Summary: "Advertencia: Cualquiera que esté leyendo este papel significa que no tiene nada mejor que hacer en su vida como para querer ver la mía, si estás dispuesta (o) a continuar te advierto que esto te dejará un fuerte trauma psicológico por su contenido".–"¿No crees que esta nota es exagerada para un diario, Ha-ru-no?"-,-"Eso no te incumbe, devuélvemelo, U-chi-ha"-

¿Cuál es la razón del titulo del fic? nunca se menciona literalmente en la lectura, pero te lo da a entender conforme lees. Es un AU y contiene algo de OCC pero tratare de no cambiar mucho las cosas. Por cierto, en este fic hablare en primera persona, o la mayoría, se supone que aquí me concentro en un personaje y siendo sinceros, uno no puede leer las demás mentes para saber lo que piensan.

Disclaimer: Naruto no me pertenece, le pertenece al gran Másashi Kishimoto, por cierto agregue tres personajes de otra serie, estos le pertenecen a las grandiosas Clamp (a ver si adivinan quienes son; solo uno aparecerá en esta capítulo), la trama de la historia y los demás personajes si me pertenecen.

-"Diálogos"-

"la mayoría de lo que este en comillas y cursiva son frases (del pasado) que nuestro personaje recuerda"

La "negrita" es para remarcar las cosas.

-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-: Flash Back, todo lo que este entre esas cosas será en cursiva.

º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º: Son cambios de escenas.

(Intervenciones mías): tratare de no hacerlas

Esto lo advierto antes de empezar, ella no se enamorara tan rápido y fácil de Sasuke, así que paciencia por favor.

Una cosa más (lo siento, lo siento): Este fic va dedicado a las dos chicas que me dieron su opinión y me dieron la confianza, y los ánimos para subirlo: MUCHAS GRACIAS a mi onee-chan (mony) y a Mareska-chan.

º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º

"Oh genial, otro día con suerte"

Por: Unknown-neko

Capítulo I: Viendo a Uchiha Sasuke

-"¡Eres un idiota!"-

-"¡Y tú eres una maldita perra!"-

Mmm... no otra vez.

-"¡ ¿A quién le dices perra, imbécil? !"-

Se escuchó un portazo. Sí, el vecino se había ido. De nuevo.

Me tallé los ojos para tratar de despertar, sabía que mi madre no tardaría en subir a ver si ya me encontraba despierta pero ¿Cómo no hacerlo cuando por vecinos tienes al señor Y la señora Keishitaro? En apariencia dos amables señores, en la "intimidad"; dos personas completamente diferentes ¿Y por qué pensar en mis vecinos cuándo puedo concentrarme en mi maravillosa vida? Ah sí, ya recuerdo, lo más interesante que hay en mi vida son mis vecinos, sin contar a mis padres claro.

Con un suave movimiento trato de quitar las cobijas de encima, de tela por cierto, algo ásperas, pero calientitas. Pongo mis pies en el suelo y un escalofrió recorre mi espalda al sentir lo frío de éste. Veo la ventana que está junto a mi cama y a través de los pequeños orificios veo a la señora Keishitaro regando las plantas, parecía tranquila, e incluso feliz, como si nada hubiera pasado...

Cansada de admirar a la mujer me dirijo a mi baño y justo antes de cruzar la puerta puedo observar aquel feo, aunque barato, calendario, busqué inconscientemente la fecha de este día y ¡bam! Me topé con un círculo enorme, de color rojo y a un lado con grandes letras, de color naranja, que decían "Primer día de clase. P.D. Evitar a toda costa que mamá me lleve (¡Es en serio!)".

Hice una mueca de fastidio por la primera línea, con la segunda casi suelto la carcajada, ya que aunque mi madre lo había malinterpretado porque pensaba que me avergonzaba de ella y de nuestra situación económica; no era cierto. Más bien era por el hecho de que había sido la idea de mi padre: me recordaba al puchero que hizo mamá.

Tonto. Pero funcionaba.

Al pasar pude observar el cuerpo desnudo de una chica, me iba a meter pero tenía que ver ese cuerpo de nuevo, regresé y… me vi.

Cuando observé el espejo una chica me miró con desdén, no sólo mi rostro sino todo mi cuerpo, empezando por mis pies, algo planos, un poco grandes ¿A quién engaño? Eran enormes. La mayoría de las chicas delicadas calzaba del cinco. Yo del seis.

