Ahora sí, les traigo el final!!!!!

Por qué será q siempre me trabo en el final??? T.T Bueno, lo que cuenta es que pude terminarlo, no???? Anyway, espero q les guste!!!! Otra vez siento q me quedó medio larguito… y me disculpo por errores de dedo, ya es medio tarde y me duele la cabeza, pero según yo lo estuve checando, así q descubren algo q se me haya pasado avísenme con un review, ok???

DISCLAIMER: Hetalia no me pertenece de ninguna forma…(llorare T.T)


¿Cuán necio podía ser alguien?

Alfred se preguntaba eso una y otra vez. Y la respuesta era, al menos en caso de Arthur, bastante.

Había intentado volver a hablarle, pero siempre se las ingeniaba para evitarlo. El colmo fue cuando al intentar acercarse a él una vez más, el inglés salió del salón con el pretexto de que iba a buscar a Francis, siendo que todos sabían que prefería romperse una pierna y comer vidrio antes de hablar con el francés.

Pensó que tendría alguna oportunidad en el receso, pero no fue así. De alguna manera, Arthur se las ingenió para escabullirse antes que Alfred se diera cuenta. Tampoco ayudaron mucho todas sus "fans", quienes se juntaron a su alrededor para preguntarle si había recibido sus regalos y cuál le había gustado más. Para cuando pudo zafarse, faltaba poco para que las clases comenzaran de nuevo.

Fue entonces que se preguntó si debía rendirse y dejar de insistir. Si continuaba seguramente lo único que lograría sería que Arthur se enojara todavía más.

Volvió a pensar en el día anterior, cuando lo había visto solo y casi a punto de llorar.

-¡Claro que no puedo dejar las cosas así!-se dijo decidido- un héroe nunca abandona a quien lo necesita…

Especialmente si a esa persona le gusta el héroe, iba a añadir, pero no se atrevió. Admitir que le gustaba al inglés equivaldría a admitir sus propios sentimientos.

Negó con la cabeza. En verdad la conversación con Matthew le había afectado. Y sin embargo, en verdad estaba preocupado por Arthur, tal vez demasiado. ¿Y si Matthew tenía razón después de todo? ¿Y si la razón por la cual se empeñaba tanto en arreglar las cosas era porque una parte de él sabía que había lastimado sin querer a su persona más importante?

Era cierto que pasaba la mayor parte del tiempo burlándose del inglés y que este en cambio no dejaba pasar ninguna oportunidad para criticarlo, pero de todas formas, Alfred no podía concebir su vida sin Arthur a su lado, ya fuera regañándolo como a un niño pequeño o bien en esas raras ocasiones cuando era amable. Como cuando se ofrecía a ayudarlo con sus tareas (que al final siempre terminaba copiando, pues Arthur no le tenía mucha paciencia) o le compartía de su almuerzo (solo aceptaba cuando no lo había preparado él, no quería morir intoxicado por su comida). Pensándolo bien, después de todo si podrían considerarse amigos, y en más de una vez Elizabetha había comentado la buena pareja que hacían, algo que ambos siempre negaban.

Suspiró. El timbre sonó, indicando el final del receso y lo forzó a volver a la realidad. El inglés pasó a su lado sin detenerse y sin dignarse a mirarlo.

-Algo debe de estar muy mal conmigo si es que me gusta alguien así.

Antes de entrar al salón, Arthur fue interceptado por Antonio. Si quería confrontarlo, ese era el momento oportuno, pues todos sus otros compañeros ya se encontraban dentro esperando por el maestro.

-¡Hey Antonio, mira!-señaló un punto al azar al final del pasillo- ¡Es Lovino vestido de sirvienta!

-¡Dónde! ¡Dónde!

Aprovechando que el emocionado español estaba demasiado distraído buscado al italiano vestido de maid, Alfred jaló al desprevenido inglés, le cubrió la boca con la mano y echó a correr a toda prisa.

-¡Lo siento mucho Iggy, pero no me dejaste otra opción!-le dijo una vez que lo hubo empujado dentro del salón de música, el único vacío a esa hora, y que cerró la puerta con llave.

