N/A: Hola, pues bien aqui les traigo otro cap mas es muy corto es la mitad de lo que normalmente hago (alrededor de 14 paginas) ahora solo son 6 pag, disculpen pero resulta que ando muy ocupada sin mencionar que dije que terminaré otro de mis fics antes de seguir con este y pues tambien se me ha metido otra loca idea en la cabeza para hacer otro Tamao x Ren XD no puedo evitarlo estoy traumada con la pareja awww, en fin gracias a las dos unicas personas que me han leido XD:

Kyle neko: awww me acuerdo mucho de tí enserio y no es molestía para nada en realidad me agrada leerte y pues es normal que ya casi nadie me lea despues de todo no actualizo como antes que era mas responsable con esto (pero tenia menos cosas que hacer) me alegra saber que te agradan mis locuras jeje el proximo ren x tamao que haga lo publicare en wattpad jeje, pero necesito terminar estos fics pendientes, awww gracias por decirme que tengo talento pero yo se mis limites y aveces por escribir rapido no describo muy bien las cosas pero como repito esto es un hobby para mi, así que aveces lo hago por hueva jeje espero este cap te guste.

helen: efectivamente ahí estas XD awww gracias por leerme como siempre espero este cap te agrade y pues dejame decirte que de actualizar pronto lo dudo :( ando ahorita terminando otro de mis fics y quisiera acabarlo antes de continuar con este, aunque la idea de actualizar este cada 3 semanas me esta llamando la atención. en fin todo depende que tan ocupada este. Gracias por leerme espero este cap te guste... y que no odies a Ren jeje.


Triste melodía.

Cap 19: Traición.


¿Celosa? ¿Ella? No, no era propio sentir aquello, no era propio de su personalidad pero para su desgracia aquella mañana en la cual había bajado tarde a propósito se encontró en el comedor con aquella hermosa mujer de cabellos plateados.

Volvió a sentir aquella oleada de incomodidad, ese extraño sentir de no querer verla en aquella casa. Desvió su mirada avergonzada de aquel pensamiento.

La enfrentaría, ella había crecido demasiado como mujer como para mostrarse débil.

Tomó asiento de forma tranquila en aquella mesa haciendo que Jeanne, quien se encontraba del otro extremo, levantase su mirada de la taza que tenía cerca de los labios.

"- Desayunas tarde… - murmuró la mujer con una expresión serena pero con mirada analítica."

"- Estoy un poco cansada… - respondió la pelirosa mirando la taza de té que en aquel momento una de las mujeres servía – Solo tomaré esto."

"- Pero, señora, debe comer un poco más – murmuró la mujer mientras Tamao le sonreía agradecida dando por terminada aquella insistencia en ella."

"- Veo que todos están pendientes de que comas algo… - dijo Jeanne con cierta sequedad en su voz al recordar como Ren había ordenado, antes de salir, que Tamao debía comer algo."

"- Claro que sí – sonrió la mujer del servicio sin notar la tensión en el ambiente – después de todo la señora espera un bebe."

Tamao intentó agradecerle rápidamente para que se marchara. Por alguna razón la expresión de Jeanne en aquel momento la había hecho sentir cierta pena. Era como si saber aquello la hubiese entristecido.

La mujer se disculpó y salió de ahí rápidamente dejándolas en un silencio que inesperadamente Tamao rompió.

"- Ren…"

"- Ha salido – dijo de golpe, casi con brusquedad."

"- ¿Ha sucedido algo? – preguntó con un aire de preocupación."

"- Pensé que Ren te decía todo – exclamó sin poder comprender porque de pronto estaba a la defensiva con aquella mujer."

Tamao se sorprendió de aquel arranque, por lo que intentó mostrarse sofisticada. No podía fingir que ella le agradaba y más sabiendo que pasaba al lado de Ren.

"- No hemos tenido mucho tiempo… supongo que no desea preocuparme por mi estado – recalcó sin saber porque había dicho aquello de forma tan cruel."

Con una extraña satisfacción notó el rostro sorprendido de la mujer de cabellos plateados quien se puso de pie molesta.