Mis ojos subieron hasta mis piernas, del talón hasta mi muslo, eran algo gruesas, "tal vez se debía al ejercicio", genial otra vez me trataba de engañarme. Ya que, estaban terriblemente gruesas, eran gordas, eran-

Feas.

Con un suspiro agotado seguí mi recorrido, me salté la parte que más vergüenza me daba dándome media vuelta quedando de costado, observé mi parte trasera. Supongo que me conformo con ella, mi cintura y mi cadera pues... con decir que no sabía donde comenzaba una y terminaba la otra.

E inevitablemente vi mi pecho, mis ojos se entrecerraron casi automáticamente, eran tan pequeños, que incluso cuando dormía con "bra" mi madre me regañaba diciéndole que dejara a mis, ¿Cómo decía? Ah si, "deja a tus pechitos libres mi amor, si los dejas encerrados ellos no querrán crecer"Rodé los ojos. Madres.

Puse mis manos sobre ellos mientras volvía a estar frente a frente con ese ser, mis manos no alcanzaban a cubrirlos completamente y entonces al bajar las manos, les puse toda mi atención y con pesar pude afirmar que mis manos eran pequeñas.

Estiré mis brazos, esos no estaban tan mal. Los bajo de nuevo para esta vez dirigirme a mi cuello, la verdad creo que es la única parte que me gusta de todo mi cuerpo. Mi mentón, pues era, afilado, mi nariz, pues simple, mis orejas, esas sí eran, no, tampoco eran especiales, comunes, si, comunes era la palabra.

Tan comunes que nadie las notaría.

Mis dedos se dirigen a mis labios y veo que al presionarlos estos se hunden, me duele, se han enterrado en los brackets, frenos, frenillos, de esos. Mis dientes en su mayoría eran blancos, ¿la mayoría? Si, bueno, cuando tenía 9 años sus tíos la habían invitado a la feria, había tanta gente, que dos mastodontes, alias gorditos-adolescentes-sin-vida-social-corriendo-tras-una-fémina, como ella los nombró, la taclearon al tratar de alcanzar su objetivo. Resultado: ella sin dos dientes. ¿Lo malo? No eran de leche.

Malditos mastodontes.

El reemplazo de mis amados dientecitos habían sido dos pedazos de metal cubiertos por "color diente" obviamente eso era mentira, como ya había mencionado sus dientes eran blancos no amarillos pero cuando le indicó eso a su odontólogo éste le dijo "en unos años nadie lo notará"Gruñó. ¿Qué le habrá querido decir?

Nos miramos fijamente. Los vi verdes. Como los ojos de mi mamá. Sonreí. Lindos. Como los de mi hermana. Los odiaba.

Odio mis ojos.

Y mucho.

Con una mano traté de aplacar mis alborotados cabellos, producto de recién haberme levantado, el rosa, el color que más detesto; en mi cabeza, obvio no era natural ¿de qué hablo? De mi cabello, era color rosa, pero entonces si lo odiaba ¿Por qué no me lo pintaba de otro color? O mejor ¿Por qué me lo pinté? La respuesta era sencilla. Hasta un poco más de dos años, cuando fui a visitar a mi queridosy adorablesprimitos, estos decidieron jugar a "pinta todo lo que esté a nuestro alcance" con sus botellas de aerosol permanentes. Y en esos momentos ¿Quién creen que estaba a su alcance? Sí, yo.

Tuve la desgracia de dormirme en un lugar inseguro ante esos mocosos. Y lo peor: estos lo aprovecharon.

Quedé toda manchada, gracias a dios, mi cuerpo pudo salvarse mediante duchas diarias, mi cabello; no tanto. Por ello, mi madre decidió llevarme a pintar el cabello, al recordarlo hice una mueca, no me había gustado la idea, ni que decir de mi padre. Pero siendo sinceros, ninguno de los dos pudo negarle nada al final. Cuando vieron el "arcoíris" en mi cabeza, las chicas decidieron actuar; hicieron todo el proceso. Pero como siempre, algo tenía que salir mal. Se equivocaron de color.

En vez de un castaño claro como era mi color original, terminó siendo un rosa y no cualquier rosa: un rosa pastel. Un rosa chicle.

