Quiero dar una disculpa por mi super tardanza -.- si supieran cuantas veces escribí este último capítulo (Dios, es difícil terminar un fic jeje) no quería dejar incógnitas (o no tantas muahaha) además de que no me decidía a meter o no más personajes. Eso sí, me alegre de haber matado a Akainu en este fic (Oda debió hacerlo también T.T) en fin, esos fueron los factores internos, los factores externos fueron la mierda de examen de Cálculo que reprobé y que me mandó a especial (les ahorro el cm me fue con mando superior u.u) lo cual se tradujo en estudiar en vacaciones y tener restricción de internet.
Bueno, sin más preámbulo daré una pequeña explicación. Como no me gustaba del todo ningún final, opté por ponerlo en diferentes capítulos (descuiden, todos van incluidos en este) e incluir un par de pequeñas viñetas a petición del público (DRauny y Hime chan) que son totalmente off fic. Ahora bien, estos capítulos están situados a lo largo de 8 años después del capítulo XXIX. Les puse un par de hijos a las parejas (pensaba ponerlas en una segunda parte del fic pero no estoy segura de si habrá o no segunda parte, aunque ideas no me faltan XD) E incluí a Kaya (si ya sé, mega Disney que me quedó el final jajaja) Zoro y Robin tuvieron tres hijos: dos gemelas Kuina y Olvia y un hijo llamado Saúl; Luffy y Nami tuvieron dos: Shanks y Bellemere; y finalmente Sanji y Frieda también dos: Ai y Chazz. Al final del fic pongo una pequeña reseña de cada personaje y dejo el link de mi blog donde subí algunos fanarts de cm imagino a los psjs. Sobre advertencia no hay engaño: no soy muy buena dibujando XDD Espero que les guste y gracias a los que siguieron leyendo hasta el final :D
xxx. Epílogo.
El honorable capitán Usopp (Usopp, Kaya y Chopper)
(N/A: tengo unas ganas locas de escribir más sobre esta pareja XD)
Kaya se había unido a los Mugiwara más o menos desde hacía un año. La habían encontrado por casualidad ejerciendo como doctora en una isla de Grand Line. Con afán de evitarle problemas a la gente, había dejado su isla natal dejando su fortuna en manos del fiel Merry. Corrían ciertos rumores de que Kuro aún andaba tras ella. Los rumores no tardaron en verse confirmados: Kuro le seguía los pasos muy de cerca. A raíz de ello, había terminado en el Sunny, donde era completamente intocable. Sanji se había quedado prendado de ella apenas verla, y de no ser por Frieda, Kaya habría sido víctima de sus acosos. Usopp seguía igual de atento con ella, algo que no dejó de acarrearle ciertos comentarios maliciosos al respecto, principalmente por parte de Zoro, Franky y Nami. Lo cierto era que entre los dos había algo más que una simple amistad, y una vez que el narizón hubo vencido la timidez y el miedo de perder su amistad, le declaró a Kaya lo que sentía y a nadie le sorprendió que dieran el siguiente paso. En ese momento Kaya contaba ya con cinco meses de embarazo, lo cual ponía Usopp tanto eufórico como preocupado, pues la constitución de Kaya seguía siendo frágil. Chopper no se separaba de ella ni por un momento, manteniendo su embarazo completamente bajo control. Para tranquilizar a Usopp le contaba que había mujeres que se hacían más fuertes después de dar a luz. Entre Chopper y Kaya había nacido una fuerte amistad, en un principio simplemente profesional, pero más abierta al transcurrir de los meses. Tomando en cuenta su estado delicado, Chopper no permitía que Kaya bajara a las islas en las que anclaban, algo que nadie podía recriminarle tomando en cuenta el revuelo que Luffy y Zoro solían ocasionar. Su deber era pues cuidar el barco. Ese día no fue la excepción. Todos habían bajado a la isla dejándolos a ella y a Chopper a cargo. Se entretenían jugando ajedrez en cubierta, cuando el sonido de pasos los hizo ponerse en guardia.
-Vaya vaya… una mujer embarazada y un tanuki para cuidar un barco pirata. La tripulación debe estar liderada por un idiota-vociferó un tipo con barba descuidada y cara de matón. Lo único a destacar de él era que llevara un uniforme de la marina. Iba acompañado de dos hombres, los tres eran bastante fornidos. No era que representaran un gran problema para Chopper, pero tampoco podía arriesgarse a separarse demasiado de Kaya. Uno de los marines se acercó a ella, pero fue repelido por una embestida de Chopper que lo mandó directo al agua.
-Quédate detrás de mí Kaya –indicó mientras se ponía en guardia.
-Jajaja interesante transformación tanuki, ¿Akuma no mi acaso? pero no te servirá de mucho. –el que había hablado primero y que al parecer era el líder, alzó una pistola y apuntó directo hacia Chopper. No era que una bala le preocupara, pero si intentaba esquivarla irremediablemente la bala le daría de lleno a Kaya- ¿Morirás por esa muñequita? Jajaja –tiró del gatillo y Chopper sintió como se le encogía el estómago, pero al tiempo que el gatillo retrocedía para liberar la bala, ocurrieron dos cosas: el otro tipo que acompañaba al líder recibió un impacto directo en la frente y se desplomó inconsciente, el líder mismo lanzó una maldición al sentir como una piedra golpeaba con fuerza su muñeca provocando que la bala saliera desviada. Entonces unos pasos más allá del tonakai cayó una ligera red de un material parecido al metal.
-¿Kairoseki? –preguntó sobresaltado pensando en lo que habría ocurrido si esa red llegaba a capturarlo. Kaya habría quedado completamente indefensa. Usopp había llegado justo a tiempo. Parado en la barandilla del Sunny intentaba recobrar el aliento. Era evidente que había corrido mucho para intentar llegar a tiempo. -¡Usopp! –exclamó Chopper con lágrimas de alivio en los ojos. El marine no estaba nada contento.
-Tú… maldito, has dejado inconsciente a mi segundo al mando. –lo fulminó con la mirada.-No te lo perdonaré- apuntó con la pistola directo a Chopper nuevamente. Era muy bueno haciéndolo, ya que esta vez la red si alcanzó a tocarlo, y aunque el renito hizo esfuerzos por soltarse, lo único que logró fue enredarse más. – Quédate ahí animalejo, me encargaré de ti cuando le haya dado su merecido a este tip… aghh –Usopp no había perdido el tiempo, ya tenía sus municiones listas, un huevo con olor desagradable había ido a parar directo a los ojos del tipo. – Maldito… -masculló mientras intentaba quitarse la clara de los ojos. Sin embargo, no teniendo control de su vista, no lo tenía tampoco de su equilibrio, trastabilló un poco y cayó de sentón, justo encima de un montón de shurikens. Gritó con toda su alma pero Usopp no le dio ni un minuto de reposo. Siguió lanzándole todo lo que tenía a su alcance. Para cuando se cansó, el marine era una especie de masa informe repleta de hinchazones y moretones y estaba completamente inconsciente. Chopper observaba la escena totalmente admirado. Ni una sola vez había visto a Usopp titubear o con intención de huir. Cuando se trataba de Kaya, Usopp no retrocedía. Su nakama se acercó a Kaya y le preguntó si estaba bien. En seguida se agachó junto a Chopper para liberarlo.
