Capitulo 11

¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda!

Era lo único que podía pensar Harry. Estuvo seguro que se cagaría en ese momento. La cara de Ron no tenia preció, parecía que le daría una embolia o algo peor.

No tuvo tiempo de reaccionar antes de ser empujado por la furia Weasley y no precisamente por Ginny.

Su mejor amigo… su hermano… ¡su cuñado! lo iba a matar… Adiós mundo cruel… pensó mientras caía en el piso de su departamento, y Ron casi lo arrollaba.

¿Qué…? ¿Qui…? ¿Gi…? ah no, ¡eso no! pensó Ron.

- ¡Harry! – gritó de nuevo aquella voz.

Hijo de put... ¡esa era Ginny!

¡SU HERMANA Ginny!

¿Que hacia Ginny con… aah noo… - ¡Te voy a matar Potter! –

-Ron… deja que te explique… no creo que…-

-¡Cállate! – y Harry así lo hizo.

-¡Ginevra! ¡Ginevra!- Empezó a gritar, no podía creer que su hermana y su amigo… ellos…. la muy… muy… no tenia palabras adecuadas para describir a su hermana…. ¡Su inocente HERMANA!

Se sentía como un león enjaulado. Trató de dirigirse a donde sabía que encontraría a su hermana quien sabe en que condiciones, pero Harry se lo impidió.

¡Maldito Pervertido!

Quiso gritarle, pero estaba tan furioso que no podía escupir las palabras.

¿Cómo se atrevía a impedirle que fuera a rescatar a su hermanita?

¿Cómo se atrevía a ponerle un dedo encima a Ginny?

¡Y no quería ni pensar en que otra cosa le había puesto encima, el cabrón!

¡Maldito degenerado!

De todas las mujeres del mundo que Potter tenía para escoger y hacerles sus cochinadas, ¿tenía que ser Ginny la victima de su perversión?

Hijo de pu… no podía ni terminar la frase… ¿Cómo pudo traicionarlo de esa forma?

Harry Potter era hombre muerto.

-Quítate… yo confiaba en ti… - le dijo mientras le apuntaba con el dedo, desearía haber traído su varita, pero Hermione había insistido en que la dejara en casa. Después hablaría seriamente con su mujer, por traicionarlo de esa forma, estaba seguro que Hermione sabía lo que sucedía.

Traidora.

-Ronald cálmate…- dijo Hermione, mientras lo jalaba del brazo.

-¡Hermione, esa es Ginny!

-¡No me grites Ronald Billius Weasley!... !Vámonos y déjalos tranquilos!

-¡Ginevra! – gritó de nuevo, sin quitarle la mirada a su esposa, sabía que si le daba la oportunidad Hermione hechizaría por lo menos sus partes nobles. –¡Ginevra!

Cada que gritaba el nombre de su hermana, su ex–mejor amigo parecía palidecer un poco mas, sería gracioso burlarse de él por toda la escena en si, sorprendido con las manos en la masa, pero estaba tan encabronado con todos ellos que no podía ni imaginar que le diría.

-¡Ginevra!

-Ron cálmate. Te va a dar una apoplejía o algo peor… -dijo una voz cantarina mientras entraba en la sala junto a ellos.

Ginevra Weasley haca aparición, la muy cusca.

A Ron casi se le cae la mandíbula de la impresión y Harry otra vez casi se hace en sus boxers infantiles. ¡El pervertido!

Él pensando lo peor, cuando su hermana se veía… no había palabras para describirla, pero se veía fresca como una lechuga.

Hey, momento…

¿Lo que traía puesto era una camisa de hombre?

Maldición… y al parecer era lo único que traía sobre ella… la muy… hija de su madre… a Molly Weasley, le daría un infarto si viera a su hija como una… como una…

-Tu… ¿Cómo… Te…. ¡Ginny!- fue lo único que pudo articular.

Su hermanita, muy quitada de la pena rodeó con sus brazos la cintura de Harry. Mientras le daba un beso en el hombro desnudo, su amigo pareció relajarse ante tal hecho y a Ron le dio algo en el ojo derecho, que lograba apenas controlar.

El pensando que rescataría a Ginny de alguna perversión o final desastroso, y ella ahí abrazaba de Harry, como si de cualquier domingo en familia se tratara.

La muy cínica. Toda la culpa la tenía el cabrón de Harry Potter.

¡Lo iba a castrar, por tocar a su hermana!

Y por alguna extraña razón Harry lo supo por que se escondió detrás de Ginny.

