Capítulo 5

La noche era fresca, calmada, y el viento nocturno acompañaba al Copy-nin en su lenta caminata. Había salido de su apartamento con tiempo de anticipación, así que Kakashi decidió tomar la ruta panorámica hacia la casa de Naruto. Pensaba llegar a tiempo a la cita, seguro, pero no temprano.

'Tengo una reputación que mantener, después de todo.'

Continuó avanzando en silencio; con las manos dentro de los bolsillos de su pantalón, hombros relajados, y mirada distraída, Kakashi daba más la impresión de ir cumpliendo con una aburrida guardia nocturna por la aldea, en lugar de estar dirigiéndose a una cita. A pesar del decisivo significado que podría tener el encuentro el Jounin se encontraba calmado; no estaba en su naturaleza andar por la vida inseguro de sus acciones o dudoso sobre sus decisiones. Pasaría lo que tenía que pasar, y de momento la prioridad en la mente de Kakashi era tener una agradable velada con su antiguo estudiante.

Llegó al edificio donde Naruto residía; alzó la mirada hacia el apartamento en la cima de la construcción, descubriendo las luces encendidas. Sabía que era justo la hora acordada, así que saltó hacia allá. Permaneció en el pequeño balcón, recargado contra el frío barandal de metal y los brazos cruzados sobre el pecho. Una de las ventanas del apartamento le dejaba ver un poco del interior del lugar, y Kakashi creyó divisar parte de la cabellera del rubio; se enderezó para ver mejor, y logró así confirmar sus sospechas.

Sentado sobre la cama estaba Naruto, con los brazos cruzados y el rostro contraído en un gesto de concentración. El Jounin notó el tamborileo rítmico de los dedos de la mano derecha de Uzumaki contra su brazo izquierdo. Sonrió ante la idea de ser él la causa de tan absorto comportamiento en el joven ninja. Avanzó hacia la entrada y llamó a la puerta. Ya habría tiempo de explorar los efectos de su presencia en Naruto durante la velada, además de que prefería evitar ser descubierto por éste observándole.

'Ya piensa que soy bastante pervertido. No hay necesidad de agregar voyerista a la lista.'

La puerta del apartamento se abrió casi de inmediato, y el rostro sonriente de su antiguo estudiante le dio la bienvenida. El muchacho iba vestido de manera casual, y a Kakashi le pareció que éste se veía bastante bien sin el protector puesto, dejando caer libres varios mechones rubios sobre su frente. Él llevaba su siempre presente uniforme ninja; cita o no, sus hábitos de vestimenta seguirían iguales.

"Hola, Kakashi sensei." Dijo Naruto, aún portando una sonrisa. "No llegó tarde ¿Ningún desastre natural repentino o damisela en necesidad de rescate a mitad del camino?"

"Nada. Al parecer mi arduo trabajo ha dado frutos y por fin he erradicado todo peligro en Konoha." Bromeó Kakashi, recargado en el marco de la puerta. "Entonces ¿listo para salir?"

Naruto asintió y, después de apagar las luces del apartamento, salió a encontrarse con el otro hombre. Parecía en verdad entusiasmado, y así continuó mientras iban andando el camino hacia el destino de esa noche. El Jounin permaneció con su actitud desinteresada, aunque disfrutando el recorrido en realidad; las calles por las que avanzaban eran poco transitadas y la oscuridad de la recién llegada noche les escudaba de cualquier mirada no requerida.

"¿A dónde vamos, sensei?" preguntó el rubio, curioso.

"Al Ichiraku Ramen no, por seguro." Fue lo único que le respondió Kakashi y continuó caminando.

No hubo más preguntas por parte de Uzumaki. En realidad estaban dirigiéndose a la reconocida tienda de dango de la aldea. Aunque dicha comida estaba lejos de pertenecer a sus favoritos, en las noches el lugar tenía buen ambiente, incluso ofreciendo bebidas alcohólicas a los clientes. Ya en el pasado había visitado el lugar en compañía de otros colegas ninjas y, aunque no era la gran cosa, serviría para la ocasión. Fue lo más apropiado que le vino a la mente para la susodicha cita; era demasiado grande para lidiar con salidas al cine y ese tipo de citas adolescentes.

