Capítulo final: La promesa de un milagro
Serían las siete y media de la mañana. Un par de traviesos ojos castaños se abrieron al nuevo día. Quiso seguir descansando, total, era sábado y preocuparse por las tareas escolares no cruzó por su mente. Pero recordó su promesa de traer a temprana hora a su ahora novia de regreso a casa, y lo mismo se aplicó a él. Salió del saco de dormir, estirándose y bostezando en silencio, porque Henry aún dormía y Ryo no estaba. Y en silencio, salió de la habitación.
Entró al cuarto de baño para lavar su cara y humedecer su revuelto cabello. No tardó en salir y encontrarse con una linda niña que le sonreía aún adormilada.
-Buenos días, Takato.
-Buenos días, Juri –se dieron el primer beso del día- ¿Dormiste bien?
-Sí, muchas gracias. Espero que tú también –entró al baño e hizo la misma acción que su pequeño novio- Mucho mejor, en cuanto llegue a casa iré directo a la ducha. Por cierto, ¿has visto a Rika?
-Supongo dos alternativas: Se levantó y se fue sin despedirse, o está con Ryo en alguna parte.
-Espero que estén juntos, sería muy romántico –en ese preciso momento sintió los delgados brazos del chico rodearla y acercarla a su cuerpo- Takato.
-Supuse que te gustaría, nuestro primer abrazo como novios, jeje. Espero y sean muchos –sonrió juguetonamente-
-Yo también, de verdad.
Permanecieron así por un momento, en silencio. Unos pasos se acercaron, eran sus amigos.
-Buenos días, chicos.
-¡Hola, buenos días! –Respondió muy animado sin romper el abrazo- Madrugaron.
-Él me hizo madrugar, estaba soñando…
-Conmigo –completó el tamer legendario, recibiendo un suave codazo y contestó estrechando aún más el abrazo- Pero así pudimos ver un hermoso amanecer. Y ustedes se ven muy bien juntos. ¡Felicidades!
-Gracias, Ryo –respondió Juri- Espero que nos volvamos a reunir con más frecuencia, sería divertido. Y esperemos que en la siguiente reunión Henry ya tenga una novia –la pareja de niños rieron-
-Nos gustaría quedarnos más tiempo, pero yo debo cumplir la promesa de regresar sana y salva a esta señorita a su casa. Quería esperar a Henry, pero por lo visto… jeje.
-No importa. Le diremos cuando despierte. Nosotros nos quedaremos más tiempo. Total, mi reina Digimon no tiene horario de regreso.
-¡No exageres, también quiero llegar a mi casa! Tengo hambre
-No te preocupes, sé cocinar, ¡jaja!
-Nosotros nos vamos. Muchas gracias por la reunión, me divertí mucho.
-A ustedes por venir. Estaremos en contacto. Hasta luego.
-¡Hasta luego! –Tras calzar sus zapatos, la joven pareja cerró la puerta-
-Sin duda ellos son una linda pareja. Aunque ni ellos ni nosotros comprendamos todavía qué significa el amor –aseguró Rika sin romper el contacto con su novio-
-Pero si estamos dispuestos a correr el riesgo, comprenderemos qué significa. Bien, después de almorzar te llevaré a tu casa y en la tarde te veré de nuevo.
-¿Para qué?
-Nuestra primera cita como novios. Te invitaré al cine, iremos a cenar y después daremos un largo paseo por Tokio.
-Me parece perfecto. ¿Sabes qué pienso? Estás loco.
-Sí –la besó con suavidad- pero loco por ti.
-Me enloqueces, Ryo.
Hacía media hora que amaneció, y las personas ya transitaban con prisa hacia sus trabajos a pesar de ser fin de semana. Los dos niños enamorados caminaron tranquilos y en silencio entre los usuarios del subterráneo de Shinjuku. Nada les preocupó, sólo vivían ese momento, y el sueño aún no se desvanecía completamente de sus cuerpos. Takato reprimió el impulso, pero Juri simplemente apoyó su cabeza en el hombro del chico y se quedó dormida. Él simplemente la miró sonriendo.
El trayecto de regreso a la estación oeste fue tranquilo y sin complicaciones.
-Juri, despierta –dijo moviendo su hombro con suavidad-
-¿Ya llegamos? –ante la afirmación de su novio, ella se levantó y frotó sus ojos para desperezarse-
No hubo palabras. Los dos niños se tomaron de la mano y salieron de la estación con rumbo hacia la casa de Juri.
-Takato, ¿crees que volveremos a ver a nuestros amigos Digimon?
