¡Yereri aquí! Reportándome y trayendo para ustedes el último capitulo de este fic. Mmmm…al principio iba a hacer dos capítulos, porque este me quedó un poco más largo que de costumbre, pero al final decidí que se quedara tal y como está. Estaba pensado en escribir alguna otra historia de vampiros, pero eso aún no lo he decidido, ¿Qué opinan? Por otro lado, tengo otro pequeño UA protagonizado por esta, mi amada parejita, solo que mucho más corto, de unos tres capis máximo.

Recomiendo algunas canciones para este fic: Lies, All that I'm living for, October y Taking over me, de Evanescence.

Bien, sin más que comentar, pueden empezar a leer :)

Pacto de sangre

Capítulo 8

Fuego y Hielo

Kula continuó caminando en completo silencio y con temor. Pensó en regresar a buscar el punto en el que se había separado de K', pero finalmente renunció a esa posibilidad. De aquel lado, seguro la estarían esperando. No era momento de arriesgarse y ser descubierta. Si seguía avanzando seguramente lo encontraría tarde o temprano.

De eso no tenía ninguna duda. Si K' iba a hacer algo, seguramente no sería volver por ella ni esperarla. Él seguiría adelante, y buscaría a Igniz para acabar con él.

Con estos pensamientos, Kula siguió caminado, siempre hacia adelante en aquellos oscuros pasillos. Se guiaba sosteniéndose de la pared. Trataba de no tener miedo. El miedo no era una opción, pero realmente estaba consciente de que no era tan fuerte como K', por lo que necesitaba estar más alerta y saber cómo disponer de sus poderes si era necesario.

K' estaba más que enfurecido por haber perdido a Kula. Decidió acelerar su paso para encontrar a Igniz para de una vez por todas asesinarlo cruelmente, o encontrar a Kula y sacarla de ahí lo más rápido posible, ambas opciones estaban bien para él.

-Vaya, pero si es Kula Diamond.

Había seguido el túnel, y había aparecido una puerta. Al salir por ella, fue atrapada.

La llevaron ante Igniz. La lanzaron al suelo sin piedad, a los pies de este. No duró mucho tiempo en el suelo, pues sabía lo que quería hacer, estaba decidida. Sin dudarlo, avanzó hacia el frente a toda velocidad, preparando un ataque. Con un cuchillo de hielo en sus manos, se lanzó hacia él.

Igniz, con una sola mano le sostuvo la muñeca y la detuvo.

-Niña tonta.

Luego la volvió a lanzar al piso. Caminó hacia ella, y antes de que pudiera incorporarse, la sujetó de la barbilla y la levantó.

-Qué criatura más hermosa- comentó despreocupadamente- lástima que sea la amante de una basura como K' Dash.

-Cierra la boca, bastardo- ella lo miraba con los ojos entrecerrados, y con la voz grave por la presión en su garganta.

-Oh, claro, no vas a dejar que me burle tan fácilmente de tu querido K', ¿No?- dicho esto la volvió a lanzar sin piedad contra una pared.

Kula se repuso. Puso las manos en sus rodillas y se dio impulso para ponerse de pie. Se levantó por completo.

-No te dejaré ni siquiera que digas su nombre. Te venceré yo misma, ahora.

Igniz lanzó una sonora carcajada mientras caminaba de regreso a su asiento. Kula miró a su alrededor. Eran muchos. Demasiados. Aún si pudiera vencer sola a Igniz, ¿Qué podría hacer a los demás? O podría ser al revés. Si los demás atacaban primero, ¿Cómo vencería a Igniz?

Peor aún. La valentía que había sentido antes poco a poco se había desvanecido. ¿Qué tan fuertes eran todos? ¿Qué tan fuerte era ella en comparación? La iban a matar, era lo más probable.

Trató de darse valor. No podía ser tan tonta. K´ esperaba más de ella. K´ sabía que ella podía hacer lo que fuera.

¿K'? ¿Qué había de él?