Al llegar al establecimiento Naruto le miró con un gesto de duda al que Kakashi respondió colocando su mano sobre el hombro del muchacho y guiándolo al interior del lugar. El Jounin dio un breve saludo al dueño de la tienda y siguió su camino a la parte trasera, más allá de las mesas regulares utilizadas durante el día. El área a la que llegaron contaba con una barra y varias pequeñas mesas para dos o tres personas; algunas lámparas colocadas alrededor dejaban el lugar a media luz, agregando intimidad a la atmósfera.

"Vaya…" dijo Naruto mientras tomaba asiento en una de las mesas más alejadas. "No tenía idea de que esto existía dentro de la tienda de dango."

"Porque no se supone que lo sepas." Kakashi también tomó asiento, ubicándose a un lado del rubio, en vez de frente a éste. "Los niños deben mantenerse alejados de los bares."

"Bueno, lamento decírselo pero, noticia de última hora: ya no soy un niño, sensei…" dijo Naruto, resentido.

"¿Oh, sí?" respondió Kakashi y apoyó un brazo sobre la mesa, quedando su rostro al nivel del otro ninja. "Pues excelente, porque si no, no tendría caso esta cita."

El Jounin sabía muy bien que el rubio ya no era un niño, cumplidos recientemente sus diecisiete años, pero era demasiado divertido fastidiarlo al respecto. Llegó en ese momento el mesero, ofreciéndose a tomar la orden de los dos ninjas. Kakashi agradeció la interrupción, ya que Naruto había estado a punto de abrir la boca para hablar, lo más probable para hacer una pregunta, la cual el Jounin se vería forzado a evadir; prefería no ahondar en esos temas, al menos no de momento.

Volviendo su atención al empleado, Kakashi decidió por ambos a pesar de la mirada de ligera molestia de Naruto, ordenando dos porciones de teppanyaki dango, té verde para el rubio, y sake para él. El mesero hizo una pequeña inclinación y se retiró, dejándolos de nuevo solos. Con el fin de llevar la conversación por un rumbo más tranquilo el Jounin tomó la palabra.

"Espero que te guste el dango." Dijo Kakashi, hundiéndose en la silla para tomar una postura más cómoda. Su voz sonaba relajada, mas no desinteresada. "La verdad no tenía una idea extensa de qué otro tipo de comidas te agradan aparte del ramen." Levantó la mirada en un gesto pensativo. "De hecho, a pesar de haber sido tu sensei y conocerte hace ya algún tiempo, es poco lo que sé de ti como individuo." Le lanzó una mirada furtiva al rubio. "Eres un pequeño misterio, Naruto."

El Jounin sabía que no era del todo cierto aquello de desconocer por completo a Uzumaki, ya que con el paso del tiempo y las vivencias compartidas durante tantas misiones logró hacerse una buena idea de ciertas peculiaridades del muchacho. Sin embargo, el comentario le daba oportunidad a explorar otros aspectos de la personalidad del adolescente sin comprometerse demasiado, demostrando nada más allá de una simple curiosidad.

"El dango está bien, supongo…" dijo Naruto y dio un vistazo apreciativo a los alrededores. "El lugar también es bastante agradable. Sólo espero no encontrarnos con esa extraña mujer adicta al dango, Anko sensei."

"Oh." Kakashi se sintió satisfecho de lograr sacar adelante la conversación y decidió indagar al respecto. "¿Alguna razón en especial por la cual no te agrade?"

"Pues… en verdad creo que está loca." respondió Naruto con el ceño fruncido. "Recuerdo que una vez me dijo que yo le parecía la persona perfecta para jugar y torturar durante un rato." Giró a ver a Kakashi con un gesto de mitad disgusto y mitad confusión. "En serio que no tengo idea de cómo permiten que alguien así ejerza como ninja. Pero bueno… mientras pueda mantenerme a distancia, me da igual."

