QUE INGENUO FUI

Recuerdo, que Todo empezó alrededor de mis 13 años, una edad difícil para cualquiera por si sola, sin contar en mi caso, con los entrenamientos y cacerías, que mi padre me imponía cada vez que podía. Mi hermanito Sam, todavía no sabía nada de nuestro trabajo, papa, consideraba que aun no tenia la edad, sin embargo, cuando estaba a solas con mi padre, este siempre me decía con gran decisión que el comienzo en las cacerías para Sam debería ser pronto.

No podía evitar que la sangre me hirviera al oírlo, no le bastaba con destrozar mi infancia, ahora, se empeñaba en la de mi niño, porque al fin y al cabo, era mas mío que de el, yo, le enseñe a hablar, a caminar, a nadar, andar en bicicleta, le consolé la primera vez que lloro por la ausencia de nuestra madre, le lleve por primera vez al kínder, yo le eduque, y me preocupe por el, como nunca nadie, ni siquiera John Winchester, "excelente cazador, pésimo padre", haría.

Sam, no era muy alto en aquel entonces, apenas tenia nueve años, pero era alegre e inocente, con una gran y hermosa sonrisa, la cual, llenaba todo su rostro de pequeños y adorables hoyuelos, que al combinarse con el multicolor de sus ojos, formaban la perfección en vida. Era un niño de buenos modales, inteligente, "No", brillante, con un gran futuro por delante, claro, si se le permitía seguirlo, pero mi padre en su encrucijada de venganza jamás lo permitiría.

En algunos momentos, me preocupaba el detallar a mi hermano tan minuciosamente, joder, era como si fuera una chica enamorada, pero me convencí a mi mismo, que , solo eran mis instintos de "padre sustituto", al fin, y, al cabo, solo tenia trece años, no entendía mucho de la vida, que ingenuo fui…

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Mas tarde, cuando cumplí los 15 años, y, ya era un hombre, bueno, al menos en un sentido sexualmente activo, me di cuenta en una de tantas cacerías, que lo que yo llamaba "Instinto de padre sustituto", era algo mas, aun, no sabia que con seguridad, pero si tenia una mínima idea, ya que mi inmadurez, se encargo de convérseme que no era nada. A partir de ese momento, me sorprendí a mi mismo mirando a mi hermanito mas de lo normal, suspirando con sus sonrisas, sonriendo como un idiota cuando Sam me hablaba, aun cuando trajera un humor de perros, porque solo su voz, lograba calmar por completo mi furia, al percatarme de estos hechos, le achaque todo a mis hormonas, maldición, soy un joven con necesidades, y, al ser también un cazador, estas necesidades no se pueden cubrir de una manera adecuada, ¿no?, Trataba en vano de convérseme a mi mismo, que ingenuo fui…

La situación empeoro, cuando me volví posesivo y celoso. lo veía compartir más tiempo con sus amigos que conmigo, sentía que se alejaba de mí ,y, mi corazón se estrujaba de manera fuerte, hasta cortarme la respiración. Infantilmente le alejaba de ellos, porque solo le quería para mí, era mío, y, de nadie mas, me decía a mi mismo, mientras, le recogía del parque en turno diciéndole que eran ordenes de papa, por seguridad, cuando en ningún momento mi padre me ordeno algo así. Posteriormente, me percate de que lo que empezó como un cariño fraternal, se convirtió en un deseo sexual infrenable, deseaba a mi hermanito, deseaba a mi niño, mi Sammy, deseaba follarmelo como lo hacia con cada estúpida chica que se me de abría de piernas, pero solo era eso, solo eso, de ninguna manera, estaba enamorado de mi hermano, que ingenuo fui…

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Una noche de tantas, a mis 17 años, estaba muy borracho, puta madre, que probar el susodicho tequila con gusanito, talvez, no había sido tan buena idea, joder, repetía para mi mismo. La noche no pude ser más espantosa. Para un tío de su edad, no haber podido con rubia de pechos grandes, caderas tentadoras, y, que para colmo, la cual estaba más borracha que una cuba, es realmente humillante; y el motivo de tu impotencia, sea un crio de 14 años, es la ironía mas grande del universo, pero solo era una calentura, ya se le pasaría, que ingenuo fui.

