Me propuse actualizar un fic y éste fue el elegido, aunque en realidad quería hacerlo con uno más antiguo, pero las ideas surgieron poco a poco y se entrelazaron cada vez más. Espero me perdonen por la ausencia y les guste lo que he escrito, aunque creo que avanzamos más lento de lo que me gustaría.


Jueves 08 de enero de 2004. Nota agregada.

L ha anunciado el arribo a Japón de 1500 detectives, los cuales trabajarán específicamente en el Caso Kira. He sentido un verdadero alivio al enterarme de ello, los gobiernos se unen para contraatacar la amenaza de este asesino en serie. "No estamos solos", me repito constantemente, ahora todo estará bien, pronto todo estará bien…

Vi a ese hombre cerrar la pequeña agenda con fuerza luego de leer el párrafo anterior. Sacó un cigarro nuevo y lo prendió, meditando acerca de lo recientemente leído. Si él conoce tanto como supongo seguramente le enfada comprender la verdad detrás de dicho apunte… una persona falsamente esperanzada con policías que nunca llegaron a Japón, incluso si se trató de un simple ardid de L para cercar a Kira, ello no significa que fuese menos cruel para las personas que rogaban el paro al derramamiento de sangre. Sale de la estancia para reflexionar más acerca de lo recién descubierto mientras exhala el humo del cigarrillo que todavía tiene en las manos, le veo perderse en sus pensamientos mientras se recarga en el barandal y contemplar la ciudad de Tokio a sus pies.

–¿Quién es él verdaderamente? –no logro refrenar mi impulso, por un extraño motivo presiento que le conozco incluso si no recuerdo de dónde.

–¿Ehhh?

Suzume alza sus ojos hacia mí, contemplándome fijamente. Se ha quitado los zapatos y dejado a un lado mientras se sienta en el piso alrededor de una pequeña mesa llena de diversos papeles que revisa en silencio, sus piernas se hallan cubiertas por calcetas altas y ella ha dejado el abrigo gris con que llegara en uno de los sofás apenas usando un vestido ligeramente corto, lo cual me confirma el alto grado de confianza que se tiene con la persona a la cual hemos venido a ver. Voltea al balcón donde todavía el rubio se halla sumido en sus cavilaciones y se acomoda un mechón de cabello detrás de la cabeza antes de contestar mi duda.

–Ya le dije, un viejo amigo y un hacker experto… también es mi ex novio –agrega sin más, como si realmente ello no fuese importante.

–¿Ex novio? –repito, no creyendo lo que me dice.

–Fue hace tiempo… –regresa la vista al archivo que tiene frente a ella, el cual habla sobre los principales puertos comerciales y la apertura de los mismos– Nos conocemos de hace años y… creo que simplemente se dio… ya sabe, la convivencia y todo eso… podría decirse que era casi imposible que no pasara así… Tenemos varias cosas en común aunque no lo parezca, incluso si me lleva siete años…

–Entonces debes saber que su verdadero nombre no es "Noah", ¿cierto? –pregunto juguetonamente.

–Ahhh… es obvio –no alza el rostro en ningún momento mientras me contesta–. Incluso si nunca me lo dijo, pronto llegué a esa conclusión. ¿Por qué pregunta ello?

–No es nada…

Suzume me mira largamente mientras muerde su pulgar izquierdo, lo cual me pone un poco incómodo sin ser consciente del por qué. Justo en ese momento "Noah" reaparece en la estancia sólo para tomar las llaves de la mesa donde la azabache se halla enfrascada en su pequeña investigación, guardándolas en el bolsillo de su saco antes de caminar a la puerta, saliendo sin decir palabra alguna.

–Tal parece que le afectó más de lo que creía –habla con tranquilidad–, ¿sabe por qué ha accedido a colaborar conmigo en una empresa tan extraña como ésta?

–¿Él también cree en el ideal de la Justicia? –sonrío recordando a Matsuda.

–Cree… –contesta segura– Pero también sabe que sólo puede vagamente aplicarse y eso si los hombres hacen algo al respecto. Nadie movió un solo dedo para aclarar la muerte de su padre, él quiere que reconozcan que el Kira Original le mató pero no tiene ninguna prueba que le vincule a él, por eso mismo ha pasado gran parte de su vida intentando encontrar ese eslabón faltante en su cadena. Noah no puede aceptar lo que la gente habla acerca de… ese incidente… Algunos dicen que era perfectamente predecible el destino de su padre a juzgar por el tipo de vida que llevaba, pero él afirma que era una fachada y que nadie conoce realmente al hombre que era… sólo quiere limpiar su nombre. Sin embargo, a muchas personas les conviene que ello no se haga público, así que nunca le permitirían acceder a "cierta" información.

