Berry says, ¡I'm back! [Inserterisamaniaca] No me fui por tanto tiempo, ¿o sí? Les diría lo que pasó en mi vida el tiempo que estuve ausente pero es una historia larga, aburrida que incluye foros de rol, libros y mucho BL. Dije que volvería y lo hice, estoy muy orgullosa. Estuve tentada a borrar esto, como hice con otras historias, pero me dije: "No, Violet. Te mataran"Aunque no saben donde vivo pero, wathever.Agradecimientos al final.

Capitulo sin betear (Sin título, sin nada 8D)

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Yuki estaba en la cocina cuando sintió el portazo, era fácil saber de dónde venía; después de todo eran los únicos en casa. El sándwich que tenía en la mano fue a dar al suelo por el susto que se llevó, ¿Qué había pasado?

Fue hasta la entrada principal y allí estaba su madre, poniéndose los zapatos dispuesta a salir. En tan poco tiempo algo muy grave debió suceder como para dejarla en ese estado, Rukia estaba temblando de pura ira; aquello resultaba obvio para su hija.

― ¿Dónde vas, mamá? ―preguntó, aunque sabía de antemano que no obtendría una respuesta concreta.

― No te preocupes―le dijo Rukia―, saldré a tomar aire. No me esperes despierta.

Otro portazo anunciando la salida de Rukia.

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Ichigo tardó cinco minutos en recobrar la compostura que había perdido, para levantarse dispuesto a salir tras Rukia. No podía permitir que ella se fuera una vez más, no, no iba a hacer eso bajo ninguna circunstancia.

Tal vez tardara seis años más en encontrarla, con lo escurridiza que se había vuelto fácilmente lograría aquello. Giró lentamente el pomo de la puerta, temiendo quizá que Rukia estuviera del otro lado con una sartén enorme, con su nombre en ella, preparada para estamparla en su rostro.

Pero Rukia no estaba, y le aterraba pensar que el portazo que escuchó minutos atrás fue de ella. Le aterraba perderla una vez más.

― Si buscas a mamá―oyó decir a Yuki desde el sofá, también escuchaba el ruido leve del televisor―, se fue. Parecía enojada―acotó―. ¿Le hiciste algo?

Ichigo no supo cómo responder, no era como si fuera a decirle a la niña:'Oye, tu madre y yo tuvimos una loca noche hace seis años. Luego, pues, desapareció y… lo demás es historia'; No, él no era de esa manera, así que solo ignoró su pregunta y dijo:

― ¿Sabes a donde fue?

Yuki dio un mordisco a su sándwich. Con la vista fija en la pantalla del televisor, por primera vez desde que comenzó a ver aquel programa parecía que el pequeño y ágil ratón iba a ser atrapado.

― Supongo que al mirador―respondió con displicencia―, va allí cuando se enfada. Y esta vez―señaló apartando la vista del televisor y mirándole con sus grandes e infantiles ojos―, realmente parecía enfadada.

― Vale.

Yuki sintió un nuevo portazo. Algo muy en el fondo le decía que le estaban ocultando algo. Pero ella estaba enferma, y Rangiku decía que las enfermas solo deben descansar y no preocuparse por nada. Aunque de ser así la teniente se la pasaba enferma la mayor parte del tiempo.

― Ya preguntare cuando vuelvan―cogió el control remoto y cambió de canal. Al final ese ratón no era tan fácil de atrapar.

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Rukia dio una tercera patada al barandal frente a ella. El eco del metal espantó a las palomas que picoteaban con tranquilidad a unos pasos de ella, las aves huyeron tan rápido como pudieron.

― Ese idiota―siseó. ¿Cómo se atrevía a besarla?, ¿Con que moral le reclamaba? ¡¿Acaso pretendía tener los huevos para plantarle cara?!

Bueno, ya eran cuatro patadas, y era definitivo necesitaba un nuevo par de zapatos y probablemente los entes pertinentes debían cambiar el barandal de igualmanera.

― Imbécil, idiota, estúpido―masculló. Deseaba tener a alguien al frente para desquitar su ira, preferiblemente un hombre ―. Como hace falta Renji.

Por lo menos su pelirrojo amigo la escuchaba en sus peores momentos, esos cuando ni siquiera ella misma se soportaba. Renji había servido como saco de boxeo, nunca un paño de lagrimas, años atrás cuando la frustración amenazaba con volverla loca. En momento así extrañaba no solo a Renji, a todas las chicas de la asociación, a su capitán y con especial énfasis a su hermano.

― ¿Para qué quieres a Renji? ―dijo Ichigo a sus espaldas. Se sobresaltó, realmente la había encontrado rápido, probablemente con ayuda y se acerco de manera tan silenciosa que no lo había sentido hasta que fue muy tarde.

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¿Cómo que Rukia no está? ¿Dónde está? ―Yuki alejó el teléfono de su oído, esos gritos la dejarían sorda, Rangiku debía aprender a moderar su tono de voz. Volvió acercarlo cuando estuvo segura de que no seguía gritando.

― Ya lo dije, mamá salió. No sé a qué hora vuelva―su voz sonaba un tanto adormilada, tenía el dorso de la mano apoyada en el brazo del mueble y las piernas extendidas a lo largo de él―, tampoco sé donde está―mintió a medias. No es como si fuera algo grave, o supiera qué, pero no le daba buena espina decirlo.

