1-Despertares.

El despertador de Sakura sonó a las 6:00hs, lo apagó perezosamente y después de levantarse se estiró un poco para relajar su tenso cuerpo. Se acercó a la ventana de su pieza y abrió las cortinas dejando entrar los primeros rayos de Sol. Disfrutó un poco ese espectáculo y después se dirigió al baño para darse su ducha matutina. 20 minutos después salió tapada con una toalla y con otra más pequeña secaba su cabello.

Entró de nuevo a su habitación para ponerse el uniforme del colegio Konoha, que consistía en una pollera-pantalón azul marino con el logo del colegio bordado en la parte baja izquierda, y una remera blanca con el logo bordado en la parte superior del pecho al lado izquierdo. Era una uniforme tranquilo, pero cómodo. Terminó de cambiarse y secó su cabello con el secador.

Bajó a desayunar a las 6:30hs, su casa era bastante grande por lo que estaba muy oscuro. Prendió las luces de la sala y de la cocina, desayuno una café con leche y tostadas. Mientras comía, se puso a pensar en lo 'triste' que se veía ella misma a los ojos de los demás. Su mamá era una reconocida médica en Tokio, y por ser TAN buena en su campo se la pasaba de congreso en congreso por todo el mundo.

Sakura amaba a su madre, no malinterpreten, pero la veía muy poco. Hablaban casi todos los días pero era diferente, no es lo mismo que tener a tu mamá todos los días para que te haga el desayuno, el almuerzo, la cena, hablen de chicos y cosas así. Su padre había abandonado a su madre cuando ella nació, aparentemente no quería tener hijos. Y el único familiar de sangre que tenía era su tía Tsunade, y cabe aclarar, era la directora del colegio donde iba Sakura.

Aunque su 'familia' de sangre fuera pobre y disfuncional, Sakura tenía otra familia, una familia que obviamente no era sanguínea, sino afectiva. Su madre era muy amiga de sus vecinos, los Uchiha, y desde pequeña jugaba con Itachi y Sasuke, claro que con el que mejor se llevaba era con el pequeño Uchiha porque el mayor era más… grande y no le gustaba jugar con los niños, según él.

Fue creciendo junto con Sasuke, iban a la misma escuela desde que era chicos y ahora que estaban en 4º año de secundaria, también lo hacían. Como la madre de Sakura siempre estaba de viaje, Mikoto, la mamá de Sasuke, siempre la invitaba a quedarse a comer, a dormir, a ver películas, o simplemente a hablar. Según la Uchiha, ella era la hija que siempre soñó tener y nunca tuvo, cosa que a Sakura llenaba de alegría porque Mikoto era una mujer muy cariñosa y agradable, y ella la quería como a una 2º madre.

Había pasado tanto tiempo con la familia Uchiha que no sólo sentía a Mikoto una 2º madre, sino a Itachi como un hermano mayor, a Fugaku como a un padre, aunque el hombre fuera tan serio y frío. Y a Sasuke… bueno, ella no podía decir que quería al morocho como un hermano, porque ella… ella… "¡Ay! Yo NO puedo aceptar estar enamo…rada de Sasuke" pensó con tristeza. Y sí, no quería aceptarlo, pero hacía bastante que le gustaba su amigo, bah, mejor amigo. Lo amaba y él sólo la veía como una amiga… "Encima tiene novia, esa babosa de Karin." Pensaba con bronca. "¡Qué historia la de mi vida!" pensó con ironía.

Terminó de desayunar y lavó lo que usó rápidamente, al terminar subió rápidamente a su pieza para ponerse algo de perfume y buscar su mochila. 6:50hs y escuchó que llamaban a la puerta, abrió y se encontró con su mejor amigo. –Buenos días, Sasuke.- saludó con una sonrisa la pelirosa. –Buenos…- devolvió el morocho con su típico tono de voz frío y desinteresado. Tenía sus manos en los bolsillos de su pantalón azul marino, y una remera igual a la de ella, ese era el uniforme de los chicos. El viento jugaba con su pelo, estaba "tan lindo." Pensó Sakura con amor.

