You're a dangerous kind, now locking what you done to me, what you done to me baby, you got a criminal mind… Emm sorry, es que yo aquí escuchando música de una de mis bandas favoritas, o sea, The Rasmus, que por cierto está ayudando con la musa escapista, en fin, yo les dejo con unas palabras de mi gemelo y de ahí nos vamos al capítulo que nos ocupa. (Hanna)

Lo cierto es que luego de todas las que hemos pasado, estamos de vuelta, poniendo esfuerzo de nuevo porque realmente no creímos que nos diera tanta flojera reeditar el fic jeje, eso además de que nuestra imaginación como que se apagó y ahora estamos como que forzando las cosas para que vuelva… bueno… ahora si, al fic. (Joshua)

-"…"-arte escrito por nosotros

Pensamientos

(n/H) notas de Hanna

(n/J) notas de Joshua

La Hermana De Asakura

Capítulo III

"Chibi Laws"

Una semana más tarde ellos seguían ahí en el mismo campamento, se podría decir que aquello era algo bueno porque así habían tenido tiempo de conocerse pero… dado que no estaban muy interesados en ello, más bien la habían pasado muy aburridos.

-"La verdad no entiendo porque el Sr. Hao insistió en que retrasáramos el viaje"-dijo León mientras miraba el lugar en el que aun se encontraban desde que llegaron.

-"Seguro tiene sus razones, no hay porque cuestionarlo en nada…"- contestó Aragón en tono aburrido.

-"Aragón tiene razón, es mejor esperar órdenes"-comentó Mizaki.

-"Las órdenes son para las marionetas, no para mí…"-replicó Kayrol mientras se retiraba unos mechones color azabache de su rostro.

-"Si claro, es por eso que estas aquí ¿no?-dijo en tono sarcástico Corina.

-"La razón que yo tenga no es de tu incumbencia"-masculló con el ceño fruncido Kayrol, más que socializar como grupo, estaban a nada de pelear.

-"Hey chicos, no peleen"-intervino Hikari, ambos le dedicaron una mirada desafiante y entonces ella lo pensó de nuevo, si iniciaban una pelea, ella los pararía sin lugar a dudas.

-"Déjalos que peleen, al fin que desperdiciar sus poderes espiritistas es su decisión"-comentó Jess mirándolos con indiferencia.

-"¿Sucede algo?"-preguntó Gábrielle, había salido a por algo de leña para la fogata y al regresar los había encontrado algo tensos.

-"No sucede nada Srita. Asakura"-contestó León en un murmullo apresurado, eso mientras miraba de reojo a sus compañeros dándoles a entender que era mejor que dejaran sus diferencias para después.

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Esa era la segunda semana que invertían en vigilar a Hao Asakura y a su grupo, una total pérdida de tiempo a su parecer, ¡pero ya eran dos semanas! Y en esos momentos nada les era más estresante que seguir en esa mentada rama de árbol cubiertos por sus ya sucias capas blancas.

-"Esto es estúpido, llevamos dos semanas y aun no conseguimos nada"-masculló exasperado uno de los habitantes del árbol.

-"Yo lo sé, pero esas fueron las ordenes, no te va a servir de nada quejarte"-contestó su acompañante en un murmullo cansado.

-"¡Claro que me quejo!"-exclamó indignado –"Ese sujeto se atrevió a enviarnos aquí sin recurso alguno"-murmuró entre dientes, estaba tan de malas que pronunciar el nombre del responsable de su situación no haría más que hacerlo explotar.

-"No digas eso frente a mi estomago que si no se me acuerda que tengo hambre"-dijo acongojado.

-"Pues ya verá, en cuanto regresemos iré donde mi hermana y lo reportaré"-advirtió –"Haré que se arrepienta del día en que se le ocurrió torturarme a mí, Aión, el hermano menor de la doncella Jeanne"-

El otro se quitó la capucha de su capa y suspiró con cansancio al mismo tiempo que se peinaba sus cabellos grisáceos y posaba sus orbes color gris profundo en la figura de su compañero, analizándolo a detalle, notando el gran parecido con su jefa, el mismo cabello platinado y los mismos ojos color escarlata, la misma tez nívea e incluso su expresión era idéntica.

-"Comandante Lyserg, mi trasero"-comentó con molestia Aión.

