Los personajes de esta historia son propiedad de Stephenie Meyer

CUIDA MI VIDA

"Visita inesperada"

Carlisle POV:

Iba recorriendo los pasillos del nuevo hospital en el que trabajaba, en estos momentos nos encontrábamos viviendo en Alaska. Cuanto habían cambiado nuestras vidas en estos últimos años… Suspiré… 5 años habían pasado desde que nos fuimos de Forks, dejando atrás a una persona que todos considerábamos un miembro muy importante de la familia. A todos nos había afectado el tener que irnos…

Mi querida esposa Esme y yo, habíamos perdido a una de nuestras hijas; la más débil, que por ser humana, necesitaba de toda nuestra protección y cariño.

Emmett aunque parezca increíble había dejado de bromear, ya ni siquiera tenía ánimos para hacer sus típicos chistes, ya que ninguno de nosotros estábamos de humor para aguantarlos. Y es que a él también le dolía el haber perdido a su hermanita, porque aunque a veces tuviera la mentalidad de un niño…, escondido en ese grande corpachón podía aparecer un hombre que daría la vida por su familia, y una parte muy importante de esa familia era Bella, la siempre tierna y dulce Bella, con la que podía bromear y con la que tenía la oportunidad de desempeñar ése lado protector que con el resto de la familia, por ser lo que somos no podía.

Incluso Rosalie que al principio la había odiado, se le notaba que la echaba de menos, quizás no a ella directamente… pero si la paz y la felicidad que había traído a la familia durante ésos meses que estuvo con nosotros, la felicidad que le dio a su hermano. Se había dado cuenta de que ella también era una parte importante de nuestras vidas.

Alice… mi hiperactiva Alice, la que siempre estaba alegre que con una de sus sonrisa podía alegrarte el día, estaba ahora deprimida, ni siquiera el hecho de ir de compras la animaba… Ella había dejado atrás a su mejor amiga, o mejor dicho su hermana, porqué aunque no fueran hermanas de sangre se querían como si lo fueran, el cariño que había entre ellas se podía apreciar a simple vista. ¿Como si no iba a aguantar Bella esas largas sesiones de barbie Bella…? Sonreí sin poder evitarlo, recordando la cara de Bella cuando sabía que Alice le tenía preparada una de sus sesiones… Porque aunque le fastidiara, todos sabíamos que acabaría aceptando con tal de no herir los sentimientos de la duende. Ahora Alice ya no era la misma, no solo tenía que lidiar con su dolor, sino también con el de su pareja. Jasper se sentía tremendamente culpable, todos podíamos sentirlo gracias a su don. Todos sabemos que de nuestra familia él es el que más dificultades tiene para luchar contra lo que somos, el hecho de que durante décadas, su estilo de vida fuera tan diferente al nuestro, representa para él un tormento y una lucha constante. Lo que paso en la fiesta de cumpleaños de Bella, no es más que un ejemplo de ello. Lo que en otras circunstancias o con otro tipo de familia, se habría convertido únicamente en una anécdota, se convirtió para nosotros en la ruptura de nuestra familia. No es que culpe a Jasper de lo que paso, ni muchísimo menos… Es nuestra naturaleza, y a algunos les resulta más fácil controlarse que ha otros.

El mejor ejemplo de eso, es mi hijo Edward. Quien iba a pensar que en ese pequeño pueblo lluvioso, Edward encontraría su mayor felicidad. Pues eso era Bella para él, su felicidad, su amor, la mujer de su vida, nunca encontraría a otra, y eso él lo sabía, sabía que dejando a Bella se estaba obligando a si mismo a vivir una eternidad de soledad y tristeza. Pero ella no solo le trajo felicidad, al principio resulto ser su mayor tormento, "la sua cantante", cuya sangre cantaba para él, su primer impulso en aquella clase de biología fue intentar matarla. Por suerte pudo contenerse y con el tiempo se dio cuento de que esa persona que en un principio consideró como su víctima potencial, resultó siendo la razón de su existencia. Como lo es Esme para mí, o como lo es Alice para Jasper y Rosalie para Emmett.

Todos nosotros habíamos intentado convencer a Edward de que no era necesario irnos de Forks, que seriamos más cuidadosos, incluso Jasper se ofreció a ser él quien se fuera, pero Edward se negó, dijo que no quería separar a la familia, no se daba cuenta de que dejando a Bella, también separaba a la familia. No hubo forma de hacerle cambiar de opinión.

