Notas: Hola minna, pues no tengo perdón pero aquí vengo con esta continuación... mm, sobre el SasuNaru, bueno… solo os digo que es mi primer Lemon así que no esperen musho de mi. onegai-desu.


.: • The True of my Heart • :.

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Yu-chan

Capítulo 6/6:

Nunca te dejaré ir

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Un secreto habita en mi corazón,

Tan sublime y frágil como el pétalo de una rosa.

Me preguntas qué es y las palabras enmudecen en mi boca,

Pero tú…

Con solo un beso descubres que la verdad en mi corazón es que

Te amo.

-:- • -:-

Habían estado sentados y sin decir palabra alguna, solo acompañados por la presencia del otro y ese pasaje azulino que mostraba el cielo. Sai miraba ocasionalmente al pelirrojo, éste seguía sin mirar otra cosa que no sean las nubes blancas y esponjadas.

—Gaara —habló el oji-negro.

El chico no lo miró, pero con voz firme comenzó a hablar —quiero saber algo… más bien, sobre alguien.

—De qué se trata —inquirió el joven de piel clara, poniendo suma atención al kazekage.

—Sasuke realmente… ¿realmente es la persona correcta para Naruto?

Bien, algo se esperaba de eso.

—No lo sé… no conozco del todo a Sasuke, pero puedo afirmar que él es lo más importante para Naruto-kun.

—¿Por qué lo afirmas?

El chico dio un suspiro resignado —al ser parte del team-Kakashi pude notar que Naruto-kun dedicaba un gran esfuerzo de su parte para traer de vuelta a Sasuke.

—Pero eso no afirma que lo ame —enunció el pelirrojo, posando su mirar verde en el negro de su acompañante.

Sai sintió enojo, sí… era enojo lo que describía su estado de animo. Ver a ese chico pelirrojo obsesionado con una persona que… como iban las cosas, jamás le correspondería le producía una irritación que no supo perfectamente de donde salió.

—Tanto es tu deseo por Naruto… ¿Es que acaso es tan difícil admitir que no es tuyo? —soltó de pronto, casi sin pensarlo. Cuando se dio cuenta de lo que decía, su arrepentimiento lo comió… no era propio que el dijera eso, no al kazekage.

Gaara le miró, pero esta vez sus ojos se habían clavado en el muchacho y no parecían cambiar su dirección de visión.

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—Te amo Naruto… te amo —dijo el azabache acercándose al cuello del oji-azul y aspirando su aroma.

Naruto cerró los ojos con fuerza, el aliento tibio de Sasuke impactar contra la piel de su cuello lo hizo estremecer.

—Por eso… quiero tenerte para mi, sentir que eres mío —expresó en un susurró —¿Es que tú no lo deseas? —cuestionó, dando pequeños besos sobre aquella superficie.

Un jadeó escapó de los labios del kitsune y un sonrojo permanente tiñó sus mejillas.

—Sa-Sasuke… deten-detente —pidió el rubio, cohibido.

—¿Doushite?

El moreno no hizo caso a la petición de su compañero y comenzó a explorar el cuerpo del rubio con sus manos que se movían con maestría, dejando roces placenteros y robándose uno que otro suspiro del menor. Sus labios se encontraron de nuevo con los de Naruto y, no pudiendo evitar su deseo comenzó a devorar aquella cavidad que no se cansaba de degustar.

El calor se hacia presente entre ambos cuerpos, Sasuke, con su mano diestra bajó el cierre de la chamarra naranja que hasta el momento servía de barrera entre sus manos y la piel de su kitsune, consiguió quitarla y después de su más reciente logro, decidió bajar por el vientre canela de su compañero, encontrándose ahora con la cremallera de aquellos pantaloncillos, mientras mantenía a Naruto ocupado con aquel beso que no parecía tener fin, el moreno bajó el cierre y teniendo el acceso libre, sin esperar más introdujo su mano. Naruto, sintiendo una invasión a su intimidad cortó el beso bruscamente y alejó a Sasuke de él.

—Detente —dijo acelerado y sin mirar al rostro de su compañero.

—¡Qué sucede! —Vociferó el azabache, notablemente molesto por aquella limitación tan brusca —¿Es que acaso soy tan malo en esto? —Preguntó exaltado.

—No es eso —respondió el chico, hundiendo sus hombros como un pequeño niño regañado.

Sasuke notó aquello y un poco más calmado preguntó —entonces ¿Qué es? ¿Por qué me evitas?

El oji-azul no lo miró a los ojos, pero a simple vista se notaba que Naruto estaba nervioso.

—Nunca… nunca he hecho esto… no se como actuar —confesó tímido.

El moreno arqueó una ceja —¿Ese es el problema? —enunció y se acercó de nueva cuenta al kitsune, tomó aquel dócil mentón y alzó el rostro del chico —¿Crees que alejándote del problema lo resolverás?... solo déjate llevar.