Bloody hell Alfred!-lo empujó e intentó abrir -¡Déjame salir!

-Necesitas la llave para salir-le dijo sonriendo mientras indicaba el bolsillo de su pantalón. Ahora estaba agradecido por no habérsela regresado a Roderich cuando la encontró tirada unos días antes.

-¡Pues dámela!-le gritó mientras giraba bruscamente la perilla y golpeaba la puerta.

-Todavía no, primero tienes que escuchar…

Fue interrumpido por el grito de dolor de Arthur. En un intento desesperado por salir, había pateado la puerta y ahora saltaba en un pie mientras intentaba sujetarse el otro y gritaba cosas poco dignas de un caballero inglés. Si la seriedad y el drama del momento habían disminuido gracias a eso, terminaron por desaparecer en cuanto se escuchó una carcajada proveniente del americano, quien era víctima de un ataque de risa e ignoraba por completo la mirada asesina proveniente del inglés.

-Ya…ya…lo…lo siento…-dijo una vez que dejó de reír y recuperó el aliento-solo te pido que me escuches por…quince segundos y luego te dejaré salir y podremos pretender que esto nunca pasó, ¿está bien?

-Empieza a hablar-se cruzó de brazos, todavía mirándolo fríamente- tu tiempo está corriendo.

-Ok…-inhaló profundamente antes de iniciar su discurso-perdón por ayer, se que actué como un completo imbécil pero en verdad no fue mi intención ofenderte, yo solo quería ayudarte…

-No soy tan patético para aceptar tu lástima.

-¡Te he dicho mil veces que no es eso!

-¿Entonces por qué? Todo el tiempo te burlas de mí y me molestas, ¿por qué de pronto quieres ser bueno conmigo?

Aquel comentario hizo que Alfred se sintiera acorralado. A su mente vino una posible respuesta, pero no iba a aceptarla todavía, primero necesitaba conocer los verdaderos sentimientos de Arthur. Y para eso aún le quedaba un último recurso.

-Soy yo quien debería preguntar eso. Si soy tan molesto y te desagrado tanto, ¿por qué darme un chocolate?

-N-no sé de qué estás hablando…-ahora fue su turno para sentirse atrapado. Se sonrojó un poco y miró al piso. Obviamente no se esperaba ser descubierto.

-Yo creo que si sabes-avanzó hacia él, lo que obligo al inglés a retroceder hasta que finalmente topó contra la pared- ¿Por qué me diste algo en San Valentín? Pensé que odiabas ese día.

-Y lo odio…-negó con la cabeza y finalmente se dignó a mirar al de lentes- nunca ha sido importante para mí, es otra manera de recordarme que estoy solo. Pero imagina que este año quise intentar algo diferente, imagina que en vez de esperar recibir un regalo que nunca iba a llegar, decidí que sería bueno darle un obsequio a otra persona…-apretó los puños con fuerza y cerró los ojos, intentando contener las lágrimas que amenazaban con salir-tontamente pensé que así lograría que ese día fuera especial para mí, que aunque yo no recibiera nada, me bastaba con saber que esa persona había recibido mi regalo y le había gustado…pero…pero…

-Iggy…-ahora lo entendía todo. Sin querer se acercó más a él.

-¿Puedes imaginar cómo me sentí cuando esa persona, además de burlarse me entregó mi propio regalo como si fuera cualquier cosa sin importancia?-se le escapó un sollozo, seguido por unas cuantas lágrimas que Alfred limpió con delicadeza usando su pulgar, ocasionando que Arthur lo mirara sorprendido y sintiera un escalofrío.

-Pero si me gustó tu regalo, Iggy-le dijo en tono suave-me sentí muy feliz cuando supe que te habías tomado la molestia de darme algo.

-Mentiroso. Dices eso para que me sienta mejor.

-¿Qué tengo que hacer para que me creas?