–Y por eso mismo se volvió un hacker –junté las piezas, allí estaba también el hecho que lo unía a la chica.

–Internet te abre muchas puertas, sólo debes saber qué y dónde buscar –toma la carpeta con los datos de K, tratando de zanjar el asunto.

–¿Qué hay de ti? ¿Crees ello? ¿Crees que realmente su padre fuera un buen hombre?

–Respecto a Kira puedo creer muchas cosas… –baja el tono de su voz– Sí, creo que personas idealistas arriesgaron su vida por detener el baño de sangre y que muchas de ellas fueron duramente criticadas cuando no pudieron ir en su contra; para la mayoría de la población resulta más fácil suponer que eran de Naturaleza cuestionable los motivos que les llevaron a ir en contra de ese mal denominado Dios, y si él sólo juzgaba a quienes se lo merecían, ¿no debían entonces tener un pasado oscuro que justificase su muerte en sus manos? Diles que en realidad eran gente buena tratando de cambiar el mundo, defendiendo ilusamente el ideal de la Justicia… ellos no lo comprenderán, se tirarán de cabello intentando hacerse a dicha idea para finalmente tomar aquella que más les satisfaga… la verdad no siempre es agradable a las masas, Ryuk…

–¿Y la buscas a pesar de que sólo traerá más problemas a este mundo? –cuestiono.

–Soy una persona que gusta de ella, yo misma no soporto la injusticia incluso sabiendo que en muchas ocasiones es necesaria para darle a la población un motivo qué seguir –contesta tranquilamente, mirándome a los ojos en todo momento–. En ese sentido, puedo considerarme cruel. La cuestión es que las acciones no pueden clasificarse en un saco de "buenas" y otro de "malas", aquello que posiblemente te perjudique en este momento puede ser el inicio de una cadena de eventos que resulte en tu salvación a futuro, de la misma manera que tener todo lo que siempre deseas puede condenarte posteriormente… pero estamos tan centrados en nosotros mismos que no vemos el mundo que nos rodea, cómo se mueve, cómo funciona –sonríe suavemente, disfrutando al explicarme ello–. No cabe en nuestros cerebros que este juego no es para que ganes tú o gane yo, sino para que ganemos todos. Oh, no, no me malinterprete, no considero que el fin justifique los medios… no puedo perdonar a Kira. Incluso si su sueño era deseado por todas las personas en secreto, el método empleado me parece inadecuado… pero… a veces… y sólo a veces… es necesario sacrificar un peón para permitir el avance de la torre, el alfil o incluso el de la reina… partiendo de dicho precepto, la Justicia es una simple ilusión…

–Y tú crees que el padre de Noah fue un peón en la guerra contra Kira, por lo que su muerte pudo haber sido un bajo precio en comparación con la de miles de humanos –comienzo a entender su pensamiento.

–¿Quién podría decirlo? –regresa la vista a los papeles– Aunque, en mi opinión, el padre de Noah era más que un simple peón y Kira lo eliminó cuando se acercó demasiado al Rey… lo sacó de la jugada antes de que su adversario lo ocupase en un checkmate.

No hablamos más por unos minutos, cada uno centrado en sus propios pensamientos aunque sean tan diferentes entre sí. Mientras que ella busca la llama de una falsa Justicia yo me pregunto qué hubiera pasado si Suzume y yo nos hubiéramos encontrado en otro momento. Si fuera ella quien recogiera mi libreta cuando la dejé caer en esta ocasión, si acaso podría llevar un mensaje diferente y mejor al que ahora mismo pregona el nuevo Kira. Si hubiera vivido cuando Light y L se enfrentasen hace tanto, ¿hubiera participado en su batalla? Incluso desde las sombras, incluso como un simple peón, incluso con una ilusión como único estandarte…

–Cuánto me hubiera divertido… –murmuro en voz alta.

–¿Ocurre algo? –pregunta sin perder la concentración de su investigación.

–Nada… Me resulta extraño que ese hombre te haya dejado sola en su departamento sin siquiera avisar a dónde o por qué se iba, tampoco dijo a qué hora regresaría.

–A Noah le gusta andar con total libertad, no está acostumbrado a brindarle explicaciones a nadie, incluso si soy yo.

–Y aun así te deja a tu entera libertad aquí.

–Éste es el piso que compró para nosotros… –murmura.