—Yo… —Naruto suspiró resignado —yo no quería que… te burlaras de que aún… —En aquellas marquitas que adornaban sus mejillas comenzó a colocarse de nuevo el tono rojizo que hace momento se había apagado —de que aún soy… vir…

—¿Virgen? —Sasuke terminó el enunciado y el rubio solo asintió con la cabeza.

El chico se acercó al rostro de Naruto y lo besó en los labios, fue un beso que denotó ternura y cariño y que por lo mismo, fue tan efímero como un parpadeo.

—¿Burlarme de qué eres virgen? —enunció con una sonrisa —de hecho, eso me agrada aún más… esto afirma que nadie te ha poseído y que seré el primero y él único en acerté mío.

—Sasuke… —Naruto tragó saliva, esas palabras le agradaban, ¿Por qué negarlo?, pero al mismo tiempo le asustaban.

El azabache alzó sus manos y las colocó en el protector que Naruto llevaba en la frente, lo corrió hacia abajo, situándolo sobre los ojos del chico, impidiéndole de este modo la visibilidad.

—Sasuke… ¿Qu-qué haces? —Cuestionó el rubio al sentir que sus ojos eran tapados.

—Tranquilo —habló el Uchiha.

—Demo…

—Naruto… confía en mí —pidió.

El chico quizás aún un poco dudoso asintió, pero después se dejó llevar por el azabache, pues confiaba en sus palabras y fue así que sintió que las manos blancas de su compañero lo recostaban dócilmente en la cama.

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—Gomen…

—No estoy obsesionado —interrumpió las palabras de disculpa que Sai iba a formular —no amo a Naruto —Declaró.

Sai le miró pálido y sin entender.

—Naruto me ayudó mucho y para mi… es el primer amigo que tuve —declaró y se levantó del lugar donde estaba sentado —y sí, admito que Uchiha Sasuke no me agrada, también admito que por momentos he pensado que la persona adecuada para Naruto era yo… había pensado que al ser él y yo tan iguales deveníamos estar juntos, pero por eso mismo, sé que esto no es amor, porque yo solo buscaba que Naruto fuera feliz y entendí… que Naruto es un hermano para mi…

Gaara bajó la mirada, Sai por primera vez observaba aquella reacción de inseguridad en aquel joven que parecía tan fuerte de actitud. Se acercó a él, parecía necesitar cobijo y por aquel momento, Sai estaba ahí para brindárselo.

—Tú… —enunció el oji-negro —tú en verdad quieres a Naruto… —dijo y por instinto quizás, rodeo el cuerpo del chico con sus brazos —lo quieres tanto como para negar que lo amas —afirmó.

El pelirrojo se quedó unos momentos estático, pero sintiendo una confianza extraña con aquel chico, sus brazos comenzaron a aferrarse a su acompañante.

—No… —negó el muchacho y hundió su rostro en el pecho de Sai —no se lo digas a Naruto —pidió por último.

El chico solo asintió con la cabeza, sin dejar de abrazar al pelirrojo, de algún modo también necesitaba el calor de otra persona.

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Sasuke se encontraba sobre Naruto, pero sin recargar su peso en él, lo besaba para tranquilizarlo. Nunca había visto que aquel chico tan energético y testarudo que gritaba a viento y marea que sería Hokage, ahora diera una vista de un chico tímido y frágil. Comprendió que Naruto solo se mostraba así para él, y lo agradeció… agradeció que Naruto tuviera esa confianza de mostrarse como es.

El rubio se incorporó en la cama y sintió las manos de Sasuke tomar su camisa negra y deslizarla hacia arriba para quitársela, él cooperó. Su corazón latía aceleradamente y sentía que su cuerpo ardía por dentro. La vista que daba, a Sasuke le parecía sensual, pues ver a Naruto, sonrojado y con la cinta de Konoha cubrir sus ojos era jodidamente erótico. Besó de nuevo esos labios y mientras Naruto abría más su boca para que Sasuke diera el paso a su lengua, éste aprovecho para deslizar suavemente los pantaloncillos del kitsune.

—Sa… —la voz del chico se vio interrumpida por los besos que el azabache no tardaba en darle, no le dejaba oportunidad para hablar.

Naruto aún se notaba nervioso, pero aún así decidió no quedarse atrás sin asistir en nada y comenzó a despojar también al Uchiha de sus ropas, aunque un poco torpe pues por la nula visibilidad tocaba partes sensibles que a Sasuke le hacían soltar algunos suspiros.

—Lo haces bien como para ser principiante —comentó el Uchiha mientras le mordió el lóbulo de la oreja.

—Ahhh —gimió un poco —U-urusai teme… —enunció el oji-azul con sonrojo.

Sasuke sonrió y recostó al rubio de nuevo sobre la cama, bajó al pecho del chico, besó por un momento y llegó al pezón derecho del pequeño kitsune, al sentirlo tieso lo mordió.

