Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephenie Meyer. Esta historia, es hecha sin fines lucrativos.


Embarazo adolecente estilo twilight

Capitulo 1: Positivo.

Estaba recostada en mi cama, sin haber podido dormir en toda la noche. Pensando en la posibilidad de estar… ¡Ni siquiera lo podía decir! A pesar de que me repetía una y otra vez, que eso era imposible, que Edward no puede tener hijos, había algo que me decía que la palabra imposible y yo, no nos conocemos. Había estado toda la semana muy distante con Edward, con Alice y con Jasper en la escuela, no me sorprendería que Jasper hubiera notado mi ansiedad, de hecho, estoy segura. Pero, es que aparte de ser perseguida por un psicópata vampira, ahora también me tengo que preocupar por… por…por ese pequeño problema.

Me levanté cansada de la cama y me dirigí a la cocina, últimamente mi apetito había mejorado y por mucho, creo saber el por qué. Caminé despacio, no quiero tentar al destino. Cuando por fin llegué, me sentía un poco indecisa. Abrí el refrigerador y saqué una rebanada de pastel que había quedado de la noche anterior. Me la comí sin pestañear una sola vez. Cuando estaba lavando los trastos sucios, me atacó una gran ola de nauseas y corrí al baño lo mas rápido que pude. Ahí va el postre de ayer y de hoy en la mañana. Me lamenté. Me lavé la boca y decidí que era momento de tomar una ducha, no hay mejor momento para aclarar ideas.

Salí de la regadera, cuando noté que mis dedos estaban muy arrugados. Cuando salí del baño, estaba decidido, hoy es el día en que el que le diré a Edward mis miedos y le pediré que me compre una prueba de embarazo, para terminar de una vez por todas con mi calvario. Lo más probable, es que solo consiga que se burle un poco de mí. Pero no me importa, es mejor que seguir con esta tortura.

La hora de ir la escuela, llegó muy temprano y como siempre, Edward ya me esperaba, puntualmente, en la avenida. Tomé una manzana y salí de la casa, gracias a Dios mi hermano me levantó el castigo después de dos meses, y también perdonó a Edward, después de todo el solo estaba siguiendo a su familia. No podía quedarse a vivir aquí por su cuenta. Bueno, es la versión que le hicimos creer.

Mis pensamientos fueron interrumpidos, por él vampiro más hermoso y educado del universo. Me esperaba con la puerta abierta, como todas las mañanas, y con su hermosa sonrisa, que hace que todos mis problemas desaparezcan por un momento.

—Hola, amor— me saludó dándome un muy corto y repito, corto beso en los labios— ¿Pudiste dormir algo en la noche?— su pregunta me sorprendió un poco, creí que estaba siendo discreta.

— ¿Por qué lo dices?— le cambié el juego, fingiendo demencia.

—Bella, no creas q no me he dado cuenta que últimamente no estas durmiendo bien. — se quedó callado por un momento— De hecho, necesito hablar contigo, ¿Te importa si nos saltamos la primera hora de clase? Es algo importante. — bien, creo que ha llegado el momento, tendré que hablar con él, este lista o no.

—Sí. Quiero decir, no hay problema. Yo también tengo que decirte algo importante. — le dije tomándole la mano.

Quisimos hablar en nuestro prado, no hay mejor lugar para hacerlo. Y, siendo Edward quien estaba tras el volante, no tardamos mucho en llegar. Sin embargo, el poco tiempo de viaje, lo pasamos en un incómodo silencio. Me senté a su lado y esperé paciente a que empezara a hablar.

—Bella, desde hace un par de semanas, has actuado de una manera, un poco extraña. — habló con su hermosa cara mostrando solo preocupación. —He notado que ya no te ríes como antes, en las noches no duermes. Pasas horas enteras, pensando en no sé qué. Y lo peor, a veces, parece que estas cargando con un problema tan grande, que en cualquier momento te vas a derrumbar. No sabes que doloroso es para mí, el verte sufrir de esa manera. Y que tú, me dejes afuera. Me sacas completamente de tu vida. — tomó un innecesario respiro— Quiero que seas honesta conmigo, ¿Es por Jacob?, ¿Por qué no lo has visto en mucho tiempo?, porque si es así, estoy dispuesto a dejar un poco de lado mis miedos y aceptar que lo veas. Pero, por favor, quiero verte sonreír de nuevo, haré lo que sea necesario. Incluso, si eso implica, dejarte ser feliz con otra persona. – me dijo en agonía, y si le fuera posible, creo que en estos momentos estaría llorando.

— ¡Oh, por Dios! Edward, lamento tanto haberte hecho sufrir estas semanas. La verdad es que no me daba cuenta, creí que lo disimulaba muy bien. Pero, por lo visto estaba equivocada. Si no he hablado contigo, si me he encerrado en mí. Es porque siento, que esto es una verdadera estupidez, no veía el caso en complicarte más la vida, por una tontería. Pero, sabiendo que no lo puedo ocultar más. Te diré, que es lo que me tiene así, lo que me impide sonreír. — él asintió, apretando mi mano, para darme valor. — Tres semanas después, de que tú y yo, viviéramos esa maravillosa noche. Noté que tenía un retraso, no lo había notado. Pues sabes lo estresante que ha sido el asunto con Victoria. Así que cuando me di cuenta, culpé al estrés. Hasta que empecé a sentir cambios extraños en mi cuerpo. Por ejemplo, mi apetito ha aumentado notoriamente. Y, los olores que antes soportaba, ahora me causan nauseas y vómitos. Tengo mareos, dolor de cabeza.

