He vuelto mis niñas! Perdon por la larga ausencia !

Como se lo prometí a mi querida Hermana mayor aquí esta el cap nuevo, también gracias a todas ustedes que tuvieron la paciencia y siguen allí.

UN fuerte abrazo a todas y como siempre nos vemos en al nota final de mi historia.

Ahora pido infinito perdón por mi retrazo y para compensar un cap algo largo para su deleite esperó lo disfruten.

Despedida

By Angie

Capitulo 36

Había cumplido con el pedido de su cuñado y por fin le dijo que es la que decía la carta, a falta de credibilidad por parte del rubio tubo que mostrársela, cosa que provocó una especie de fastidio o seriedad en el más alto.

-Ya cambia esa cara quieres? – pidió Shu algo cansado del silencio que se genero entre ambos.

-No tengo otra – replicó el cuestionado novelista.

-Deberías controlar un poco ese mal humor – sugirió el amatista mientras se detenía frente a la puerta de su vivienda.

-…- Los ojos dorados observaron como su chibi abría la puerta para luego hacerle una silenciosa invitación, no dijo nada con respecto al tema de la carta, porque en verdad no quería discutir con el ni con nadie. Ya que al retirarse la adrenalina de su sistema, el cansancio y la tensión sentidas en las horas pasadas mitigaron toda la energía restante.

-Vamos no estés enfadado – pidió le peli rosa mientras lo invitaba pasar al departamento jalándolo de la pálida mano, el blondo lo siguió hasta el recibidor donde se quedo parado junto a uno de los sillones - toma asiento voy a preparar un té y tal vez un emparedado – sugirió el anfitrión, pero no había dado un paso cuando fue sentado en el regazo de su novio – Pero Eiri… - intento protestar.

Un Beso húmedo y profundo interrumpió cualquier reproche y pensamiento racional, la única que existía era sus sentidos muy despiertos. Cuando las bocas se separaron, sus labios estaban rojos, sus cuerpos no se separaron, parecían necesitar aquel calor que emanaba de ellos. Permanecieron así quietos casi podía decirse que disfrutando aquel contacto tan intimo y tierno, con un suspiro Shuichi se separo un poco.

-¿Y eso porque fue? – cuestiono el menor observando el semblante serio de su amante.

-Solo…- Eiri intento explicarse de forma clara pero no fue tan fácil como el pensaba, pestaño algo confundido con ese mar de sensaciones que le provocaba estar así con su baka por lo que solo dijo - porque en verdad necesitaba hacerlo.

-¿Y también tienes que meter tus mano en el interior de mi pantalón? – cuestiono en un tono de picardía.

-Se movieron solas – afirmo el escritor con seriedad sin mover un músculo de su placentera posición.

-Aja… - replico mientras una elegante ceja de color rosa se elevaba con escepticismo.

-¿No me crees?- cuestionó en un tono de reproche algo infantil.

-Bueno… - acaricio la recta nariz con la punta de uno de sus dedos - se nota que te gusta el sexo…

-Eso es… - la arrogante boca se movió un poco pero un dedo calido la cerro.

-¿Mentira?- cuestiono Shu a sabiendas que lo había pillado a su koi en esa ocasión.

-Bueno no del todo – confeso por fin – pero no creo que entiendas… no por el momento al menos – dijo mientras jugaba con el bello que había encontrado bajo aquel sexy boxer.

-Entonces dime lo que sientes y piensas para poder entenderte onegai - pidió con verdadero interés marcado en esa mirada dulce y sincera.

-Esta bien… – Suspiro resignado elevo sus manos hacía la cintura que sujeto con firmeza – Lo que sucede es que me encanta tu piel y escuchar tu voz cargada de deseo - dijo mientras sus manos acariciaba con infinita ternura la piel del abdomen para luego sacarlas de aquel lugar para poder continuar con sus caricias sobre sus brazos hasta llegar a su pequeña mano que fue y acercarla a su rostro – me gusta amarte; Amo tocarte y que me toques – suspiro con cadencia – si eso es un pecado… - elevo lo hombros - pues que me condenen.

-Eres todo un poeta ¿lo sabías?

-Creo que todo esto que me pasa es tu culpa – aseguro en un tono reflexivo.

-¿Otra vez Yo? – se quejo en tono infantil, aun así no se separo ni un milímetro de aquel hombre.

-Si tú – acaricio la mejilla sonrojada – Debo decir que tú lo eres todo para mí.- confeso con sinceridad.

-No digas eso - pidió el amatista mientras lo abrazaba ocultando así su rostro.

-¿Porque no?- cuestione el escritor mientras devolvía el gesto acogiéndolo en su pecho.

-Porque me dan ganas de llorar y no se porque… - dijo con voz apagada.

-Shuichi…- Susurro el rubio al comprender que esas muestras de afecto jamás las había tenido con su pequeño baka y al expresarlas ahora tan libremente conmovía sobremanera a su niño, a pesar de todo siempre necesito ese afecto y el en su infinito orgullo se lo había negado – "fui un idiota" – pensó.

Se mantuvieron abrazados por un largo rato, hasta que el estomago de Shuichi hizo un ruido espantoso.

-¿Dime cuando comiste por ultima vez? – cuestiono el blondo seriamente sin apartar la mirada de su despistado amante.

-A ver…- se separo un poco para pensar - creo que fue antes de que durmieras – señalo – la manzana ¿recuerdas?

-Eso fue hace mas de diez y ocho horas

-Si verdad? – vio como el seño de Eiri se fruncía ante su comportamiento pero el estomago de su rubio amigo gruño al igual que el suyo – Ho! Veo que tu tampoco comiste ¿Nee?

-Bueno no pero…- Shuichi empezó a reír – ¿Que es tan gracioso?

-jajajajaja…. Tú – remarcó entre risas.

-Porque?

-No eres un buen ejemplo a seguir querido mió jajajaja

La risa de Shu era contagiosa, Yuki no pudo contenerse así que solo se limito a besarlo para luego ponerse de pie.

-Anda vamos a cocinar algo decente – tomo su mano – Mientras lo hacemos me cuentas exactamente que le paso a Leim-san y Aruma.

-De acuerdo vamos…

Oxoxoxoxoxo

-Señorita se encuentra bien? – cuestiono la mujer mayor.

-Si no se preocupe - Dijo la morena, la anciana estaba por retirarse pero la chica la detuvo - Disculpe señora sabría decirme de alguna posada económica.

-Mmmm… tienes una pensión a cuatro cuadras de aquí – señalo hacia la derecha – sigue de frente te toparas con un cartel que dice The Shun allí podrás quedarte

-Muy amable – hizo una reverencia y siguió a donde le indico la mujer mayor.

Camino hacia la dirección mientras observaba a todos y todo lo que había a su alrededor, si sabía estaba paranoica y no era para menos a duras penas había podido escapar. Necesitaba más tiempo para poder llegar junto a él.

Hacía tanto meses que no lo veía seguramente no la reconocería, menos viéndose así de desarreglada. Pero no era le momento de pensar en cosas tristes primero debía llegar hasta él luego volverían a estar juntos y todo estaría bien.

Frunció el seño al notar el elegante vehiculo que anda a una reducida velocidad, contuvo el aliento mientras se pegaba a la pared de aquella esquina. Observo como el choche negro seguía de largo. Suspiro aliviada, pero comprendió que no tenía tiempo para detenerse, suspiro cansada no podía tumbarse y relajarse no era el momento adecuado.

Con decisión doblo la esquina y siguió su camino sin detenerse cuando llegara a su destino dormiría lo suficiente él la cuidaría de todos y todos.

Oxoxoxoxoxoxoxox

-Estuvo muy bueno – suspiro el peli rosa mientras saboreaba el último bocado de arroz con curry que habían preparado juntos.

-Si quedo bien – ratifico el blondo mientras bebía el vino de arroz que Shuichi le había servido.

-Te gusto el vino?

-Si – confirmo luego de beber un sorbo más de ese vino tan típico.

-Fue un regalo de Kai- nii el me dijo que lo diera a mis invitados – dorio feliz - que quedaría bien con cualquier platillo.

-Lein-san te conciente verdad?

-Si ambos son muy buenos.

-¿Dime cargaste el celular como te pidió Aruma?

-Ups…- de un salto se puso de pie y fue hasta su mochila llevo el aparatito hasta una cómoda donde se encontraba el cargador.

-Gracias por recordarme esto, Ryoma-nii seguramente se enfadaría si no le hiciera caso.

-Ya me di cuenta de eso – murmuro el escritor, es que recordaba perfectamente los golpes que recibió por parte de aquel sujeto, decidió cambiar de tema asíque dijo – Entonces es cierto que quieres mudarte?

-Si – confirmó mientras levantaba los platos y los llevaba a la cocina – debo devolverle su identidad a Hikaru-kun y volver a ser Shindou Shuichi – puntualizo mientras comenzaba a lavar las cosas.