-Ya te escuché. Sólo déjame salir y finjamos que esto nunca…

El americano juntó de improviso sus labios con los del inglés, impidiéndole terminar de hablar. Arthur se quedó paralizado por el shock, al igual que Alfred, dado que no se había dado cuenta de en qué momento su cuerpo se había movido para besarlo. Aunque siendo honesto aquel contacto no le desagradaba en lo más mínimo, por lo que agradeció que el otro estuviera demasiado desconcertado para golpearlo o reclamarle.

-Qué…qué… ¿qué fue eso?-preguntó el de ojos verdes completamente confundido y con el rostro entero pintado de rojo una vez que se separaron.

-Eso fue un beso, Iggy- le respondió en tono juguetón- y si quieres te doy otro.

Sin esperar la aprobación del otro, volvió a besarlo, incluso atreviéndose a rodear con sus brazos su cintura para terminar con la muy escasa distancia que quedaba entre ambos. Esta vez Arthur intentó oponer resistencia, pero al americano no le importó mucho. Ya no tenía caso negar lo que sentía. "Un héroe siempre debe ser honesto con sí mismo y con los demás", pensó.

El inglés tuvo que emplear toda su fuerza de voluntad para empujar al de lentes y liberarse de aquel beso. Había una parte de él que lo estaba disfrutando inmensamente, pero al mismo tiempo tenía miedo que aquello no fuera más que un juego para Alfred. No quería volver a desilusionarse, bastante había tenido con el día anterior.

-Arthur…

Volvió a sentir un escalofrío. Alfred acostumbraba llamarlo Iggy la mayoría de las veces y sólo usaba su nombre cuando quería algo o se trataba de un asunto realmente importante. Negó con la cabeza y cerró los ojos. Su instinto le gritaba que se alejara lo más pronto posible. Pero la puerta continuaba cerrada con llave y sus piernas no le respondían, estaba completamente paralizado.

-Arthur, mírame…-volvió a insistir- por favor.

Dudando un poco, abrió lentamente los ojos y se encontró con que Alfred le estaba sonriendo. Pero no era una de sus típicas sonrisas bobas, esta era diferente. Fue entonces cuando recordó que esa fue la primera cosa que le atrajo del americano, su expresión siempre radiante y alegre, así como su carácter entusiasta. Sus mejillas se pintaron de rojo al notar que el otro había vuelto a acercarse.

-Me gustas mucho, Iggy-admitió finalmente también sonrojándose.

El inglés no daba crédito a la confesión que acababa de escuchar. Alfred se apresuró a cubrirle la boca para evitar que hablara, conocía de sobra al inglés como para saber que este no pensaba creerle tan fácil.

-En serio me gustas mucho, Arthur-volvió a decirle, esta vez llamándolo por su nombre, como una manera de demostrarle que iba en serio-y siento mucho haber tardado tanto en darme cuenta, nos hubiéramos evitado muchos problemas…aunque, más vale tarde que nunca, ¿no crees?

-¿Y qué te hace pensar que voy a aceptarte así como así?-preguntó luego de empujar su mano.

-¡Oh, vamos! Claro que te gusto, digo, tengo una gran personalidad, soy muy atractivo, bueno en los deportes… ¡Soy un héroe!

-Te faltó mencionar humilde-agregó en tono burlón.

-Estaba esperando a que lo mencionaras tú- comentó divertido, y el inglés rodó los ojos aparentemente fastidiado, pero esbozando una pequeña sonrisa, la primera en todo el día-Dame una oportunidad, Arthur…-tomó su mano- y prometo que nunca más te haré llorar.

Por unos instantes, se limitó a observar a Alfred sin decirle nada, todavía estaba pensando en su confesión. Cierto, había tenido el valor de ser sincero y confesarle sus sentimientos, y estaba convencido que aquello no debió de haber sido nada fácil para el de lentes. Ahora se preguntaba, ¿podía hacer lo mismo? Recordó el día anterior, cuando decidió dejar de lado su orgullo para darle un chocolate por San Valentín y cómo todo había acabado muy mal. No quería exponerse a salir herido de nuevo. Aunque…

Pudo notar un atisbo de temor y preocupación en esos ojos azules que tanto le gustaban. Pensándolo bien, si tenía a Alfred delante de él no sólo disculpándose por lo que había pasado, sino además confesándole sus verdaderos sentimientos, después de todo las cosas no habían salido del todo mal.

