Holaaaaaa a todos, es te es mi primer fic, espero k les guste.


Capitulo 1: El comienzo y el final de todo

Bella POV

Hoy era un bonito día de Agosto, hacia ya un mes desde que llegue a Forks a pasar las vacaciones de verano, como todos los años desde que tenía 10 años y desde entonces siempre venia, pero ahora más que nunca ya que me esperaba él, mi príncipe azul, el protagonista de mis sueños, mi novio: Edward Cullen.

Eran las 12 y media del medio día cuando me levanté, recogí mi habitación y bajé a desayunar.

No había ni terminado de desayunar cuando mi movil empezó a sonar.

-Hola Edward –reconocí el número

-Hola amor, ¿qué tal estas?, ¿dormiste bien? Te he estrañado mucho.

Sonreí, desde lo que "hicimos" ayer en mi habitación nos habíamos puesto muy pero que muy cariñosos.

-Pues estar, estoy bien y creo que yo te estrañé más que tú a mí –dije con una enorme sonrisa.

-Mentirosa, yo te estrañé más, bueno eso ahora no es lo más importante. ¿Esta Charlie hay?, ¿puedo ir a tu casa para… discutir eso de quién estrañó más a quién?

Sonreí

-No, Charlie no está y creo que no volverá hasta la cena, y sí, claro que puedes venir a mí casa por también es tú casa.

-ok, entonces… ¿me abres la puerta? –dijo, colgó y de repente llamaron a la puerta

Dejé la taza del desayuno en el fregadero, ya la lavaría después, y después me fui a la entrada, me miré en el espejo y me acomodé el cabello. Sonreí y abrí la puerta.

-Hola a…-no me dejó acabar, se lanzó hacia mi y me beso con fiereza.

No me di cuenta de cómo lo hizo pero fue muy rápido: cerró la puerta me cogió en brazos y me subió a mi habitación.

Cerró la puerta de mi cuarto rápidamente y sin dejar de besarme ni un segundo me tumbó en la cama con el encima.

No podía resistirme más, rápidamente cogí su camiseta y se la quité dejando al descubierto su hermoso y bien formado cuerpo, y el hizo lo mismo con la camiseta de mí pijama dejando al descubierto mi sujetador azul oscuro.

-Me gusta mucho el azul, pero aun así estas mas guapa si esto –susurró en mio

Oído t me quitó el sujetador.

Su boca dejó la mía para bajar por mi cuello y por mis hombros…

Mientras tanto yo me las ingenié y le quité sus jeans de color azul oscuro que tanto me gustaban.

Sus manos, que se encontraban a cada lado de mi cara, se posaron en mis pechos y fueron bajando hasta la goma del pantalón de mí pijama. Edward paseó sus manos por el interior de mi pantalón hasta que no aguanto más y me lo quitó.

Volvió a juntar sus labios con los míos, y sentí como su lengua jugaba con la mia.

Mis manos, que reposaban en su espalda, bajaron hasta la goma de sus boxers, los agarré y los bajé.

Después giré poniendo a Edward debajo de mio, separé sus labios de los míos y bajé besando y lamiendo sus abdominales hasta llegar a una de mis partes favoritas de su anatomia. Lo besé y lamí, escuchando sus gemidos, eso era música para mis oídos.

Seguí así hasta que él no aguantó y me subió para poder volver a besarme.

Se giró y me puso debajo de él y ahora fue él el k bajo por mi cuerpo besando y lamiéndome y ahora era yo la que gemía de placer.

Puse mis manos en su cabellos y lo atraje hacia mis labios, luego abrí las piernas y en ese momento nos movimos en perfecta sincronia.

-Más rápido –susurré entre beso y beso.

-¿Qué? me parece que no te he oído bien –dijo disfrutando de mis gemidos.

-Más…rápido –dije gimiendo.

-Ok

Y nos movimos más rápido.

No pude soltar un gran gemido cuando nos convertimos en uno, y al parecer eso lo excito más, ya que no dudo en repetir todo el proceso desde el principio.

Desperté y miré que el reloj marcaba las 3 de la tarde.