Bendita sea mi suerte.

Cuando vi el resultado, me enojé pero no les grité, jamás lo hacía. Aun así, al llegar a casa, solté las lágrimas que había estado reteniendo, yo adoraba mi cabello y me lo habían arruinado...

Quisieron volverme a pintar el cabello, pero no los dejé, y he ahí el cómo quedó. Rosa. En fin, y otro de sus tantos defectos: su frente era enorme. Y cómo cada día que hacía cuando ocurría esa revisión, llegó a la misma conclusión:

-"Cariño, ¿ya estás lista?"-

-"Si mamá, en unos minutos bajo"-

"Soy tan fea".

º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º

Mi madre estaba de espaldas al bajar.

-"Buenos días, cariño"- Me dijo mientras dejaba mi desayuno sobre la mesa. –"El desayuno está listo"-. Sonreí como respuesta.

Y no era cualquier desayuno, tostadas con mermelada y chocolate. Era una diosa.

-"Buenos días mamá"- Iba a darle una gran mordida, pero -"¿Sabes por qué se pelearon los Keishitaro esta vez?"-

Ok, lo admito, mi vida gira alrededor de los Keishitaro.

-"No estoy muy segura"-Hizo una graciosa mueca con un dedo en el mentón. 5. 4. 3. 2. 1.-"Pero Koshimaru-san…"- La otra vecina-"…me dijo que Keishitaro-san estaba con su amante en su casa"-

-"¿En esa casa?"- Señalé hacia la calle.

-"Sí ¿tú crees?"- Reía un poco.

No le encuentro la gracia. Keishitaro; qué mujer tan desvergonzada.

-"No adivinas que más"- Negué con la cabeza. Mordí mi tostada. Qué delicia.-"Pues él los cacho en, ya sabes... en pleno acto"- Esto último lo dijo tan bajo que creí no escucharlo.

Y entonces, procesé la información. Pobre tostada, o al menos lo que había mordido; la había escupido al atragantarme.

-"En pleno ¿acto?"- Me vio con ternura supuse que fue por la cara que puse, no estaba acostumbrada a hablar de ese tema.

-"No pongas esa cara, ya tienes 16 años ¿no?"- eso mismo me digo yo-"Sabes, hay más"-

¿Más? La palabra sorprendida es quedarse corta.

-"Cuando los descubrió, ella lo regañó porque los estaba interrumpiendo y le dijo que se largara porque estaba ocupada"- Dijo mientras había arrugado las cejas, estaba indignada.

Lo dicho. Qué mujer tan desvergonzada.

-"¿En serio?"- Afirmó -"Con este tipo de vecinos ya no se necesitan las telenovelas"- suspiré cansada de tener que escuchar cada cosa peor que la anterior y por si fuera poco; más dramática.

-"¿Verdad que no?"- Y al ver cómo le "brillaban" los ojos supe que mi madre ni se había fijado en el tono que usé. Rayos.

Volteamos al escuchar un suspiro cansado, papá entraba por la cocina, no hacía falta que lo dijera, sabía lo que pensaba: "Mujeres, chismosas por naturaleza".Y cuando estuvo tras mamá, la abrazó y la besó con delicadeza. Yo aparté la mirada.

¿Ya mencioné que odio esos momentos? ¿No? Pues los odio.

-"Basta cariño"- Mi mamá mientras reía tontamente, como siempre que sucedían ese tipo de cosas.

-"No pude evitarlo"- Mientras le daba una sonrisa ¿traviesa? Oh no. Ya empezaron.

-"Al menos esperen a que me haya ido"- Interrumpí con fastidio.

Mi padre me veía con culpa, pero sabía que no por esto, después de todo siempre lo hacían, era por otra cosa, algo que recordaba como sí hubiera sido ayer.

Ah sí, fue ayer.

-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-

¿Y la pregunta del año era?: ¿Por qué ningún chico se fija en mí?

Como todas las mañanas de un lindo domingo era siempre la pregunta que llegaba a mi mente o mejor: ¿Por qué no le puedo gustar a nadie? Ya que aunque a la mayoría de los chicos si le preguntabas que era en lo que realmente se fijaban en una chica para tener una relación seria, contestaban que la personalidad o carácter; dependiendo de chico. Ninguno se había fijado en ella. No es que ella fuera miss simpatía o la reina de las dulces y amables, para nada. Era sólo que sí alguien la llegara verdaderamente a conocer, tal vez, ya no pensaran lo mismo de ella.