Aún si pudiera hacer algo, K' quizás no estaba lo suficientemente fuerte para pelear.

Antes de que sus pensamientos pudieran seguir, Igniz habló. No pudo evitar escucharlo.

-Seguro ya te habrás dado cuenta, preciosa, de que aunque quieras no puedes vencernos a todos. De hecho, dudo mucho que siquiera K' podría mantenerse en pie en una batalla como la que le espera al llegar aquí.

-K' puede darte la paliza de tu vida, estúpido Igniz- pero se había tardado bastante en responder, había dudado.

-Realmente no lo crees tanto como quieres aparentar. No te culpo. Nadie puede confiar del todo en otra persona.

Kula bajó la mirada y se quedó callada.

-Te propongo un trato.

Los minutos pasaron largos, y al parecer estos dieron paso a las horas. Y K' seguía caminando por ese pasillo.

-Maldición, ese bastardo- se detuvo y se apoyó contra la pared para descansar- ¿Y si he caído en una trampa? Podría estar en un laberinto.

Miró hacia ambos lados y finalmente se puso en camino de nuevo.

Algo le decía que no se detuviera más. Tenía que continuar, necesitaba avanzar. Había dejado a Kula por su cuenta y quizás por sí sola no podría hacer nada contra Igniz.

K' corrió por el pasillo, hasta que vio una luz. Llegó al final corriendo con todas sus fuerzas, y cuando salió tuvo que cubrirse los ojos de la luz que lo enceguecía.

-K', bienvenido.

Bueno, era lo que esperaba. Encontrarse con él, de un momento a otro. Era la hora. K' avanzó y sintió como todas las miradas se posaban sobre él. Buscó por si estaba Kula ahí. No la vio.

-No entiendo porqué me das la bienvenida, Igniz. Sabes lo que vengo a hacer.

-Sí. No has dejado de ser un salvaje desde la última vez que nos vimos.

-Cállate. He venido a vencerte, así que no seas cobarde y ven a enfrentarme.

K' aun estaba algo alejado de él. Igniz sonrió pero no se movió de su lugar. K' se dio cuenta, al igual que Kula, que eran muchos para enfrentarlos él mismo. Quizás por si solos no eran gran cosa, pero también tenía que enfrentar a Igniz y ese era otro cantar. Estaba en verdadera desventaja si peleaba por sí sólo. Si Kula estuviera con él. No era sencillo admitirlo, pero ahora peleaba tan bien como él. Quién sabe, quizás ya era mejor.

-Sé que te has dado cuenta, querido K', que estás en una marcada desventaja. Si quieres llegar a mí, antes tienes que atravesarlos a ellos.

-No será ningún problema. Además- agregó observando a su alrededor- era de esperarse que no jugaras limpio.

-Por favor, K'. No salgas ahora con eso. No eres un humano, ¿Recuerdas? ¿Cómo es que no te has olvidado de todas esas tonterías de la justicia y la compasión? Son solo escudos para las criaturas débiles.

K' no contestó, pero en cambio le dirigió una mirada penetrante y cargada de odio, que evidenciaba las profundas ganas que tenía de hacerlo trizas.

-Bien, como quieras- Igniz levantó las manos como si pidiera paz- te propongo un trato.

-No hago tratos con alguien como tú.

-Una vez más, K', no comprendes que en estos momentos cualquier trato que yo te proponga es una favor para salvar tu vida. Te daré una oportunidad. Pelea contra uno de mis más fuertes vampiros. Si lo vences, te dejaré elegir entre pelear contra mí o unirte a mis fuerzas.

-Sabes que elegiré pelear contra ti de todas formas. Me parece una pérdida de tiempo pero adelante. Sea quien sea, lo venceré porque necesito vencerte a ti también.

Igniz mostró sus finos colmillos en una sonrisa que, de pronto, a K' le pareció intimidante. Sólo por un momento.

-Entonces que así sea.