–¿Ehhh?

–Es el piso que compró cuando me propuso matrimonio –repite mientras me mira fijamente sin ningún titubeo en su voz.

No me espero esa confesión por lo que no acierto a decir nada, ella tampoco parece dispuesta a explicar más porque no hace el ademán de abrir la boca y cuando finalmente logro poner mis ideas en orden la puerta se abre, entrando por la misma el rubio de hace rato. Trae una bolsa con el logo de un restaurante italiano, depositándola en la pequeña mesa mientras la chica quita de la misma los papeles para evitar que se ensucien. Retira su saco y se remanga la camisa de manga larga hasta los codos antes de sentarse en el piso y extraer un par de platillos del mismo.

Lasagna al forno de Fiore's, espero todavía te guste, Ruiseñor –explica mientras termina de sacar los cubiertos.

–Es tonto que me preguntes ello cuando sabes que es mi restaurante favorito… –recrimina suavemente mientras toma su platillo– Y deja de llamarme "Ruiseñor".

–Oh, vamos, vamos, ¿ni un simple "Gracias"? –se inclina ligeramente, acercándose un poco más a su rostro.

–Gra-Gacias… –baja el rostro avergonzada con ese hecho– ¿Crees que… podamos contactar con el oficial?

–Lo he investigado un poco, está limpio. Podría decirse que representa al ideal del policía japonés, incluso si eso no significa mucho en este mundo.

–Así que, ¿tienes sus datos? –fija sus ojos en él intensamente.

–Vive a unas cuadras de aquí, te puedo llevar en unos minutos.

–Preferiría que no –niega con la cabeza–. Si él no quiere colaborar con nosotros no me gustaría exponerte a una revisión innecesaria por el Departamento.

–No pensarás ir sola, ¿o sí? –le mira dudoso.

–No iré sola, estaré con R…

Se calla de golpe al entender que por un simple desliz de lengua ha estado a punto de verse comprometida incluso con un tipo como éste. Él parece notar su preocupación porque alza una ceja y le interroga con la mirada, no le gusta que le oculten cosas y seguramente es más difícil que sea su ex novia quien lo haga.

–Le diré a Eita –continúa comiendo como si nada.

–No creo que tomen en serio a dos chicos, ¿qué edad tiene? ¿Diez?

–Doce, pero eso no viene al caso. Confía en mí, ¿sí?

–Mi padre me dijo que nunca confiara en nadie que me lo pidiera… –Suzume le dedica una fría mirada– No puedo creer que vaya a desobedecerlo.

Sonríe al tener esa batalla ganada y continúa con su almuerzo hasta terminarlo sin agregar nada más.

LIFE NOTE

Matsuda suspiró suavemente mientras se colgaba la chaqueta al hombro y emprendía el camino a casa, últimamente la policía japonesa había sido brutalmente atacada en las televisoras locales debido a la nueva ola de terror que sembrara el regreso de Kira. Se sentía muy frustrado… Light había sido capaz de crear una falsa seguridad en la población valiéndose de la Death Note y ahora que ya no estaba y ellos luchaban día a día tratando de restaurar el orden natural todavía la gran mayoría prefería ponerse en sus manos antes que confiar en los suyos. Con la llegada de un nuevo "Dios" a este mundo ya lograba vislumbrar cómo ocurriría todo y, francamente, no deseaba pasar por lo mismo. Los años transcurridos le habían dotado de experiencia y, si bien es cierto que no dejaría de cumplir con su deber, temía volver a desconfiar de todos aquellos que le rodeaban… incluyendo a los de su mismo bando.

¿No había él deseado que los criminales pagasen con la muerte sus crímenes en un principio? Oh, y se arrepintió tanto después… vaya que lo hizo…

Justo ahora sentía que tenía algo de culpa, había acariciado el deseo egoísta de poner a la policía japonesa a prueba para demostrar cuán bien podían encargarse de los problemas… y justo después Kira había resurgido.

Era imposible que se tratase de Light, lo sabía bien, pero eso sólo indicaba otra cosa… algo quizá mucho más aterrador que el retorno del castaño desde la tumba.

–¿Sabía que los Shinigami sólo comen manzanas?

Se detuvo inmediatamente apenas escuchado esa frase, sintió el sudor frío resbalar por su nuca, a su pulso acelerarse e incluso a su corazón bombear más fuerte. Lentamente giró el rostro, topándose con una chica recargada en la barda de una casa cercana; debía tener cerca de quince años y parecía mirar a la nada pero no fue eso lo que realmente le perturbó… sino ver quién le acompañaba. Flotando a unos centímetros de ella se encontraba el mismo Shinigami que conociera tanto tiempo atrás.