-"Si, lo sé, lo que es peor es que la comida de esos sujetos huele deliciosa"-suspiró abrazándose a sus piernas.

-"Ya Ashura, no le des alas a mi estomago"-regañó el de cabellos plateados.

-"Tengo hambre"-chilló con molestia Ashura.

-"Pues yo también, deberíamos robarles un poco"-comentó riendo malicioso.

-"¿Te has vuelto loco? Si nos descubren podrían matarnos"-replicó Ashura algo exasperado por las ocurrencias de su compañero.

-"Pues mientras me muera con el estomago lleno me da igual"-contestó mientras bajaba con un ágil salto al suelo.

-"No Aión, detente, no lo hagas"-Ashura se bajó de la rama y corrió tras su compañero que ya le llevaba un buen tramo de ventaja, estaba seguro de que si no lo detenía a tiempo terminarían metidos en un grave problema.

-"Ustedes no van a ir a ningún lado"-interrumpió una figura apareciendo frente a ambos.

Corina Miyazawa los miró primero con el ceño fruncido y después les sonrió con cierta malicia, al fin y al cabo, ellos eran justamente lo que ella había estado esperando, algo con que divertirse, si los mataba lenta y silenciosamente lo disfrutaría en sobre manera y se quedaría tranquila por un tiempo, sí, decidió, eso haría…

-"A mí tu no me das ordenes"-replicó de inmediato el de cabellos plateados, dedicándole una mirada de prepotencia.

-"Cállate tonto"-murmuró Ashura, después lo jaló por un brazo y retrocedió –"Nos veremos en el torneo"-dijo mirando a Corina, pretendiendo estar calmado, luego comenzó a retirarse de ahí.

Pero por la mirada que la chaman les mando, entendieron que ella no los dejaría ir así nada más, ambos parecieron pensar que lo mejor que podían hacer era tomar sus armas de posesión y defenderse en cuanto llegara a ser necesario, solo lo que fuera prudente mientras encontraban una brecha para escaparse de esa situación, ahí era donde seguramente terminaba su misión de espionaje.

-"Corina, regresa con los demás"-intervino alguien, los tres le reconocieron, Hao Asakura hacia acto de presencia.

-"Pero Sr. Hao…"-replicó de inmediato la aludida.

-"Haz lo que te dije"-insistió el chaman dedicándole una de sus penetrantes y amenazantes miradas, ella bufó de pura molestia y se dio la vuelta para irse de ahí dando zancadas que mostraban su coraje.

Listo, pensó Ashura, no había peor cosa que morir por obra de Hao Asakura, ahora sí que la tenían mal, desde luego culparía a Aión por haberlo expuesto a ese terrible final, aunque si se lo pensaba mejor, podía culpar a su familia por prácticamente enviarlo como mascota para los X-Laws y…

-"Lárguense y díganle a Jeanne que deje de fastidiarme"-

-"¡¿Qué?!"-exclamaron ambos sin poder creérselo del todo, ¿Desde cuándo Hao Asakura se mostraba benévolo con alguien?

-"Será más divertido deshacerme de ustedes en el torneo, donde todos puedan verlos arder en llamas"-comentó el chaman de fuego sonriéndoles de lado, en una clara mueca de arrogancia y malicia.

A ninguno de los dos se les ocurrió decir nada más, Ashura volvió a jalar del brazo a su compañero y se alejó de ahí corriendo y casi a nada de ponerse a llorar por su momentánea buena suerte, aunque sospechaba que Aión por su parte debía de estar molesto porque seguramente se había tomado los comentarios del Asakura como una ofensa.

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En el cuartel de los X-Laws reinaba un ambiente de paz y tranquilidad, los más jóvenes estaban dispersos por algún lugar del complejo y mientras tanto, él, Lyserg Diethel, podía disfrutar de una buena taza de té mientras leía una más de las aventuras de Sherlonck Holmes. Tenía una leve sonrisita dibujada en el rostro y eso solo era por la calma que sentía en esos momentos, había pensado que convertirse en el comandante de los X-Laws sería algo realmente cansado pero, en realidad, estaba resultando bastante sencillo, sobre todo cuando los shamanes bajo su cargo se comportaban civilizadamente a pesar de ser incluso menores que él cuando había ingresado al ejército de los ángeles blancos.