Su hermana lo observó con una sonrisa retadora mientras se cruzaba de brazos y le alzaba una ceja, interponiéndose entre el pervertido y él. Una actitud que conocía muy bien y que significaba: ¡Problemas!

Sip… Ginny no pondría las cosas fáciles.

-¿Cómo se atreven?… esto no está bien… ¿Cómo pueden estar haciendo lo que estaban haciendo? Algo que ni siquiera lo quiero imaginar… Ustedes dos no… ¡NO!-

-Ron no tiene nada de malo… es lo que se supone que las parejas hacen… -

A Ron casi le da un infarto por la desfachatez de su hermana.

Buscó ayuda en su esposa pero esta, solo los observaba con incredulidad, y si no la conociera bien, se tragaría su cara de seriedad, pero sabía que Hermione trataba de no sonreír, pero estaba fallando de sobre manera.

-¡Pero no los que no están casados Ginny! – Ginny rodó los ojos y eso lo exasperó más, -Tú sabes como es Harry, ahorita eres tú, pero la próxima semana ya no lo serás...

-Ron cállate…

-No Hermione… tiene que saber a que se atiene con Potter… -

¡¿Por que su hermana le sonreía como si estuviera diciendo puras estupideces?

Y su amigo lo veía como si en cualquier momento saltaría para golpearlo, no le importó.

-Lo que están haciendo esta mal. Eso solo lo hacen las personas que están casadas. –sentenció.

-Por favor Ronald… ¿te recuerdo una escena en el baño de los prefectos?... Hermione y tú no esperaron tanto tiempo para hacerlo… -

-Hey a mi no me metan en esto. – dijo Hermione.

-Si Ginevra, no la metas… no estamos hablando de nosotros, estamos hablando de ti y de este… este individuo. -

-Ronald deja de decir tanta estupidez…

-¡Deja de comportarte como una mujerzuela!

¡Chaz!

Cuando las palabras salieron de su boca supo que la había cagado y a lo grande.

Todo pasó de prisa.

Hermione contuvo el aliento, Ginny lo veía con incredulidad y el puño de Harry impactó en su mandíbula haciéndolo volar por sala.

-Nadie le habla así a mi mujer… ni siquiera tu Ronald Weasley… como te atreves a venir a mi casa a insultarme a mí y a mi mujer.

¿WTF? ¿Su mujer?

Harry no era posesivo y muy pocas veces había visto a si de furioso a su amigo.

La mandíbula le dolía como el infierno. Harry tenía un buen gancho derecho. Hermione se acercó para ayudarlo a levantar. Mientras Ginny trataba de tranquilizar a Harry. La forma en que Ginny lo tranquilizó fue perturbadora para él.

¿Cómo se atrevía Ginevra a besarlo de esa forma?. Podría jurar que la lengua de ella esta en la garganta del pervertido. Ver así a su hermana era asqueroso, o ¿cómo su ex-mejor amigo se atrevía a tocarla de esa forma posesiva y dominante?.

Sabía que se había pasado con su comentario pero no se disculparía… no señor, no lo haría.

-Yo confiaba en ti Harry… y con esto me pagas, tratando a mi hermana de esa forma… mi hermana no es una cualquiera… la deberías de respetar y tu Ginevra, te deberías de dar a respetar… - y no quería sonar como un hipócrita pero con Harry y Ginny era diferente, se suponía que eran amigos, no, se corrigió, los mejores amigos… mejor debería de pensar en otro cosa, antes que le empezara de nuevo a latir el ojo.

Así que mejor, seguía vomitado todo lo que tenia que decir, para que su hermana entendiera que aquello estaba mal - Sabes como es Harry con las mujeres…– Casi se muerde la lengua con lo que iba a decir porque él y Hermione… bueno… no había esperado mucho, pero ese detalle se salía del tema. - Lo que hacen, solo lo hacen las personas casadas. – dijo seriamente ganándose la mirada de incredulidad de los tres, pero algo no estaba bien, por que Ginny le sonrió de forma radiante.

-Perfecto – Dijo Ginny sin perder la sonrisa.

No podía creer la astucia y desfachatez de su hermana, y eso lo encabronó un poco más.

-Ginevra Weasley como te…

-No Ron, Potter. Ginevra Potter.

.DA.

Fue el único pensamiento coherente que tuvo Ron al tiempo que Ginny le mostraba el anillo de su mano de izquierda.

Si fuera con el dedo de en medio, Ginny le estuviera diciendo una vulgaridad. Tampoco le importó.