-Vamos…- ordenó Sasuke dándose la vuelta para caminar. Sakura reaccionó y cerró la puerta de su casa para después alcanzar al chico. El colegio quedaba cerca, así que la hora no era algo importante para ellos, entraban 7:10hs y siempre llegaban 10 minutos antes. Al llegar dejaron sus mochilas en sus respectivos lugares, y después empezaron a saludar a todos. -¡Sakura-chan!- gritó un rubio hiperactivo. –Jaja, Naruto.- lo saludó la pelirosa risueña. -¿Cómo estás, Sakura-chan?- pregunto con interés. –Bien, ¿vos?- devolvió sonriendo.

-Bien, estaba esperando a que el teme me trajera mi libro de Filosofía, o si no Asuma-sensei me va a poner otro incumplimiento culpa suya.- explicó mirando al morocho algo 'molesto' –No es mi culpa que se te olvide pedírmelo, baka.- contestó Sasuke. –No es mi culpa que te olvides de comprar los libros.- enfrentó el rubio a su amigo. Sasuke, obviamente, iba a contestarle al rubio, pero unos brazos lo rodearon y sintió a alguien pegarse a su espalda. –Hola, Sasuke.- saludó una voz femenina a su oído.

El morocho soltó un suspiro de molestia y contesto –Hola, Karin.- sin muchas ganas. La pelirroja enfrentó a su novio y lo abrazó por el pecho -¿Cómo estás, amor?- preguntó con cariño. Sakura rodó los ojos, ¡cómo odiaba a esa falsa, arrastrada, babosa, regalada, zorra, y muchos adjetivos más! Podía soportar que Sasuke esté con cualquiera, pero que esté con ESA le daba más bronca, y sinceramente, no la aguantaba. –Voy con las chicas, nos vemos.- se despidió rápido de sus amigos, algo molesta. Mientras los chicos la miraron irse, en especial el morocho.

-Hola, frentona.- la saludó Ino al verla llegar. –Hola, Ino-cerda.- devolvió la pelirosa. -¿Cómo estás, Hinata?- preguntó mirando a su amiga peliazul. –Bien, Sakura. ¿Vos?- contestó con timidez la chica. –Bien, aunque estaba mejor antes de ver a cierta persona…- dijo mirando a la pelirroja que estaba, ahora, sentada en las piernas del morocho. -¿Y qué le vas a hacer frentona? Es su novia, lamentablemente.- contestó la rubia. –Sí, desgraciadamente.- suspiró con resignación la chica. –Si le hubieras dicho lo que sentís antes que ella…- acotó Ino haciéndose la tonta. -¿Para qué? Si yo no le gusto, sólo arruinaría la amistad que tenemos.- respondió Sakura con tristeza.

-¿Y vos qué sabes? Capaz también le gustas…- dijo Ino. –Sí, claro…- devolvió Sakura con sarcasmo. –Estoy condenada a estar sola por el resto de mi vida.- comentó la pelirosa mirando por la ventana con melancolía. –A-ánimo, Sakura.- alentó Hinata. –N-no todo está perdido.- terminó de decir la ojiperla. - ¡Es verdad, frentona!- gritó Ino con emoción. –Hay muchos chicos lindos allá afuera que podes conocer, y se pueden enamorar de vos.- explicó segura. –Lo dudo…- negó sutilmente Sakura.

-Hagamos una cosa, salgamos este fin de semana y te conseguimos un chico, eh.- ideo Ino guiñándole el ojo. –Ino, vos tenes novio.- dijo Sakura mirándola serio. -¿Y? El chico es para vos, no para mí.- contestó la rubia. –Pero sé que con el alcohol te olvidas que tenes novio, y siempre que salimos tomas.- explicó la pelirosa. –Sakura tiene razón, Ino…- agregó Hinata con timidez. –Bueno, bueno. Entonces organicemos una salida con TODOS los chicos, Shika incluido.- reformuló la rubia. –Así sí.- aceptó la pelirosa. –Sí…- afirmó la peliazul. –Entonces en el recreo le decimos a los chicos.- finalizó Ino. Y el timbre sonó.

