Bolt

(Bella Pov)

Me levante del sofá de un salto en cuanto escuché el teléfono.

-¿Aló?

-Hola Bells

-Hola Jake.- Dije con un tono triste en mi voz. Y lo estaba por que Jake se mudaría a otra ciudad y hay probabilidades de que no lo vaya a ver más.

-Si mi memoria no me falla, tu ya deberías estar en el aeropuerto.

-Si lo se, es que necesitaba pedirte algo antes de que me valla.

-Lo que sea

-Genial, entonces necesito que vengas a recoger a Bolt, ahora es tuyo.- ¿¡Que?! Bolt era el perro de Jake, lo tenía desde hace un año, era un perrito muy amable. Por otra parte sería muy malo rechazar el regalo de mi mejor amigo y como ahora vivía sola, no había excusa.

-No puedo creer que le hallas puesto a tu perro, el nombre de un filme.

-Técnicamente ellos se copiaron. Bueno ¿Aceptas verdad?

-No lo se, Jake.

-Vamos, Bells, no te ocupará mucho espacio.

-¿No? Es un pastor alemán blanco, Jake.

-Míralo de esta forma, tendrás algo de mí contigo.-Maldito Jake con sus poderes de persuasión.

- Esta bien.

-Gracias Bella, sabía que ibas a decir que si

-Bueno voy para allá.

-No hace falta solo abre la puerta.

-¿¡Que?!

-Cuelga el teléfono y abre la puerta.

-Bueno.- Hice lo que el me dijo y me encontré con la gran sorpresa de Bolt en mi puerta , junto con un paquete de 10 quilos de comida para perro , sus accesorios y una nota.

Hice pasar al can y puse todo dentro de mi apartamento, cerré la puerta y me dispuse a leer la nota:

Bella, sabía que dirías que si, por lo que te deje a Bolt afuera de tu apartamento, espero que no te halla molestado. Por otra parte tu sabes que Bolt es relativamente grande, es como de tu tamaño si se para en dos patas; en fin lo que quería decir es que es un poco hiperactivo así que te recomiendo que lo saques ya.

Come tres veces al día y es muy juguetón, me refiero en todo sentido de la palabra. Otra cosa si fuera tú, ordenaría mis zapatos para que no los muerda y saca toda la comida que consideres que este a su alcance.

Cariños Jake.

PD: Por nada del mundo le des comida humana, luego tendrás que comprarte un ambientador, si es que me entiendes.

¿En que te haz metido, Bella? Me dije a mi misma, tenía que ser mas cuidadosa de lo que era. Bueno seguiré las instrucciones de Jake, no me quiero quedar sin zapatos y encima un perro con gases.

Acomodé sus cosas y le dí de comer y luego me tiré en el sofá de la sala color crema que tenía.

Mi departamento era relativamente pequeño para ese perro tan grande, que ahora era mío.

Cuando entrabas lo primero que veías era la sala con un televisor de 21 pulgadas, un gran sofá blanco, a la mano derecha había un hall con tres habitaciones, la primera era la cocina, la segunda mi habitación, donde, dicho sea de paso se encontraba mi laptop y mis libros que a veces usaba para la universidad, además había algunas fotos mías y de mis padres. En la habitación que la seguía estaba el baño, de un color rosa pálido.

Si regresamos a la sala y vamos a la mano izquierda, había una habitación algo grande, era un comedor pero nadie venía a mi casa, así que esta vacío.

Me tiré en el sofá de cuero blanco y me puse a hacer zapping pero los domingos a las 4.30 de la tarde no había mucho que ver.

Mi vista se desvió hacia el can, quien por cierto estaba con su correa en la boca, al pie de la puerta.

-¿Así que quieres un paseo?- Pensé en voz alta, y como respuesta recibí un ladrido.

Le puse la correa , lo cual no me costó mucho , abrí la puerta y agradecí a Dios que yo vivía en un primer piso, por que el perro salió como una bala y tuve que hacer demasiada fuerza para frenarlo un poco y seguir su paso.

Tuvimos que caminar algo así como dos cuadras y media, hasta llegar al parque.

Lo hice caminar dos veces por todo el parque, realmente lo hice pero el perro no se cansaba.

Decidí sentarme en una banca que se encontraba cerca y el perro también lo hizo pero debajo de esta.

-¿Puedo?- Preguntó una aterciopelada voz. Con un gesto de la mano, para ver si podía sentarse.

-Claro.- Cuando volví mi vista, para ver al chico que me estaba hablando, casi me da un infarto. El chico parecía un supermodelo, cabellos bronces, ojos esmeraldas y abdominales bien formados.

Llevaba puesto un terno color negro, con una camisa blanca y corbata azul.

-¿Cómo se llama?-Su voz me sobresaltó un poco y me sacó de mis pensamientos.

-¿Disculpa?- Dije tratando de sonar lo mas amigable posible. El sonrió con una sonrisa torcida, que casi me deja sin aliento.

-Como se llama tu perro.

-Bolt.- El nombre le hizo gracia. "Otro que concuerda conmigo" Dije para mis adentros.

-¿Así que no se te ocurrió algo mas imaginativo para su nombre?

-Es de un amigo, me lo acaba de regalar.

Entonces Bolt salió de su escondite, y lamió la mano de el, no sintió repulsión ni nada de esas cosas, tan solo le dio unas palmaditas suaves en la cabeza.

-¿Cómo te llamas?-Me dijo

-Bella Swan.-Normalmente no suelo decir mi nombre a desconocidos, pero el era especial.

-Mi nombre es Edward Cullen, mucho gusto.- Extendió su mano y cuando la toqué, sentí una corriente eléctrica, el separo su mano instantáneamente.

-Lo siento- Se disculpó, yo tan solo asentí con la cabeza.

-No te preocupes.- Sonreí y el también lo hizo.

-Pues Bella, tu perro se acaba de orinar en mis zapatos.- ¡Trágame tierra!

-L-lo-siento.


¡Yei! Bueno la décima historia…estoy feliz…bueno se que lo más probable es que no tenga ni un review…pero tuve…algo así como una inspiración.

En fin…si voy a continuar con Till I found You…Quería de paso agradecer por sus reviews en esa historia….enserio tiene muchos

Bye for now

Besitos vampirescos de Edward

Ale

Cullen