Antes que nada: voy a dar puntos clave de las historias originales, así que si no queréis saberlo mejor que no sigáis leyendo. Decir que sigo la trama del manga de VK casi a rajatabla hasta las páginas 34-35 del capítulo 43, y que los cambios más drásticos son los del pasado de los Kiryuu; y sobre KH seguiré también la trama del manga basado en KH2 porque cuenta la historia de forma más directa que en el juego y porque hace tanto tiempo que no me acerco a una consola que seguro se me pasa algo importante, todo lo que ocurre antes de KH2 no cambia excepto por un pequeño detalle que es parte clave de mi historia.

Advertencias: esto es shonen-ai/yaoi, así que homofóbicos pintan poco aquí; semi AU, incesto, tríos, muerte de personajes, mayor OCC, y creo que por ahora está todo.

*Ni KH, ni VK me pertenecen. Sólo la trama y Reiko Cross son míos.*

- Blah, blah- diálogos.

- "Blah, blah"- pensamientos.

(Blah, blah) = notas de la autora.

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1.- Se cierra el círculo, se abre una puerta.

Tras el último disparo de Bloody Rose, todo había acabado.

Los miembros de la Clase Nocturna suspiraron de alivio; Yuki se lanzó a los brazos de su hermano, quien le sonrió relajado por primera vez en diez años; y Zero, tras haber cumplido con lo que se esperaba de él, decidió que ya era hora de encargarse del cuerpo de su gemelo. Ichiru merecía una despedida digna de un miembro del Clan Kiryuu (1).

Cuando estaba a punto de abandonar el lugar, sintió una nueva presencia. Una presencia que le resultaba vagamente familiar.

Se giró justo a tiempo para ver una figura, completamente cubierta por una capucha negra, ser expulsada de lo que parecía un remolino de profunda y turbulenta oscuridad.

El ambiente se llenó de un nuevo y tentador aroma: sangre humana; lo que dejaba en claro la naturaleza del extraño y su condición.

La figura levantó la cabeza, no sin dificultad, y fijó sus ojos, o eso parecía, en la persona más cercana a él, que resultó ser Hanabusa Aido.

- Perfecto, simplemente perfecto- la voz, llena de sarcasmo, reveló que su dueño era bastante joven- de todos los lugares en los que podría haber aparecido, termino rodeado de una horda de vampiros. Cubierto de sangre frente a un mini ejército de sanguijuelas chupasangre, ¡qué alegría! ¡Mi sueño hecho realidad!- terminó diciendo de forma agria.

El rubio Noble no pudo contener su rabia, ni su sed, ante las palabras del joven encapuchado y le tomó por el cuello de forma brusca.

- ¿Y quién te crees que eres para hablarnos así, humano? Ahora mismo me encargaré de que no vuelvas a usar esa sucia lengua tuya.

En un fluido movimiento, Aido bajó la capucha del desconocido y, sin dignarse a ver el rostro que acababa de dejar al descubierto, se dispuso a hincar sus colmillos en el pálido cuello que se mostraba ante él.

Ya podía sentir esa cálida sangre en sus labios, cuando una ola de indescriptible dolor cruzó uno de sus hombros, precedida por el sonido de un disparo.

Antes de que pudiese reaccionar o buscar ayuda en sus compañeros, sintió la asfixiante presión de las vides llenas de afiladas espinas (2) y un aura asesina tan cargada de odio que le dejó más helado que su propia habilidad sobre el hielo.

- ¡Nunca, jamás, vuelvas a ponerle una mano encima! Porque la próxima vez será una bala directa al corazón lo último que sientas antes de convertirte en un montón de cenizas- llegó a sus oídos la voz más fría y mortífera que ninguno de los presentes le había oído al prefecto.

Todos, sangre puras incluidos, se giraron anonadados hacia Zero, para verle arrodillarse ante el extraño, que ahora tosía tratando de recuperar el aire perdido por culpa del agarre de Aido.

Fijándose bien en el desconocido, por fin pudieron ver su rostro. El joven poseía un rostro, algo femenino, de hermosas facciones enmarcadas por el liso cabello, que llegaba hasta un poco más allá de sus hombros y que casi cubría sus impresionantes ojos, que parecían fluctuar entre azul y verde dando la impresión de que el océano había quedado atrapado en ellos.

Pero más que sus hermosos ojos, lo que realmente llamó la atención de los presentes fue el color de su pelo, el puro color plateado que sólo habían visto en los gemelos Kiryuu, y la gran similitud de su rostro con el del cazador, quien lo tenía tiernamente apresado entre sus brazos.

- ¿Estás bien, Riku?- ahora el tono de voz de Zero era suave y lleno de un profundo sentimiento, que ni siquiera Yuki había imaginado que el de ojos como amatistas poseía.

Ante la mención de su nombre, Riku levantó su adolorido rostro para encontrarse con dos preocupados orbes del más hermoso morado que hubiese visto; y comprensión pareció llenar sus ahora tranquilos océanos.

- ¿Ze… Zero?- su voz, estrangulada por la sorpresa, no parecía poder dejar de temblar.

- Ha pasado mucho tiempo, Ri- le dedicó la sonrisa más bella que poseía, pero nunca mostraba, dejando a los miembros de la Clase Nocturna boquiabiertos y a cierto castaño embelesado.

- ¡Zero!- exclamó el joven y se lanzó sobre el cazador, rodeándolo con sus brazos y escondiendo su rostro justo donde el prefecto lucía su tatuaje- Zero… Zero…- repetía como si temiera que el cazador se esfumara y tensando su abrazo para evitar que ocurriera.

- Shhh… todo ha pasado, ya estoy contigo. No voy a irme a ninguna parte- mientras murmuraba dulcemente en el oído del otro, Zero levantó al joven, quien se acomodó entre sus brazos, y emprendió la marcha hacia la enfermería de la Clase Diurna. Aunque antes de seguir se giró a ver a los vampiros que les observaban en silencio y volvió a hablar con el mismo tono con el que amenazó a Hanabusa- os digo lo mismo que al rubio idiota, ponedle una mano encima y terminareis haciéndole compañía al bastardo de Rido.

Entonces se marchó, no sin antes dedicar una fría mirada carmesí a todos los presentes, y que pasó desapercibida para el joven en sus brazos.

Y así dejó a un grupo de ofendidos nobles, y a un celoso e intrigado sangre pura.

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1.- Aunque hubiese preferido evitarlo, la muerte de Ichiru es una parte importante de la historia, casi podría decir que el detonante (pero no es algo que salga en el fic) de todo lo que va a ocurrir; y que Zero tiene más motivos que los originales para perdonar a su gemelo.

2.- Se que las viñas de Zero tienen su origen en una "evolución" de Bloody Rose, pero para que las cosas salgan como quiero las viñas serán el poder que gana al ser transformado en vampiro y que no podía desarrollar hasta estabilizarse; aunque las espinas están llenas de hechizos anti-vampiros como muestra de su legado como cazador.

Hacía tiempo que quería escribir esto, y como se que hasta que no lo hiciese no seré capaz de seguir con los que ya había empezado… pues ale, aquí lo tenéis. Y dependiendo de lo que os parezca seguiré (o no) con ello, pues el segundo capítulo ya está terminado.

Nos leemos,

Amestriss.