Disclaimer: nada me pertenece, excepto ideas. El resto, le pertenece a JK Rowling.

Dedicado a SacandoLengua.

MariSeverus.


Estaba dormido. No estaba consciente de nada. Boca abajo y con las sábanas y almohadas enredadas. Con un suspiro, ahogó un bostezo y tanteó a su lado. Sintió la cama vacía y enseguida, parpadeó. ¿Dónde estaba su esposa?

Miró a su alrededor y con un suspiro, dio la vuelta sobre sí mismo. Intentaba tomar sus gafas de la mesita de noche, pero no veía nada. ¿Dónde demonios las había dejado?

No escuchó el llanto de Harry, ni algún indicio de que su esposa estuviera allí dentro. Se levantó a rastras y miró a su alrededor. Solo veía cosas borrosas. No sabía qué estaba frente a él, a un lado o detrás. No tenía idea de nada.

- ¿Lily?

No escuchó nada nuevamente y decidió continuar caminando. Con un suspiro de frustración, sintió algo duro bajo sus pies.

No quiso pisarlo, pero se resbaló como un tonto y quedó de rodillas en el suelo. Giró una vez más, buscando el objeto.

Parecía ser un juguete de Harry, que chillaba cuando lo tocaba. Se volvió a levantar y continuó caminando.

No había nadie en casa.

Mientras caminaba, tocó la mesa del comedor. Colocó sus manos sobre ella, buscando sus gafas y sintió entre sus dedos, un pedazo de pergamino. Lo tomó. Quizá era una nota de su esposa. Lo leyó o eso intentó hacer.

"Voy a... Casa de..." "¡Snape!"

Una furia terrible llenó su cuerpo y entonces caminó de regreso a la habitación. Enloquecido, pasó por encima del muñeco y se llevó varias cosas.

Se vistió. Sin importar que su camisa estuviera al revés y que su pantalón estuviera desabrochado. Apenas se puso los zapatos y tomó la varita.

- ¡No te quedarás con ella, Quejicus!

Mientras caminaba decidido, Lily volvía a entrar. James escuchó la risa de Harry, mientras ella lo sostenía entre sus brazos.

- ¡Ah!- dijo en posición de duelo y Lily, pegó un brinco.

- ¡James Potter! ¡Casi me matas de un susto!

- ¿Entonces estaban en casa de Severus Snape?

- ¿Quién demonios te dijo eso?

- ¡Lo admites!

- No seas idiota. Estaba en casa de Sirius.

- ¡Mientes, el papel dice Severus!

- Dice: James, voy a casa de Sirius. No me esperes despierto. ¿Y por qué sostienes un cucharón? ¿Te diste cuenta de que tienes la camisa al revés y el pantalón desabrochado? Parece que hubieras visto a un fantasma.

Pues, se sintió abochornado. Suspiró mientras Lily le colocaba los lentes y entonces, todo se vio más claro.

Sí, decía: "casa de Sirius". Pobre Snape, siempre llevaba la culpa de todo.