Sí, eso sonaba justo como algo que la irreverente mujer diría. Eran pocas la veces en las que Kakashi había trabajado junto a ella, pero suficientes para clasificarla como parte del grupo de personas que, siempre que fuese posible, optaría por evitar. Mitarashi Anko era de los pocos en la aldea que se habían atrevido a hacerle un acercamiento con intereses abiertamente de tipo íntimo, el cual Kakashi rechazó de forma rotunda pero sutil. Deseaba que la petición del rubio fuese escuchada y la mujer no hiciera aparición esa noche.

"¿Entonces no te agrada la idea de algo de tortura, Naruto?" preguntó Kakashi, soltando el comentario como si de lo más común se tratase. El muchacho le miró con los ojos muy abiertos y una expresión de sorpresa, al parecer incapaz de formular una respuesta coherente. Kakashi continuó hablando como si nada. "Me refiero a que como ninja es un procedimiento al que en ocasiones no queda otra opción más que recurrir… ¿sabías que hay escuadrones de ANBU entrenados justo para eso?"

"Oh. Eso. Sí… lo sé." dijo Naruto, cruzándose de brazos e intentando recobrar la compostura. "Sé que a veces es necesario, pero no me gusta mucho la idea de torturar a alguien, ni tampoco gran parte de los otros trabajos asignados a los ANBUs. Dudo enlistarme alguna vez para formar parte de ellos. Creo…" se detuvo un momento para organizar sus pensamientos. Su voz había recuperado fluidez y la impetuosa pregunta inicial del otro hombre quedó olvidada. "Creo que no sería tan fácil seguir adelante y llevar una vida normal después de pasar por todo eso."

Por supuesto que no era fácil, Kakashi lo sabía a la perfección, habiendo él pertenecido durante un par de años a un escuadrón; su especialidad era el rastreo pero, siendo Capitán, era común que terminara tomando el puesto de asesino si la ocasión lo requería. Puede que todo aquello haya sido por el bien de la aldea y la seguridad de sus habitantes, mas no por eso disminuía la culpa o la magnitud de semejantes recuerdos. Era un alivio oír que enlistarse como ANBU estaba fuera de los planes de Naruto; ese tipo de experiencia no era una que desease para su antiguo estudiante.

El regreso del mesero acompañado de las respectivas órdenes de comida para los dos ninjas rompió el hilo de la conversación; el hombre colocó los pedidos sobre la mesa y se retiró quedando a su servicio si se les ofrecía algo más. Kakashi se vio entonces de nuevo frente a las restricciones que venían con el uso perpetuo de una máscara. Uzumaki retomó la actitud de las ocasiones anteriores, reacomodándose en el asiento para mantener al Jounin fuera de su campo de visión inmediato.

El lugar estaba bastante vacío, además de encontrarse ellos ubicados en una de las mesas más apartadas y sin ninguna persona alrededor, así que Kakashi deslizó hacia abajo su máscara sin preocupación y probó el dango; miró a Naruto de reojo, y vio que éste también estaba probando la comida. La conversación había comenzado a tornarse interesante, así que Kakashi decidió buscar la manera de reiniciarla.

"Entonces, Naruto…" comenzó el Jounin, bebiendo después un pequeño trago de sake. "Han pasado años sin que nos veamos, me imagino que algunas cosas han cambiado. ¿Por qué no me cuentas un poco de ti?"

"Pues…" respondió Naruto, quien ya iba a la mitad de su primera brocheta de dango. "Las cosas siguen bastante igual, en realidad. No hay mucho que contar, sensei…"

"Vamos, Naruto." dijo Kakashi, sonando desanimado. "¿O tendremos que hacer esto como aquella vez? ¿Todo ese asunto de qué te gusta y disgusta y sueños para el futuro?"

"Sí, recuerdo eso. Aquella vez no logramos que usted nos dijera ni una de esas cosas, sensei." Le acusó el rubio.

"Anda, Naruto." insistió Kakashi, dándole un pequeño empujón con su hombro. "Compláceme en esto."