Sakura se separó de sus amigas y caminó hasta su banco. Se sentaba sola, al frente de la fila del medio. Atrás suyo estaba Sasuke y Naruto, así que charla nunca le falta. Y a su izquierda estaban Ino y Hinata que también se sentaban adelante, podía hablar bien con sus mejores amigos. Las dos primeras horas eran de Lengua y Literatura, con Kakashi Hatake. El profesor tenía una extraña manía de llevar máscara y desinfectarse las manos, pero a pesar de eso era muy bueno enseñando y muy entretenido.

Las horas pasaron volando, y el primer recreo se hizo presente. Todos salieron rápido del salón, menos un grupo que tenía que organizar su fin de semana. -¿Vamos a salir este viernes, verdad?- empezó a decir Ino. -¡Sí! ¡Yo quiero fiesta!- gritó Naruto con emoción. -¡Esa es la actitud!- dijo la rubia sonriendo. -¿Y adónde vamos?- preguntó Shikamaru, aburrido como siempre. –No sé, ya me cansé de ir siempre al mismo lugar.- se quejó Sakura. –Yo también…- musitó bajito Hinata. –Itachi va a hacer una fiesta en casa.- dijo Sasuke. -¿Mikoto y Fugaku lo dejaron?- preguntó incrédula la pelirosa.

-No, van a ir a visitar a mi tío Madara este fin de sema; vive casi saliendo de Tokio.- explicó el morocho. –Ahhh…- murmuro Sakura. -¿Y podemos ir, teme?- preguntó Naruto con emoción. –Sí, me dijo que invite a quién quiera.- contestó Sasuke. -¡Buenísimo!- digieron al unísono Ino y Naruto. -¿A qué hora?- cuestiono Shikamaru. –A eso de las 21:30hs…- devolvió el morocho. -¡Ahí vamos a estar, Sasuke!- dijo la rubia alegre. –Hmp.- masculló el Uchiha sin interés. El timbre volvió a sonar y todos se fueron a sus lugares.

–Si tus padres se enteran, Sasuke…- dijo Sakura con algo de miedo, llegando su banco junto al morocho. –No se van a enterar porque nadie les va a decir.- explicó el morocho mirándola fijo. –Yo no soy chusma.- se defendió la pelirosa. –Nadie dijo que lo seas.- sonrió de lado con orgullo. –Tus ojos dicen más que tu boca, Sasuke querido.- devolvió Sakura con tono burlón, y se sentó en su lugar, dejando al chico con las palabras en la boca. Entro Iruka-sensei al salón, el profesor de matemáticas, otro profesor agradable.

Iruka retomó el tema de las funciones que habían dando el día anterior, después de corregir la tarea y poner varios incumplimientos, les dio a sus queridos estudiantes algunos ejercicios más para practicar. La verdad que a Sakura no le costaba el tema, tal vez tenía algún traspié con los signos, pero nada que no se solucionara con poner más atención. –Sakura-chan…- la llamó una voz atrás suyo, voz que conocía muy bien. -¿Qué pasa, Naruto?- preguntó mientras se daba vuelta para ver a su rubio amigo.

-¿Me podes explicar esto?- pidió señalando la hoja. –Iruka-sensei ya me puso un incumplimiento y de verdad no entiendo.- explicó sonriendo nervioso. –Sí, Naruto, esto es así.- empezó a explicarle a su amigo el 'complicado' tema. Cuando terminó la explicación, Naruto había entendido todo, y ella le dijo que si tenía alguna duda que le volviera a preguntar. –Gracias, Sakura-chan.- las dio con una gran sonrisa. –De nada, Naruto.- devolvió mientras volvía a su posición anterior.