—Ahh… ita… duele, teme —enunció el agredido.

—Gomen —dijo sonriente y después se acercó al oído del chico —Demo… —susurró y bajó su mano hasta el miembro de su amante —si no duele no sirve —enunció y apretó el pequeño bulto que se estaba formando.

—¡Aahh! —soltó un jadeo que pareció retumbar y dejar un eco sobre las cuatro paredes de la habitación —Teme… n-no hagas eso —dijo con dificultad.

—¿Eh? Si no ha pasado nada y tu cuerpo parece que reacciona muy rápido —habló el azabache sin quitar esas sonrisa seductora de su rostro —bien, Naruto… es hora de que sepas lo que es el verdadero placer —anunció y así como lo dijo se dedicó a despojar al rubio de su ropa interior, siendo esta la última prenda que le quitó, ahora… podía disfrutar de aquel cuerpo sin censuras ni barreras.

—E-espera teme… vas muy rápido —dijo Naruto al sentirse sin nada encima —detente… dame un respiro —pidió e intentó incorporarse.

Sasuke rió —eso no es lo que dice tu cuerpo —expresó y llevó su mano hasta la intimidad del rubio cuya erección ya era notable.

—Aahhhhh —un gemido sonoro se escuchó y a Sasuke le complació oírlo gritar por él y para él —Sasuke… —habló Naruto y el azabache sin esperar que el chico dijera más apretó la punta de aquella intimidad no tan ajena a él —Ahh —jadeó de nuevo y apretó las sabanas blancas sobre las cuales estaba acostado.

—¿Te gusta… Naruto? —preguntó el moreno.

La respiración entrecortada de Naruto no lo dejó decir palabra alguna por un momento y Sasuke, al ver que el rubio no se dignaba a hablar apretó de nuevo la punta de la erección con su dedo pulgar.

—Ahhh —la espalda del chico se arqueó en el momento, sus labios soltaban gemidos tan sensuales y provocativos a los oídos del mayor.

—¿Te gusta, Naruto? —Preguntó de nuevo, mirándolo con una sonrisa, aquella que lo caracterizaba tanto.

—Ha-hai… —asintió el chico, tímido y sonrojado.

—Lo sabía —dijo seguro y comenzó ha formar un pequeño camino de besos, comenzando por el cuello y bajando lentamente por el pecho, pasando por el vientre y llegando a su objetivo final.

—Aahhhh —un jadeó salió de los labios del kitsune al sentir una lengua sobre su intimidad, inmediatamente colocó sus manos sobre su boca —Sa-Sasuke… n-no para… —rogó

—¿Tan atento estabas y ahora me pides que me detenga? —cuestionó el azabache y volvió a su trabajo, lamiendo con total cuidado.

Jadeos y gemidos interminables escapaban de sus labios, miles de sensaciones le aprisionaban, era algo nuevo… su corazón latía pareciendo que en cualquier momento saldría y escaparía de su cuerpo, Sasuke le provocaba sensaciones que jamás había experimentado y que nunca podría describir con palabras… lo amaba, en verdad lo amaba y ahora sabía que el sentía lo mismo por él. Sus manos de estar aferradas en las blandas sabanas que cubrían la cama, pasaron a deslizarse y quedar sobre las hebras ónix de su koibito. Sasuke movía su lengua provocando un éxtasis total en el chico rubio y con escuchar esos gemidos era suficiente para alentarlo a continuar.

—Sasuke… —enunció el oji-azul al sentir un calor inexplicable —O-onegai… detente… —pidió de nuevo —voy a… —le costaba hablar sin soltar gemido alguno —co… correrme.

No importara lo tanto que insistiera, el moreno parecía no acceder a su petición y pasando lo inevitable, Naruto no logró contenerse y se corrió en los labios de su amante. Una sonrisa satisfecha se dibujó en el rostro del azabache y por fin subió al rostro del rubio.

—Comprendes que no era tan martirizante —expresó mientras se lamía los labios, se había catado con el sabor particular de Naruto.

—Hen… tai… —enunció el rubio con dificultad, pues su respiración no parecía nivelarse.

—Y aún no termino… —indicó.

Aquellas palabras le despertaron, estaba con Sasuke, entregándose en más que cuerpo, sino que también en alma. No quería que este acto tan especial fuera solo disfrutado por sí mismo, sino que, quería demostrar a su compañero que él también estaba dispuesto a entrar de lleno en la actividad.

—Sasuke… —llamó el rubio mientras se incorporó y tumbaba al Uchiha sobre la cama, quedando ahora él arriba del moreno —no soy el único que necesita placer —anunció con su voz más decidida.

Se acercó al cuello blanco del muchacho y lamió la suave piel. Quizás el Uchiha no soltaba gemidos tan sonoros como Naruto, pero sin embargo se escuchaban algunos suspiros salir de su garganta.