-Sabes que es complicado manejar el escándalo que se generara – comento el rubio quien lo había seguido y se puso junto a el lavado – La prensa querrá saber que paso contigo durante todo un año – remarco mientras secaba los las cosas para guardarlas luego.

-Estoy muy conciente de eso – sonrío al terminar con las cosas y secarse las mano – Creo poder manejarlo si lo hice una vez no creo que tenga problemas ahora.

-Ven – pidió el novelista comprendiendo la postura de su baka, pero seria mucho mas difícil estar a solas cuando se enteraran los medios, ya no podrían dar esos paseos, mucho menos dar un paso fuera de sus departamentos por una temporada, le molestaba eso ya que había generado un habito de salir con él.

Shuichi camino hasta su el sillón tomado de la mano de su koi este tomo asiento y lo invito a que se sentara, pero una vez mas se sentó sobre su regazo, de inmediato fue abrazado con ternura, se acurruco en el ancho pecho, que quedaron así por un momento disfrutando de su calor mutuo, pero fue Shuichi quien hablo finalmente.

-¿Leíste la carta de Ryoma verdad?

-Hai

-Espero que todo salga bien- suspiro apenas.

-Sencillamente no se que pensar – comentó Yuki mientras acariciaba la espalda de su baka por sobre su ropa.

-Supongo que pueden pasar muchas cosas – Exhalo el aire de sus pulmones - Espero que Kai-nii este bien

-Aruma cuidara muy bien de su familia no te preocupes por ellos- afirmo con la seguridad que su koi necesitaba.

-Si el es muy bueno – bostezó de forma involuntaria.

-Necesitas recostarte – remarco la notar los ojitos húmedos y cansados.

-Creo que tienes razón – volvió a crujir su boca para bostezar.

-Bueno a la cama entonces – se separo de el para poder pararse y acompañarlo.

-Lo haré cuando te vallas – contesto y todo movimiento por parte del mayor se detuvo.

-…

-¿Te llevaras mi auto o te pido un taxi? – continuo mientras se encaminaba al teléfono, para llamar al taxi lo antes posible.

-…- No sabia que decir o que hacer como se ir y lo dejaría solo su mente trabajaba rápido pero su cuerpo permaneció en su lugar.

-¿Que sucede Eiri? – cuestiono al ver que no se movía de su lugar.

-No pienso dejarte solo – dijo con decisión.

-Te aseguro que voy a estar bien – replico el peli rosa.

Lo que Shuichi no sabía era el pánico que le provoco al rubio separarse de su niño, no quería tener esa sensación todo el tiempo hasta que lo volviera a ver. Estaba mas que seguro que si iba a su departamento no podría pegar un ojo en toda la maldita noche. Así que no pensaba separarse de el aunque ese baka se lo pidiera.

-Me quedo – aseveró mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho.

-Eiri soy muy capaz de cuidarme solo – el cantante intento razonar con su pareja, a pesar que algo le decía que sería en vano.

-Si tienes miedo de que intente "algo" – puntualizo la ultima palabra haciendo una mueca algo altanera muy a su estilo - recuerda que ya me quede en este departamento anteriormente y no paso nada solo me iré a dormir al cuarto de invitados como la ultima vez - remarco con lentitud.

-No es eso – dijo con pena.

-¿Entonces que es? - cuestionó mas que curioso por saber que rayos le pasaba por al cabeza de su pelusa rosa.

-No quiero ser una molestia – confeso por fin mientras que bajaba su rostro apenado.

Eiri solo suspiro con paciencia, ya sabía que escondía algo bajo esa actitud tan independiente, por mas que intentara ser un chico autónomo, aun tenía rasgos y actitudes de ese antiguo muchacho que el aprendió a amaba.

-Créeme cuando te digo que no lo eres - se acerco a su pequeño amatista - de verdad quiero estar contigo – afirmo con sus ojos fijos en aquel semblante apacible - y no te atrevas a decir que soy dulce – advirtió con seriedad - soy malo...- gruño.

-...- Shu lo abrazo ocultando así su rostro sonriente - esta bien puedes quedarte por hoy- confirmó - pero mañana regresaras a tu casa.

-Eso crees tú – murmuro el blondo más para si que para su novio. De repente se puso de pie mientras ponía el cuerpo de su koi sobre sus hombros como si fuera bolsa de papas y comenzaba a caminar hacía el cuarto.

-¿Eiri que haces? – pregunto desde su posición.

-¿No es obvio? – Cuestiono sonriendo - Te llevo a dormir.

-Eiri esto no es gracioso bajamos – protesto el menor mientras se movía cual lombriz en el hombro de su loco amigo.

-NO... – refuto con decisión.

-En verdad no es gracioso – insistió en decir mientras se dejaba trasportar ya sin tanta resistencia.

-Tampoco que te rías de mi – dijo deteniendo su marcha abruptamente.

-Yo no lo hice... no me rió de ti – aseguro, fue bajado de inmediato.

Eiri lo baja justo frente a la puerta de su dormitorio y en un tono muy serio pidió - Mira me a los ojos y dime que no pensaste que era dulce y por lo que dije? – Cuestionó - ¿También te reíste de mí no es así?

-¿Cuando? – pregunto Shuichi con cara de inocencia.

-Hace un momento no me mientas- gruño algo ofendido con esa actitud tan esquiva que ahora le demostraba ese travieso mocoso, ya que se negaba a mirarlo a la cara.

-... – Las orbes violetas se desviaron por un instante de aquella cara seria que lo observaba casi sin pestañar.

-Recuerdas que te advertí que no te rieras de mi - acaricio su mejilla mientras Shu asentía - Tus ojos son muy fáciles de leer – aseguró con sabiduría.

-Los tuyos también - afirmo Shuichi haciéndole frente a su pareja sin temor alguno - en verdad puedo ver cosas - acaricio el pómulo con al punta de su dedos trigueños.

-¿Y que ves en ellos?- cuestiono el mas alto bastante intrigado por aquella revelación tan repentina, el nunca fue fácil de descifrar, en varias ocasiones el mismo Shuichi le había dicho que no lo entendía entonces ¿como ahora es que podía? ¿Acaso su amor por el había logrado volverlo trasparente? Vio sonreír a su baka con seguridad…

-Veo un sentimiento calido y muy grande - dijo en un tono suave - pero también hay un dejo de melancolía en ellos – poso su palma en aquel rostro tan varonil- me pregunto porque siento que tengo que ver con esos sentimientos tan fuertes.

-Hay shu!...- Suspiro el rubio cayendo bajo el embrujo de aquella mirada, tuvo que abrazarlo con mucho ímpetu y oculto de esa forma su rostro en el cuello de su niño.

Es que Yuki tenía el corazón agitado ante aquel hallazgo, era tan raro que sus emociones fueran tan factibles de leer, pero no podía evitar ser tan evidente o en este caso diáfano ante aquellos hermosos ojos amatistas que amaba casi con desesperación.

-¿Eiri que tienes? – Cuestiono algo preocupado por la reacción de su novio – ¿dije algo malo? – como respuesta recibió un beso lleno de ese sentimiento que desbordaba por cada fibra de su ser, haciendo que se perdiera en aquella caricia que le estaba brindando su apasionado koibito. El beso termino dejándolos agitados y deseosos de mas, pero aun así Yuki sabia no podía presionar a su koi después de un día tan trémulo asíque solo reunió las fuerzas para contenerse y decir.

-No… no es nada vamos a descansar – sugirió con la voz apenas controlada luego de aquella muestra de afecto que en verdad calentó su sistema.

-Si pero…- intento decir el más bajo antes de recibir otro beso que no fue tan intenso pero fue igual de sabroso.

-¿Que? – cuestiono al separarse un poco para observar el sonrosado rostro.

-Debes soltarme porque no puedo moverme – afirmó sonriendo con picardía.

-Ho! es cierto – comento Eiri mientras separaba su cuerpo del de su chibi, quien estaba literalmente pegado a la puerta de su habitación. Observo a su pesar que solo sonreía sin decir nada – "Debo dejar de hacer esas cosas parezco adolescente hormó nado" – pensó con ironía, burlándose de si mismo por esa actitud tan poco típica en él.

-Nee Eiri? - llamo por fin el amatista.

-Dime.

-¿Quieres dormir conmigo? – cuestionó de repente dejando al escritor en blanco, así que el divertido cantante tomó la mano del rubio y lo jalo al interior de su cuarto.

-He?- alcanzo a decir el escritor cuando su travieso baka encendía la luz de su velador - de verdad quieres? – cuestiono tomando conciencia de la propuesta y de lo que implicaba.

-Dormir – remarco el menor acercándose a su pareja – En verdad te vez cansado – sin previo aviso lo empujo a la cama.

