Amaneció y la luz penetraba por la ventana era por demás molesta. Gon se tallo los ojos y busco a tientas a Killua, al no encontrarle a su lado se levantó y le llamo.

-Killua?-

No recibió respuesta, así que dejo la cama y miro por la ventana, el albino estaba fuera entrenando, así que rápidamente se vistió y salió en su búsqueda.

Afuera el día estaba precioso, después de la mala noche que había pasado ese lindo y fresco día le caía muy bien a Killua.

-Killua!-

-Gon buenos días- el albino detuvo su entrenamiento y le sonrió

- que haces aquí?- pregunto el pelinegro preocupado

-entreno, no podía dormir así que salí a entrenar un rato-

-sigues pensando en lo de anoche?- Killua ignoro la pregunta sabía que si contestaba se vería obligado a contar la historia de Irumi, y el solo hecho de pensar que tendría que contarle con lujo de detalle como su hermano le había violado le daba escalofríos, gon sintió que era ignorado y golpeo a Killua en la cabeza.

-No me ignores!-

-Perdón Gon- le abrazo y con voz suave le propuso -vamos al rio-

Ambos sonrieron y partieron al rio, al llegar el más alto se sentó a la sombra de un gran árbol y le indico al menor donde debía sentarse, justo en medio de sus piernas, cuando Gon tomo su lugar Killua lo abrazo y suspiro

-de verdad quieres saber?-

El que?-

-lo que paso con Irumi-

-No, si tu no quieres contármelo-

-Bien, quiero hacerlo, solo no me interrumpas- Gon puso un puchero pero accedió a la petición

-bueno empezare-

Era tarde, no recuerdo la hora exacta pero ya era tarde, estaba totalmente agotado del entrenamiento cuando Irumi entro en mi habitación, yo me hice el dormido; con sigilo se acercó a mi cama y se sentó en ella; yo no me moví pues no sabía que tramaba, de repente sentí su mano sobre mi cabello dando suaves caricias, un gesto muy impropio de él, me estremeció y un escalofrió me invadió cuando su lengua acaricio mi oído, temblé aún más cuando sus labios atraparon mi lóbulo y casi me convulsiono cuando metió su mano debajo de mi ropa acariciando descaradamente mi abdomen , haciendo que pequeños escalofríos me recorrieran el cuerpo inevitablemente me moví, pero Irumi no se apartó, gire mi rostro y tenía los ojos cerrados. Cuando Irumi no me miraba con sus ojos que no daban otra cosa que miedo podía llegar a gustarme, despacio se acercó y como no había intención de hacerme daño no me aparte, lentamente vi el rostro de mi hermano mayor acercarse a mi hasta que nuestros labios hicieron contacto, su beso fue suave sin prisa era claro que no quería asustarme o eso pensé, sus manos acariciaban mi piel por debajo de la ropa. Su boca abandono la mía, repartiendo besos por mi rostro, sin duda alguna ese no era el Irumi que yo conocía, no era el hermano que me daba miedo, de hecho este Irumi me gustaba, lentamente abrió los labios y articulo palabra

-eres delicioso- siseo con su voz afeminada.

Mi corazón se encogió aquella frase sonaba rara viniendo de Irumi pero no me aparte, deje que volviera a cubrir mis labios con los suyos y me deje llevar, de todos modos no era como si pudiera detenerle. Fue entonces cuando mi hermano abrió los ojos y con su mirada indiferente penetro en mi alma haciéndome temblar, tomo mi cabello entre sus manos y tiro de el con fuerza hacia atrás.

-no es divertido si no te resistes- y mientras lo decía me abofeteo

-te hare suplicar…Killu- me susurro mientras me lamia la oreja.

Entonces todo se precipito, me arranco la ropa de un tirón y puso su pene en mi boca tomando mi cabeza con fuerza y haciendo que me atragantase con su hombría.

-te odio… Killua- decía con voz ronca entre gemidos

-eres un puta..ah- continuaba mientras yo sufrí de arcadas y antes de correrse, me empujo contra la cama tomo mis tobillos y poniéndolos en el aire me penetro, sin miramientos destrozándome, las lágrimas me salieron de los ojos sin que pudiera evitarlo si bien estaba acostumbrado al dolor aquello era superior no solo sentía dolor físico si no en mi interior, las bofetadas, golpes, rasguños y cortadas que me hizo mientras me cogía no me importaban pero su carne llegando al fondo sin amor, solo con desprecio con un deje de maldad pura, eso me pudo mucho más y suplique que se detuviera.

