III (Saga Dorada) Princesa de Hielo

By: YuukoMidna

Saint Seiya y todos sus personajes no me pertenecen, son obra del maravilloso Masami Kurumada. Yo solo hago uso de mi imaginación para crear Fics a partir de su historia original, así que no están hechas con fines lucrativos.

Esta historia está basada en lo sucedido a lo largo del anime y en el Lost canvas, algunas cosas cambiaran, yo solo me baso en los personajes y en algunos hechos, pero la historia será muy diferente a lo que realmente ocurrió.

¡Disfruten la lectura!


CAPITULO 15

"Esta es mi casa"

Después de bajar de la limusina, Hilda caminó erguida en dirección al campus situado detrás del edificio principal del pueblo de Asgard. Las blancas paredes de yeso reverberaban bajo el sol y hacían que le dolieran los ojos hinchados. Aunque llevaba un sombrero con un pequeño velo sobre el rostro, sabía que la irritación de sus ojos era claramente visible. Había transcurrido semana y media desde el encuentro de Camus con Alberich en el pasaje subterráneo. Alberich no había muerto; sino que había sido herido, pero los Dioses Guerreros le había dado suficientes motivos para parecer un cachorrito asustado, dentro de los calabozos del castillo. Ahora si ya no daría más problemas a menos que quisiera vérselas con el viejo Odín.

El caballero dorado Camus de Acuario había abandonado Asgard la mañana siguiente, sin despedirse absolutamente de nadie. Hilda sabía que debía estar presente para la boda de su mejor amigo. Deseaba con todas sus fuerzas poder presenciar la ceremonia y ver a Shaina con el vestido que había ayudado a confeccionar. Pero se sentía bastante deprimida y trataba de ocupar su tiempo para no pensar en el Dorado. Inmediatamente después de su partida, Sigfried se había vuelto tan posesivo que Hilda le había dicho que no se casarían, que prefería que el encontrara alguien a quien amara de verdad y no solo casarse por compromiso. No estaba segura de sí la quería por el cariño de estar juntos siempre o si la amaba. Ciertamente, sería lo primero.

Horas después de la partida de Camus, Hilda se hallaba en el templo de su abuelo, furiosa con él; por no haberle dicho nada acerca de que él sabía, que el matrimonio de ellos era falso. El Rey había contestado que ella estaba más enfadada con la cobarde partida de su esposo por los secretos que había guardado. Había defendido al Dorado, pero no por mucho rato. Su Abuelo había regresado al palacio y se había enterado de la noticia del regreso de Alberich. Sus órdenes habían sido que le dieran una lección y lo encerraran en los calabozos del castillo con una guardia especial para él.

Poco después, Hilda se había reunido en el Salón de Guerra, con todos los involucrados en poner a Fler en el lugar de la Princesa Hilda. Ni siquiera las reverencias, disculpas y casi humillaciones a las que había estado dispuesto a someterse el concejal completo, habían conseguido alegrarla y sacarla de su depresión. También después de todo lo ocurrido, había tenido oportunidad de hablar con su hermana Fler y le había agradecido todo lo que había hecho por ella. Estaba feliz de que Hilda estuviera viva y en perfecto estado de salud, y lo único que había pedido como recompensa había sido su felicidad. Salvo ella, todos creían que Hilda estaba bien, pero Fler sabía que su hermana estaba devastada por la partida de su "falso" esposo.

Luego, como si no le bastara su propia desgracia, un comité del pueblo de Asgard le había presentado una petición solicitando el retorno del Caballero Dorado de Acuario para que continuara ayudándolos con la construcción de los edificios pendiente en la capital, las remodelaciones y los proyectos pendientes. Ella les había explicado que su vuelta era imposible; que su propio país y su Diosa lo necesitaban. Más adelante se había enterado, horrorizada, de que habían escrito a la Diosa Athena y que, de alguna manera, la historia había trascendido entre los habitantes. El breve artículo hacía aparecer al pueblo de Asgard como campesinos atrasados e incompetentes, y decía que necesitaban que un Rey les administrara el país. Se había sentido muy disgustada y había destrozado el diario. Encontraría a alguien que enseñara a su gente cómo construir presas y poner en marcha el riego artificial, cómo organizar escuelas, armar y mantener motores y lo que fuera necesario. Sólo precisaba a alguien que tuviera iniciativa y descubriera qué era necesario hacer. Tenía que pensar dónde encontrar a esa persona. Si tuviera a alguien a quien preguntar, pedir ayuda; si no estuviera tan sola...

…..