¿Qué le sucedía? Porque era desagradable? Años atrás hubiese soportado que aquella mujer le hablase de aquel modo, sin responder, pero ahora se defendía muy bien sola.

"- Espera… yo… - dijo poniéndose de pie rápidamente, intentando detener a su invitada. No pudo evitar sentir incomodidad consigo misma."

"- Ren se ha marchado porque su madre planea quitarlo del camino."

El hecho que lo hubiese dicho de manera calma no hizo menos la sorpresa en la pelirosa quien le miraba con temor.

"- ¿Quitarlo del camino?"

"- Aunque es difícil de creer… Ran Tao odia a su hijo."

Tamao tomó nuevamente asiento y le miró de manera suplicante.

"- ¿Cómo es posible eso?- había pensado que Ran Tao era una mujer peligrosa pero nunca había imaginado que deseara un mal grave para su hijo."

"- Eso ya lo sabes – murmuró pero se giró a ella completamente al ver su expresión - ¿es que ese idiota no te ha dicho que sucede o porque tuvo que marcharse?"

Tamao le miró sin comprender.

"- ¿Es que no lo sabes? - repitió sin creerlo aún.- Todo se remonta a tu aparición, sin mencionar la boda entre ustedes."

"- ¿Que? - balbuceó."

"- La razón por lo que su propia madre lo odia es porque te ha preferido a tí."

Tamao sintió como su preocupación crecía ¿que Ren le había preferido a ella? no era aquello posible...

"- Para estar casados... parece que Ren no confía en tí."

Aquellas palabras la habían herido pero no dejó que aquello se notase en su rostro.

"- Él solo me ha mencionado un par de cosas… - murmuró reprimiendo su incomodidad. Deseaba que ella hablase – cuéntame por favor… – desvió su mirada a la taza – cuéntame que es lo que ocurre... como es que conoces a Ren."

Jeanne le miró de manera desconfiada pero luego de unos momentos tomó lugar nuevamente en la mesa al lado de ella.

"- ÉL y yo nos conocimos un mes después que su boda fue cancelada… - murmuró tratando de ver alguna reacción en aquella pelirosa, pero esta solamente se mostró tensa – planeaban que él y yo…"

"- Entonces… - dijo Tamao reprimiendo el temor de aquello - ¿Ren y tu alguna vez…?"

"- Claro que no – murmuró con aire nostálgico – por mi parte claro que lo hubiese deseado, siempre me ha atraído, después de todo… es demasiado atractivo."

Tamao tomó la taza de te y la llevó a sus labios. Claro que lo sabía, Ren, siempre había sido demasiado apuesto pero al final se había enamorado de él por mucho mas que eso.

"- Pero… él parecía taciturno y muy frío… cuando se anunció que yo sería candidata a esposa solo fuí testigo de cómo me rechazaba frente a sus padres. En ese momento su padre estaba muy enfermo…"

"- ¿Enfermo? – preguntó Tamao sin comprender."

"- Él se negó diciendo que… tenía que regresar contigo – exclamó haciendo que el corazón de la pelirosa comenzase a palpitar con mas fuerza – iban a exiliarlo pero al final… él estaba dispuesto a dejarlo todo. Tal parece que aquello causó la inconformidad de su padre muriendo solo un par de días después, logrando que Ran Tao culpase a su hijo por eso… fue cuando Ren decidió quedarse por tratar de borrar aquella culpa."

Tamao dejó la taza de té a un lado sintiendo sus manos temblar. Aquello no podía ser posible… Ran Tao odiaba a su hijo… y podía recordar que no solo ella. Algunas personas del consejo le miraban con desaprobación y hasta desprecio.

Suponía que estaría aislado de todos y solo Jun a su lado… un instinto protector se activó en ella. ¿Qué clase de sufrimiento estaría pasando Ren?

"- Su madre no puede perdonarlo, le odia por eso y desea que se le desherede.- murmuró con aire pensativo - aun así... Ren esta bien – murmuró levantando su mirada tratando de leer la expresión en aquella mujer – él es fuerte."