-Oi Chopper, buen trabajo.-lo felicitó. Chopper sonrió radiante antes de exclamar:
-¡Usopp eres genial!
Un viejo conocido. (Sanji, Ai y Drako)
Era rubia y de ojos grises. Su nombre era Ai (Amor), y Zoro siempre espetaba con ironía que era justo el nombre que se pensaría que el ero kuku le pondría a un hijo suyo. Esa mañana se había levantado temprano con una idea en mente. Un postre que seguro les gustaría a todos. Apareció en cubierta llevando una charola sospechosa a mediodía con una sonrisa entusiasmada dirigida hacia sus dos primeras víctimas. Zoro y Robin sabían muy bien que tal entusiasmo no auguraba nada bueno.
-¡Les encantarán! ¡Los invente yo misma!- Robin observó con recelo los pastelillos… Por qué eran pastelillos ¿No? Ai había heredado el amor de Sanji por la cocina, pero no precisamente el talento. Lejos de seguir recetas y perfeccionarlas, Ai se daba a la tarea de realizar diversos inventos culinarios, los cuales se clasificaban en deliciosos, aceptables e incomibles. Y cada nuevo invento guardaba la terrible aprehensión de no saber que podías encontrarte.
-¿Qué son? – preguntó solo para estar segura mientras tomaba uno y lo metía a su boca. El sabor del chocolate estaba en su punto.
-Aceitunas glasseadas rellenas de salsa de mango y pimienta envueltas en tocino con orégano y cubiertas de chocolate.-la explicación del que era el "pastelillo" salió sobrando tan pronto como Robin lo mordió, clasificándolo al punto en la categoría de incomible. Ai la observaba expectante mientras Robin intentaba sonreír para no desanimarla. A su lado, Zoro hacia enormes esfuerzos por mantener el rostro imperturbable. Por suerte para ambos, Luffy irrumpió atraído por el olor de los bocadillos. Ai no tuvo ni que ofrecérselos cuando Luffy ya se había metido poco más de la mitad de la charola en la boca... el resto fue a parar a la boca de Shanks, (N/A: el hijo de Luffy XD) que también tenía el maravilloso sentido del olfato para detectar comida que tenía Luffy.
-¡Deliciosos! – exclamaron a un tiempo con la boca llena. Ai sonrió radiante.
-¿De verdad? ¡Prepararé más para comerlos de postre! –la idea no sonaba muy atrayente, pero Ai ya había salido corriendo rumbo a la cocina mientras cantaba a voz en grito. Sanji alcanzó a detenerla antes de que siguiera causando destrozos en la cocina. Habían llegado a una isla esa mañana.
-Ai, ¿Quieres ir conmigo a comprar la comida? –la pequeña asintió y ambos bajaron. Como siempre, Ai se divertía a lo grande ayudando a Sanji a escoger ingredientes, y para Sanji era agradable tener alguien que lo acompañara. Estaban frente a una verdulería cuando Ai vio al otro extremo de la calle una repostería. Fascinada se acercó, sin darse cuenta que estaba siendo cuidadosamente observada por un extraño. No se percató de su presencia hasta que lo tuvo frente a ella. Alzó sus enormes ojos grises para ver el rostro del desconocido. Era atractivo, y sus ojos la hicieron pensar automáticamente en el chocolate. Le dedicó una de sus sonrisas chimuelas de siete años, y luego de unos segundos, él le correspondió la sonrisa.
-Tienes unos ojos muy lindos –comentó, y al notar que Sanji estaba cerca una sonrisa se tornó irónica – Así que al final si se quedó contigo… -Ai no entendió a que se refería, pero para Sanji esas palabras solo podían hacer referencia a alguien.
-Así es pedazo de dragón mierdoso. – sacó un cigarrillo y lo encendió antes de agregar con tono casual - Ella te buscó durante meses… creo que aún no renuncia a encontrarte.
-Eso lo sé. Pero yo nunca me dejé encontrar. – Sanji lo miró con sorpresa, pero en lugar de darle una respuesta concreta, Drako le dio la espalda y se despidió. – Siempre estaré vigilando, como lo he hecho hasta ahora. Tal vez nos volvamos a ver algún día. –volvió a sonreírle amablemente a Ai – Hasta luego Ai. Dile a tu padre que no fume cerca de ti.- su sonrisa, siempre cambiante, se volvió burlona mientras veía por última vez a Sanji antes de dar vuelta en la esquina.
-¿Cómo…? –volteó hacia Sanji confundida- ¿Cómo sabe mi nombre papá? ¿Quién es él? ¿Lo conocí antes?- Sanji apagó su cigarrillo.- ¿Es amigo tuyo? –Sanji dudó. ¿Cómo podía definir la relación que tenía toda la tripulación con Drako? Había sido su presunto nakama, aunque en realidad era su enemigo, y finalmente había sido un aliado. Era difícil catalogarlo.
-Es un viejo conocido…-aseveró finalmente. Ai tenía aún muchas dudas, pero Sanji no tenía respuestas. Las respuestas las tenía Drako, pero encontrarlo iba a resultar tan difícil como siempre, incluso estando en la misma isla. -¿Continuamos? –Sanji le extendió la mano y ambos continuaron recorriendo la ciudad.
¿Inoue? (Frieda, Chazz e Inoue)
Frieda y Nami tenían algo en común: ambas amaban ir de compras. Y ahora que amabs tenían hijos, disfrutaban enormemente pasar las horas eligiendo ropa para ellos. No era que eso hiciera muy feliz a Shanks (a decir verdad le daba lo mismo) o a Ai, quien siempre prefería ir de compras con Sanji, así que los únicos que no podían escabullirse eran Chazz y Ellie (N/A: Bellemere). Aun así siempre era difícil saber qué tramaban este par, ya que Ellie siempre estaba en las nubes y Chazz siempre había sido un niño callado, misterioso y a diferencia de Ellie que siempre expresaba lo que le venía a la mente, era difícil saber que pasaba por la cabeza de Chazz.
La isla en la que habían anclado ese día, era famosa por los bailarines que ahí vivían, y precisamente ese día, había una exhibición pública de ballet clásico. Nami y Frieda estaban embelesadas, seguramente soñando con sus hijas vestidas con un lindo tutú rosa. Ninguna de las dos le prestaba atención a Chazz, que era sin duda el que más atención estaba poniendo. Cuando se iba a terminar esa pieza, al tablado subió una joven que sin duda era bailarina principal. Nami se sobresaltó al ver su rostro, y a su lado, Frieda palideció notoriamente. Y es que de no ser porque los rasgos eran más finos y la barbilla redonda, además del largo del cabello, esa chica podría haber sido Drako. Nami no sabía acerca de Inoue, pero para Frieda no cabía duda de que bien podía tratarse de ella. La interpretación dancística terminó, y ambas decidieron retirarse. Iban en silencio hasta que Nami finalmente comentó:
-Se parecía mucho a Drako… ¿Crees qué…?
-Sí, tal vez él esté en esta isla- respondió Frieda con una sonrisa triste.
-¿Quieres buscarlo?
