Disclaimer: Bleach y sus personajes no me pertenecen.; son propiedad de Tite Kubo. Esta historia es invención mía ¡No la tomes sin permiso!

"Consecuencias"

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Capitulo 1: "El Inicio de Todo"

El cielo se veía despejado y brillante, las nubes se movían como motas de algodón de azúcar. Era uno de esos días que le levantan el ánimo a uno, que le reponen las fuerzas y le renuevan la energía.

Por los pasillos de la onceaba división del Gotei 13 caminaba la Teniente Kusajishi Yachiru, pero, se equivocan sobremanera si creen que era la misma niña pequeña. La chica de cabellos rosados ahora tenía el aspecto de una joven de unos 17 años de edad. Con un cuerpo espectacular, un cabello largo que le caía en ondas por la espalda, un carácter dulce y despreocupado, una fuerza y reiatsu impresionantes, era el sueño de cualquier Shinigami que se considerara un hombre. Todo eso gracias a un experimento conjunto entre los Capitanes del cuarto y doceavo escuadrón: Unohana Retsu y Kurotsuchi Mayuri.

Al fin llegó al dojo de entrenamiento donde se encontraban Kempachi, Ikkaku y Yumichika.

-¿Me llamabas Ken-chan?- preguntó la chica por todo saludo.

-Sí, era para que recogieras unos papeles en la oficina de Kuchiki- Taichou.

-Ahh… Ya mismo voy Ken-chan.

La muchacha salió del dojo disparada cual centella en noche de tormenta y es que desde hacía meses había descubierto que en presencia del noble Capitán Kuchiki las piernas le flaqueaban, el corazón se le aceleraba… Aunque él nunca le dio motivos para sentir eso.

Al llegar a los cuarteles del sexto escuadrón vio a Renji sentado en su escritorio, ella lo miró y luego se le acercó para saludarlo.

-Buenos días Renji.

-¿Yachiru?- el pelirrojo la miró de arriba abajo y se sonrojo al comprobar por décima vez que la niña pequeña había desaparecido para dar paso a una mujer- Buenos días… ¿Qué se te ofrece?

-Quiero hablar con Kuchiki-Taichou.

-Voy a ver si te puede atender.

La Teniente rió al ver que Renji casi se cae antes de desaparecer por una puerta. Ya estaba acostumbrada a esa clase de reacciones entre los hombres del Sereitei. Casi todos se detenían a mirarla, excepto uno: Kuchiki Byakuya siempre era la excepción a la regla y eso en parte la molestaba. ¿Por qué? Fácil. La chica solo quería llamar la atención de Byakuya y él, no la notaba.

-Puedes entrar- anunció Renji

Yachiru entró a la oficina del Capitán Kuchiki y lo vio con los ojos ligeramente cerrados, se veía realmente guapo y sexy y…

-¿Teniente Kusajishi?

-Ah, sí Capitán. Vengo por unos informes, Ken-chan me mandó.

-Tenga – el pelinegro le extendió a Yachiru un sobre manila cerrado y con una mirada ella supo que él quería estar solo.

-Con permiso.

Yachiru salió echando chispas de la oficina rumbo a su Escuadrón. ¡Le dijo que se fuera con un gesto! Y no solo eso ni ¡la notó!, ¿Por qué rayos estaba enamorada sola? Un momento. A Kuchiki Byakuya le daba igual todo el mundo, ¿Por qué tendría que ser diferente con ella?, Definitivamente, estaba loca.

Llegó al dojo del onceavo escuadrón con una calentera mal disimulada. Le tiró el sobre manila a Kempachi diciendo:

-¡Toma Ken-chan, tu bendito sobre!

-Mijita ¿Qué te paso? ¡Qué carácter!- contestó Zaraki quechando el sobre.

-Teniente ¿Estas molesta?- preguntó Yumichika.

-No vale, ¿No me ves la cara de felicidad que tengo? Claro que estoy molesta.

-¡Ja! Si no me dices no me doy cuenta- dijo Ikkaku.

Más molesta todavía la Teniente Kusajishi salió del bendito dojo para caminar por las calles del Sereitei, necesitaba pensar y despejarse. Se paró frente una pared y al sentir el viento moviendo sus ropas sonrió.

Ella no tenía ningún motivo para estar molesta; es decir, se estaba arrugando gratis, como diría Yumichika. No teníu ningún motivo, causa, razón u circunstancia para su enojo anterior. Lo dicho. Al Capitán Kuchiki le daba igual todo el mundo, incluso a su hermana no le terminaba de abrir su corazón; ¿Por qué sería distinto con ella que no era arte ni parte suya?

-¿Teniente Kusajishi?

No, no puede ser.

-¿Sí, Capitán Kuchiki?

-¿Le entregó los informes al Capitán Zaraki?

-Sí señor, ya lo entregué.

-Dígale al Capitán que revise la página 15 por favor.

-Lo haré.

El Capitán Kuchiki así como llegó se fue y al hacerlo Yachiru pegó un saltito de Felicidad.

Y es que, en ese momento sintió que Dios le mandaba una señal, que ese encuentro fortuito con el hombre que creía amar no fue solo una casualidad… Que tal vez, solo tal vez ella podía hacer una diferencia.

Tal Vez ella podría ser la mujer derritiera esa coraza de hielo que tal vez cubría a un hombre cálido, atento y dulce.

Corrió al dojo de su escuadrón por tercera vez en la mañana y, para su sorpresa, seguían allí los "altos mandos" del onceavo escuadrón.

-Ken-chan, Kuchiki-Taichou te manda a decir que revises la página 15 del informe que te traje ahorita.

-Como sea.

-Ken-chan, voy para que Shunsui-chan.

-¿Sabes? A veces pienso que tú y Kyoraku tienen algo…

-Si, si, lo que digas Ken-chan.

La silueta de la pelirrosa salía del dojo del onceavo escuadrón rumbo a las oficinas del octavo…

Continuara…