Disclaimer

A mi no me pertenece nada, todo le pertenece a C.S. Lewis,

y en lo personal no me gusta como termina la historia de Caspián x Susan.

Summary:

Los Reyes y Reinas de Antaño han vuelto a Inglaterra, dejando atrás su amado Narnia, pero sabiendo que esta bajo la protección de un rey muy capaz de protegerlo y a su pueblo, pero ¿Quién cuida del rey, en esas frías noches, (aun cuando en Narnia no hace frío)?.


RECAP

Susan y Caspian no sabían que hacer las otras dos personas presentes en la habitación estaban teniendo una conversación sin incluirlos y al parecer hablaban de Susan, esta iba a preguntarle a Caspian si sabia de que hablaban pero en ese momento el pequeño príncipe, que parecía un tanto obsesionado con saltar y aferrarse a las piernas de los demás, saltó y dando un fuerte grito dijo:

-¡Made!

Cassius, el pequeño príncipe, se aferraba a las piernas de Susan, y escondía su rostro en el vestido de la reina y murmuraba algo que era incomprensible, pero el seguía ocultando su rostro aun cuando empezaba a hablar cada vez más rápido y seguía diciendo cosas que para el oído humano era imposible de captar, y ni el rey ni la reina entendían una palabra de lo que decía…


You'll come back when they call you

No need to say good bye

El pequeño príncipe se aferraba a las piernas de la Gentil Reina, quien permanecía inmóvil con la mirada fija en sus rizos color chocolate, no sabía que hacer, él no quería levantar el rostro. Mientras el pequeño se aferraba a la reina balbuceaba algo que nadie de los presentes parecía comprender, por esto la Gentil Reina se arrodilló para ponerse a su nivel, le limpió las lagrimas y ante la suave caricia el príncipe levanto el rostro, para verla directamente a los ojos.

Ahí Susan perdió cualquier pensamiento coherente que tuviera… ojos del mismo azul que ella, facciones que extrañamente le resultaban familiares, instintivamente atrajo al niño hacia si misma, éste rodeó con sus pequeños bracitos el cuello de la Gentil Reina, acto que la impactó un poco, la ultima vez que había cargado a un niño de esa edad había sido a Edmund, y solo unas cuantas veces.

Susan escuchó que el pequeño comenzaba a llorar una vez más, así que empezó a mecerlo y a acariciar sus rizos en un intento de calmarlo. Pero ¿qué se podía esperar de un niño de 3 años? En lugar de tranquilizarse el pequeño comenzó a sollozar, pero al no estar acostumbrada a cargar a un niño Susan comenzaba a cansarse, por lo que volteó en dirección a Moonsong…

-Moonsong, ¿Podrías decirme en donde se encuentra la habitación del pequeño príncipe?- preguntó Susan mientras acomodaba al príncipe de manera, que tanto ella como el príncipe, estuviesen cómodos.- Creo que en poco tiempo necesitaremos recostarlo, me imagino que la hora de su siesta se acerca.

-Con mucho gusto, Majestad.- contestó Moonsong con una sonrisa- Y sí, ya casi era hora de su siesta, pero por lo visto hoy será un poco más temprano.

Susan aun no se ponía de pie, teniendo a un pequeño niño en brazos dificultaba un poco las cosas, cuando lo intentó perdió un poco el equilibrio pero unas manos la tomaron de la cintura y la ayudaron a levantarse sin ningún problema. Antes de siquiera pensar en voltear para agradecer a quien la había ayudado, sintió el aliento de alguien rozar su cuello…

-Tal vez ayude que lo llames por su nombre- la voz tan característica de esa persona, con su acento, y ese algo que hacía que sintiera movimientos extraños en su interior como si su corazón no pudiese ir a un ritmo más lento, o como si su estomago no pudiese dejar de dar vueltas.- Es Cassius, su nombre es Cassius…

Al no confiar en su voz, Susan solamente asintió con la cabeza y continuó meciendo al príncipe. Podía sentir el calor de las manos que la habían ayudado a ponerse de pie rozar su cintura, estaban ahí pero al mismo tiempo no, emanaban un calor que la estaba torturando.

-Majestad, si gusta acompañarme, le mostraré la habitación del pequeño- la voz de Moonsong los sacó de ese dulce sueño en el que se encontraban ambos monarcas. Claro no sin antes dedicarle una mirada de 'Ya te vi' al joven Rey. Muy despacio Susan caminó hacia Moonsong, lo que hizo que aquella calidez que la rodeaba se quedara con el joven rey.

Pasaron unos cuantos pasillos que Susan recordaba bien pero sus pensamientos estaban dispersos y más enfocados en el pequeño príncipe que tenía en brazos, ya no sollozaba simplemente dejaba salir unos cuantos quejiditos, pero el cuello de la reina aun se empapaba de sus lagrimas.

