-"BASADA EN LA PELICULA GOAL: THE DREAM BEGINNS"-

Advertencias: Universo Alterno. Y cambio de género de algunos personajes. Al principio puede parecer algo confuso y aburrido pero se pondrá bueno si lo sigo, cosa que no se si pasara.

Summary del Capítulo: "Era diferente, tan diferente hasta hacerlo imposible para mis sentidos, aturdido y desorientado, cayendo en la profundidad de la paz, absorto en el sentir de ese momento, era como devolver el tiempo. Pero esta vez las cosas eran diferentes porque tenía a alguien a mi lado. A alguien que jamás, jamás, podía siquiera… romperme en pedazos otra vez."

o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o

Capítulo 7: The Only Exception-Paramore

-…Well, you are the only exception; you are the only exception…-

Naruto se acomodo contra la mesa de una manera delicada. No pude evitar reírme de momento a otro cuando Sakura nos veía aturdida por lo que había pronunciado el rubio solo hace un par de segundos atrás. Podía jurar que si estuviera un poquito más sorprendida por lo que había dicho Naruto se hubiera caído en el suelo, aun cuando estaba perfectamente parada y recargada contra él lava platos.

-Pues no lo sé-confesé decidido.-No converse mucho con ella, me limite a cosas del club.

Naruto sonrío pícaramente, hasta podría decirse que malévolamente.

-Ay, qué mal-lamentó falsamente-esa puerca histérica tiene la mala costumbre de hablar de más cada vez que es preciso.

Yo sonreí con él, Sakura palideció. No había visto esa faceta de Naruto, una que ocultaba solamente para hablar con o sobre Ino conmigo, si ella supiera.

-Creó que no entiendo la plática-informo Sakura mientras enrojecía de disgusto.

-Oh, cierto, no estamos solos, Sasuke-se recupero Naruto en unas cuantas milésimas, mostró su fragante sonrisa sincera y apacible y se la dirigió a Sakura-Ino es una persona muy allegada a mí, Sakura. Digamos que es a la única de todas las personas en el mundo, además de Sasuke, con la que me desenvuelvo de diferente manera. Pero no es tu culpa escuchar ese tipo de cosas.

Yo me reí toscamente, apenas un silbido silencioso dentro de mi boca cerrada.

-A veces, me gusta más el Naruto grosero y frio, que el Naruto amigable y gentil.

-Sueña, teme, sueña.-Soltó Naruto en un respiro de voz.-A veces, yo prefiero el Sasuke risueño y enamorado que el Sasuke gruñón y majadero. Pero tampoco va el caso, ¿Oh, sí?

Alcancé solo a mandarle un ligero puñetazo en el brazo derecho, mientras me recargaba en mi mano de la misma extremidad.

-Ino es la representante del Manchester United-comentó Sakura mientras se sentaba frente a nosotros-Lo que no logro entender es que tiene que ver ella con el capitán del Real Madrid.

Yo mire a Naruto. Esperando igualmente la respuesta, aunque yo ya sabía cuál era. Sakura se inclinaba a la dirección del chico rubio, ligeramente, pero lo hacía, no pude evitar gruñir por el repentino acercamiento de ambos. Estaba celoso.

-El mundo es un tanto pequeño, Sakura-le respondía con esa sonrisilla suya.-Bueno, ya me voy, tengo que ver a las nuevas fuerzas básicas, y ver quienes nos sirven para la banca del primer equipo.

-Claro-hice un ademan con la mano para que siguiera con su camino.-Veremos quién sobrevive a tu malvada y calculadora selección.

En cuanto Naruto se fue de la casa, Sakura solo fue capaz de levantar su ceja izquierda, interrogante, pero claro, hacía a mí.

-¿Despiadada?

Yo me reí por la connotación que uso Sakura al referirse a la palabra que había escogido para describir el criterio de selección de Naruto Williams Uzumaki.

-Naruto parece la mejor persona del universo-le explique delicadamente a Sakura-pero en cuanto a puntos de vista futbolísticos, asusta.