No le quedaba más que suspirar.

Dirigí mi mano a mi tocador para tratar de buscar mis lentes, estos eran ovalados, no eran de botella, ni nada de eso. De hecho, eran bastante normales ¿Por qué decía eso? Una vez puso en la Internet su problema y uno le contestó "tal vez el problema son los lentes, deberías ponerte de contacto" le hice caso, me los compré y… no pasó nada. Nadie lo notó. Tal vez fue porque sólo se los mostró a sus padres pero, sí ellos no lo habían notado, que me veían todo el santo día, no creo que nadie más lo notara.

Y mañana, mañana sería el primer día a clase, entraría a la preparatoria ¿Qué puedo decir? Pues mi mamá está emocionada. Incluso más que yo.

Al entrar a nuestra sala la veo barrer, me voltea a ver, sonríe, para luego seguir haciendo lo que unos segundos dejó atrás.

¿Saben? Mi mamá no es la mujer más hermosa, era algo bajita y no tenía buen cuerpo, supuse que por los 3 embarazos, pero ahora que lo pensaba ¿Qué era lo que papá había visto en ella? Después de todo mi padre era alto, inteligente, incluso guapo y estaba segura que fue de los típicos chicos "populares" de su escuela, ya saben, de aquellos que no se fijan en gente como mamá, en gente como yo ¿Por qué digo eso?

Uno: Yo sé que no entro en una buena escala social en la escuela por no decir que soy de las más bajas.

Dos: Mi padre dice que soy una-casi-réplica de mi madre a su edad.

Como ven, yo no tengo esperanzas. No conozco el secreto de mamá:

¿Cómo le había hecho mamá para que se enamorase de ella?

Ni idea.

-"Cariño ¿te pasa algo?"- Mi mamá me miraba tan fijamente que por unos segundos me hizo sentir incómoda ¿Cuánto tiempo me había quedando viéndola como idiota? No lo sé, pero por el rostro de preocupación de ella, me indicaba que; para mi mala suerte, había sido mucho.

-"No mamá, eh, nada de nada"- Mi risa salió con toques de nervios-"De pura casualidad ¿has visto a papá?"- Traté de cambiar de tema ante su inquisitiva mirada.

-"Mi amor, sabes que los domingos siempre va al garaje a tratar de arreglar su antigua moto"- Dijo rodando los ojos. Nunca le gustó. Pobre.

-"¡Gracias mamá!"- grité mientras corría al garaje, había algo de suma importancia que tenía que hablar con papá.

¿Qué parte de mi mamá le había gustado? Si, era una buena pregunta, nada más llegara se la diría.

-"Oye papá"- Llegué, ni volteó-"¿Puedo hablar contigo un segundo?"- Estaba hincado frente a su moto con una llave en mano, sin mencionar que estaba lleno de grasa.

-"Claro amor, te escucho"- Anunció girando un poco la llave.

No me estaba poniendo atención.

-"Es sobre algo de suma importancia"- Traté de decir lo más seria que pude. Aunque de tan nerviosa que estaba, apretaba con fuerza los bordes de mi bombacho pantalón.

-"¿Qué es lo qué necesitas, cielo?"- Su voz se dulcificó mientras tenía sobre mí sus ojos marrones.

Ahora sí me puso atención.

-"Pues veras yo, ah, pues t-tú"- Vamos tú puedes, hazle la pregunta -"Y-yo t-tengo"- Vamos, yo sé que puedo ¡suéltalo!-"Tengo… un problema existencial"-

Oh bien hecho, soy todo un genio.

-"¿Problema existencial?"- Lo vi parpadear. La comisura de sus labios temblaba ligeramente.

El muy idiota se estaba burlando.

-"¡Papá! Esto es cosa seria ¡Deja de burlarte!"- soltó una pequeña risotada-"¡y no te rías!"-

-"Lo siento, lo siento"- Supe que estaba haciendo un gran esfuerzo por lo rojo que se ponía. Rodé los ojos. Padres -"Pero ¿Por qué no me dices a que te refieres? Sí quieres preguntar, hazlo"-

Me conocía bien. Lo subestimé.