¿Potter? ¿Ginevra Potter?

¿Los Potter?

Mierda…

El tic nervioso del ojo, le empeoró de forma repentina y violenta. La sangre se le subió a la cabeza y por alguna razón sabía que le daría mínimo un derrame.

La mandíbula casi le pega al piso, observó a Ginny después a Harry, quien tenía rodeada con sus brazos la cintura de ella. Luego observó a su esposa, quien ya no ocultaba su sonrisa, si buscaba ayuda en Hermione no la encontró.

-¡Hermione! ¿No les vas a decir nada?

-¿Felicidades? –

-¿Qué?-

-Gracias – Dijeron los traidores con grandes sonrisas en sus rostros.

-Hermione ¿Qué?… diles algo. No eso… diles… no sé… regáñalos… ¡algo!-

-Ron por Dios, ¡es lo que querías!-

-¿Qué?-

-Querías a alguien que amara a tu hermana… ¿Quién mejor que Harry? … Ronald míralos…-

-No… - dijo sin voltearlos a ver y haciendo un berrinche como cualquier niño de cinco años. No quería ver como Harry tocaba a su hermana. Casados o no, no quería ver a su hermanita en esa situación, con la lengua dentro de la garganta de su mejor amigo.

-Ron no te comportes como un niño… Se aman, se casaron, Su-pé-ra-lo...

-Pero…

Observó como la traidora de su esposa se acercaba a su hermana y a su amigo para felicitarlos, se suponía que Hermione lo apoyaría en las buenas y en las malas.

¿Por qué no lo apoyaba en eso?

No le quedó de otra que mirar a su inocente hermana, que estaba seguro que ya no lo era tanto, gracias a Harry "el Cabrón" Potter.

Ginny parecía brillar de felicidad, se veía tranquila, relajada y feliz, mientras hablaba con Hermione y le enseñaba el anillo que llevaba en el dedo, pero lo que más le impactó fue la mirada de Harry. Tenía un brillo especial, parecía embobado con ella, la miraba con devoción, como si su hermana fuera la cosa mas preciada del mundo para él. Harry debió de sentir que lo observaban por que lo miró y le regaló una pequeña sonrisa.

Una sensación extraña se le formó en la boca del estomago. Hermione como siempre tenía razón, lo superaría. Después de todo quien mejor que Harry Potter para soportar a Ginny Weasley.

No estaba preparado para aceptar que tenían razón, pero sabia que iba por buen camino. El resto de sus hermanos también lo tendrían que superar… con el tiempo.

Los tres lo miraron como esperando un comentario de él, cosa que lo hizo sentir incomodo.

Ginny rodó de nuevo los ojos, mientras apoyaba su espalda en el pecho de Harry, quien le sonreía de oreja a oreja, Hermione bufó murmurando algo que sonó a "Weasleys", se acercó a él tomándolo de la mano mientras lo arrastraba por la puerta, se sentía como un niño al que habían regañado después de romper algo.

Antes de salir, se detuvo de pronto. – Vamos ya Ron…-

Los miró de nuevo, Ginny y Harry parecieron entender lo que vendría.

-No hemos terminado… aún me deben muchas explicaciones…-

-¡Adiós Ron!- le dijo Ginny entre risas, cosa que lo ofendió por alguna razón, pero después arreglaría cuentas con su mejor amigo y su hermana, si Hermione no lo mataba antes.

-¡Ronald!

-Ya voy…- suspiró con resignación antes de seguir a su mujer fuera del departamento de su…. ¿cuñado?... respira Ron… ¡respira!... de nuevo el maldito Tic le apareció en el ojo.

Harry observó la puerta cerrarse tras sus amigos, la carcajada de Ginny de alguna forma lo tranquilizó. Se giró en sus brazos y lo besó, como siempre lo hacia con pasión, amor y con cierta posesividad.

Ginny no tenia ni idea de lo que le provocaba cuando la tenia así entre sus brazos, o a lo mejor si lo sabía.

Definitivamente su Gatita sabía exactamente lo que provocaba en él.

Le sonrió de una forma felina. Algo tramaba Ginny, ella se apoyó en el respaldo del sofá donde todo había empezado para ellos, y él se acercó a ella de forma instintiva.

-Señora Potter…

-Señor Potter… - le respondió ella al tiempo que se mordía el labio inferior, esa mujer lo iba a matar algún día, lo sabía.

