Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer. Solo la historia es de mi autoria :)


Capitulo 3

El maldito despertador tuvo que sonar. ¿Por qué? ¿Por qué era feliz ese trasto maléfico despertándome? ¡No quería despertar! Y no a causa de algún magnífico sueño, no. El único motivo por el que no quería despertarme era sencillamente porque no quería afrontarme con la realidad.

A estas alturas Edward ya sabría lo que yo sentía por él. La forma más fácil era que hubiese sido él quien hubiese abierto la puerta de Alice, pero en caso de que hubiese sido Emmett, este seguro que también lo habría pregonado a los cuatro vientos.

Así que…¡¿con qué cara me presentaba yo a la cafetería?!

Nada.

No iba a pensar en nada.

Si me preguntaba, yo no había hablado con Alice la pasada noche.

Sí, Bella, y también eres de Marte.

Dejé a mi conciencia a un lado mientras aparcaba delante de la cafetería, la cual aún se encontraba cerrada. Me puse a organizar un poco las cosas, y a los diez minutos llegó Edward, notablemente nervioso.

Ay, no, dime que no está nervioso porque quiere hablar conmigo.

Ya me lo veía venir:

- No te correspondo, lo siento. Yo amo a Tanya.

Sacudí la cabeza.

¡Estará nervioso porque habrá visto a Tanya! Sí, eso mismo. Estará alterado porque habrán quedado para una cita, con la suerte de que se ha olvidado de mí y de mis sentimientos hacía él. Entonces, podré irme a Florida y…

- ¿Bella? -¡¿pero porque su voz era tan endemoniadamente seductora?!

- ¿Si?

Levanté la mirada para encontrarme con sus orbes esmeraldas, los cuales, mostraban un sentimiento que no supe descifrar.

- Quería…hablarte de algo.

- Di-dime –intenté no balbucear pero me fue imposible.

- ¡Venga Bella! ¡Contrólate!

- Verás…-sus mejillas adquirieron un adorable tono rojizo, mientras se rascaba la nuca- quería saber si…bueno, ¿tú…?

- ¡Buenos días!

Edward y yo nos giramos hacía la puerta, para ver entrar a la persona que menos me esperaba en aquellos instantes. Mi mejor amigo entró sonriente en el local, mirándonos a Edward y a mí intentando averiguar porqué le enviábamos aquellas miradas tan asesinas.

- Oh, el Señor Madrugador hizo acto de presencia –dije irónicamente, mientras Edward se retiraba a la cocina.

- ¡Vamos, Bells! –rió- ¡Solo quería pasar a despedirme en persona de mi mejor amiga! No quería despedirme por teléfono.

- ¿Y para eso vienes a las nueve de la mañana?

- Claro. ¡Tengo intención de haceros compañía todo el día! Pero como cliente, por supuesto.

- Sí, sí, no recordaba tu alegría al trabajo, perdón por ser tan desconsiderada.

Jake me sacó la lengua, claro signo de su madurez, y tomó asiento en la barra.

Tuvimos una mañana relativamente tranquila –más que nada porque no frecuentaron las típicas chicas que venían desde el lunes- y Edward, Jake y yo conversamos sobre las cosas más absurdas que pudiéramos encontrar. Esto era más que nada, por la presencia de Jacob. A parte de Emmett, era el chico más divertido que conocía. Él era el único que podía sacarme una sonrisa en los momentos más difíciles. Y ese día, agradecí su presencia allí.

Aquel día, como era domingo, cerramos a las ocho.

Jake se despidió de mí con un abrazo de oso, pidiéndome que le llamase cuando llegase a Jacksonville, la ciudad donde vivían mis tíos, y que cuando regresase que le trajese un regalo. Rodé los ojos, para luego sonreírle y verle marchar. ¡Cuánto le echaría de menos en mi estancia en Florida!

Un carraspeo detrás de mí me hizo volver a la realidad.

¡Volvía a estar a solas con Edward!