-"Está bien, aquí va ¿preparado?"- lo vi asentir. Ok. Aquí voy –"¿Por qué te enamoraste de mamá?"- Lo vi alzar una ceja.

-"¿Eso era todo?"- Parece confundido- "Pensé que sería algo de más importancia y pues… fue su manera de ser la que me enamoró, cielo"-

Aww se ve te tan lindo sonrojado y es q- espera ¡ ¿Qué! ? Esto es muy importante, demasiado. Necesito saber que se hizo mamá para enamorarlo y me dice: ¡ ¿Qué no es importante! ?

Hombres.

-"No me refiero a eso, digo, a ver, trataré de plantearla mejor"- Entrecerró los ojos, supuse que estaba confundido-"¿Qué fue lo qué te intereso de mamá?"-dije despacio y suave.

-"¿No es la misma que la anterior?"- No. ¡No!. NO.-"Cariño ¿te sientes bien? Estás muy roja"- Perfectamente papá.

-"Si papá, es sólo, que no pareces entender"- Estaba comenzando a enojarme-"A ver, trataré de plantearla aún mejor ¿Ok? Aquí va"-Pensé muy bien lo que iba a preguntar –"¿Qué es lo que te atrajo... físicamente de mamá, cuando la viste por primera vez?"-Pregunté mientras lo veía fijamente.

-"¡Ah!"- Hizo una mueca de comprensión. Por fin. Por fin iba a saber que era lo que podía mejorar de mi aspecto para que los chicos pudieran fijarse en mí. Por fin mis esperanzas...-"Nada"-...se fueron de golpe.

-"Nada ¿de nada?"- Estaba consternada. Mi papá había regresado su atención a su moto. ¿No le importaba que me haya desilusionado por su respuesta? Giró la llave. Al parecer no.

-"No amor, nada de nada"- dijo mientras me veía de reojo –"¿Te encuentras bien?"- Alzó una ceja.

-"Si papá, estoy perfecta"- me volteé para que no viera mi triste sonrisa –"Iré a mi cuarto un rato"- Corrí sin escuchar su respuesta.

Cuando subía las escaleras escuché algo de que la comida pronto estaría lista, o algo parecido. Llegando a mi cuarto me aventé a la cama cayendo de espaldas, y en mi mente parecía haberse grabado en fuego la segunda –importante- conclusión de mi vida.

No tendría novio ya que ninguno se fijaría en mí.

...

Nunca sería como mi hermana.

-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-..-

-"Ya deberías irte, sino llegaras tarde ¿no crees corazón?"- Dijo mi mamá un poco preocupada

-"Tienes razón mamá"- Volteé a ver a papá y le sonreí, eso pareció tranquilizarlo -"Nos vemos en la tarde"- Dije saliendo de la casa escuchando "¡Suerte!"

Definitivamente la necesitaría.

º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º

Llegué a la escuela en una pieza entera pese a que estuvieron a punto de atropellarme dos veces. Algo me decía que éste no sería un buen día.

Miré su reloj, aún faltaba media hora para que tocaran la campana así que fue al lugar en el que pasaba más tiempo: la biblioteca.

Llegar a ella no fue tan difícil, después de todo, la semana entre los exámenes extraordinarios y los cursos de verano, que es cuando la escuela estaba más vacía, yo había asistido para que me entregaran los horarios, la combinación y llave de mi casillero -por sí olvidaba la primera- la lista de libros, el porcentaje de beca que se le podía dar y aun cuando no fue mucha, la acepté gustosa.

¿Han escuchado que cuándo un hermano (a) tiene beca completa, al otro hermano se le dificulta tener siquiera el 50%? ¿O cuándo este segundo (a) hermano (a) consiguió el 50% al tercero se le dificulta todavía más ya que sólo puede conseguir de 10% a 25%? Sí bueno, lo supe cuando entré a Bachillerato Básico era por ello que traté de sacar las mejores notas, así mi padre no tendría que trabajar de: Lunes a Sábado o mi madre no tendría que levantarse tan temprano para preparar pasteles y así poder venderlos algún día de la semana.