Suspiré, no me quería mover de hay.

Estaba tumbada sobre Edward.

Le besé en los labios y el me correspondió.

-Buenas tardes mí Bella Durmiente –dijo y me abrazó fuertemente.

-Buenas tarde mí príncipe azul –dije y lo volví a besar.

El me abrazó muy fuerte y correspondió mi beso hasta que se quedó sin aire y nos separamos pero el volvió a la carga y me besó en el cuello trazando un caminito desde mi clavícula hasta mi mentón.

-¿Nos damos una ducha? –pregunté.

Ni si quiera respondió, solo me cogió en brazos y me llevo al baño.

Nos dimos una buena ducha de agua caliente que relajó nuestros músculos.

Después de salir del baño y vestirnos y volver a besarnos bajamos a la cocina.

Ya eran las 5 y media de la tarde y estábamos hambrientos así que decidimos hacernos una riquísima merienda-cena.

Ya eran las 8 y media de la noche cuando vino Charlie.

-Hola chicos –saludó y se fue a la cocina a por su cena ya preparada.

-Hola -contestamos Edward y yo a coro y luego nos echamos a reír.

Ya eran las 9 de la noche cuando subí a cambiarme y cogí mis cosas. Mañana habría fiesta en la casa de los Cullen y si no estaba desde por la mañana Alice me iba a matar.

-Adios papá –dije y le di un beso en la mejilla.

-Adios corazón hasta mañana, que os lo paséis bien.

En todo el trayecto a casa de los Cullen no solté la mano de Edward ni un segundo. Al llegar, Edward bajó rápidamente y corrió hasta la puerta del copiloto de su flamante volvo para abrirme y ayudarme a salir para que no me diera en la cabeza.

Nada más entrar Alice bajó las escaleras y me raptó pero antes de ceder con tanta facilidad, Edward, que me tenía agarrada de la cintura, me besó y luego dejó que Alice me raptará y me llevase al cuarto de Rosalie.

Bien, ahí comenzó mi tortura. Se pasaron la noche poniéndome mascarillas, peinándome y buscando la ropa de mañana y un montos de cosas más.

Eran las once cuando nos fuimos a dormir. A las once y media ya estaban dormidas Ali y Rose asi que salí con mucho cuidado de la cama de Alice (en la cual dormíamos las tres ya que era enorme como la de Rose) y me escapé hasta la tercera planta de la mansión Cullen.

Rápidamente entré en el cuarto de Edward y me fui a su cama.

Reí, estaba medio dormido, lo hice para un lado y luego me tumbé a su lado, el me rodeó y me atrajo hacia él.

-Te e engañado –dijo riendo débilmente- no estaba dorido.

-¿A no?, pobrecito habla en sueños –dije ocultando la sonrisa que luchaba por formarse en mis labios.

-Si estuviera dormido no haría esto –dijo y me puso debajo de él y empezó a besarme.

Yo me estaba divirtiendo mucho asi que seguí con mi juego.

-¡Qué guay mí novio es sonámbulo! –dije junto a sus labios.

-¿A sí? Pues se acabó me voy a dormir –dijo aparentando indignación y enfado.

-¡No! Yo quiero a mi novio sonámbulo, jo… con lo bien que me lo estaba pasando –dije cerca de su oído provocándole un escalofrío, mi mano que descansaba en su espalda bajó hasta el interior de sus boxer provocándole un bajo gemido de pasión, suspiré –pero en fin, si el nene quiere dormir… -dije sacando la mano de sus boxer y levantándome.

Cayó en mi trampa.

Rápidamente me cogió la mano, me atrajo hacia la cama, me tumbo y me abrazó.

-¿A dónde crees que vas? –susurró en mi oído.

Me estremecí, ahora tocaba en su casa.

Eran las 5 de la mañana, me desperté, me vestí y antes de volver al cuarto de Alice besé a Edward en la frente y vi como se movía en sueños.

-Descansa me ángel –dije muy bajito.

