Antes que nada, todo esto NO me pertenece.

La conjuncion astral:

Capitulo 1:

Severus Snape se encontraba en el servicio de los chicos. Después de la humillación donde el jardin y de sus palabras hacia Lily, su conciencia no dejaba de recriminarle su profundo error con crudeza. En ese momento se encontraba ante una de las decisiones que el creia importantes para su vida: ¿su amiga de origen muggle o sus amigos sangreslimpia?

Por un lado, estaba su amiga, su mejor amiga, esa muchacha pelirroja a la que amaba con locura; esa chica que habia sido capaz de ver más allá del físico, de su apariencia extravagante, y habia sabido apreciar su interior.

Por otro lado estaban sus amigos de slytherin, esos chicos arrogantes en los que nunca podría confiar, esos que solamente le apreciaban por sus elevados conocimientos…

Se sentó en la tapa de uno de los retretes confuso… cada vez que cerraba los ojos, veía proyectado en sus parpados las mismas escenas: la humillación y la conversación posterior con ella. Todo hace apenas unas horas, por lo que dedujo que ya estaba en el toque de queda. Apoyo los codos en las rodillas y escondio la cara en estas, sintiendo esa fuerte opresión en el pecho que ya conocia tan bien. Realmente se estaba agobiando; las cosas no habian ido muy bien entre ellos desde que empezara el curso, debido a su aficion por las artes oscuras, pero el no queria que las cosas terminasen de esa manera… y al final, habia sido tan cobarde como para que las palabras de ese amor que se guardaba dentro desde hacia tiempo no saliesen de su boca.

Las blancas paredes de la estancia empezaban a moverse conforme el estrés se adueñaba de su alma y su cerebro. Las lagrimas pugnaban por escapar de sus ojos negros a medida que sus pensamientos se iban tornando mas oscuros y pesimistas, mientras una parte de su ser intentaba en vano obligarle a pensar con frialdad. Hasta que tomo una decisión, que a sus ojos parecia pequeña, pero en realidad trastocaria la vida de mas personas.

_______________________________flashback_____________________________________________________________________________________________________________

-Despacho de director-

La amplia estancia redonda que hacia las funciones de despacho estaba decorada en tonos calidos, con un escritorio robusto en el centro de la sala. Las paredes estaban forradas con tablas, y detrás del gran sillón que ocupaba el director en esos instantes, los diversos retratos de los difuntos directores cuchicheaban mirando a los alumnos que se encontraban en frente suyo.

El más cercano a la puerta, Sirius Black, era un chico alto y delgado, con el pelo negro azulado y ojos azules a su vez. Su corbata dorada y roja le definia como griffindor y el aire arrogante que poseía le habia convertido en un chico popular.

A su derecha, de pie igualmente, se encontraba James Potter, el mejor buscador de quidditch del colegio actualmente, lo que le confería una popularidad muy alta. Griffindor al igual que Black, tenia el pelo negro y los ojos de color avellana.

Finalmente, apartado de ellos dos, Snape, un chico alto, delgado, con nariz aguileña y aspecto huraño, miraba a su alrededor, intentando no enervarse por las palabras del director.

-… me parece un comportamiento muy irresponsable por parte de ustedes tres el combatir con magia fuera de las aulas y sin autorización de ningun profesor.- El director les perforaba a los tres con la mirada azul penetrante. Los dos griffindor se mostraban cabizbajos y sumisos, como siempre que estaban en ese despacho para otra de sus broncas semanales, mientras el slytherin se negaba rotundamente a agachar la cabeza. 'No he hecho nada en esta ocasión.' Pensaba el de la corbata verde malhumorado.- Por lo tanto están los tres castigados el resto del curso. A las 7 acudan al despacho de Filch para recibir el castigo.- Dumbledore habia dictado sentencia mirándolos duramente, y en seguida los griffindor saltaron, quejandose de la injusticia que acababa de cometer el hombre. Snape simplemente resoplo enfadado y desvio la vista del patetico espectáculo que estaban dando los otros muchachos castigados.