-Algo debe estar realmente mal conmigo para que me guste alguien como tú.

-En ese caso, somos tal para cual-dijo el americano sonriendo, recordando que también él había pensado algo similar.

Ambos echaron a reír y Alfred, no queriendo perder más tiempo, se apresuró a rodearlo con sus brazos, sorprendiéndose gratamente en cuanto Arthur lo imitó. Juntó sus labios con los del inglés por tercera ocasión, esta vez el beso fue más apasionado y sin ningún tipo de rechazo por parte del otro, que de hecho le estaba correspondiendo. Finalmente, la necesidad de respirar fue muy grande y se vieron obligados a separarse al cabo de unos instantes, aunque permanecieron abrazados, no queriendo terminar del todo con el contacto entre ambos.

-Ven-le dijo luego de unos minutos en silencio, soltándolo para buscar la llave y abrir la puerta-¡Tenemos que celebrar!

-¿Celebrar qué?-preguntó confundido Arthur.

-¡Ahora somos pareja! Y la más genial de toda la escuela, debo añadir- sonrió orgulloso- Además tengo que darte algo a cambio del chocolate que me regalaste ¿Qué tal una hamburguesa?

-Que no me gustan las hamburguesas-repuso cruzándose de brazos e intentando parecer molesto.

-Ya lo sé, ¿pero no harías una excepción hoy?

Arthur le sonrió resignado, pensando que Alfred tenía razón y que tal vez podría aceptar su invitación. Pero de pronto recordó otra cosa importante.

-¿Y las clases? Mis cosas están en el salón.

-Y las mías, pero te preocupas demasiado. Podemos volver después cuando los maestros se hayan ido.

El inglés frunció el ceño e iba a replicarle, no muy convencido por la idea, pero Alfred se lo impidió con un rápido beso en los labios. Le había costado bastante que Arthur lo aceptara y esta vez no iba a echarlo a perder.

-El próximo año te prometo que celebraremos San Valentín como se debe-dijo el americano una vez que salieron de la escuela.

-Todavía no me gusta ese día.

-Oh bueno…no tenemos que celebrarlo entonces- agregó resignado. Sabía bien lo necio que podía ser Arthur y no tenía caso discutir sobre aquello- Después de todo, no tienes que esperar a que sea San Valentín para demostrarle a alguien que lo quieres-agregó en tono serio. Pero el inglés no le creyó.

-¿Dónde oíste eso?

-…no me acuerdo bien, creo que fue con Matthew…

-Lo sabía, de ninguna forma algo así se te pudo ocurrir a ti…

-¡Eres malo Iggy! -le reclamó mientras hacía un berrinche digno de un niño de 5 años e intentaba atrapar al otro entre sus brazos-¡No hace ni un día que estamos juntos y ya me tratas mal!-El inglés forcejeaba para liberarse, pero al final se rindió.

-No puedo creer que me haya enamorado de un tonto infantil como tú-se cuestionó, pero lo abrazó también.

-Pero igual me quieres, y yo también te quiero aunque no te gusten las hamburguesas-le señaló sonriendo para luego robarle un beso, provocando que Arthur se sonrojara- Feliz No día de San Valentín.

-Feliz 15 de febrero, tonto…

OWARI

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Kyaaaaaaaa!!!!!!! (grito de fangirl)

Al fin lo acabe!!!!!!! Y me costó horrores porq me trababa mucho!!!! T.T (y al final la música de Utada Hikaru me sacó adelante *¬*)…OMG, ya son las 3:30 y mañana me voy de viaje …bueno, no importa, siempre puedo dormir en el camino jejeje ^^U es q no me podía ir sin terminar esto XD Este fue mi primer usaxuk, espero q les haya gustado!!!!!...y fue otro plot bunny q se me salió de las manos, debo dejar de hacer eso …en fin…para la próxima subiré un SuxFin!!!!

Reviews plz??? 8)