-Sería en vano… el simplemente no se dejará encontrar…- mientras ellas mantenían esta conversación, Chazz reflexionaba internamente. A sus 8 años (N/A: esto es como un año después del capítulo anterior) era un niño bastante astuto, y eso siempre ponía un poco nerviosos a los demás. Como ya mencioné antes, era difícil saber qué pensaba, y nadie se había dado cuenta de lo mucho que lo había impresionado la danza, así que cuando esa noche, en medio de la cena soltó de repente que quería ser bailarín, nadie quería creerlo. Menos que nadie Sanji, que de inmediato cayó en una tremenda depresión al comenzar a dudar de la sexualidad de su hijo (N/A: tranquilos lectores masculinos, no es gay). Chazz rara vez hablaba, pero cuando lo hacía era capaz de provocar debates acalorados, y esa noche no fue la excepción, pero mientras su madre discutía con Sanji sobre si era o no libre de bailar lo que quisiera, él solo pensaba en una cosa, y era en la grácil silueta de las bailarinas, y sus manos, en un futuro, sosteniendo ese cuerpo pegado al suyo. Una sonrisa indescifrable se formó en sus labios, y Sanji, que la interpretó de la manera más trágica posible, comenzó a mordisquear su cigarro. (N/A: como verán Chazz es un pequeño pervertido como Sanji).
El hijo del pirata. (Luffy y Shanks)
Era un día tan apacible que no podía haber nada más delicioso en ese momento que estar tumbado en cubierta tomando el sol. Fiel a su costumbre, Luffy yacía recostado en la cabeza del Sunny, y a su lado, Shanks dormitaba. El resto de la tripulación estaba en diversas actividades dentro del barco. De vez en cuando la calma se veía interrumpida por el canto de alguna gaviota que pasaba volando por ahí, sin embargo, pronto un grito de Nami terminó por romper por completo la paz que gozaban padre e hijo.
-¡Luffy!-su grito provocó que el pobre Luffy casi resbalara de la cabeza de león al mar.
-¿Qué ocurre Nami?- la pelirroja traía un periódico en la mano y parecía emocionada por algo.
-¡Nombraron almirante a tu abuelo! –Luffy le dio una ojeada al periódico, pero un nuevo grito ahogado de Nami lo obligó a hacerlo a un lado. Y es que ahora mismo, frente al Sunny, se levantaba el barco mismo de Garp. Luffy palideció y comenzó a retroceder sigilosamente, pero chocó contra alguien a espaldas suyas. Comenzó a girar su cuello temblando, temiendo que al voltear, ese alguien fuera efectivamente su abuelo. Sus temores se vieron completamente confirmados cuando recibió un cariñoso golpe a modo de saludo.
-¡Hola Luffy!- saludó una voz más cordial y el rostro menos amenazador de un joven con cabellos rosas le regaló una cálida sonrisa.
-Cobby… ah y también estás tú…-agregó Luffy al ver al joven rubio y altanero parado al lado de Cobby. –Tú…-el mugiwara se quedó en silencio un momento sin conseguir recordar el nombre del otro.
-¡Soy Helmeppo! –gritó exasperado.
-Shishishi lo había olvidado…-Nami y Shanks permanecían aparte. En cierto modo, Garo era imponente, y para Nami, el hecho de que fuera la única persona capaz de intimidar a Luffy, era sinceramente inquietante. Garp no tardó en reparar en ellos.
-¿Así que ella es tu esposa? ¿Y tu hijo? –se inclinó con todo y su estatura imponente hasta llegar a la altura de Shanks, que lo observaba con total descaro y sin pizca de miedo.-¿Cómo te llamas?
-Shanks- el pequeño no entendió porque Garp se mostró tan indignado de repente, y menos porque su padre casi sale corriendo al ver la reacción de su abuelo.
-¿Tiene el nombre de ese maldito pirata?-Cobby y Helmeppo tragaron saliva, e instintivamente Nami rodeó con sus brazos a Shanks. Ciertamente daba miedo ver a Garp así. Luffy comenzó a balbucear, pero tan pronto dijo algo que sonó a "Yo también soy un pirata", Nami comprendió que debía intervenir o se quedaría viuda.
-Este… su nombre completo es Monkey D. Shanks… Luffy le puso la D por usted y por él…-Garp se quedó pasmado y luego se sonrojó completamente.
-Ajem… siendo así… pero definitivamente espero que mi bisnieto no será un pirata… -suspiró con resignación- mi hijo es un revolucionario y mis nietos un par de piratas…-como si su petición hubiera sido escuchada, Shanks ya estaba observando con admiración los uniformes que vestían Cobby y Helmeppo mientras estos le contaban de que iba ser marine. Una mirada emocionada había aparecido en los ojos del pequeño, y Garp se percató de ella. –Oye, ¿Te gustaría echarle un vistazo a mi barco?-ofreció con orgullo dispuesto a hacer que Shanks se enamorara de la marine. No fue necesario decirlo dos veces, cinco minutos después ya recorrían el barco.
-Creo que Shanks se ve impresionado con tu abuelo… ¿Y sí se quiere hacer marine como él?-preguntó Nami preocupada por cómo le afectaría esa noticia a Luffy.
-Shi shi shi si eso ocurre estará bien si es su sueño. –Nami no se contuvo y le plantó un beso. Amaba que Luffy soltará esa clase de comentarios, absurdos, dulces y con un toque de sorprendente madurez.- ¿Qué hay de ti Nami? –la pelirroja suspiró. Cuando pensaba en lo mucho que odiaba a los piratas le parecía una ironía haber terminado siendo una, casada con un pirata y con dos hijos que posiblemente también serían piratas. Además Bellemere había sido marine. ¿No podía ser tan malo o sí? Sonrió para tranquilizar a Luffy.
-Si eso ocurre, supongo que será su destino serlo…-no había más que agregar. En cierto modo era como si ambos comprendieran que era justo para Bellemere y Garp ver que al menos uno de sus nietos (o biesnietos) seguiría sus pasos.
Con un don (Franky y Saúl)
Había muchas formas de ver la situación en la que Saúl se encontraba en ese momento. Una, podía ser la perspectiva de Robin, que consideraba que era justo que en ese momento él estuviera encerrado en el taller de Franky intentando ordenar las cosas que había desordenado y/o roto ese mañana. Otra podía ser la propia perspectiva de Saúl, quien aún enfadado por el castigo, refunfuñaba y consideraba lo más injusto del mundo el tener que estar ahí encerrado mientras los demás se divertían afuera. Y es que no había sido su culpa… simplemente había intentado construir una katana, y no era sensato tener cosas como vidrios o cosas frágiles justo a un lado del metal y la madera. En algún momento la situación había escapado de su control y había terminado montando un desastre que atrajo la atención de todos.