Al llegar a la habitación del pequeño príncipe Susan se sorprendió, la habitación era digna de cualquier príncipe de Narnia, una cama enorme (en especial para un niño de 3 años), los artistas narnianos se habían esmerado ya que su habitación parecía una clara reproducción de los bosques narnianos, el farol, las cascadas, el río, las montañas pero su cama estaba en la pared que mostraba el mar del suroeste, frente a las ventanas de su habitación había una hermosa mecedora, sin pensarlo dos veces Susan se sentó en ella y continuo meciendo al pequeño príncipe, sin darse cuenta que Moonsong muy lentamente se retiraba de la habitación, y al mismo tiempo alguien se quedaba en la puerta, observando cada movimiento de la joven Reina.

El sentir al pequeño en sus brazos, le transmitía un calor y un sentimiento que no había conocido jamás, el haberlo visto con lágrimas en sus ojos le rompió el corazón, había algo en él que la impulsaba a tomarlo en sus brazos, arrullarlo y espantar a todos los monstruos y cualquier otra criatura que quisiera acechar sus sueños.

La persona que se encontraba en la puerta veía ensimismado la hermosa imagen que formaban los dos, y su alma parecía encontrar paz en la canción que tarareaba la joven reina.

Poco a poco la respiración del príncipe se tranquilizó y la joven reina decidió que era momento de recostarlo para su siesta, después de haber llorado 20 minutos el pequeño príncipe, Cassius, se estaba quedando dormido poco a poco…

-Ven mi pequeño Cassius, a dormir- dijo dulcemente la reina mientras lo llevaba a su cama, cuando intentó dejarlo en ella el pequeño se aferro a su cuello y a su cabello, por lo que Susan optó por algo que siempre funcionó con Edmund, se recostó en la cama y puso una de las almohadas más grandes de lado en el que se encontraba el pequeño, si hacia un movimiento inesperado Cassius se aferraba más a su cabello. Así que optó por dejar de luchar y disfrutar del pequeño respiro que le estaba regalando el principito, sabía que en el momento en que Cassius la soltara se enfrentaría con la realidad… Cassius la había llamado Madre.

Mientras tanto la persona en la puerta seguía observando silencioso, no quería romper el momento, para él este momento era tan preciado y tan ajeno al mismo tiempo que sentía que si hablaba o hacía algún movimiento en falso todo se evaporaría en el aire.

Lenta y suavemente pasaba sus dedos por entre los cabellos del pequeño, como por arte de magia Cassius empezó a girarse en dirección a la almohada, cosa que le permitió a la joven reina apreciar el rostro del pequeño, parecía salido de un sueño, un sueño que nunca se atrevió a externar.

Sus ojos, sus labios, su nariz, la forma de su cara, su barbilla, su entrecejo, todo él le hacía pensar que realmente el pequeño era su hijo, no había duda de lo que había escuchado, él le había llamado madre, pero eso en ese momento no era del todo importante, en este momento lo que realmente le importaba y ocupaba todos sus pensamientos era el pequeño y el padre de este, pero el hechizo se deshizo cuando alguien llamó su nombre desde la puerta…

-Susan- llamó una persona que estaba en la puerta, parecía más bien un suspiro que un llamado- disculpe Su Majestad, no quise interrumpir…

Mientras el Querido Amigo Trumpkin hablaba con la Gran Reina, había alguien más en la puerta, escondidos entre las sombras se encontraban el joven Rey y el profesor Cornelius.

-Así que lo que dijo Delian era cierto, la Gran Reina Susan ha vuelto, no lo puedo creer- dijo el profesor Cornelius con una enorme sonrisa en su rostro- Mi Señor si me permite decir unas palabras…

-Adelante profesor, usted sabe que como mi mentor, y como amigo siempre me ha gustado que hable lo que piensa- dijo Caspian sin apartar la vista de la habitación ni de la reina.

-Entonces, como una de las personas que te vio crecer, te digo esto con todo mi corazón y con toda honestidad, ¿QUÉ ESTAS ESPERANDO?- preguntó un tanto exaltado el profesor- Hijo mío, ve la oportunidad que Aslan te esta brindando, no la desperdicies. Desconozco la razón por la que ha vuelto, pero recuerda que nada sucede dos veces del mismo modo. Y si se marcha nadie puede asegurar que la vuelvas a ver…

-Entiendo perfectamente lo que dice profesor, que más daría yo por hacer exactamente eso, pero acaba de llegar, no sabemos por que y además llegó a algo más que ser solo la Gran Reina de Narnia, ella escuchó perfectamente como la llamó Cassius, querrá explicaciones…

-Por supuesto, pero ¿qué otra explicación podrías darle más que la verdad?

-¿Cuál verdad? ¿te refieres a la parte en la que nombre al pequeño Cassius como una mezcla de nuestros nombres? O ¿ A que lo último que tuve de esperanza lo he dedicado a enseñarle a este pequeño las costumbres narnianas y educándolo con la idea de que no solo es mi hijo sino también hijo de la Gran Reina Susan?

-Caspian, ¿por qué le dijiste a Cassius que Susan era su madre? ¿por qué le has empezado a enseñar las celebraciones narnianas? ¿Por qué combinaste tu nombre y el de Susan para nombrarlo a él?

