De dueños a sirvientes (capitulo 1)

Hola de nuevo, hasta ahora pude escribir algo, es que la verdad no estaba inspirada, pero regresó aparentemente. Algo importante, ve voy a basar en la historia de la cenicienta, no del todo, pero solo en algunas cosas (cuando están de chachas, jeje). Es otro fic yaoi Sasu x Naru, pero también un Ita x Dei. Masashi-san, le agradezco que me prestara a sus personajes. Esta historia se da en tiempos modernos. Sin más que agregar, disfrútenlo.

Era una noche lluviosa, en la cama se encuentra una mujer de cabellos rojos y ojos color esmeralda, con una piel muy pálida. La mujer que yace en la cama, estaba a punto de morir. A un lado de la cama se encontraban dos niños llorando de cabellos rubios y ojos azules. El más pequeño de los rubios, se diferenciaba de su hermano por unas franjas en sus mejillas. Tenía una edad de 6 años, mientras que su hermano mayor tenía 8. El más pequeño, llorando le dice a la mujer:

-Mami, ¿Vas… a estar… bien?

La mujer con una sonrisa, le dice:

-Me temo que no Naruto, no puedo mentirles

El pequeño tomando de la mano a su madre, le dice:

-¿Nos vas a dejar solos?

Su madre acariciando sus rubios cabellos, le dice:

-No van a estar solos, su tía Tsunade va a cuidar de ustedes. Y yo los voy a estar cuidando

Naruto soltó en llanto y su madre le dice a su hermano:

-Deidara, acércate. Quiero decirte algo

El rubio mayor se dirige a ella con un semblante de tristeza y le dice:

-Dime mamá, ¿Qué es tan importante?

Deidara se sentó al lado de la cama. Su madre lo tomó de la mano y le dice:

-Quiero que cuides bien a tu hermano, que los dos se cuiden mutuamente. Son familia y pase lo que pase, siempre deben estar juntos

Naruto al escuchar la conversación, le dice a su madre:

-Yo te lo prometo, mami

Su madre lo miró y revolvió nuevamente sus cabellos. Deidara le dedicó una sonrisa y dice:

-Yo también prometo cuidar del renacuajo

-No soy un renacuajo, baka-dijo Naruto con fingida indignación

Deidara solo se limitó a reír. En ese instante, se abre la puerta y entra una mujer de cabellos rubios y ojos color miel, con un exuberante busto. Con un rostro de tristeza, dice:

-Kushina, no te preocupes, cuidaré bien a tus hijos como su fueran míos

-Gracias Tsunade. Encárgate de que tengan una buena vida. ¿Puedes dejarme un momento a solas con mis hijos?

Tsunade asintió con la cabeza y salió de la habitación. Fue caminando por los pasillos del hospital y pensando se dice:

-Los cuidare como su fueran mis hijos ¡ja! Como no, primero están mis hijas, a ellas les daré los lujos que no pudieron tener y pondré a esos mocosos como sirvientes, aunque esa fortuna les pertenece a ellos, no se los diré

Y así se fue burlando de cómo se verían los rubios fregando pisos. (Que mala mujer)

Mientras en la habitación…

-Niños, recuerden, siempre deben de apoyarse mutuamente-dijo su madre abrazándolos a ambos

-Lo prometemos-dijeron al unísono los pequeños rubios

-Siempre los voy a cuidar-fueron las últimas palabras de su madre antes de morir

-¡Mami!-gritó Naruto para soltar en llanto

-Tranquilo ototo, tranquilo-dijo Deidara abrazándolo

Minutos después, los doctores entraron para confirmar la muerte de la paciente. (Pobres de mis rubios snif snif)

En el funeral, todos los conocidos y familiares de la difunta, se acercaron a los pequeños rubios tratando de consolarlos. Después de esto, los niños junto con su nueva "madre" o más bien, madrastra, se dirigieron a la nueva casa en donde habitarían. Ya hospedados en una habitación para los dos, Tsunade pasó de tener un semblante triste a uno molesto y les dice a los hermanos:

-¡Escuchen con atención mocosos! Si quieren vivir aquí, ¡Tienen que trabajar como sirvientes!

Los dos se quedaron atónitos al ver como les había gritado, Naruto le dice enojado:

-¡No nos grite! Además, ¡Es nuestra casa! Y no tiene ningún derecho a…

-Corrección, es ¡Mi casa!, tu madre me dijo que me encargara de esta casa. Así que… ¡Te aguantas!

-Oiga, ¡Vieja loca! ¡No le grite a mi hermano!-dijo Deidara indignado

-¡Le grito a quien yo quiera! ¿Quieren romper la promesa que le hicieron a su madre?-dijo Tsunade con rostro serio

Los hermanos solo se quedaron callados mientras que Tsunade sonrió victoriosa y les dice:

-¿Ven?, no fue tan difícil. ¿Me van a obedecer?

Los pequeños rubios asintieron desganadamente. Tsunade les dice:

-Bien, mañana comenzarán a trabajar. Descansen

Y salió de la habitación cerrando la puerta al instante

-Odio mi vida-dijo el pequeño Naruto tratando de no llorar

-No te preocupes hermano, saldremos de esta juntos-dijo Deidara para después abrazarlo

-Tengo sueño, pero no podré dormir sin una historia-dijo Naruto tallándose los ojos

-¿Quieres que te lea un cuento?-dijo Deidara con una sonrisa

-¿Tú sabes leer?-dijo Naruto en tono de burla

-Baka. Te leo el cuento ¿sí o no?-dijo Deidara fingiendo enojo

-Sip. Y… ¿Cuál cuento es?-dijo Naruto intrigado

-Cenicienta-dijo Deidara con un aire de cuenta cuentos

-¡Oh! Me parece bien-dijo Naruto con un brillo en sus ojos

Deidara fue a buscar el libro entre sus cosas. Fue el último regalo que les dio su padre antes de morir. Ya encontrado el libro, se dirigió a Naruto y comenzó a leerlo. (Que pensaron, ¿Qué iba a poner como va el cuento? Pues no, la verdad me da flojera jeje. Además, ustedes ya saben la historia, ¿no?)

Y después de contada la historia, Naruto le dice a Deidara:

-La historia se parece algo a la nuestra ¿No crees?

-Maso, pero sin los príncipes ni los carruajes y esas cosas-dijo Deidara sonriendo

-¿Terminaremos felices como en el cuento?-dijo Naruto con su típico aire de inocencia

-Tal vez. Ahora vamos a dormir, mañana tenemos que trabajar para el ogro de la vieja Tsunade-dijo Deidara haciendo que Naruto soltara una risita

Y se acostaron en sus camas y se dejaron llevar en los brazos de Hipnos (Morfeo).

Continuará…

Sé que estuvo corto el capi, pero es como el prólogo para que se guíen. Tardé años para que la inspiración volviera a mí, aunque solo regresó como el 5% jeje. Espero que lo hayan disfrutado. Dejen reviews por fa. Nos vemos.