-Claro que me encantaría dormir contigo – sujetó la pequeña mano trigueña – Pero no tienes que remarcar que estoy viejo - lo jalo de la extremidad haciendo que cayera sobre su cuerpo, para abrazarlo y disfrutar de aquel placentero aroma que era tan característico en su peli rosa.

-…- Shuichi guardo silencio oculto nuevamente en aquel pectoral, vagamente pensó que estar así se le estaba haciendo costumbre, muy placentera debía agregar.

-Lo estas haciendo otra vez – gruño el novelista.

-¿De que hablas?

-Te estas riendo – murmuro intentando separar el pequeño cuerpo que ponía resistencia a ser examinado.

-En verdad no entiendo de que estas hablando – Dijo Shindou mientras abrazaba con mas fuerza aquel cuerpo.

-Ya veras pequeño tramposo – las pálidas manos se colaron a través de la ropa y tocaron partes que sabía sensibles provocando que el cuerpo mas pequeño se contorsionara cual lombriz recién sacada de la tierra – Confiesa – ordeno siguiendo con su tortura, girando sus cuerpos para quedar sobre ese travieso chibi.

-No…no… Onegai… jajajajaja… cosquillas no… jajajajajaja

-Dilo…

-Ok…Ok… detente por favor…- de inmediato las manos se quedaron quieras pero no se retiraron de aquel cuerpo.

-¿Y bien?

-Es que…- lo observo desde su lugar sometido bajo ese cuerpo poderoso – eres realmente muy tierno conmigo y me encanta eso de ti – confeso aun agitado, con dulzura elevo ambas manos y atrajo el rostro de su querido novio para regalarle un beso casto lleno de dulzura, que progresivamente se fue trasformando en un beso profundo lleno de anhelos contenidos.

-Si pretendes dormir no deberías hacer eso - advirtió el mayor aun respirando agitado y excitado con solo besarlo.

-Esta bien – dijo para colgarse de su cuello pegándolo a su cuerpo para susurrarle a su oído – Eiri daisuki…

Yuki solo cerró los ojos disfrutando de aquella muestra de afecto para luego soltarlo - ai shiteru – sonriendo beso la comisura de la boca de su niño y agrego – ve a ponerte un pijama.

-Hai…- volteo y le tiro un beso desde la puerta antes de salir del cuarto para cambiarse en el baño.

Yuki solo pudo suspirar con deleite, hacía tanto que no se sentía tan relajado y feliz, se acomodo un poco mejor llevando ambas manos a su nuca cerro los ojos por un segundo.

Cuando Shuichi volvió ya listo para ir a la cama, se quedo un momento observando a su pareja, quien se extendía en toda la cama en total relajación, un calorcito en su interior pareció agotarlo al tener aquella visión tan bonita de su apasionado compañero, camino hasta la cama cubrió a ambos cuerpos con un edredón, luego beso la mejilla de aquel rubio arrogante, acto seguido se acurruco junto al hombre que le calentaba el alma, inhalo profundo llenando sus sentidos de ese perfume personal que emanaba de su naturaleza misma relajándose automáticamente, al cabo de unos segundos su respiración se torno acompasada, se había dormido…

Eiri abrió los ojos y observo a su baka dormido junto a él, se quedo allí quien sabe por cuanto tiempo contemplándolo.

Algo en su interior se agito al comprender que simplemente no quería volver a separándose de esa personita, necesitaba escuchar la cadencia de su respiración junto a él cada noche. Lo envolvió entre sus brazos recibiendo como regalo un murmullo quedo llamándolo entre sueños, sonrió complacido.

Se dejo llevar por el calor de esa anatomía que abrazaba, tan tranquilizador, tenía claro que quería disfrutar de cada instante junto a él, acomodo la manta y cerro los ojos apoyando su mentón en aquella manta rosa.

-Mañana será otro día…- pensó antes de dormirse.

Oxoxoxoxoxoxoxo

A las afueras de la prefectura de Osaka…

La noche había caído y las luces de las calles habían comenzado a encenderse por doquier, apago el motor de su Camaro y fue recibida por un jovencito de unos dieciséis años ataviado con el atuendo típico de la gasolinera.

-Lleno por favor – dijo la rubia de cabello dorado como el sol, que estaba sujetó con una cola de caballo.

-Hai – respondió el muchacho que se aboco a su tarea mientras ella bajaba del auto e iba hacia la parte posterior y abrir el acceso al tanque.

Mientras esperaba observo a su alrededor, era una estación de servicio en las afueras de Hirakata, faltaba muy poco para salir de la prefectura de Osaka y si mal no recordaba la próxima ciudad seria Yawata, esto era Kyotamabe prefectura de Kyoto, donde pensaba descansar por lo menos un par de horas, por mas apresurada que estuviera necesitaba relajarse no sea cosa que por estar a la carrera tuviera un estupido accidente.

-Señorita…

-Ho!.. si disculpe – pago el importe y se metió al vehiculo, encendió el motor, pero lo pensó un instante y decidió tomar un café hacia ya mas de cuatro horas que manejaba había pasado Kobe sin detenerse a desayunar algo decente y tenia tan solo tres horas de sueño, seria mejor que se remojara la cara y luego seguiría su camino.

Movió el elegante Chevrolet de color azul hacia el estacionamiento, cerró bien y fue hasta la cafetería, consulto por los lavados le indicaron que estaban hacía su derecha y a paso tranquilo se fue hasta allí.

Apenas cruzo el umbral se detuvo un instante, es que por algún extraño presentimiento se percato que no estaba sola, sexto sentido tal vez… o esa manía suya de desconfiar de todo. Es que era ya natural en ella mantener sus sentidos en guardia alta, no por nada venía escapándole a su maldito destino durante ya un par de años.

Se metió en el retrete libre mas próximo a la salida, a sus oídos llegaron gemidos. Supuso entonces que la otra persona debía estar descompuesta salió del cubículo, lavo sus manos sin dejar de ver su espalda por el espejo, dio un paso hacía las toallas descartables cuando aquel sonido similar a un quejido pero en esta ocasión se escucho con más claridad.

Frunció el seño, no podía ser lo que estaba pensando- "pero si se parece a…" – caviló para luego menear al cabeza y sacarse esa idea tonta - "No imposible" – se dijo así misma acercándose sigilosa hacía donde pensaba que provenía los sonido tan particular. Tampoco estaba por caer en la trampa de algún maldito truhán, asíque agudizo aun más sus sentidos.

Revisó cuidadosamente los cada uno de los cubículos hasta confirmar que el quejido provenía del baño para discapacitados, el más alejado de todos, repaso mentalmente la disposición del lugar. Era un lugar amplio con una sola entrada, el lugar perfecto para una trampa.

-Demonios – magullo con un dejo de miedo luego se controló y especuló – no he llegado hasta aquí por pánico, y no pienso convertirme ahora en una maldita cobarde - se dijo con decisión caminando hasta el lugar.

Abrió la puerta con cautela y reviso con atención casa rincón que tenía justo al frente, no vio nada más que azulejos blancos, el respectivo retrete con las barras para apoyarse y lavamanos a la altura correspondiente para el uso de una persona discapacitada.

Pero su curiosidad no estuvo satisfecha hasta que observo a tras de la puerta, casi pega un grito, automáticamente cubrió su boca con la mano libre para no llamar la atención. Respiro profundo y cerro la puerta tras ella, se acerco con cautela, se acuclilló frente al cuerpo menudo.

Detallo entonces la figura que estaba por tocar, su rostro era pálido casi enfermizo, su cabello era castaño oscuro con extraños reflejos rojizos bastante desaliñado, estiro con cuidado la mano para poder verificar el estado de la persona, estaba a punto de tocarla cuando otro quejido hizo que se le erizara los pelos de su nuca, aun así llevo su mano hacía la chaqueta que la cubría pero una fría mano sujetó su muñeca.

-Disculpa… - balbuceo la rubia, intentando recuperar su mano – ¿Te encuentras bien? – cuestiono al ser liberada.

La persona a la que cuestionaba elevo la vista y dejo ver un rostro ovalado marcado por el cansancio extremo al que fue sujeto en estos últimos días, en sus ojos color pardo podía verse plasmado el miedo.

-Oye tranquila no te haré nada – aclaro la de coleta rubia – mientas volvió a acuclillarse - Necesitas algo? – la muchacha negó con la cabeza – mmm… no te obligare a decirme nada si es a lo que el temes – comento – Pero si estas huyendo de alguien sería muy bueno que cambiaras de ropa - pensó en voz alta durante un momento – Ya lo tengo! – Exclamó sobresaltando un poco a la asustada muchacha – espera aquí – le pidió para luego salir con rapidez del lugar.

Ni bien salio por la misma puerta que daba a la cafetería fue llamada por el hombre que le tomara la orden.