-¿Tanto así?

Yo me limite a asentir mientras me levantaba lentamente de mi banquito.

-Digamos que en niveles de comparación… Alguien promedio sobreviviría más a mi crítica, y déjame decirte que no es nada suave, que a la del capitán de la selección inglesa.

Ella solo atino a levantar una de sus rosadas cejas con delicadeza e incredulidad. Yo le sonreí mientras la acercaba a mí y tomé su mano en la mía con delicadeza.

-De todas maneras-intente cambiar de tema-creo que lo más importante ahora es otra historia, ¿Oh, no?-y la bese en la frente.

Ella se sonrojo inmediatamente, por lo cual me reí.

-Sasuke-kun…-alcanzó a murmurar mientras se alejaba un poco de mi abrazó, pero sonreía-te refieres a…

Yo sonreí torcidamente, como sabía que le gustaba que hiciera, ella reaccionó naturalmente a esa sonrisa. La acerque a mí, mientras ella bajaba la cabeza hacía mi pecho, ágilmente, la subí de nuevo con uno de mis dedos y uní mis labios a los de ella. Trate de evitar el rosé de nuestras lenguas, porque sabía que eso causaría una explosión casi instantánea.

El teléfono sonó de forma estrepitosa y chillona.

-¡Hijos de su….!-alcancé a decir antes de que Sakura me callara.

-Sasuke…-me regaño mientras se separaba.

Refunfuñe realmente enojado mientras tomaba el teléfono con la mano derecha y ponía mala cara. Coloqué el aparato a mi oído y solo atine a decir con voz amistosa.

-¿Si?

-Oh, Sasuke-san, pensé que después de todo estarías entrenando-me comento la voz detrás de la línea telefónica.

Rápidamente reconocí esa voz serena y madura, aguda pero no chillona, es más, hasta resultaba firme y seductora.

-Todavía no voy para allá… Kin-le conteste con una voz educada.

Observe como Sakura encarnaba una ceja, claramente molesta, yo no pude evitar hacer una torcida sonrisa, queda, pero Sakura estaba tan irritada que ni siquiera lo noto, se fue caminando hasta salir de la cocina, y yo suspire para mis adentros.

-Bueno, supongo que te estarás preguntando para que la llamada-me indico mientras escuchaba su voz seductora acentuarse un poco más.

-Sí. De hecho me lo estaba preguntando internamente-En absoluto. No me importaba.

-Pensé, que si no tenías inconveniente, podríamos salir por allí… a comer algo-ella se río escasamente y entre dientes.

Era una horrible idea. Y la hubiera declinado si hubiera tenido tiempo para responderle.

-Después de todo, me lo prometiste.

Cada palabra iba envenenada, con un toque de astucia y seducción, era una combinación extraña y explosiva al mismo tiempo. No me pude negar. Lo había prometido.

-Oh, es cierto-atine a responderle mientras revisaba el arco de la entrada a la cocina. Sakura no iba a regresar.

-Bueno, que tal ahora, te veo en la misma sala en la que nos vimos la vez pasada, en el club del Real Madrid, ¿de acuerdo?-me pregunto, aunque no tenía opción de decirle que no.

-Por supuesto, estaré allí en unos minutos.

Colgamos al mismo tiempo. Ella victoriosa y yo resignado, resople, Sakura me mataría, y si sobrevivía a esa… bueno, la prensa acabaría el trabajo por mi dulce prometida.

Siempre pensé en Kin como a una actriz más: atractiva, popular y enamoradiza. Nunca la conocí en persona hasta ahora, la había visto, naturalmente, en revistas, en la televisión o en patrocinios de allí y halla. Joven, bella y con un futuro prometedor… pero ese no era el caso, a diferencia de Kin y yo iba desde nuestro perfil con la prensa popular hasta llegar a nuestros gustos personales.

Y eso lo comprobaría ahora mismo.