Lo dijo de forma tan confiada, que K' en seguida tuvo un mal presentimiento. Algo iba a salir muy mal de todo eso.

Luego, la certidumbre lo paralizó. Volteó a un rincón oscuro, al que no había prestado atención.

-¿Kula?

Kula avanzó hacia él. No alejaba su vista de él, pero sus ojos estaban vacíos, como si estuviera hipnotizada.

-¿Qué demonios le hiciste, bastardo?

Igniz rompió a carcajadas.

-Yo nada. Ella decidió para qué bando le convenía jugar, eso es todo. Ahora estás sólo, K'.

K' caminó hacia atrás mientras Kula seguía aproximándose.

-¿Qué demonios te pasa?- preguntó con furia, al ver que Kula no se detenía.

-K', no puedes hacer nada. Únete a Igniz así como yo. No mueras por una tontería.

K' respiró profundamente mientras trataba de comprender.

Niña estúpida.

-¡Kula, no sé qué fue lo que Igniz te hizo, pero no pelearé contra ti!

Kula se tensó. Al ver su reacción, como si estuviera nerviosa, se dio cuenta de que Kula no estaba hipnotizada ni nada por el estilo.

-Oh, tienes qué hacerlo, K'. ¿Qué no habíamos quedado en eso?

Kula de pronto se lanzó hacia él, abriendo su boca de forma amenazadora con un rugido espeluznante. K' no se esperaba esta reacción que no le dio tiempo de razonar. Cuando se dio cuenta ya la tenía sobre él, golpeándolo furiosamente.

-¡Kula, detente!

A pesar de que se lo exigió varias veces, Kula no se detuvo en lo absoluto. Cada vez lo golpeaba con más fuerza, aunque en fondo K' creía (o quería creer) que se estaba conteniendo.

Él no la atacaba, sino que trataba de hacer que se detuviera. Lo intentó hablándole, deteniendo sus golpes, incluso trató de sujetarla fuertemente pero su pequeño cuerpo era demasiado escurridizo.

Finalmente logró apresarla entre sus brazos, mientras ella se debatía, moviéndose con desesperación.

-¡Suéltame, maldito imbécil!

Kula nunca le había hablado así. K' la soltó, bastante sorprendido. Ella se alejó un par de pasos y volvió a hacerle frente.

-¿Qué demonios has dicho?

-Simplemente la verdad. Eres un imbécil si prefieres seguir peleando a unirte a él.

K' fue bajando su cabeza, pero su mirada seguía fija en Kula. Sus manos estaban cerradas, y poco a poco sus músculos se tensaban por la furia.

-Kula, no puedes decirme esto ahora. Creí que estabas dispuesta a pelear.

-Me…equivoqué.

-No. Fui yo. Yo me equivoqué contigo.

-…-

-Después de todo, ¿Porqué las cosas iban a cambiar?

-…-

-¿Porqué iba a ser diferente esta vez? ¿No te cansas de ser una tonta? ¿No te cansas de ser salvada?

La mirada de Kula se volvió más fuerte. Su ceño se frunció más a medida que K' hablaba.

-Supongamos que mato al patético de Igniz y te salvo. ¿Qué pasará después? ¿Otros 300 años hasta que la historia se repita una vez más?

-…- la respiración de Kula era cada vez más agitada.

-¿Y vas a salir con que me amas? Porque yo no puedo amar a una patética, estúpida, débil traidora como tú.

K' observó a Kula atentamente. Quería ver si las palabras hacían algún efecto en ella de tristeza, pues lo más probable era que Kula reaccionara así. Sin embargo, vio como en los ojos de Kula solamente crecía una ira enorme y destructiva.

-Tsk- K' volteó a ver a Igniz, quien miraba la escena con una sonrisa satisfecha. -Bien, niña- volteó a ver a Kula una vez más- supongo que no me arrepentiré de esto después. Parece que después de todo no eres más que una…

-¡Cállate!- Kula le dio un fuerte bofetón, y luego comenzó a atacar a K' con una fuerza casi incontenible, antes de que este pudiera terminar la frase. Sin embargo, K' ya no estaba dispuesto a esperar. No le quería hacer daño, pero si quería que Igniz peleara contra él en serio, él tenía que vencerla.