Y claro, Franky había exagerado… para variar… y su padre ni siquiera había dicho nada. Sin posibilidad de apelación o alguien que lo defendiera, había tenido que ceder ante la irresistible mirada de su madre y soportar la burlona sonrisa de Kuina. Apretó los puños con ira sin recordar que sostenía un trozo de metal afilado. El dolor que le causó la herida le hizo pensar que sencillamente no era su día. Franky entro en ese momento, pero Saúl ni volteó a verlo. Seguía molesto… si Franky no hubiera exagerado tanto…
El cyborg tampoco se molestó en saludarlo, algo que sorprendió un poco al niño, se limitó a pasar de largo mientras tomaba unas cosas de aquí y otras de allá. Saúl decidió ignorarlo, mejor se apuraba en terminar de ordenar las cosas para poder largarse de ahí. Sin embargo, no era tarea fácil, ya que Franky había comenzado a trajinar y martillear ruidosamente, y cada golpe resonaba dentro de su cabeza. Aún así, Saúl era terriblemente obstinado, y había decidido no hablar con Franky, así que mordiéndose los labios siguió ordenando material, aunque con un poco más de prisa.
El ruido cesó de repente, justo cuando Saúl ya estaba terminando de acomodar un par de tablones. Una sombra se proyectó detrás de él y Saúl volteó de inmediato para ver a Franky sumamente serio. Llevaba algo en las manos, pero como estaba a contraluz, no podía distinguir que era.
-Oi, toma esto- su voz sonaba tan seca como siempre, pero pese al gesto brusco con el que le golpeó el estómago para obligarlo a tomar el objeto con las manos, quedaba claro que era un regalo. Saúl estaba atónito ¿Por qué lo premiaba después de lo que había hecho? Observó con cuidado el extraño objeto. Era ligeramente grande pero sumamente ligero.- Es una ballesta ¿Querías hacer un arma no? –Saúl asintió. Comenzaba a sentirse terriblemente culpable por haber pensado mal de Franky, y un molesto rubor había invadido por completo sus mejillas. –Eso te servirá por ahora, pero las flechas deberás hacerlas tu mismo. Debes entender que las armas no son un juego, debes saber hacerlas con un don. – Saúl no entendía mucho a que se refería con lo del don, pero si alcanzó a percibir que la voz de Franky se suavizaba al hablar de ello. Sonrió feliz.
-¿Me enseñarás a hacerlas?-preguntó ya sin recordar la amargura de minutos antes. Después de todo seguía siendo un niño. Franky sonrió retorcidamente.
-Ya veremos de que eres capaz.
Mirando alto. (Bellemere y Nami)
Nami inspiró profundamente tratando de calmarse. Frente a ella, un par de enormes ojos color marrón la observaban totalmente ajenos a la ira que amenazaba por explotar dentro de ella. Y es que Ellie, su linda hija, acababa de llegar con el hermoso vestido nuevo completamente enlodado. Habían llegado a una isla desierta, y ahora que había comenzado a anochecer, todos se disponían a volver al barco cuando notaron la falta de la más pequeña. Habían durado casi una hora antes de encontrarla, y cuando la encontraron ya estaba en ese estado: el vestido enlodado, las calcetas rotas en las rodillas, el rostro fresco y sonriente y el cabello enmarañado. Acababa de descender de un árbol frondoso ubicado isla adentro. Era un árbol muy alto pero ella lo había escalado hasta la punta. Cuando le habían preguntado que hacía allá arriba, ella había respondido tranquilamente que quería ver más de cerca las estrellas. Luffy no había sido de ayuda.
-Shishishi ¿Y lograste verlas más cerca?-Nami lo fulminó con la mirada. Ellie merecía un regaño, no un elogio.
-Sí, se veían así de cerca –con el expresivo lenguaje de una niña de 7 años, Ellie comenzó a contarle a su padre con lujo de detalles la forma que formaban las estrellas. Nami preparaba mentalmente un discurso ejemplar para llamarle la atención a su hija. Robin rió por lo bajo a su lado.
-No es necesario que te molestes tanto con ella, ¿No has notado algo interesante?-preguntó. Pero para la pelirroja solo era posible fijarse en el hermoso vestido blanco lleno de lodo, y en su hija haciendo la clase de cosas que Luffy haría. Entonces se le ocurrió que Robin podía hacer alusión a la conversación de Ellie, y al prestar atención, le sorprendió conocer los detalles tan exactos con los que la niña indicaba la ubicación de tal o cual constelación, incluso sin saber sus nombres. Estaba segura de que si le daba pluma y pergamino, ella trazaría un mapa celeste. La ira dio paso al orgullo, porque si bien su hija era igual de desastrosa y distraída que su padre, al menos tenía algo de ella. La sonrisa de Robin se amplió al ver como cambiaba la expresión de Nami. Ciertamente Ellie tenía un algo especial al igual que Luffy. Nami se resignó a que el vestido estaba definitivamente arruinado, pero con Ellie cabía esperar cualquier cosa.
Polos opuestos... (Zoro, Robin, Kuina y Olvia)
El Sunny avanzaba suavemente sobre las olas. Era un día bastante tranquilo, tan tranquilo que Zoro se quedó dormido en cubierta. No había nadie excepto él y Robin, que unos metros más allá también había cerrado los ojos. De improviso un par de sombras se deslizaron sigilosamente hacia donde el espadachín comenzaba a roncar. Una de las sombras paseó una mirada de aburrimiento a su alrededor, pero la otra clavó su mirada ansiosa en las katanas, o más bien en Wadou. Alargó una mano que temblaba de entusiasmo y estaba por tomarla cuando una mano surgida de la nada la detuvo, indicándole que había sido descubierta.
- Kuina- llamó Robin con suavidad mientras se acercaba a ellas. – Veo que esta vez Olvia te acompañó…- su voz sonaba divertida al ver a sus dos hijas, idénticas en todo y tan diferentes a la vez. Ambas eran gemelas, y a su vez bastante parecidas a la arqueóloga, solo que sus cabellos eran color verde obscuro.
-Hola mamá- soltó Olvia con cinismo. Robin se puso de cuclillas hasta quedar a la altura de Kuina.
-Kuina… ¿Qué te he dicho sobre Wadou? –su voz seguía siendo suave pero había una clara reconvención en ella. Kuina empezó a farfullar algo, pero un suspiro de Robin no la dejo terminar.
-Hagamos un trato, tu dejas las katanas de tu padre en paz y yo te compro una nueva en la próxima isla en la que paremos. –Kuina iba a prorrumpir en exclamaciones de alegría pero Robin levantó un dedo indicando que no eran las únicas condiciones – Tampoco quiero más entrenamientos a escondidas –las dos niñas se sonrojaron. –Sí, sé que entrenas a escondidas…- Kuina sonrió y optó por desviar la conversación, comenzaba a especular en voz alta sobre qué tipo de katana encontraría, preguntándole a Robin si era el espadachín quien elegía la katana o viceversa. Olvia permanecía en silencio, ajena al monólogo de su hermana, pero cuando Robin le preguntó si ella también quería una katana se sonrojó.
-No… yo…- Robin palideció. Sabía lo que venía a continuación. – No me interesan las katanas, prefiero que me enseñes a leer Poneglyphs…
- Eso no – negó Robin de inmediato.
- Pero yo… ¡Podría ayudarte! Además…-los argumentos que Olvia tenía en mente murieron en sus labios al ver la mirada de Robin. Bajó la mirada y se calló. Para cualquiera que no la conociera, habrían tomado eso como signos de una niña pequeña intimidada por su madre, pero Olvia no era cualquier niña, y Robin lo sabía. El silencio no duró ni cinco minutos cuando la niña estalló.- ¿Es injusto! ¡¿Por qué no puedo? –su mirada no desmerecía en nada de resolución a la de Robin. Kuina se calló abruptamente y comenzó a pasear una mirada nerviosa de su madre a su hermana y viceversa.
