¿Qué hacer? Si no se transformaba mucha gente saldría lastimada, pero si lo hacía todos sabrían que ella era una Mew Mew.

Entonces Elliot actuó con rapidez.

-¡Todos fuera, corran!

Los que estaban ahí contemplando parecieron algo atontados al principio, pero después de unos segundos de dudar se decidieron por correr y alejarse de ahí lo más posible.

-¡Todo mundo huya… rápido, rápido! ¡Señorita Hanson, usted también! –gritó un maestro.

-¡Eso sí que no, Zoey se queda! –se molestó Dren.

Al instante el predacito atacó a Zoey, arrojándola por el aire y cayendo sobre Elliot. Dren se enfadó al ver esto. Zoey perdió el conocimiento, se veía muy lastimada… y el rubio lo notó.

- ¡Suéltala! ¡Zoey es sólo mía! –gritó con rabia el alienígena.

-¡Si te importara tanto cómo dices no la lastimarías! –le gritó molesto mientras cargaba a la pelirroja.

-Eso es asunto mío –se defendió el otro.

-Deme a la señorita… por favor… –pidió el profesor.

-¡No se acerque! –gritó con rabia al docente.

El maestro al ver esa mirada de furia se alejó.

- Esto aún no acaba… regresaré –amenazó antes de desaparecer.

Elliot vio cómo Dren y el predacito desaparecían ante el asombro del maestro. Entonces, con Zoey en brazos caminó hacia el impactado profesor.

-¿Dónde está la enfermería?

-Ahhh… al final… del pasillo y doblando a la derecha… es una puerta grande, pero… no se preocupe, yo la llevaré… no es necesario… –ofreció el maestro.

-No, yo me encargaré de esto.

Y sin poderlo evitar caminó con la chica en brazos, provocando que las miradas de los estudiantes estuvieran sobre ellos y todos comenzaran a murmurar. Cuando Zoey abrió los ojos se encontró recostada en la enfermería, Elliot le estaba dando la espalda mientras platicaba con la enfermera, por lo que aún no notaba que ya había reaccionado. Zoey recordó la batalla con Dren, pero no sabía cómo había terminado ahí; entonces escuchó que Elliot se acercaba y cerró los ojos.

Elliot se sentó a su lado, esperando que Zoey despertara, en ese momento su celular empezó a sonar y la chica escuchó toda la conversación.

-¿Bueno?

-¿Elliot? ¿Eres tú?

-¿¡Cassandra! Pero… ¿cómo? –se sorprendió con la voz escuchada.

-Wesley me dio tu número de celular. Oye… la fecha se acerca.

-Lo sé. A veces pienso que es demasiado pronto.

-Igual yo… pero no podemos detener ni regresar el tiempo.

-¿Cuándo llegas?

-Mañana o pasado.

-¿Tan pronto?

-Si estás ocupado, puedo retrasar mi vuelo…

-¡No!... digo, no hay ningún inconveniente en que llegues hoy, mañana o pasado, Wesley y yo te esperamos… ¿sabes cómo llegar al Café? ¿O prefieres que te vaya a recoger al aeropuerto?

-Como sea… ya Wesley me explicó cómo llegar, pero… preferiría que me fueras a recoger…

-Entonces iré por ti…

-Ok… adiós, Elliot.

-Adiós.

Y colgó el teléfono. Zoey ya no podía aguantar la curiosidad, quería preguntarle a Elliot quién era la chica con la que había hablado y más ahora que iba a llegar al Café. Si Elliot y Wesley la iban a recibir en él era probable que supiera todo acerca de las Mew Mew's pero, ¿a quién le contarían sobre ello? ¿Qué tenía de especial esa chica como para confiar en ella?

Zoey fingió que despertaba. Cuando abrió los ojos el rubio estaba mirando por la ventana de la habitación, volteó a verla con ese aire orgulloso de siempre.

-Veo que ya despertaste. Un simple ataque no te podía derrotar.