- N O T A - D E - A U T O R A - L E E R - A Q U Í -

¡Lo siento! Verán si, acabo de descubrir que 'Aprendiendo a ser madre con el peor de los padres tiene 30 capítulos, no 29, pero es por que hay uno que no había subido, que por algún

error se pasó de largo y ese es el capítulo 25 'La culpa de Alice'. Si se van al capi 25 me entenderan, ahí veran lo que pasa y hasta la nota final les explico todo con detalle.

Disculpen el error :s


ღEpílogo

"El viento te susurra que te amo"


-Más te vale, espero que cuando llegue al museo ese, vea tu nombre donde volteé -Le reclamé juguetona sin soltar mi jugo de naranja.

Noah río tras la línea y continuó explicándome.

-Que Bellas artes me haya aceptado y que hayan solicitado obras mías en una exposición no significa que sea famoso -Replicó él, aún con el excelente humor.

-Sigo considerando que eres el tatarararararararara-nieto de Picasso -Continué intentándolo hacer reír.

Dicho y hecho.

-Dejemos los mío, en estos días no te he preguntado cómo estás tú-Quiso saber.

-Muy, muy bien.

Bebí más de mi jugo, mordí un poco de mi mango y observé el paisaje antes de acomodarme el enorme y hermoso sombrero paja. Giré a mí alrededor con una sonrisa observando los muchos turistas del hotel desayunando con sus familias, la playa a lo lejos con las olas bailando en la arena, el cielo claro con un destellante sol y las grandes albercas a los lados de la cabaña donde estaba desayunando.

Hoy me había despertado muy tarde, Alice no se encontraba a mi lado, ni ella ni Rosalie. Edward tampoco estaba en su habitación y ni hablar de Madisson que llegaba siempre tarde, estando más tiempo con Richard.

Aunque Richard había cambiado mucho en los últimos años, en mis recuerdos era un niño que tomaba como una obsesión, y ahora era totalmente distinto. Nos llevaba unos años, por lo que ya estaba iniciando su carrera, y este había sido un viaje para investigar los estándares de turismo en el lugar.

La casualidad era enorme. Sentí una enorme brisa en el rostro, sostuve mi sombrero y alguien me lo quito por detrás antes de escuchar las escandalosas carcajadas que tiempo antes no escuchaba.

-¡Bells! -Me saludó Madisson antes de sentarse en la silla por delante. Se percató de mi teléfono y era evidente quien era. -¡Oh lo siento! ¡Hola Noah! -Le saludó gritando, acercándose los más posible al teléfono y después se levantó para pedir algo.

-Me alegra que todo se solucionara de la mejor forma -Dijo él, feliz por escuchar a Madisson-, que suerte que Richard se encontrara ahí, ¿pero cómo me dijiste que Mad y él se arreglaron?

-Eres muy chismoso -Bromeé.

-Tú lo dijiste primero -Me recordó.

Y era cierto, Noah y yo nos empezamos a llevar mejor desde que recibió las buenas noticias. La primera noche que yo me hospedaba en el hotel me encontraba en felicidad total; Edward estaba a mi lado cada minuto y todos mis amigos reían cualquier tontería.

Estábamos bailando en medio de todo un gentío, cuando mi celular vibró, solo lo tenía por la promesa que le había hecho a Charlie. Para mi propia sorpresa de la noche era Noah quien me hablaba, resulta que estaba que no podía contener su emoción, y Jasper no le contestaba, entonces se acordó de mí.

Cuando me lo dijo me sentí como antes, como si volviéramos a lo de "mejores amigos", después de que me lo contara todo; yo le dije que había sido de Madisson y entonces él estaba más pendiente del asunto que yo.

-Bueno, pues, las pocas semanas que Mad y Richard estuvieron siendo más que amigos se hicieron la promesa de que se volverían a ver, sin provocarlo ellos, a sabiendas de que Richard se mudaría con su papá, ya que sus padres estaban divorciados -Le expliqué.

-¿Por ello Madisson nunca intentó hablar con él?

Reí por la curiosidad de Noah.

-Sí, por ello.

Madisson llegó con su jugo de fresas antes de sonreírme e indicara que colgara.

-NOOO -Articulé molesta por terminar la charla con mi amigo.

Pero eso fue antes de sentir cosquillas por mi espalda y escuchar mi aterciopelada voz.

-Buenos días -Me saludó haciendo que ya de pronto solo él existiera.

Sin querer el teléfono ya caía de mis manos. Lo sujeté más fuerte y continué hablando.

-Noah... -Odiaba que mi voz sonara tan distraída en algo más: Edward.

Él con toda tranquilidad se sentó a mi lado y saludó a Madisson, quien le aventó un hielo antes de que volviera a intentar hacerme colgar.

Noah continuó preguntándome algo que yo no escuchaba.

-¿Ah? -Articulé en un intento de entender lo que decía.

Noah río.

-Que te hablo después Bella, no te quiero... interrumpir -Encontró una palabra adecuada.

Reí nerviosamente antes de colgar el teléfono.

Madisson volvió a aventarle un hielo a Edward antes de regañarlo libremente.

-Que pésimos modales Edward Cullen.

Reí, ellos se habían llevado mejor de lo que sospechaba. Y cuando yo me la pasaba hablando demasiado tiempo con Noah, a Edward le gustaba molestarme con Madisson, si es que ella no le cacheteaba por que Richard estuviera cerca.

Me concentré en Edward de nuevo y lo besé por primera vez en el día, antes de sentir que gotas de agua fría: Madisson.