"Oh… bueno, veamos… ¿un poco de mí?" Tomó el té entre las manos y sopló, dispersando el vapor emergente de la taza. "Mi sueño sigue siendo llegar a ser Hokage, nada va a cambiar eso. Gaara ya es líder de su aldea, yo no puedo quedarme atrás. Y lo que me gusta…" giró la vista hacia el otro ninja por un momento, llegando sólo a ver la mano de Kakashi sobre la mesa antes de obligarse a mirar de nuevo la taza de té frente a él. "Eh… plantas. Me gustan las plantas. Cuidarlas y esas cosas." Tomó un apresurado sorbo de té e hizo un gesto de dolor al quemarse con le líquido caliente. "Y no hay muchas cosas que me desagraden. Eso… eso sería todo, creo."

Kakashi tenía como motivo personal para esta supuesta cita llegar a un mejor entendimiento de aquellas nuevas sensaciones despertadas en él por su ex-estudiante; la agitación que se expandió por su pecho al recibir esa pequeña mirada furtiva de Naruto a mitad de su discurso era prueba fehaciente de que la idea de corresponder la atracción del muchacho no le disgustaba, sino quizás lo contrario. Ese breve gesto fue más valioso que toda la respuesta en sí.

La plática con Naruto se tornaba cada vez más interesante, así que el Jounin decidió aprovechar la oportunidad. Quería ver cuáles eran las reacciones del rubio, así que optó por dejar comida en un segundo plano; vació el resto del sake de un trago, volvió a colocarse la máscara sobre el rostro, y centró de lleno su atención en el otro ninja.

"¿Plantas, eh?" dijo Kakashi, apoyando un brazo en la mesa para entrar al rango de visión del rubio. "¿Y te gusta algo más?" su único ojo visible se enfocó en los de Naruto. "¿Estas salidas, por ejemplo?" Uzumaki le miró fijamente unos cuantos segundos y luego asintió despacio en silencio. "Bueno, a mí también me agradan."

Era verdad, le agradaba salir con Naruto. O, mejor dicho, estar con él; salir o no salir le era irrelevante. Había algo en el rubio que le daba una nueva luz a toda persona que se le aproximaba, y a Kakashi comenzaba a gustarle el cambio en su velada existencia. Se sentí bien saber que el rubio también disfrutaba de la compañía.

"Entonces… tal vez deberíamos hacerlo de nuevo." dijo Naruto con una sonrisa y mordió entusiasta al dango. "Pero entonces, sensei, ya respondí sus preguntas. Es su turno de hablar."

"Bueno, supongo que es lo justo." dijo Kakashi, cruzando los brazos sobre el pecho y recargándose en el respaldo. "Pues… me gusta leer."

"Seguro." intervino Naruto con dejo de incredulidad. "¿Algo que no sea la basura que escribe Ero-sennin?"

"No es basura, Naruto." respondió el Jounin, fingiéndose ofendido al mismo tiempo que una idea se formaba en su mente. "Tienen tramas interesantes, y aparte de entretener dan buenos mensajes al final."

"¿Cómo es un buen mensaje que el protagonista termine quedándose al final con la chica y la madre de ésta?" se quejó el rubio. "Eso no está bien."

"Oh, así que ya has leído uno de los libros de la serie Icha Icha." Kakashi sonrió debajo de la máscara al ver al rubio caer por su comentario. "¿Sería de casualidad aquel que estaba en mi habitación, junto a mi cama?"

"¿Eh? Bueno, yo…" dijo Naruto, tropezando con sus propias palabras, afectado por haber sido descubierto. "¡Fue su culpa! Tardó horas en llegar ese día." Apuntó a Kakashi acusadoramente con una de las brochetas de dango. "¡Horas! Yo… estaba aburrido, y el libro estaba ahí… ¿qué otra cosa podía hacer?"

"Está bien." dijo Kakashi en tono tranquilizador. "No hay nada de malo con leer esos libros ¿sabes? No tienes que pretender que no te gustan cuando estás conmigo."

"No estoy pretendiendo." afirmó Uzumaki, volviendo su atención a la comida en su plato. "En verdad no me gustan esos libros."

"Vaya… ¿y por qué sería eso?" inquirió el Jounin, aprovechando la oportunidad. "Jiraiya-sama es un maestro para describir… las cosas."

"Bueno, pues las cosas me parecen repetitivas." dijo el rubio, concentrado en picar una y otra vez un mismo pedazo de dango. "No entiendo por qué a tanta gente le gusta…" se mordió el labio inferior un momento y después volteó hacia el otro hombre con la frente fruncida. "¿Qué tanto tiene de interesante un hombre acostándose con una mujer?"