-Lo hice porque…- antes de que Caspian pudiera continuar con su respuesta o más bien para evitar responder a la pregunta se enfocó un poco más en la platica que tenían Trumpkin y la gran Reina Susan, y lo que escuchó le demostró que Aslan aun le daba más oportunidades…

-Es hermoso ¿no lo crees Querido Amigo?- dijo Susan en un susurro intentando no despertar al príncipe, sin prestar atención a lo que había dicho el enano- Dime, dulce y querido Amigo, ¿ es feliz?, ¿qué se le ha dicho? ¿por qué me ha llamado Madre? ¿qué dicen los Narnianos? ¿ lo quieren? ¿es amado por su pueblo? ¿es respetado? ¿ se le protege como es debido? ¿se le instruye en las nuevas y viejas tradiciones? ¿narnianas o telmarinas? ¿qué..?

-Majestad, con todo respeto, ¿habla del príncipe o del rey?- interrumpió la oleada de preguntas de la Gran Reina.

Después de unos segundos de silencio la Reina simplemente contestó- Ambos…-

-Majestad, nada me gustaría más que contestarle pero la realidad es que el más adecuado para contestar las preguntas que acaba de hacer sería…

-Sería yo- dijo una voz que hacía temblar a Susan, una voz que entre sueños la había acurrucado y al mismo tiempo atormentado, muy lentamente movió la cabeza en dirección a la voz y simplemente asintió, se levanto lentamente, Gracias a Aslan que el príncipe ya había soltado su cabello y no habría problema alguno, acomodó las almohadas alrededor del príncipe para que no corriera peligro de caerse.

El joven Rey la esperaba en la puerta indicando que ese no sería el mejor lugar para tener la conversación, junto a él el profesor veía a la reina con una sonrisa.

Susan hizo una reverencia frente al enano y le dedico una sonrisa- Querido Amigo, ¿serías tan amable de cuidar al príncipe? Y también, ¿podrías buscarme poco antes de que despierte?- pidió Susan sin animo alguno de dejar al pequeño príncipe, pero muy dentro de ella sabía que no podía evitar la platica que estaba por llevarse a cabo.

-Por supuesto, Majestad- dijo el enano.

Al voltear en dirección al Rey, Susan se da cuenta que son cuatro adultos en la misma habitación, con una sonrisa se dirige a la puerta y se detiene al ver al querido profesor haciendo una reverencia.

-Que grato es volver a verle profesor- dijo Susan con voz dulce pero siempre regia

-Gran Reina Susan, para mi es todo un honor volver a encontrarme en su presencia, Gracias a Aslan que me ha permitido vivir lo suficiente para ver su dulce sonrisa de nuevo- dijo el profesor con una gran sonrisa.- No se preocupe majestad, nosotros cuidaremos al príncipe y un poco antes de que despierte yo mismo iré a buscarla.

-Muchas gracias profesor, no sé como lo ha hecho pero en tan poco tiempo este pequeño me ha robado el corazón.- decía la Gentil Reina mientras veía de lejos al pequeño príncipe, sin darse cuenta que en la cabeza del joven Rey parecía existir otra visión, una visión que si Aslan le permitía se volvería realidad…

-Como a todos nosotros majestad… como a todos nosotros- Susan no se dio cuenta pero Caspian si, detrás de las palabras del profesor había una indicación o indirecta dedicada solo a él.

-Reina Susan ¿vamos?- dijo Caspian ofreciendo su brazo galantemente el cual Susan tomó un tanto dudosa. El profesor hizo una reverencia a la que los monarcas contestaron con un leve movimiento de cabeza y se retiraron. Mientras el viejo profesor los veía alejarse le pareció ver el reflejo de un futuro, así que silenciosamente lanzo una plegaria a Aslan.

GPOV (con Susan y Caspian)

Caminaron un pequeño trecho hasta llegar a lo que parecía ser un pequeño estudio destinado para cualquier dignatario, embajador, que llegase a Narnia. Caspian abrió la puerta para que la reina Susan pudiese entrar a la habitación que había considerado lo suficientemente privada para su conversación.

Susan entró sin prisa alguna al estudio y escuchó como la puerta se cerraba tras de ella, cuando intentó adentrarse un poco más en la habitación sintió ese mismo calor rodearla. Unas manos se hallaban estrechadas en su cintura, y su espalda había sido atraída al pecho de la persona que ahora escondía su rostro en la unión del cuello y el hombro de la joven reina.
Al mismo tiempo Susan sintió la esencia de la persona, una esencia que despedía el olor a bosque, incienso, aceites y otros aromas que la hacían estremecerse. Lo único que pudo pronunciar al ser embargada de tantas emociones fue un suspiro llamándolo.

Mi Señor- llamó la joven y dulce reina intentando captar la atención del joven monarca, pero este parecía completamente ensimismado. – Mi Señor... Gran Rey Caspian-

Solo permíteme quedarme así un momento más… solo un momento más déjame asegurarme que estas aquí, que no eres una ilusión- decía Caspian mientras la atraía más a su cuerpo.

Lentamente Susan posó su mano sobre las de Caspian, quien al parecer tomó esto como una señal para soltarla.

Susan se alejó del joven Rey lo más que pudo, cabe decir que el antes mencionado monarca estaba impactado, perplejo de que su Benévola Reina aun estaba ahí, ese ínfimo momento de haberla tenido entre sus brazos no había sido suficiente para convencerlo de que ella se encontraba ahí.