-No antojen pan a los pobres -Murmuró con un puchero típico en ella.

Edward río antes de volver a besarme y hacerme perder consciencia de todo. El olor salado y húmedo del aire fue sustituido por su propio aroma tan dulce, el sabor era únicamente sus labios y...

-¡Edward, Bella! -Bien, la duende era la única que podía con su hermano.

Alice nos tomó a mí y a Madisson de las manos.

-No hay tiempo -Se apresuró a decir.

-¿Ahora qué? -Preguntamos Madisson y yo al unísono.

-Sencillo -Se encogió de hombros-, he rentado hoy, una palapa y tenemos que estar hermosas. ¡Día de chicas! -Estalló.

-Y noche con sus chicos -Terminó Edward.

Se levantó de su lugar y se despidió dándome un beso en la mejilla antes de irse.

-Bueno, el día que se cansen de tanto empalago los dejaré en paz -Sentenció Alice.

-Como si tú y Jasper no fueran así -Replicó Mad, en mi defensa.

Era extraño que a Alice la tomaran con la guardia baja y menos con un comentario tan inocente. Sin embargo, en aquel ambiente tan tropical vislumbre un ligero color en sus mejillas.

Madisson río alborotando más sus rizos. Y yo apenas me dejaba ir por la idea.

-¡Alice Cullen! -Le regañé entendiendo el color de sus mejillas.

Entonces ella y Madisson corrieron, haciendo imposible que las alcanzara.

-¡Bella deja de moverte! -Soltó desesperada Alice antes de patalear y pedirle ayuda a Rosalie.

Esta con más cuidado colocó la flor en mi cabello, sin soltarme algún chillido o movimiento brusco. Le saqué la lengua Alice cuando Rosalie acabó con mi cabello. Mad atravesó la puerta en ese momento, ya lista. Sus rizos estaban más alborotados y su clara melena castaña se movía su paso con gracia.

-Ya es tarde -Nos apresuró.

Rosalie dejó mi cabello y corrió a terminar lo de ella, en un rápido movimiento todas estábamos listas y caminando hacia el "dicho encuentro". Alice había sido muy especifica con que fuéramos vestidas de un ridículo blanco.

Me sentía extraña entre todas ellas, podía jurar que todas las personas se nos quedaban viendo, dudando de nuestra cordura cuando pasábamos. Al final llegamos a la playa, caminamos aún más y no pude evitar pensar en un ridículo comercial.

Caminando en la arena, crepúsculo, 4 damas vestidas de blanco con peinado angelicales...

-¡Alice, podemos llegar ya! -Desesperé.

-¿Bella desesperada? ¡Que milagro!-Río ella y mis demás amigas la acompañaron.

Rosalie me tomó de un brazo y me dijo en bajito.

-Te divertirás -Aunque sus palabras no me convencieras, sonreí cortés.

Después de mucho caminar por la blanca arena, y con las olas irrumpiendo en nuestros descalzos pies; una cabaña apareció al frente, echa de pura palma y muy grande.

-¿Cómo rayos has...? ¡Alice Cullen!

Alice río, muy divertida con mi mal humor y me palmeó un hombro, tranquila y saltando.

-No la he construido si eso piensas, solo... bueno, ¡no vivo de recuerdos! -Chistó ella y caminó casi bailando hacia la entrada.

Un agradable olor se extendía por el lugar, húmedo, pero también hojas y madera... salado. Era agradable. Y una imagen más agradable apareció al frente, Edward se veía hermoso, vestido muy ligero, con un pantalón blanco corto, y una ligera camisa de tela muy delgada que podía entrever cierta parte de su perfecto pecho.

Me tomó en un brazo y me acercó hasta que pronto me vi con la estúpida sonrisa.

Y así acababa mi historia. A mi enfrente Rosalie reía antes de darle golpes a Emmett y volver a reír. Alice se colgaba del brazo de Jasper feliz, Madisson sonreía ¿tímida? A Richard antes de que esta le devolviera algún coqueteo y yo estaba en dicha en unos fuertes brazos de... Edmund Gullden.

-¿Alguien quiere adoptar un bebé? -Susurró en mi oído.

Reí entre dientes.

-Hasta dos, Edmund.


Ahh! me siento aliviada por fin, he cargado con un horrible bloqueo por epílogo. Creo que se está convirtiendo en una enfermedad, se menciona "epílogo" y me bloqueó de la "A" a la "Z". ¿Autoras, se han sentido victimas? ¡Anótense puchando al verde!

Y respecto al cap, que me dicen ¿Tomatazos?

Era un sencillo cierre, algó que ya mostraba como quedaría todo, no podía hacer más por Maddison, ella es feliz con Richard. Y Noah está feliz con el único y verdadero amor de su vida: el arte. ¡Oh mi pintor sexy! jajaja Ok, como Noah se queda solo, la autora lo consolará... (Bien, me he vuelto loca)

En fin, espero que se encuentren super!

Muchas gracias por todas sus palabras a lo largo del fic! ya saben, como autora esas son las vitaminas básicas para el fic. Hablando de vitaminas y RR... ¡Tengo otra historia en mente!

Diganme, ¿Les interesa o ya las harté? jajaja... ¿Debería de torturar solo a mi gato con mis locuras?

¡Rayos! ¡No tengo gato! Soy alergica a ellos, que problema! jajaja (Bien, me dejo de tonterías) y vuelo a los GRACIAS!

Nos seguimos leyendo.

~yayiG.M.