Las dos horas de matemáticas pasaron y sonó el timbre que hacía libres a los alumnos por unos cortos 20 minutos. –Frentona, vamos al patio.- dijo Ino. –No, cerda, voy a quedarme a escuchar música.- negó Sakura sacando su Ipod amarillo. –Frentona, no vas a hundirte en canciones deprimentes, ¿o sí?- preguntó la rubia. –Tal vez…- contestó la pelirosa con tristeza. –Sakura…- musitó Hinata preocupada. –Sabes que eso no es razón para que te sientas mal.- dijo Ino seriamente. –Ya sé, sólo quiero escuchar música.- explicó la pelirosa. –Bueno, si cambias de idea, ya sabes dónde estamos.- contestó la rubia saliendo del salón, y la peliazul atrás.

Sakura las vio irse, y suspiró aliviada. Caminó hasta uno de los bancos que estaba cerca de la ventana y se sentó sobre el. Se puso los auriculares y puso su primera canción del día.

When you try your best, but you don't succeed

When you get what you want, but not what you need

When you feel so tired, but you can't sleep

Stuck in reverse.

Miró por la ventana y el día estaba nublado, casi por llover. "Y yo pensé que iba a ser un hermoso día soleado." Pensaba con tristeza. Fix You era la canción que estaba escuchando, y sinceramente era así como se sentía. Quería que alguien 'arreglara' todo lo que estaba 'mal' en ella, sobre todo su despedazado corazón.

When the tears come streaming down your face

When you lose something you can't replace

When you love someone, but it goes to waste

Could it be worse?

Y su vida era tan irónica, que la única persona que podía 'curarla' era la misma que le estaba haciendo tanto mal. "Kami-sama, mi vida es una broma." Pensó con sarcasmo, riéndose de sí misma. Era eso o llorar, y prefería reírse… llorar era algo que hacía siempre, todas las noches.

And high up above or down below

When you're too in love to let it go

If you never try, then you'll never know

Just what you're worth

Ella sabía que tenía que olvidarlo, era algo que necesitaba para su vida, pero… era difícil, porque ella no quería olvidarlo, aparte era algo que sentía adentro, que le costaba ignorar… y su razón en esos momentos estaba por el piso, y le costaba tanto mentalizarse que TENÍA QUE OLVIDARLO. Pero el corazón… "el maldito amor." Pensó con melancolía.

-Tears stream down your face

I promise you that I'll learn from my mistakes

Tears stream down your face

And I...- Cantó con evidente tristeza en la voz.

-And I will try to fix you- dijo una voz en frente suyo. Sakura desvió la vista de la ventana para posarla en la persona que había hablado. –Sasuke…- musitó con voz suave. –Coldplay…- comentó mirándola. –Sí…- afirmó ella.

El morocho se acercó un poco más a ella para escucharla mejor, rozaba sus piernas. -¿Por qué estás mal, Sakura?- preguntó serio. -¿Qué?- dijo la pelirosa sorprendida. –Escuche cuando Ino te decía que eso no era razón para que estés mal, ¿qué es ese eso?- volvió a preguntar. – No es de buena educación escuchar conversaciones ajenas.- esquivó Sakura. –Tampoco lo es no contestar algo que te preguntan.- se defendió el chico.

Sakura volvió a mirar por la ventana –No es nada, no estoy mal.- negó con voz suave. –Para que Ino se ponga seria sí lo es, y para que escuches Fix You mirando un día nublado, también.- contó el Uchiha. Sakura bajo la mirada y volvió a mirarlo. –Es que… no sé, todos están de novios y yo soy la única que a sus 17 años nunca besó a nadie.- explicó sonriendo tristemente. –Es por eso…- musitó el morocho. –Sí, seguro pensas que es tonto… pero vos tenes novia, no tenes que preocuparte porque alguien te quiera o te de su afecto.- decía la pelirosa. –Vos, Ino, Shikamaru, Neji, Tenten, y dentro de poco Hinata y Naruto… yo voy a seguir sola.- terminó de hablar Sakura.