Poco Después, Mi hermanito llego como a las diez de la noche, con una gran sonrisa y visiblemente agitado y feliz.

-¿Donde estabas?- pregunte con desdén, y hasta algo de odio en mi voz. Si antes estaba borracho, ahora, estaba peor, me había acabado el whisky de mi padre, y me había excitado de sobre manera con solo ver a mi hermanito.

- En la Cancha de baloncesto Dean, recuerdas, quedamos que tú querías salir, y yo quería ir a jugar un rato, así que acordamos nunca decirle nada a papa, para divertirnos un poco-Termino de decir mi hermanito con un gesto de obviedad que me asqueo profundamente.

Sam, cruzo sus brazos a la altura de su pecho, con un puchero en el rostro, caminando hacia la cama, para buscar algo de ropa limpia en su mochila, dándole la espalda al mayor. Dean, se movió sigilosamente, como si estuviera en una de tantas cacerías, dejo el baso sobre la mesa, el cual, minutos atrás rebozaba en whisky. Dean, se coloco detrás de su hermano, dejando su excitada hombría rozarse descaradamente contra el culo del menor.

-mmm..., Sammy- Decía Dean, mientras pasaba su lengua en el cuello del menor, el cual, se quedo de piedra, podía sentir a Dean, duro, contra su trasero y no es que fuera inocente en ese sentido, pero, se estaba empezando a preocupar, al imaginarse las intenciones del mayor, pero, antes de que rechazara ese sentimiento, sintió algo húmedo lamiéndole el cuello, soltó un gemidito frágil entre sorpresa y miedo.

– Dean, ¿que haces? - Pregunto con miedo, el mayor no contesto, solo desplazo una mano hasta la entrepierna del menor, y empezó a sobarla con fuerza, sabiendo, donde tocar para dejar a su inexperto hermanito sumido en el placer y que se dejara hacer de todo - "manso como un gatito"-Dijo Dean para sus adentros.

La repuesta de Sammy, no se hiso esperar, a los poco minutos ya gemía fuerte con la cabeza echada para atrás, mientras, su hermano mayor se rozaba constantemente contra su trasero, mientras lamia y mordía el cuello del menor con devoción. Dean, se alejo, sabia que Sammy estaría tan embelesado con el placer que ahora se dejaría hacer lo que fuera. Le dio la vuelta, y, se dio cuenta que tenia razón, el menor respiraba con dificulta, mientras sus mejillas estaban rojas a mas no poder, sin contar que su entrepierna había crecido bastante, Dean se paso la lengua por los labios, mientras le sentaba en la cama y se arrodillaba frente a este, empezando a desprender, los vaqueros de su hermano menor. Este, le miraba expectante, una vez que a Sam, solo lo cubría la tela del bóxer, Dean, empezó a rozar delicadamente la erección del menor, provocando pequeños gemiditos por parte de este.

-Dean, Ahhh, Dean Ahhh yo- Dean se apresuro, no quería que su hermano pensara, ni analizara nada, quería que se dejara llevar, por lo que bajo el bóxer y de golpe se metió el miembro del menor en la boca, provocando un gritillo de sorpresa y gemidos cada vez mas profundos en boca del menor.

-Dean, Aaah dios, Aaah Dean, no ha no.

-¿Que pasa Sammy?, ¿no te gusta?- pregunto con malicia mientras daba lengüetazos al glande, el menor solo negó con la cabeza, aun hoy- No sabe el motivo del gesto, se puso de pie- y se desnudo ante la atenta vista del menor-quien solo pudo suspirar mientras unas lagrimas se salían de sus ojos y su cuerpo temblaba levemente.

-Shhh Sammy- Dijo Dean- Mientras le acostaba en la cama y se colocaba encima, de seguido. con una mano le empezaba acariciar la oscura entrada del menor.

