Fairy Oak

Derechos de Elisabetha Gnone

Para entenderla, deben conocer un poco más de Fairy Oak: El Secreto de las Gemelas, Fairy Oak: El Encanto de la Oscuridad y Fairy Oak: El Poder de la Luz.

También ayudaría bastante haber leído Los Cuatro Misterios: El Capitán Grisas y el Amor, Los Hechiceros Días de Shirley y Flox de los Colores.

Aunque no es necesario, ya que tratare de ser, lo más explicativo posible.

El Reencuentro.

Querido Diario, aquí Felí nuevamente escribiéndote, luego de tanto tiempo sin hacerlo, me alegro por regresar a poner mis aventuras en tus páginas. Como te mencioné la última ocasión, mis queridas niñas, Vi y Babú, cumplieron la edad reglamentaría para considerarse mayores de edad y ya no necesitar de una niñera. Fue una despedida muy dolorosa, pero hermosa, siempre guarde mis recuerdos de nuestras aventuras, como crecieron, como maduraron y como juntas, lograron lo imposible.

Aunque me separé de mi querida bruja, no puedo negar de que no solo a mi querida Lala Tomelilla extrañe, también a la Señora Dalia y al Señor Cícero, padres de mis niñas, a mis queridas gemelas, con las que compartí tanto y me enseñaron a su vez mucho, y los demás habitantes de Fairy Oak, en especial a aquel valiente grupo de niños llamado La Banda del Capitán, inspirados en aquel gentil hombre, el Capitán Talbooth.

Como extrañe a todos sus miembros, Al valiente Grisam Burdock, quien no solo conquisto el corazón de mi casi indomable Pervinca, sino enfrentó cara a cara al mismo enemigo. A la siempre sonriente Flox Polimón y su particular gusto, no solo por la vida, sino también por los colores. A la Mágica Shirley Poppy, capaz de volver los sueños realidad con un simple pestañeo. A la amorosa Nepeta, al cordial Acantos, a los incansables Tommy y Francis, al confiable "Pajarillo", así como al resto de la banda.

Ya han pasado seis años desde que deje Fairy Oak, a mi familia, a mi bruja, a mis niñas, a mi vida. Como extrañe todo eso y como, como querían las demás hadas que les contara más y más aventuras. Pero hice una promesa, solo contaría cuatro historias, una cada noche y me mantuve en ella.

Lo que me alegra, es que luego de varios años, negándome a aceptar trabajos de niñera, en parte porque aun me dolía el haberme separado de mis gemelas y mi bruja, luego de tantos años, llegó la carta que tanto ansiaba leer, la de mis queridas niñas, mis gemelas. Sí, por fin mis queridas niñas me habían escrito, para aquello que tanto había esperado por años, ser niñera de sus respectivos hijos.

Presta y rauda me apresuré a volar desde el Reino de Rocíos de Plata a visitar a mis niñas en Fairy Oak, conocía el camino de memoria, aunque por años no había vuelto a aquel querido pueblo del Roble Encantado, en mi memoria, jamás había salido de el. Todas las noches, recorría mentalmente el camino a Fairy Oak para visitar a mis gemelas, a mi bruja, a mis amigas hadas y a mi querido pueblo, nunca entendí lo que era la nostalgia, hasta ese día.

Todo el pueblo estaba tan cambiado, en parte, gracias a muchos de los extraños inventos del joven Jim Burium, el novio, prometido y ahora esposo de mi querida Babú. Siempre me parecieron muy raros sus inventos, no se como se ideaba tantas cosas raras, como podía coger una pala, un pico, una rueca, varios metros de cuerda y convertir todo eso en una practica máquina capaz de arar los campos a la mitad de velocidad.

Pero el merito no es solo del joven inventor, también es gracias a Grisam Burdock, sobrino de uno de los magos de la Oscuridad más importantes y el único, que logro mantener unido a todo el pueblo en aquel terrible momento. Al igual que su tío, el joven Grisam, novio eterno y ahora esposo de mi querida Vi, desde joven demostró que era un líder nato, al crear a la ya famosa Banda del Capitán, en memoria al viejo Capitán.

Cuando el poderoso mago de la Oscuridad Duff Burdock, envejeció tanto que ya no podía estar al mando de un pueblo tan grande como Fairy Oak, el cual, luego de vencer al Terrible 21, había crecido aun más de lo imaginado. Duff supo, junto a mi querida Bruja Tomelilla, que era hora de dejarlo todo a mano de la nueva generación y eso fue lo que hicieron.

No hay que decir que su decisión fue más que acertada, el joven Grisam, quien miró frente a frente al enemigo mismo y se enfrento a él en compañía de todas nosotras, las fieles y siempre confiables hadas, solo para rescatar a mí querida Babú. Tomar las riendas de un pueblo como Fairy Oak, no fue nada, para quien logró casarse y criar una familia junto a mi querida Vi. Yo creo que esa fue su mayor hazaña y no el hecho de pelear contra el Terrible 21 o hacerse cargo de Fairy Oak, sino, el haberse casado con Vi, es que a veces Pervinca es… bueno, ya sabes como es ella.

Ya voy llegando a la casa, sigue igual que siempre y eso es lo que más me encanta de todo, es como si nunca me hubiera ido. Mi antiguo hogar, en el que viví y compartí tanto por quince años, en aquel mágico lugar… donde dos gemelas siempre me encerraban en mi frasco para poder hacer sus travesuras y matarme de preocupación. Es que, solo de acordarme de ello, cuando vea a esas dos, juro que les daré un tirón de orejas, se lo tienen bien merecido.

Dios, estoy frente a la puerta, nunca estuve tan nerviosa, ni cuando visite a mi Bruja por primera vez, que nervios. Es que, cuanto ha pasado de que no las veo, deje a mis niñas cuando ellas cumplieron quince años, como lo acordó Tomelilla en la carta que me envió pidiendo mis servicios. Luego de eso, regrese a mi Reino y no salí de él, creo que por otros cinco años o creo que fueron seis.

Como sea, veré a mis niñas ahora y me siento de la más nerviosaexcitada, toco la puerta dos veces, no se para que lo hago, supongo que no se acordaran de mí, es que fueron ya, cinco años sin vernos. Cinco años en los que no supe nada de ellas, más que una u otra carta que me enviaban de vez en cuando, me hubiera gustado que me escribieran un libro completo, pero no creo que a mis niñas les hubiera encantado hacer eso.

Bien, es hora de aspirar hondo, tragar mi nerviosismo y esperar a que alguien venga a abrir la puerta. Sigo aun más nerviosa que antes, creo que sería mejor volver en otra ocasión, de seguro todos se olvidaron de mí, es más, en todo Fairy Oak, no había ni una sola alma en las calles, aun cuando ni se había ocultado el sol del todo. Hubiera esperado cuando menos que alguien me saludara, un "hola Felí, te extrañamos tanto", pero no me encontré a nadie en el camino.

Todos se olvidaron de mí.