Ambición

-Hay cosas que nunca podrás tener.-susurró él a su oído, mientras respiraba contra su cuello haciéndola temblar.

-¿por ejemplo?- se apartó y clavo su mirada inquisitiva.

Él se acerco sin dudar, la tomó de las manos y paso suavemente su palma por lo brazos de ella, pudiendo sentir como la piel de ella revelaba lo que sus labios negaban y en el momento en que sus ojos dudaron, él la aprisiono contra su cuerpo y enterrando los dedos en su rubia cabellera, jaló de ella, exponiendo sus labios para poseerlos apasionadamente, ambos cuerpos respondieron al calor que se generaba…ella podía sentirlo…él podía imaginarla.

La apartó tan violentamente como la atrajo, y con una sonrisa burlona le dijo adiós.

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Prologo.

En el pequeño pueblo de Nueva Orleans, en una casa cualquiera, una pequeña niña de ojos azules abrió los ojos por primera vez, y fue recibida por sus padres con enorme alegría, su hogar fue poblado de risas y juegos y aún lo fue mas cuando llegó la segunda criatura, así Serena y Michiru crecieron en un hogar en el que abundaba la felicidad. Ella nunca dudó que algo pudiera faltar…pero…

Fue una tarde de abril que por primera vez visitó el centro comercial en su paseo por la gran ciudad y a sus nueve años Serena observó a una hermosa mujer bajarse de un auto rojo, que brillaba tanto como su sortija…ese fue el día que ella vio un diamante por primera vez y ese fue el momento en que una poderosa enfermedad la invadió… "Ambición".

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Ella lo tenia todo…bueno "todo" no es exactamente como ella lo hubiera definido, solo tenia la mitad del dinero de su esposo, la mitad de las tres mansiones en las mas hermosas ciudades del mundo, la mitad de un piso en New York, ya a esas alturas poco le importaban las joyas que en su adolescencia tanto soñó. Se veía de veintidós años, en realidad tenia bastante más. Se veía hermosa, dulce como un néctar. La manera de tratar a su pequeño hijo causaba las alabanzas de otras mujeres y a los hombres deseos de tener hijos con ella o practicar como hacerlos.

"Mi hijo" Serena reía internamente al escucharse diciendo eso. Cierto es que ese chiquillo que le era totalmente indiferente, solo fue una herramienta útil a la hora de atrapar al "pez gordo" como ella se refería internamente sobre su esposo.

Su esposo era el hombre que cualquier mujer quisiera a su lado: atento, dispuesto y sobretodo guapísimo. Darien Chiba podría seducir a cualquier mujer con solo levantar una ceja, pero ese no era ciertamente su estilo. El estilo de él era intentar conquistar a su esposa. Claro esta que él instintivamente sabia que ella estaba mas interesada en su dinero y en sus propiedades que en él. Aun así la aceptó, compartió a su hijo, le brindo sus pertenencias y lo más valioso…su corazón.

Serena detestaba que él fuera tan serio, todo era un "gran" asunto del "gran" señor, sí sonreía era poco, si trabajaba era mucho, si la acompañaba a donde sea, él solía quedarse distraído colgado de sus ideas. Todo a su lado era calma… y quizás cuando firmó el acta de matrimonio eso sonaba fantástico, pero a partir de ahí comenzó otro mal habito…la infidelidad.

En cinco años de matrimonio algunos habían tenido el gusto de saborear su piel, pero era Haruka Tenoh él que se llevaba sin duda la atención de Serena y eso no paso desapercibido para Darien quien los encontró enroscados en su propia cama.

Y ahí la desventura tomó lugar en la vida de ella y sobretodo en la de Darien. Él sufrió la desgarradora decepción que conllevaba la verdad. Él no dijo una palabra al ver la situación, simplemente porque no pudo, porque la amaba aún. Ella ni siquiera trató de pedir disculpas. Él guardó en un cajón el costo collar que traía ese día y junto con el, su amor por ella.

Cuando recuperó el habla, mandó a preparar las valijas de "su mujer" para un largo viaje. La desventura de Serena no fue ser descubierta, sino tener que regresar a su pueblo de la infancia, sin un centavo y quedarse a esperar la demanda de divorcio que quizá llegaría.

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¡Hola! Es un fic corto de unos 7 o 9 capítulos, es un Darien-Serena-Seiya. Espero que les guste---si, ya se que tengo otras historias que actualizar….pero ¡ya me perdí el tiempo escribiendo esta!

Es obvio que los personajes pertenecen a Naoko T. La historia es de parte mía para Uds.

Prometo que en el prox. Cap. Habrá mas dialogo… ¡jajaja!

Si quieren opinar con quien va a quedar o cualquier cosa ya sea critica, espero que no tanta… n.n. lo que sea… será bienvenido.

Miss-Odango.