-No creo que vayas a seguir sola…- negó Sasuke con tono serio y frio, típico en él. –No mientas, Sasuke.- susurró Sakura. –Yo no miento.- dijo con seguridad el morocho, mirándola fijamente. Hubo un silencio entre los dos, pero el chico lo rompió. – ¿Es por el chico que te gusta?- preguntó con curiosidad. –Sí… pero no es sólo por él. ¿Qué chico se fijaría en mí? No soy linda…- decía mientras baja la mirada con tristeza. –Sakura…- la llamó mientras la tomaba del mentón y hacía que lo mirara. –Vos sos linda, sos hermosa.- le dijo con voz suave, que a le hizo latir el corazón muy rápido a la pelirosa.

-Es lo decís porque sos mi amigo…- excuso bajando la mirada. –NO, Sakura.- negó Sasuke molesto, y ella volvió a mirarlo. –Te lo digo como hombre, sos hermosa…- susurró mirándola fijo. No supo cómo o por qué pero se fue acercando lentamente a la chica, puso sus dos manos a los costados de ella, apoyándose en la mesa. Bajo bastante hasta su cara, sintiendo el aliento de ella chocar con el suyo, sentía su corazón latir rápidamente. Y Sakura estaba igual o peor que él, el sonrojo que tenía en su cara era muy evidente.

Unos pocos centímetros los separaban, y ¡riiiiiiiiiiiiiing! Sonó el timbre. Sakura corrió la cara mirando de nuevo a la ventana, totalmente sonrojada. Escuchó como Sasuke se alejo y se sentó en su banco. El corazón le latía a mil por hora "¿P-por qué S-Sasuke se acercó tanto?" se preguntaba nerviosa. "¿¡Por qué me acerqué tanto!" se preguntó el morocho. "Fue un impulso, un maldito impulso." Se contestó molesto. ¡Estaba por besar a su mejor amiga! "Pero… no entiendo ese repentino impulso de querer besarla…" dudaba el Uchiha.

"Kami-sama, ¡eso fue tan raro!" pensaba Sakura todavía mirando por la ventana. (¿Y por qué pensas que lo hizo?...) comentó su Inner con tono pícaro. "N-no sé…" contestó confundida. (Para mí que Sasuke-kun siente algo más que amistad por nosotras…) dijo con un guiño de ojo. "No digas pavadas, él tiene novia… y desgraciadamente es hermosa." Negó con bronca. –Señorita Haruno…- llamó una voz atrás de ella. Se tensó automáticamente, giró su cabeza para ver quién era y los nervios subieron más. –P-profesor Ibiki.- musitó tratando de sonar calmada.

-¿Podría usar un banco como banco y una silla como silla, y no al revés?- preguntó el imponente profesor. –S-sí…- contestó Sakura. -¿Y qué espera para ir a su lugar? Quiero empezar mi clase.- dijo el hombre con voz firme. –P-perdón…- pidió parándose y caminando hasta su banco, para después sentarse y sacar su carpeta de Psicología. Ibiki Morino era su profesor de Psicología, y era aterrador. La clase empezó, pero la pelirosa no podía poner atención… su mente pensaba en esos momentos en que el chico que amaba, y también su mejor amigo, casi la besaba.

Suspiró resignada, era obvio que él no quería besarla. (¿Entonces por qué se acercó tanto?) Preguntó su Inner. "Tal vez… quería… decirme algo al oído." Excuso sin sentido. (Claaaaaaaaaro, por favor, ni Naruto se creería eso… bueno tal vez él sí, pero yo no.) Contestó su Inner molesta. "¡Basta! Dejame prestar atención." Se ordeno a sí misma. (Algún día me vas a dar la razón, Sakurita.) Decía la Inner sacándole la lengua y callándose. Bueno, tenía que admitir que sentía que él la quería besar… ¡pero no! Él es su mejor amigo, y tiene novia… "Basta, Sakura, prestemos atención a la clase." Se dijo resignada, no era bueno hacerse ilusiones, era mejor pretender que nada pasó… aunque costara mucho.