Esta vez los ataques de Kula eran muchísimo más poderosos, casi incontrolables.

Sus golpes sin duda se habían hecho mucho más fuertes. Y el hielo.

De pronto, millones de agujas de hielo se estrellaron contra K'. Algunas de ellas penetraron en su piel, provocándole varios cortes.

Kula aprovechó su confusión repentina para darle una fuerte patada en la cara, otra en el estómago. K' cayó en el suelo aparatosamente pero no tardó en levantarse de nuevo.

-Bien hecho, niña- susurró- ahora me toca a mí.

K' comenzó a atacarla de la misma forma en que ella lo había hecho, demostrando un poder enorme, y una gran furia carcomiéndolo desde adentro.

Kula trataba de esquivar sus golpes, sin embargo no pudo hacerlo del todo.

Y aún así estaba segura de algo. K' no estaba peleando con todas sus fuerzas.

Esto la hizo enojar aún más.

-¿Cómo te atreves a menospreciarme de esta manera? Si vas a pelear al menos hazlo bien- provocó, esforzándose por mantenerse en pie.

-Porque puedo vencerte con la mitad de mi poder.

Dicho esto le lanzó un flamazo muy fuerte, que ella trató de evitar con una barrera de hielo. Sin embargo, fue despedida hacia atrás de nuevo.

Se quedaron quietos uno frente al otro, agitados y con la respiración entrecortada. Se miraron a los ojos un momento, y con la energía reavivada, se lanzaron uno contra el otro, sujetándose de los hombros.

Cayeron al suelo, y rodaron forcejeando. K' trataba de impedir que usara sus poderes de hielo en contra de él, pero no contaba con que de hecho, él estaba en lo cierto antes. Kula era casi tan fuerte como él y no había sido fácil detenerla.

Finalmente K' pudo colocarse encima de ella. Le sujetó las manos a los lados de la cabeza.

Kula lo observó. Su pecho subía y bajaba rápidamente. Su barbilla temblaba.

K' se acercó a su rostro.

-Luces hermosa- susurró, con una gran sonrisa. Luego, se encaminó a su cuello. Kula alcanzó a ver sus filosos colmillos brillando, cuando él abrió su boca.

K' pasó su lengua por sus dientes. Su respiración chocó contra la piel de ella. Pudo sentir la piel de la chica erizándose bajo suyo.

Kula se estremeció de pies a cabeza y apretó los ojos.

Luego sintió los colmillos del chico rozando su yugular.

-¡Aaaaah!- Kula gimió sintiendo un vuelco en su estómago y volviendo su cabeza hacia un lado.

K' sonrió y se alejó de ella.

-Nunca te haría daño. No se puede. Mi instinto no me lo permite.

Kula se sentía muy asustada, su corazón palpitaba fuertemente y sentía su propia sangre a flor de piel.

-Y el tuyo tampoco. Por eso no me he creído nada de esta comedia.

-Te equivocas. Yo puedo contigo. Puedo matarte… ¡Si quiero puedo matarte ahora mismo!

Kula trató de levantarse pero K' la sujetó de los hombros y la reafirmó contra el suelo.

-No.

Kula cerró los ojos.

-Dijo que te mataría.

K' examinó el rostro de ella, sin mostrar ninguna reacción en el suyo propio.

-¿Eso dijo?

Kula asintió.

-K'…ha matado a muchas personas antes, y a vampiros también. ¿Ves todos estos tipos a nuestro alrededor? No son ni la mitad de los que eran cuando yo llegué. Los mató a todos con un solo ataque. Y me dijo que así te mataría a ti si no aceptabas unirte a él.

-¿Por eso aceptaste?