—Creí escucharte decir que el pervertido era... yo —formuló el mayor.

Sin hacer caso a las palabras, Naruto parecía seguir las acciones que Sasuke había hecho con anterioridad, pues al igual que él, comenzó haciendo un pequeño camino para así llegar al miembro del azabache, dejó un pequeño beso en la punta de éste y una reacción provocó en el moreno, pues ahora era el turno de éste de aferrarse a las sabanas… solo que más discreto.

Naruto lo notó, Sasuke se estaba conteniendo, pero no le dijo nada. El rubio tenía en mente un método perfecto para hacer que el Uchiha terminara con su orgullo. Uno… dos… tres besos daba el chico rubio sobre la intimidad de Sasuke, tan lento y pausadamente que parecía un martirio para el azabache, el Uchiha comenzaba a entrar en un desespero total.

—¡Demonios Naruto, si vas hacer algo hazlo ya! —dijo irritado por la lentitud y la poca atención.

El rubio sonrió —esperaba que lo dijeras, es tu culpa si demoré tanto —enunció el chico y fue entonces que se llevó el miembro de su koibito a la boca, comenzando a trabajarlo con su lengua.

Ahora Naruto parecía tener un talento nato para el sexo oral, pues para ser su primera vez no parecía un principiante… la timidez que aquel rubio mostraba al principio parecía haber desaparecido por completo. Sasuke después de algunos minutos llevó sus manos al rostro de Naruto, éste se levantó un poco.

—Suficiente… estoy conforme —dijo con la respiración acelerada.

Naruto tal vez no podía verlo por la cinta que tenía en los ojos, pero podía escucharla y aquello lo dejó satisfecho, una sonrisa orgullosa se colocó en sus labios y al momento fue borrada por los labios del Uchiha mordiendo los suyos.

—¿Estas listo? —Preguntó Sasuke y sin esperar a que Naruto procesara su pregunta metió dos de sus dedos en la boca del muchacho y al sacarlos un hilillo de saliva los conectaba.

Al rubio ese "estas listo" lo asustó por un momento y si era lo que estaba pensando… sabía que le iba a doler, tragó saliva y sintió que su amante lo tiró de nuevo sobre la cama. Sasuke separó las piernas del chico y se colocó entre ellas, sonrió ante la vista y con los dedos que antes había bañado con la saliva del kitsune estuvo por dirigirlo a la pequeña entrada de Naruto.

—¡¡Espera!! —formuló el rubio mientras que detenía la mano del moreno.

El azabache le miró a la cara, dándose cuenta de que Naruto se había quitado la cinta.

Tranquilo y sin exaltarse, Sasuke dijo —¿Ahora cuál es el problema?

Que ¿Cuál era el problema?... quizás era que iba introducir algo en su interior que no estaba destinado naturalmente a estar dentro de él, pero aunque eso le daba un poco de temor, no era exactamente el problema. Por Sasuke haría lo que fuera y si esa era la única forma de sentirlo en su interior, estaba dispuesto a hacerlo, pero…

—No quiero que sea así —dijo y ante la mirada inentendible que el Uchiha tenía explicó mejor —quiero que… si tú vas a penetrar en mi interior… seas el primero antes que tus dedos.

—Naruto… —expresó con los ojos abiertos de sorpresa —me estas pidiendo que no te prepare y que…

—Sí… te estoy pidiendo eso.

—Pero eres virgen y más aparte no permites que lubrique tu entrada… ¿tienes idea de lo que te dolerá? —dijo preocupado —no quiero lastimarte de esta manera.

—Onegai… lo resistiré.

Sasuke le miró por unos minutos sin decir nada, suspiró un poco.

—Éstas loco —dijo y lo acercó a él —trataré de que… no sea tan doloroso —expresó por último.

Naruto sonrió un poco y de nuevo, fue a dar sobre la cama, quedando recostado. Sasuke colocó las piernas de su kitsune sobre sus hombros y dirigió su miembro sobre la entrada del rubio, lo introdujo primero con cuidado y lento.

—¡¡Aahh!! —Naruto colocó una mano sobre su boca y la otra se quedó aferrada sobre las sabanas para reprimir cualquier alarido de dolor, pues si lo hacia Sasuke se preocuparía más por él.

El azabache mordió un poco sus propios labios, a medida que entraba Naruto era más estrecho y parecía inútil, si lo hacia lento, el dolor se haría más largo y martirizante… si lo hacia rápido podría lastimar a su koibito ¿Cómo podía hacerlo entonces para evitar tanto dolor?

Naruto notó que Sasuke se detuvo y se percibió pensante, si seguía así sabía que Sasuke terminaría por salirse de él, así que sin pensarlo mucho se incorporó y abrazó al Uchiha, haciendo de ese modo una penetración rápida y como consecuencia… un dolor que parecía infiltrarse en cada uno de los poros de su piel lo atiborró por completo.