-Gran Rey Caspian, me disculpo, ya que antes no pude saludarlo como la tradición manda- haciendo una reverencia Susan dijo- Yo Susan Pevensie, antes conocida como Gran Reina Susan, la Benévola. Lo saludo Gran Monarca Caspian Rey de Narnia, Emperador de las Islas Solitarias. Gracias a la gracia de Aslan, nuestro gran Señor, me da gusto decir que estoy de visita, aun sin conocer las razones por las cuales se me ha permitido regresar a mi amado Narnia.

-Gran Reina Susan, por favor de pie, ya que entre nosotros no deben existir estas formalidades.- Susan lo vio de manera reprobatoria- Pero recuerdo a la perfección su amor y su respeto por las leyes y el protocolo, así que le doy la bienvenida a Cair Paravel y la exhorto a que se sienta como en su hogar. Ya que alguna vez lo fue. Y espero que la Gracia de Aslan la ilumine y le revele el porque de su visita.- dijo mientras hacía una pequeña inclinación y extendía su mano para ayudarla a incorporarse.

Caspian aun la tenía tomada de la mano y la dirigió a un sillón que se encontraba justo frente a un librero que cubría toda una pared del estudio

-Me imagino que está muy cansada Majestad, pediré a alguien que nos traiga algo para que degustemos mientras charlamos.- decía Caspian mientras trataba de salir de ahí.

-Caspian…- dijo Susan con una voz un tanto dulce pero que escondía en su dulzura algo un tanto amargo

-Si...¿ Majestad?- respondió este tratando de controlar ese pequeño escalofrío que le corría por la espina dorsal.

-Tu mismo comentaste antes que entre nosotros no debía de haber formalidades- dijo mientras sonreía, sonrisa que no le inspiró nada de confianza a nuestro joven Rey.

-Si, eso es verdad- dijo Caspian un tanto dudoso

-Y dadas las circunstancias…- decía mientras señalaba al pequeño silloncito frente a donde ella estaba sentada

-¿Las circunstancias…?- repitió el joven asustándose cada vez más y tomando asiento frente a la Benévola Reina, que en este momento no lo parecía del todo.

-Dime querido Caspian, ¿cuándo pensabas decirme que tenemos un hijo?

-Amm…

-Mi señor no es momento de balbucear, mas vale que me explique ¿cómo fue que pase cuarenta y cinco minutos consolando a un niño de no más de 3 años que me llamaba MADE? Hasta donde yo tengo entendido no he dado a luz a ningún niño en los últimos dos años de mi vida…

-Majestad…

-Nada de Majestad… necesito una explicación antes de que haga algo de lo que no estoy muy segura si me arrepentiré después.-

-Majestad-

-Caspian ¿le hablas de usted a la MADRE de tu hijo?-

-Susan, el pequeño solo hace lo que se le ha enseñado-

-Entonces dices que al niño se le ha enseñado que yo soy su madre, bien, ¿quién tuvo la genial idea de decirle eso al pequeño?-

-Fui yo quien le dijo al pequeño que tu eras su madre.-

-¿qué? Por favor dime que es una broma, dime que no fuiste tan descuidado como para poner en riesgo nuestras reputaciones, y que ahora toda Narnia cree que tenemos un hijo fuera del matrimonio.-

-No es una broma, yo le enseñe al pequeño que tu eras su madre pero nadie en Narnia sabe de su existencia, los únicos que conocen la existencia de Cassius son los que trabajan y viven aquí en el palacio.-

-Y ¿cuántos narnianos o telmarinos son exactamente?-

-No te sabría decir pero han jurado guardar el secreto y hasta ahora no ha salido del palacio. Nadie en Narnia sabe de él, pensaba presentarlo en unos cuantos años como mi heredero y príncipe de Narnia.-

-Caspian eso es muy riesgoso, no solo para ti, también para el pequeño. Y ¿pensabas decir que él era hijo mío?-

-No, pensaba que para cuando pudiera presentarlo ya sería lo suficientemente mayor y explicarle la verdad.-

-¿Cuál verdad? ¿Qué verdad Caspian? Por que hasta ahora aun no me explicas nada a mi.-

-Susan…-

Knock Knock

-Un momento por favor- dijo Susan con aparente calma

-Por favor solo necesito que me escuches

knock knock KNOCK KNOCK KNOCK

- Adelante- dijeron ambos al mismo tiempo perdiendo la paciencia quien sea que estuviese del otro lado parecía tener mucha prisa.

-Les suplico me disculpen majestades…

-¿Qué sucede profesor?-

-Majestad, los concejales se han reunido y quieren hablar con usted.

-¿Concejales? ¿cuáles narnianos o telmarinos?

-Ambos Majestad y quieren verlo lo antes posible.

-Bueno lleva a los concejales Narnianos al patio este y a los telmarinos a la Biblioteca Norte

-Amm…

-¿Si, Profesor?- dijo Caspian llevandose los dedos a las sienes, presentía una migraña en camino.