-¿continuamos donde nos interrumpieron esposo mío?-

-Dioses Si… -respondió mientras se acercaba a ella desabrochando poco a poco su camisa, la respiración de ella se fue haciendo cada vez más elaborada. Le fascinaba que Ginny se pusiera sus camisas, más cuando sabia que no había nada o solo una diminuta ropa interior debajo.

-Te amo Harry…-

-y yo a ti amor…-

Recorrió con sus manos el exterior de los muslos de ella, provocándole un gemido que sabía que solo él podía provocar en ella, le robó un beso embriagador. Uno que sabía al mejor Whisky de fuego o al paraíso juntos, ya no le extrañaba que su mente trabajara con palabras poco varoniles, a Ginny le encantaban.

-¿Vamos a ser atacados por el resto de tus hermanos?-

-Lo mas probable – Le contestó con una sonrisa.

-Creo que todo salió mejor de lo que esperaba… – comentó a la ligera, tratando de prolongar el encuentro.

Sus manos siguieron recorriendo los muslos, y las caderas de ella, hasta llegar a la parte de la piel que estaba debajo de la camisa que aun llevaba puesta. Ella le sonrío de nuevo, confirmando que su esposa algo tramaba.

-Si… aunque de todos modos ya se iban a enterar...

-Mmm… murmuró Harry mientras recorría con su boca el cuello de su esposa, le encantaba llamarla así - ¿Por qué esposa mía? –preguntó por fin, sin impórtale sonar asquerosamente meloso, Ginny ronroneó ante la simple pregunta.

-Cuando se me note... – esas palabras lo trajeron de alguna forma a la realidad.

-¿Qué?

-El embarazo...

El corazón se le detuvo y la respiración igual.

Observó a Ginny quien lo veía con una sonrisa enorme. - No me veas así, es tu culpa después de todo.-

¿Qué? Pensó.

¿Embarazo?

-Si – contestó Ginny como si pudiera leer sus pensamientos.

Mierda… los Weasley lo iba a castrar.

Fue lo ultimo que pensó, antes de escuchar la carcajada de Ginny, y de que todo a su alrededor se volviera negro.

Sip.

Harry Potter caía desmayado a los pies de su esposa, con un sonido sordo. En definitiva su Gatita algún día lo mataría. Pero moriría como un hombre feliz.

Por que lo mejor de todo, era que su vida juntos, no terminaba ahí.

Fin


N/A:

Lo que sucede después, bueno, queda en la imaginación de todos ustedes. Simplemente les diré que no les fue tan mal, con el resto de la familia.

No me odien pero hasta aquí termina esto.

Si alguien se pregunta, ¿dónde quedó Mister Harry? O ¿Por qué no hizo aparición?, recuerden que los dos últimos capítulos están contados a través de los ojos de Ron, Hermione y Harry.

Y a mister Harry solo lo conoce Ginny y por supuesto todas nosotras (y uno que otro lector por ahí, pero solo por lectura).


Muchas gracias por seguirme en esta historia. Me divertí mucho escribiendo esto, y espero que ustedes igual se divirtieran al leerla. Se supone que esto es el fin, pero quizás algún día les cuente que pasó después, o mínimo que sucede cuando un nuevo Potter llegue al mundo.

O escribir las aventuras de Mr. Harry en Ginnyland. =D

Me gustaría agradecerle a cada uno de ustedes los lectores y en especial a las personas que han dejado sus comentarios. Muchas gracias, por leer y apoyarme. Y espero que a pesar de que el final es cortó, esta historia les siga gustando. Sigo considerando FeeW una estupidez, pero es la mejor estupidez y la más gratificante que he hecho.

¡GRACIAS!


JOR, ASUKA, ANYA, ANATRIPOTTER, GUILIANI, JAVI, espero no olvidar a nadie pero en especial a ustedes que son con las que tengo mayor contacto. Sus comentarios son los que me ubican.

Muñe, te quiero.

Bita, vamos por más historias.

Cata… gracias por ver que esto tenía potencial. Recuerdas que no sabía si seguirle o no después del primer capitulo… así que gracias a ti y al resto de la tribu que somos parte de Chocolate y Menta me decidí a seguir con esta historia.

Silvia, dame un arrastre y unas pastillitas de ubicatex.

Gui gracias por el fanart, aun me sigue emocionando. Espero que esto al final te haya gustado. ¡Just a FeeW!


"Me despido, y de nuevo muchas gracias. Nos vemos en las próximas historias, por que aun hay más."

Déjenme saber que piensan de todo esto, aunque sea cortito espero en verdad que lo hayan disfrutado…

¡Gracias!