-Señorita! – dijo

-He? – detuvo su marca – Si Cuanto es? – se acerco y pago el pedido ordeno que lo pusieran para llevar y salio rumbo al auto, dejo todo en el asiento de acompañante y fue a la parte trasera del Chevrolet donde llevaba varias cajas apiladas, saco un par de cosas y guardo todo sin importar como quedaban. Volvió a entrar a la cafetería y fue al mostrador- disculpe señor me prepararía otro desayuno para llevar – el hombre asintió y anoto la orden – muchas gracias.

Apresuro el paso y entro nuevamente al baño, como esperaba la muchacha se había puesto de pie e intentaba llegar a la puerta lateral que la llevaba al exterior sin necesidad de pasar por la cafetería. Frunció el seño al notar sus pasos tambaleantes, se acerco presurosa.

-Te pedí que esperaras – dijo al oji negro haciendo que la jovencita diré aun respingo - oye la sujetó e hizo que girara – te dije que…

-Déjeme ir – rogó la chica – ellos no pueden encontrarme… Onegai déjeme ir - suplico una vez más.

-Te advertí que estando así te descubrirán – afirmó la más alta.

Debía aclarar que si de algo era conciente y se consideraba una experta era a mantenerse oculta y escapar. No es que fuera cobarde, aunque lo pareciera con sus acciones, sino que por ningún motivo estaba dispuesta a dejar se ser un espíritu libre mucho menos para la conveniencia de otros.

-Ven - Extendió la mano y la invito a que aceptara, después de un momento ella por su propia voluntad acepto su ayuda, estrecho la fría mano y la jalo al interior del recinto para luego darle una bolsa – cámbiate – le pidió soltándola – volveré en un momento –la miro con seriedad – y no se te ocurra intentar salir de aquí, en tu estado actual será demasiado fácil hallarte – advirtió antes de salir.

La joven algo confusa, aun, por la actitud de la rubia observo el interior del la morral y descubrió ropa de colores sobrios, suspiro con cansancio. Estaba seriamente llegando a su limite, es que llevaba como animal errante y sin descanso desde hacia varios días.

La huida se había complicado al llegar a las mediaciones de la estación del tren, donde detecto a sus perseguidores por doquier, decidió en aquel momento tomar el camino mas largo.

Pero al parecer su prueba recién comenzaba ya que después de que un arrebato de su única pertenencia quedó sin un centavo. Sus fuerzas por continuar fueron debilitándose con forme avanzaba hacia su destino, es que ya ni sabía cuantos días llevaba sin dormir, la falta de comida la hizo sucumbir en aquel baño publico.

Más había algo que en verdad la obligaba seguir adelante sin importarle nada…

A su mente llego el recuerdo de la persona que ella necesitaba encontrar, esperaba que lo que había averiguado por casualidad fuese cierto, si él no la reconocía no estaba segura que podría pasar con su vida… Pensar eso siempre la deprimía demasiado así que decidió borrar ese pensamiento por el momento.

-¿Que haces allí todavía? – Cuestiono la de coleta – Vamos que ya encargue tu desayuno –la empujo al baño donde la encontrará – cámbiate aquí te espero.

-Pero…

-Vamos, vamos - la ayudo con su cosas – no es el mejor lugar para pernoctar sabes? – cuestionó en un vano intento de entablar algún dialogo, no hubo respuesta de echo se alejo un poco de ella y se metió en el cubículo después de un momento de silencio la blonda decidió volver a insistir con al charla – No es bueno dormir en un lugar así para ti y mucho menos para un bebe – la puerta se abrió de un golpe mostrando el estado de estupor en el que se encontraba la muchacha.

-Como lo supo – pregunto con pánico.

-Vamos linda no se puede ocultar algo así - señalo el pequeño cangurito cruzado sobre su pecho.

-… - la joven madre abrazo a su retoño en señal de protección.

-Anda – insistió – debemos comer – observo la confusión en el joven rostro y comprendió – Azakura Reiko – saludo.

-Umi – dijo simplemente.

-¿Y él? – señalo sin inmutarse al abrigo que ahora cubría a la criatura.

-Aun no le he dado un nombre - señalo cada vez mas mareada, al parecer la falta de algún tipo de alimento comenzó a hacer estragos en su sistema de la muchacha, eh hizo que se sintiera mareada.

-¿Hace cuanto que no comes?- cuestiono Azakura mientras la sostenía para que no cayera con todo y criatura.

-No recuerdo…

-No es bueno no alimentarse, mas si estas amamantando – la guío hasta la puerta lateral hasta el estacionamiento.

-¿Porque me ayudas? – Quiso saber la ojos pardos, aun con un dejo de temor.

-Digamos que soy como una compañera de escape.

-¿He?

-Sube no quiero quedarme más tiempo – corto al charla y abrió al puerta de copiloto – voy a Tokio – anuncio – ¿Quieres venir?

-Hai- respondió Umi con los ojos llenos de lágrimas.

-Ya no llores – pidió la blonda – entra.

-Si gracias…

-Bueno creo que mejor nos vamos ya – anunció apenas abrió la puerta del conductor y le paso el desayuno que consistía en un jugo de naranja y un emparedado bastante cargado – no es mucho pero pararemos en un mercado a comprar algo mejor mas adelante.

-Etto…

-Descuida digamos que te estoy usando para lograr mi objetivo de escapar – dijo con parquedad.

-No entiendo…

-Mira - puso el auto en marcha – me buscan a mi sola y no sospecharan de una pareja y un bebe – razono para luego sonreír – tu eres mi boleto de salida… ¡será perfecto! - anuncio mientras partían.

-….- Umi guardo silencio ante aquella confesión, la mujer parecía sincera y en verdad no le importaba ser usada de ese modo, mas si eso significaba que la acercaba a la persona que buscaba.

-Ahora come ese bebe pronto despertara con más hambre que tu y será mejor que tengas con que alimentarlo sino ser aun viaje muy largo y ruidoso – le paso el otro emparedado – Ten seguramente esta frió pero te ayudara.

-¿Y usted?

-Yo tomare el café y en la próxima estación de servicio comeré algo más sólido.

-Gracias

Apenas había consumido los dos emparedados y bebido todo aquel jugo recién exprimido el pequeño bultito comenzó a quejarse ruidosamente, de inmediato fue extraído del cangurito donde permanecía oculto.

Reiko desvío un momento su atención del camino para observar a la criatura, por lo que dedujo el bebe no tenía mas de una semana de vida. Ahora comía con avidez el alimento que su madre le daba, después de amamantarse de ambos pecho se durmió.

-Azakura- san

-Dime Reiko

-Reiko- san

-Dime Umi-chan

-Gracias…

-Ya te dije que esto es reciproco, yo te ayudo y tu lo haces por mi - sin dejar de ver el camino dijo – y dime vas a buscar al padre de tu bebe o huyes de él? – cuestiono de forma muy directa.

-El padre de mi bebe nunca supo de mi estado – anuncio de repente para luego guardar silencio para luego agregar - yo nunca le dije nada.

-Tranquila lo que digas aquí dentro, aquí de quedara – señalo con seguridad.

-El hombre que busco vive en Tokio necesito encontrarlo.

-Dime no era mas fácil ir por tren?

-Me fue imposible llegar a la estación.

-¿Y como terminaste durmiendo en ese lugar?

-Me arrebataron la cartera –señalo con pena es que allí llevaba la ultima foto que se sacara con el padre de su niño.

-Valla eso es mala suerte.

-Usted de que Huye?- quiso saber la castaña.

-De un odioso hombre machista y controlador…- respondió Reiko apretó el volante con fuerza – Mi padre me exige que cumpla con un contrato que hizo con un socio – se estremeció al recordar aquella oportunidad en que se revelo a los caprichos de su progenitor – Matrimonio!..- exclamo frustrada - esta loco si piensa que yo cumpliré con esa demanda… primero muerta…

Frunció el seño al no obtener ningún tipo de comentario, al reducir un poco la velocidad se dio la oportunidad para que los ojos negros se desviaran por un momento del camino. Su copiloto dormía al igual que el pequeñín que acunaba entre sus brazos.

-Bueno creo que se merecen algo de descanso – dijo la conductora mientras ponía música tranquila para poder entretenerse – ¿Me pregunto de quien estas Huyendo tu? – se cuestionó mentalmente.

Las respuestas como era de esperarse aun no la tenía, observo la autopista sería un conmino largo, si no conseguían adelantase al trafico sería mucho peor. Piso el acelerador metió el cambio, un nuevo día ya daba comienzo con suerte solo serian ocho o nueve horas hasta la cuidad de Tokio, pero eso solo dependía del trafico que encontraran.

Oxoxoxoxoxoxoxoxoxox

La mañana llego demasiado pronto para quienes descansaban placidamente en una mullida cama cubiertos con un edredón de color calido.