Bien, esa era una pregunta que Kakashi no esperaba ni sabía cómo responder. Si contestaba estaría abriendo la puerta a otros posibles cuestionamientos en temas que no tenía contemplado abordar. Sin embargo, la mirada de Naruto continuaba posada sobre él, a la espera de una respuesta. Era una situación de la que no podía zafarse fácilmente; después de todo, quien insistió en la ronda de preguntas fue él. Además, sentía que la cuestión no era sólo referente a los textos de Jiraiya.

"Bueno, todo es cuestión del contexto." respondió Kakashi, tratando sonar lo más convincente posible. "La mayoría de las historias tratan de dos personas y lo que tienen que atravesar para estar juntos. Da lo mismo si son hombres o mujeres o una mezcla de los dos. Al menos eso es lo que pienso yo."

Concluyó su respuesta con una sonrisa, asegurándose de no imprimirle ningún tipo de malicia para darle credibilidad a sus palabras. Era probable que esa fuera una de las cosas más cursis que Kakashi jamás dijo en su vida, pero la actitud de alivio que apareció en el rostro de su ex-estudiante valía el sacrificio. Asimismo era una manera sutil de hacer saber a Naruto que él no tenía inconvenientes con las diversas preferencias sentimentales disponibles; nunca estaba de más dejar implícito el dato. No obstante, eso era lo más que ahondaría en el tópico.

"Pero bueno…" comenzó el Jounin, alegre. "Cambiando de tema, estaba pensando ¿crees que el ramen deba ser considerado sopa, pasta, o sopa de pasta?"

Y con eso la conversación tomo un nuevo giro, atrapando a los dos ninjas en una animada discusión inofensiva sobre la comida favorita de Uzumaki por el resto de la cena.

---

La oscuridad de la noche ya estaba asentada cuando los dos ninjas abandonaron el restaurante y, a pesar de saber que Naruto era lo suficiente grande para cuidarse solo, Kakashi se ofreció a acompañarle de regreso a su apartamento; sonaba como la acción correcta después de haberlo invitado a salir. Además, por dentro el Jounin deseaba alargar el tiempo en compañía del rubio, razón que le impulsó a iniciar algo de plática.

"Entonces… ¿aún ninguna misión interesante?" preguntó Kakashi.

"De hecho, sí. Algo así." dijo Naruto, pensativo. "Bueno, al menos eso espero… Tsunade-baachan dijo que ya eran suficientes vacaciones para mí y me asignó a una misión de escolta."

"Oh." Eso tomó al Jounin por sorpresa. "¿Cuándo viste a Tsunade-sama?

"Hace un rato. Me mandó llamar." respondió el rubio, encogiéndose de hombros. "Dijo que era tiempo de ponerme a hacer algo de provecho."

"Hmm… ¿y qué tan extensa será la misión?" preguntó Kakashi, nada entusiasmado con el prospecto de no ver al adolescente por algún tiempo.

"Supongo que dos, tres días máximo." dijo Naruto sin mucho interés. "Es sólo acompañar a unos comerciantes a un punto de encuentro en los límites del territorio, pero con la carga nos retrasaremos un poco."

Kakashi no continuó con la conversación, en lugar de eso sumiéndose en sus pensamientos. Él también estaría pronto de regreso en misiones, como Tsunade le dijo más temprano ese día. Cuando ambos restablecieran sus actividades regulares disminuiría el tiempo que los dos ninjas pasaban juntos, si es que acaso continuaban viéndose. Incluso en cuestiones de trabajo eran pocas las veces que se encontraran. Puede que Team Kakashi aún existiese, pero cada vez eran menos las misiones asignadas al escuadrón.

Era curioso como el resto del los equipos continuaban trabajando juntos, a diferencia de ellos; no era ocurrencia rara ver a Gai pasando tiempo con sus subordinados, y Asuma siempre había hecho tiempo para estar al tanto de las actividades de su equipo. Que el Equipo 7 fuese distinto probablemente tenía que ver con él, siempre marcando la distancia y dejando claro que tenían sólo una relación laboral.