Me baje de mi Porche blanco y vestido con unos jeans oscuros, una camisa blanca con rayas azules y con dos botones abiertos, unos zapatos negros y mis gafas de sol, me dirigí hacía el edificio que yo ya conocía bien.

En cuanto entre a la habitación azulada en la que sabía me esperaba Kin, solo pude reparar en la mesa redonda y pequeña con un mantel blanco y una deliciosa comida al aire libre, ya que habían puesto dicho mueble en el balcón que daba al campo de entrenamiento número uno.

Kin me esperaba, por supuesto, vestía un vestido rojo, con un escote en V no muy hondo, ya que era de día y eso sería muy rudo, también se hacía largo hasta el inicio de las rodillas y portaba unos elegantes tacones negros.

-Oh, Sasuke-san…-se dirijo a mi mientras se paraba de su silla, a lo que yo le mande una seña con la mano de que siguiera sentada.-Te ves muy apuesto hoy.

-No. Al contrario. Estoy pensando que vine en condiciones poco decentes-le conteste con una sonrisa, una de esas que tenía bien ensayadas.

Ella se río con esa voz melodiosa, controlando el tono y la fluidez de su música.

-No. Claro que no-me advirtió mientras me miraba sentarme en la otra silla-te ves tan guapo que hasta me sorprendes. Estoy acostumbrada a verte con pantaloncillos deportivos y esas cosas.

-Bueno, uno puede verse normal de vez en cuando.

-Es cierto.

Mire a mí alrededor, reconociendo perfectamente cada detalle de ese lugar. El campo de entrenamiento en el que me entrenaba, en el que corría con Naruto, en el cual jugué unas carreras con Itachi y, por supuesto, en el que bese a Sakura frente a la mirada de mis compañeros.

-Sigo preguntándome porque aquí-murmure mientras la miraba directamente a sus ojos, negros como la noche.

-Pensé que sería un lugar indicado, después de todo, tú conoces este lugar muy bien, y prescindí que sería bastante cómodo para ti.

-Sí, lo es.

-Bueno, Sasuke…-trato de llamarme solamente por mi nombre-sé que esto suena más a chisme que a una realidad, pero me gustaría saber si es cierto.

-¿El qué?

-El que te vienes acá. A Madrid.

Entonces, comprendí inmediatamente a que venía todo esto, Kin quería saber si era cierto, la verdad, no pude evitar sonreír cuando descubrí que tenía que darle la negativa. Su decepción sería casi, casi satisfactoria.

-En realidad no es verdad. Regresaré a Manchester en una semana, cuando menos. No sé cómo se coló dicha información, pero no es verídica, lo lamento.

-Lo entiendo.-Ella bajo la mirada pero me sonreía.

Yo mordí descuidadamente mi carne asada, ella mordía su brócoli fingiendo ignorancia, pero no duro mucho el silencio.

-Aún así, visitaras España, ¿No es así?

-Eso espero, digo, claro que tendría que venir aquí en varias ocasiones, siempre hay partidos por jugar por estas zonas.

-No, bobo.-Me regaño en una risa burlona-me refiero a pasarla un rato. Ya sabéis… de vacaciones o algo.

-Mmm-pensé solo un segundo-no, no lo creo muy probable, aunque unas vacaciones jamás se descartan. Estaré ocupado últimamente, ya sabes… el club, la boda, mi hermano.

Ella se sorprendió por un momento, salto en su lugar mientras empequeñecía sus ojos grandes y oscuros.

-¿Boda?

Yo sonreí para mis adentros. Al fin lo había comprendido.

-Así es, me caso en un par de meses, cuando mucho-me reí de forma leve y apagada-¿No piensas que es maravilloso?

Ella no sonrío conmigo, parecía demasiado sorprendida al respecto, carraspeó para ella sola y luego soltó una de sus sonrisas persuasivas.

-Oh, bueno, yo creí que eras soltero, o eso me comentaron.

