Kuroshitsuji


Well aquí les dejo un mini oneshot nacido del alma xDD

Bn una compañera (no diré su nombre o me matara) dio esta idea mientras yo y otra amiga pensábamos en mi fic Confesiones de una tarde, una forma de continuarlo, resulto tan buena que lo deje aparte ^w^

Sin más, lean.

Bocadillo de media noche.

El gran conde Ciel Phantomhive, dueño de una exitosa empresa de juguetes y dulces, respetado por los demás, el llamado 'perro de la reina' y un hermoso niño a los ojos de su demonio; Se encontraba descansando en su habitación.

Ya había cenado, pero seguía teniendo algo de hambre, no paraba de dar vueltas en su cama hasta que se decidió por llamar a su mayordomo.

-¿Me llamó bocchan?-esa llenadora voz, para el pequeño, lleno la habitación irrumpiendo el silencio de esta misma.

-Sebastian, quiero algo para comer-el pequeño le observo desde la cama, sin cambiarse de posición.

-¿A esta hora?-preguntó el mayordomo con una de sus tantas sonrisas que molestaban a Ciel.

-Si, tengo hambre-respondió el pequeño con un tono que lo hiciese superior en esa situación.

-¿Qué desea comer?-Lo dijo de una forma tan ¿sensual? No, eso no podía ser, pensó Ciel.

-tarta de fresa y un vaso de leche-mientras hablaba, se escondió debajo de sus sabanas, intentando esconder su rubor, de una forma tan adorable que el demonio rió internamente.

-Enseguida...-luego, el mayor se retiró.

El pequeño suspiro aliviado, ¿desde cuándo que Sebastian lo ponía así? ¿Y ese tono de voz que uso? ¿Fue acaso una insinuación? Todas las preguntas daban vueltas en su cabeza, cada una sin una respuesta lógica.

Su vacilación se vio interrumpida, al escuchar que su mayordomo ingresaba al dormitorio.

Salio de su escondite y le observo fijamente a los ojos, se ruborizó y Sebastian lo noto, después se fijo en su merienda. Podía apreciar una deliciosa tarta, con fresas y una deliciosa sala de caramelo tostada pero... no estaba su leche.

-¿y mi leche?-preguntó haciendo un pequeño puchero de desaprobación.

-Pensé en una mejor forma para darle su leche-para cuando las palabras fueron dichas, los iris del demonio se afilaron y sus orbes cambiaron a un tono rojizo que de cierta forma asusto al menor.

-S-Sebastian...-no pudo continuar debido a que el demonio estaba peligrosamente cerca de su rostro, a centímetros de sus labios. Por supuesto que ahora estaba más que sonrojado (N/a: si es que se puede más en esa pequeña carita xD) y podía escuchar claramente los latidos desenfrenados de su corazón.

A su parecer el aire se comenzaba a calentar, y no pudo reprimir un pequeño gemido cuando Sebastian lo tomo de la cintura y casi eliminaba la distancia de sus rostros, justo cuando sus labios se rozaron:

-Aquí esta su leche-dijo el mayordomo sonriendo después de haber sacado el vaso supuestamente de la oreja del niño y haberse alejado de él como si nada.

-...-Ciel no cabía en su sorpresa, y solo pudo quedarse paralizado, hasta que reacciono algo enojado por la vergüenza que le hizo pasar. Comió todo, luego Sebastian abandono la habitación, dejando a un confundido Ciel en su cama.

No podía dormir, realmente no. Se sentía ¿incompleto? De cierta forma con respecto a Sebastian, esa situación, sinceramente le dejo esperando algo, aunque no podía descifrar que cosa.

Comenzó a recordad esa escenita nuevamente, pero tratando de imaginar que hubiese sucedido después. Se arrepintió debido a que cierta parte de su cuerpo comenzó a despertar.

-"maldito demonio*-sus ojos estaban fuertemente cerrados esperando a que se le pasara, pero la imagen de Sebastian en su cabeza, no ayudaba en nada.

-¿No puede dormir?-la voz del mayordomo sonó tan cerca de su oído que le saco un gemido ahogado. El demonio sonrío.

-Sebastian... yo-mientras hablaba se dio vuelta, pero no pudo continuar ya que unos cálidos labios atraparon los suyos, acompañados de caricias, delicadas pero que lo hacían delirar.

-¿sabe una cosa? Yo también tengo hambre, asi que correspóndame...-Sebastian se posiciono lentamente sobre el menor, quien estaba entre un dilema interno entre el miedo, el placer, y la confusión.

La noche continuo con besos y caricias desenfrenadas, una pasión se desato en la oscuridad de la habitación, sus cuerpos buscaban el contacto del otro, queriendo sentirse más. El desenfreno los llevo al clímax, dejando al pequeño agotado y al mayor satisfecho.

-Te quiero-susurro el menor totalmente cohibido mientras los fuertes brazos de Sebastian lo rodeaban.

-Yo lo amo, y no se preocupe, que todas las noches vendré por un bocadillo-le sonrió fingiendo inocencia.

-Pervertido-Ciel no dijo más y se durmió, pero antes de quedar por completo entregado Morfeo, escucho que su demonio le susurró al oído "usted es delicioso". Se enojó bastante, pero de todas formas sabía perfectamente que el también quedó satisfecho.


OK ojala les haya gustado n.n

¿Review? *w*