O al menos esos habían sido sus pensamientos hasta que la puerta se abrió de par de en par mostrando a un par de figuras que se suponía no debían de estar frente a él sino donde se les había ordenado, vigilando a los Asakura peligrosos.

-"Usted nos ha enviado a hacer algo casi suicida"-recriminó Ashura señalándolo con un dedo acusador, el bajó el libro y los miró sin comprender del todo.

-"No tuvimos recurso alguno y Hao Asakura casi nos mata"-agregó Aión mirándole con el ceño fruncido.

-"Se supone que Julián era el encargado de darles sus provisiones"-contestó, si bien se había alarmado al escuchar lo de Hao, al verlos solo con mínimos raspones, pensó que no había sido tan serio, después de todo, debían de estar quemados y no raspados.

-"Así que fue ese"-murmuró en tono mordaz Aión, luego se dio la vuelta y salió de ahí, entonces Ashura lo siguió y finalmente el inglés pudo continuar con su lectura y su té.

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Se encontraba con los ojos cerrados tumbado en el pasto y mordiendo una pajilla, ese día, la brisa estaba particularmente más fresca que otros días y eso le gustaba, aminoraba un poco la sensación de encierro que le daba estar en ese lugar, el cuartel general de los X-Laws, abrió un ojo y con él miró a su compañero, el cabello rubio se le movía un poco por la brisa y sus ojos color lila estaban mirando perdidamente el cielo, el pasatiempo favorito de ambos.

-"Julián"-mascullaron un par de voces conocidas para ambos, entonces abrió ambos ojos y se reincorporó tan solo para mirarlos ausentemente.

-"Han vuelto de muy mal humor"-dijo el rubio sin siquiera mirarles, aun con los ojos en el cielo.

-"¿Cómo se te ha ocurrido dejarnos sin nuestras provisiones?"-cuestionó en tono mordaz Aión, el rubio se encogió de hombros y suspiró.

-"Creí que lo mejor era ahorrar para el viaje a la aldea parche"-contestó como si nada.

-"Pues creíste mal"-replicó Ashura –"Hemos pasado todo un calvario solo por tu culpa"-le echó en cara, a nada de perder la paciencia.

-"Pero están vivos ¿no? Confórmense con eso"-dijo al fin, pasándose una mano por el cabello azabache en gesto distraído, luego desvió la mirada color azul zafiro al cielo, le parecía mucho más interesante que sus quejosos compañeros.

-"No fue justo enviarnos así y tú lo sabes Milo"-espetó Aión mirándolo con molestia.

-"No lo fue, pero tampoco es correcto llegar y montar un escándalo por algo que ya pasó"-musitó, luego se le puso de pie, sacudió un poco la tierra de su uniforme y se alejó de ahí buscando un lugar donde perderse para no oírlos más aunque fuera por un rato.

Aunque su idea se vio frustrada cuando vio a Kahli aparecer por la puerta que conectaba el patio con el interior del cuartel, en esos momentos llevaba su cabello color naranja trenzado y cayendo con gracia sobre uno de sus hombros mientras con sus orbes color violeta intenso miraba divertida a los otros tres, no era ningún secreto que a ella le encantaba verlos discutir.

-"Hey, el comandante me ha mandado buscarlos"-comentó en voz alta, él la miró y roló la mirada.

Seguía sin acostumbrarse a todas esas tonterías de comandantes y cadetes y ángeles, de hecho, más que nada quería escapar de todo aquello, si, escapar de los "fulanos de blanco" malditos fueran por haberse metido en el camino de Lyserg para que luego este lo arrastrara a él, maldito fuera Lyserg también.

-"Si te pones con ese humor de perros nadie te va a querer"-oyó que le decía una vocecita, levantó la mirada y se topo con los ojos amatistas de Megu, otra de sus compañeras, ella era realmente hermosa, con ese cabello azul índigo largo y ondulado cayéndole sobre sus hombros y haciendo resaltar su tez nívea, ni que decir de sus ojos amatistas pero… -"Ya, te dije que no me miraras como si fuera una cosa rara"-le espetó frunciendo el ceño, claro, tenía ese problema con su genio, no era que a él le gustara ella, no, para nada, le sonrió de lado con cierta burla y paso por su lado.

-"Te recuerdo que aquí todos somos raros"-comentó mientras se alejaba, escuchó su risa y sonrió aun más, de ese modo cínico, si, raros, sobre todo él.