Me giré, mostrando una de mis mejores sonrisas forzadas.

- Espero que hayas disfrutado el trabajar aquí –se me ocurrió decir.

- Demasiado –respondió, seriamente.

- ¿Te gusta trabajar? –reí, intentando calmar el ambiente. La seriedad de Edward me había puesto nerviosa.

Fui a pasar por su lado, para ir a la cocina para recoger los materiales de limpieza, cuando él me cogió por el brazo, reteniéndome cerca de su cuerpo. Intenté acordarme de respirar.

- No me gusta trabajar, me gusta con quien trabajo –sonrió de forma torcida, mientras sentía mis mejillas arder.

- ¡Él no había podido decir aquello!

Venga maldito despertador, ¿a qué esperas para sonar?, eso fue lo más racional que mi mente pudo pensar.

- Bella…¿ayer hablaste con mi hermana?

¿Yo con Alice? ¡Qué va! Sería alguna otra chica que se llama Isabella Marie, pero no fui yo en absoluto.

- Sí –murmuré, traicionando a mi conciencia.

- Y hablasteis con algo relacionado conmigo…y contigo, ¿verdad?

- ¿De donde…sac-as eso? –el tartamudeó de mi voz me delató. E inesperadamente para mí, aquella sonrisa ladina, mi preferida, se posó en sus labios.

- Digamos que entré en la habitación de Alice.

Empalidecí y abrí los ojos de forma desmesurada.

No me había equivocado. Había sido él el que había escuchado lo que ella había confesado por mí.

- ¿Y? –intenté fingir que no sabía de qué hablaba, pero la treta me falló.

- ¿Es cierto?

- ¿El qué?

- Bella, sabes perfectamente de que hablo –dijo con su mirada esmeralda fija en la mía.

No me había percatado que mientras hablábamos, él me había estado acorralando contra la pared. Me puso sus manos a ambos lados de mi rostro, acercándose de tal forma, que nuestros labios quedaban a escasos centímetros. Escasos centímetros que podía hacer desaparecer si me inclinaba un poco…

¡No! Bella, ¡mantén la mente en blanco!

Pero aquel aroma a miel tan embriagador que tanto le caracterizaba, me hacía pensar de forma incoherente. Me invitaba a inclinarme y unir sus labios con los míos, un deseo que con gusto cumpliría.

Pero claro, estaba mi parte racional también de por medio…

- Sí, sé de lo que hablas. Pero no quiero saber tu respuesta.

Edward frunció el ceño, con la incertidumbre patente en su rostro.

- ¿Por qué no? ¿A caso Alice mintió?

- No, Alice no dijo nada que no fuese cierto.

Su sonrisa volvió y acercó un centímetro más a mí.

- Entonces…no hay nada más que hablar.

Y salvó la distancia que separaba nuestros labios. Primero fue un suave roce, un roce que pronto se intensificó. Él abrazó mi cintura con un brazo, mientras que con el otro amoldaba mi mejilla. Por mi parte, había enredado ambos brazos alrededor de su cuello, por fin acariciando su sedoso cabello, como tantas veces había soñado. Su lengua pasó por mi labio inferior, pidiéndome permiso para entrar. Y se lo concedí, empezando una danza entre nuestras lenguas. De pronto, empecé a marearme, y es que me había olvidado de respirar. Nos separamos, jadeantes. Miré a Edward, que mantenía los ojos cerrados, pero con una amplia sonrisa en su rostro.

Cuando por fin me miró, sentí que mi piel enrojecía aún más, si es que eso podía ser.

- Te amo, Bella.

Me quedé en shock. ¿Qué es lo que terminaba de decir? Aquello definitivamente era un sueño. ¡Vale, ya está bien! ¡Suena de una maldita vez despertador! Pero no sonó. Así que me pellizqué. Tampoco funcionó.

- ¿Qué haces? –preguntó, riendo entre dientes.