- Ya hemos hablado de ello otras veces…-comenzó a decir Robin en tono conciliador, pero Olvia no le hizo caso.
- Pero… no es lo mismo… ¡Es injusto!-repitió de nuevo antes de dar media vuelta y comenzar a alejarse a zancadas de ahí. No sin antes gritarle a Zoro- ¡Y tú deja de fingir que estás dormido papá! – Kuina titubeó un poco antes de seguir a su hermana. Robin se mordió los labios mientras la mano de Zoro tiraba de la suya para que se sentara a su lado.
-No fue tu culpa – bostezó con ganas para luego estrechar a la arqueóloga.
-Lo sé pero ella no opina lo mismo.-sonrió con tristeza – Lo irritante es que es exactamente igual que yo a su edad cuando el profesor Clover me prohibió leer poneglyphs. Recuerdo muy bien lo que sentía, pero no quiero que ella pase por lo mismo que pasé yo. Si el Gobierno se enterara de que no soy la única persona que sabe leerlos irán tras ella… y ella no parece interesada en aprender a defenderse.- Zoro gruñó al oír lo último. De sus tres hijos Olvia era la más inteligente pero también la más débil. Y a Zoro no le tranquilizaba nada que su hija sobreviviera solo con su ingenio como Usopp y Nami hacían. –Esta vez hablaré yo con ella… tu ve con Kuina –una sonrisa retorcida relampagueó en su rostro. –A decir verdad te compadezco… me temo te hará recorrer media ciudad antes de elegir una katana– Robin tuvo que sonreír resignadamente. -Al menos Kuina dejara en paz a Wadou –agregó Zoro mientras observaba pensativamente su katana. A veces le costaba no creer en la reencarnación al observar a su hija.
Una hora más tarde, ambos se encontraban recorriendo la isla. Saúl se había quedado en el barco, y tal como habían acordado, Robin iba con Kuina y Zoro con Olvia. Tal y como Zoro había dicho, Kuina era muy indecisa al elegir katana, así que llegaron a la quinta tienda sin que hubiera mostrado preferencia por alguna. Por fortuna Robin era de lo más paciente. Kuina comenzó a revisar la tienda mientras la arqueóloga se recargaba junto a la puerta para esperarla. Kuina estaba revisando una katana con empuñadura azul, cuando un ruido de katanas cayendo llamó su atención. Detrás de ella había una joven tirada en el piso buscando a tientas sus gafas. Había cometido la torpeza de chocar con varias katana y ahora había un desastre a su alrededor. Las gafas estaban a espaldas suyas. Kuina suspiró y tomó las gafas.
-Aquí tienes.
-Gracias- respondió la chica mientras se las ponía. Observó con cuidado el rostro de la niña… le era tan familiar. Kuina comenzaba a sentirse incómoda. En eso apareció Robin.
-¿Todo bien? –reparó en la presencia de Tashigi y sonrió con descaro- Ah eres tu marine san ¿Qué tal va todo?- el rostro de Tashigi pasó de la sorpresa a la indignación.
-¡Tu! –se puso en pie trastabillando mientras luchaba por desenvainar su katana. Sin embargo, Robin no iba a quedarse tranquila, rápidamente se encargó de inmovilizarla.
-También me da alegría verte marine san, pero en este momento estoy un poco ocupada así que si no te importa, dejemos esta conversación para otro día. Vamos Kuina ¿Elegiste ya alguna? –preguntó al ver que Kuina aún traía la katana azul en la mano.
-Sí, quiero esta. –Tashigi la observó atentamente antes de exclamar.
-¡Esa es una meitou! ¡No permitiré que la tengas!-comenzó a forcejear por liberarse (claro, en vano)
-¿Meitou?-preguntó Kuina. Una sonrisa se formó en su rostro- Definitivamente la quiero.-Tashigi siguió protestando hasta que una nueva mano le cubrió la boca. Entonces, con toda la calma del mundo, Robin y Kuina fueron a pagar la katana y salieron de la tienda. Cuando Tashigi quedó liberada apretó los dientes completamente furibunda. Había sido humillada nuevamente por un miembro de esa tripulación, y por segunda vez, vencida por Nico Robin. (N/A: no tengo nada contra Tashigi XD pero tenía ganas de poner un encuentro).
-¿Quién era ella mamá?-preguntó con curiosidad Kuina- Parecía una fetichista de katanas…-Robin rió alegremente. Por lo que Zoro le había platicado, era una buena forma de describir a Tashigi.
Zoro y Olvia caminaban en silencio. A decir verdad, Zoro comenzaba a arrepentirse de haberle dicho a Robin que él hablaría con ella. No sabía cómo empezar. Olvia pareció darse cuenta de ello, ya que compadeciéndose, dio pie a que iniciara la conversación.
-¿Quieres hablar de mamá no?-Zoro gruñó. Olvia era como una Robin en miniatura, y por ende, solía irritarle la seguridad y ese tono sabihondo con el que siempre se expresaba.
-Sí. Quería explicarte porque tu mamá no quiere que aprendas a leer poneglyphs... primero debes aprender a defenderte… - un aroma penetrante a humo interrumpió el curso de sus ideas. Porque solo había una persona que podía apestar tanto a humo. Zoro se puso en guardia. Smoker acababa de dar vuelta en la esquina frente a ellos.
-Roronoa… - sonrió amenazadoramente- esta vez no te dejaré escapar… -reparó en Olvia y la examinó cuidadosamente- Esa mocosa es idéntica a Nico Robin a su edad…
-Lo sé, me lo han dicho cientos de veces ¬¬ -replicó con fastidio Olvia.
-Modera tu voz mocosa. –gruñó irritado.- Roronoa, tomaré tu cabeza aquí y ahora. –Zoro sonrió retadoramente.
-Inténtalo –llevo su mano hacia sus katanas, pero entonces recordó que no podía poner en riesgo a Olvia. No era que la idea le agradara mucho, pero no tenía otra opción. –Pero antes intenta atraparme – Smoker quedó perplejo ante lo dicho por Zoro, y antes de que pudiera evitarlo, el espadachín corría calle abajo cargando a Olvia sobre un hombro.
-¡Bájame!-protestaba en vano Olvia.
Robin y Kuina se dirigían al barco cuando se toparon con un contrariado Smoker que blasfemaba contra "ese escurridizo Roronoa". Robin se detuvo antes de ser detectada por él. Debían escabullirse cuidadosamente. Comenzó a retroceder indicándole a Kuina que no hiciera ruido… y entonces chocó estrepitosamente con Zoro que salió justo por detrás de ella. El ruido provocó que Smoker los descubriera.
-¡Zoro! ¿Dónde está Olvia?-preguntó Robin al ver que iba sólo.
-SE perdió en algún punto… la traía cargando, la deje sola cinco minutos y se perdió…-Zoro se veía tan fresco como si el hecho de que su hija estuviera perdida no fuera tan relevante. Robin no sabía si reír o llorar. Smoker no había oído su conversación, pero al acercarse tomó a Kuina por Olvia y le sorprendió ver que llevaba una katana.