Suspiro.

Y aquí me encuentro, siguiendo con mi trabajo, aparentado una calma y una tranquilidad, que estoy bastante lejos de sentir. Tengo que mantenerme fuerte por mi familia, cuando estoy en casa intento no pensar en Bella, para que mi hijo Edward no se altere, pero en ocasiones como esta, en las que puedo dejar vagar mi mente, me pregunto que estará haciendo Bella en estos momentos, que habrá sido de su vida.

Han pasado 5 años supongo que estará en la universidad, o tal vez ya haya terminado sus estudios y tenga un buen trabajo que le guste. Espero de corazón que encontrara a un buen hombre, que le pueda dar todo el amor que merece y pueda formar una familia, en la cual pueda volcar todo su amor y ternura. Aunque sinceramente… si conozco a Bella como creo que la llegué ha conocer, no creo que le resultara fácil olvidar a Edward, su amor por él era tan grande como el de él por ella, en sus ojos se podía ver la devoción que sentía por mi hijo cada vez que le miraba.

Saludé a mi secretaria cuando pasé por delante de su mesa de camino a mi consultorio, era una señora mayor de unos 60 años, era una mujer muy afable, internamente agradecía, que me hubieran asignado como secretaria a esta dulce mujer en lugar de alguna jovencita de las que se pasan el día suspirando por las esquinas.

-¡Buenos días señora Clark! ¿Qué tal su fin de semana? ¿Cómo están sus nietos?- le pregunté amablemente, con una sonrisa.

-¡Buenos días doctor Cullen!- me respondió con otra sonrisa- Pues fue un fin de semana agotador, aunque me encanta tener a mis nietos conmigo, creo que ya no tengo fuerzas para batallar con tres diablillos, que no paran un solo instante…- ambos nos reímos. Pues yo sabía que la señora Clark adoraba a sus nietos, y que aún le quedaba energía para bastantes años más.

-Estaré en mi despacho revisando unos historiales médicos, si se ofrece cualquier cosa avíseme.-

-Por supuesto doctor Cullen!- y volvió su vista a la mesa en la que estaba trabajando momentos antes ordenando unos historiales para tenerlos preparados cuando tuviera que atender a los pacientes.

Llevaba una hora trabajando en mi consultorio, cuando por el teléfono sonó la voz de la señora Clark:

-Doctor Cullen, disculpe que le moleste pero tiene una visita, y no es un paciente.- me informó con voz sorprendida, y es que aunque hacía algún tiempo que yo trabajaba aquí no era normal que recibiera visitas. Si mi familia me necesitaba para algo me habrían localizado en el móvil… lo saqué del bolsillo de mi pantalón para comprobar que no se hubiera quedado sin batería y se hubiera apagado… estaba encendido. Además la señora Clark conocía a mi familia. Fruncí el ceño. Entonces no era de mi familia…

-¿Quién es señora Clark?- le pregunté intentando despejar mis dudas.

-Se llama Harry Banks y dice que es abogado, quiere hablar con usted- dijo contrariada.

No era normal que yo recibiera visitas en mi lugar de trabajo, y lo que más me inquietaba es que fuera un abogado. Siempre éramos muy cuidadosos con todos los asuntos legales, ya fuera la falsificación de nuestros documentos de identidad como el estado de nuestras cuentas bancarias. Empecé a preocuparme… pero decidí que era mejor primero hablar con él, para saber cuál era el problema.

-Hágale pasar, por favor señora Clark!-

-En seguida doctor Cullen.-

Al cabo de un momento se oyeron unos golpes en la puerta, y la señora Clark abrió la puerta y entro al despacho seguida por un hombre de unos 50 años, tenía el pelo negro, pero se veía que en algunas zonas sobre todo en las sienes empezaban a aparecer algunas hebras plateadas. Era bastante alto, aproximadamente metro ochenta, y tenía una complexión delgada se veía que hacia ejercicio para mantener su cuerpo en forma. Vestía un traje oscuro, caro y elegante, llevaba el abrigo colgando en su brazo y un maletín negro de piel colgando en su otra mano, su apariencia era la de un hombre seguro de si mismo.

Me levanté de mi silla para recibir a mi inesperado visitante.

-Aquí está el señor Banks, doctor Cullen.