Hacía tres días que Sigfried no le dirigía la palabra a Hilda. Fler pasaba todo su tiempo al lado de Hagen, he Hilda no tenía a nadie con quien hablar o reír. Antes de ir a Grecia y conocer a ese odioso sujeto, nunca se había sentido sola. ¿Qué le sucedía ahora? Cumplía con sus deberes de modo indiferente. Jamás se sentía tentada a mezclarse con la multitud y beber leche de cabra. Aceptaba todos los compromisos para no tener ocasión de estar sola para pensar o... recordar. El pueblo de Asgard notaba su tristeza y la atribuía a la ruptura de su compromiso con el Dios Guerrero Sigfried. Ese día, Hilda debía descubrir otra estatua de Thor el Extraordinario, que medía unos seis metros. Era la escultura en piedra de un hombre de mandíbula cuadrada sentado en una silla, en cuya enorme mano sostenía el gran martillo otorgado por el Dios Odín. Hacía varias noches que la Princesa no dormía bien y tenía los ojos irritados y le dolía la cabeza. Habían construido una plataforma con un podio, donde había un micrófono importado y seis sillas. Allí se hallaba el escultor y sus invitados. El público estaba compuesto por unas trescientas personas aproximadamente.

Grecia, Santuario de Athena 2 días antes…

Camus se repantigó en un sillón en la amplia sala de estar de su Templo. Podía oír el viento afuera y la sirena de un barco no muy lejos de la costa. Sus compañeros estaban en el coliseo entrenando, Milo había intentado hablar con él desde su regreso, pero no tenía ánimos de ver a su hermano y compañero de toda la vida. En realidad, en los últimos diez días no había tenido interés en nada. Después del ajetreo en la boda del Octavo Caballero, todo parecía demasiado tranquilo. Había dejado Asgard en el primer avión que partía con destino a Grecia, sabiendo que se comportaba cobardemente al no despedirse de Hilda, pero ya lo había hecho una vez y era todo lo que podía soportar. No tenía, en verdad, órdenes de Athena con respecto a dónde debía ir, así que, después de aterrizar en el aeropuerto, se había encaminado hacia el Santuario directo a su templo. Allí había encontrado a Mu reparando algunas armaduras y sorprendido de ver al Dorado de Acuario sin la compañía de su esposa. Había visto a Marín y Aioria esa misma noche, pero le recordaban tanto a Hilda que lo hacían sentirse mucho peor. Todo parecía evocarla, y los cientos de preguntas que Marín hacía sobre la Princesa no ayudaban en absoluto. Había terminado levantándose en la mitad de la cena y caminando solo por la playa durante toda la noche.

A la mañana siguiente Afrodita bajo hasta el templo de Acuario, había recibido orden de que Camus se presentara ante el Patriarca Shion de inmediato. Camus se había dedicado a mirar el suelo de las escaleras en todo el trayecto hasta el templo principal pensando en todo lo que se podía hacer en Asgard. Se podrían construir escuelas y hasta universidades con los ingresos provenientes de la pesca y la venta de productos provenientes de las minas. El paisaje de todo el país era tan hermoso aunque estuviera nevado. Estaba seguro de que se podría encontrar la manera de explotarlo turísticamente. Mientras más pensaba en el tema, más deprimido se sentía. Se preguntaba si Hilda estaría bien y divirtiéndose con su Sigifredo.

En el templo principal, Shion le dijo que lo había decepcionado; que el Santuario lo necesitaba en Asgard vigilando la construcción de los recintos para los aprendices y Caballeros que irían a entrenar al frio.

-La boda de Milo ya paso, no era necesario que te quedaras más del tiempo necesario- Le reprendió el Sumo Sacerdote. Camus había intentado explicarle que Hilda no podía poner a un simple griego a su lado en el trono; que la gente no aceptaría a un extranjero en ese cargo. Que ella tendría que abdicar.

-A menos que el pueblo pidiera que yo me quedara- Había mascullado él.

-No se quedó allí para intentarlo Caballero- Le había contestado el Patriarca molesto y luego lo había mandado a su casa hasta que pudiera encontrar alguna misión adecuada. Esperaba que lo mandara a entrenar aprendices a su tierra natal o algún lugar lejano. En realidad, no le importaba. Se había ido a casa, pero no se sentía bien allí. Nada conseguía alegrarlo, ni ver a sus amigos o siquiera visitar su tierra natal y a sus familiares. En realidad, absolutamente nada lo motivaba. Así estaba sentado en la primera grada del coliseo viendo a la nada y pensando lo mismo.

-No te reconozco, pareces un perro sin dueño- Camus levantó la vista para ver que su amigo Milo. El Escorpión tenía dolor de cabeza y no sentía ninguna simpatía por el estado de ánimo de su hermano. Especialmente porque el Dorado de Acuario se había negado a hablar de lo que causaba su depresión y malhumor. Tampoco es que quisiera saber mucho del tema, el mismo tenía sus problemas con que lidiar. Estar casado con Shaina tenía sus ventajas. Pero también era como ir de paseo al infierno -Hay una carta con entrega especial- Dijo Milo arrojándole un sobre en el regazo.

-Ordenes- Rezongó Acuario, sin preocuparse demasiado, ni mirar la carta. El escorpión se inclinó y tomó el sobre.

-A mí me interesa saber a dónde irás. Tal vez te envíen al infierno para que con tu excelente disposición de ánimo hagas peor el castigo de sus ocupantes- Abrió el sobre -Es un recorte de un artículo aparecido en un diario ¡Eh! Es sobre ti. Dice que el pueblo de Asgard pidió a la Princesa Athena que te envíe de regreso allí. Me alegro de que alguien quiera tenerte- Camus tardó un momento en reaccionar. Arrebató el papel a su amigo.