—¡Ah, Naruto! —enunció el Uchiha preocupado al sentir que su intimidad se adentró por completo.

Naruto se aferró con fuerza al azabache y aunque Sasuke trataba de separarlo de él, Naruto nada más no accedía a soltarlo. El rubio mantenía sus dientes apretados con fuerza, el grito que se ahogo en su garganta no pudo salir de sus labios, sin embargo, era inevitable detener las lágrimas de dolor que en su rostro corrían y aunque sentía que aquello lo partía en dos, no podía evitar también sentirse confortable. Sasuke estaba dentro de él y eso… eso era suficiente para soportar todo el dolor.

—¡Naruto! —llamó por segunda vez el azabache aún con más preocupación al sentir los pequeños espasmos que provenían del cuerpo del muchacho.

—E-estoy bien… —se apresuró a decir —creo que ya… me… estoy acostumbrando a la intromisión.

—¡Estas loco! —Exclamó Sasuke —no hagas cosas tan impertinentes.

Naruto lamió el lóbulo de la oreja del azabache y éste soltó un pequeño jadeo.

—Shhh Sasuke… —dijo con una voz diferente a la que solía tener —te amo… —Expresó y comenzó a mover un poco las caderas.

—Ahh —un sonrojo parecía estar sobre las mejillas blancas del moreno, esa voz le pareció sensual y los movimientos que Naruto estaba comenzando hacer lo estaban volviendo loco, llenándolo con un placer inexplicable y embriagador —Na…ruto —enunció y colocó sus manos sobre las caderas del rubio y comenzó a envestirle suavemente.

—Ahhh —Naruto situó sus manos sobre la espalda de Sasuke, aferrándose a él con más fuerza… ¿Qué era lo que sentía con cada embestida?, era una mezcla extraña entre dolor y placer o quizás el primero ya no distinguía, pero sin embargo, era una exquisita embriaguez de placer. Sentía un ligero vaivén que a medida que pasaban los segundos se incrementaba, su espalda se arqueaba con increíble flexibilidad que jamás se imaginó tener. Un jadeo y otro seguido de ése se escapaban de su boca que en instantes después era invadida por los labios sedientos de Sasuke, besos que eran ardorosos y dejaban una sensación de apetito y sin quedarse con solo deseos volvían a devorarse mutuamente mientras Sasuke no detenía sus embestidas.

—Sasuke… onegai, más rápido —pidió el kitsune entre besos, ante ello el moreno atendió a su petición.

—Eres… —soltó el Uchiha sin detener su actividad —un dobe exigente pero… debo admitir que… me gusta.

—¡Teme! —dijo jalando los cabellos negros del chico, pues Sasuke había llegado a una zona en donde el loco placer se volvió en un éxtasis total… Naruto estaba llegando al orgasmo y así mismo, el Uchiha igual.

—Naruto, boku wa… ai-shiteru —expresó al llegar al esplendor y con un "ahhhh" por parte de Naruto el chico derramó toda su semen dentro del kitsune.

La respiración acelerada de ambos se escuchaba en toda la habitación, Sasuke se había dejado caer sobre Naruto y quedó recostado sobre el cuerpo cálido del rubio, sintiendo así los latidos rápidos que despedía el corazón de éste. El rubio lo rodeó en un tórrido abrazo y quedaron así por un largo rato… solos… con los ojos cerrados y escuchando los pequeños sonidos de las ramas de un árbol golpear la ventana a causa del viento… solos y sintiéndose unidos… solos y a la vez, sintiendo la gran compañía de ambos.

—Creo que es hora de que me salga de ti —pronunció Sasuke después de mirar el reloj que se encontraba sobre el mueble, trató de incorporarse pero se vio detenido por los brazos de Naruto que no dejaban de abrazarlo —Naruto —dijo y lo miró al rostro, sus ojos negros se abrieron confusos al ver que en los iris índigos de su koi comenzaron a brotar lágrimas —Naruto, te duele mucho… lo siento, debí salirme desde que me derramé en ti —dijo exaltado y preocupado, tratando de levantarse.

—No es eso… —enunció entre sollozos —es que… es difícil creer que estas aquí… conmigo, dentro de mi.

—Naruto… —dijo suspirando de alivió —no hagas eso… me diste un susto.

—Demo… —el chico trató de limpiarse las lagrimas que no dejaban de salir de sus ojos —no puedo… evitarlo… hace apenas nada solo éramos amigos, ambos ignorábamos lo que el uno sentía por el otro.

Sasuke arqueó una ceja —¿en que momento te volviste tan sentimental?

—Urusai teme… lo digo en serio.

—Yo también —dijo con una sonrisa y se acercó para besarlo y así limpiar aquellas lágrimas.