-Al parecer ambos grupos contaban con esa decisión y quieren que los reciba al mismo tiempo.-

-Aslan, dame paciencia, dame fuerzas- murmuro entre dientes el Monarca, sip la migraña parecía más cercana.

-Profesor, envíelos al Salón del Trono, dígales que ahí los recibirá el Gran Rey Caspian.- dijo Susan sin duda alguna en su voz

-Pero…- quiso replicar Caspian.

- No se preocupe Majestad, su nuevo concejero personal estará justo a su lado para ayudarlo si llega a cometer algún otro error garrafal.- dijo socarronamente la Gran Reina.

Al ver que por el momento el Profesor ya no era necesario, y con sus ordenes ya expresadas se escabulló silenciosamente a la salida. Y dejó a los tortolos, ehem, Monarcas discutir los siguientes detalles de la reunión que estaba por tener lugar.

-¿Mi nuevo concejero personal?- preguntó dudoso Caspian, no estaba muy seguro si quería saber quien era este nuevo consejero.

-Así es, ¿me permites tu capa?- dijo la reina sin ningún aspaviento mientras señalaba a la capa que estaba en los hombros del Monarca.

-Si claro aquí tienes- dijo Caspian extendiéndole una mano con la antes mencionada prenda no sin antes dedicarla una mirada de extrañeza a la reina.

-Bien, si mal no recuerdo, y si usaste los planos originales del palacio, por aquí debe de haber una entrada secreta, que tiene un pasadizo secreto que nos dirigirá directamente al salón del Trono.- señalando un estante que a simple vista estaba fijo a la pared.

-Si ahí sigue el pasadizo, en realidad nunca lo he usado, pero solo ciertas personas saben de su existencia.- dijo el Rey mientras movía el estante y dejaba al descubierto un túnel apenas iluminado por antorchas.

-Bueno andando Majestad, tiene invitados que atender.- dijo Susan con voz autoritaria

-Como usted ordene Majestad, después de usted.- contestó Caspian permitiéndole el paso a la Benevola Reina.

-No creas que olvidare nuestra conversación Caspian aun hay mucho que debes contestar.- dijo Susan mientras comenzaba a avanzar por el pasillo.

-Lo imagine, y no me preocupo. Sabía que dirías algo así- contesto Caspian mientras que por dentro suplicaba por alguien que lo salvará de tal destino.

SPOV

Después de algunos tropiezos y casi caídas, llegamos al salón del Trono, o más bien el salón de los Tronos.

Quedé impactada, al frente y al centro del salón se encontraban cinco tronos todos bañados en oro, del mismo tamaño y forma, sentí algo cálido recorrer mi cuerpo y una caricia en mi mano y un susurro que me robó el aliento – Pensé que ésta sería una forma para siempre recordarme que tengo que cumplir con ciertas expectativas y también que hay personas que me apoyan- vi como Caspian, que era el Rey regente de ese momento, tomó asiento en el trono del centro. Y me señaló el trono que estaba a su derecha, a lo que negué con la cabeza, me cubrí con la capucha de la capa y me escondí entre las sombras del salón.

Justo cuando Caspian parecía querer pedirme algo todos los concejales entraron, hablando entre ellos ocasionando un gran alboroto.

Al ver que su Monarca estaba ya sentado en su trono todos hicieron una reverencia y al poco tiempo comenzaron nuevamente con el alboroto y el escandalo que tenían, ya recuerdo por que no me gustaban estas reuniones en conjunto, todos creen tener la razón y por eso hablan más y más fuerte.

Narnianos y Telmarinos parecían tener un gran problema para el cual necesitaban que el Rey les diera una solución.

-Majestad, debemos hablar de un gran problema

-Un enorme problema Majestad

-Que podría poner en grave peligro la estabilidad de Narnia

Ante estas declaraciones me preocupé, ¿Caspian no había tomado en cuenta estos problemas antes?, y ¿por qué Caspian lucía tan poco preocupado con lo que le decían sus concejales?

-Señores, por favor no otra vez-

¿Qué? ¿por qué no estaba escuchando? ¿por qué estaba negándose a escucharlos cuando ni siquiera habían dicho dos palabras?

-Debe contraer matrimonio-

-Debe encontrar a alguien que reine a su lado-

¿QUÉ?

-Debe tener herederos legítimos Telmarinos para el nuevo trono, eso lo que su padre hubiera querido

-No Majestad, ahora usted es el Monarca de la unión de dos naciones antes enemigas. El linaje debe ser mezclado

-¡Jamás!

-Un linaje puro

-Uno mestizo

Ahora entiendo por que Caspian aun no ha presentado a Cassius a estas personas, mi pequeño príncipe no soportaría ni un segundo a estos 'concejales'. ¿por qué están hablando de un linaje? A nosotros nunca se nos exigió que tuviéramos descendencia, tal vez ese fue uno de los problemas cuando nos marchamos.

Y pensar que yo alguna vez considere el contraer matrimonio con un foráneo. Esperen ¿qué acaba de decir ese enano?

-Contéstenos Majestad-

-¿Quién es el niño que han dicho que vive en el castillo?