-¿En qué momento conseguiste la katana mocosa?-Kuina le dedicó una mirada evaluadora, como intentando decidir si era digno de una respuesta o no. Finalmente volteó hacia sus padres.
-¿Quién es este obassan?
-¿Cuál obassan?-una vena apareció en la frente de Smoker. ¿Qué demonios pasaba con esa mocosa?
Olvia mascullaba mientras avanzaba por las calles. Para variar, su padre se había perdido apenas le había quitado la vista de encima. Y para colmo, ese tipo que apestaba a chimenea había interrumpido su conversación. Su humor empeoraba por momentos, ya no sabía que le molestaba más: que Robin no quisiera enseñarla a leer poneglyphs, que Zoro se hubiera perdido, o no haberse quedado en el barco. Sabía cómo regresar al Sunny, y justamente iba camino hacia allá, pero no podía evitar sentirse sola. En eso escuchó una discusión entre dos tipos. Hablaban sobre quien tenía más derecho de comer la akuma no mi que habían conseguido esa mañana. Una tercera voz malhumorada interrumpió su discusión. Un impulso la hizo salir de su escondite. Era una idea descabellada, pero tal vez si conseguía apoderarse de la fruta y darle solo un pequeño mordisco… entonces ya no sería tan indefensa y podría convencer a Robin de enseñarla a leer poneglyphs. Un tipo montado en un monociclo fue el primero en verla.
-¡Buggy sama! ¡Es Nico Robin! ¡Es la niña demonio!
-¡79 millones de berries capitán!- agregó un tipo vestido de forma aún más ridícula que los dos anteriores. Olvia se había detenido. Realmente… ¿Estos tipos eran tan bakas para confundirla con su madre incluso 20 años después?
-¿Nani? ¿La que hundió toda una flota de la marina cuando tenía 8 años?-preguntó ruidosamente Buggy. Olvia hizo una mueca de incredulidad. Definitivamente eran idiotas.
-Escuché que ahora ella estaba con los Mugiwara – mencionó otro tipo en un susurro. Olvia decidió que tal vez podía sacar partido de esto.
-Estaba… me separé de ellos hace un par de meses.-Olvia imitaba perfectamente el tono frío y despiadado de sus padres cuando se lo proponía- Son demasiado blandos para mi gusto. Una pandilla de débiles que perdona la vida de sus enemigos- sonrió angelicalmente y añadió- Yo prefiero métodos más efectivos para deshacerme de mis enemigos... – evaluó con atención a Buggy y vio que se debatía entre el pánico mal disimulado y la admiración. Era una buena señal. Abrió la pequeña mochila que llevaba al hombro. Nami le había dado algunos papeles viejos que ella usaba para tomar notas. Entre ellos había precisamente un viejo bosquejo de la isla de Jaya. –Ando en busca de un barco… oí hablar de un tesoro enterrado en una isla cercana…- Buggy y los demás cayeron redonditos.
-¿Tesoro? –inmediatamente Olvia fue rodeada por el capitán, Mohgi y Kabaji. Incluso Ritchie parecía interesado. -¿puedes mostrarme el mapa?-preguntó taimadamente Buggy. Pero Olvia no era nada ingenua y pudo ver lo que tenía entre manos.
- No sería muy inteligente hacer eso. Necesito una garantía de que me lo devolverás.
-¿Nani? ¿Me estás retando mocosa?- Olvia puso una mirada que le hizo recordar a Buggy todos los rumores que corrían sobre Nico Robin… y prefirió no arriesgarse. –Está bien… ¿Qué quieres a cambio del mapa? –Olvia no estaba muy segura de donde tenían la akuma no mi por la que discutían, pero el cofre pequeño que llevaba el capitán en sus manos se veía prometedor.
-¿Qué hay en ese cofre?-demandó, y todos palidecieron- Quiero el cofre a cambio del mapa… solo le darás una ojeada ¿No? Cuando me devuelvas mapa te devolveré el cofre…
-Buggy sama… no puede dárselo… tal vez se trate de una trampa…- protestó Kabaji.
-Baka… ella ya comió una akuma no mi, no puede comerse otra –respondió Buggy como si fuera lo más obvio del mundo. Olvia tuvo que hacer acopio de toda su fuerza de voluntad para ahogar el grito de júbilo que pugnaba por escapar de sus labios.
-Pero capitán… puede tratarse de una impostora… creo que primero debería demostrar que realmente se comió una akuma no mi-insistió Kabaji. Olvia se sobresaltó, pero rápidamente se repuso.
-Si eso es lo que quieren… aunque no me culpen si no sobreviven…-adoptó una posición de ataque e instintivamente todos retrocedieron. –Después de todo… fue muy fácil destruir a la flota de la marina… casi ni me di cuenta…
-¡De acuerdo! ¡no hace falta que lo demuestres!-exclamaron todos. Minutos después, Olvia tenía el cofre entre sus manos y Buggy sostenía el mapa.
-¿Con que es una akuma no mi?-comentó con toda la indiferencia de alguien que ya se ha comido una antes (a pesar de que nunca lo había hecho). Examinó con expresión de aburrimiento la akuma no mi. Tenía la forma de un racimo de uvas. – Recuerdo que la mía tenía forma de sandía…- inventó. Kabaji no le quitaba los ojos de encima, pero los demás estaban totalmente absortos en el mapa. Hábilmente, Olvia se las ingenió para arrancar una pequeña "uva" del racimo y la ocultó en su palma. Justo en ese momento uno de los tripulantes gritó "¡Viene la marina!" y se desató el caos entre la tripulación. Olvia se sobresaltó y aventó el cofre lejos de ella para luego echarse a correr. En el tumulto, el resto de la akuma no mi terminó hecha una masa informe bajo las formidables garras de Ritchie. Buggy no se percató de ello, sino que corría eufórico. Al parecer esa niña valoraba más su vida que otra cosa, ya que había huido dejando el valioso mapa entre sus manos. Lograron perder a los marines que les perseguían y justo en ese momento se les unió Alvida.
-¡Soy un genio! –bramaba Buggy entre risotadas -¡Tengo el mapa y la akuma no mi en mis manos! ¡Pobre Robin chan! ¡Con una recompensa tan alta y siendo tan ingenua!
-¿Robin chan?-preguntó Alvida con curiosidad y la pusieron al tanto. Una gota resbaló por su nuca. -¿Nico Robin sigue pareciendo una niña de 8 años? Han pasado 20 años desde eso.- señaló un cartel de la Robin adulta pegado en la pared a sus espaldas. –Esa es Nico Robin, ya tiene más de 30 años. ¿No me digan que cayeron en su trampa?
-Fuimos engañados por esa mocosa…-una vena apareció en la frente de Buggy. – Debemos encontrarla…
-¿Y dónde está la akuma no mi?-preguntó Alvida.
-La mocosa traía el cofre y en eso llegaron los marines… creo que lo aventó al piso –comentó Mohgi- pensé que alguien lo había recogido… -se hizo un silencio general. Habían sido avasalladoramente engañados por una niña de 8 años.