-Bueno, hace poco lo era… pero ahora lo veo claro, Sakura es la mujer de mi vida, y la única con la que podría casarme.-Sonreí al fingir esa cara de bobo enamorado, eso solo lo hacía más doloroso para ella.

-Bueno… yo solo…

-Oh, lo siento. Creo que ahora comprendo todo.-Fingí el desconocimiento de que yo le gustaba a Kin-ya sabes, la llamada, la visita y ahora… la comida…

-No, no es tu culpa. Pero de todas maneras-ella se levantó mientras se limpiaba la boca, y un par de lágrimas caían por sus mejillas-no creo que ella sea la indicada para ti.

Ella salió corriendo desconsolada. Yo solo me quedé allí aturdido. ¿Qué fue lo que dije? Me levanté y me fui a perseguirle pero de pronto algo llamó mi atención… en las gradas del club había un fotógrafo filmando y tomando fotos de la escena, y parecía que llevaba tiempo allí.

Oh, mierda.

Oh, gran mierda.

Sakura Pov

Sasuke ya tenía más de dos hora fuera, yo restregaba los platos hasta dejarlos blancos, no porque no tuviera nada que hacer, sino porque calmaba mis nervios.

-Sakura-san…creo que esos platos no pueden estar más limpios de lo que ya están.-La dulce voz de Hinata me despertó de mi ensueño.

-Oh, creo que tienes razón, Hinata-san…-suspire mientras cerraba la llave y me secaba ambas manos.

-Me acuerdo cuando me case con Naruto-kun…-recordó amenamente-yo solía trapear mucho el piso cuando me ponía nerviosa por algo que el hacía o decía, y créeme, siempre estaba metido en algo de cuidado.

Yo la mire sin entender cuando me sentaba delante de ella.

-¿Naruto-san? No puede ser, el es realmente tranquilo y amable-sonreí al recordar su cara gentil-además de todo un caballero.

Ella se río, moviendo sus cabellos largos y oscuros en contraste con su piel pálida como la harina.

-Naruto-kun no era nada de lo que has dicho… el siempre sonreía pero era un desastre, solo tenía ojos para el futbol, ruidoso y muy, muy creído, lo recuerdo bien porque una vez lo abofeteé por decirme una que otra barbaridad.

Yo me quedé con los ojos cuadrados, no podía ser cierto, Naruto-san era todo un hombre, alguien a quien admirar, de hecho, hasta Sasuke había admitido su gran respeto por su amigo de profesión.

-¿Estás segura de que hablamos del mismo Naruto…?-le pregunte mientras me reflejaba extrañada en sus perla ojos.

-Jajaja-ella se río-claro que sí…es por eso que Naruto-kun quiere tanto a Sasuke-san… se ve a él de joven, y quiere ayudarlo a que todo le vaya bien.

Yo sonreí. Antes de que pudiera decir algo más, en ese momento, la puerta de la entrada se abrió de un portazo, en cuanto me pude girar para observar la entrada de él jardín de Hinata y Naruto, una chica de un cuerpo esbelto y torneado, de una piel morena clara y un cabello castaño agarrados por dos chongos simpáticos, ojos grandes color avellana y un traje color café, entró por la cristalina ventana corrediza mientras se dirigía a Hinata.

-Hinata-chan, esto es terrible-dijo en un hilo de voz y un grito sonoro, ya que le faltaba el aire.

-¿A qué te refieres, Tenten?-le preguntó Hinata con una calma sorprendente.

-Es que no lo sabes…Sasuke, Sasuke-san…el desaparecía y el- y el Manchester…United…

-Tenten, Sasuke-san está aquí, en Madrid… no hay porque preocuparse-le indico mientras la castaña se calmaba un poco pero no demasiado.

-Hinata-chan… ¿Por qué no me dijiste antes?, sabes que ningún jugador se puede fugar de sus responsabilidades, Neji no me dice nada… pero ya sabes como es. Jamás me cuenta de sus cosas.