Ves querido Caspian por eso es muy peligroso tratar de mantener todo en un puño cerrado, en algún momento las cosas se comenzaran a salir por entre tus dedos.

-Les aseguro que no se de que están hablando y en cuanto a lo de mi matrimonio, les recuerdo que yo no pienso contraer matrimonio con alguna princesa foránea solo para mantener una línea de sucesión.

De acuerdo, ahora veo el problema de los concejales Caspian se reúsa a contraer matrimonio sin amor…

-Majestad, todos sabemos que la Reina Susan fue su primer amor

¿DISCULPE? ¿Por qué es necesario meter a alguien más en la discusión?

-La Reina Susan es lo que es para mi y ninguno de ustedes podría llegar a comprender lo que siento por ella.

Y él no lo desmiente… entonces ésta puede ser parte de las respuestas que estoy buscando…

-Majestad ¿qué hay acerca de ese niño?

-Su matrimonio Majestad

-No podemos permitir que el Nuevo Rey de Narnia tenga un hijo bastardo

-Majestad le rogamos nos diga si ese niño es hijo suyo o de alguien más.

-Majestad

-Mi Señor

Todas las voces parecían revolotear dentro de mi mente, y al parecer a Caspian estaba a punto de explotarle la cabeza, al igual que a mi. No se que me impulsó a hacerlo pero lo hice.

CPOV

Sus voces elevadas y sus absurdas peticiones estaban haciendo que mi cabeza diera vueltas. No me di cuenta cuando mi 'sombra' decidió que era momento de intervenir, asi que poco a poco se fue acercando a donde me encontraba sentado y dijo con voz firme, no fue un grito ni tampoco un susurro. Fue simplemente una voz dura la que se dirigió a estos 'concejales'.

-SUFICIENTE- aun cuando su voz sonaba fría como los inviernos que me imagino ha vivido en su mundo, para mi seguía siendo un dulce sonido que no cambiaria por nada.

-¿Quién eres tu?

-¡Descubre tu rostro! ¡Muéstrate!-

Estos impertinentes se atrevían a hablarle así a mi Reina, claro que ellos no sabían, pero ¿qué no tenían mejores modales?. Cuando me disponía a levantarme su suave mano se colocó en mi antebrazo frenando cualquier intento de estrangularlos a todos y cada uno de ellos.

Esta era una de las razones por las que dudaba si sería lo más razonable el que Susan viniera a la reunión, sabía perfectamente de que querían hablar estas personas y a decir verdad no me interesaba verlos o discutir el tema que he evitado por algunos años.

-Permítanme decirles Sres. Que nunca antes se le había exigido a un soberano de Narnia el tener descendencia que continuara con la línea sucesoria. No se le pidió al Rey Frank, ni al Rey Peter, ni al Rey Edmund, ¿Por qué consideran ustedes necesario que el nuevo rey de Narnia lo haga?

-¿cómo lo sabes?

-Por que yo estuve al lado de los últimos dos reyes y se perfectamente lo que nuestro gran señor Aslan les pedía, y no les pedía nada más y nada menos que amaran y velaran por su pueblo.- dijo mi sombra sin perder la compostura.

Pero lo siguiente que salió de la boca de uno de los concejales Telmarinos fue lo que arruinó toda esta cortina de misterio, y claro que no me faltaban ganas de matarlo…

-¿Estas diciendo que estabas al servicio de ambos Reyes?- el tono que uso era sugerente e iba algo implicito en esa pregunta...

En el momento en el que esas palabras salieron de su boca sentí una rabia que me inundaba, como se atrevía a insinuar tal cosa, pero no fui lo suficientemente rápido de un momento a otro mi sombra había tomado mi espada y estaba apuntándola a la garganta del concejal que la había ofendido.

La capucha había caído en sus delicados hombros mientras amenazaba al concejal tanto con la espada como con su mirada.

-No Mi Señor, estoy hablando de que yo reiné junto a mis hermanos, y que tanto a ellos como a mi, nuestro Gran Señor Aslan nos dio la oportunidad de buscar en Narnia y en otras tierras, aquella persona que nos complementara pero desgraciadamente no llegó.

Pude ver como todos se quedaban inmóviles al ver a mi Reina con mi espada, mientras que ellos la veían amenazante yo no podía evitar que ese escalofrió corriera una vez más por mi cuerpo.

Mientras bajaba la espada y volteaba a verme con una sonrisa que escondía algo más dijo

-Querido, ¿en verdad crees necesitar a un concejal tan poco caballeroso?- sin duda el sobrenombre cariñoso que utilizó me inquieto un poco pero decidí seguir su juego.

-Podéis hacer lo que gustes mi Reina, ¿tu crees que es necesario en mi concejo?- le pregunte mientras estiraba mi mano para que me diera la espada, otra sorpresa fue que en lugar de darme la espada tomó mi mano con una gran suavidad, así que la jale hacia mi y deposite un beso en ella.

-No lo se, la realidad es que hasta ahora no ha hecho más que hacer malas aportaciones y carece de sentido lógico.- decía mi Reina mientras me veía y de reojo veía las reacciones de los concejales.

-Si así lo deseáis, entonces …

-Majestad por favor, ¿por qué…?