-¿Me reclaman? ¿El pueblo de Asgard me reclama?- Milo sabía a grandes rasgos lo que había ocurrido en aquel reino.

-Dice que quieren que les enseñes sobre técnicas y coches. No dice que te quieran como Rey- Por primera vez en varios días, los ojos de Camus estaban llenos de vida y entusiasmo.

-Pero tal vez haya algún resquicio en su constitución por el cual el pueblo no se opondría a un Rey griego…o Francés…!Da igual!- Camus se levantó. Milo hizo una mueca.

-Creí que no querías ser Rey. Aioria dijo que tú detestabas esa idea. A mí me parece horrible. Nada de libertad; todo el tiempo saludando gente, una Reina altanera y estirada como esposa, tés aburridos con galletitas…-

-¡No sabes nada!- Gritó Camus a su hermano de toda la vida -No tienes idea de lo que es ser necesario. Ese país me necesita y... - Hizo una pausa -Y yo necesito a Asgard... y a Hilda- Comenzó a caminar.

-¿Adónde vas? Sigues siendo un Caballero de Athena ¿Lo olvidas?-

-¡Lo sé! ¡Y lo seguiré siendo! ¡No voy a renunciar a mi puesto pero debo ir a casa!- Gritó Camus -¡A casa con mi esposa! ¡Es posible que no me dejen ser Rey, pero moriré siendo el Esposo Real!- Milo rio.

-¡Oye! ¡No te olvides de mí! ¡¿Seguimos siendo hermanos?!- Camus sonrió y levanto la mano para despedirse.

-¡Hasta la muerte!-

De vuelta a Asgard 2 días después….

Hilda se volvió y vio al Caballero Camus de Acuario de pie en el borde de la plataforma. Sintió tal ira que apenas pudo continuar leyendo su discurso. Le temblaba la voz. El caminó hacia el podio y puso su cabeza entre ella y el público, la boca cerca del micrófono.

-¡Pueblo de Asgard!- Dijo él, ignorando a la Princesa -¡Quiero hacer un anuncio! Hace algunas semanas vuestra Princesa visitó mi país. Estuvo ausente durante un tiempo y a ustedes les informaron de que se hallaba enferma. No era cierto. Lo que la mantuvo lejos de aquí todo ese tiempo fue que se había casado conmigo- Hilda trató de alejarlo, pero él no se inmutó ante eso ni ante el murmullo incrédulo de la gente -Sé que soy extranjero- Dijo el Dorado -Y también que no pertenezco a la nobleza de Asgard, pero si ustedes lo aceptan ¡Seré su Rey!- La multitud estaba tan atónita que nadie habló hasta que un hombre preguntó.

-¡¿Qué dice la princesa?!-

-¡No!- Dijo ella y el Dorado la miró -¡Te fuiste y me dejaste! ¡Jamás podría confiar en ti para...!- Camus la abrazó y la besó y la gente empezó a vitorearlos.

-¡No podría soportar vivir sin ti!- Dijo él para que lo oyeran -¡Y la gente ha pedido mi vuelta! ¡Así que no tienes que abdicar! ¿Te conté alguna vez sobre la fortuna de mi familia?- Ella estaba demasiado mareada como para entender.

-No ¡¿Eso que tiene que ver?! ¡Camus no necesitamos riquezas! ¡Lo que necesitamos son escuelas, pozos, presas y...!- Volvió a besarla.

-¡Larga vida al rey Camus!- Comenzó a gritar la multitud.

-¡Príncipe!- Dijo Hilda en el micrófono rompiendo el beso –Príncipe Camus- Repitió, pero nadie la escuchó.

-¡Ven, Cherri! ¡Vamos a casa!- Pidió el Dorado -He traído a algunos miembros de mi familia ¡Vamos a traer el siglo veinte a este reino nuestro!- Sonrió refiriéndose a varios de sus compañeros plateados y a su discípulo Hyoga. Ella lo abrazó, olvidándose que estaba delante del público y que era una Princesa.

-¡Nuestro!- Dijo, sonriendo -¡Nuestro reino!-

-Te amo, Cherri- Hilda le miro sorprendida y le tembló el labio. Por fin había escuchado esas palabras salir de su boca. Ahora era consciente, de que nunca en su vida había sentido tanta felicidad. Y ahí estaban ellos, dos muros de hielo, derritiéndose al calor del amor.

Fin


Puff, por fin pude terminar n_n mil gracias a todos por leer y por sus hermosos reviws T_T son tan buenos lectores. Me han inspirado mucho para seguir escribiendo esta Saga y darles a leer historias que sean parte de su mundo en SS.

Muchos saludos y agradecimientos a todos! Y sigan leyendo que la historia sigue su curso, esta parejita no tiene su final seguirá teniendo papel a lo largo de la saga igual que las demás ;)

Faltas de ortografía y gramática no son intencionales, pero si ven alguna avísenme, se aceptan consejos, sugerencias y criticas mientras no sean destructivas.

Por favor antes de salir no olviden dejar su reviw a la pasada ^^ ¡Mil Gracias!

YuukoM. (\./)