Espacio del autor.
¡Hola a todos! Este es mi primer fanfiction, espero ir aprendiendo a publicarlos aquí en . No tengo la menor idea de porqué siempre empiezo de una forma poco convencional mis historias. No me gustan las historias que comienzan con: Había una vez.
No creo en los cuentos de hadas así que no todo es miel sobre hojuelas, perdería su diversión. Lo escribí con muchas ganas aunque creo que el primer capítulo es algo corto, ojalá pueda mejorar eso conforme pasan los capítulos. Haré mi mejor esfuerzo.
Decidí hacerlo de Ouran porque me gusta mucho la serie. Los personajes originales de la serie no me pertenecen, esta historia está escrita sin fines lucrativos.
Por favor comenten, ojalá les guste y me ayuden a seguir mejorando.
P.D: En realidad me emociona publicar esto, y la relación que irá dandose entre Hikaru y el OC se va haciendo muy interesante en cada capítulo.
Del odio al amor sólo hay un girasol.
Por: DaemonLover
–¿Es una chica nueva? –
–Eso parece ser. Apenas comienza el año, supongo es mejor a los típicos traslados temporales que siempre hacen. –
–¿Es cierto que sus padres nunca están en su casa? –
Kanagaki Naoko. Provenía de una familia importante en el campo de la ciencia, razón por la cual sus padres nunca estaban en Japón. Se encontraban en otros países haciendo investigaciones, aunque en ocasiones se tomaban un tiempo para visitar a su hija. Su cabello era castaño oscuro y no muy largo, ya que le llegaba sólo algunos centímetros bajo llos hombros. Acostumbra llevarlo recogido en una trenza francesa, y usa lentes ya que odia los lentes de contacto. Sus ojos son pequeños, aunque le dan un aspecto infantil debido a sus largas pestañas.
Bueno, o al menos así lucía antes de ingresar a Ouran.
– ¡Tsk!¡ Voy a llegar tarde para mi presentación al grupo! –
Y un nuevo año inicia en el Instituto Ouran. Todos estaban ya en su salón, pero en Japón es costumbre presentar a los nuevos alumnos a toda la clase. Esas reglas de etiqueta le fastidiaban, pero no podía hacer más que cumplirlas.
–Clase, este año se incorpora a nuestro grupo una nueva estudiante. Su estadía será permanente, así que espero hagan de este año un buen año escolar. – Dijo el prefecto.
El momento de siempre. Odio hacer esto, ¡todos te observan como si fueras un bicho raro! Uno…
–Kanagaki Naoko. ¡Mucho gusto en conocerlos! ¡Cuiden de mí por favor!
Dos…tres. Ya puedo alzar mi cabeza.
Frente a la clase se encontraba una joven con el cabello apenas por debajo de los hombros, de color castaño-rojizo y con suaves rizos. Sus ojos llamaban bastante la atención, tal vez debido a su extraña expresión. Esa misma chica, ya no usaba trenza ni usaba lentes. Le había costado mucho acostumbrarse a los lentes de contacto, y aún más aprender a cuidar su apariencia, pero estaba decidida a comenzar de nuevo, en una nueva escuela, con nuevas personas a su alrededor.
Recorrió a sus compañeros de manera muy rápida, y lo que más le llamo la atención en ese instante fue un joven de aspecto pícaro. ¿Estaba viendo doble? No… tenía un gemelo al lado. Lo único diferente era su cabello. Sus miradas se cruzaron y enseguida empezó a tartamudear unas palabras de agradecimiento al profesor y al prefecto.
–Kanagaki-san, toma asiento enseguida de Fujioka-san. Fujioka, levante su mano por favor. –
Muy cerca de los gemelos estaba un joven de apariencia amable y cabello castaño, que levantaba su mano, aunque era difícil saber si se encontraba en el salón de clase o si soñaba despierto. Era…demasiado normal.
Mientras recorría el salón hacia su lugar sintió todas las miradas en ella. ¿Había salido algo mal con su apariencia? No, eso era imposible. En todo caso, prefirió no darle mucha importancia a pesar de la presión que sentía por ser el blanco de las miradas.
–Kanagaki-san, bienvenida a Ouran. – Sonrió Haruhi.
–Eh…gracias. – Respondió Naoko al sentarse mientras suspiraba aliviada al pensar que ya nadie la observaba…
¡Lo logré!
…Aunque aún había un par de ojos que la miraba.
Espacio del autor.
¡Fuah! Hubo muchas opciones para empezar la historia, no sé porqué terminó quedando así. Es un poco complicado, espero no sea muy confuso la forma en la que introduzco los pensamientos de los personajes. Haré lo posible por dejar sus personalidades, aunque siempre cuando llega alguien nuevo a nuestras vidas mueve nuestro mundo interno.
¡Nos vemos en el capítulo dos! ¡Cuiden de mí por favor!