Su mirada paseo por las estanterías llenas de objetos extraños que ni siquiera sabia para que se usaban, hasta dar con una vitrina alta. Miro en su interior vagamente mientras pensaba que le diria a Lily con pesadumbre, hasta que sus ojos se encontraron con un pequeño objeto dorado situado en uno de los estantes superiores. En seguida una idea se le formo en la cabeza mientras veia el giratiempos. Volver al pasado y cambiarlo para conseguir vencer a los merodeadores por una ocasión y poder callarse sus duras palabras contra Lily, pero en seguida desestimo la idea, parecía algo incoherente, y ademas tenia mas amigos, su mundo no se reducia a Lily… recordo donde habian estado sus 'amigos' mientras le humillaban: riendose, como todos los demas. Como todos menos Lily, a la que no le habia hecho ninguna gracia. Se empezo a sentir realmente enfadado, oia el ritmico bombeo de su corazon en los oidos, cada vez mas rapido, mientras sus manos se cerraban, apretando los puños hasta que los nudillos estuvieron blancos.

Se obligo a si mismo a calmarse, y los musculos de su cuerpo se fueron relajando lentamente mientras volvia a dirigir su mirada a la vitrina, para luego mirar la escena que se desarrollaba ante sus ojos. Dumbledore lucia muy enfadado y estaba de pie, mientras Potter y Black, al otro lado del escritorio, hacian aspavientos y hablaban cada vez mas alto. El anciano director alzo la mano con rotundidad, y los dos muchachos callaron abruptamente, mientras le miraban indecisos. Dumbledore espero unos segundos antes de hablar, como si estuviese sopesando una posibilidad, hasta que dijo:

- No saldreis ningun sabado mas a Hogsmeade durante este curso. Y ahora, si quieren salir de mi despacho, señores.- Hizo un ademan con la mano en direccion a la puerta, mientras les miraba cansino. Esta vez se habian pasado de la ralla, y esto merecia una sancion mas dura.

Black abrio la boca con intencion de seguir protestando, pero James le agarro del brazo y salio tirando de él, cabizbajo. Después de un ultimo vistazo al giratiempo, el slytherin les siguió desestimando la idea.

__________________________fin flashback________________________________________________________________________________________________________________

Se levanto con decisión y miro el reloj de muñeca que llevaba, estaba en lo cierto, ya era bastante tarde, las 12, y los profesores deberian estar haciendo la ronda nocturna. Abrio el grifo del agua fria del lavabo de mármol blanco y se enjuago la cara para despejarse. Finalmente, se dirgio a la salida del servicio con lentitud y sigilo.

Caminaba despacio en direccion al despacho del director por los oscuros pasillos de piedra del colegio., escuchando cualquier sonido que delatara a una tercera persona en esos pasillos frios iluminados unicamente por la cenicienta luz de la luna. Un cuarto de hora después, el moreno se encontraba parado delante de la estatua del aguila, esperando que el director ni hubiese cambiado la contraseña. Trago en seco cuando penso en las consecuencias de sus actos… podrian expulsarle si le pillaban, y la expectativa de que le echasen de la comunidad de magos y tuviese que vivir con ese muggle borracho que tenia como padre le producía escalofrios. Sin embargo, supo que no conseguiria que Lily le perdonase nunca, la conocia lo suficiente como para estar seguro de que la chica seguiria en sus trece, su cabezonería era impresionante.

- Grageas de todos los sabores.- susurro hacia la estatua de piedra, que comenzo a moverse para su asombro, girando sobre sus goznes lentamente, dejando al descubierto los escalones que daban al despacho del director. Se dejo llevar por lo escalones hasta que pararon con un golpe seco, y pego el oido a la puerta, intentando adivinar si habia alguien en el despacho. No habia luz en la ranura debajo de la puerta, por lo que procedio a abrir la puerta con cuidado. Su corazon latia rapido en su pecho, mientras se mordia el labio indeciso. Las manos le sudaban frio y la garganta estaba seca y rasposa cuando abrio la puerta en su totalidad. Las bisagras produjeron un chirrido agudo mientras giraban, dejando a la vista el calido despacho de Dumbledore, solo que a la luz de la luna, éste parecia tetrico.

Entro de puntillas en el despacho sin atreverse a invocar un lumos y paro en mitad de la habitación, buscando la vitrina donde se encontraba el giratiempo. No tardo en localizarla y abrirla con cuidado, intentando producir el menor ruido posible. Miro dentro de el mueble, y sonrio ladino al encontrar el objeto que tanto deseaba, ese pequeño giratiempo redondo y dorado, con una cadena de plata fina y grabados en runas antiguas a su alrededor. Lo agarro con delicadeza y se dispuso a salir de la estancia, cuando escucho el aterrador sonido de un aullido en la lejania. Se acerco a la ventana con cuidado y vio como el gran lobo que habia estado a punto de asesinarle hacia dos años salia del hueco en el sauce boxeador seguido de un perro y un ciervo. Seguramente Pettigrew tambien estaria alli, transformado en rata. Sintio como su corazon se encogia de odio al verles internarse en el bosque, y apreto los puños. El reflejo de la luna llena se proyectaba en el lago como si fuese un espejo del estrellado firmamento, creando el perfecto ambiente de noche primaveral, para disfrutar en compañía.