'Y justo ahora que quizá me interese tener algo más, no es posible.'

La cortesía de Kakashi le llevó a acompañar a Naruto hasta la puerta de su apartamento. Parecía estar repitiéndose la escena del día anterior, los dos ninjas de pie mirándose inciertos de cómo concluir el encuentro, pero ahora las posiciones se invertían. Vio a Naruto abrir y cerrar su mano derecha en señal de nerviosismo, y el Jounin tenía que aceptar que él tampoco se encontraba en el más tranquilo de los humores.

Uzumaki estaría de nuevo cumpliendo misiones a partir del día siguiente, y seguro para su regreso Kakashi ya se encontraría recuperado y trabajando de nuevo. Se acabarían las excusas para continuar encontrándose; si en verdad quería continuar viendo al alegre muchacho iba a tener que dar una razón, y dudaba que sus ambiguas invitaciones fueran suficiente. Mientras trataba de descifrar cómo solucionar la presente encrucijada Naruto habló, marcando su propio curso al momento.

"Me gustó salir con usted, sensei." dijo el rubio, tomando ese tono de inusual seriedad que continuaba intrigando al Jounin. "Pero…"

"¿Pero?" repitió Kakashi con genuina curiosidad y más que poca confusión al ver al adolescente desviar la mirada. "¿Hay algo malo?"

"No, nada malo. No es eso. Es sólo que…" su rostro mostraba una expresión de preocupación. "¿Fue esto en realidad una cita? ¿Una cita de verdad?"

Kakashi se lamentó de no haber tomado la palabra cuando tuvo oportunidad. Era de esperarse que Naruto, con su arrojada naturaleza, fuese directo al centro de la cuestión. Se iban acabando las opciones para continuar evitando una confrontación. En un último intento por no contestar de manera concreta el Jounin respondió la pregunta del rubio con una propia.

"¿Querrías tú que fuera una cita de verdad?" dijo Kakashi, tratando de no hacer ninguna inflexión durante la frase para que el rubio no infiriese algo de sus palabras.

"¿Saberlo haría una diferencia en su respuesta?" contrarrestó Naruto, enfrentando la mirada del otro hombre.

"Todo acto tiene una consecuencia, y por lo tanto hace una diferencia." fue la evasiva respuesta del Jounin.

"No me venga con eso, sensei." replicó Uzumaki, su voz dejando claro que no estaba conforme con la situación. "Llevo toda la noche respondiendo sus preguntas y soportando que usted no conteste ninguna. No importa si no quiere que sepa cuáles son sus pasatiempos o sus sueños y esas cosas, pero esto…" hizo un ademán con la mano señalando el espacio entre los dos. "Esto sí me importa y quiero saberlo."

Kakashi soltó un largo suspiro, sabiéndose atrapado en una situación irremediable en la que su elocuencia era inefectiva. La determinación que irradiaba del adolescente, tanto en sus palabras como en su postura, descartaban cabida a nada menos que la verdad. El problema era que él no estaba seguro de cuál era esa verdad. Puede que la salida a punto de concluir le ayudase a aclarar sus ideas al respecto, confirmando su atracción hacia Naruto, pero eso no indicaba que debía aceptarlo ante éste.

Reconocer que tuvieron una cita acarreaba ciertas implicaciones problemáticas a futuro en las que se vería expuesto, fuera de la seguridad del mundo de relaciones sin profundidad que había creado a su alrededor. No obstante, si pretendía continuar viendo a Uzumaki en actividades extra-curriculares tendría que tomar el riesgo. La mirada del rubio dejaba ver que estaba impacientándose, así que Kakashi dejó por primera vez en mucho tiempo su área de confort y respondió la pregunta.

"Me agradas, Naruto." dijo el Jounin con una mano detrás del cuello, señal de que no era sencillo para él decir aquello. "Pero…"

"¿Pero?" repitió Naruto con seriedad.

"Bien. Digamos que esto sí fue una cita." concedió Kakashi, cansado. "¿Qué viene después?"

"No lo sé." dijo el rubio, metiendo las manos en los bolsillo del pantalón en una postura de abatimiento. "No importa. Ya veremos."