Olvia se detuvo solo un momento para morder la "uva". Sabía horrible, pero tragó valientemente. Tenía que encontrar a sus padres o llegar al Sunny de inmediato… cuando los piratas se dieran cuenta de que los había engañado, seguramente la buscarían para vengarse. Lo cierto era que había conseguido 3 cosas de esa experiencia. Primero que nada comprendió un poco mejor la idea que tenía la gente sobre su madre y el porqué se mostraba reacia a enseñarla a leer poneglyphs. La segunda fue que ahora ya conocía la sensación de ser perseguida o buscada… y no era agradable. Esa tripulación nunca la perdonaría, y si se los volvía a encontrar… aunque estaba la tercera, había conseguido una akuma no mi, aunque aún no sabía cuál era.
Dio vuelta en una esquina y se encontró con sus padres peleando contra dos marines. Zoro luchaba contra un tipo que se convertía en humo y Robin contra una chica que llevaba una katana. Kuina observaba todo un poco más allá, exasperada porque un par de brazos fleur de Robin no la dejaban intervenir.
-¡Kuina! –gritó Olvia mientras corría a su encuentro. Su llegada ocasionó que todos centraran su atención en ella.
-¿Son gemelas?-preguntó sorprendida Tashigi.
-Par de mocosas… es peligroso que estén aquí.- Smoker se dirigió en una humareda hacia ellas, no tenía la intención de atacarlas, pero Olvia lo entendió así y rápidamente cruzó sus brazos al frente para protegerse. Y algo extraño ocurrió entonces, ya que un fuerte viento pareció emanar de ella y detuvo en seco a Smoker.
-¿Nani? ¿Akuma no mi? –Smoker la observó iracundo. Aparte de ser irritante esa mocosa tenía una akuma no mi capaz de contener a la suya. Zoro y Robin estaban pasmados, Tashigi observaba con preocupación a su capitán y Kuina estaba maravillada.
-¡Sugoi!
-Capitán…- Tashigi estaba angustiada… ¿Smoker no pelearía contra ella o sí? ¡Era una niña todavía! Smoker pensaba lo mismo. En verdad le gustaría saber de dónde sacaban esos malditos mugiwara su buena suerte…
-Por hoy se pueden largar… pero la próxima vez…-Smoker ´comenzó a alejarse de ellos seguidos por una titubeante Tashigi. Zoro sonrió retorcidamente.
-Veo que decidiste hacer algo sobre lo que hablamos…
-Sí, ahora debo aprender a controlar mis poderes. Luego podré aprender a leer poneglyphs…. – Robin esta vez no se opuso. Kuina y Olvia echaron a andar parloteando alegremente. No podían concebirse dos hermanas más diferentes, pero de alguna forma la una era el complemento de la otra.
-Gracias por hablar con ella…-musitó Robin al oído de Zoro antes de morder suavemente el lóbulo de su oreja. Zoro la atrapó entre sus brazos para luego besarla. Aun no terminaba de entender como había acabado con Robin, pero agradecía poder tenerla a su lado. Era una irritante sabelotodo, pero siempre conseguía volverlo loco. Los ojos de Robin brillaban intensamente. Estaba por fin en su sitio… con una familia….
-¡Detente ahí pequeña mocosa!-la voz chillona de Buggy interrumpió su idílica contemplación. Zoro y Robin voltearon sorprendidos justo a tiempo para ver a Kuina y Olvia huyendo de un malhumorado Buggy.
-¿Buggy?- Zoro estaba sorprendido, pero de inmediato él y Robin echaron a correr detrás de Buggy. Kabaji y Mohgi aparecieron justo en ese momento.
-¿Roronoa? –preguntó Kabaji- ¿Por qué sigues a nuestro capitán bastardo? ¿Planeas atacarlo por la espalda?
-¿Y tú quien eres?-preguntó Zoro exasperado - ¿Qué no ves que ese bastardo está persiguiendo a mis hijas?
-¿Nani? ¿Esa mocosa es tu hija? - era una revelación muy fuerte para pasarla por alto. A su lado, Mohgi palideció.
-¡La verdadera Nico Robin!
-¿Cómo que la verdadera?-interrogó Robin.
-Creo que alguien nos debe una explicación- gruñó Zoro, pero no pudo evitar sonreír al pensar que mala jugada les habría hecho Olvia a esa tripulación de payasos.
Shalala
Con esto termina el fic XD Si quieren segunda parte díganme nee? XP
Ahora pongo una descripción de los personajes nuevos y les dejo el link de los fanarts. En seguida vienen los off fics.
Ai: es un desastre culinario. Le gusta crear recetas que nadie come (a excepción de Luffy y Shanks). Tiene un gran amor por la cocina. Su carácter es algo extravagante y alocado, dulce en ocasiones, y tímido frente a Drako. Muy apegada a Sanji. Es la mayor de todos. Inicialmente tenía por costumbre defenderse de otros piratas usando sartenes y lanzando cubiertos, pero luego de que logró destrozar media vajilla, Sanji y Frieda decidieron que le enseñarían el combate cuerpo a cuerpo. Le encanta cantar (también canciones de su propia improvisación) y tiene muy buena voz. Sanji le llama de cariño "pequeña sirena". Siempre suele usar pantalones y zapatos cerrados. Su sueño es escribir libros de cocina.
Kuina: gemela de Olvia. Zoro a veces se cuestiona si ono será la reencarnación de su amiga. Decidida, testaruda y descarada. Muy segura de sí misma y algo burlona cuando se trata de Saúl, a quien le encanta molestar. Pese a ser totalmente opuestas, considera a Olvia su mejor amiga y tienen un lazo bastante fuerte. Tiene una buena relación con Robin, pero sin duda es más afín a Zoro, aunque siempre discuten mucho. Su sueño es ser tan buena o mejor espadachín que su padre. Siempre trae el cabello corto y jamás usa vestidos o faldas. Solía entrenar a escondidas con Wadou hasta que Robin la descubre. Ella y Olvia disfrutan mucho haciéndose pasar la una por la otra, aunque a sus padres jamás lograron engañarlos. Es muy intuitiva y bastante agresiva.
Olvia: Es la gemela de Kuina y prácticamente una biblioteca andando. Es endemoniadamente astuta y bastante inteligente, pero no es muy buena para defenderse. La única vez que ha tomado una katana, esta ha estado enfundada. Es la más débil de todos, pero luego de engañar a la tripulación de Buggy, adquiere el poder de la kaze kaze no mi. Sarcástica, cínica y autosuficiente, aunque también bastante reservada. Detesta la violencia pero tiene un carácter algo retorcido. Su relación con Saúl es buena, y siempre sirve de intermediaria para que él y Kuina no se maten mutuamente. Heredó el amor de Robin por los libros y por la historia. Su sueño es aprender a leer los poneglyphs. Suele descolocar a Zoro por sus comentarios tan directos y maduros, además de que es terriblemente sincera y siempre dice lo que opina… aunque no siempre de la mejor manera.