Un crujido del suelo de madera de la habitación le hizo salir del trance en el que se habia sumido y darse cuenta de su situación; por lo que empezo a bajar las escaleras de piedra con rapidez, apretando contra la palma de su mano el frio pedazo de metal, y cuando llego abajo, empezo a correr a su habitación lo mas rapido que pudo, pensando en el siguiente paso de su plan.

Llego con rapidez a las mazmorras, el territorio que mejor se conocia. Al no tener ventanas, los sordidos y humedos pasillos de piedra estaban unicamente iluminados por la tenue luz de las antorchas, dandoles un aspecto mas tetrico que de costumbre. Se apoyo en la pared mientras intentaba recuperar la respiracion, vigilando de que no viniera nadie, mientras se resguardaba en la oscuridad perfecta de las mazmorras. Sus ojos estaban acostumbrados a ella, lo que le daba una ventaja si los merodeadores se metian con el en las mazmorras.

Apoyo la cabeza contra la dura piedra y cerro los ojos, permitiendose un segundo de descanso merecido, antes de frotarse el puente de la nariz y seguir su camino hacia la sala comun silenciosamente. Al cabo del rato llego a la puerta de piedra camuflada que servia de entrada a la estancia, debajo del lago; susurro la contraseña despues de cerciorarse de que no habia nadie y entro.

La sala comun de slytherin era una habitacion de piedra redonda, con un sillon frente a la diminuta chimenea y mesas esparcidas por doquier. No habia nadie abajo, ya que era muy tarde, y esto alegro a Severus, que subio la escalera de piedra de la izquierda, que daba a los dormitorios de los chicos, con una pequeña sonrisa en la boca.

Abrio la puerta de madera con la seguridad de que alli no habria nadie, y acerto al ver su cama hecha en el centro de la habitacion. Entro y se coloco en el centro del dormitorio, llevando consigo el pequeño giratiempos dorado. Se paso la cadena por el cuello y sintio el frio tacto en su piel tibia, mientras en la oscuridad giraba la ruleta del objeto.

- Una hora, una vuelta...- calculo las horas que le harian falta, mirando su reloj de pulsera y giro 7 veces. Acto seguido, El chico sintio un tiron desagradable mientras veia como su alrededor cambiaba, y cerro los ojos intentando no marearse. La luna llena brillaba en todo su esplendor cuando el chico desaparecio.

Cuando sintio el suelo firme bajo sus pies, los abrio y miro a su alrededor, empezo a sentir desesperacion. Se encontraba en algun oscuro callejon del Londres muggle. Miro el cielo y se fijo que habia luna llena, cosa que le parecio extraña, ya que justo hoy era la luna llena. En la calle se amontonaba la basura, lo que producia un olor fetido y nauseabundo. Las paredes de las casas estaban llenas de hollin, lo que le hizo darse cuenta de que estaba en la parte medianamente pobre de la ciudad, y no en el barrio donde vivia. Siguio observando unos instantes mas, hasta que algo se clavo en su espalda, sin llegar a hacerle daño pero alarmandolo. Sin girarse hacia atras, empezo a correr llevado por el panico, pero su atacante fue mas rapido que el y ambos cayeron al sucio suelo con un golpe sordo. Se volvio para ver la cara de su agresor mientras el objeto de este se clavaba en su cuello.

Encima de Snape habia un chico de su edad, con el pelo marron y unos bonitos ojos de color azul cielo que le miraban con curiosidad. Su cara era ovalada, con la mandibula y los pomulos marcados. Sus labios carnosos y rojizos le sonrieron antes de preguntar con lentitud:

- ¿Quien eres?.- su voz suave como la seda inundo sus oidos, mientras el chico empezaba a encontrar problemas para respirar debido a que tenia al muchacho sentado encima de su estomago a horcajadas. La mirada azabache del slytherin bajo desde su cara por su brazo derecho hasta su mano, encontrando una varita en ella.

NdA: hasta aqui por hoy, este fin de semana igual cuelgo. De todos modos, pensaba hacer esta historia larga, mezclando el amor con las aventuras de estos dos personajes. Esto es todo por hoy, si no es mucho pedir, un review estaria bien, aunque sea una critica constructiva. El segundo capi ya esta progresando debidamente....... este ha sido muy corto?