"Superando la brecha"

Capitulo 3: "No pierdas tu cabeza" [Spanner POV]

Lambo Era muchas cosas. Entre ellas, un llorón y un inútil la mayoría del tiempo.

Pero el no era un cobarde, aunque muchos pensaran eso.

También era extremadamente testarudo, justo como Spanner acababa de notar.

"- continua ignorándome como si nada estuviese pasando y - ?"

"¿Podrías recargar esto?" le interrumpió Spanner, enseñándole una serie de cables.

"Por supuesto" Lambo asintió tomando los cables que el otro le extendía mientras chispas cruzaban todo el largo de sus brazos "No es como antes me ignoraba. Ni siquiera me insulta" Lambo le devolvió los cables al mecánico, el cual murmuro un gracias "Quizás no debí haberle gritado…" Lambo suspiró, pareciendo algo triste. Un momento después, sus ojos se oscurecieron en enfado "¡Pero se lo merecía! ¡No tenia derecho a meterse en mi conversación con Dokuro-san!"

Spanner gruñó algo que bien podría ser una afirmación mientras saltaban unas chipas de los lugares correctos provocando que Lambo sonriera alegre.

"¡Exacto! ¡Gracias por escuchar, Spanner!"

Spanner asintió apenas, honestamente sin tener idea de que había estado hablando el chico por las pasadas – miró de reojo su reloj, el cual estaba roto – dos o tres horas (Wow, ese chico si que sabe como hablar…) o porque Lambo de todas las personas le había escogido a el para hablar. Solo porque los dos eran buenos amigos de Shoichi no significaba-

"Hey, necesitas un descanso" dijo Lambo de repente, y Spanner se encontró a si mismo siendo levantado y arrastrado fuera de su habitación de trabajo y saliendo de regreso a la luz.

Spanner miró su comida con una expresión aburrida. Del otro lado de la mesa, Lambo hablaba alegremente sobre una cosa y otra, sin importarle realmente si su audiencia escuchaba o solo pretendía hacerlo (definitivamente esta ultima)

De reojo Spanner pensó haber visto a alguien pasar por la entrada de la cocina (extraño…la puerta parece estar rota…Probablemente debería arreglar eso si Gianini o Shirley no van a hacerlo), pero cuando se volteó a ver quien era, ya no había nadie. Casi deseó que quien hubiese pasado regresara, para que así distrajera lo suficiente al guardián del trueno para así poder hacer su escape.

Y como si un ser superior hubiese súbitamente tomando interese en su persona, Gokudera Hayato entró en el lugar encaminándose al refrigerador. Este se detuvo justo antes de abrir la puerta y se volteo para darles una mirada en blanco "…yo" susurró moviendo una mano apenas en gesto de saludo. Lambo agitó su mano enérgicamente mientras que Spanner apenas levantó la suya dando al guardián de la tormenta una mirada dudosa.

Los dos no estaban en muy buenos términos, por razones que Spanner estaba un noventa por ciento seguro no eran su culpa, porque el no recordaba haber hecho algo en particular para hacer enojar al otro hombre. Yamamoto le había explicado inútilmente que "enojado" era la personalidad predeterminada de su novio, lo cual no sirvió mucho para hacer sentir mejor a Spanner.

También estaba ese pequeño algo en el fondo de la cabeza, lo que le hacia a Spanner sentir como si hubiese sido excluido de algo importante. Algo que todos parecían saber excepto el. Sabia que Shoichi lo sentía también, lo cual era parte de la razón por la cual había escogido al no prejuicioso guardián del trueno y a su hermana, Shirley, quien era dejada de lado mas aun, porque ella ni siquiera se percataba de que había algo de lo cual había sido dejada de lado en primer lugar.