Shanks: Idéntico a Luffy hasta en el carácter, solo que pelirrojo. Apenas vio el color de su cabello, Luffy exclamó que se llamaría Shanks. No es tan ingenuo como Luffy, sino que es tan astuto como Nami, aunque su carácter es sumamente desenfadado. Siempre está sonriendo y es un líder por naturaleza. Temerario en ocasiones, pero tiene mucha suerte y siempre sale bien librado. Adora comer de todo. Luego de conocer a Garp, decide que quiere convertirse en marine. Para defenderse utiliza el combate cuerpo a cuerpo. Aunque no lo parezca, es bastante ordenado y le gusta la disciplina. Lo único a lo que le tiene miedo es a su madre enojada.
Saúl: un año menor que los cuatro anteriores. Se pierde con facilidad y es terriblemente despistado. Es una persona seria que nunca titubea ante nada. Es el único capaz de hacerle frente a Kuina, con quien siempre está discutiendo. Cuando se enoja con alguien es capaz de ignorarlo por completo, pero siempre perdona fácilmente. Suele reconocer sus errores, a menos que se trate de reconocerlos ante Kuina. Puede parecer alguien bastante frío, pero en realidad es un excelente amigo. Para Ellie es una especie de ídolo. Luego de un incidente en el que rompió varias cosas en el taller de Franky, Robin lo castigó y lo obligó a poner en orden todo. Al hacer las paces con Franky, Saúl decidió que quería aprender a fabricar cosas. Aún no tiene un sueño como tal. Vive el día a día.
Chazz: Un año menor que Saúl. Es muy reservado y nadie sabe qué es lo que está pensando. Rara vez habla con alguien. Luego de ver una demostración de ballet clásico, decidió que quería ser bailarín. Sanji teme que sea gay, aunque en realidad es simplemente un pequeño pervertido en potencia. Terriblemente celoso cuando se trata de Ai o Ellie, a quien ve como otra pequeña hermana. Tiene una relación cordial con todos y siempre evade las discusiones. Aprende el combate cuerpo a cuerpo de sus padres, y es él que más lo domina. Cuando habla, sus escasos comentarios logran generar un debate, sin importar el tema que implique. Pese a ser tan callado, es bastante polémico.
Bellemere (Ellie): Es la menor de todos. De la edad de Chazz. Ingenua, inocente y soñadora. Torpe y un peligro para sí misma (y para quienes le rodean). Siempre sale bien parada. Suele hacer enojar a Nami porque su ropa siempre termina enlodada, rota o arrugada. Vive en su propio mundo y es simplemente adorable. Infantil, pero no caprichosa. Adora a Luffy. Cuando se enoja se transforma por completo. Rara vez llora. Su sueño es dibujar mapas celestes porque le encanta ver las estrellas. Tiene la manía de preguntar el porqué de todo y ama el chocolate. Aún no muestra interés por aprender a defenderse, es muy pacifista, pero no tolera que se metan con sus seres queridos.
Y el link es:
h t t p : / / f a n a r t s n e m o r o b i n . b l o g s p o t . c o m /
Ahora van los OFF fics. Son pequeños realmente XD pero espero que les gusten.
El primero es a petición de Hime chan, Ace impidiendo la boda de Sanji y Frieda, sin embargo para no traumar a mis lectores masculinos, no incluí yaoi XD es algo bizarro y ya.
Ace.
La ceremonia de matrimonio y él no daba señales de despertar. Finalmente el oficiante llegó a la parte clave de "Si alguien conoce un impedimento para que esta boda no se lleve a cabo que hable ahora o que calle para siempre". Silencio general. El oficiante iba a protestar cuando Ace desperó de improviso gritando:
-¡Yo me opongo! – todos los presentes se pusieron tensos, y Frieda se mordió nerviosamente el labio. Sanji estaba pasmado ¿Qué se pensaba ese baka? Ace no decía nada, y los murmullos entre los circunstantes empezaban a hacerse más notorios. Entonces, tan repentinamente como se había levantado, Ace se dejó caer de nuevo sobre la banca tan profundamente dormido como hacía cinco minutos. Esta vez Franky no se contuvo y comenzó a reír estrepitosamente. Su carcajada terminó por contagiar al resto de los asistentes. Frieda suspiró aliviada. Sanji seguía pasmado.
Drako... ¿Y Kia? (WTF?) XD
Y ahora el de Drauny chan! Jeje es un Kia (wolfest, protagonista del fic de DragonAzul "El ángel") x Drako XDD Más que off fic es como una nota (¿?)
Básicamente surgió cuando estábamos en una conver por mssn (una conver mega fumada pero sumamente divertida) Más que conver era un tipo roleo jajaja andábamos secuestrando personajes masculinos para encerrarlos en una torre (no diré con que finalidad para no traumar a Gabe Logan jajaja). En algún punto dejamos a Kia y a Drako a cargo de la torre… Kia llamaba a Drako "dragoncito kun", Drako la quería matar… e.e en algún punto Drako fue casi violado por Kia (no sé si fue consensuado o no XD) y cuando menos lo esperábamos ya eran pareja… una bastante bizarra por cierto XD hice un fanart también de esa pareja, les dejo el link jeje y ahí nos avisan a Drauny y a mí si estaría bien o no un fanfic crossover de esta pareja XDD Por cierto… Kia está embarazada (Drauny quiere ser abuela, yo me opongo e.e) aun no decidimos el nombre del niño ¿Propuestas?
h t t p : / / f a n a r t s n e m o r o b i n . b l o g s p o t . c o m / 2 0 1 0 / 1 0 / k i a – x – d r a k o . h t m l
Gracias por leer hasta el final! *_*
Respuestas a reviews:
Vajuchan: espero que hayas seguido leyendo pese a que me tarde años en actualizar e.e
Drauny: seremos abuelas pese a todo XDD *_* a ver que nos dicen de un crossover con Kia y Drako XD TQM! Creo que este fic llegó tan lejos por ti XD si no me habría deprimido y de 10 capitulos no habría pasado XD
GabeLogan: También gracias por tenerme paciencia XD mira que tardaba más en actualizar que en tener las ideas ^^u ¿Qué te parece la idea de Drauny de juntar a Drako con Kia? XD algo bizarro… El nuevo capi del manga de One Piece me traumó… ¿Zoro tendrá un sharingan como Kakashi? XD
Mish1: Etooo creo que no comieron gaviotas… se comieron a Chopper! Jajaja no no es cierto! No sé si hacer segunda parte tu que opinas? Saludos! Y conste que no maltrato mucho a Sanji ya (no tanto como antes) XD
Hime chan: no puse yaoi jajaja por no traumar a Gabe Logan XD nee siempre si conservé mi contraseña de pirateking pero ya no encuentro el tema del club =( huyeron de mí? (drama! Drama!) jajaja me haré emo! Luego me pasas el link nee? *_*
Menchu-chan: Te echaste los 29 en dos días? O.O te admiro! Pero se siente bonito e.e que alguien se enganche así con tu historia e.e arigatooooo! Espero que te haya gustado el final nee?
Raquel: Si así se llaman, me puse a ver la saga hace poco nuevamente (ya sabes, ver todos los momentos ZoRo que pudiera XD) Gracias por recordármelo, siempre lo olvido, e.e ahora ya se donde lo tengo apuntado
Buaaa ps esto se terminó! Digan si quieren segunda parte! Tengo como 4 mercenarios más en mente (sí lo sé, me traume XD) y un personaje mas _
SE terminó… no stoy llorando! T-T