Entré en la oscura habitación de Alice y caminé despacio intentando no tropezar con nada pero, de repente oí unos pasos, no parecian saltitos sigilosos…corrí hasta la cama pero tropecé y me caí…gracias a dios no me hice daño y uno armé jaleo.

La puerta se abrió y por ella entro Alice, toda despeinada.

-¿Qué haces despierta tan pronto? –susurré sobresaltándola.

-Hay Bella ¡qué susto! –dijo llevándose una mano al corazón intentando hacer que no se le saliera- ¿qué que hacía despierta? Pues… no mismo te podría preguntar yo a ti

Me sonrojé y nos mandamos una mirada cómplice para luego echarnos a reir bajito para no despertar a nadie.

-¿Qué es lo que os resulta tan divertido? –dijo Rose entrando por la puerta toda despeinada.

La miramos, nos sonrojamos y sonreímos entonces volvimos a echarnos a reír pero enta vez las tres.

-Venga vamos a dormir las horitas que nos quedan –susurró Alice y rápidamente nos metimos en la cama.

Pi…

Pii…

Piiiiiiii…

¡PI…….!

-¿Quiere alguien apagar esa mierda? –gritaron los chicos a coro desde sus habitaciones.

Alice cogió el condenado/maldito despertador, que el diablo trajo del mismísimo infierno, y lo paró y después lo tiró al suelo.

-Vamos chicas –susurró Alice moviéndonos a Rose y a mi.

Nos levantamos y nos vestimos.

Yo me puse una camiseta azul oscuro, con un tirante que se pasaba por el cuello, y que al ser elástica realzaba mi pecho. Me puse unos mini shorts blancos y unas manoletinas muy bonitas, sin tacón y de color azul y blanco.

Rosalie llevaba un vestido como mi camiseta pero rojo chillón a juego con sus sandalias de charol rojo atada a la pierna y de tacón.

Alice llevaba puesta una mini falda negra con detalles floreados, una camisa palabra de honor y unos zapatos negros de tacón.

Nos tiramos casi toda la mañana en el baño peinandonos y maquillandonos, vale, ellas maquillaban y peinaban yo solo me quedaba quietecita en mi sitio y ayudaba en lo que podia.

Alice se peinó sus pelos de duende y se maquilló haciendose la raya del ojo y aplicando sombra, gloss, y colorete.

Rosalie se recogió el pelo yen un moño con varios mechones fuera, y se maquilló al igual que Alice.

Y yo…bueno a mi me cogieron el pelo en una sencilla pero preciosa coleta y me maquillaron, lo unico que no hicieron fue echarme colorete, no lo necesitaba.

Ya era casi la hora de comer, la hora de la fiesta.

Los chicos hicieron la comida.

Y asi todos juntos disfrutamos del maravilloso aniversario de Esme y Carlisle.

Al acabar el día Edward me llevó a casa.

-Hasta mañana –dije y le di un beso de despedida.

-No mañana no puedo verte, tengo lo del trabajo ese de verano con Tanya y estaré todo el día para asi pasar el resto del verano contigo.

-Vale… pues…Hasta pasado mañana –dije y salí del coche.

Esa noche no pude dormir bien tuve pesadillas.

-No Edward ¡no! –grité.

-Adios Bella.

-No Edward no te vayas no me puedes dejar…

Desperté a mediodía sofocada y sudando.

Me duché y desayuné.

Después me vestí y me fui hacia mi coche.

Me dirigía a la mansión Cullen. Estaba a medio camino cuando paré y me acordé que Edward no estaba hoy allí y si iba solo conseguiría un día de compras con Alice.

Suspiré

Me bajé del coche y me adentré en el bosque.

De repente oí risas y me acerqué al lugar de donde provenian.

Y entonces mi corazón se rompió para siempre.

Hay estaba Edward encima de Tanya.

Entonces me arme de valor y me acerque.

-¡¿Este era tu trabajo? ¿Ver cuanto tardaba Bella en enterarse de que Edward la engañaba? ¿o, era ver a cuantas chicas te tirabas este verano?! –grité furiosa.

Edward se despegó de los brazos y labios de Tanya y se acerco a mi.