-No hay de que preocuparse, después de todo… Sasuke-san se va a Manchester dentro de dos semanas-Hinata sonrío ante la morocha-además, tengo que presentarte a alguien.

-¿A quién?

-A Sakura Haruno, que pronto será Sakura Uchiha.

La chica llamada Tenten me volteó a ver enseguida, me miro con sus grandes ojos avellanas, parecía sorprendida y se acerco un poco a mí, pude apreciar que era muy bonita y que no llevaba casi nada de maquillaje.

-¿Uchiha, dices?

-Así es. Ella es la prometida de Sasuke-san, ¿No es maravilloso? Se casaran en un par de meses.

Tenten me sonrío sinceramente y me ofrecía su mano derecha.

-Soy Tenten Torres.

-Haruno Sakura, encantada.

Entonces, con toda la naturalidad del mundo, arrastro una silla de fierro del jardín mientras se sentaba entre Hinata y yo, nos sonrío, especialmente a mí, y luego cruzaba las piernas, optando por una postura relajada.

-Oh, Sakura-san, ella es Tenten Torres, como te dijo, es de España pero vive en Manchester, puesto que su esposo es mi primo, Neji-kun… que es futbolista del Manchester United.-Me presentó Hinata mientras señalaba con su mano a Tenten.

-Sí. Actualmente soy la administradora del ManU (N/A: ManU es la abreviación con la que se le conoce al Manchester United.)

-Oh, eso debe ser genial-le dije mientras me sorprendía por dicha noticia, Tenten-san se veía como una buena chica.

-Pero que dices…-dijo quitándole hierro a mi exageración-tu eres la dichosa, mira que ser la prometida de Sasuke-kun, eres bastante suertudota. Ese chico tiene a todas las chicas de este planeta tras sus pasos.

Yo la mire sorprendida pero sin exagerar las expresiones de mi rostro, me incline más hacía Tenten que se sonreía mientras se servía un poco de café.

-Oh, Hinata, el Manchester United está que arde, si vieras que difícil esta todo allá sin Sasuke-kun…-suspiro mientras miraba preocupada a Hinata-no hemos perdido, por supuesto, pero se nota que no es lo mismo sin él. Y para empeorar todo, los accionistas están pensando que Sasuke-kun se quiere venir al Madrid.

-Me imagino-logró decir Hinata mientras le alcanzaba un plato de Paella a Tenten.

-No, no, es lo peor-indico Tenten mientras sorbía un poco de café-aunque me alegro por Sasuke-kun… mira que comprometerse, además con una chica tan linda como Sakura-chan.

Me sonroje levemente, luego reprimí el rubor, Sasuke me había comentado en una ocasión que si era tan tímida y tan inocente, me volvería muy insegura. No podía estar tan nerviosa todo el tiempo.

-Muchas gracias, Tenten-san…-sonreí mientras tomaba un sorbo de café-Aunque no conozco bien al equipo del Manchester United. Me encantaría conocerlo más.

Tenten sonrío. Plenamente confiada.

-No te preocupes, seguramente, Sasuke querrá que su boda sea en Inglaterra, veras que te gustara el ambiente allá…-Tenten río plenamente, en su elemento. –Aunque ahora hay que preocuparse por otras cosas. Como salirnos del problema inicial.

Hinata la miro sin entender, casi despreocupada por ello, y yo, bueno, yo simplemente me quede muda, pues el tema del Manchester no me quedaba nada claro.

Hasta que Tenten habló con una voz tensa y la expresión seria y fría.

-…Danzo ya empezó a moverse.

Sasuke POV

Ya había llegado a casa, lo primero que había concebido era que Sakura no estaba en casa, suspire, eso me ayudaría a pensar un rato, su presencia me hacía todo un embrollo.

Mire una delicada y pequeña nota en la barra de la cocina.

Sasuke:

Estaré con Hinata toda la tarde. Te deje bocadillos en la lacena y el refrigerador.

Te quiere, Sakura.