-"Lo logré ¡lo logré! me quede en el 'B' ¡Sí!"- Escuché gritar a alguien cuando pasó corriendo. Genial, otro idiota que había dejado los niveles a último minuto. Inútiles. Y ¿De qué hablaba el tipo? Fácil, la escuela Konoha-kage era la más prestigiosa y por lo tanto, todas sus "áreas" se dividían: La primaria era conocida cómo lo genins, los de Bachillerato Básico cómo chuunin y nosotros, los de Bachillerato superior: éramos los jounin. Cómo los jounin eran los más privilegiados, la escuela tenía más cosas: canchas, salones, deportes, talleres, incluso la educación era diferente. Pero a cambio debías de aportar un buen nivel a la escuela. Por ello, si pasas de Bachillerato básico, tienes que ir a presentar un examen.

Dicho examen tenía sólo algunas materias: Matemáticas, Historia, Física, Química e Ingles. Las demás materias las tomabas con tu respectivo año. Si tenías un nivel muy bajo en alguna de esas materias te quedabas en el grupo 'A', que eran los de primero, eras medio bueno en la materia: grupo 'B', que eran los de segundo y sí definitivamente te salía casi todo el examen bien el grupo 'C' era el indicado, que eran los de ultimo año.

Ella se había preparado mucho para ese examen así que se quedó en 3 avanzados: una en el grupo 'B' y dos en el 'C'. No muchos lo habían logrado pero, eso no fue lo que le impresionó al director, ni mucho menos el nivel de inglés que había logrado al estar en el 'B', fue porque en los dos grupos 'C' que se quedó, la mayoría no lo hacía. Matemáticas y Física. Me sentía satisfecha. No sólo porque hice que la secretaria se fuera para atrás de la impresión. Era por otra sencilla razón.

Yo había hecho revolución.

Sólo yo.

Sin darme cuenta, ya estaba frente a la biblioteca, entré y no pude evitar pensar 'Qué lugar tan majestuoso'. Parecía de la realeza, sólo faltaban los candelabros. Escritorios finos de madera, computadoras: último modelo, tapiz rojo mármol. Y pensar que pasaría tres años metida ahí. Jamás me había alegrado tanto de ser un ratón de biblioteca.

Maravillada con mi nuevo "hogar" fui al escritorio, aunque ésta era como un cuadrado. Tal vez cubículo, sin cubrir la parte de arriba claro. Lo primero que hice al llegar fue tocar dos veces sobre él.

-"Eh, s-i ya-a vo-oy"- Me respondió una voz nerviosa y temblorosa. No pude evitar reír.

-"Tranquila, soy yo"- dije con voz alegre. Vi que una chica se alzaba, cabello negro, ojos azules, piel blanca. Katherine Straightford. La bibliotecaria. Mi mejor amiga.

-"Ay me asustaste, pensé que era el director"- Había un toque de reproche en su voz. Le sonreí, a diferencia de mi, ella era linda, delgada, con algunas curvas, aunque su único defecto era que siempre que platicaba con alguien se ponía nerviosa y balbuceaba. Excepto con sus amigos. Para ser sincera, otros dos tipos y yo. Sí tan sólo le pusiese más empeño a ese cabello suyo...

-"Lo siento ¿me dejas pasar?"- Señalé dentro de su escritorio, o cubículo. O lo que sea que fuese esa cosa.

-"¡Claro!"- Se río suavemente. Yo todavía me preguntaba como es que jamás había tenido novio, lo tenía todo. Incluso su voz, que tenía acento inglés, era delicada y…-"¿Hay alguien ahí?"- mientras pasaba su mano frente a mi cara.

-"Muy graciosa Kat"- Le detuve la mano. Así la llamaba yo. Kat. Me gusta como suena... Sonaba a novela barata. La vi reír más abiertamente. Pasé al dichoso cuadrado y vi la torta que estaba sobre la silla-"Ajá, con que comiendo en su hora de trabajo señorita"- Traté de imitar la voz del director. Supe que no me salió al verla soltar una carcajada.

-"Oh, lo siento mucho señor, no volverá a pasar"- Maldita. Se burlaba de mí. Pero aún así reí. Trataba de aprovechar estos momentos porque a la hora de clase, no había nadie con quien bromear, o con quien pasarse recaditos, con quien burlarse de algo. Nada. No es que no tuviera otros amigos. Porque el conserje cuenta ¿verdad?