"- Te equivocas – respondió mirándole y hablando sin analizarse – Ren parece que esta bien pero en realidad es muy sensible, de seguro él es quien se esta llevando la peor parte…"

Permanecieron en silencio por algunos segundos y fue en ese momento que Tamao no pudo evitar sonrojarse.

"- En serio lo amas ¿no es así?"

"- Yo…"

"- No te preocupes, él igual esta loco por ti – suspiró haciendo que Tamao le mirase con esperanza – después de todo supongo que el hecho que Mikihisa se aliara con Ran para detener la boda fue…"

"- ¿Qué? – murmuró sintiendo su garganta seca mientras se estremecía del horror."

"- ¿estas bien? – escuchó la pregunta de aquella mujer – estas palida…"

"- Yo…"

"- ¡No debiste hablar de mas Jeanne! – se escuchó una voz fría atrayendo la atención de ambas mujeres."

Tamao pudo notar al hombre de cabellos violáceos quien miraba a Jeanne con cara severa desde la entrada del comedor

Le estudió, tan imponente como siempre, tan frío y calculador… la idea de su soledad le hizo mirarle con ansias de llorar algo que pareció alertar al Tao quien se acercó a ella sin mediar palabras, tomándola en brazos.

"- Ren… - llamó Jeanne quien no entendía aquello."

"- Hablaré contigo luego – murmuró con mas seriedad sintiendo como la pelirosa rodeaba su cuello con ambas manos ocultando su rostro en sus hombros."

Sin mediar palabras la llevó directamente al estudio donde tras dejarla en el sofá salió para regresar cinco minutos después.

"- No has comido – le acusó en tono seco al estar de pie frente a ella con las manos en los bolsillos de su pantalón- eh ordenado que te traigan algo de comer."

"- N-No tengo apetito… - susurró limpiando su rostro. No deseaba ver que le había conmovido la forma en la que se había preocupado por ella."

"-¿Tanta lastima te ha causado la historia de Jeanne? – preguntó despectivamente causando sorpresa en Tamao."

"- No es así… - respondió rápidamente. ¿de verdad pensaba que solo era lastima?"

"- O ¿solo es nostalgia? – preguntó al recordar las palabras de la pelirosa."

"-¡No! – soltó de pronto sintiéndose culpable por sus palabras."

"- ¿Cuándo te marcharas? – preguntó con demasiado interés causándole a Tamao una tristeza que fue capaz de ocultar."

"- Quisiera salir ahora mismo…"

"- De acuerdo, te prepararé todo – exclamó girando y volviéndose a la puerta."

De nuevo la estaba evitando, de nuevo aquella actitud que solo lograba confundirla. Pudiera ser cierto lo que Jeanne afirmaba, pero Ren bien pudo solo desearla mas no amarla. Habían partes de la historia que no le cuadraban del todo... por ello le costaba creer en él. Aun así el hecho que Jeanne le repitiese lo de la participación de su padre en aquel complot le causaba horror.

No luchó esta vez, no quiso quedarse a pensar en nada que no fuese aquel objetivo. Debía saber la verdad, debía volver a su casa.

Comió despacio bajo la atenta mirada fría del Tao quien no parecía darle tregua. Tras unas horas, pudo preparar sus cosas y en aquel momento se encontraba en el auto de camino a casa.

Aun podía recordar cara taciturna del Tao solo acompañándola a la puerta. Era extrañamente triste y desolador. Él volvía a dejarla marchar y algo en su pecho le decía que algo no cuadraba.

De pronto deseó haberse quedado, de pronto deseó haber exigido la completa verdad de sus labios.

Se sorprendió a sí misma recuperando la cordura. Debía quedarse con él, debía ayudarlo esta vez y no dejar que él cargase con lo que fuera que estuviese pasando.

"- Por favor – exclamó al motorista delante de ella – regresemos a la casa."

"- Pero…"

"- Por favor – murmuró con mas determinación haciéndolo acceder."

Ansiosa llevó las manos a su regazo. Ren en realidad no le había abandonado del todo, había tenido una razón justa. Pero deseaba saber más, deseaba saber que le había sucedido, ¿Por qué no la había buscado? Deseaba buscar la verdad junto a él.