-No me arrepiento. Te matará como mató a los otros, lo hará.

K' se puso de pie, mientras Kula permanecía en el suelo, pensando en que lo había arruinado todo.

-No pueden detener la pelea ahora. No ha habido un ganador y les prometí a mis invitados un gran espectáculo.

-¿No ha sido suficiente, Igniz?-preguntó K' acercándose amenazadoramente- Ahora pelearé contigo.

-Bien- accedió él, levantándose de su enorme silla. Era más alto que K'. Elegante, imponente, con un caminar seguro.

No era el tipo de oponente que pudiese ser vencido fácilmente. Pero tampoco era el tipo de oponente a quien K' temería.

-¿Qué tipo de batalla tendremos aquí, K'? ¿A muerte, o me permitirás una pequeña apuesta más?

-No quiero ninguno de tus "tratos", bastardo. Te mataré lo más pronto posible.

Igniz sonrió. Antes de que K' pudiera hacer algo, ya lo tenía encima, completamente transformado. Si todo el tiempo parecía tranquilo y hasta cierto punto celestial, estaba convertido en una verdadera bestia, sediento de sangre.

K' logró rechazarlo de una patada, pero no logró alejarlo mucho. Por lo menos tuvo suficiente tiempo para ponerse de pie y contraatacar.

Le lanzó dos flamazos, y luego se dispuso a darle una fuerte patada, que sin embargo él pudo detener. Lo rechazó fuertemente y K' salió despedido contra una pared.

Luego salió de allí volando por una especie de ventana, con toda la intención de que K' lo siguiera.

K' fue atrás de él, sabiendo que probablemente se dirigían a una trampa.

Sin embargo, una vez afuera, Igniz había preparado una inmensa esfera de energía que usó para golpearlo. Lo sacó de combate por unos segundos pero K' se levantó con facilidad.

-En serio, K' ¿No te has cansado de todo esto?- su forma de hablar era tan vehemente, tan fuerte, que K' no podía evitar sentir que quizás haría bien escuchándolo- después de todo ¿Por qué quieres pelear ahora? ¿Por ella? ¿Por tu…noviecita, o lo que sea que esa chiquilla signifique para ti? Deberías tomar en cuenta que te ha traicionado.

-¡No te atrevas a hablar nada de ella, imbécil!- K' se enfureció- ¡Tú fuiste quien la forzó!

-Pero piénsalo, K'. Si aceptó, fue porque no confiaba plenamente en ti. ¿Por qué no lo haría, si supuestamente ustedes están conectados? ¿No se supone que no pueden vivir el uno sin el otro?

-…-

-Porque, quizás en el fondo…ella no te ama.

K' tomó mucho aire y arremetió a golpes contra él. Un golpe tras otro se estrellaron en la cara de Igniz, en su estómago, en su pecho, en los brazos, en todas partes.

En su desenfreno, se distrajo por unos segundos que Igniz aprovechó para formar una pequeña esfera de energía en su mano, la cual usó para herirlo seriamente en el estómago.

K' retrocedió unos centímetros, pero tomó coraje y volvió a atacarlo, con una enorme llama que salió de su mano e invadió todo su brazo, que luego se estrelló contra Igniz.

Éste se debilitó mucho, en parte por los ataques recibidos y también por el desgaste de los que él había hecho, pero siguió golpeando a K' furiosamente.

Éste también estaba severamente herido.

De pronto, Igniz lo sujetó por el cuello. Pero antes de cualquier otra cosa, volteó hacia la ventana. Kula seguía tirada en el piso de la estancia, evidentemente deshecha por la pelea con K'.

Igniz sonrió.

Arrojó a K' lejos y voló rápidamente hacia Kula. K' estaba un poco aturdido así que tardó en reaccionar.

Igniz ya estaba al lado de ella.

-Despídete de tu amante, querido K', porque ahora es mi fuente de energía.