—¿Bella, estas enferma y no me lo dijiste?— me interrumpió molesto.

—No, bueno, creo que no. Déjame terminar, por favor.— le supliqué. — Yo sé que es completamente imposible, y también sé, que mi suplicio ha sido en vano. Pero, cuando estaba en el baño de la escuela. Escuché a dos amigas hablando, sobre la probabilidad de estar embarazada. – dije la palabra con cautela, evaluando su reacción. Al principio no entendió la conexión, pero, sentí como su cuerpo empezaba a tensarse. –No me lo tienes que repetir, sé que es imposible que esté embarazada. Pero todo este tiempo, me he estado preguntando. ¿Por qué sufro los mismos síntomas que una mujer embarazada? Y si realmente pasó.— Edward se quedó congelado en su lugar. – Sabes que, olvídalo. Sé que es más allá de imposible. Me he estado torturando por nada. Soy una gran estúpida por pensar eso.— admití. Sentí como mis ojos empezaron a agudarse, esto, pareció hacer reacciónalo. –Júrame que es imposible, júrame que no estoy embarazada. – le pedí llorando en sus brazos. Él me acarició la espalda y me susurró al oído.

—Amor, no sabes cuanto lo siento. Quisiera poder decirte, que todo esto es solo consecuencia de tu gran imaginación. Pero, no sé que creer Bella. Cuando mencionas la palabra imposible en la misma oración en la que estamos tú y yo, la palabra pierde el completo significado. — dijo mientras me limpiaba las pocas lagrimas que seguían corriendo. —Debiste de haberme dicho esto antes. Yo hubiera estado ahí para ti, no tendrías que haber cargado con esto tú sola. Ahora entiendo, porque estabas en ese estado. — iba a replicarle, pero él no me dio oportunidad. —Lo primero que haremos, será comprar una prueba de embarazo casera, antes de llegar a una conclusión, ¿Te parece bien?— yo asentí agradecida y me aferré a su cuerpo. Dejé que él me cargara hasta el auto.

Compramos la prueba de embarazo, en una pequeña farmacia de Port Angeles. No podíamos arriesgarnos a que se enterara en el pueblo. Ni siquiera sé, que le explicaré a mi hermano, respecto a la falta de hoy. Lo único de lo que estoy segura, es que no estará muy feliz al respecto.

Cuando llegamos a mi casa, Edward me esperó pacientemente a que me preparara algo de comer. Porque embarazo o no, pero últimamente no paraba de comer. Cuando terminé mi delicioso sándwich. Edward y yo subimos en silencio a mi habitación, habíamos estado callados casi todo le tiempo, los dos estábamos igual de nerviosos.

—Bueno, creo que ya no puedo prolongar esto por más tiempo, tomaré la prueba ahora. — le dije mientras me paraba y me dirigía al baño. Él se paró ha acompañarme al baño. Cuando estaba a punto de entrar, me jaló y me besó con mucha fuerza.

—Bella, no importa el resultado de esa prueba, yo te voy amar siempre y sea lo que sea, lo enfrentaremos juntos. No lo olvides. — yo asentí, no confiando en mi voz. Entré y seguí las instrucciones, eran muy sencillas. Ahora, solo tendría que esperar cinco minutos, para conocer mi destino.

Salí del baño y entré a mi habitación, donde Edward me esperaba sentado en mi cama, como si estuviera dormido. Me subí con cuidado en la cama y lo abracé, recargando todo mi peso en él.

—Bueno ahora solo tenemos que esperar cinco minutos y sabremos si estoy embarazada, o no. — hablé con la voz cortada.

— ¿Has pensado que quieres hacer si el resultado sale positivo? — preguntó él, abrazándome más cerca de su cuerpo.

— Yo, yo no sé que hacer. Quiero decir, no creo en el aborto. Pero, Edward, por Dios, solo tengo 18 años. Teníamos tantos planes, ir a la universidad, convertirme, casarnos y esto de pronto cambia mi mundo. — murmuré en pasado, como si eso ya no fuera posible. — Aunque yo sé, que si estoy embarazada. Y nos lo quedamos, él o ella serán nuestro hijo o hija, nuestro milagro. — fui interrumpida, por la alarma de la prueba de embarazo. Sentí mi corazón acelerarse.

—Calma, cariño. Por favor. — me dijo mientras me ayudaba a pararme de la cama. — Sea lo que sea, lo enfrentaremos unidos. — con las piernas temblorosas, nos dirigimos al baño. Edward fue el primero en tomar la prueba, se quedó paralizado al ver el resultado. Y en ese momento lo supe.

Le quité la prueba de las manos y lo comprobé. Positivo, estoy embarazada, Edward y yo vamos a tener un hijo. Mi mundo se desvaneció de pronto, yo me entregué por completo a la oscuridad.


A/N:Espero que hayan disfrutado el primer capitulo.

Besos

Sally =]