Yo retrocedí.

-¡No, no te acerques a mi cerdo asqueroso! ¡no me toques! –dije cuando se acercaba a mi y me intentaba acariciar.

-Bella, puedo explicarlo –dijo.

¡¿ESPLICARLO?!,¡¿EXPLICARLO? , este no sabe quien es Isabella Marie Swam.

-¡¿explicar el qué, Edward? ¿explicar cómo me as engañado? No gracias, no necesito tus explicaciones Edward. Es más no te quiero volver a ver en mi vida, NUNCA, JAMÁS.

-Bella, por favor no, si te vas me muero.

-Si me voy te mueres…-dije pensativa- pues entonces mas razones para irme.

Y me fui corriendo hacia la camioneta.

-Bella, Bella –gritó Edward.

-Adios, Edward.

-No Bella, no te vayas no puedes dejarme…

Arranqué y llamé a Alice.

-Alice , me vuelvo a Forks –dije dejando un mensaje en el contesstador de su movil.

-Adios, espero volver a verte Alice, hasta siempre. Un beso de mi parte a todos menos a Edward.

Llegué a casa he hice la maleta.

Papá:

Me vuelvo a Phoenix, an sido unas vacaciones estupendas pero no aguanto más estar aquí, todo es tan…verde.

Me voy en avión no te preocupes, puedes vender el cohe lo entenderé, te llamo al llegar.

Te quiero.

Bella.

Dejé esa nota a mi padre, sabía que le dolería que me fuera pero él prefería mi felicidad a que me quedase a sufrir, si él supiera… no mejor no debería enterarse, mataría a…

No quise ni pensar su nombre.

Cogí un taxi y me fui al aeropuerto.

Compre un billete para el vuelo con destino Phoenix.

El avión salia en un cuarto de hora.

Mientras llegaba me posicionaba en la fila para entrar en el avión llamé a mamá.

Saltó el contestador automático, deje un mensaje diciéndola que no se preocupara que no pasaba nada malo que estaba bien y que me iba para Phoeix que mi vuelo llegaría a tal hora y que si podia que me viniese a buscar.

Una vez en el avión guarde mi maleta y me senté y ahí fue cuando me rompí completamente.

Ya no lo volveré a ver –pensaba.

Te hizo daño no mere que le veas, debe sufrir, si de verdad te quiso va a sufrir –dijo ota voz en mi mente.

Estube todo el camino llorando, no paré ni cuando aterrizó el avión, ni cuando vi a mi madre esperarme en el aeropuerto entre tanta gente.

Estaba abrazando a Phil cuando ya no pude más y todo se volvió negro.

Desperté en una habitación blanca.

Todo era blanco.

Las sábanas.

Las paredes.

TODO.

Entonces me di cuenta de que estaba en un hospital.

¿y ahora qué has hecho Bella, para estar en un hospital?

Tenía algo en el brazo…¡UNA AGUJA! Casi me muero, odio ls agujas.

Tenía algo pegado en la nariz, me lo iba a quitar pero pensé mejor y no toqué nada.

Me incorporé y vi a mi madre sentada en un sofá que parecía muy incómodo.

-Mamá –dije, ella despertó y me miró - ¿qué a pasado?¿Cuénto tiempo llevo aqui?

-Te desmayastes en los brazos de Phil,cariño. Pero tranquila estais bien.

-¿Estamos? ¿le hice algo a Phil? – dije alterada.

-Ssss , tranquila cariño, no es bueno que te alteres en tu estado.

-¿Mi… mi estado? –pregunte confusa.

-Cariño, has estados dos semanas durmiendo y, cariño ,estas embarazada.

Yo solo pude abrir los ojos como platos.

¡Genial Bella! Eres una adolescente, soltera y embarazda –pensé sarcásticamente.


Bueno, espero que hos aya gustado el primer capítulo.

El comienzo de mi fic

El final de la relacion de Edward y Bella de adolescentes.

Bueno, dejarme un review comentadme que tal os a parecido, darme si quereis consejos, criticas lo que sea.

Bueno un beso muy grande.