-Disculpe… Mi Señor… ¿cuál es su nombre?- pregunto un tanto impaciente, mi dulce Reina.

-Soy Lord Veneran, Reina Susan

-Mi Señor Veneran, si el niño que ustedes dicen que esta en el castillo, resultara estar en el castillo y fuera hijo de el Rey Caspian ¿cuál sería su concejo?

-Mi concejo sería enviarlo al mundo de los humanos con la tía del Rey Caspian, ese niño no puede ser hijo del Rey Caspian a no ser que sea hijo de alguna de las prostitutas que el Usurpador Miraz llegó a meter al castillo para que el Rey se convirtiera en todo un Telmarino.

¡¿Cómo se atreve?! Nunca, nunca permití que mi tío me indujera en sus 'tradiciones telmarinas' Ahora Susan pensara lo peor de mi. Y no creo estar pensando mal, puedo ver que en sus ojos brilla algo que no veo exactamente que es pero Veneran de verdad debería comenzar a correr.

-Mi Señor Veneran cada vez que abre la boca pareciera que lo hace para cavar cada vez un agujero más profundo y sin salida. Se lo diré lentamente para que lo entienda. A todos se los diré muy lentamente.

Muy bien es un hecho, ahora entiendo por que los Penvensies temían y huían cada vez que Susan se enfurecía…

Aslan por favor ampáranos.

GPOV

Susan se soltó del agarre que Caspian tenia en su mano, que hacía dos segundos, se había vuelto más fuerte.

-Mi Señor Veneran cada vez que abre la boca pareciera que lo hace para cavar cada vez un agujero más profundo y sin salida. Se lo diré lentamente para que lo entienda. A todos se los diré muy lentamente.-

Dijo la reina mientras se acercaba poco a poco a los concejales, su mirada fija y su tonó completamente indiferente.

-En la época de oro fui conocida como la mejor Diplomática de todo Narnia, soy la mejor Arquera de Narnia, pero lo que ustedes no saben es que tanto mi hermana, la reina Lucy, y yo fuimos entrenadas también con la espada. La espada larga, las espadas dobles, dagas, cuchillos, floretes, cimitarras, y un sin fin de armas de corto alcance.

A cada palabra de Susan los concejales se iban poniendo más y más nerviosos, entendiendo lo que iba implícito entre líneas de lo que decía la reina.

-No me gusta que me falten al respeto, y nunca lo he permitido, y usted mi Señor Veneran no solo me ha faltado al respeto más de una vez, también le ha faltado al respeto al Rey Caspian, a Cair Paravel y a los narnianos.

-Pero Majestad, ¿cómo es que le he faltado al respeto a usted?

-En dos ocasiones ha insinuado que soy una cualquiera, la primera fue cuando insinuó si estuve al servicio de mis hermanos. Cosa que me parece repugnante. Y la segunda cuando dijo que la madre del pequeño que se encuentra en este palacio era una de las prostitutas que Miraz intentó adjudicarle al Rey Caspian.

-Susan…

-Un momento querido, por favor. A esto me refería cuando dije que se los diría lentamente. Si, es verdad hay un niño en el castillo, y es mi hijo. Y no les pienso permitir que lo menosprecien. Aslan nos ha bendecido con ese pequeño y no pensamos en el como un bastardo o como algo que se pueda intercambiar por nada de este u otro mundo.

-Majestad, ¿esta diciendo que usted es la madre de ese niño?

-¿Pensé que había sido clara? No me gusta repetir las cosas.- contestó con tono de aburrimiento la Benévola Reina, que ahora si no tenía nada de benévola.

-pero, ¿quién es el padre del pequeño?

-Soy yo.- dijo Caspian mientras se levantaba y se colocaba junto a Susan tomaba su mano y le quitaba la espada – Gracias cariño, ésta creo que es mía, no queremos que alguien salga lastimado.

-Alguien saldrá lastimado si vuelvo a escuchar algún comentario acerca de nuestro hijo.- dijo Susan que más que otra cosa parecía una leona.

-Pero… pero ¿cómo? Majestad según los rumores ese pequeño niño debe tener por lo menos tres años, y su majestad partió hace 2 años.

-Permítame recordarle mi querido enano que ninguno de nosotros sabemos como corre la diferencia de tiempo entre este mundo y mi mundo original, por el momento nosotros estamos felices de que Aslan nos haya permitido tener a nuestro príncipe, el tiempo que me permita permanecer junto a mi familia lo apreciare con todo mi corazón, así que como ven no deben presionar al Rey en contraer matrimonio para continuar con la descendencia o con la línea sucesoria.

Caspian aprovechó la oportunidad para conducir a la Benevola Reina a su trono, donde ésta se sentó viendo con cierta reticencia a los concejales frente a ellos. Caspian tomo su lugar en su trono justo al lado de Susan y tomaba su mano como para mostrarles a los concejales que lo que habían dicho anteriormente era verdad.

-Oh Majestades ¡Que gran noticia! Toda Narnia estará encantada de vuestro matrimonio.- comentó felizmente uno de los concejales que buscaba la unión de los telmarinos con los narnianos, a lo que Susan solamente le sonrió amablemente, y Caspian asintió levemente con la cabeza.