Los indiscretos rayos de sol se filtraban por entre las cortinas que se mecían con la suave brisa marina, frunció el seño ante al idea de despertar por completo. Era tan desagradable es maldito intruso que lo sacaba de su letargo, intento voltearse para reanudar con su descanso pero un peso extra sobre su pecho lo retuvo.

Al enfocar mejor, su corazón pálpito errático, al fin fue conciente de la respiración calida sobre su piel. Distinguió entonces aquella suave mata rosa que acariciaba su mentón.

Sus manos acariciaron la sedosa piel por debajo del infantil pijama, una increíble sensación de bienestar se apodero de todo su cuerpo.

Con mucho cuidado acomodo a su niño junto a el para poder disfrutar de aquella visión tan placentera. Es que en verdad necesitaba contemplarlo así callado y etéreo…

De repente los ojos de aquel ángel se abrieron, aun nublados por el sueño lo saludo con una sonrisa

-Buenos días Shu

-Buenos días Eiri - se acurruco un poco junto a su koi - Descansaste?

-¿Si Gracias y tu?

-Como nunca…- en verdad Yuki estuvo tentado en decir "como antes" pero no le vio el caso de empezar con complicaciones ese día.

-¿A que hora despertaste?

-Hace un ratito – señalo sin dejar de prestar atención a cada movimiento que hacía aquel ángel.

Se quedaron observando por un largo instante, mientras que sus manos acariciaban sus rostros, el ambiente pareció cambiar llenándose de una energía completamente diferente la pasión llego con intensidad quemando sus cuerpos, Shuichi fue quien decidió ponerle un poco de cordura a toda esas sensaciones que lo atacaban.

-Quieres desayunar?- cuestiono el peli rosa, estirándose cual gato, pateando en el proceso la manta que los cubría dejando expuesta ante los dorados ojos una porción de su plano abdomen. Al no recibir respuesta de su novio giro su rostro tan solo para volver a quedar atrapado en esa intensa mirada ámbar – Que pasa? – cuestionó con cautela.

La respuesta que recibió fue solo las caricias y el calor que le brindaban las pálidas manos de su amante que se colaban entre sus ropas.

-No pasa nada Shu…- contesto atrapando el pequeño cuerpo bajo su toque - solo quiero mi desayuno – argumento el rubio mientras comenzaba una serie de besos en el cuello y clavícula de su niño.

-Eiri… - susurró el amatista en un suspiro, mientras que enredaba sus dedos en el dorado cabello.

De lo siguiente que fue conciente, Shuichi, fue del fuego que le quemaba las venas, esa necesidad de pertenecerle a ese hombre, podía sentir cada beso, cada toque íntimo sobre su piel. Cada lamida de esa lujuriosa lengua humedeciendo sus partes mas intimas, que lo hacia casi fallecer y volver a la misma vida.

Todo se detuvo por un instante, en el que volvieron a verse a los ojos para luego besarse con renovado ímpetu. En un solo movimiento el poderoso miembro se introdujo en aquel nido calido y apretado, por un instante ambos cuerpos se sacudieron con un intenso espasmo que amenazaba con terminar con todo, sus jadeos se mezclaron.

-Por…favor…- pidió Shu victima de la necesidad que lo embargaba.

Yuki sin decir nada inició el movimiento de sus caderas, primero de forma lenta, pero los sonidos que emanaban de aquella pequeña boca roja e hinchada por sus besos hicieron que perdiera la poca cordura que le quedaba atacando con ímpetu aquel punto en particular que enloquecía a su pequeño koibito, que grito su nombre aferrándose con mucha fuerza el agarre de su mano que hacía ya rato estaban unidas. La visión que le regalaba aquel cuerpo bajo él, victima de su pasión, fue demasiado para seguir conteniéndose.

Shuichi fue conciente de la necesidad que existían ocultas en cada rose y beso que le daba Eiri, era como si un temor inmenso oculto en su interior hiciera que cada acto se asemejara al ultimo, como si tuviera miedo a que todo desapareciera.

-Eiri…ah…- llamo con un hilo de voz, llegando al límite de su resistencia.

-Shu…- Susurró sobre la boca de su adorado ángel – Mi Shu…

Los cuerpos de ambos parecían acoplarse al ritmo del amor llevándolos mas allá, con cada penetración los cuerpos vibraban y se estremecían. El tiempo dejo de ser importante al igual que todo lo demás desapareció, lo único que era tangible eran sus febriles cuerpos, del que se aferraron al llegar al punto mas alto de la ola.

El clímax llego haciendo que se derritieran con su propio calor, nublando sus mentes. Se besaron aun bajo el efecto de aquella pasión que compartieron, pasados los minutos tuvieron que separarse solo un poco para observarse.

-Eiri…

-Mmm

-Aun tengo hambre

-¿Quieres otra ronda? - cuestiono el escritor con un tono ladino – Luego dices que soy yo el pervertido…

-No hablo de eso – puntualizo el amatista ignorando la burla mientras se removía entre los brazos de su amante provocando roses involuntarios de ciertas partes muy activas.

-Si no quieres otra ronda será mejor que te quedes quietito – advirtió el blondo.

-Pervertido

-Mi querido Shu – acaricio con gentileza el húmedo rostro, acomodando algunos mechones de la frente de su pequeño mientras agregaba – No vi que te quejaras hace un momento.

-Bueno yo…- el sonido de un gruñido interrumpió la charla, el estomago de el peli rosa estaba protestando furioso.

-Veo que tendré que alimentarte antes que ese león que llevas ahí - señalo su pancita chata – sino lo hago seguro me comerá - Bromeo Eiri.

–jejejeje – rió avergonzado.

-Anda ve a bañarte – soltó su abrazo – apresúrate mientras te preparare el desayuno.

-De verdad harías eso por mi?

-Claro..

-Nya!- se pego al cuerpo de su novio y fregó el rostro como si fuera un gatito.

No fue conciente de la reacción que tuvo Yuki al ver aquella acción, ya que esa era una de las formas en que su antiguo baka reaccionaba ante sus atenciones. El corazón del rubio comenzó a palpitar acelerado y no pudo evitar el abrazarlo con todo ese amor que parecía ahogarlo.

-Nee Eiri..

-Dime…

-¿Que tal si nos bañamos juntos y luego te ayudo con el desayuno?

-Si tú quieres…

-Hai…- se separo, el cantante tomo la mano de su novio para jalarlo rumbo al baño sin importar la desnudes de los dos.

-"Estas volviendo"- pensó Yuki mientras se dejaba arrastrar hasta a la ducha.

Lo que siguió después fue una de esas maravillosas visiones que perduraría por siempre en la mente del escritor, luego de que ambos compartieran la ducha entre besos y caricias demasiado provocativas para ser ignoradas provocando que volvieran a excitarse el uno al otro.

Pero el estomago de Shuichi volvió a quejarse interrumpiendo cualquier acción, fue Eiri quien decidió salir y alimentar a su niño antes que su mente se perdiera aun mas. Pero jamás espero que aquel travieso baka lo jalara y pegara a la pared, antes de que pudiera protestar lo vio agacharse hasta quedar frente a su erguido miembro solo para engullirlo sin previo aviso haciendo que el aliento escapara de su cuerpo.

Los espasmos de placer sacudieron el cuerpo mientras que su músculo era tendido con una maestría casi irreal, los ojos de ámbar observaron aquel semblante angelical sonrojado y húmedo no soportaría mucho si esto continuaba.

-Shuichi…espera…ha!….me voy – advirtió en vez de detenerse el amatista acelero del ritmo, Yuki llevo su crispada mano hasta la cabeza de su travieso niño enredando sus dedos en el suave cabello mojado, siguiendo el ritmo que lo estaba enloqueciendo – Shu!- exclamó como advertencia para luego derramarse en aquella boca que jamás dejo de succionarlo, aun victima de ese momento tan lacivo separo su semi erguido miembro de aquella boquita solo para besarlo y compartir el sabor de su esencia que permanecía allí en esos labios.

-Eres muy travieso enano - grumo mientras que comenzaba a masturbar el erguido miembro de su baka – debería castigarte.

-Eiri… yo solo… quería hacerte feliz…- se excuso entre jadeos.

-Solo voy a ser feliz cuando tu lo sea – anuncio y sin previo aviso giro el cuerpo de su amante para tener acceso a nuevamente al trasero redondeado, sin esperar un segundo mas se volvió a hundir en el interior, sabiendo que Shuichi no aguantaría mucho comenzó un serie de estocadas precisa y rítmicas que enloquecieron a ambos llevándolos a derramarse nuevamente… - no deberías provocarme…- comento Yuki mientras se retiraba del calido interior de su koi.

-No quería que por mi culpa…- comenzó a decir el más bajo pero un roce lo acalló.

El agua volvió a limpiarlos mientras se besaban una y otra vez.