Volví a suspirar mientras tomaba una manzana verde y la mordía, camine hacia el estudio del primer piso y pude comprobar que había una llamada en el contestador. Ino. Decidí ignorar el mensaje y opte por tirarme en el sillón café de la habitación. Me estire y me recosté al gusto. En cuanto sentí el suave sillón de piel debajo de mi cuerpo me relaje, aunque tenía pocas razones para hacerlo, había caído en una sucia trampa, una sucia trampa de Kin y definitivamente había sido un estúpido al subestimarla, después de todo es una actriz… si lo que mejor sabe hacer es precisamente actuar.

Rayos, y lo peor de todo es que no podía hacer nada al respecto, solo sentarme y esperar a que los medios me hagan picadillo, me pare al darme cuenta que no podría relajarme, que no había manera para mí en este momento.

En ese momento Itachi entró a la habitación modelando su presencia, parecía relajado y en cuanto me vio sonrío burlón, como si se hubiera enterado de algo gracioso… y precisamente venía a echármelo en cara.

-¿Qué te sucede, Otouto?-me pregunto mientras ocupaba un sillón cercano al mío.-¿Deprimido?

Yo lo mire de la forma más asesina que pude, pero no tenía ni ánimos para eso, ni siquiera para enfadarme más de lo que ya estaba.

-Deprimido, no es la palabra adecuada.

El levanto una ceja dudoso, pero sin interrumpir las señas de burla en su rostro, aunque no lo culpaba, cuando era chico me llegue a preguntar si Itachi había nacido burlándose de alguien. Era lo que siempre hacia.

-¿Pasa algo malo?

-No mucho. Mentí.

Se me quedo viendo desconfiadamente, de una manera sospechosa y totalmente intrigante, tal pareciera que sin importar cuantos años pasaran, incluso si no lo volviera a ver durante mi existencia… Itachi siempre me conocería mejor que yo mismo.

-Mientes con todos los dientes.

Yo le mire sin importancia a su comentario, suspire y me pare con dirección a un pequeño estante lleno de libros y papeles importantes.

-Itachi, después de todo, no es algo que te importe, ¿No es así?-le explique mientras me sentaba en la silla de cuero del escritorio.-No te importo durante, ¿Cuánto?, ¿Diez años? ¿Doce?

-Catorce.-Me contesto entre dientes. Por primera vez durante toda su estadía conmigo, había visto a Itachi molesto.

Me reí con ironía, sentí otra vez ese dolor agudo en el pecho, el dolor que llevaba combatiendo desde mi infancia, no podía concebir como mi corazón, ese corazón débil y sensible que poseía podía reaccionar de una manera tan obvia y rápida a la presencia de Itachi, después de todo lo que me había hecho, ni siquiera podía odiarlo como presumía, solo podía fingir hacerlo, pero al fin de cuentas, así era mi realidad, mi corazón jamás podría odiar a Itachi, no a mi hermano mayor.

-Esa respuesta me suena a arrepentimiento.-Le confesé burlón mientras revisaba los papeles-suena a que lo lamentas.

-Porque es así. Lo lamento más de lo que te podrías imaginar.

Levante la mirada instantáneamente. Le mire inseguro y confundido. ¿Itachi Uchiha me había dicho que lo sentía? ¿Qué lamenta todo el sufrimiento que me hizo pasar? Podía ver en su rostro… la mayor honestidad que había recibido de alguien.

-… ¿Lo admites? ¿Así de fácil?

El sonrío.

-A diferencia de ti, Sasuke. Yo si puedo aceptar las cosas sin tener que estar cegado de orgullo, a mi no me pesa pedir disculpas por algo que hice mal, después de todo, si te hice daño, lo más correcto es tratar de pedir disculpas, aunque no las aceptes a la primera… se que lo harás.

Ahora fue mi turno de reírme.

-¿Y tu como podrías saber eso?

El sonrío de nueva cuenta, pero ahora la confianza brillaba en sus ojos.