Naruto no pudo evitar que el sonrojo se apoderara de su rostro —ne, Sasuke —llamó y el joven azabache le miró con ternura.

—mm

—E-eres diferente ahora —dijo sin mirarlo a los ojos —me refiero a que, jamás te mostraste de este modo cuando éramos miembros del equipo siete y también, en aquel juego de la botella… no parecías tú.

—Eres tú el que me hace cambiar —respondió —y cuando regresé a Konoha no podía reprimir más lo que sentía, el cambio que tuve al darme cuenta de que te amaba lo acepté y, en aquel juego apareció la oportunidad que tanto buscaba.

—Demo…

—¿Te molesta mi actitud?

—No, no, claro que no —Naruto le miró a los ojos —me gusta pero, aún no me acostumbro del todo.

—Pues espero que lo hagas rápido, porque no pienso contenerme de nuevo —expresó sonriendo —porque te amo y no lo ocultaré más, nunca más.

—Yo también —enunció el rubio —yo también te amo, Sasuke —expresó y abrazó al moreno con fuerza, y en aquel momento un jadeo salió de los labios de ambos.

—Naruto… será mejor que salga de ti —dijo —tu cuerpo aún no esta acostumbrado a esto.

—Ha… hai —asintió el chico, cohibido quizás.

Sasuke al salir de su amante miró hacia la ventana, parecía que la noche había llegado y sin esperar nada más abrazó a su compañero y cobijados con las sabanas se dedicaron a dormir.

-:-

La mañana había llegado a Konoha, aquellos rayos cálidos que despedía el sol se infiltraban por las cortinas llegando hasta un rostro de piel clara y al sentir aquello, unos ojos comenzaron abrirse lentamente, miraron con pereza hacia la ventana y después se posaron en el techo. Su mente comenzó analizar y sus ojos se abrieron con cierta confusión, ahora comenzó a ver que estaba en un lugar que no era su casa, se dio cuenta de que un brazo le rodeaba por la cintura y que, más aparte un cálido cuerpo se encontraba a sus espaldas. Se volteó y al hacerlo quedó en frente de un chico de piel nívea y cabello negro que lo abrazaba dulcemente. El color se le subió a las mejillas y reaccionó del único modo que le quedó.

—¡Qué! —gritó y tiró a su acompañante de la cama —¡q-qué hago aquí! —dijo y se levantó de la cama en seguida.

—Ite… —se quejó el otro joven en el suelo —qué sucede —miró a su compañero pegado a la pared —Gaara... ¿por qué tanto alboroto? —preguntó y se levantó del suelo frío.

—Es lo mismo que me pregunto yo —expresó exaltado —cómo llegue aquí, por qué dormíamos en la misma cama —miró al chico de pies a cabeza —por qué éstas en ropa interior.

—¿Eh? —Sai arqueó una ceja —yo te traje a mi casa porque te quedaste dormido en mis brazos ¿No lo recuerdas? —Comenzó a responder —dormíamos en la misma cama porque no tengo otra y yo acostumbro a dormir solo con bóxer.

—¿Me… quedé dormido? —se preguntó el pelirrojo y comenzó a indagar en recuerdos.

—Sí —asintió con la cabeza.

—¿Por qué no me despertaste?

—Porque te veías lindo así —respondió tranquilo.

Gaara le dio la espalda, pues justo por aquellas palabras sus mejillas sonrojaron y no pensaba demostrar aquel rubor a ese chico extraño que cada día sentía era más cercano a él.

—Gaara… ¿dije algo que no debía?

—Olvídalo —enunció y tomó sus cosas que estaban sobre una silla —será mejor que regresé a Sunna.

—Bien, pues vamos, Hokage-sama me asignó ser tu escolta.

—Hm —asintió solo con la cabeza.

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—Ne, Sasuke —enunció cierto rubio a su compañero —necesito tomar una ducha.

—Qué buena idea, pues tomemos una ducha juntos —propuso el otro.

—¿Eh? Pero si entramos los dos estoy seguro que no saldremos ni en una hora.

—Qué tiene ¿Cuál es la prisa? —enunció el moreno mientras se acercaba peligrosamente al kitsune.

—"Por qué me temo que este año de estar vigilando a Sasuke no va a ser tranquilo" —pensó el rubio.

—Tok Tok— Se escuchó antes de que el azabache pudiera hacer algo.

—Yo abro —Naruto se dirigió a la puerta, dejando a un Uchiha en pleno acecho.

—Demonios, quien se atreve a interrumpirme de esa manera —expresó y en aquel momento tres chicas entraron a la casa.

—O hayou Sasuke-kun —enunció hasta ahora compañera de equipo —venimos por ustedes dos.

—¿Eh? —Naruto miró a la peligrosa con confusión.

—Hai, no me miren con esa cara —la chica sonrió ampliamente —ustedes dijeron que volvería a jugar a la Botella.