-Su Majestad, una pregunta, ¿por qué no había comentado nada antes? ¿Rey Caspian?- preguntó un concejal que parecía pariente de Sopespian.

Susan sintió un leve apretón en su mano izquierda, y levemente volteo a ver a Caspian le dedicó una sonrisa y regresó su vista al frente. Esto le dio a entender a Caspian que era su turno de contestar las preguntas.

-Nuestro matrimonio fue hecho en secreto ya que sabíamos que el tiempo que tendríamos juntos sería corto, pero no contábamos con que Aslan nos bendijera con nuestro pequeño príncipe. Como nuestro matrimonio no es del conocimiento del Gran Rey Peter decidimos mantenerlo como secreto a todo el reino, al igual que nuestro hijo.- dijo Caspian seriamente.

Susan se mantenía seria, con una sonrisa serena en sus labios, mientras apretaba cada vez más la mano de Caspian. La respuesta de Caspian había sido ambigua pero al mismo tiempo revelaba la "verdad" según los monarcas.

Antes de que comenzaran con más preguntas el profesor Cornelius entró por la puerta principal.

-Su Majestad, si me permite.-dijo el profesor haciendo una reverencia- hay un asunto que requiere su inmediata atención.

-Claro que si, profesor. Concejales, si me permiten- todos hicieron una reverencia mientras que Caspian se ponía de pie y besaba la mano de la reina- Querido recuerda que es necesario acordar la fecha para el baile de presentación de nuestro príncipe. Señores, les recomiendo que sepan guardar esta información muy bien. Ya que si alguien fuera de esta sala de trono y de este palacio se entera de la información hoy develada, bueno digamos que lo que vieron hoy no es ni una cuarta parte de lo que puede llegar a ser mi furia.-

-No te preocupes, yo hablaré con ellos-

-Perfecto, no tardes querido aun faltan muchos detalles que necesitamos hablar- dijo Susan mientras le dedicaba una sonrisa.

-Por supuesto, profesor, por favor escolte a la reina yo los alcanzare pronto.-

Susan salió del salón del trono y todos los presentes hicieron reverencia, mientras pasaba frente a ellos, y pudo ver que Veneran se inclinaba aun más tratando de evitar el contacto visual con la reina, ahora la reina gobernante y esposa del actual Rey Caspian.

-Majestad, espero que no haya sido del todo un martirio el estar ahí, se que estos concejales pueden ser un tanto… abrumantes.- dijo un tanto preocupado el profesor, la escena con la que se topó no era la que esperaba.

-Yo no los llamaría de esa manera profesor, pero lamento decirle que hay que prepararnos, ya que después de lo que hemos hecho hoy Caspian y yo, no hay vuelta atrás- dijo Susan con un toque de ansiedad.

-Si puedo preguntar majestad, ¿qué es lo que hicieron?- preguntó intrigado el profesor.

-Al parecer, pronto tendremos un baile- contestó seria Susan

-Oh que bien, para darle la bienvenida a usted majestad- dijo feliz el profesor Cornelius.

-No, querido profesor, para presentar a NUESTRO hijo, y para que Caspian presente a su reina consorte, a todo el reino.- dijo Susan temiendo las palabras que salían de su boca.

- Majestad, lo lamento, pero ¿cómo es posible que Caspian presente a una reina…? Espere ¿está diciendo lo que creo que esta diciendo?- los ojos de Cornelius se abrieron desmesuradamente.

-Si profesor, creo que es hora que todo el reino sepa de mi matrimonio con Caspian.- contestó Susan.


Hola mi gente bonita!

Como los extrañe!

Espero les guste este capitulo, la verdad es que me pasó de todo, ya había terminado la historia y se me muere el disco duro, NO TENIA RESPALDO del archivo nomás tenía una versión que ya había hecho hace mucho y ESTABA IMPRESA! Así que ya se imaginaran cuando la encontré me quiso dar un ataque de no se que!

Este también es mi regalito de Navidad, de Año Nuevo, San Valentin, Día de la Primavera, etc.
Yo se que me he tardado mucho en actualizar pero les prometo que ahora seré más constante!

En fin… aquí esta el capitulo ojala les agrade!

ESPECIAL DEDICACION PARA ESTAS PERSONITAS! :D se los dedico con todo mi amor y agradecimiento ya que me han acompañado y animado a continuar con este fic, sin uds hace mucho que lo habría abandonado. Y si sé que parecía que lo había abandonado pero nooooooooooo, este fic y el de inuyasha seran lo más importante siempre

Strangeeers

gin19

Inverse Princess

mary-vampire

Koori Hana

Beau-pon

dukysuspian

KatherineElenaSalvatore

aridenere

LittleSusanPevensie

allexxthepattinson

mery malfoy

Charlotte y Jane Vulturi

viole weasllen

Reiko-Yami10

sofiiaa

silviota

MarceCullen

Marian Austen S.

kiiLlii

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Esmeraldy

kgs

mari3107

maxy oneill

Love and Dead

chofisima

Marce'BB

susan-bella