Disclaimer: los personajes son de Rowling, el drabble es mío.
Claim: Harry/Hermione.
Summary: Porque entre Harry y Hermione siempre ha habido algo más que una amistad, pero ninguno de los dos puede (ni debe) romper el orden establecido de las cosas.
Rating: K+.
Dedicatoria: para Gid-chan, por ser la que rompió el hielo entre nosotras, por ser tan atenta, tan linda y la primera en hacer que escriba algo fuera de Twilight. Besos y feliz Navidad, cielo.
Inconfesable
Ambos alzan la vista a la vez, y sus miradas se encuentran. Un cosquilleo recorre las tripas de ella, mientras que una sensación de calor inquietante aparece en el pecho de él.
Hermione está sentada en el sofá, recostada sobre el pecho de Ron, que tiene un brazo sobreprotector sobre sus hombros. Harry está sentado en el suelo (en el extremo opuesto de la sala), con Ginny sobre sus rodillas.
Las dos parejas parecen perfectas, felices, y totalmente compenetradas y entregadas. Y así es. Los hermanos pelirrojos son incapaces de amar a otra persona que no sea la que tienen junto a ellos. Pero Hermione y Harry se sienten inquietos por no poder cumplir la misma obligación (porque deberían poder cumplirla).
Hermione sabe que aquello está mal, y Harry siente que si pudiera borrar todo recuerdo junto a ella, lo borraría, por el bien de su relación con Ginny. Que durante siete años no haya llegado a suceder nada, no significa que no haya nada. Porque la mayoría de las cosas en esta vida se quieren, pero no se pueden. Y la relación de Harry y Hermione ha estado siempre destinada a ser de aquellas cosas que jamás deben (ni pueden) suceder.
Esa mirada (que dura apenas un segundo) lo ha dicho todo, todo y nada. Todo para las dos personas implicadas en ella, y nada para el resto del mundo, en especial para los que se hayan sentados junto a ellos. Porque jamás lo admitirán, jamás lo confesarán, pero esa mirada encierra un mundo de sentimientos, que lo pondrían todo patas arriba si salieran a la luz.
Los dos parpadean y desvían la vista el uno del otro a la vez, como si no hubiera pasado nada, como si no pasase nada. Pero la realidad es bien distinta, y los dos tendrán que soportar el peso de la misma durante el resto de sus vidas. No es justo, pero nadie dijo que la vida lo fuera.