—¿Ahora? —preguntó el Uchiha.

—Sí —respondió la rubia que se encontraba al lado de Sakura —solo que esta vez habrá más jugadores.

—Kakashi-sensei también estará —comentó una pequeña voz que apenas fue audible.

Los dos chicos miraron a Hinata que acompañaba a las otras dos.

—¿kakashi? —expresaron al unísono.

—No solo él, también Iruyka-sensei, incluso Tsunade-sama se apuntó en la partida —agregó la oji-verde.

—Mmm, bueno —Naruto miró a Sasuke —me baño yo primero, salgo en diez minutos —enunció y pasó de largo.

El azabache le miró de reojo y no le quedo más que asentir.

—Bien, nosotras te esperamos aquí —dijo Ino.

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Y de nueva cuenta, ahí estaban los que fueron llamados alguna vez "los nueve novatos"… Era gratificante que todos estuvieran juntos y en paz, sin ningún tipo de problemas externos que atender. Ellos, atendiendo el juego que para unos era muy interesante, para otros algo aburrido pero mejor a no hacer nada y para muchos otros, la oportunidad de saber los más profundos secretos de las personas.

Kakashi sonreía maliciosamente mientras miraba a Iruka, pero claro esa sonrisa pasaba desapercibida por su mascara que le cubría gran parte de su rostro. Sakura sonreía y miraba a Ino con desafío, ellas dos parecían haber apostado por ver quien daba o preguntaba las mejores sentencias. Hinata se encontraba sentada en medio entre Negi y Kiba. Chouji estaba al lado de Shikamaru que miraba perezoso mientras se repetía en su cabeza que aquello sería problemático. Shino, Tenten y Lee parecían tranquilos y hasta cierto punto ansiosos. Sai y Gaara fueron invitados cuando apenas se dirigían a la salida de la aldea. Shizune solo se dedicaba a sonreír y miraba ocasionalmente a Tsunade, pues la mujer había hecho de lado sus deberes como Hokage. Naruto se preguntaba la razón de su terquedad por querer desafiar a Sasuke y terminar de nuevo en ese bendito juego y, el azabache con aquella sonrisa de superioridad se había sentado justo en frente de Naruto, pues estando al lado del chico no conseguiría nada.

—Bien Naruto —habló Sakura y le entregó la botella —tú hazla girar.

—ah, hai —asintió el chico y tomó el embace, lo colocó en el suelo y lo hizo girar.

Los espectadores sonrieron mientras veían al objeto rodar y cuando se detuvo, había señalado a Shizune y Tsunade, ésta ultima con el poder de dejar una sentencia o una pregunta.

—Verdad o reto —sonrió la rubia.

Shizune lo pensó y decidió irse por el reto, no se arriesgaría a que esa mujer que sabía todo sobre ella la obligara a decir alguno de sus secretos en frente de todos.

—Reto.

La sonrisa de la Hokage se amplió más y dejo salir su sentencia —te reto a que hagas mi trabajo de papeleo por un mes completo sin descanso.

—¿Eeeeeeeehhhh?

—Suficiente, te toca girar la botella —ordenó.

A la mujer no le quedó de otra y la botella comenzó a girar de nueva cuenta, deteniéndose ahora en Gaara y esta vez, de nuevo Sai tenía la oportunidad de preguntar o imponer.

—Verdad o reto —preguntó el joven de tés pálida.

Gaara recordó que en el juego anterior había escogido una pregunta, así que bueno, que más daba, el reto estaría bien.

—Reto —enunció serio.

Sai se lo pensó, y quizás si intentaba algo parecido a lo que había pasado con Sasuke y Naruto sería interesante.

—Te reto a besarme —dijo igual de serio que cuando el pelirrojo había escogido.

No cabía duda que ese juego estaba para pensarse y que de aburrido no se tornaba si se sabía que preguntar o que retar. La cara de algunos tenía la expresión de sorpresa… es que ¿Qué pretendía Sai besando al kazekage?

—¡Idiota! —exclamó el pelirrojo y con una velocidad increíble se había levantado de su lugar para golpear a Sai. Algunos se rieron por la imprudencia de aquel joven de cabello negro y piel blanca.

El chico cerró los ojos mientras se sobaba la cabeza donde aquel pelirrojo lo había golpeado, bueno, quizás no fue buena idea pero por lo menos el intento había hecho… nadie lo tacharía de cobarde.

Mientras el joven seguía en aquellos pensamientos unas manos suaves levantaron su rostro y unos labios dulces habían aprisionado a los suyos en un beso. Al abrir sus iris negros se encontró con que Gaara estaba cumpliendo su reto y sí que lo hacía bien. Sai jamás había besado a alguien y era una sensación agradable sentir aquellos labios sobre los suyos y probar aquel dulce sabor que era solo de Gaara.