Luego del "placentero" baño, ambos buscaron ropa que ponerse, Shu le presto ropa de Ryoma, a su koi, para que se cambiara. Se metieron a la cocina, cuando el desayuno estuvo listó llevaron todo a la mesa.

-Shuichi… - llamo el escritor mientras bebía café.

-Si…

-¿De verdad quieres ir a buscar un departamento?

-Claro! – Respondió con entusiasmo - imagino que mis hermanos se enfadaran bastante pero creo que tendrán suficientes problemas teniendo que lidiar con todo los asuntos de Hikaru-kun.

-Comprendo… - cierto nerviosismo inundo el sistema de el blondo, esque esa era la oportunidad que estaba esperando para recuperar a su baka.

El podria invitarlo a que vivieran juntos como hacia un año atrás, pero antes de que Yuki intentara hilar en su mente la manera correcta de decirlo a Shu que si quería podía ir a vivir con el a su departamento el teléfono sonó con insistencia.

Shuichi corrió hasta el aparato y contesto con premura pensando que era alguno de sus hermanos que lo llamaba.

-Moshi Moshi – dijo para luego escuchar un momento – si es la casa del señor Leim – contesto para luego fruncir el seño – No él no se encuentra

-Escucha niño dile a ese cobarde que conteste el teléfono

-No tengo porque tolerar sus groserías adiós…

-No te atrevas a colgarme –a divirtió – acaso no sabes con quien estas hablando?

-….- Shuichi intentaba pesar en los familiares de la familia Leim y Aruma para ver de quien se trataba, muy pocas personas tenían ese numero - No me interesa saber su nombre – anuncio por fin intentando así minimizar cualquier error que pudiera cometer. .

-Soy Hashime Taito -anunció en un tono soberbio

- Llame en unos días – sugirió cortes.

-De que estas hablando mocoso?

-Que sucede Hikaru?- cuestiono Yuki que se había acercado al escuchar la alterada voz de su baka.

El hombre del otro lado de la línea se quedo estupefacto, acaso había escuchado bien? La persona que acababa de insultar era el jovencito Leim?

-Rayos..—Bufo molesto – esto se complica – dijo entre dientes mientras cortaba.

-Quien era?

-No lo se muy bien un tal Taito o algo así, se la paso insultando a Kaito –nii no me agrado nada ese tipo.

-Pero que quería?

-Hablar con mi hermano

-Ven terminemos de desayunar – tomo la mano y lo llevo hacia el desayunador.

-Me pregunto porque habrá cortado de esa manera?

-Bueno tal vez sea por trabajo

-No lo se, tanto Kaito como Ryoma- nii son independientes, es mas no creo que este año tampoco trabajen- señalo mientras untaba una tostada con jalea.

-¿Por?

-El bebe – puntualizo el amatista.

-ya veo

-¿estas mejor?

-Quien yo? – Shuichi asintió – Si, claro que estoy mejor por que preguntas?

-Solo quería saber después de lo de ayer…

-¿Y tu como estas?

-Si estoy contigo estoy muy bien

Lo que quedo del día la pasaron haciéndose compañía vieron la TV sentados uno al lado del otro en el sillón, al final Eiri termino observando a su niño dormir sobre sus piernas, suspirando intento controlar ese miedo que lo acosaba, es que todo parecía tan perfecto y se conocía a la perfección como para saber que era capaz de arruinarlo con uno de sus estupidos comentarios.

Negó con la cabeza intentando espantar esos malos pensamientos, es que estaba seguro que en esta ocasión haría todo lo que estuviera en sus mano para no arruinar nada, no soportaba la idea de una nueva separación de ese maravilloso ángel. Lo necesitaba como al mismo aire que respiraba, llevo su mano izquierda hacía las hebras rosas de suave textura.

-Hasta su cabello volvió a ser casi el de siempre – pensó con una sonrisa tonta, mientras sujetaba algunos mechones bicolores, ya que aun quedaban vestigios de ese castaño que lo habían confundido a un principio.

El hilo de sus pensamientos fue roto por las vibraciones del pequeño móvil que descansaba cerca sobre la mesita ratona, estiro su brazo lo más rápido que pudo, abrió la llamada, ya que no quería que Shu se despertara.

-Diga

-Shu?

-No…

-Uesugi que le paso a Shuichi, el esta bien? Que le hiciste? Su tu te atreviste a..

-Aruma quiere calmarse- pidió haciendo acopio de toda su paciencia – Shuichi esta aquí junto a mi Dormido- remarco la ultima palabra, casi mordiéndose porque en verdad no quería llevarse mal con el hombre que había ayudado tanto a su baka.

-Duerme? A esta hora?

-El doctor ordeno que descansara

-Espera un momento- lo corto – Aquí hay algo que no entiendo explícate

-si se calma le cuento…

-tienes toda mi atención

.-bien…

Yuki trato de resumir todo el asunto porque sabía que Leim-san no debía preocuparse demasiado, así que le contó a grandes trasgos lo sucedido con su hermana, también puntualizo que a causa de tanto Stress Shuichi necesito dormir como Dios manda para volver a retomar su rutina diaria a la brevedad.

-Eso fue lo que sucedió- finalizo el blondo

-Le voy a dar su merecido a ese enano - gruño

-Ya lo regañe bastante

-Por cierto ¿tu como estas?

-¿Porque pregunta?

-Solo te noto mas clamado – señalo par ale asombro de Yuki- ¿Y dime ya le dijiste la verdad?

-Solo en parte, aclaramos ciertas cosas no quiero forzar nada.

-Al menos a aceptado tu propuesta

-Si

-Te dio Shu mi mensaje?

-Hai

-Sabes que cumpliré verdad?

-Lo entiendo

Shuichi se removió un poco y abrió los ojos, sonriendo ante la imagen de ese hombre que descuidadamente acariciaba su cabeza, de una manera metódica y suave, noto que hablaba por su celular.

-Es Kai-nii? - cuestiono

-Shuichi acaba de despertar – anuncio para luego cubrir la bocina y decir- Es Aruma

-OK. Suspiro el amatista para luego sonreír mientras tomaba el móvil – Hola Ryoma –nii

-Enano! Descansaste?

-Si gracias…como esta kai-chan

-Esta bien cuidando a Hikaru

-No me digas que ya están juntos?

-Si al fin

-Y como se encuentra Hikaru-kun?

-Bien, considerando que lo peor de su fiebre ah pasado, esperamos que recupere fuerzas pronto

-Volverán pronto

-tal vez en una semana tal vez dos

-ha… valla… pensé que seria antes pero considerando el estado de Hikaru-kun es predecible…- razono el amatista.

-Ambos te echamos mucho de menos

-Eso ya lo se igual que yo los extraño a ustedes…Ho! por cierto hubo una llamada extraña esta mañana

-De quien?

-Debes disculparme pero no me gusto nada lo que decía ese hombre

-Espera, espera… mejor cuéntame todo bien para entender de que se trata.

-Bueno, debo decir que fue muy despectivo y ofensivo al referirse a Kai-chan, cuando le dije que iba a cortar el me advirtió que no me atreviera además…

-¿El tipo este te dijo como se llamaba?

-Taito…Hashime Taito…

-Taito?

-Si eso dijo… Ryoma-nii hice algo malo al tratar con agresión a ese hombre?

-…

-Ryoma estas ahí?

-Escucha atentamente Shu - pidió Aruma con seriedad poniendo alerta a el amatista.

-si... – respondió con calma.

-Te hiciste pasar por Hikaru? – cuestionó de inmediato.

-En realidad no me dio tiempo de decir nada- recordó el peli rosa - pero si se comporto muy extraño cuando escucho a Eiri llamarme Hikaru, de hecho antes de cortar balbuceó algo que no llegue a entender.

-Chibi no le abras a nadie que venga de parte de la familia Leim – puntualizó de repente.

-Porque?

-Ese tipo que llamo tiene mucho que ver con la ruptura que hubo entre su familia y kaito, si sospecha que Hikaru volvió seguramente irán a verlo ¿comprendes?

-Pero creo poder manejarlo…

-Entiende si saben estas ahí seguramente intentaran llevarte a ver a "tu abuela"

-Yo no tengo problemas en...

-Tu no, pero no eres conciente de lo que son capaces de hacer – suspiro pesadamente - escucha Shu intentare apresurar nuestro regreso.

-No te preocupes por mi estoy bien

-Pásame con Uesugi – solicitó sin mas.

-Eiri quiere hablar contigo – le pasó el celular.

-Diga… si entiendo… eso ya lo se… esta bien… Adiós - le devolvió el celular – se quiere despedir.

-Ryoma-nii cuídate

-Tu igual Enano

-Mándale muchachos besos a kai-chan y a Hikaru-kun

-De tu parte… y Shu-chan

-Si?…

-No nada… nos vemos en unos días

acuerdo.

Shuichi se quedo observando su móvil un rato hasta que Yuki extrañado por el silencio de su niño hablo.