-Porque te conozco, incluso mejor de lo que tú piensas, tú crees que han pasado demasiados años como para que no reconozca quien eres, pero así como vi tu cara, ya madura, como la de un hombre y no como la del pequeño niño que yo recordaba, y pude reconocerte. De esa misma manera, puedo ver atreves de ti, es fácil, incluso natural.

Yo no dije nada.

-Sasuke, yo sé cuando tienes dudas, porque tiendes a ser más callado cuando estas de nervios.

Cierto.

-Sé cuando estás triste porque jamás levantas la vista a los ojos de alguien al hablarle, te sientes débil si lo haces.

Cierto.

-Sé cuando estás feliz porque tiendes a ser menos sarcástico y ha ser más contestón, puesto que te sientes seguro y fuerte.

Cierto.

-…Y se cuando tienes miedo, porque ocupas tu mente en otras cosas para distraerte, porque mientes al hablar del tema, porque te aíslas de todo y todos… justo como ahora mismo. Porque en este preciso momento… tienes miedo.

…Cierto.

-Tienes miedo de no ser demasiado fuerte para soportar, tienes miedo a que tu corazón se vuelva a romper… por ser débil.

Todo era cierto.

Itachi se paro seriamente mientras giraba para salir del estudio, con esos pasos lentos y ese porte derecho y muy propio de él, de él cuando no estaba drogado o algo.

Entonces me dijo antes de irse, sin mirarme.

-…Sasuke, a veces ser fuerte, es tu peor debilidad.

..

.

Inseguro. Miserable. Realizado. Miedoso. Sí… pero siempre débil.

Sakura POV

Estacione el auto en la cochera abierta, vi claramente que el Porche y el Ferrari de Sasuke ya estaban estacionados perfectamente en la cochera. Me baje del convertible que me había regalado, innecesariamente, Naruto, un Mercedes último modelo. Caminé hacía las puerta de la cocina, no la principal, colándome entre los autos hasta abrir aquella puerta blanca casi impredecible. Entre y para mi gusto la cocina estaba como la había dejado, limpia y ordenada, camine hasta que salí de la grande cocina y pase a la sala más cercana, fue desde ahí que vi la luz del estudio prendida, ya era de noche y estaba oscuro, me aproxime hacía el cuarto iluminado y pude ver a Sasuke sentado en su escritorio de madera oscura, leyendo plácidamente unos papeles con sus lentes puestos.

-Veo que llegaste temprano esta vez-le dije en modo de saludo.

El volteó y sonrío con esa sonrisa encantadora, como cuando nos conocimos en México por primera vez.

-Sí. En cambio tu-y me miro de arriba para abajo-llegaste tarde, pero te perdono porque luces realmente exquisita con esa blusa azul y esos pantalones negros de tubo.

Yo me reí por el detalle, me acerque, había aprendido en estos últimos días que si me iba a casar con Sasuke, ¿Por qué no me podría tomar ciertas libertades?, ya nos habíamos besado, y más de una vez, me sonrojaba solo de recordarlo, y la verdad era que para mí el significaba mucho, no sé si es amor, pero es algo fuerte, infinito, es un cariño que jamás le tuve a nadie. Cuando lo veía, por alguna razón, recordaba mi infancia… cuando juraba que un día llegaría un príncipe y yo sería su princesa. Pero esto era diferente, no era como un príncipe y una princesa.

-Oh, ven aquí-me ordeno sonriendo, mientras movía su mano en un gesto que acompañaba su tono de voz.

Yo sonreí mientras caminaba hacía a él y me acostaba en su regazo. No dijimos nada, no necesitábamos decirnos nada, porque, así abrazados, juntos y unidos era como necesitábamos estar. La conexión entre nosotros era instantánea e infinitamente poderosa, lo podía sentir, desde el primer momento en el que nos conocimos. Me perdía en sus ojos aunque eran completamente negros, me podía pasar horas acariciando su cabello oscuro y lacio aunque perdiera el tiempo, me podía pasar la vida entera corriendo y huyendo de los camarógrafos y las cámaras, de los chismes de las revistas y de los reportajes televisivos, de las mentiras en la radio y las fotos insulsas y atrevidas, total, si estaba así, siempre a su lado, costado con costado, en sus cálidos brazos… me sentía segura.