"Creo que no entiendes la gravedad de la situación aquí, Naruto." dijo Kakashi con pesadez. "La verdad es que yo no-"

"¿No quiere que nos veamos de nuevo?" interrumpió Uzumaki, su voz impregnada de confusión. "¿Es eso? ¿Entonces por qué me invitó a salir hoy? Además, usted dijo que le gustaba estar conmigo."

"No es eso, Naruto." se apresuró Kakashi a aclarar. "Me gusta pasar tiempo contigo. Es sólo que… no soy el tipo de persona para una relación sentimental. O relaciones de cualquier tipo. No está en mí."

"Bueno, eso ya lo veremos." dijo Naruto, haciendo un esfuerzo por mantenerse calmado. "Además, no le estoy pidiendo que iniciemos una relación. ¡Ni siquiera le he dicho lo que siento o lo que quiero!"

"Tengo mis suposiciones." dijo el Jounin, recuperando algo de su usual cinismo.

"Suponer no es lo mismo que saber." declaró Naruto, ofreciendo al otro ninja una débil sonrisa. "Mire, sensei… sé que no soy la persona más elocuente ni la más inteligente, pero…" se detuvo. "Lo que intento decir es…" inhaló profundo, contuvo el aire unos segundos, y luego lo dejó salir en un suspiro resignado. "No pido mucho. ¿Sería demasiado poder vernos de nuevo?"

En realidad no lo era, sino todo lo contrario, sería justo lo que Kakashi quería. No obstante, el Jounin sabía que lo que se quiere no siempre equivale a lo mejor para uno. Era increíble cómo se había salido de control la cita, la cual se suponía iba a estar exenta de momentos cruciales. En los últimos días nada parecía ir de acuerdo a sus planes; cuando Uzumaki estaba dentro de la ecuación el resultado siempre era incierto, a pesar de todos sus análisis y conjeturas. Eso mismo era una de las razones que le hacían recelar de una posible relación con el muchacho, no se le daba bien no estar en control.

Pero una vez más estaba Naruto esperando una respuesta suya, mirándole con esa sonrisa anhelante que hacía flaquear su resolución y a su interior suavizarse, sembrando dudas en su manera de proceder. Al ver que Kakashi no parecía decidirse la impaciente personalidad del muchacho salió a relucir, adelantándose al Jounin a tomar la palabra. Por la tensión de los labios de éste podía adivinarse que no estaba muy contento con lo que iba a decir.

"Está bien, sensei." dijo el rubio, concentrando su atención en el suelo. "Yo… Es tarde, y mañana temprano tengo un viaje que cumplir. Creo que lo mejor será que me acueste pronto."

"Naruto…" comenzó Kakashi, apenado.

"Bueno, sensei. Gracias por la cena." Los ojos azules del rubio se levantaron de nuevo para encontrar los del otro hombre, acompañados por una amplia sonrisa. "Tendrá que cuidarse sólo ahora que yo no esté." Retrocedió un paso al interior del apartamento. "Buenas noches."

Kakashi vio la puerta cerrarse frente a él, y el sonido de ésta resonó en la quietud de la noche, tal como la inminente sensación de haber cometido un tremendo error se expandió en su pecho. La imagen de esa última sonrisa de Naruto continuaba viéndose en su cabeza, la parte racional de su mente señalando cómo esos expresivos ojos azules habían mostrado varias emociones, ninguna relacionada con alegría. Una vez más Kakashi terminaba lastimando a alguien que intentaba acercársele.

"Maldición."

El camino de regreso a casa sería complicado, y el Jounin sospechaba que esa iba a ser una más de aquellas noches sin descanso, con la culpa como único acompañante.


A/N: ¡Gracias por seguir aquí! Esta vez me tomaré la libertad de pedirles comentarios al respecto del capítulo, ya que fue algo complicado de escribir y quiero saber qué les pareció. Muchas gracias a todos los que comentan, y un especial saludo a mis reviewers anónimos, a quienes lamentablemente no puedo responderles de manera individual. Sus palabras son muy importantes para mí :)

Oh, y el dato sobre Naruto y las plantas es cierto (del Databook de Naruto). ¡Hasta la próxima!