Los otros tres se apresuraron a ir donde el par de chicas y en cuanto el rubio y el de cabellos plateados se adelantaron con la chica de cabello naranja, Ashura le dedicó una miradita interrogante a Megu, ella le sonrió como burlándose de él y eso le hizo fruncir el ceño y mirarla de mal modo.

-"Bianca está con Katherine ya en la sala de juntas"-dijo al fin Megu, Ashura ablandó su semblante y suspiró por fin complacido por la respuesta –"Deberías de decirle de una vez que mueres por ella en vez de seguir perdiendo el tiempo"-agregó la amatista.

-"Claro, y luego Katherine podrá animarse a conquistar a Milo"-comentó sarcásticamente, si como no, jamás podría decirle nada a Bianca porque le daba miedo y porque además todos ellos sabían que en cualquier momento podrían morir…

-"Pues no lo creo, Milo no quiera a nadie, creo que ni así mismo"-musitó Megu, luego comenzó a caminar y él se situó a su lado, ambos encaminándose hacia la sala de juntas, ella tenía mucha razón en decir eso, era como si Milo odiara a todos y por ello quisiese mantenerse apartado.

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Fueron entrando uno a uno en la sala de juntas, los ojos de Ashura se perdieron en un par de orbes color rosa, igual que los cabellos de su dueña, Bianca, la dulce Bianca estaba sentada a un lado de Katherine a quien el cabello castaño le caía graciosamente en el rostro de piel clara y hacia perfecto juego con sus ojos verdes.

-"Ne, Milo, siéntate a mi lado"-invitó la castaña, los orbes zafiro del aludido la miraron un momento antes de mirar hacia otro lado que no fuera habitado por alguien.

-"No gracias"-contestó con simpleza y fue a apoyarse en una pared apartado de todos, Ashura le siguió con la mirada antes de ir a sentarse junto a Bianca.

Megu Julián y Aión se había ido a sentar en el otro sofá y en medio de todos ellos estaba su comandante, Lyserg Diethel, observándolos en silencio, aguardando a que estuvieran en sus lugares para poder hablar.

-"Mañana partiremos a la aldea parche"-comenzó al fin, eso ya lo sabían… -"He pensado que lo mejor será designar dos grupos de espionaje, uno vigilará a Asakura Yoh y el otro a Asakura Hao"-ellos le miraron con cierto horror y molestia, Aión y Ashura pensaron en replicar ante aquello, eso de espiar resultaba horrible –"Analizando las habilidades de todos he decidido que serán Teniel y Zafiel quienes vigilen al grupo de Asakura Yoh, al de Hao…"-

-"Yo lo haré"-interrumpió Milo, todos lo miraron, como si fuese una especie de loco, Ashura y Aión más que loco lo vieron como un suicida potencial y les sorprendió que en vez de negarse, el comandante Diethel asintiera con la cabeza ante tal propuesta.

-"Entonces serán Shatfiel y Fenuel quienes vigilen a Hao, los demás vendrán conmigo"-anunció al fin Lyserg, estaba decidido, eso era todo.

Mañana partirían a la aldea Parche y mientras Bianca y Ashura vigilarían al grupo de Yoh, a Milo y a Katherine –para molestia del primero- les tocaría vigilar a Hao; si, no lo iba a negar, le molestaba que le hubieran impuesto la compañía de Katherine porque quería apartarse, muy en su fuero interno estaba deseando ir solo y hacer algo que tenía tiempo pensando, unirse a Hao sin que importara más nada…

Fin del Capítulo III

¡Kamisama! Por fin hemos logrado terminar, y bueno, dando con el hecho de que no somos ningunos comediantes, decidimos abandonar dicha idea y hacerlo mejor algo serio, obvio de vez en cuando habrá algo de gracia pero más bien será un fic de romance, acción y bueno, tragedia 9.9 es lo que mejor se nos da.

Por el momento es todo, trataremos de editar lo más rápido que se pueda el capítulo IV para poder actualizar pronto pero no prometemos nada, la universidad nos mantiene muy ocupados, como sea, esperamos que les haya gustado y que les haya iluminado tantito el día XD

Esperamos atentamente sus reviews para poder seguir con más ánimos esto, de verdad que ayuda mucho leer sus comentarios n.n

Nos vemos a la próxima.

Atte. Hanna y Joshua Darko