Sí, sí cuenta. Era tan especial que sí no tuviera padre, estaba segura que lo nombraría como tal.

Estábamos sentadas en el piso cuando escuchamos la puerta abrirse, no le hicimos caso, ya que yo tenía hambre por no haber desayunado. No. Unas mordidas no cuentan. Lo vi. Era sándwich de pollo. Odiaba el pollo y más en sándwich.

-"¿Quieres intercambiar?"- Me tendió su torta.

-"No gracias, siento que traicionaría la cocina de mamá"- Era verdad, por más que odiara esa cosa no podía intercambiarla. La escuche reír. Le di una mordida. Sabía asqueroso.

-"No creo que sea ese"- Escuchamos a lo lejos una voz ¿sensual? Sí, creo que si.

Kat estaba pálida.

-"Oh por Dios, es él"- Dijo mientras volteaba a verme. Parecía asustada. Y es que sino fuera por que agarré la torta ésta hubiera pasado a mejor vida.

-"¿Quién es él?"-Alcé una de mis cejas a Modo '¿De qué carajos me hablas?' On.

-"Él, es Uchiha Itachi, ya te había contado sobre él"-Uchiha Itachi, Uchiha Itachi ¿Quién era Uchi-? Ah ¡Uchiha Itachi!

Uno de los profesores más amados y codiciados por la mayoría de las chicas. Incluida Kat. Sí, Kat estaba enamorada de Uchiha Itachi, del profesor de historia. Ugh, odio la historia.

-"Así que por fin conoceré al famoso Uchiha Itachi"- murmuré mientras le daba otra mordida al estúpido sándwich.-"Y ¿Por qué no vas con el?"-

-"¿Estás loca? ¡No puedo hacer eso!"- Levanté mi ceja ¿Por qué no? -"Además, a diferencia de Bachillerato Básico, no puedo dejar éste lugar vació"-Bingo.

-"Si quieres yo te cubro"- Abrió la boca. Para negarse lo más seguro –"Sabes que puedo hacerlo, ya lo he hecho otras veces"-

-"Ese no es el problema"- Me dijo mientras agachaba la cabeza, su cabello empezaba a cubrirle todo su rostro.

-"Vamos, hazlo"- Le di un leve empujón con mi hombro –"Yo sé que quieres"- Le sonreí con picardía. Pude ver como se sonrojaba. Me sonrió y se levantó.

Me asomé para ver lo que hacía, esta se acercaba a tres personas, dos hombres: uno de traje, otro informal y la chica era una combinación de ambas. A esa distancia no los pude observar con exactitud, pero podía ver que uno tenía cabello negro y lacio amarrado en una especie de coleta, el otro tenía cabello color chocolate, bastante alborotado; eran guapos. Y por último la chica tenía el cabello rubio agarrado a una coleta alta, era muy bonita.

Justo cuando iba a ver con quien de los tres se acercaba… se escuchó un golpeteó sobre mi lugar de guardia.

Volteo a ver al idiota que me había interrumpido pero en vez de una cara, vi un papel. Alcé una ceja ¿Quién demonios me había puesto ese papel en mi cara? Para averiguarlo me traté de levantar pero una voz me detuvo.

-"¡Disculpe! ¿Podría darme estos dos libros? es que tengo entendido que solo aquí puedo recogerlos dattebayo"- Agarré el papel, efectivamente, sólo podían conseguirse en el escritorio de la bibliotecaria. Me llamó la atención su voz, era masculina pero con un extraño tinte de efusividad y a la vez juguetona, jamás había escuchado una voz así. No lo quise hacer esperar, así que agarré el libro correspondiente de la estantería de atrás, se lo tendí, de nuevo alcé mis ojos para verlo. Ya podía ver la piel bronceada del chico, la camisa semi-abierta, el pecho-

Y un papel evitó mi recorrido. De nuevo.

-"¿Éste es el libro que quieres?"- Pregunté mientras agarraba la nota, este chico era otro al anterior ¿Cómo lo supe? Porque la mano del primer chico era bronceada. Esta mano, era blanca.

-"Hn"- ¿Qué clase de contestación era esa? Ni me molesté en tratar de averiguar quién era el chico que había solicitado el libro, de seguro era de los deportistas ricachones que se creía mucho para hablar con la "bibliotecaria". Un maleducado. Me volteé dispuesta a encontrar el libro del maleducado, vi mi último pedazo de sándwich; me lo comí.