Las dos horas de Ibiki pasaron, y el profesor pidió, no, ordeno que para mañana se sepan todos los Psicólogos que habían dado, con sus respectivas teorías. Todos estaban cansados, Ibiki era el peor profesor dejando tarea, siempre tan complicado y difícil. ¿Nunca les iba a dar un respiro? Las dos últimas horas eran de Biología, con Kurenai-sensei. Estaban terminando el sistema digestivo, era tan complejo… como todo en el cuerpo humano. –Chicos, la semana que viene empezamos con sistema reproductivo.- anunció la profesora, y algunos chicos se rieron, otros comentaron, y otras… como Sakura, se pusieron coloradas.

No era que la incomodara el tema, no, pero… darlo enfrente de sus compañeros varones era algo que no le agradaba para nada. Kurenai les dio las últimas preguntas del tema, y algunos ejercicios. Al finalizar las dos horas, eran libres. 13:00hs de la tarde y ellos salían del colegio, ¡qué día! La mayoría de los alumnos salieron corriendo "Animales…" pensó Sakura con molestia por como la chocaban cuando salían. Guardaba sus cosas lentamente, no quería cruzarse con Sasuke porque iba a ser tan… incómodo y raro.

-¿Por qué guardas todo a paso de tortuga?- preguntó una voz masculina atrás de ella. Volteó para ver quién era: Sasuke. –Es que… estoy cansada.- mintió volviendo a acomodar las cosas en su mochila. –Hmp…- masculló el muchacho algo molesto. -¿Esperas a alguien?- preguntó la pelirosa. –A vos, siempre nos vamos caminando juntos…- contestó el morocho lógico. –Ahhh… ya termine.- respondió la muchacha dándose vuelta para verlo, con la mochila en la espada. –Vamos…- ordeno Sasuke mientras se ponía en marcha, y ella lo siguió.

Poco después de salir del colegio, llegaron a la casa del Uchiha porque estaba antes que la de ella. Encontraron a Mikoto limpiando las ventanas de afuera -¡Sakura!- dijo la mujer con emoción, mientras corría a abrazarla. –Hola, Mikoto.- devolvió aceptando el gesto. -¿Cómo estás, hija? ¡Cada día más linda!- comentó sonriendo la mujer. –Jaja, bien, gracias.- contestó la pelirosa risueña. –Hola, mamá…- saludó el morocho alzando una ceja. –Hola, hijo.- le dijo mientras lo abrazaba. –Sakura, ¿queres quedarte a comer?- le preguntó a la chica. –Mmm… sí.- aceptó tranquila. -¡Qué bien! Vamos.- decía la Uchiha agarrando a cada chico por la mano y llevándolos dentro de la casa.

Al entrar a la casa, Sasuke subió a su habitación, sólo le pidió a su madre que le avise cuando la comida estuviera lista. -¿Dónde está Itachi?- preguntó Sakura entrando a la cocina, siguiendo a Mikoto. –Hoy sale a las 14:00hs. Su último año de secundaria y sale siempre tarde, ya está viendo algunas universidades.- comentó Mikoto, mientras seguía cocinando. -¿Va a estudiar Abogacía?- preguntó la pelirosa, mientras ponía la mesa. –Sí, a Fugaku le gusta la idea de tener a alguien que lo ayude.- contaba la mujer. -¿Cómo está Fugaku? Hace mucho que no lo veo.- comentó la chica. –Bien, igual que siempre. Ya vas a ver.- contestó Mikoto con una risa divertida.

Mikoto terminó de cocinar, y Sakura fue a llamar a Sasuke. El morocho bajo al instante y vio como llegaba su padre a la casa. –Hola, papá.- lo saludó igual que siempre. –Hijo…- devolvió el hombre. Ambos entraron a la cocina y vieron a las dos mujeres. –Fugaku, amor, Sakura vino a visitarnos.- anunció la Uchiha. –Hola, Sakura. Estás tan grande, hace mucho que no te veía.- comentó el hombre. –Sí, Fugaku.- afirmó la pelirosa. –Sos toda una mujer…- murmuró con nostalgia, acordándose de lo pequeña que era Sakura. -¡Comamos!- pidió Mikoto, y empezó a servir el almuerzo.