–¿Qué has dicho? –preguntó fríamente, no se suponía que la gente común y corriente supiera de las cartas que L había recibido hace tantos años.

–Matsuda, Touta, ¿cierto?

No contestó. Sabía que no podía vencer a un Dios de la Muerte pero instintivamente se llevó una mano a su cinto, queriendo corroborar que la pistola se encontrase allí.

–Oh, no, no será necesario –leyó sus intenciones–. Deje me presente: soy nieta de Tomonaga Taiki, mi abuelo y usted trabajaron juntos hace ya muchos años

–¿De… Tomonaga-san?

–Así es, espero le recuerde bien. Le gustaba el café solo y muy caliente por las mañanas, así que frecuentemente llegaba a la Jefatura con una taza en una mano y…

–…pan de elote en la otra –terminó, recordando a ese hombre amable con quien se llevase hace tanto tiempo.

–Sí, pan de elote casero –le sonrió.

–Pero eso no explica cómo es que… –intentó razonar sin despegar sus ojos de Ryuk.

–Le contaré todo lo que desee saber en la medida que me sea posible, mi casa está algo lejos de aquí, pero a la vuelta existe una Cafetería donde preparan un pan que seguramente a mi abuelo le gustaría.

El azabache sopesó sus posibilidades, no consideraba que la chica representase un riesgo aunque, a juzgar por el pasado, no podía valerse de su apariencia; sin embargo, había despertado su curiosidad y consideraba que no intentaría nada peligroso o estúpido en un sitio público además de que él era más fuerte físicamente, tenía un radio para pedir refuerzos e incluso un arma de fuego. Asintió suavemente antes de seguirla al sitio que le había indicado.

LIFE NOTE

–¡¿Es una broma?!

Los pocos clientes del sitio voltearon a verlos sorprendidos por el tono de voz usado por el oficial, Matsuda se tapó la boca con ambas manos al ser consciente de ello y pidió disculpas repetidamente agachando la mirada. Suzume sonrió, realmente se parecía al chico que describía su abuelo, no había cambiado casi nada en los últimos 16 años, ello le daba la confianza suficiente para tratar el asunto que le interesaba y, al mismo tiempo, se sentía mal por tener que mentirle. Le había advertido de ser cuidadosa, esperando que supiera jugar bien sus cartas o esto no me resultaría interesante. La mesera trajo el pay de manzana que ordenase y ella lo colocó a su izquierda para permitirme comerlo lejos de la mirada de los curioso.

–No puedo creer que Tomonaga-san escribiera tantas cosas vergonzosas de mí… –suspiró.

–En realidad fueron muchas cosas buenas –le sonrió–, se nota que ustedes dos eran muy cercanos y que él le tenía gran aprecio.

–Ahhh, jeje –se talló la cabeza, recordando seguramente su torpeza de hace años–. En realidad creo que le di más dolores de cabeza que a mi propio padre… la mayoría de los oficiales no querían cargar con un chico recién graduado de la Academia, pero eso no era algo que le molestase a él. Gracias a sus consejos pronto pude medianamente moverme entre mis compañeros y él mismo me recomendó al Inspector Yagami, con quien continué mi entrenamiento de campo hasta…

–El caso Kira –dice sin dudar.

Noto que de pronto se forma un aura pesada alrededor del azabache, el cual me mira como si fuese yo el causante de todas sus desgracias, por lo cual procedo a aclarar con prontitud.

–Ella no ha matado a nadie… comprenderás lo aburrido que me resulta estar atado a un humano que no desea usar el poder de mi libreta.

–Pero… ¿ello es posible? ¿Pueden los… –baja el tono de voz– Shinigami hacer eso? ¿Quedarse con un humano que no asesina?

–Normalmente no, se traspasa a alguien que sí hará uso de ella, resulta en extremo tedioso el vernos arrastrados al Mundo Humano. Además, yo no conocía ningún humano que fuera capaz de resistir la tentación de mi libreta pero en este caso, me resulta entretenida su presencia y he decidido quedarme con ella.

–Comprenderás que me resulte difícil de creer –le miró con seriedad–. No se supone que nadie más sepa de la existencia de la libreta maldita que tantos problemas nos ha causado en el pasado, tampoco debería haber regresado a nosotros, ¡el Shinigami debió cuidarla mejor para evitar que esto se repitiera!