Gokudera puso toda su atención en Lambo "Se te necesita en el cuarto de entrenamiento"

Lambo asintió su salio rápidamente del lugar, dejando a los dos solos. Spanner se removió incomodo y deseo s Dios que le enviara a alguien, así como Yamamoto o la novia de Sawada. Soltó un suspiro de puro alivio cuando el peliplateado salió, y se encontró así mismo casi saltando de su asiento del susto ante el sonido del fuertes voces acercándose, después apareció Lambo por la puerta, el que parecía extremadamente enojado, como si las chispas alrededor de su cuerpo no fuesen indicación de ello, y Reborn, el cual parecía exasperado por algo.

Spanner deseo haber tomado su oportunidad para corre cuando aun la tenia.

"¡No es sobre el sexo! ¡Estupido!" gritó Lambo volteándose para estar frente a frente al otro "¿no pensaste que tal vez realmente te am- me gustas?"

(Yep) pensó Spanner hundiéndose en su silla (Cualquier lugar que no sea aquí seria lindo, ¿Dónde hay una cuerda de escape cuando se necesita?)

"Bueno, lo siento, idiota" le respondió Reborn "¿Cómo demonios se supone que sabría eso? O sea, te has pasado la mayor parte de 13 años odiando el suelo por el que camino, y de repente cambias y me besas?"

(Al diablo la cuerda, solo dame un arma para que pueda dispararme)

"Pensé que podías leer mentes" soltó el menor con sarcasmo, cruzándose de brazos.

"La tuya es demasiado densa para atravesarla"

"¡Bueno! ¡Lo siento por ser un maldito retardado! ¿Por qué no voy y te saco de TU maldita miseria!"

(O quizás podría dispararles a ellos. Mejor plan. Tsuna-san realmente no necesita un guardián del trueno, tiene otros cinco…er…seis…¿Mukuro y Chrome cuentan separadamente?)

Mientras Spanner se perdía en sus pensamientos, Lambo se encaminó a la puerta dispuesto a irse, pero Reborn le alejo de ella. Lambo le miró mientras que con un gruñido una brillante llama verde envolvía el anillo que pendía de su cuello.

"¡.Toques!" la ultima palabra seguida de un impulso eléctrico que empujo a Reborn al suelo, al mismo tiempo que toda la energía en la base moría súbitamente. La única fuente de luz proveniente de Lambo, el cual aun estaba soltando chispas.

En el resplandor azul y verde, Spanner vio como Reborn se ponía de pie lentamente.

"Tienes suerte de que te amo, maldita vaca" soltó el arcobaleno con voz sedosa que prometía muerte a pesar de las palabras que estaba diciendo "o te hubiese disparado. Quizás aun no lo haga"

Las chispas de Lambo murieron casi instantáneamente y un momento después la electricidad regreso. El guardián del trueno miró a Reborn con sus ojos verdes completamente abiertos "¿Qu-Que?"

Reborn, al parecer percatándose de lo que había dicho, ya que su rostro parecía el de alguien que deseaba que en ese momento el suelo se abriera y se lo tragara.

(Tu y yo, compañero)

"No dije nada" negó Reborn volteándose. El rostro de Lambo se iluminó con una sonrisa.

"¡Realmente lo hiciste! Tu dijiste que me am- "

Reborn se volteó y agarró al menor de los brazos, interrumpiéndole "No, no lo dije"

Lambo se acercó al rostro del mayor y le plantó un beso en los labios antes de que este pudiera retroceder "Si lo hiciste. Pero esta bien. Yo también te amo"

Reborn clavó sus ojos en el por un momento en un profundo silencio, para que luego abruptamente Lambo quedara atrapado contra la pared, y Spanner decidió que este era el momento para hacer su silenciosa salida antes de que se convirtiera en un Voyeur en contra de su voluntad.

Diez minutos después, cuando Tsuna entró, ellos aun estaban en ello. El décimo Vongola soltó un largo suspiro, pasando junto a ellos en dirección al refrigerador, abrirlo y extraer un pote de helado, para luego encaminarse a la salida.

"Seriamente, gente" medio gruño "TODOS ustedes tienen malditas habitaciones, ¡Úsenlas!"

En lo profundo de su cabeza, Mukuro rió.

(Pero, ¿Dónde quedaría la diversión en ello, Tsunayoshi? Kufufu…)

Fin.