Con una sonrisa triste se sintió mas decidida. Esta vez haría que todo funcionase, daría lo mejor de ella para protegerlo.

Lo amaba, y esta vez aunque no se lo dijese, él entendería su amor con sus actos.

Tras treinta minutos de viaje, regresó a la mansión, bajándose rápidamente del vehículo encaminándose a la puerta principal, sorprendiendo a una de las mujeres de la servidumbre quien no alcanzó a abrir la puerta cuando ya la peli rosa entraba.

"- ¿Señora? – parpadeó sin comprender."

"- Lo lamento – sonrió con calma."

"- Pense que…"

"- Tengo algo que hacer."

"- Si se refiere a Nam Nam, esta en buenas manos – sonrió refiriéndose al cachorro."

"- Sé que lo esta pero deseo hablar con Ren ¿Dónde esta?"

"- Él esta en el salón pero…"

No siguió escuchándola, solamente se encaminó hacía el susodicho lugar.

Era ahora, se dijo. Debía aclarar todo de una vez. Con la mano hecha puño a punto de tocar decidió mejor ingresar lentamente para no molestar.

La sorpresa mezclada con dolor y decepción la embargaron de golpe al ver que en medio de aquel lugar Jeanne rodeaba con ambos brazos el cuello del Tao besando sus labios mientras este tenía sus manos en la cintura de aquella mujer.

La misma sensación de cuando aquel sujeto la dejó aquel día importante la llenó nuevamente. ¿de que serviría luchar? Debía adivinar que todo había sido una mentira, y aunque aquella historia tuviese algo de verdad, Ren ya no pensaba de la misma forma.

El beso pareció prolongarse pero decidió tomar con fuerza el pomo de la puerta y cerrarla de golpe mientras salía corriendo de ahí.

"- ¿Señora? – preguntó la mujer quien le siguió hasta la salida - ¿esta bien? – notó las lagrimas en el rostro de aquella joven mujer lo que la alertó."

"- Cuide de Nam Nam – intentó sonreír saliendo de ahí rápidamente."

La mujer parpadeó sin entender y fue en ese momento cuando de aquel salon salía Ren Tao buscando algo alrededor.

"- ¿Quién ha salido?"

"- La señora Tao – parpadeó sin comprender - ¿es que no la vió entrar? Le dije que usted estaba en el salon y…."

Se detuvo al verlo palidecer y llevar las manos a sus cabellos mientras se acercaba rápidamente a la puerta principal. Un auto se alejaba y con él, el peor mal entendido de su vida.

En silencio volvió al salon y cerró con fuerza la puerta mientras Jeanne con un leve rubor le observó desde el sofá.

"- Yo…"

"- Sentirlo no arreglará nada – habló con frialdad al colocar las manos en el escritorio con gesto enfurecido – no debí permitir…"

"- Solo quería… no creí que ella nos vería."

"- ¡Con esto ya no volverá!"

Jeanne se puso de pie de manera tranquila y se cruzó de brazos para enfrentarle.

"- Pues no pude percibir que quisieras alejarte de mí – dijo haciéndolo tensarse y que este se girara a ella – yo no te sujeté tan fuerte… no creo que la ames tanto si…"

"- Me recordaste a ella – soltó de golpe con tanta seriedad hiriéndola sin saber – solo recordé cuando ella…."

"- Si ella no hubiese aparecido… - murmuró con una sonrisa triste – esta vez no tienes como explicarlo, lo siento Tao pero nadie te obligó a responderme."


Llegar a su antiguo hogar fue todo un martirio y más cuando en medio del camino pasó junto aquella casa en la cual había conocido al Tao.

Aun recordaba lo doloroso que era estar en ese lugar sabiendo lo conocida que era ella ahí.

"- ¿Tamao? – preguntó una bella mujer de cabellos dorados quien ahora le recibía en la entrada de la pensión."

"-Tuve que regresar – sonrió con fingida tranquilidad – necesito hablar urgentemente con Yoh."


Continuara….