-Pasa algo malo?

-No…

-Entonces porque te quedaste así?

-No se… Me pareció que Ryoma Nii estaba algo alterado…

-¿Le paso algo a Leim o su hermano?

-No creo que pero me parece que esta preocupado por mi y no se porque – razono mientras se acomodaba mejor,

-Bueno de hecho me pidió que no te dejara solo – señalo extrañado.

-Nani?

-Cuando me pasaste el celular me dijo – Eiri imito el tono grave de Aruma – "Debes cuidar muy bien de Shuichi no lo dejes solo o veras lo que es bueno entendiste?"

-jijijiji que malo eres

-Pero eso me dijo

-Esto es muy extraño - el cantante aun en su posición, sobre las piernas de su koi, se quedo muy pensativo.

-Lo extraño aquí es que tu no me pidieras algo de comer- observo el elegante reloj – mira la hora que es?

-No tengo hambre

-Pues no me importa debes alimentarte

-Como te gusta mandarme verdad?

-Te molesta?

-Bueno - rasco su nuca mientras se sentaba - es raro para mi.

-Raro? – cuestionó con asombro.

-Si, todo este tiempo en que estuve de viaje he creado un carácter independiente y realmente me parece extraño que alguien ande tras de mi cuidándome.

-Y que hay de de Aruma y Leim-san?

-¿Que pasa con ellos?

-Acaso no me dijiste que te cuidan demasiado – le recordó.

-Debo decir que se volvieron mas absorbentes cuando llegamos a Japón… antes no eran así - la rubia ceja se levanto en señal de incredulidad – ok si lo eran pero no tanto…

-Mmmm..

-Y dime Eiri cuando vas a volver a tu casa?

-¿Me estas echando?

-No claro que no

-Te voy informando que no pondré un pie fuera de este departamento hasta que Aruma no aparezca – advirtió – además… - estaba por agregar algo pero se detuvo…

-Que? – Shuichi observo como la cara de su amante se enrojecía así pues no pudo evitar aprovecharse de ese punto débil que ahora sabia que tenia ese hombre – acaso podría ser que me extrañaras? – cuestiono divertido.

-¿Que quieres comer? – se puso de pie evitando agregar algo mas.

-Eiri… No seas malo y contéstame – pidió el peli rosa mientras lo seguía.

-No…

-Pero Eiri…

Oxoxoxoxoxoxox

El día transcurrió tedioso y pesado al parecer todos habían la misma idea, ahora viéndolo en retrospectiva fue acertada su decisión de detenerse a descansar. Ellas y el bebe lo necesitaba con urgencia al menos un par de horas de sueño sin ser perturbado por alguna estridente bocina o un insulto de algún tipo maleducado.

Observo la puerta del baño donde hacia ya uno buen rato que Umi estaba metida, su pequeño hijo dormía junto a ella ajeno a todo lo que su madre estaba haciendo por él.

La noche que paso manejando en verdad fue horrible, parecía que nunca iban a llegar a ningún lado, tuvo que armarse de paciencia para no maldecir algún imprudente que se creía dueño de la autopista.

A su mente llego el recuerdo del momento en el que decidieron descansar…

Ya llevaban más de cinco horas sin avanzar nada, incomprensible la cantidad de autos que había, su cuerpo estaba sufriendo por el cansancio y estrés de la situación.

Los ojos negros dejaron un momento el camino para observar a la joven que la acompañaba, por mas que intento sacarle algo de información, lo único que consiguió indagar en claro era que Umi iba a buscar al padre de su hijo, que vivía en Tokio y que no tenía idea de que ella estaba embarazada cuando dejaron de verse, no consiguió nada mas.

Le preocupaba la forma en que se dieron las cosas, Umi se veía tan desprotegida cuando la hayo en aquella estación de servicio. Realmente no sabía si decía la verdad o no pero en verdad sospechaba que ella huía de su familia, solo esperaba poder encontrar a esa persona que anhelaba.

Hasta en eso fue un misterio, ya que se negó a decir como se llamaba el sujeto, volvió su mirada al frente por unas bocinazos de su "amable" compañero de atrás, que desesperado hizo una maniobra que provoco un accidente, gracias a kami no la había tocado a ella por lo que pudo avanzar un poco bufo molesta.

-Pasa algo Reiko-san?

-Nada Umi-chan solo que no avanzamos nada si seguimos así me volveré loca…

-Comprendo…

-Realmente estoy resintiendo mucho el no haber parado a dormir ni una hora – puntualizo con frustración.

-Eso es peligroso deberíamos detenernos – señalo en un tono preocupado por su protectora.

-Creo que tienes razón – acepto la rubia - en la primera salida buscaremos un hotel y descansáremos un par de horas nee?

-Me aparece bien que opinas pequeño?- cuestiono la ojos pardos mientras acariciaba al niño.

-Deberías nombrarlo no esta bien que no tenga nombre – señalo Reiko.

-Pero yo quería que su padre tuviera ese honor – remarco con candidez.

-Pues…- la mujer al volante pensó por un momento – Que tal si le buscas un sobrenombre

-Como cual?

-Pensemos una bueno creo que tu pequeño se lo merece por ser tan bueno y tranquilo.

-si el es mi tesoro!- abrazo al cuerpito y beso su mejilla acalorada.

-Eso es!

-Que cosa?

-Tesoro dile así - señalo la blonda mientras tomaba la salida para ir directo a una hostería que diviso a la distancia –le podrías decir Rui-chan ¿Te agrada? - cuestiono sin dejar de mirar el camino

-Rui-chan - con la mirada llena de amor observo el semblante apacible de su pequeño retoño –es perfecto – afirmo

-Además creo que le viene bien se a portado realmente muy bien todo este tiempo que llevamos atrapados en ese maldito trafico.

-Si la verdad que es muy callado como su papi

-Bueno entonces así lo llamaremos en tanto aparezca su Chichi – apago el motor – No se tu pero yo necesito un dormir.

-Si… - sonriendo miro hacia el exterior – nosotros también – antes que pudiera decir algo más el sonido de su estomago hizo evidente su hambre.

-Creo que ya entendí

-Perdón

-Deja de decir eso – abrió la puerta – espérame aquí - salio y se metió en una pequeña recepción permaneció allí por unos quince o veinte minutos – fue algo difícil pero conseguí que nos rentaran un cuarto con cocina y baño privado – Mostró las llaves - vamos la invito a salir y cargo una maleta pequeña

-En verdad es correcto esto?

-jejejeje Claro "querida"

-He?

-Disimula – susurró Reiko mientras ponía un brazo en el hombro de la joven- tenemos publicó, señalo a la ventana de administración que los observaba sin pudor, así juntas caminaron hasta la habitación una vez adentro ambas suspiraron aliviadas.

-¿Quiere ocupar el baño primero Reiko-san?

-De acuerdo no tardo nada

-No se apure yo tengo que alimentar a Rui-chan

-Esta bien

Se introdujo en el pequeño cuarto y abrió el grifo del agua caliente al introducirse bajo aquella deliciosa lluvia dejo que su cuerpo se relajara. No supo cuanto tiempo estuvo bajo el chorro de agua caliente, cuando termino su aseo salio en vuelta en una toalla de color blanco.

-Ya puedes entrar Umi-chan disculpa la tardanza…

No obtuvo respuesta así que busco a su compañera de viaje solo para descubrirla dormida abrazando a su niño, suspirando se seco y coloco ropa limpia, salio de la habitación fue hasta un pequeño mercado cercano donde le compro algunas cosas necesarias para el niño.

Volvió y todo quedo estaba como cuando se fue, ni siquiera se habían movido una pulgada, sonriendo coloco todo en la silla y decidió recostarse junto a sus acompañantes. Antes de dormirse ajusto la alarma de su celular para que pudieran seguir su viaje.

De eso hacia ya tres horas, después de descansar despertó renovada solo para notar que Umi no estaba junto a ella, pero al escuchar el ruido del agua caer se tranquilizo.

La puerta del baño se abrió y se dejo ver a una húmeda muchacha ataviada con al ropa que le había comprado.

-Arigato – dijo ella haciendo una reverencia.

-Umi...

-Esta bien no diré nada más

-Rui-chan se ve muy bien con su trajecito nuevo – señalo al pequeñín – no debió gastar ese dinero en nosotros.

-Pamplinas… además cuando vi ese traje de conejo no pude resistirme – rió entre dientes al observar al pequeño con el trajecito puesto.

-Jajajaja apenas seque mi cabello estaremos listos para reanudar el viaje – anuncio con renovada energía.

-De acuerdo – de un salto salio de la cama y se introdujo en el baño.

Solo les tomo media hora alistarse y estuvieron nuevamente en el camino. La suerte pareció favorecerlos en esta ocasión, porque la congestión de tráfico se libero bastante como para llegar a Tokio en tan solo unas horas.

