10 de enero

Mi papá no me habla, está furioso conmigo, me dijo que lo decepcioné, qué cómo no fui a tomar precauciones, que soy una vergüenza… mi mamá me dice que no me preocupe, porque es un estado que se le pasará… Pobre Papá, tan celoso que es, creo que fue de él de quien lo heredé jajaja, pero regreso porque debo terminar mis clases, según mis cálculos, mi Rini llegará en junio.

Ahora esto se está transformando en una batalla entre el destino y yo, sí, porque, aunque logré reunirme con las chicas, ellas no están dispuestas a limar todas sus asperezas.

Luego de mi reencuentro con mi Darien, regresé a casa con él para enfrentarnos a mi papá. Aún no salía de su asombro y lo único que hacía era mirar los pequeños zapatitos que le había regalado, No puedo creer que nuestra Rini esté en camino, es un sueño hecho realidad. Llegó en el momento mejor indicado…ahora, ni en tus pesadillas te podrás separar de mí, Serena Tsukino. Darien… pensar que estuvimos a punto de no tener todo el futuro que se nos prometió y todo por un plan de una persona mal intencionada e infeliz. Serena, vamos a hablar con tu papá, pediré tu mano, te casarás conmigo antes de que nazca Rini, debe ser pronto… Haber, haber, querido diario, te imaginas cuánto me costó convencer a Darien de que no quiero casarme con él antes de que nazca la niña. No pienso llegar al día más importante de mi vida con una panza… Lo miré a los ojos y le prometí que no me alejaré nunca más de él, pero que esperáramos a que Rini llegará, así, ambos podríamos terminar el año en España, para luego venir de vacaciones, casarnos y volver a estudiar. Tantos proyectos que vuelven a la palestra ahora que Darien está a mi lado. Mas, tengo miedo de que una fuerza que ni siquiera conocemos, quiera apartarnos de nuestra felicidad.

Al llegar a casa, me moría de nervios, mamá estaba preparando el almuerzo y papá no tardaría en llegar. Mamá adivinó todo al momento de mi llegada y estaba muy contenta por la decisión que tomé, me dio un té para los nervios y nos dispusimos a esperar. Él llegó a la hora, las manos de Darien sudaban de nervios…pero estábamos juntos, eso era lo más importante. Al momento de hablar, la cara de Kenji pasó por muchos colores, pero lo que más noté fue… su decepción… Mi niña, cómo puedes estar embarazada, si eres una nenita… y además, de un viejo! Los lamentos eran verdaderamente risorios, y a la vez, me sentía la peor hija del mundo… Mamá trataba de calmarlo, pero la rabia de papá era mayor. De solo recordarlo, ni todo el amor de Darien puede hacerme sentir mejor. Serena, espero que todo salga bien, pero no me pidas que te perdone tan rápido, ¡me has decepcionado! Quiero que sepas que te amo con todo mi corazón, eres mi hijita. Se levantó y se fue. No puedo entender cómo no lo hace si yo ya soy mayor de edad… creo, que en realidad el motivo implícito es que él sufrió mucho cuando me vio en suelo por culpa de Darien. Fue él quien más me apoyo en la idea de partir a España a perfeccionarme. No te decepcionaré, papá, lo juro! Y mi querido hermanito, no hacía nada más que reírse de mi situación y festejar que iba a ser tío. Hubiese querido ahorcarlo!

Llamé a una reunión de emergencia a las chicas en el templo Hikawa, tenía que comunicarles la noticia. La llegada de Rinni sería todo un acontecimiento. Logré que mis amigas estuvieran juntas bajo el mismo techo por un tiempo. También llegaron Haruka, Hotaru, Michiru y Setsuna. Me preocupé…Michiru estaba muy callada y eso sólo son malas noticias: Princesa, usted corre peligro. Todos se sobresaltaron, incluso Darien, quien había llegado tarde. El mal se presentará de una manera que no hemos podido definir, no será un enemigo físico, sino, uno psicológico. No puedo creer que no se pueda estar tranquila, a veces quisiera que mi vida como Sailor Scout y Princesa Serena, sea algo irreal, tan solo un sueño, y es ahí cuando despierto y me enfrento a esta realidad. Desearía estar en España, allá estuve tranquila, protegida del mal y de mis sentimientos. Nuevamente vuelvo a sentirme aminorada por la protección de mis guardianas… siento que se olvidan de que somos amigas y se dejan llevar demasiado por su afán de cuidarme. Haruka les informó que se marcha junto a Darien y a mí, no se atreve a dejarme sola por ningún minuto. ¿quién será el enemigo?

Las chicas, ahora sí que limaron sus asperezas, no sin antes contarles la verdad… querían matar a Darien, pero se quedaron tranquilas al ver el arrepentimiento en sus ojos. Yo sólo veo en él que cuando me mira, sus ojos brillan…mi instinto me dice que debo creer en él, que el amor es quien triunfará en esta cruel batalla por la felicidad. Me siento plena al saber que mis queridas amigas vuelven a estar juntas… nuestro futuro en el utópico Tokio de Cristal está más cerca de lo que creo, aunque no dejo de temer en lo que dijo Michiru, ¿será que la época en que todos somos sumidos en el sueño eterno está cerca? O ¿será Diamante y su familia, Black Moon, quienes amenazan nuestra tranquilidad? De solo pensar en esto, la cabeza me da vueltas y mi Rini me revuelve el estómago. Pero, por otra parte, las chicas no dejaron de molestarme por la nueva vida que me espera, junto a Darien y Rinni: cambiar pañales, preparar biberones, dormir poco, llantos de bebé, ropita de bebé…uuuuyyy, pero le exigiré a Darien que me ayude con las labores ¡qué estrés!

Mi pequeña, qué daría por tenerte ya en mis brazos. Te siento en mis entrañas, es verdad eso de que cuando uno dice que está embarazada, la panza crece de la nada y se hace gigante.

Querido Diario, hay un secreto que debo contarte, y ni siquiera Darien lo sabe… hace unos días recibí una carta sin remitente que decía que no lograría ser feliz y que me cuidara las espaldas porque en cualquier minuto me quitarían lo que más amaba en este mundo. ¿qué debo hacer? Por una parte, sé que debo avisarle a las chicas, pero, quiero irme tranquila y no vigilada. ¡Tan difícil es encontrar la felicidad!

Escuché a lo lejos la voz que avisa que mi vuelo a España está por salir…pero ahora no voy arrancando… y Darien está acá a mi lado…se ha quedado dormido en la espera. Poco a poco mi vida se está reordenando, pero ha sido difícil: tengo un mal presentimiento y esta bebé no deja de patearme!