-Gracias señora Clark, puede retirarse.

-Si doctor Cullen, si necesita algo avíseme, estaré al pendiente.- asentí con una inclinación de cabeza.

Mi visitante se despidió de mi secretaria, con un gesto cortés, antes de darse la vuelta y centrar su atención en mí. Se acerco al frente de mi escritorio con la mano extendida, la cual estreche sin vacilación.

-Doctor Cullen… Es un placer conocerle al fin- me saludó con una sonrisa sincera aunque apenada en su rostro.- Me ha costado bastante encontrarle, llevo algún tiempo buscándole.

Me tense internamente ante sus palabras, por supuesto no podía dejárselo ver. Lo curioso es que, dado que nuestra familia debía mantener el anonimato a toda costa, sus palabras me parecieron un tanto preocupantes pero su expresión no me pareció para nada amenazante.

-Pues dígame que le trae por aquí, y en que le puedo ayudar.

-La razón que me trae aquí no podré decírsela hasta que estemos reunidos con toda su familia.- no pude evitar que mi rostro mostrara sorpresa ante esta petición, el hecho de que quisiera tener a toda mi familia reunida, era como poco, preocupante.-Como ya le ha informado su secretaria, soy abogado.

-Disculpe pero no termino de entender, porque un abogado viene a buscarme a mi trabajo, y exige ver a mi familia reunida, supongo que comprenderá que me parezca extraño. Así que si fuera tan amable de explicarse… se lo agradecería.-

-Lo lamento doctor Cullen y créame que comprendo su preocupación, pero mi cliente puso como condición que toda la familia debía estar reunida, cuando les informara del asunto que me ha traído aquí.- dijo con total seriedad.

-¿Puedo al menos saber el nombre de su cliente?- le exigí en un tono que empezaba a ser claramente irritado.

- Isabella Swan.-

Me quedé helado ante esta declaración, como Alice no había visto algo así. Un sinfín de opciones se pasaron por mi cabeza en un segundo. Y no conseguía hallar una respuesta lógica, al porque Bella mandaría a un abogado para hablar con toda la familia.

-¿Por su expresión de sorpresa, puedo suponer, que recuerda a la señorita Swan…?- me preguntó con una ligera sonrisa.

-Por supuesto que la recuerdo, como no iba a recordarla…-murmuré de manera ausente.

Al cabo de unos minutos, en los cuales el abogado esperó de forma paciente, cuando conseguí salir de mi aturdimiento, empecé a cuestionarle sobre la razón de su visita.

- ¿Cuál es el problema con Bella? ¿Y por qué le manda a usted para hablar con nosotros? ¿Tiene algún problema?-

-Disculpe que no pueda responder a sus preguntas doctor Cullen. Pero como ya le he dicho antes, las instrucciones que me dio la señorita Swan, era que no les informara de la razón de mi visita, hasta que no estuviera toda la familia reunida.-

Asentí de manera ausente. Pensando en si sería buena idea llevar a un extraño a casa, y más teniendo en cuenta los problemas que podía ocasionarnos, por un momento se me paso por la mente la idea de pedirle a mi familia que hiciéramos las maletas y nos fuéramos, pero eso sería huir… y aunque me preocupaba que Bella hubiera mandado a un abogado a hablar con nosotros, quería pensar que ella sería incapaz de causarnos en problemas.

Lo que más me preocupaba era la posible reacción de Edward, sabía cómo le había afectado a mi hijo, la separación de Bella. Todos evitábamos pronunciar su nombre en la casa, si ahora llegaba un extraño para hablarnos de ella…

Decidí que la única forma de saber, lo que había venido a decirnos, era que le llevara a casa y reuniera a toda la familia, así saldríamos de dudas, en cuanto a Edward ya veríamos como lidiábamos con él.

Mi turno en el hospital terminaba en una hora, me puse de acuerdo con el señor Banks, para vernos en casa al cabo de dos horas, eso me daría tiempo de prevenir a la familia y explicarles la situación. Le di las indicaciones de cómo llegar a la casa, y me dispuse a llamar a Esme, para advertirla de lo que pasaba.


Hola! Esta es mi primera historia, creo que la idea puede ser muy buena, pero lo de escribir no se me da muy bien así que...

Me gustaria saber sinceramente vuestra opinion, si os gusta la historia...

Sea como sea, gracias por tomaros el tiempo de leerla!