Concluí que había sido muy mala idea ¿Por qué? Nada serio. Sólo…me estaba muriendo ¡Y con un trozo de pollo!

-"Oye teme"- no llegué a escuchar muy bien la juguetona voz del chico pues desde hacia rato que empecé a toser fuertemente. Sentía mi garganta desgarrarse.

-"Déjala dobe, quiere llamar nuestra atención"-

¿Qué? Yo me estaba ahogando ¿Y ese idiota pensaba que lo hacía por ellos? Ni siquiera cuando se muero pensaban en mí...

Cálmate, no te estás muriendo, sólo, te estás ahogando ¡Y sí no tomas agua tal vez sí muer-! ¡El agua! ¿Cómo no lo había pensado antes?

Me agaché y con una mano agarré la botella, con la otra traté de quitar la tonta tapa, que por cosas del 'destino'; no quería ser sacada la muy desgraciada.

-"Maldición, por eso odio el pollo"- Nunca maldecía, al menos no en voz alta, pero ésta era una ocasión especial, el pollo parecía querer vengarse porque me lo comí. Ya estaba muerto por el amor de Dios ¡ ¿Qué no sé podía quedar en paz! ?

Excelente, ya me estoy volviendo loca.

Cuando la bendita tapa al fin cedió, tomé el agua lo más rápido que pude, quería toser de nuevo; pero logré tranquilizarme.

Abrí los ojos despacio, no me había dado cuenta que los tenía cerrados, todo era borroso. Los lentes se habían caído, al parecer no habían sobrevivido al brusco ataque de tos. Traté de buscarlos y entonces lo vi… era gordo y grueso, su nombre en la etiqueta, me sonaba ¿Dónde lo había escuchado? Y de repente lo recordé.

¡Era el maldito libro que ese grosero buscaba! Me iba a levantar cuando ¡Eureka! hallé mis lentes.

En cuanto a ese sujeto, yo le diría las cosas que pensaba de él y su estúpido egocentrismo. Sí, estoy más que decidida.

-"¡Aquí está tu maldito libro!"-Me levanté y azoté el libro sobre el escritorio, éste tambaleo pero no me importó, mi grito se había escuchado por toda la biblioteca... pero tampoco me importó -"¡Y déjame decirte algo imbécil!"- Tomé aire y me puse mis lentes. Grave error. Todo mi coraje se fue directo al caño cuando lo vi.

Cabello negro y un toque extraño de color azul, supuse por la luz, corte extraño, pero a él le quedaba fantástico. Una ceja alzada, la otra quieta, ambas firmes, se veían tan bien. Ojos negros, electrizantes, misteriosos, pero tan fríos. Nariz recta y puntiaguda. Labios carnosos y seductores...

-"¿Y bien, qué me dirás?"- Voz profunda y excitante.

Decir que me quedé como idiota era poco.

Y me di cuenta de lo que pasaba.

1. Le había gritado al chico más guapo y sexy que había visto en toda su vida.

2. Me había quedado en shock, no sólo frente al chico, sino frente a todos los presentes.

Y 3. La campana empezó a sonar.

Mierda.

To be continued…

º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º

Jaja, hasta aquí llego el primer capítulo ¿les gusto?

Bueno, éste es mi primer fic así que pido de favor que si quieren corregirme algo o decirme que no les gusto de éste, no lo hagan agresivamente, ya saben: groserías, insultando (que viene siendo casi lo mismo) ese tipo de cosas. Se los agradecería mucho.

Sé que el capítulo fue bastante largo, si no les gusto o fue tedioso, díganmelo y yo haré los próximos más pequeños. Por cierto ¿alguno notó que jamás mencioné el nombre de la chica? Sí, bueno, todo tiene una explicación, ya lo verán en el siguiente capítulo.

¿Qué más? Ah sí, dejaré el nombre del siguiente capítulo para que se lo vayan imaginando: "Conviviendo con Uchiha Sasuke"

¿Reviews?

/Unknown-neko/

Nota: Acabo de leer esto, lo corregí, madre santa. Qué asco. En verdad que parecía que yo odiaba los acentos, en fin, me agradan todas aquellas personas que les gustaba o les gusta el fiction. Los amo a todos.