normal?

- Jajajaja sabes que sí se puede. Hasta el sábado baka – dice murmurando.

- Hasta el sábado – dice él.

Se despiden,
las frases se entrecortan las palabras no coinciden.
Un mal sabor de boca del final les pide:
¡qué a las nueve todo sea más perfecto!

Que él la mire, ella responda y atrapar ese momento…

Sí bueno, se habían peleado. Una pelea entre comillas porque ella no se ofende como antes. Y al final ella se había reído de él. En fin, lo importante era que tenían una cita.

Esa noche dos jovencitos, cada uno en su casa, en su habitación y en su cama tienen un mismo pensamiento: "OJALÁ EL SÁBADO A LAS NUEVE TODO SEA MÁS FERFECTO".