Namamikashii Muzai

Pain x Sasori

Una Inocencia Cautivadora

¡¡Dedicado a mi sensei con mucho cariño y para que sepa que si me acuerdo de ella aunque este lejos y no la vea más!! Bueno espero que sea de su agrado sensei este fic pues fue hecho para su cumpleaños aunque me tarde más de la cuenta ¡¡mucho más de la cuenta!! ¡¡No fue mi intención!!! Pero bueno es una historia que se desarrolla en el antiguo barrio de la ciudad de Londres, ¡¡espero que le guste!! ¡¡¡Bueno me retiro y le dejo con la historia de amor más loca que se me a ocurrido!!! Ah y como ya lo dije en el summery este es un omenaje a Jack el Destripador, mi asesino favorito. *w*

Atte: Skyrus

Capitulo 1

Era una noche como cualquier otra en las calles de la ciudad de Londres, era el año de 1888, caminaba a paso lento por las calles del distrito de Whitechapel, uno de los peores en toda la cuidad, un hombre llamado Sakumo Hatake mato a mis padres en este lugar cuando yo tenía 6 años, los mato solo para quitarles unos cuantos peniques que ellos habían ganado honestamente. Desde ese día, vivo con mi abuela, su nombre es Chiyo, tiene 75 años y trabaja en una florería de nombre Yamanaka, ella le retira las espinas a las flores, le pagan 25 peniques a la semana por lo que vivimos aquí en Whitechapel, ya que nos cobran 13 peniques por el alquiler y pues es todo lo que podemos pagar ya que ella no quiere que yo trabaje a pasar de que muy a penas nos alcanza con su salario.

Es tarde cuando llego a mi casa cargando una bolsa con una hogaza de pan y un poco de queso que mi abuela me pidió que comprara. Al subir por la escalerilla me detengo frente a la puerta, escucho gritos bastante fuertes, guardo silencio y pego la oreja para escuchar mejor, las voces son de dos personas, mi abuela y el casero, mi tío abuelo Ebizo, su hermano.

-"¡¡Entiende que la respuesta es no, ya veré como pagarte los dos meses que te debo pero a él no lo metas en esto!!" –escuche gritar a mi abuela, se escuchaba furiosa.

-"¡¿Y porque no?! Chiyo entiende que tu nieto es solo un haragán que se la pasa todo el tiempo aquí durmiendo o jugando con sus estúpidos muñequitos, ya tiene edad para trabajar a demás la idea no es mala, le pagarían bien mucho más de lo que tu ganarías en un mes." –dijo convencido, ahora entiendo el enojo de mi abuela, cuando se trataba de mi, se ponía histérica.

-"¡¡Entiende que no!! ¡¡¡Y lárgate de mi casa, porque aun a pesar de todo lo sigue siendo!!!" –dijo dándole fin a la discusión con mi tío. Lo siguiente a eso fue que mi tío lanzo un bufido de molestia antes de comenzar a caminar, seguramente hacia la puerta, ya que los pasos se acercaban hacia mí.

-"Solo piénsalo, tal vez cambies de opinión." –lo oí decir antes de que abriera la puerta. Yo di unos pasos hacia atrás al oír girar la perilla, justo cuando la puerta se abrió mis ojos cafés se encontraron con los ojos negros de mi tío, me veía con enojo y desagrado en esos ojos, yo solo me mantuve en silencio mirándolo con indiferencia.

-"Fuera de mi camino niñita." –me ordeno golpeándome para hacerme a un lado. Me mantuve en silencio y a pesar de que el golpe me había dolido no se lo demostré.

Entre a la casa una vez que Ebizo se marcho, mi abuela estaba de pie junto a la ventana, miraba en silencio el camino por donde se había marchado mi tío abuelo, sus pensamientos muy lejos perdidos en las callejuelas de Whitechapel o tal vez aun mas haya. Al cerrar la puerta ella me volteo a ver, su mirada cambio de una dolida y vacía a una llena de cariño y alivio.

-"Sasori, cariño que bueno que ya regresaste, siéntate te serviré algo de cenar." –me dijo dándome un beso en la frente y tomando la bolsa que traía en las manos.

-"Gracias abuela…" –le dije pensativo sentándome en una de las dos sillas frente a la mesa de madera. Lo que había escuchado de la conversación me había dejado pensativo. –"Abuela…" –le dije con la mirada en la mesa.

-"Si dime que sucede, Sasori." –me pregunto poniendo un plato con comida y un pedazo de pan frente a mi antes de sentarse.

-"¿Porque discutían tu y tío Ebizo?" –le pregunte de forma cuidadosa, conocía como se ponía y lo mal que le hacía a su estado de salud.

-"Nada importante, cariño." –me dijo con una sonrisa. –"Come o se enfriara tu comida." –me dijo dándole fin a tan incómoda conversación.

Terminada la cena me dispuse a lavar los platos mientras mi abuela tejía algo en la sala mientras se mecía en la mecedora que yo le había hecho con una silla y un poco de madera, eso le ayudaba a dormir y a mí a sentirme útil. Mi cabeza estaba en todos lados excepto donde debería, tanto así que no escuche cuando mi abuela se me acerco con algo en las manos hasta que poso su mano en mi hombro.

-"¿Qué ocurre, abuela?" –le pregunte secándome las manos con un trapo y volteando a verla curioso.

-"Se que tu cumpleaños es mañana y quiero darte esto, cariño." –me dijo poniéndome una bufanda en el cuello de color guinda y con una linda sonrisa en los labios. –"El clima a estado un poco frio últimamente y pensé en que te ayudaría a no enfermarte." –dijo dándome un beso en la frente.

Mire conmovido la bufanda, no era típico que mostrara mis sentimientos desde que mis padres habían muerto hace 10 años pero esta vez hice una excepción y deje que una débil pero tierna sonrisa se posara en mis labios dándole un agradecimiento silencioso a mi abuela antes de abrazarla.

-"Me alegra que te haya gustado, cariño ahora será mejor que vayas a dormir, luces bastante cansado." –me dijo antes de darse la vuelta y dirigirse a su cuarto para descansar un poco ya que mañana haría horas extra para pagarle a Ebizo lo que le debíamos a causa de que me había enfermado el mes pasado.

-"Si...que descanses abuela." -Le dije antes de que cerrara la puerta. Varias horas pasaron después de que ella se fue a dormir y yo seguía despierto pensando mientras hacía que una marioneta de menor tamaño se moviera en mi estomago, veía la pequeña marioneta pensando en una manera de ayudar a mi abuela con el dinero mientras veía como se movía la marioneta cuando repentinamente se me ocurrió.

-"Una función de marionetas…"-dije entusiasmando en un susurro sentándome y mirando al frente, eso haría, por las tardes cuando hubiera más gente en las calles haría una función de marionetas y cobraría un poco por ella, no por algo mi abuela me llamaba maestro en marionetas. Listo el plan para ganar dinero sentí el cansancio invadirme y me recosté de nuevo dejando que el sueño me invadiera.

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Espero les haya gustado XD si quieren saber que pasa solo diganme!!!!!!!!!!!! Ya sabre si continuarlo o no w