- Esto es un sueño, lo sé. Aunque la comprobación no me ha salido bien.

- Bella…-acunó mi rostro con ambas manos- no es un sueño.

- Solo puedes decirme que me amas en un sueño.

- ¿Por qué? –se mordió el labio inferior, aguantando la risa, cosa que me molestó.

¡No era gracioso!

- Por qué estás enamorado de Tanya.

Suspiró, pero no se apartó. Es más, su mirada se hizo más intensa.

- No estoy enamorado de Tanya. Nunca lo he estado. Yo solo amo a una persona –sonrió de nuevo- a ti.

- No…-sacudí la cabeza, intentando contener las lágrimas que amenazaban con salir- no es verdad.

- Bella…¿qué tengo que hacer para que me creas? Estoy enamorado de ti desde la primera vez que te vi. Eres tan hermosa, divertida, inteligente…¡lo extraño es que tú me ames a mí…!

- No soy nada especial…

- Para mí, lo eres y mucho –me dio un beso en la frente, y luego en la punta de la nariz- eres la cosa más importante de mi vida.

Llorando, le abracé. Él me correspondió, enterrando su rostro en mi cabello.

- Te amo –susurré.

Él se separó lo suficiente para mirarme a los ojos.

- Quisiera preguntarte…¿serás mi novia?

Riendo, le di un suave beso, antes de responder:

- Me encantaría.

Volvimos a fundirnos en un beso. Cuando nos separamos, de nuevo jadeantes, me pidió que anulase el viaje a Florida.

- No sé…ya está todo organizado y…

- Bella, no soportaría estar un mes separado de ti.

- Ni yo de ti –y era verdad. El motivo del viaje era olvidarme de él. Ahora no hacía falta.

- ¿Entonces porqué te vas?

Desvié la mirada hacia las baldosas del suelo, antes de empezar a contar que solo lo hacía porque creía que él amaba a Tanya y quería olvidarme de él. Cuando terminé, me levantó el mentón con el dedo índice.

- Eres tonta –sonrió y me dio un casto beso- yo solo te amo a ti. Tanya es una muy buena amiga. Además, para que te quedes tranquila, ella tiene novio.

Abrí los ojos como platos.

- ¡¿Qué?!

Edward rió ante mi respuesta.

- Se llama James y vive en Seattle –me guió un ojo y yo enrojecí, muerta de vergüenza. Como él me terminaba de decir, era tonta.

- Entonces…¿te quedas? –preguntó, con una mirada de cordero degollado.

- ¡Está bien! –sonreí y nos volvimos a abrazar.

En aquel momento, se abrió la puerta de la cafetería, dejando entrar a Alice, Jasper, Jake, Rose y Emmett, aplaudiendo.

- ¡Ya era hora, tortolitos! –rió éste último.

Muerta de vergüenza, oculté mi rostro en el pecho de mi novio. Qué bien sonaba la palabra.

Escuché a Edward reír, motivo por el que le miré…topándome con su mirada esmeralda, de nuevo.

- Y pensar que he tenido que recurrir a un empleo para poder decírtelo…

Riendo, y cogidos de la mano, fuimos a reunirnos con nuestros amigos.

Sin duda, no me había equivocado.

Mi vida en aquella semana había cambiado, y ahora sabía cuánto.


Y FIN!! :)

Mil gracias por todos los reviews wapisimas :D tambien por las alertas y favoritos ^^ Me alegro de que la historia haya gustado!!!

Si eso, cuando tenga mas tiempo, podria escribir una versión más amplia, es decir, contando la historia desde el principio tal y cual xD que os parece?? ^^ es porque 3 capis sabe a poco no? xD

Edwardkaname, no podia decirte nada porque entonces desvelaba la historia jajajaja pero me hizo gracia como te fijabas en los pequeños detalles de Edward :D

Nos vemos en mis otros fics!! Para las que leais Amnesica, mañana actualizare ;)

un beso enorme!!!!!!

Aliena Gervasi