-Te gustara ya veras.-Dijo, mientras metía un dedo, en esa estrecha cavidad, provocando que el pequeño, gritara de forma desgarradora, mientras Dean, le tapaba con la otra mano la boca y empezaba a mover frenéticamente el dedo en el interior del pequeño.
Las escazas lagrimas, se convirtieron en un riachuelo en rostro de menor, que trataba de liberarse pero no podía, le era imposible, fue cuando Dean, al notar la resistencia del chico, aumento el movimiento rozando algo en el interior de sam, que provoco en el menor, arquearse y gemir entre la mano del mayor, que se cerraba con fuerza sobre sus labios.

El cuerpo de sam, fue recorrido por un placer insdiscretible, gemía cada vez mas fuerte, ocasión que el mayor aprovecho para meter dos dedos mas, sintiendo de inmediato la contracción involuntario de los musculos internos contra sus dedos, el menor, quien empezó a sollozar mas fuerte por el dolor. Pronto, su hermano rozo otra vez ese lugar, provocando gemidos mas intensos, y, hasta uno que otro grito, Dean soltó la boca del menor y se dedico a follarse a su hermanito con los dedos sacaba y metía fuertemente fascinándose que su hermanito gemía como una puta, pronto saco los dedos, ocasionando un quejido en el psíquico. Para después tomarlo por los hombros y darle la vuelta, dejándole de manera brusca de cara al colchón. Dean, tomo su polla en mano y empezó a introducirla lenta pero contundentemente en el menor.

-Deannnn- Grito Sammy- ¡¡¡¡Déjame no!!!!!- Empezó a mover sus manos tratando de alejar a su hermano que ya rozaba su entrada con la punta de su miembro, a lo que este las tomo y la coloco a tras de la espalda de su niño, y las sujeto fuertemente mientras se terminaba de enfundar en el menor, el pequeño sollozaba, mientras Dean empezaba a moverse frenéticamente, las embestidas fuertes eran precedidas con otras, que aumentaba a un mas la intensidad, y, cuando rozo ese punto mágico, escondido en el interior, Sam gimió fuerte, mientras su hermano taladraba ese punto con fuerza descomunal, el menor gimió y entre cortados monólogos pedía mas al mayor.

-Ahhh Dean, si, que rico, dios mas- el mayor sonrió- salió de su Sammy, para sentarse en la cama, mientras tomaba su hermanito y le sentaba en sus piernas obligándole meterse el mismo la polla por el culo, el mayor gimió, cuando el pequeño se enfundo por completo, y empezó a mover sus caderas con fuerza hacia arriba y abajo.
El pequeño ya no se resistía, tenia la cabeza apoyada en el pecho de su hermano, los brazos a ambos costados de este sin movimiento alguno, mientras este, perforaba su culo si piedad, Sam se odiaba así mismo porque en determinado momento empezó a gemir fuertemente, debido a esa sensación, que le recorría entero el cuerpo, "era maravillosa".

-Eso es Sammy, eres mi "putita, mi puta"-decía el mayor, en el oído del pequeño, antes de correrse llenando a este de su semen, quien gruño de manera increíble al sentir esa caliente esencia llenarle, sin contar su propio orgasmo.

Su hermano salió lentamente de el, y le dejo en la cama, con la respiración entrecortado, chorreando semen por el culo y con los ojos rojos por el llanto y perdidos por el suceso.

Dean, se acostó en la otra cama, mientras se dejaba caer en un profundo sueño, sin percatarse aun, de la magnitud de lo que acababa de hacer.

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Una Lagrima, recorrió su mejilla al recordar el suceso, desde ese entonces, recuerda como su relación se deterioro, Sam peleaba con el y con su padre por todo, le evadía, le miraba con dolor; por eso no se opuso cuando este se fue a Stamford. Y ahora, años después, afuera del apartamento de su hermano, se ha dado cuenta, que si, estaba enamorado de su hermanito, y aun lo esta, y, al haberlo demostrado de la peor y mas vil forma, le perdió.

–Esta vez, lo are bien Sammy, esta vez lo are bien- Dijo Dean mientras se perdía en la oscuridad del corredor, soñando con el futuro inmediato, volver a ver sus ojos, su sonrisa, verle de nuevo, y pedirle perdón. Y, solo tal vez, poder recuperar a su niño, a su hermano, a Sammy.