¡Juro que mataré a Kuchiki Rukia! ¡Estoy exponiendo mí― un 'nuestro' se escuchó de trasfondo, Yuki reconoció la voz de Kotetsu Isane pero nada más― pellejo para ayudarle!

Yuki ya no le prestaba atención a Matsumoto, estaba más entretenida en escuchar lo que decían las demás mujeres. Un abanico de conversaciones se abrió a sus oídos cuando la voz de Rangiku cesó.

Ise Nanao había mascullado algo como: « ¿Escogieron lo que quieren en sus tumbas? »

También estaba la capitana SoiFong gruñendo algo que no alcanzó a descifrar, una grosería, supuso.

¡¿Estas escuchándome, Yuki?!―afonía por parte de la niña, no había escuchado la mitad de las cosas que Rangiku había dicho―. ¡Llevo diez minutos hablando contigo! ¡¿Has entendido algo de lo que he dicho?! ¡¿Lo has hecho?!

― Solo diré― añadió volviendo a prestar atención al televisor que llevaba rato sin ver―, que Ichigo está con ella. Así que supongo que está bien.

Un golpe seco se escucho del otro lado del teléfono, seguida por gritos de desesperación y susto. Entre el bullicio que se había formado de repente, solo logró entender como claramente Momo decía: «Rangiku-san se ha desmallado»

Cansada y fastidiada por la algarabía colgó el teléfono.

― Creo que no ganaron nada con despertarme― dijo estirándose lentamente como un gato. Dispuesta a volver a dormirse en el sofá.

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― No es tu problema―le dijo lo más secamente que pudo―, no metas tus narices en mi vida.

Ichigo masajeó su cien. Hace años hubiera respondido aquello con rudeza, pero él no era el mismo de hace años. Había madurado, las cosas habían cambiado; por lo menos para él.

― Bájale dos a tu agresividad, Rukia. Estoy tratando de ser amable y no ayudas.

― Yo estoy tratando de evitarte ― vociferó enojada; sus manos se volvieron puños que apretó con tanta fuerza que sus nudillos se volvieron blancos―, y tú tampoco ayudas.

Él trató de acercarse, ella se alejó más. No quería que volviera a tocarla, el estomago le daba vueltas de solo pensarlo. No quería ceder ante lo único que se había jurado jamás haría.

― Solo quiero que hablemos.

― Creí habértelo dicho―dijo sin mirarle y dispuesta a marcharse de allí―: Tú y yo no tenemos nada de qué hablar.

― Claro que sí― declaró mirándola con fiereza y cerrándole el paso―, viniendo hacia aquí estuve pensando algunas cosas…

― No me interesan tus estúpidas ideas― argumentó Rukia más enojada que al principio―. Juro que creí que habíamos dejado ese tema claro.

― Y yo realmentecreo que debemos hablar.

Rukia volteó, entrecerró los ojos hasta que estos parecieran finas ranuras y cruzó los brazos bajo su pecho. Ella no quería hablar con él, y si sus palabras y su comportamiento no le dejaban eso claro al idiota de Ichigo, esperaba que esa mirada de "Realmente no deseo hablar contigo"lo hicieran.

Esperó cinco minutos. Sus dedos tamborilearon en su antebrazo una y otra vez hasta que se cansó de esperar y bufó:

― Habla.

― Yuki― el solo nombrar a la niña derrumbó todos los escudos de Rukia, ¿Qué tenía que ver Yuki en todo esto?―, tiene seis años ¿me equivoco?

Rukia pareció pensarlo unos instantes pero encontró inútil mentir, si Yuki y él habían pasado tiempo juntos era obvio que él sabía su edad.

― Sí―siseó ella intentando apartar de su mente una idea fatalista que se había plantado allí desde el inicio―, ¿a qué viene eso?

― Porque si gustas ― recalcó Ichigo cruzando los brazos al igual que ella―, te recuerdo lo que sucedió hace seis años en Karakura.

Rukia palideció, abría y cerraba la boca como para decir algo, pero las palabras simplemente no salían. El muy bastardo no se atrevería.

― Dime algo Rukia― comenzó acercándose a ella una vez más sabiendo que esta vez no retrocedería― ¿Quién es el padre de Yuki?

El mundo bajo Rukia tembló. Sí, el muy bastardo sí se atrevió.

TCB

Gracias a:rukiasicc, MiuZr, Kawai-Maria(Nueva lectora, ¡Yei! Soy muy feliz :) ) Caroone, metitus, MarMa, Adriss, Stefi (Que nada te separe de Bleach, me alegra que mi historia aun te mantenga unida a eso. Sí, desde su traserito de melocotón nada se ha sabido de Rukia, igual la historia de la suegra es interesante. Me alegra que te guste la historia), Guest (Lo leí, muchas gracias por tu comentario, me animó mucho) y ALEXZHA.

Y en general gracias a todos los que han seguido la historia hasta acá. Sé que es difícil (con mis desplantes y todo eso) pero quiero decirles que sus mensajes me animan mucho a continuar. Son los mejores. Otra cosilla, les agradecería (un mundo) si se pasan por mi nueva historia de bleah: Disparo a Ciegas (Ichiruki, como no :D)