-¡Claro que sí! Tal vez no hoy ni mañana, pero estoy seguro que algún día nos reencontraremos y nunca nos volveremos a separar –auguró con el naciente espíritu de un profeta- La prueba está en tus manos, Juri.
-Tienes razón. En verdad esto es tan emocionante que –su mirada inocente brilló convencida y segura- me parece increíble. Con frecuencia pienso que fue un hermoso sueño.
-Los sueños, como la imaginación, son nuestros grandes poderes. Nuestra fe los hace una realidad. Yo no pierdo la esperanza. ¡Lo creo profundamente!
-Y yo puedo sentirlo. En verdad crees en lo que dices, no sólo son palabras. Yo también creo. Creo en un futuro reencuentro, como también en lo que siento por ti –concluyó con un gracioso sonrojo-
-Yo también. Tal vez aún seamos muy pequeños para comprender lo que sentimos, pero no lo hace menos especial. Pero si tú lo quieres, Juri, y si así lo deseas lo descubriremos juntos.
La pequeña se giró para quedar frente a frente, en un encuentro de miradas cargadas de luz, inocencia y seguridad. Un abrazo como símbolo de su unión, un juramento implícito, una declaración intitulada de un naciente amor. Un beso risueño, candoroso y silencioso selló aquellas palabras nacidas del corazón.
-Así será, te lo prometo, Takato.
-También te lo prometo, Juri.
Cuando se dieron cuenta, habían llegado a la residencia Kato.
-Bien, aquí estamos. Muchas gracias por todo, Takato.
-Soy yo quien debe agradecerte por la oportunidad que nos hemos dado.
En esos precisos momentos, se abrió la puerta.
-Ah, por fin llegaron, niños.
-Hola Papá, buenos días.
-Buenos días, señor Kato. Aquí estamos como lo prometí.
-Muy buenos días, niños. Muy bien hecho, Takato. De ahora en adelante, cuando quieran salir, sólo tienen que decirme.
-Muchas gracias, señor Kato. Tengo que retirarme, también debo llegar temprano a casa, jeje.
-Ve con mucho cuidado, Takato. Saluda de mi parte a tus padres.
-Así lo haré, hasta pronto. Hasta pronto, Juri.
-Hasta pronto, Takato –no hubo beso de despedida, pero no fue necesario. Cuando el corazón lo sabe, todo lo demás sale sobrando-
-¿Te divertiste, Juri?
-¡Si, papá! La pasé muy bien.
-Me alegro por ti. Quiero escucharlo todo, pero eso será en el desayuno –padre e hija ingresaron en su hogar. Tal vez ella no lo ignorara: su padre observó un cambio profundo en su hija. Ya no era la niña de hace algunas horas. Seguía siendo su pequeña, pero interiormente se convirtió en una mujer convencida y madura. Se sintió orgulloso y feliz-
Takato corrió por las calles que conocía como atajo hacia su casa. Casi daban las ocho y media y seguramente sus padres le esperaban para desayunar. Apresuró sus pasos.
Pero dejando de lado aquello, el líder de los elegidos se sentía muy feliz. Aquella noche y esta mañana fueron diferentes a cualquiera de su vida, serían las primeras de una larga cadena de experiencias que le aguardarían en las siguientes etapas de su vida. Antes que cualquier niño de su edad, ya había tomado de la mano a la niña de sus sueños, se le había declarado con la ingenuidad de un pequeño y la madurez de un adulto, y lo mejor de todo, dio y recibió su primer beso, que para siempre sería un recuerdo bello y divertido.
Con mucho mayor ímpetu aceleró hacia su casa, pero tomó una desviación por el parque de Shinjuku, aquél memorable espacio donde vivió su mejor amigo y otro yo digital, el sitio de sus primeras batallas y el escenario de la despedida y tal vez del reencuentro.
-Digo siempre que nos reencontraremos, pero yo sé que Guilmon y yo nunca nos hemos separado. En este mundo o en el otro estamos juntos, en nuestras mentes y en nuestras almas. Somos un único ser, y como tal, nunca nos hemos separado. Algún día estaremos juntos en un mismo mundo, eso es diferente a estar separados. Algún día…
Pero una presencia olvidada le interrumpió. Sintió su cuerpo rendirse ante la calidez de una fuerza invisible. Sí, no podía ser otra sensación que la fusión suprema, pero ¿por qué ocurría sin su par digital? La respuesta ya no importó.
Se dejó llevar, dejó fluir la luz de su interior, con la cual se fusionó.
Sus ojos, cerrados por impulso, se abrieron lentamente.
-¿Qué pasó? –Levitó en una atmósfera acogedora y poderosa, pero muy conocida. Sintió su cuerpo desnudo, y el poder de la energía del fuego protegerle en esfera vital. Entonces lo supo- ¡No puedo creerlo!