Comieron tranquilamente, diciéndole a la Uchiha mayor lo bien que cocinaba. Al terminar Fugaku se fue a acostar a dormir un par de horas, Sasuke estaba por hacer lo mismo que su padre pero algo lo frenó. –Sasuke, tenes que lavar los platos.- ordenó Mikoto. -¿Por qué yo?- preguntó molesto el morocho. –Porque quiero hablar con Sakura.- contestó la mujer, mirando fijo a su hijo. –M-Mikoto, yo puedo lavarlos…- se ofreció la pelirosa. –No, hija. Sasuke puede hacerlo.- contestó sonriéndole a la chica. –E-en serio, yo lo ayudo.- dijo poniéndose de pie, y caminando hasta el lavadero. –Bueno, entonces voy a guardar la ropa limpia…- decía la mujer mientras se iba.

-Hmp…- musitó Sasuke mientras limpiaba. –De nada.- le dijo Sakura mientras hacía lo mismo. Limpiaron todos los platos, vasos y cubiertos. Sasuke se fue a su pieza a dormir su merecida siesta, y Mikoto bajo para cocinar algo con Sakura. –Hagamos masitas de limón, ¿sí?- preguntó la mujer. –Sí, Mikoto.- asintió la pelirosa con una sonrisa. Empezaron a cocinar. Hablaron de muchas cosas, recuerdos, el colegio. –Sakura, quedate a dormir.- pidió Mikoto. –No sé, Mikoto…- dudo la pelirosa. –Por favor, hace mucho que no te quedas.- rogó la mujer. –Está bien.- aceptó, no podía negarle nada a Mikoto. Pusieron las masitas en el horno, mientras se cocinaban fueron a ver tv. Encontraron un programa de belleza, por lo que Mikoto lo dejo, hablaba de cómo reducir las arrugas y las líneas de expresión.

Unos 30 minutos después las masitas estaban listas, Mikoto las sacó del horno y esperó a que se enfriaran. Comieron una cada una y estaban riquísimas. -¡Nos salieron geniales!- comentó Mikoto con emoción. –Sí, no pensé que cocinara bien…- dijo Sakura sorprendida. –Lo sacaste de tu mamá, ella cocina muy bien.- contó la mujer. –Hablando de tu mamá, ¿cómo estás? Mejor dicho, ¿dónde está?- preguntó. –Jaja, está bien. En un congreso en Italia. Siempre me manda fotos…- contó la pelirosa. –Italia, qué hermoso…- musitó Mikoto fantaseando. –Debe ser hermoso conocer todo el mundo…- agregó soñando. –Sí, supongo…- dijo Sakura desinteresada.

-Hola, mamá.- saludó Itachi entrando a la cocina. –Hijo, ¿cómo te fue?- preguntó cálidamente. –Bien…- contestó el chico. –Hola, Sakura.- la saludó abrazando a la pelirosa. –Hola, Itachi.- correspondió la chica. –Mamá, voy a dormir un rato.- anunció mientras salía. –Sí, hijo.- asintió la mujer. –Sakura, ¿le llevas un par de masitas a Sasuke?- preguntó Mikoto. -¿Pero él no iba a dormir?- dijo Sakura confundida. –Él nunca duerme la siesta, tarta de hacerlo pero no puede. Al parecer su cerebro sólo descansa de noche.- comentó la mujer riendo tiernamente. –Yo le llevo las masitas.- afirmó Sakura. –Gracias, hija, yo voy a descansar un rato.- dijo Mikoto. Le dio un abrazo y salió de la cocina.

