Notas de la autora: Este es mi primer Fanfic de Demashita! Powerpuff girls Z, espero les guste. El fanfic está corregido, al menos en algunos errores visibles para mí. Oye Gwen1661, corrige también el tuyo ¿no? Después de todo, yo fui la estúpida que lo corrigió ¬¬. Pero que más da, sigue robandote los esfuerzos de otras personas, en fin. No creo que llegues muy lejos, Plagiadora. Y por si te interesa saber, ni siquiera vi el video de Taylor cuando estaba haciendo el fic ¬¬, no me guíe del video... me guíe de los pensamientos que salen de mi Cerebro, si es que sabes la definición de eso. La lirica agena está prohibida, por si no lo sabías... ups! espera no lo sabías. Ya que decidiste copiar mi fic.

Disclaimer 1: Las chicas superpoderosas Z! no me pertenecen… no son de mi propiedad, ni hago esto con fines lucrativos. Lo único perteneciente a mí son las locas ideas que subo.

Disclaimer 2: La canción tampoco es de mi pertenencia, es de Taylor Swift.

Advertencias: OoC, U.A.


You Belong Whit Me

By_PerFecTHeLL

Te veía sentado hablando en el teléfono con tu novia, se te notaba algo desesperado. Yo no quería interrumpir, quiero decir yo solo vine por una simple tarea. Veo cómo te desesperas, estas rojo de la ira. Sé que ya se te olvido que estoy aquí, creo que lo mejor será dejarte solo; para que arregles tus problemas. Volteo a verte antes de salir por la puerta y suspiro… ¿Cómo hago, para recuperar ese humor que te quita ella cada día?

Salgo de tu casa procurando hacer el menor ruido posible. Llego a mi casa, me encierro en mi habitación, abro la ventana para dejar entrar ese frío aire. Tan característico de una típica noche en martes. Tiemblo un poco, pero después me relajo. Enciendo la radio, que curioso esta una de las canciones que a ella no le agradan, es ilógico pensar que tu novia no sepa que a ti te gustan esas canciones. Abro mi armario y entrecierro un poco mis ojos. Saco una camiseta y me la pongo. Me veo al espejo y me imagino a tu novia con esas ridículas faldas cortas que la hacen ver como una zorra… con todo respeto.

— ¡JA!— expreso con ironía—después de todo yo uso camisetas, de que me quejo.

Me digo a mi misma con un poco de reproche en mi cara. Al día siguiente, llego a la escuela temprano. Qué raro en mí. Pero qué más podía hacer, tú me pediste que estuviera en tu partido de futbol. Me siento en una banca, veo a tu novia animándote con su típico traje de porrista. Parece que ella es la capitana de la alegría, mientras yo estoy en la banca viéndote como juegas.

No sé porque presentía que ese saludo era para mí, pero esa duda desaparece enseguida debido a que veo a tu novia saludarte enseguida. Tú le sonríes, yo me entristezco. Cierro mis ojos fuertemente, como si quisiera despertar de un sueño en el que yo he estado sumergida por mucho tiempo. Pensando en que tú eres el que debe despertar y darte cuenta de quién te entiende en realidad.

Termina el partido, veo como celebras con tus amigos. Volteas a verme y me sonríes, me quedo idiotizada por unos cuantos momentos; cuando siento que mis labios están correspondiendo esa sonrisa, pero pronto esa sonrisa desaparece. Cuando observo que tu novia se te abalanza y te besa. Y lo que más me duele, es que tú le correspondas. Me voy rápido de ese lugar, no quiero que veas que mis lágrimas amenazan con salir. Después de todo, tú nunca notarías que yo huí de ti. Pasa un largo rato, cuando me encuentras riéndome como siempre. Ocultando ese dolor que sigue estando en mí pecho, que por supuesto jamás te lo revelaría. Te ves enojado, no es necesario que te lo pregunte; te conozco lo suficientemente, me despido de mis amigos y voy contigo.

Vamos caminando por las calles, yo con mis manos entrelazadas en la parte baja de mi espalda. Y tú con las manos ocultas en los bolsillos de tus jeans. Veo que te detienes, te sientas en una banca del parque y me invitas a sentarme junto a ti.

— ¿Pasa algo? —pregunto desconcertada. Espero una respuesta, pero tú no me contestas nada, me volteas a ver y me sonríes.

¿Por qué las cosas deben ser así? O tal vez… deben ser así. No lo sé, me empiezo a reír de estas ideas; mientras tú me acompañas en la risa. No sabemos ni de que nos estamos riendo pero lo estamos haciendo… juntos y eso es lo que importa. Paras de reír y me sonríes. Dios esa sonrisa me derrite, podrías iluminar la ciudad entera con esa deslumbrante sonrisa.

— ¿Qué paso? — te vuelvo a preguntar.

—Nada, solamente…— dudas un momento—, estoy bien— me dices al fin.

—Pues con los besos que te da, no me extraña que te encuentres bien…— dije sorprendiéndome después de un minuto, al darme cuenta de lo dicho por mí.

—Qui-quiero d-decir que…— tomo aire, estoy tartamudeando y eso está empeorando la situación. Me logro controlar y digo firmemente—lo que quiero decir es que… ¿Qué harías con una chica como ella?

De acuerdo, le cambie la conversación pero qué más daba. Al menos así se concentraría en algo que no fuera en mi tartamudeo, el sudor de mis manos o en el rojo intenso de mis mejillas.

— ¡Butch! —oigo esa voz chillona, que parece un globo rechinante.

—Patrice, ¿Qué haces aquí? — él se levanta de la banca y se va con ella. Eso pasa siempre: él me invita a estar a su lado, sin saber que me enamora cada vez más de él. Después llega la capitana de las animadoras, y deshace mi ilusión, al último él no sabe que existo.

Yo me levanto. ¡Rayos! Porque tiene que usar tacones muy altos. Ni siquiera le llego a la barbilla. Me despido solo con un ademán de manos y me voy corriendo a mi casa. Escucho que me gritas "espera" pero para que lo haces, si sabes que yo no me detendré.

Entro a mi casa, mi madre está en la cocina, mientras que mi padre les enseña llaves de lucha a mis hermanos. Yo saludo con mi típico "ya llegue" y me encierro en mi habitación. Si tan solo pudieras ver que soy yo la única que siempre te ha apoyado, que soy yo quien siempre ha estado detrás de ti aconsejándote. Todavía recuerdo esa vez que condujiste a media noche rumbo a mi casa. Llegaron varias piedritas a golpear mi ventana. Yo abrí, eras tú. Te veías muy mal, bajé enseguida a abrirte, te miré, no sabía qué hacer… sin embargo… caminé hacia a ti y te abracé. Me abrazaste. Sabes que soy la única que te puede hacer reír ¿cierto? A pesar de que tengas muchas ganas de llorar, siempre sabes que yo te puedo hacer sentir mejor.

Yo conozco cada una de tus canciones favoritas, a mí me cuentas tus sueños, soy yo en la que tu confías ciegamente, soy yo a la quien tú perteneces. Si tan solo pudieras darte cuenta de que soy la única que te entiende. Ya he esperado por mucho tiempo, y aun no logro comprender... el ¿Por qué no puedes ver que tú me perteneces a mí?

Con estos pensamientos me quedo dormida, hasta esperar algún día la respuesta a esa pregunta.


Reviews?

Corrigiendo Fanfic.

No copien mis fanfics, no los presto, ni nada. Si les gustó, mejor ofrezcan mi link ¬¬. No sean Plagiadores.