Bueno éste cap extra lo quise hacer para que por fin Rosalie y Emmett terminaran lo que empezaron en la alfombra. Es bastante detallado así que si no quieren ser traumatizadas de por vida, salgan de acá!!!! Ajjajja… bueno… es el primer lemmon que haré asi que no prometo orgasmos múltiples xd! Aiii es mi primera veeeeez! Y con rosemmett!! Jsaajajajajja!

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HACE VEINTE AÑOS ATRÁS…

Rosalie`s POV

Había pasado un mes de la transformación de Emmett. Por fin se estaba acostumbrando a su estado neófito aunque le costaba mucho. Tenía sed y mucha. Una noche que él había cazado todo el día, por ende andaba muy pacífico, decidí llevarlo a una cabaña en medio del bosque, camino a Forks, que yo conocía. Había arreglado el suelo y limpiado todo para que pasáramos nuestra primera noche como vampiros. Estaba nerviosa ya que no sabía que podía pasar.

-¿A dónde vamos Rose? – preguntó impaciente Emmett.

-Es sorpresa. – lo seguí guiando hasta que nos topamos con la cabaña. Él me miró con pasión y lujuria y en menos de un segundo yo estaba en sus brazos.

-Te he deseado tanto. – susurró. – Nada me va a detener ahora para hacerte el amor Rosalie Hale. – su dulce aliento me rosó la cara haciéndome desearlo más. Abracé su cuerpo con mis piernas mientras él caminaba hacia la cabaña.

Sin dejar de mirarme con esa lujuria desbordada, abrió la puerta. Entramos y yo seguía atada a su cuerpo. Él cerró la puerta bruscamente y me apoyó en la pared. Me bajé y quedé a su altura. Emmett puso sus brazos como barreras contra la muralla para que yo no escapase. Como si lo hubiera intentado. Lo que más deseaba era hacerle el amor.

-Hazme el amor Emmett McCurty – le dije en un susurro. Sus instintos neófitos se desbordaron y me besó con pasión y fuerza. Mi cabeza chocó fuertemente con la pared, moldeándola con mi forma, pero no me dolió por supuesto. Las manos de Emmett bajaron por mi cintura y se movieron atrás, anclándose en mi trasero. Lo apretaba con fuerza por sobre la tela del jean. Mis manos también hacían lo suyo. Por debajo de la camisa holgada que traía, acariciaba su espalda, arañándolo cada vez que él me apretaba las nalgas o el muslo con fuerza.

-Rose… no sabes cuánto esperé para hacerte mía al fin. Lo que siento ahora es mil veces mejor que cazar. – decía entre jadeos y besos.

-Y eso que aún no empezamos – le sonreí empujándolo al suelo a unos tres metros.

Emmett cayó y se quedó tirado en el suelo. Caminé lentamente hacia él. Abrí mis piernas y me situé en su cadera, para luego sentarme sobre su pelvis. Pude sentir la gloria. Emmett estaba más que listo para mí.

-Aquí sobra algo… - dije mientras tomaba su camisa y la rasgué sin esfuerzo alguno.

Él se sentó para quedar a la altura de mi cuello, el cual empezó a besarlo, dándome mordiscos también. Un gemido se me escapó cuando sus manos se posaron de nuevo en mi trasero. Seguía jugando con éste cómo si amasara pan o algo. Sus dientes descendieron desde mi cuello hasta el escote de mi camisa, la cual sacó de un tirón, dejándola destrozada por el resto de la estancia. Me quedé en sostenes, los cuales también le molestaban.

-¿Te gustan? – preguntó apuntando mi sostén rojo.

Mi respuesta fue un tirón de éste, dejando mi pecho al desnudo.

-Veo que no… - sonrió maliciosamente.

Emmett me tomó de los hombros y me tiró al suelo. Este quedó con mi figura marcada. Él se acercó a mi lado, agachado. Besó mi estómago y subía, mientras su pelvis se juntaba con la mía. Su lengua se acercaba cada vez más a mis senos descubiertos, los cuales lo llamaban a gritos.

-Próxima parada… la gloria misma. – levantó su cabeza para sonreírme.

Su boca fue directamente a mi pecho derecho. Su lengua jugaba y saboreaba cada centímetro mío. Mi espalda se arqueó de tanto placer que me daba Emmett. Sus manos seguían apoyadas en el suelo para no poner todo su peso sobre mí. Mis manos estaban libres así que decidí probar cómo andaban las cosas por ahí abajo.

Deslicé mi mano por su pecho perfectamente marcado, pasándolas por su abdomen. Solté la hebilla del cinturón para así tener acceso libre. Introduje mi mano lentamente para luego toparme con su perfecta hombría erecta por mí.

Eso me volvió loca, e hizo que le arrancara los pantalones de un tirón, dejándolo en sus apretados bóxer color negro. Su piel marmolea combinaba a la perfección. Y ahí estaba yo, debajo de un Emmett en ropa interior, deseosa de tenerlo ya.

Emmett al ver que yo estaba lista, bajó por mi estómago hasta llegar a mi vientre. Se sentó en cuclillas frente a mí y desabrochó lentamente mi pantalón. Con una delicadeza única, tomó mi pierna derecha y la levantó. Sacó el pantalón con una paciencia que yo no tenía.

-Me quieres matar…- le dije.

-Si… pero de pasión.

