Disclaimer: los personajes de sailor moon no me pertenecen, ya quisiera y, solo en mi cabecita loca puedo hacer lo que quiera con ellos, esta historia esta ubicada en un universo alterno donde ellos ya tiene una vida "armada " por así decirlo

Todos los días tenemos que tomar decisiones, grandes o pequeñas, algunas se toman sin esfuerzo alguno, otras requieren de profundas reflexiones y aun así se duda de esto, existen aquellas que tememos tomar e inclusive aquellas que no nos damos cuenta, al menos fingimos que no puesto que cada paso que damos nos llevara a ello, aunque queramos evitarlo, la pregunta aquí es ¿adonde llevaran todas las decisiones tomadas?

El inicio

El imponente escritorio de caoba recibe el golpe de las carpetas que deja caer enfurecido mientras se recarga en el asiento de cuero, se cruza de brazos y mira a las personas que lo rodean.

-y esto es solo el estimado, si los informes son ciertos….

Dice un joven de cabello pelirrojo que es interrumpido por una voz femenina.

-ja, no será la primera vez que tus informantes fallan, ¿Por qué no confiarnos en que así será,… una vez mas Rubeus ?

Le dice burlonamente

- por que confiar es de estúpidos Esmeralda, y errores como esos se pagan caro

Corta una tercera voz que proviene de un costado de la habitación donde un hombre la mira fríamente logrando enfurecer a esmeralda quien da un paso hacia él.

- Y a ti quien diablos te pidió opinión Jedite por que no vas y …

-Basta

Interrumpe otra voz femenina con un toque de acero en la voz

-En vez de estar peleando deberían buscar un plan que funcione y no perder el tiempo en sus niñerías

Dice la pelirroja que viste un vestido como segunda piel y con paso firme se acerca y se sienta en un respaldo de la silla de cuero atrás del escritorio mientras le habla melosamente

-Supongo que estará de acuerdo conmigo Doctor Tomoe

-en lo único que estoy de acuerdo Kaolinet es que debemos actuar rápido y si no se les ocurre nada sugiero que se vayan.

Dice con fastidio el doctor incluyendo con la mirada a la pelirroja sentada en el costado de la silla quien se desconcierta momentáneamente pero recupera el porte y sonríe para después avanzar con paso felino hacia la puerta, salida que es seguida por los demás que se despiden con un movimiento de cabeza mientras el Doctor Tomoe observa las carpetas abiertas sobre el escritorio, fijando su atención en la foto de un hombre pelinegro, piel clara, ojos azules y después de un momento la avienta hacia la chimenea y enfurecido observa como las llamas devoran las hojas mientras en otra oficina del complejo comercial

-Maldita sea, no podemos dejar que nos gane esos contratos

Exclama enfurecido Rubeus.

-Si dejas de gritar probablemente saquemos algo en claro

Interviene con aire de fastidio Jedite

-Pues él al menos trata de hacer algo

Reclama Esmeralda.

Kaolinet toma un folder del escritorio y lo hojea como al descuido mientras los demás se reclaman entre si, los observa un momento y saca un hoja del folder que avienta sobre el escritorio mientras habla

-Esa empresa solo tiene una debilidad.

-Vamos Kaolinet, -Interrumpe Jedite - El primer ataque no funciono y supongo que después de eso le buscaran protección.

-Cierto, pero yo no me refería a él, sino a ella.

Mientras clava una larga y roja uña en la foto que tiene la hoja.

-Vaya, ahora planeas atacar a la "princesa", interviene Rubeus burlonamente– podemos suponer que no es nada personal verdad?

-Por supuesto que no, son solo negocios y a alguien se le tenia que ocurrir algo en esta habitación.

-Claroooo - interviene Esmeralda molesta por la puya – y que te abandonen cuando según tú tenías todo seguro, no viene al caso.

-Vete al diablo Esmeralda.

-Basta, negocios son negocios y esto se llevara a cabo, o a ninguno de nosotros les gustaran las consecuencias., esa empresa tiene que caer, por las buenas o por las malas

dice Jedite mientras toma de golpe la hoja y se da la media vuelta para salir de la oficina seguido por Rubeus mientras Esmeralda se despide con un movimiento burlón dejando a Kaolinet a solas mientras saca del cajón un portarretratos de plata donde una pareja sonríe a la cámara, él sonriente pero un poco seco y ella se cuelga amorosa de su brazo.

-te dije que tarde o temprano me las pagarías, ¿y que crees? Ya llego ese tiempo.

En otro lugar en la ciudad una persona se encuentra sentada en la orilla de la cama mientras observa la foto de una mujer con infinita tristeza.

-Se supone que debo dejar de amarte, se supone que debo comprender que lo nuestro nunca podrá ser, pero aun así mi corazón no entiende como después de tanto dolor mi cuerpo sigue en pie, aun extrañándote tanto.

Suspira, se para de la cama y con un ultimo vistazo a la habitación toma el saco, se lo pone y cierra la puerta tras de si mientras su cara vuelve a mostrar su mascara habitual.