El pelirrojo le besó pero nunca pensó en retener aquel acto por más de cinco segundos, sin embargo, ¿qué más daba? Sai por otra parte sin tener completamente la noción de lo que estaba sucediendo colocó sus manos sobre la cintura del muchacho y lo acercó más a él, Gaara no lo rechazó, su cuerpo se había dejado llevar y dándose cuenta de ello sus mejillas comenzaban a arderle. El oji-verde colocó sus manos sobre el pecho de su compañero y fue cuando por fin se separó de aquellos labios.

El Kazekage no miró a Sai y solo se dirigió a su lugar, sentándose y tratando de tranquilizarse pues sus mejillas aún se encontraban con un tono rosa sobre ellas. Sai también se sentó y no dejó de mirar a Gaara, aquella sensación de necesidad lo había invadido, necesitaba de nuevo aquellos labios, pero… pero debía tranquilizarse.

Tsunade había arqueado una ceja, eso había sido… profundo, muy profundo. Naruto se quedó un poco sorprendido, no esperaba que Gaara fuera así de… directo. Sasuke solo sonrió de lado.

El pelirrojo tomó la botella y la hizo girar y la hora que tanto había esperado Sasuke había llegado, pensó que había sido buena idea sentarse enfrente de Naruto.

—Verdad o reto —preguntó el azabache, sonriente como siempre.

Naruto esta vez estaba tranquilo, nada de lo que Sasuke pudiera pedir o preguntar le tenía preocupado.

—Reto —dijo sereno.

Sasuke complacido sonrió —bien, entonces… te reto a que desafíes a Tsunade-sama alargando tu misión no a un año sino que indefinidamente, quiero que de una vez por todas vivas conmigo en mi casa.

—¿eh? —Naruto le miró —¿Bromeas verdad?

—No… lo digo en serio.

—Mmm, por mi esta bien —interrumpió la rubia de ojos pardos —doy mi aprobación.

—Qué… pero entonces eso ya no es un reto —expresó el rubio.

Sasuke se levantó de su lugar y se acercó al rubio —bien, desde hoy vivirás en mi casa —ordenó complaciente.

—Oe, Sasuke ¡¡espera!! —gritó el chico mientras el moreno lo levantaba de su lugar.

—Vamos por tus cosas.

—Pero aún no termina el juego y aún no decido si iré a vivir contigo —enunció.

El azabache no le hizo caso y se llevó al chico en brazos. Los demás jugadores solo les quedo ver partir a aquella pareja.

—No pensé que Sasuke-kun fuera tan… posesivo —expresó la peli-rosa con la pequeña gota de anime reposar en su cabeza.

—Y yo no pensaba que Naruto fuera tan uke —añadió Kiba que estaba a un lado de ella.

-:-

—¡Espera Sasuke! —pataleaba el muchacho.

El chico se detuvo y bajó a su captura.

—Moh, Sasuke… ¿Qué sucede contigo-tebayo? —preguntó mirándole a la cara.

El Uchiha sonrió y abrazó a su koi por derecho —arigatou.

—¿Eh? —Naruto no entendía aquellas acciones tan repentinas —¿Sasuke?

—Me dijiste la verdad que había en tu corazón y que guardabas en secreto —dijo sin soltar al muchacho y apretándolo contra el con más fuerza.

Naruto sonrió y también lo abrazó —Ie, gracias a ti por esperarme paciente.

—No importa, al final obtuve mi recompensa —enunció sonriente.

—¿Eh? ¿A que recompensa te refieres?

—Al reto que acabaste por cumplir y… me salió mejor de lo que esperaba.

—Espera Sasuke —Naruto se separó del muchacho —no me digas que tu reto era…

—Ah, qué importa el reto ahora —Sasuke volvió a cargar al chico entre sus brazos.

—¡Uchiha Sasuke! —Gritó el rubio de ojos azules —respóndeme.

—Vamos Naruto, recojamos tus cosas para llevarlas a mi casa —dijo ignorando a su amante.

Naruto solo dejó escapar un suspiro de resignación —"Ahora… dónde me fui a meter, no creo que vuelva a tener un día tranquilo estando en la casa de Sasuke"

—Naruto —habló el muchacho sin dejar de saltar de tejado en tejado.

—Mnn.

—Ai shiteru —expresó —nunca te dejaré ir.

—Eh… —una sonrisa se dibujó en el rostro del kitsune—"aún así… me alegra estar cerca de él" yo también, Sasuke —respondió con una sonrisa alegre —ai shiteru.

~ Owari ~

24/12/2008


Ah… bueno, creo que quedó cursi ¬¬Uu a veces me doy miedo.

En verdad agradezco que hayas leído esta historia, arigatou gozaimashita.

En especial agradezco a las personas que me regalaron un comentario, pues me permitieron conocer a quien leía esta historia, aunque sea solo un review se percibe su presencia. Hontoni Arigatou.