Dicho esto, movió la cabeza de Kula, que había quedado un poco inconsciente. Buscó su cuello y, sin ninguna tardanza, la mordió fuertemente, arrancándole un grito de dolor.

-¡No!- K' se abalanzó sobre él, quitándolo de donde estaba Kula. le dio dos puñetazos en la cara, pero evidentemente él había recuperado toda su energía.

Dejó que K' se desahogara con él, lo dejó golpearlo y patearlo, y lanzarle llamas, porque al final de cuentas, le encantaba ver su cara de desesperación cuando notaba que no le hacía absolutamente nada.

Finalmente, lo tomó por la cabeza y voló lo más alto que pudo. Una vez en lo alto, lo arrojó con fuerza al piso.

K' sintió como su cuerpo se dormía por el golpe. Creyó que iba a morir.

Igniz se acercó de nuevo y se inclinó. Le puso una rodilla en el estómago, y tomó su cuello con una mano.

-¿Estás listo, K'? Porque esto se acabó.

Igniz hizo su mano hacia atrás. Una enorme luz la rodeó. K' frunció el ceño, tratando de resistir.

-¡Ugh!- Igniz abrió sus ojos. Detrás de él, Kula estaba parada, con la cara enrojecida, llorando histérica, completamente fuera de sí. Y en la espalda de Igniz, la mano de Kula, cubierta con hielo, le había atravesado el cuerpo.

-¡Niña estúpida!-alcanzó a gritar, dándose la vuelta dispuesto a atacarla.

-¡No!- Kula gritó y se movió hacia atrás para protegerse, pero K' se apresuró a su lado y la abrazó. Igniz no pudo avanzar más y cayó al suelo.

-¿K', está muerto?

K' no pudo contestar. La estructura se estaba derribando.

Él se movió lo más rápido que pudo y se internó en el bosque.

Encontró un lugar seguro para esconderse, con ella entre sus brazos, mientras veía que afuera, el sol había empezado a iluminar.

-Sí, Kula…-contestó sin saber si ella lo escuchaba- Igniz ha muerto.

Las cosas en el mundo se reacomodaron poco a poco. La noche eterna pasó a ser una pesadilla del pasado para los humanos y un hecho vergonzoso entre los vampiros. Ya ninguno de los clanes estaba interesado en el poder, y se cortaron las relaciones entre estos por un buen tiempo.

Los seguidores de Igniz fueron perseguidos y asesinados uno por uno. Máxima se enteró de que Diana nunca había sido encontrada y que probablemente había sido asesinada por el propio Igniz, solo por gusto.

Cuando Kula despertó, había sido llevada por K', al caer la noche, a la fortaleza donde los pacifistas solían refugiarse.

Estaba completamente sola en una habitación. A lado de su cama había una botella con un líquido rojo, con una simple nota: "Bebe".

Kula no lo dudó. Estaba hambrienta y le caería bien.

K' se acercó allí mucho más tarde. Se quedó en el marco de la puerta con las manos en los bolsillos.

-¿Estás bien?- preguntó con la voz más rasposa y grave que Kula alguna vez le hubiera escuchado. Parecía ser el mismo, que, a la defensiva, huía de todo como aquella vez que lo despertaron luego de tanto tiempo.

-No.

-…-

-K'…lo lamento. Lamento lo que hice. No quería que sintieras que te estaba traicionando- dijo ella, mirando sus manos, temerosa de mirarlo.

K' se acercó a la cama. Pero pasó de ella y se dirigió a la ventana.

-No sé si acaso te comprendo plenamente todavía-dijo, mirando hacia la luna- No sé qué me hizo prometer con mi propia sangre que te cuidaría, ni tampoco sé si deba perdonar el hecho de que no confiaras en mí.

-K'…yo…

-Cállate un momento…- alzó su mano hacia ella, como deteniéndola. Ella se había hincado en su cama, acercándose a él, que miraba por la ventana- necesito pensar, porque hay una cosa más que no logro comprender.