Sakura suspiró una vez que estuvo sola, agarro un plato y puso algunas masitas. Lo levanto y subió escaleras arriba para llegar a la pieza del morocho. Golpeo la puerta para asegurarse que el chico estuviera despierto, y después de un 'pase' abrió la puerta diciendo. –Sasuke, tu mamá me pidió… que te traiga… masitas…- explico lentamente mientras veía al morocho sólo con un jean y su torso completamente desnudo. (¡Es un Dios!) Pensó su Inner mientras se babeaba. Sakura no podía decir nada, la imagen la tenía hechizada, maldito Sasuke… ¿por qué tenía que ser TAN sexy?

-¿Te gusta?- preguntó con un tono picaron el chico. -¿Q-qué?- musitó saliendo de su hechizo. –Que si te gustaron las masitas…- dijo haciéndose el tonto, sonriendo de lado. "Aparentemente si le gusta lo que ve…" pensó el morocho. –S-sí, están ricas, jaja.- rió nerviosamente la pelirosa. –Yo… me voy, nos vemos más tarde.- saludó mientras dejaba el plato en la cómoda más cercana. -¿más tarde?- dijo Sasuke confundido. –Ah, sí. Mikoto me invitó a quedarme a dormir, y no le puedo decir que no a tu mamá.- explicó sonriendo. –Hmp, nos vemos.- dijo el morocho mientras se giraba para secarse el pelo con una toalla. Sakura vio su fuerte espalda y ¡por Kami-sama! ¡Él era su mejor amigo! Salió rápido de la habitación, enojada con ella misma.

Llegó a su casa, subió a su pieza, se cambio de ropa y se tiró en su cama. ¡Qué día tan loco! El mundo estaba en su contra, y al parecer lo disfrutaba. Descanso un momento sus ojos, y se quedó profundamente dormida. Se levantó a eso de las 17:30hs y se dio cuenta que perdió toda la tarde durmiendo. Se levanto perezosamente y camino hasta el baño donde se lavó la cara para despabilarse. Agarró una mochila y puso su uniforme del colegio, su pijama, ropa interior, medias, su cepillo de dientes, perfume y su cepillo para el pelo. Bajo a la sala y se puso a ver tv un rato.

A eso de las 19:30hs recibió un mensaje de Sasuke, donde le decía que fuera a su casa porque Mikoto la llamaba. Apago todas las luces de su casa, se aseguro que todo estuviera bien cerrado, tomó su mochila y salió de su casa para ir a la de los Uchiha. Sakura tenía puestos unos shorts de jean negro con una remera de manga corta color celeste y las ojotas blancas, era verano y el calor insoportable. Caminó unos pasos y toco el timbre de la casa de sus vecinos. Sasuke la recibió y se quedó plasmado por esa imagen ¡qué cuerpo tenía su mejor amiga! "¿¡Pero qué estoy pensando!" se reprendió a sí mismos.

-Hola, Sasuke.- lo saludó con una sonrisa.-Tanto tiempo, Sakura.- ironizó el morocho, dándole paso para que entrara. -¡Pfff! Siglos…- contestó ella siguiéndole la broma, entrando a la casa. El morocho cerró la puerta tras de sí, y por una 'extraña' razón sus ojos terminaron en la parte baja de la espalda de la pelirosa, admirando su parte trasera. Una sonrisa pervertida se formó en su boca, se le vinieron un par de ideas a la cabeza que… "¡NO!" negó inmediatamente. "Sasuke, autocontrol." Se ordenó. "Va a ser una larga noche…" terminó de decir en su mente.


Gente! Les gusto? Espero que sí! Soy 'nueva' en esto. Bah, ya escribí un KakaSaku que estoy por terminar, sí lo quieren leer se llama Noches de Verano, así que soy nueva en el SasuSaku; pero esta pareja también me gusta mucho ^^ Ammm... no tengo muchos capítulos escritos, pero si tengo muchas ideas, así que sepan perdonar si no actualizo rápido; prometo que cuando tenga más materia físico lo voy a hacer.

Saludos y espero que les haya gustado :)