Cerré los ojos. Respire tranquila y profundamente, era su perfume y era su presencia, me reí. Puesto que lo podía ver en mi mente, aun cuando tenía los ojos completamente cerrados. Porque aunque él no estuviera a mi lado, lo podía ver, en mi cabeza, en mis sueños… era imposible no ver algo tan bueno como él.

Itachi POV

Me escape de nuevo al estudio, estaba la luz encendida así que deduje que Sasuke seguí ahí leyendo sus hojas. Pero al entrar dudosamente al cuarto me encontré con la escena más memorable que había tenido en los últimos años.

Sasuke y Sakura. Dormidos. Sonreí por ver a Sasuke con su rostro recargado en la pequeña cabeza pelirosa de su acompañante, y a ella acurrucada contra el pecho de su persona predilecta, nunca me había detenido a verlos, nunca me había dado cuenta de que tanto me había perdido de la vida de Sasuke, no del Sasuke normal o el futbolista, sino de ese que podía ver ahora, el tonto enamorado, nunca había visto a Sasuke necesitar tanto a alguien más como la necesitaba a ella.

Pero por Dios que diferentes eran entre sí. La noche y el día. La luna y el sol. El invierno y la primavera. Eran tan distintos que verlos juntos parecía un verdadero milagro, algo imposible, pero cierto. Porque solo la bondad de Sakura podía apaciguar la ira de Sasuke, y porque solo el carácter de Sasuke podía defender la inocencia de Sakura. Se a completaban de una manera tan rara pero tan perfecta, y funcionaba, funcionaba tan bien como una maquina nueva de escribir, que seguía y seguía escribiendo su propia historia. Suspire por tener que ver escenas tan distintas a las que estaba acostumbrado, ni siquiera en sueños me las imaginaba tan bien.

Era Sasuke y Sakura. No había otras definiciones ni ejemplos en su relación, porque ningún de ellas se acercaba a la realidad, Sasuke era amable, dulce pero también grosero y arrogante, ella solía ser más sumisa y tímida, pero había momentos donde su carácter salía a la luz. Era el fuego y la gasolina. Era, simple y sencillamente, Sasuke y Sakura.

Y aunque Sasuke siempre pensó que el amor nunca duraba, ni que era para siempre, ahora veía en sus ojos el rayo que le faltaba en su soledad. Todos lo había abandonado, decepcionado, y él había aprendido a vivir con eso, con el dolor y el sufrimiento, cargándolo en su espalda y en su corazón, no podía confiar y no podía creer, que alguien, ajeno a lo que él era, podía darle algo que a él le faltara, no lo concebía en su mente, y dudaba que no pudiera jamás, y cuando todos eran egoístas, engreídos, prepotentes, deshonestos, crueles y desalentadores. Ella era la única excepción, era la excepción y la regla, era la única que lo llenaba, que lo hacía vivir, soñar, suspirar, amar… la realidad lo había tomado desprevenido trayéndolo a lo que ahora vivía, el amor verdadero y duradero, ese que nunca se gasta ni se acaba, y no podía escapar de esta verdad, si trataba de despertar… se encontraba ya despierto porque no está soñado. Ella era la única excepción.

Y él tenía escusas para creerlo.

..

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Lo sé, está algo corto, especialmente para todo lo que me tarde en subirlo pero con La escuela y la escasa inspiración que me dio en estos meses no pude hacer nada al respecto. Siento hacerlos esperar pero pues ya saben mis escusas es tan dadas, aunque no son muy razonables XD

Espero subir pronto el siguiente capitulo. Y poder agradarles, en el siguiente capítulo aprovechare para poner un poco los "flash backs" y la vida en Manchester.

Espero que les haya gustado , hikaru-hyuuga out.