–Los accidentes pasan –le dije simplemente.

–Y encima, ¿cómo puedo confiar en ti?

–¿Qué asesino iría a la misma policía a decirle que tiene el arma que involucra a miles e incluso millones de muertes alrededor del mundo? –contestó a su vez.

–Alguien hace mucho tiempo nos convenció que estaba de nuestro lado cuando en realidad sólo buscaba la oportunidad perfecta para matarnos –comentó con desprecio–. Por su culpa perdí a un ser muy querido… él traicionó la confianza de todos nosotros y lo peor de todo fue… que nunca fuimos conscientes de ello hasta que ya era muy tarde. Además –golpeó la mesa con ambas manos–, si realmente no piensas asesinar, ¿por qué no simplemente entregas la libreta a su verdadero dueño y le deja ir?

–¿Ustedes quemaron la libreta anterior? –tomó tranquilamente un sorbo de su café– ¿O se la devolvieron al Shinigami en cuestión?

–Ehhh…

–No lo hicieron, ¿cierto? Porque ustedes sabían que podía utilizarse en la guerra contra sí misma. Sus recuerdos que incluían la existencia de los Dioses de la Muerte, el poder ver al dueño original o incluso entender cómo funciona realmente el arma empleada por Kira… todo ello era importante y no podían darse el lujo de perderlo. De la misma forma yo emplearé a la Death Note para detener al Kira Desastre… volveré su arma en su contra…

–¿Y esperas te crea? –una arruga surcó su rostro.

–Al menos todavía no se ha parado –sonrió de medio lado.

Reí, realmente me gustaba la actitud de esta chica.

–De acuerdo, supongamos que tienes argumentos válidos, ¿qué piensas hacer?

–Necesito un equipo en el cual se pueda confiar, que entiendan la naturaleza de este crimen y cómo piensa realmente el asesino… Matsuda-san, lo quiero a usted en mis filas.

–Ya trabajo con la policía para detener a este nuevo Kira, no puedo pertenecer a dos facciones –se cruzó de brazos.

–¿Es porque soy sólo una adolescente? –le miró fijamente a los ojos.

–No es ello… considero que tu plan tiene muchas fallas… ¿de dónde sacarás el dinero para financiar tu investigación?

–Ohhh, por ello no se preocupe, está todo cubierto –sonrió suavemente y yo sospeché que el dinero que tanto evitaba tocar sería finalmente usado de la manera que más le gustaba–. ¿Tiene alguna otra duda?

–¿Cómo esperas atrapar a un criminal cuyo nombre y apariencia desconoces? Un criminal que, dicho sea de paso, puede matarte apenas presienta que le estás buscando. Me niego a apoyarte en esa empresa –sermoneó suavemente.

–Eso es porque ahora mismo él ignora mi existencia e incluso si considera que hay otro propietario, jamás creerá que no simpatizo con su causa… ¿o acaso teme que el poder de la libreta me tiente?

–Es eso precisamente…

–Mi abuelo no me crió así –dijo firmemente–. Mis padres fueron dos de las víctimas inocentes en una ola de asesinatos de los opositores a Kira… nunca le perdonaré por tal hecho… jamás… Aquellos que se creen con el derecho de matar son simples humanos jugando a ser Dioses…

–No sé, debo pensarlo… –agachó el rostro– También quisiera saber con quiénes más colaboraré.

–¿Se sentiría mejor si le llevo con el resto del equipo confirmado? –vio cómo asentía a sus palabras– Lo siento, no creo que sea lo adecuado en este…

–Oh, miren quién está allí –hablé con sorna, había identificado al rubio en la puerta, seguramente nos había seguido.

–Le dije que podía hacerlo sola –se quejó la azabache.

–Él… –murmuró Matsuda– Él… ¿realmente se trata de él?

–¿Ehhh? –los dos volteamos a verlo.

–Aiber… –murmuró.

Tras ese nombre recordé dónde había visto antes a ese sujeto: Noah era el hijo del estafador de L.


Ya sé que esto daba para más, pero al mismo tiempo quería dejar un poquito de intriga con esta noticia, ¿finalmente Matsuda aceptará permanecer al mismo equipo que una poseedora de la Death Note? ¿Y qué relación exactamente existe entre Suzume y Noah? ¿Quiénes serán el resto de los integrantes de su equipo? ¿Y encontrará la chica un inquilino para su casa? Antes deberá lidiar con el sujeto que la espía constantemente, además de que Shammer no le inspira deasiada confianza… ¡Nos leemos pronto!