Rodeado por sus juguetones amigos digignomos, se descubrió en el mundo digital, flotando sobre la atmósfera y la frontera entre los universos. Contempló boquiabierto aquella maravilla, cuál éxtasis místico, a semejanza de las regiones celestiales. Continuó contemplando, sin preocuparse por el transcurso del tiempo ni el movimiento del espacio.
Volvió a cerrar sus ojos, y al abrirlos se descubrió de regreso en su mundo, con un vestigio de aura luminosa que se desvaneció al materializarse por completo. Aquello en definitiva no fue un sueño, sino la consumación de un milagro. De nuevo, incomparable con todo, su ser se inundó de felicidad.
El fenómeno apenas duró un par de minutos, pero en el mundo humano el tiempo transcurre de diferente manera. Miró su reloj: ¡Diez de la mañana!
-¡Ahh! ¡¡Estoy en problemas!! –y corrió a todo lo que sus piernas dieron-
Cuando finalmente puso un pie en su casa:
-¡Takato, llegas tarde!
-¡Lo siento mucho mamá! ¡De verdad lo lamento! Pero tuve que acompañar a Juri a su casa como acordé con su padre.
-Entonces eres un novio responsable, Takato –bromeó el comprensivo padre-
-¡Sí, papá! –Ahora sus padres fueron los sorprendidos-¡Tengo hambre! –Se dirigió a la cocina para tomar su desayuno de pan y leche, y subir a su habitación-
-No te comas todo el pan –su madre no terminó de creer lo que escuchó- Fue tan rápido, ahora nuestro hijo tiene una novia –pese a su desconcierto, se sintió muy feliz por su primogénito- Cielos, está creciendo asombrosamente rápido.
-Nuestro hijo siempre será nuestro pequeño, y siempre tendrá corazón de niño. Tarde o temprano, algún día maduraría, era inevitable. Pero nunca lo dejaremos solo, querida. –Aseguró sólidamente su esposo-
-Cuando tenga dudas, le aconsejaremos y ayudaremos. Y él, lo sé, se hará cargo de todo. Es capaz de grandes proezas. Lo sé, cariño.
Orgullo por una primera formación excelente, y profundo amor hacia su descendiente.
Tras consumir su desayuno, el líder de los Tamers aplazó su baño. No podía dejar de pensar en lo recientemente ocurrido.
-Sigo sorprendido. Aquello fue real, estoy convencido. Fui testigo del poder de la creación, del que tanto mi papá me ha hablado. Ahora sé que los sueños se hacen realidad y que los milagros existen. Y algún día, nuestras oraciones serán escuchadas y entonces, lo sé… otro milagro ocurrirá –sonrió convencido y seguro-
Sin duda no lo comprendía todo, pero sus palabras y pensamientos ya no eran los de un niño. Ahora era todo un pequeño gran hombre, el líder ideal y el modelo de héroe perfecto que da todo por los sueños, la vida, la amistad y el amor. Era cuestión de tiempo, condición de esperar, para iniciar, individualmente y con sus seres amados, una nueva etapa y vivir una nueva gran aventura.
¿Fin?
Y después de tanto tiempo, por fin pude terminar mi primer fanfic de Digimon Tamers. Tal vez no fue lo que contemplé al principio, sé que fue mucho mejor. Me siento satisfecho con el resultado y con todas las nuevas ideas que inserté en este escrito, que sin dejar de lado mi estilo filosófico y cargado de reflexiones, se conserva fresco y digerible, tal vez no apto para todos, pero disponible para quien lo desee.
Lo prometí. Para quien sepa leer entre líneas, la sorpresa está implícita. Está de más cualquier palabra que diga al respecto. Dejo su descubrimiento como tarea final.
Quiero agradecer en especial a Juri Di Lammermoor, quien siguió mi historia desde el inicio. Prometo que seré recíproco contigo, tu historia "Viaje a las montañas" ya captó mi atención, como lo fue tu tierna historia "Pan de queso", que me inspiró un detalle entre Takato y Juri. Muchas gracias por tu preferencia y tus reviews. Y a todos los lectores anónimos de Fanfiction y a los miembros de que se tomaron un poco de su tiempo para leer mis locuras, jeje.
Por ahora esto sería todo. Espero que haya sido de su agrado. Me tomaré un tiempo para descansar, pero les aseguro que continuaré escribiendo fanfiction. No me despido porque por aquí seguiré. Nos "veremos" leyendo.
Atte.:
Escritor Fantasma/DukemonMCMLXXXV