Kula se bajó de la cama y se acercó a él.

-Aun no comprendo…cuando Igniz te…mordió…y luego lo aparté…por unos segundos sentí el impulso de morderte yo también.

Kula se hizo para atrás, evidentemente asustada. No lo estaba, más bien estaba impresionada. Su cuerpo había sido recorrido por un escalofrío apenas tolerable, con el que sus piernas se debilitaron y apenas pudo mantenerse en pie.

-Bastante enfermo, ¿No crees?

Sin embargo, cuando volteó hacia ella, ya se había tranquilizado y parado cerca de él. Levantó su delicada mano y tocó la cara del muchacho, quien no dudó en disfrutar de la suave caricia.

-Si eso te hace perdonarme…has salvado mi vida tantas veces…tú eres el dueño de mi sangre más que cualquier otra persona…puedes beberte hasta la última gota si quieres…

Se acercó a él.

K' la sujetó de la cintura y la atrajo hacia él. La besó con ansias, con fuerza, con violencia, como si quisiera alimentarse de ella.

-Tú fuiste quien mató a Igniz- susurró, luego de separarse- mi vida te pertenece también.

La volvió a besar, y esta vez besó su cuello, aspirando su aroma, sintiendo la suavidad, la pureza, disfrutando cada sonido o suspiro que salían de sus labios. Al mismo tiempo, luchaba contra ese deseo que tenía de morderla, de acabar con esto de una vez por todas.

-Kula, no importa todo lo que pasó, vamos a volver a comenzar…no me importa si pasan otros trescientos años, no dejaré de amarte como ahora….

-Yo tampoco, K', nunca.

Él la empujó despacio hasta depositarla sobre la cama.

Las pesadillas habían terminado, la guerra, y sus razones para estar en el mundo habían desaparecido también.

Ya no eran dos poderosas armas necesarias para alcanzar una paz hipócrita.

K' era un vampiro, sí, pero también era simplemente fuego. Ansioso, quemante, pasional, pero cálido y sobre todo, libre. Y a la vista de Kula, era un ser más que perfecto.

Kula era una vampiresa, pero también era hielo, cortante, fuerte, pero también frágil, protector, estabilizador y seguro. Y para K', no había criatura más pura y hermosa en el mundo.

Y después de todo K' sabía que esa noche no eran ni siquiera vampiros, quizás solo eran un hombre y una mujer, entregándose el uno al otro, disfrutando en la no vida lo que la vida misma les había quitado. Para él no había nada mejor que escuchar la voz de Kula murmurando su nombre dulcemente, y sus labios besándolo, y su suave piel, en todo momento en contacto con la suya.

Porque de ellos ya no quedaba nada en esos momentos. Eran vampiros, pero también eran un hombre y una mujer, y al mismo tiempo, eran cada uno fuego y hielo, dos opuestos, enemigos naturales, pero que esa noche se entrelazaban y se unían, reafirmando un pacto de sangre que duraría la eternidad entera.

Fin

Bien, y como ya es costumbre, muchas gracias por leer este fic, a los que dejaron Rr, a los que no lo hicieron y a todos los que me apoyan y me dan sus consejos, criticas o felicitaciones, no hay nada que me haga más feliz que saber que les gustan mis fics y que tal vez estoy mejorando n.n

Estemm…no desarrollé el lemmon porque siento que eso es algo que se da por sobre entendido xD

Ok, muchas gracias por todo, nos leemos pronto con más actualizaciones de "Momentos del fuego Helado" y cualquier otro fic que se me ocurra.

Por último un pequeño comercial: si te gustó esta historia de vampiros al estilo K'xKula, te invito a leer "Rojo Carmesí", mi primer relato de esta pareja en forma de vampiros (Oh vamos, cualquier otro fic KXKula que tengo, los invito a leer n.n)

Muchas gracias y nos leemos!

Atte. Yereri Ashra :)

Besos y abrazos de (de qué se me antoja, ah!) de chocolate n.n