-No… Irumi…detente-le suplique -Me… duele…- me costaba trabajo hablar, trataba de zafarme, arañaba sus brazos y su cara pero parecía no importarle.

- Eso Killua… suplica, gime… puta… hazlo… ah..ah..- una y otra vez me clavaba sus garras en los muslos, me golpeaba y me penetraba, desgarrándome por dentro y por fuera.

-Ya no… por favor…- por un instante le sostuve la mirada y note, tristeza? Amor?, quizá era el hecho de que estaba a punto de quedarme inconsciente, pero me pareció ver preocupación en su rostro, seguí retorciéndome, luchando, pero la fuerza se me iba, me abandonaba y mi espíritu de lucha comenzaba a apagarse.

-ya no luchas… será… que lo estás disfrutando… maldito Killua- Irumi embistió con muchas más fuerza y velocidad, clavándome las uñas al llegar al fondo de mí y finalmente se derramo en mi interior, violento, caliente, cruel.

-con esto nunca olvidaras que solo eres un puto Juguete Killua, y que te odio por ello- dijo entre un gemido mientras salía de mí, note como su semen mezclado con mi sangre salían escandalosamente derramándose sobre las sabanas.

Y se fue dejándome tumbado sobre la cama preguntándome hasta qué punto había llegado.

-oh… Killua- susurro Gon al tiempo que le tomaba la cara con las manos .

-No esta tan mal, supongo que es normal que algo así sucediera dado que somos una familia muy rara- contesto el albino con un suspiro

-Killua… eso fue horrible!- el pelinegro pego un grito asustando al otro

-de verdad no pasa nada- trato de calmarle

-No!, Irumi hizo algo terrible y no tiene perdón..-

-lo sé- contesto el más alto agachando la cabeza

-Killua… porque no me lo habías contado?- Gon parecía intrigado y quizá un poco molesto

Killua suspiro, sabía que ese día llegaría pero no pensó que sería tan fácil hablarlo con Gon, nunca pensó que su novio cooperaria de ese modo

-Es que, era algo que me perturbaba y no sabía cómo ibas a reaccionar- volvió a agachar la cabeza y el chico a su lado lo abrazo

-Sabes Gon hasta que te conocí supe que lo que sentía Irumi por era un deseo enfermizo y no una clase de amor extraño- y contesto al abrazo al tiempo que susurraba en su oído -te quiero-

Gon acerco sus labios al más alto y comenzó a besarlo suavemente como preguntando si estaba bien, el otro un poco sorprendido abrió la bosa concediendo el permiso para que lo llenara, continuaron besándose y Killua tomo la playera del menor con ambas manos retirándola de en medio y comenzando a acariciar el pecho de este, que dejo salir gemiditos entre el beso ya estaba por quitarle la playera al albino cuando ambos sintieron un golpe muy fuerte en la cabeza.

-Y ustedes que hacen en público… DESVERGONZADOS!- la voz de Mito-san les cayó encima como agua fría y sobándose la cabeza los dos la miraron

- lo sentimos Mito-san- le contestaron al mismo tiempo bajando la cabeza

-En que pensaban, alguien pudo verlos- continúo con el regaño, Killua se levantó, agacho la cabeza y con un escueto "lo siento" salió corriendo del lugar.

-Mito-san… no seas tan ruda con Killua no fue su culpa fue la mía-

-No Gon… fue su culpa!, tu serias inocente si él no te hubiese corrompido- parecía una persona distinta cuando hablaba así

-No, él no me corrompió, el me ama y es un buen chico, me ha cuidado- Mito suspiro no se podía hablar con Gon cuando se ponía en ese plan.

El pelinegro la miro y desviando los ojos la dejo para mientras iba en busca del Albino, sabía que tenía que ir por el o Killua era capaz de hace una tontería y él no lo iba a permitir pues amaba tanto a Killua como sabía que él lo amaba.