-Tienes la dirección de donde puede estar tu koibito?

-Si se donde puede estar

-Bien guíame – pidió la rubia.

Oxoxoxoxoxoxoxoxo

Eiri bajo del auto, saco su pequeña maleta y su laptop que había ido a recoger, no le gusto nada la idea de abandonar tan siquiera por un instante a su baka. Pero su pequeño resulto muy insistente. como en antaño, por lo que termino por ceder e ir a recoger algunas de sus cosas de su casa. Esperaba a que ese chiquillo no se atreviera a salir afuera sin él, subió al ascensor del subsuelo.

Shuichi mientras que su koibito fuera en busca de algunas cosas, decidió hacer una buena limpieza el apartamento para recibir a su invitado, al menos por unos días no estaría completamente solo y eso era agradable.

No quería confesar que en verdad sentía mucho la ausencia de sus hermano, y mucho menos aquel sentimiento tan acogedor que lo embargaba siempre que estaba en brazos de Eiri.

Aun así pensaba que o presentía que todo aquellas emociones lo llevaría a un lugar donde no quería estar, su mente era compleja y sus miedos en ocasiones casi podía decirse que no lo dejaban respirar.

Pero sus inquietudes parecían tan distintas controvertidas, por un lado ese acogedor sentimiento que hasta lo llevaba a las lagrimas, luego ese miedo irracional que aduras penas contenía realmente necesitaba un psicólogo para comprender estos sentimientos.

Termino de poner todo en orden y fue junto a la ventana para apreciar los colores del ocaso, sintió una repentina inspiración y corrió a hacer su anotaciones, en eso estaba cuando escucho el timbre, cerro su anotador y fue a al puerta.

Al abrirla observo a ese hombre alto maletas en mano, como si fuera un acto reflejo cerro la puerta.

-Oye- escucho que decía del otro lado de la puerta – Abre ya Shuichi- unos golpes fuertes se escucharon.

-NO estoy interesado en nada d e lo que me quiera vender- dijo casi riendo a carcajadas por la cara que seguramente pondría el rubio.

- Shuichi – el ruido del timbre sonó insistente- Abre ya no es divertido.

-Jajajaja si lo es –a firmo Shu abriendo al puerta- deberías verte la cara – le saco la maleta de una de las manos y lo jalo al departamento.

-mmm….

-Vamos Eiri que humor tienes….- señalo aun divertido.

-No es gracioso lo que hiciste- rezongo cual anciano malhumorado.

-La verdad creo que no seria lindo que te cerraran la puerta en la cara verdad? – sin decir nada mas el peli rosa se fue a acomodar la ropa en la habitación de invitados.

Eiri lo observo pensativo mientras lo seguía, parecía una ironía que la escena se repitiera pero con los papeles invertidos, el recordaba muy bien cuando Shuichi irrumpió en su vida con maletas y todo. También recordó las veces en que le cerro la puerta en la cara mientras el lloraba sin consuelo…

-Eiri estas bien? – cuestiono el amatista al verlo parado en al puerta del cuarto.

-Si estoy bien no te preocupes…

-Puedes usar este cuarto todo el tiempo que quieras- ofreció con cortesía.

-Yo pensé que compartiríamos el cuarto.

-Eso es verdad dormirás conmigo- señalo sin inmutarse.

-¿Y porque me das el cuarto?

-Para que tengas privacidad… me parece que viniste preparado para escribir otra vez verdad?- marco el estuche donde guardaba su maquina.

-Solo fue un acto reflejo no se para que la traje – balanceo el estuche frente a su cara.

-Bueno si te dan ganas de escribir puedes usar este cuarto o el comedor allí hay una hermosa luz natural casi todo el día.

-Ya veremos

-Bueno preparare la cena

-Oye Shu..

-Si?

-Porque llevas los lentes de contacto?

-No se- elevó sus hombros - solo me dieron ganas de ponérmelos supongo que me dio seguridad ver un rostro conocido al mirar al espejo.

-Shuichi… - tomo su mano con cuidado sintiendo cierto temblor en ellas.

-Tranquilo no pasa nada solo fue un reflejo me los quitare si lo deseas. – Shuichi agradeció el apoyo sosteniendo las pálidas manos con firmeza.

-No déjatelos al menos por hoy – lo abrazo y beso su frente.

-Bueno que quieres comer?

-No se – se separo para dejar la portátil sobre le escritorio- Que tal si veamos que hay para cocinar y decidamos?

-Me parece perfecto.

Ambos se abocaron a cocinar una deliciosa pasta salteada con vegetales, acompañada con una salsa especial que Shuichi pensaba hacer para sorprender a su invitado de honor. Sumidos estaban en su labor cuando el sonido del timbre llego a ellos.

-Deja iré yo – dijo el blondo limpiándose las manos.

-De acuerdo.

El escritor se acerco a la puerta y abrió sin preguntar, para ver a una persona joven parada en el umbral- si que necesita?

-Este es el departamento de la familia Leim verdad?

-Quien es Eiri?- cuestiono Shu apareciendo de repente.

-HUKARU!- exclamo la mujer mientras corría y abrazaba a un sorprendido peli rosa- TE ENCONTRE Hikaru NO sabes… como te he buscado…yo…- la muchacha perdió el conocimiento gracias a que Shuichi la sostuvo no cayo al piso.

-Que significa esto? – bramo Yuki desde la puerta.

-Eiri no estoy para tus preguntas cierra esa puerta y ayúdame a recostarla - Sin pronunciar una palabra el novelista obedeció – será mejor que la lleve a la cama - Shuichi sintió un movimiento extraño – Eiri

-Que?

-Vas atener que venir aquí…- pidió con al chica en brazos

-Ahora que?

-Ábrele el abrigo – pidió.

-Que?

-Solo hazlo – el blondo nuevamente obedeció a regañadientes – lo sabia – dijo al ver aquella mata de cabello claro emerger de el cangurito – tienes que sacarlo de allí

-Que? Yo?

-Si como veras tengo las manos ocupadas.

-Mmmm

-Eiri hazme el favor de sacar a ese bebe de allí – suplicó.

-….- a pesar de no tolerar a las criaturas Yuki tuvo que obedecer no le quedaba de otra al ver aquellos ojos clavados en el,

-listo... ¿ahora que hago con esto? – sostenía al bebe de un modo no muy bueno alejado de su cuerpo como si temiera que aquel pequeño bulto pudiera dañarlo.

-sujétalo bien y vamos a acomodarla en el cuarto de invitados – anuncio Shuichi cargando a la joven. Una vez que la recostara se quedo observando a la muchacha – tu debes ser Umi…

-Oye ayúdame con esto quieres?

-No me digas que le tienes miedo a un bebe? - con un infinita ternura Shuichi sujetó al pequeñuelo entre sus brazos, logrando que se calmara – sabes quien es?

-La prometida de Hikaru-kun supongo.

-Y este debe ser el hijo de ambos

-Hai…

-Que vamos a hacer ahora?

-Cuidarlos…

Eiri observo el semblante serio de Shu, suspirando comprendió que su tiempo que anhelaba compartir con su amado Baka se había arruinado con la llegada de esta mujer y de ese bulto llorón con ese extraño traje de conejo, su sueño de un momento feliz estaba perdido y no sabia porque pero le daba muy mala espina todo ese asunto.

Porque no solo tendría esa intrusa entre los dos, algo le decía que la paz que soñaba no llegaría nunca…

Oxoxoxoxoxoxox

Nota de autor: Como les quedo el ojo? ya se habían imaginado muchas cosas nee! Los e Angie no aclaro nada… así es ella malvada y cruel muajajaja Esa mujer buscaba a Un hombre pero no era ninguno de nuestros protagonistas principales jejejeje

Bueno ya aclare algunas dudas para las mal pensadas que pensaban que Yuki era le padre del niño (si lo pensé así, no les di señales hasta la ultima parte soy mala lo se Muajajajaja XD)

Ya ven que el padre no es Ni Shu, ni Yuki, aunque creo que El escritor tiene razón en muchas cosas paz entre ellos dos no creo que allá mucha XD. Veremos que acontece en un nuevo cap de mi fic nos estamos viendo luego, luego nee?

MI agradecimiento especial a mi querida Darling que se ofreció para realizar el papel de Reiko Mil gracias amore mío *w*!

Por cierto esperó que tu regalo ya halla llegado estoy cansada de golpear al Mendigo cóndor avísame nee?

Mis besos especiales a mis queridas lectoras. Esas que escribieron líneas de apoyo las quiero pequeñas. Jennita, Kenia, Lorena, Sakuris, Yuki Misuki de Uesugi, Tsuzuki264, Akiha. Para ellas todo mi amor por ser tan buenas conmigo.

Lady Sesshoumaru (Con al neurona quemada) Se despide…