No necesité más palabras. Lo tomé de los hombros dándolo vuelta a la derecha, dejándolo de espaldas en el suelo. Era realmente hermoso. Su cuerpo musculoso marcado, su cara de deseo.

Me senté sobre él nuevamente, sólo que ahora con menos ropa. A penas mi calzón. Pude sentir lo que me esperaba. Lo había hecho cientos de veces con Emmett pero ahora se sentía mucho mejor. Era consciente de cada contacto suyo.

Emmett aún recostado, miraba mi cuerpo asombrado. Sonrió y llevó sus manos a mi calzón por la parte trasera. Metió sus dedos por los tirantes laterales y los bajó lentamente. Sus manos habiendo hecho lo suyo, subieron por mi espalda, tocando mi cabellera que estaba suelta. No se si era posible, pero el bulto de su entrepierna se sentía cada vez más pronunciado.

Decidí romper mi calzón, jalándolo con el mínimo esfuerzo. Me moví para atrás sin pararme, para dejar su bóxer en mis manos. Lo tomé de los lados y descendí. Volví rápidamente a mi lugar, pero ya no había más ropa que impidiera nuestro camino. Ahora volví desnuda.

Solté un grito de placer cuando mi pelvis se acomodó a la perfección con la suya. Todo lo que sentí anteriormente no era nada comparado con lo que tenía ahora. Emmett se sentó junto a mí y me abrazó fuertemente. Sus enormes brazos me tapaban el torso mientras que mis brazos se agarraron a su espalda. Él empezó su vaivén mientras besaba mi cuello. Cada estocada me daba más placer que la anterior. Los recuerdos humanos quedaron chicos en comparación con lo que vivíamos ahora.

-Emmett … - jadié su nombre.

Él se levantó conmigo y me apoyó en la pared más cercana. Pude sentir la madera crujir en mi espalda. Me embestía con fuerza y lujuria. De pronto la pobre pared no aguantó más y cruzamos al otro lado, a una habitación pequeña que tenía una mesa de madera. Emmett me afirmó perfectamente mientras me besaba desesperadamente. Nada era resistente a su pasión desbordada. Entonces sentí la áspera madera en mi espalda. Él me había acostado en la mesa, mientras se subía conmigo. Le arañé la espalda mientras las estocadas hacían que la mesa se acercara cada vez más a la pared contigua a la rota. Por suerte del otro lado también había otra habitación así que no me preocupé de terminar desnudos en mitad del bosque.

Y cómo lo predije, la mesa topó la pared con fuerza. Emmett tenía sus manos en cada lado de la mesa y bueno, ya estaba toda astillada. De pronto la mesa ya no le servía y se apoyó en la pared, haciendo un agujero.

-¿Hay algo que sea resistente? – preguntó decepcionado pero irónicamente.

-Yo… - le insté a que me abrazara ya que no podía romperme tan fácil como a una mesa.

-No quiero dañarte – dijo descendiendo su vaivén.

-No lo harás… sólo haz lo tuyo. – le animé.

Emmett me hizo caso y corrió la mesa con su mano libre. La otra estaba atascada a mi cadera, afirmándome a él. Me lanzó en el suelo para tener más movilidad. Una vez más dejamos marcado el piso. Puse mis manos en sus caderas, avivándole el movimiento pélvico hacia mí.

Él besaba mi cuello y pechos de forma sincronizada. Lo tomé de los brazos y lo lancé contra la pared, girándolo sobre mí. Emmett chocó su enorme espalda contra la muralla, destruyéndola por completo, haciendo que los escombros cayeran sobre nosotros. No nos molestaron. Nada podía interferir en esos momentos.

Al darlo vuelta quedé yo sentada sobre él. Emmett tomó mi cintura con sus manos y hacía círculos con mi pelvis. Se mordía el labio de placer mientras mis manos se apoyaban en su perfecto pecho. Pude sentir como el climax se acercaba para ambos. Emmett aumentó las estocadas para terminar juntos. La presión se hacía cada vez más fuerte. Nuestro vaivén era insuperable por los trenes.

Gritamos nuestros nombres al sentir el máximo placer. Ambos respirábamos agitados, aunque era innecesario. Me levanté de su hombría, para luego acostarme a su lado. Él me abrazó mientras le hacía cariño a mi espalda.

-In-cre-i-ble – dijo Emmett.

-Recuérdame agradecerle a Carlisle por esto también. – dije maravillada.

-Por cierto… si vamos a dejar nuestro hogar así cada vez que lo hagamos… será mejor comprar un buen seguro… - reía Emmett.

No podíamos pedir más. Nos amaríamos con locura por toda la eternidad. Tenemos un hijo maravilloso que vivirá por siempre con nosotros. Era el sueño de mi vida pero cien veces mejor.

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Y así es como se destruye una casa con Rosalie y Emmett..!! jaajjaja… Graciaaaaaaaaaaas lectoras… cómo les dije es explícito pero tampoco fuerte… Así que espero que les haya gustado… No incluye tanta parte romántica.. y me explico porque… Emmett es neófito aún, y al contrario de Rose, que estuvo embarazada en esa etapa., Él esta vuelto loco con sus instintos y bueno fue más sexo que hacer el amor… fue una mezcla.. no se como explicarlo… pero algún día les narraré como se hace el amor con rosemmett ajksajskasaksja noooo no es un trío mal pensadas… (ok si nadie lo pensó me sentiré sucia de pensamiento ajjaa)

Espero hayan disfrutado el extra!!! Besos enormes, nunirose.

FIN!!